18/03/2016, 22:30
Se encontraba con su atención fija en el filoso borde de su arma cuando la voz de aquel chico le encontró.
—Kazuma-san, te he visto bastante calmado con lo ocurrido, dime... ¿estás acostumbrado a pasar por estas dificultades?... Digo, veo que eres un shinobi con mucha experiencia. —Preguntó.
Le observó con sus ojos grises, manteniendo una expresión tranquila. En realidad se preguntaba a sí mismo la forma en la que debía de responder. Era algo en lo que jamás había pensado, pero siempre supo que era así, calmado ante lo perturbador.
—Es una pregunta difícil —admitió ante lo poco que se entendía a sí mismo—. En realidad este tipo de cosas me suelen pasar todo el tiempo, digo lo de caer súbitamente en una situación peligrosa —siempre había sido así, desde muy chico—. Sin embargo uno jamás se acostumbra, solo te insensibilizas o te controlas un poco mejor.
Miro detenidamente el filo de su arma y comprobó que no hubiera rastros de sangre en ella.
—Creo en que todos tenemos alguna habilidad que nos diferencia del resto… Y creo que la mía es permanecer calmado, al menos en la mayoría de las situaciones —aseguro con cierto orgullo—. Claro, eso no significa que no sienta cosas como el miedo, el pánico o la consternación… Es solo que les mantengo bajo control a base de voluntad… Al menos eso intento.
Ciertamente era así su manera de ser y como se había formado. Termino con su fuuma shuriken y lo dejo a un lado para que se secara un poco antes de plegarlo. Se quito la bandana y dejó que su abundante melena se expandiera. Sin pensarlo mucho sumergió su cabeza en el agua y luego la retiró lentamente para sentir como el calor abandonaba su cuerpo a causa del agua fría que caía de sus mechones.
—Tú también tienes buenas habilidades y cierta experiencia —hablo mientras dejaba escurrir su blanco cabello—. El de allá atrás fue un buen movimiento, no cualquier sabe cómo utilizar un ninjato para lograr un golpe como ese… Y menos utilizar el flujo de chakra de una forma tan genial.
Para el joven de piel morena era obvio que no había utilizado un simple corte. El sonido chisporroteante, la poca resistencia del hueso y el espasmo que dejó paralizado el cuerpo del ave eran las señales de que había utilizado ninjutsu enfocado al fortalecimiento del arma. Kazuma no solía hablar mucho de ello, por falta de con quién hacerlo, pero sabía mucho sobre todo lo referente a los distintos tipos de arma, sus usos y sus efectos.
—Kazuma-san, te he visto bastante calmado con lo ocurrido, dime... ¿estás acostumbrado a pasar por estas dificultades?... Digo, veo que eres un shinobi con mucha experiencia. —Preguntó.
Le observó con sus ojos grises, manteniendo una expresión tranquila. En realidad se preguntaba a sí mismo la forma en la que debía de responder. Era algo en lo que jamás había pensado, pero siempre supo que era así, calmado ante lo perturbador.
—Es una pregunta difícil —admitió ante lo poco que se entendía a sí mismo—. En realidad este tipo de cosas me suelen pasar todo el tiempo, digo lo de caer súbitamente en una situación peligrosa —siempre había sido así, desde muy chico—. Sin embargo uno jamás se acostumbra, solo te insensibilizas o te controlas un poco mejor.
Miro detenidamente el filo de su arma y comprobó que no hubiera rastros de sangre en ella.
—Creo en que todos tenemos alguna habilidad que nos diferencia del resto… Y creo que la mía es permanecer calmado, al menos en la mayoría de las situaciones —aseguro con cierto orgullo—. Claro, eso no significa que no sienta cosas como el miedo, el pánico o la consternación… Es solo que les mantengo bajo control a base de voluntad… Al menos eso intento.
Ciertamente era así su manera de ser y como se había formado. Termino con su fuuma shuriken y lo dejo a un lado para que se secara un poco antes de plegarlo. Se quito la bandana y dejó que su abundante melena se expandiera. Sin pensarlo mucho sumergió su cabeza en el agua y luego la retiró lentamente para sentir como el calor abandonaba su cuerpo a causa del agua fría que caía de sus mechones.
—Tú también tienes buenas habilidades y cierta experiencia —hablo mientras dejaba escurrir su blanco cabello—. El de allá atrás fue un buen movimiento, no cualquier sabe cómo utilizar un ninjato para lograr un golpe como ese… Y menos utilizar el flujo de chakra de una forma tan genial.
Para el joven de piel morena era obvio que no había utilizado un simple corte. El sonido chisporroteante, la poca resistencia del hueso y el espasmo que dejó paralizado el cuerpo del ave eran las señales de que había utilizado ninjutsu enfocado al fortalecimiento del arma. Kazuma no solía hablar mucho de ello, por falta de con quién hacerlo, pero sabía mucho sobre todo lo referente a los distintos tipos de arma, sus usos y sus efectos.