4/09/2018, 23:29
La situación empeoraba por momentos. Ya no solo se enfrentaban al tal Uchiha Datsue (cansado, pero muy peligroso), y a Nabi y a Stuffy (que antes había considerado como amigos). Pronto, otro chico apareció más, para apoyarles. Juro comprendió que estaban en Uzu, y por tanto, podían aparecer tantos ninjas como quisieran.
Yota, Daigo y él retrocedieron a la arena, protegidos por la nube de humo. Pero en ese momento, otro shinobi de Kusagakure (¿quién diablos era?) saltó a por Uchiha Datsue. El humo tapó lo demás.
« ¡Maldición! »
Necesitaban algo. Necesitaban algo.
— ¿Donde diantres se ha metido Yubiwa-dono? ¿Se ha ido sin nosotros? ¿Y quién es ese tarado que ha ido a darle de hostias a Datsue?
— No lo sé. No se quién es — murmuró. Estaba al borde del ataque nervioso —. Solo sé que tenemos que...
Y entonces, se escuchó su voz.
—¡¡ME CAGO EN TODOS VUESTROS MUERTOS!! ¿¡QUÉ COÑO HACÉIS!? ¡¡HACE YA CINCO MINUTOS QUE TENDRÍAMOS QUE ESTAR EN EL PUTO BARCO!! ¡¡MOVED EL CULO CO-JO-NES!!¡SOIS MÁS LENTOS QUE EL CABALLO DE UN RIBEREÑO DEL SUR!
Juro miró a sus dos compañeros, con gravedad.
— Vale. No tenemos opción. No vamos a meternos ahí otra vez. Bastante ya es la que se ha liado — dijo Juro —. Puede que ya sea tarde para imponer un poco de razón ahí, pero al menos, vamos a intentar que nuestro compañero huya de ahí. Esto es lo que vamos a hacer: Voy a tirar más humo para cubrirnos. Comenzad a retroceder hacia Yubiwa para que no os pillen. Gritaré retirada, y entonces, me iré yo también, y esperaremos que nuestro otro compañero imite lo que hacemos. Es lo único que se me ocurre.
Gritar lo que iban a hacer no era muy inteligente. Por eso, prefería que Yota y Daigo se fuesen primero antes de que lo hiciera. Así, si le pillaban, le pillaban solo a él.
Esperó una respuesta. Si no, en cuanto Yota y Daigo accediesen, iniciaría.
Juro realizó el sello del carnero, y su pecho se hinchó. Entonces, escupió una gran cantidad de humo. Más aún que el humo anterior. Capaz de llenar una parte de la arena gracias al polvo y a los restos anteriores. Lo suficiente para cubrirles mientras escapaban. Y entonces, alzó la voz.
— ¡KUSA SE RETIRA! — exclamó, en voz alta.
Entonces, hizo el sello del carnero, con las pocas fuerzas que le quedaban, y se marchó en dirección hacia Yubiwa, esperando que todos hicieran lo mismo.
Yota, Daigo y él retrocedieron a la arena, protegidos por la nube de humo. Pero en ese momento, otro shinobi de Kusagakure (¿quién diablos era?) saltó a por Uchiha Datsue. El humo tapó lo demás.
« ¡Maldición! »
Necesitaban algo. Necesitaban algo.
— ¿Donde diantres se ha metido Yubiwa-dono? ¿Se ha ido sin nosotros? ¿Y quién es ese tarado que ha ido a darle de hostias a Datsue?
— No lo sé. No se quién es — murmuró. Estaba al borde del ataque nervioso —. Solo sé que tenemos que...
Y entonces, se escuchó su voz.
—¡¡ME CAGO EN TODOS VUESTROS MUERTOS!! ¿¡QUÉ COÑO HACÉIS!? ¡¡HACE YA CINCO MINUTOS QUE TENDRÍAMOS QUE ESTAR EN EL PUTO BARCO!! ¡¡MOVED EL CULO CO-JO-NES!!¡SOIS MÁS LENTOS QUE EL CABALLO DE UN RIBEREÑO DEL SUR!
Juro miró a sus dos compañeros, con gravedad.
— Vale. No tenemos opción. No vamos a meternos ahí otra vez. Bastante ya es la que se ha liado — dijo Juro —. Puede que ya sea tarde para imponer un poco de razón ahí, pero al menos, vamos a intentar que nuestro compañero huya de ahí. Esto es lo que vamos a hacer: Voy a tirar más humo para cubrirnos. Comenzad a retroceder hacia Yubiwa para que no os pillen. Gritaré retirada, y entonces, me iré yo también, y esperaremos que nuestro otro compañero imite lo que hacemos. Es lo único que se me ocurre.
Gritar lo que iban a hacer no era muy inteligente. Por eso, prefería que Yota y Daigo se fuesen primero antes de que lo hiciera. Así, si le pillaban, le pillaban solo a él.
Esperó una respuesta. Si no, en cuanto Yota y Daigo accediesen, iniciaría.
Juro realizó el sello del carnero, y su pecho se hinchó. Entonces, escupió una gran cantidad de humo. Más aún que el humo anterior. Capaz de llenar una parte de la arena gracias al polvo y a los restos anteriores. Lo suficiente para cubrirles mientras escapaban. Y entonces, alzó la voz.
— ¡KUSA SE RETIRA! — exclamó, en voz alta.
Entonces, hizo el sello del carnero, con las pocas fuerzas que le quedaban, y se marchó en dirección hacia Yubiwa, esperando que todos hicieran lo mismo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60