20/03/2016, 22:20
(Última modificación: 21/04/2016, 16:43 por King Roga.
Razón: Cosas de coherencia xS
)
Kazuma instó a Tatsuya a seguir, indicándole que si lo iba a hacer, sería un camino largo el que tendría por delante; además que podría contar con él para realizar aquella tarea. El ninja de Taki se quedó pensativo, por primera vez se estaba replanteando cual sería su futuro, durante mucho tiempo el joven Takanashi se había resignado al destino de ser el jefe de la familia algún día, y que por lo tanto tendría que convertirse en un shinobi respetable, pero también había algo que él quería hacer por cuenta propia y eso era poder ayudar a los demás con el filo de su espada, no sólo a sus compatriotas, sino a todo aquel que lo necesitase; después de todo esos son los valores que le enseñaron, los instaurados por el Kawakage y en los cuales Tatsuya creía plenamente.
"Debo esforzarme si quiero lograrlo, quiero demostrarme a mí mismo de lo que soy capaz".
Si decidía hacerlo habría muchos obstáculos, más de lo él ha vivido hasta ahora, quizás ya era el tiempo de que Tatsuya tomara una decisión al respecto, era tiempo que dejase de huir y ver cara a cara a sus miedos y dilemas, tal y como lo hace Kazuma, el cual por cierto ya estaba preparándose para dormir, aún tenían que encontrar los hongos y evitar que el jabalí salvaje siguiese causando destrozos por todas partes. Una pequeña tarea, pero que quizás marcaría el inicio de un gran cambio en su vida. Ahí en una silenciosa y oscura noche, a la luz de una fogata se había escrito el comienzo de una gran aventura.
-Con la suerte que tenemos para atraer problemas por separado no me imagino que podría pasar estando juntos- Quizás Kazuma no escuchó la leve broma de Tatsuya, pues se encontraba ya recostado con los ojos cerrados, así que al ninja de Taki sólo le quedó desear las buenas noches. -Descansa, Kazuma-san-
Tatsuya tomó algunas hojas y plantas en silencio para no incomodar al ninja durmiente de uzushio, pudo medio hacer una almohada con ello y así recostarse a domir mientras sujetaba su preciada ninjatou en su regazo, era díficil saber que pasaría al llegar el amanecer.
Y la respuesta a esa pregunta era que el ninja de Taki fue despertado por un curioso ratoncito que se movía y olfateaba en sus sandalias ninja, las cosquillas lo hicieron sacudirse y el diminuto mamífero corríó a esconderse. No había mucha luz de sol que pudiese alumbrar pero los tenues rayos que se dejaban apreciar se dejaban ver en el verdoso riachuelo, la fogata se había consumido durante la madrugada, por suerte no hubo nada que los atacase, el buhó semidecapitado era de las pocas amenazas nocturnas que pudieron haber tenido, quizás el fuego alejó a las demas bestias.
Antes de despertar al ninja de Uzushio se dispuso a limpiar su katana como hacía todas las mañanas, además así le daba más tiempo al Ishimura para descansar. Cuando cumplió con esta labor se dirigió en dirección al árbol donde se encontraba su compañero.
-Kazuma-san, despierta- Dijo mientras sacudía levemente su hombro para sacarlo del mundo de los sueños.
"Debo esforzarme si quiero lograrlo, quiero demostrarme a mí mismo de lo que soy capaz".
Si decidía hacerlo habría muchos obstáculos, más de lo él ha vivido hasta ahora, quizás ya era el tiempo de que Tatsuya tomara una decisión al respecto, era tiempo que dejase de huir y ver cara a cara a sus miedos y dilemas, tal y como lo hace Kazuma, el cual por cierto ya estaba preparándose para dormir, aún tenían que encontrar los hongos y evitar que el jabalí salvaje siguiese causando destrozos por todas partes. Una pequeña tarea, pero que quizás marcaría el inicio de un gran cambio en su vida. Ahí en una silenciosa y oscura noche, a la luz de una fogata se había escrito el comienzo de una gran aventura.
-Con la suerte que tenemos para atraer problemas por separado no me imagino que podría pasar estando juntos- Quizás Kazuma no escuchó la leve broma de Tatsuya, pues se encontraba ya recostado con los ojos cerrados, así que al ninja de Taki sólo le quedó desear las buenas noches. -Descansa, Kazuma-san-
Tatsuya tomó algunas hojas y plantas en silencio para no incomodar al ninja durmiente de uzushio, pudo medio hacer una almohada con ello y así recostarse a domir mientras sujetaba su preciada ninjatou en su regazo, era díficil saber que pasaría al llegar el amanecer.
Y la respuesta a esa pregunta era que el ninja de Taki fue despertado por un curioso ratoncito que se movía y olfateaba en sus sandalias ninja, las cosquillas lo hicieron sacudirse y el diminuto mamífero corríó a esconderse. No había mucha luz de sol que pudiese alumbrar pero los tenues rayos que se dejaban apreciar se dejaban ver en el verdoso riachuelo, la fogata se había consumido durante la madrugada, por suerte no hubo nada que los atacase, el buhó semidecapitado era de las pocas amenazas nocturnas que pudieron haber tenido, quizás el fuego alejó a las demas bestias.
Antes de despertar al ninja de Uzushio se dispuso a limpiar su katana como hacía todas las mañanas, además así le daba más tiempo al Ishimura para descansar. Cuando cumplió con esta labor se dirigió en dirección al árbol donde se encontraba su compañero.
-Kazuma-san, despierta- Dijo mientras sacudía levemente su hombro para sacarlo del mundo de los sueños.