19/03/2016, 01:16
Seguí caminando detrás de la rubia, aunque ella no dijera nada en todo el trayecto hasta la aldea, por mi parte no tenía nada que hacer por el momento y aquello llamaba mi atención, su identidad, pero quizá en unas horas más no me importaría en lo absoluto.
Mis ojos se fijaron en su figura femenina y aquel cabello dorado, no sé si era mi impresión o el camino se hizo más corto, después de todo tenía buena vista, muy buena vista, mientras caminaba siguiéndola solo podía sonreír. Reaccioné cuando llegamos a la entrada de la villa y aquellas personas la miraban y saludaban, sin embargo, aquello no me daba mucha información.
"Al parecer el único que no sabe quién es soy yo" Asumí al ver que absolutamente todos le miraban, sonreían y le levantaban la mano y luego vino a su mente un recuerdo de cuando era pequeño e iba con su padre, muchas personas también le saludaban algo en común debían tener.
—Así que eres muy conocida en la villa, debes tener mucho dinero, bueno tu familia.— Expresé colocándome a su lado, y entonces la detallé un poco más, su piel su cara, su cabello; a simple vista parecía normal, pero en realidad estaba mucho más cuidado. —Aunque sigo sin saber quién eres.—
—No puedes esperar que todos conozcan quién eres…— Dije justificándome. —Aunque bueno, si no me quieres decir tu nombre está bien.— Concluí.
Mis ojos se fijaron en su figura femenina y aquel cabello dorado, no sé si era mi impresión o el camino se hizo más corto, después de todo tenía buena vista, muy buena vista, mientras caminaba siguiéndola solo podía sonreír. Reaccioné cuando llegamos a la entrada de la villa y aquellas personas la miraban y saludaban, sin embargo, aquello no me daba mucha información.
"Al parecer el único que no sabe quién es soy yo" Asumí al ver que absolutamente todos le miraban, sonreían y le levantaban la mano y luego vino a su mente un recuerdo de cuando era pequeño e iba con su padre, muchas personas también le saludaban algo en común debían tener.
—Así que eres muy conocida en la villa, debes tener mucho dinero, bueno tu familia.— Expresé colocándome a su lado, y entonces la detallé un poco más, su piel su cara, su cabello; a simple vista parecía normal, pero en realidad estaba mucho más cuidado. —Aunque sigo sin saber quién eres.—
—No puedes esperar que todos conozcan quién eres…— Dije justificándome. —Aunque bueno, si no me quieres decir tu nombre está bien.— Concluí.