12/10/2018, 20:24
"Nada por aquí, nada por allá..." Pensó la joven al observar la densa niebla. Podía ser capaz de observar el final de sus pies y hasta dos metros con algo de suerte. Un murmuró hizo atraer su atención, el joven de cabellos pálidos había bajado poco después de ella, y este dirigió algunas palabras con el cochero.
—Entonces me quedare en este lugar. Gracias por recogerme y traerme hasta aquí, buen hombre… Por cierto, ¿Cuál su nombre? — Ryuko por su parte lo agradeció con discreción, acercándose para escucharles y haciendo una suave reverencia.
—En esta región se me conoce como Kirigyoshamaru, así es como todos me llaman — añadió el también inclinándose con levedad—. Si me permiten darles un consejo, descansen en este pueblo hasta que la niebla se disperse… Es peligroso andar a ciegas por ahí; no sabes dónde podrías terminar.
Y acto seguido, este se marcho dando un suave espoleo a la mula; el carro avanzó con la misma lentitud y tranquilidad con el que ellos habían viajado. Desapareciendo entre la niebla junto a la tímida luz de la linterna que llevaba a su lado. Como era habitual en la despistada chica, esta se había vuelto a abstraer, esta vez en la rojiza luz. Hasta que la voz del joven la trajo de vuelta.
—Saludos... Mi nombre es Hanamura Kazuma — dijo manteniendo algo de distancia—. Y el tuyo, ¿Cuál es?
— Oh, disculpame — la joven kunoichi se sobresalto por un instante. —Mi nombre es Ryuko, Ryuko Uchiha.
—Entonces me quedare en este lugar. Gracias por recogerme y traerme hasta aquí, buen hombre… Por cierto, ¿Cuál su nombre? — Ryuko por su parte lo agradeció con discreción, acercándose para escucharles y haciendo una suave reverencia.
—En esta región se me conoce como Kirigyoshamaru, así es como todos me llaman — añadió el también inclinándose con levedad—. Si me permiten darles un consejo, descansen en este pueblo hasta que la niebla se disperse… Es peligroso andar a ciegas por ahí; no sabes dónde podrías terminar.
Y acto seguido, este se marcho dando un suave espoleo a la mula; el carro avanzó con la misma lentitud y tranquilidad con el que ellos habían viajado. Desapareciendo entre la niebla junto a la tímida luz de la linterna que llevaba a su lado. Como era habitual en la despistada chica, esta se había vuelto a abstraer, esta vez en la rojiza luz. Hasta que la voz del joven la trajo de vuelta.
—Saludos... Mi nombre es Hanamura Kazuma — dijo manteniendo algo de distancia—. Y el tuyo, ¿Cuál es?
— Oh, disculpame — la joven kunoichi se sobresalto por un instante. —Mi nombre es Ryuko, Ryuko Uchiha.