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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Operación Tambor de Raijin
(S) Gran Guerra Ninja
#1
Era un día gris, oscuro, con nubarrones que cubrían todo el cielo y que amenazaban con llover. En verdad, era un día como otro cualquiera, y era el último día de miles de personas al mismo tiempo.

En los Arrozales del Silencio existía un barullo tenso. Los encharcados campos de arroz estaban anegados por ninjas, por tiendas de campaña, por granjas vacías. Los civiles habían sido movilizados por las tropas de la Alianza, por precaución, a las tierras del Bosque.

En una de las numerosas tiendas, una de lona gris, situada estratégicamente en el centro, y más grande que las de su alrededor, albergaba en su interior a un variopinto grupo. Senju Shiten, más conocido como Shiten el Acaparador, era uno de ellos. Senju Shiten había colgado las botas años atrás, dedicándose los últimos tiempos a una vida afable en Kusagakure repartiendo misiones a los muchachos por las mañanas. Su cabello —cada vez contaba con menos de este— y su barba canosa acentuaban su edad. Había dejado a Ōnindo en las manos de las nuevas generaciones, pero entonces la guerra se declaró, y Kintsugi en persona le había pedido que volviese a calzarse las botas ninjas y volviese al ruedo. No había podido negarse. A decir verdad, él también veía a los más jóvenes algo verdes. No conocían la guerra. No sabían lo que era jugarse el destino de una villa, de un país, en una batalla.

Él sí. Por eso, Kintsugi le había escogido como Mariscal del ejército que hoy se congregaba allí. Lejos de conformarse con eso, él se había autodeclarado General de la División de Combate de Corto Alcance. No era él un ninja que se encontrase cómodo dando órdenes en la retaguardia, no señor. Necesitaba ver a los enemigos en primera fila, ver el miedo reflejado en sus ojos. Solo así podía tomar buenas decisiones. Solo así podía tener la moral necesaria para enviar a tropas al combate.

En frente, y alrededor de una mesa redonda donde reposaba un mapa de los Arrozales del Silencio y sus inmediaciones, contaba con ninjas de las tres villas, en una clara representación de la nueva Alianza forjada. Empezando por su derecha, estaba el General de la División de Combate de Medio Alcance. Un tipo imponente y vigoroso, que transmitía la confianza de quien sabe ocuparse de los problemas. Después estaba la General de la División de Combate de Largo Alcance. Una uzujin llamada Sarutobi Komi, a la que le convendría hacer unas cuantas flexiones semanales extra.

A su mano izquierda, empezando por el más próximo, estaba la General de la División de Emboscadas. Le faltaba el antebrazo derecho, pero aquella kunoichi era más peligrosa sin ambas manos que la mayoría de shinobis con los puños colgando de sus escuchimizados brazos. Luego estaba el General de la División Médica, un tipo regio y muy serio, pero al que le faltaba aplicarse en las sentadillas —tampoco le vendría mal unas series de dominadas pesadas para sacar espalda, ahora que lo pensaba—. Finalmente, estaba el General de la División de Refuerzos, Yuki Yuko; y la General de la División de Comunicación, Uzumaki Kaia. A estos dos directamente les hubiese puesto a correr alrededor del campamento ninja hasta que empezase la batalla. ¡Menudos estropajos!

Repasemos brevemente el plan general —dijo, tras media hora de arduo debate sobre los movimientos a tratar. Solo mencionaría los principales—. Nuestros espías nos informan que el ejército de Kurama que se aproxima está siendo liderado por Yuki Hakai. Lo conocemos bien en Kusagakure, está en nuestro Libro Bingo por exiliado. Un patán que, a mi juicio, no sería escogido por Kurama como uno de sus Generales. A no ser que tenga el listón muy bajo.

»Eso quiere decir que entra dentro de una razonable pero optimista sospecha de que no hay ningún General entre sus tropas. Además, según nuestros ninjas de reconocimiento, contamos con una notable ventaja numérica. —Shiten se acarició la barba, que le llegaba hasta el pecho, mientras paseaba la mirada sobre el resto—. Ya son dos datos optimistas y favorables para nosotros. ¿No contaba Kurama con nuestra unión y tremendo despliegue? ¿O nos tiene alguna sorpresa preparada? Las matemáticas nunca fueron lo mío en la Academia, pero apostaría a que por estadística, se trata de lo segundo. ¿Quizá en forma de Gebijūs?

»Sea como sea, nosotros también tenemos un as bajo la manga —dijo, señalando un barco situado cerca de las Costas de las Olas Rompientes—. Si las cosas se ponen feas, gracias al sello de comunicación podemos informar de inmediato y las tropas uzujines que se dirigen a la Villa de las Aguas Termales cambiarían su rumbo original para desembarcar aquí —dijo, señalando el puerto más cercano—, pillando por la retaguardia al enemigo.


[Imagen: dtRQlRn.png]


»Inicialmente, nuestro despliegue de tropas será claro. Situaremos a la División de Corto Alcance en primera fila, con la División de Medio Alcance en la segunda y la de Largo Alcance en la tercera. La División de Emboscadas estará situada en los flancos, y la División de Refuerzos en la retaguardia. La División de Comunicación y la División Médica estará repartida entre todas las divisiones, dando asistencia y permitiendo a los distintos Generales de Divisiones y Capitanes de pelotones tener una comunicación fluida y eficaz entre ellos. También dispondremos de un centro de operaciones aquí y aquí, donde se podrán atender a los heridos más graves.

»¿Alguna duda, sugerencia o queja? Hablad ahora, o callad para siempre. Porque no quiero oír ningún lamento ni reproche cuando todo esto acabe.



¡Hola! ¡Datsue al habla!

Para esta primera ronda, todavía no podéis postear con los PJs que os habéis apuntado. Se trata de una charla introductoria a la batalla, donde entrarán un par de invitados a rolear sus NPCs (Generales de alguno de los Regimientos de Batalla o de Apoyo). Ya sabéis quiénes sois: no hay orden de posteo, simplemente tenéis 96h para postear a partir de mi post.

A los participantes, ¡seguid atentos! ¡Que pronto salís!
Responder
#2
Posiblemente, al General de la División Médica le harían falta varias series de sentadillas, y quizás incluso de dominadas pesadas para sacar espalda; tal y como opinaba Senju Shiten para sus adentros. Pero lo cierto era que, no, no los necesitaba. Porque el poder de un médico no venía de la fuerza de sus músculos. Aquel General no sólo era un tipo regio y muy serio. Sus ojos, profundos, de color aguamarina y sin pupila visible; escrutaban a todos y cada uno de los shinobi con los que se encontraba. Y más de uno podría haber asegurado que esos ojos parecían estar leyendo sus pensamientos. El gesto de su rostro no había cambiado en ningún momento: siempre ceñudo, nunca bajando la guardia. Cualquiera que hubiese intentado sacarle una broma no habría encontrado más que una dura mirada y, probablemente, alguna que otra blasfemia. Tenía el cabello corto, de un color negro azulado; y vestía un largo sobretodo blanco que cubría su cuerpo a modo de bata médica y anudaba en torno a su cintura con un cinturón gris. Bajo este llevaba una camiseta oscura, a juego con sus pantalones y sus botas.

Aotsuki Zetsuo se encontraba ahora junto a una mesa en la que se habían congregado todos los Generales de las diferentes Divisiones y el Mariscal del ejército: Senju Shiten. El Médico no le había quitado el ojo de encima en ningún momento, evaluándolo. Era un anciano, pero aquella imponente altura y esos músculos de acero habrían disuadido a cualquiera de sugerirle siquiera tomar un descanso de la vida shinobi. Otra cosa no se podría decir de la Aldea Oculta entre la Hierba, pero estaba claro que contaban con shinobi potentes.

Repasemos brevemente el plan general —Seguía hablando el Mariscal y General de la División de Combate de Corto Alcance—. Nuestros espías nos informan que el ejército de Kurama que se aproxima está siendo liderado por Yuki Hakai.

«Yuki... Si de verdad es un descendiente de esa línea genética, probablemente nos estemos enfrentando a un usuario de técnicas de Hyōton.»
Si alguien conocía bien las capacidades de un Yuki, ese era él. Como también sabía lo problemáticas que podían resultar las heridas causadas por el frío. Ventajas y desventajas de tener un hijo nacido con los genes de ese linaje.

Lo conocemos bien en Kusagakure, está en nuestro Libro Bingo por exiliado. Un patán que, a mi juicio, no sería escogido por Kurama como uno de sus Generales. A no ser que tenga el listón muy bajo. Eso quiere decir que entra dentro de una razonable pero optimista sospecha de que no hay ningún General entre sus tropas. Además, según nuestros ninjas de reconocimiento, contamos con una notable ventaja numérica. Ya son dos datos optimistas y favorables para nosotros. ¿No contaba Kurama con nuestra unión y tremendo despliegue? ¿O nos tiene alguna sorpresa preparada? Las matemáticas nunca fueron lo mío en la Academia, pero apostaría a que por estadística, se trata de lo segundo. ¿Quizá en forma de Gebijūs?

Zetsuo resopló con desdén.

Joder. No subestime las fuerzas de nuestro enemigo tan pronto, Mariscal Senju —le recriminó, mirándole fijamente—. Estamos hablando de Kurama, nada menos. Me importa una mierda si ese Hakai era un mierdas que apenas sabía hacer la O con un canuto en vuestra aldea. Por lo que a mí respecta, debe tratarse con la misma cautela que si fuera el mismísimo Kyūbi.

"Nunca subestimes a tu enemigo", aquella era una máxima que Aotsuki Zetsuo mantenía a día de hoy y que se había asegurado de pasar a sus hijos. Se tratara de un estudiante de academia o el mismísimo Kage, un enemigo era un enemigo. Y no debía bajarse la guardia bajo ningún concepto.

El Mariscal Shiten siguió explicando el plan a seguir. Si las cosas se torcían, las tropas Uzujines que en ese momento se dirigían en barco hacia la Villa de las Aguas Termales podrían cambiar su rumbo en el último momento y desembarcar en los campamentos que habían levantado en su lugar para pillar al ejército enemigo por la retaguardia. Zetsuo asintió para sí mismo, con los brazos cruzados sobre el pecho. Aquel era un buen plan, pero no podía evitar preguntarse cuánto tardarían las fuerzas de Kurama en darse cuenta de que habían levantado aquel campamento justo al lado de la frontera con el País del Rayo. Shiten procedió a recordar el despliegue de las tropas: la División Médica, a cargo de Aotsuki Zetsuo, estaría repartida entre todas las divisiones, algo esencial si cualquier shinobi requería asistencia, con un centro de operaciones donde se podrían atender a los heridos más graves.

¿Alguna duda, sugerencia o queja? Hablad ahora, o callad para siempre. Porque no quiero oír ningún lamento ni reproche cuando todo esto acabe.

Cristalino. Me encargaré de la organización de la División Médica y me mantendré en el Centro de Operaciones. Necesitaréis mi bisturí para los casos más... problemáticos.

Y esperaba que fueran los menos necesarios.
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder
#3
Allí, entre veteranos de guerra, shinobi con carreras destacadas y habilidades prodigiosas, se codeaba ahora un muchacho que, aunque joven en comparación con los otros ocupantes de la mesa redonda; no pasaba para nada desapercibido, bien fuese por su exótica apariencia —a la que, siendo sinceros, ya estamos... todos acostumbrados—. como por su ya también conocida historia de vida, cuya travesía, infame y perturbadora, concluyó con su retorno a Amegakure tras lograr, gracias a ella... su tan ansiada aunque no por eso sencilla redención. Y aunque Yui ya no estaba físicamente con ellos, la voluntad que existió con ella en vida, permaneció férrea e inexpugnable en este joven ninja incluso después de su fatífica muerte a manos de Kurama.

Su nombre, Umikiba Kaido, Hijo de la Tormenta, y ahora General de Combate a medio Alcance durante la Campaña de los Arrozales, había sido postulado en representación de Amegakure para liderar la primera fase de la recuperación estratégica de Oonindo. A su lado, el Mariscal Shiten verborreaba un resumen de la revuelta ante la atenta mirada de sus otros tantos Generales, una, entre tantas, más afilada que las demás; como podía ser la de Aotsuki Zetsuo.

Cuando el Águila aprovechó el inciso para hablar brevemente, el escualo le observó desde la distancia, meditando sobre su intervención. Muy cierto eso de no subestimar al enemigo, pensó Kaido, que en ocasiones suele presentarse de forma engañosa para que el contrario bajase la guardia. Zaide, en su momento, fue una prueba viviente de estos engaños en un principio sutiles, que terminan convirtiéndose en un monstruo indomable. El atentado de los Dojos fue y será por siempre una prueba fidedigna de ello. Por eso, aunque el testimonio de Senju Shiten respecto al Líder del la célula de Kurama proveniente de Unraikyo fuera cierto, la precaución nunca estaba de más.

Kaido volvió su mirada al mapa. Algo sí que le preocupaba. Que el enemigo pensara igual que ellos. Que aunque fueran capaces de diezmar esa pequeña parte del ejército, de alguna forma, llegaran más. Del País del Hierro, específicamente.

O que el Avance desde Unraikyo fuera tan solo una distracción.

Con tantos frentes, no había uno en el que quisiera estar más que en aquél que le diera la oportunidad de ajusticiar a su mentora. Recuperar Yukio era su prioridad, y por eso tenía que vencer esta vez. Y la próxima. Y la siguiente, también. Hasta que el destino le diese una oportunidad. Era todo lo que necesitaba.

Oh, habrá lamentos, Mariscal-dono... pero del enemigo, mañana, pasado y días consiguientes, hasta que no quede ni uno de ellos con ganas de seguir izando la bandera de ese zorro desgraciado. Ni uno.
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#4
La mujer manca rió con ganas. De roja cabellera, portaba el uniforme de combate oficial, mas llevaba un haori de aspecto caro colocado descuidadamente encima. Con su única mano sostenía una pipa kiseru de la cual surgía una muy leve espiral de humo.

Adoro esos ánimos, Tiburón -dono —dijo Sagisō Komachi con una gran sonrisa —. Tranquilo pero atento, Aotsuki-dono. Como bien dice nuestro amigo, los que necesitarán médicos serán ellos.

La madre del Conejo Blanco rebosaba de confianza, pero su mirada era decidida, no arrogante. Su fuerza era temible, y su liderazgo agresivo pero sensato. Estar segura de sí misma no era un derecho para alguien en su posición, sino una obligación. Aspiró un poco de su pipa.

La División de Emboscadas está en buena mano, aunque consideraría llamarla de Escaramuzas en su lugar.

Rió de nuevo. Si temía por su vida, no lo demostraba. Si extrañaba a su esposo, a Kuumi o a Meme, tampoco. Sólo rogaba que nadie mencionara a Ranko, pues a pesar de su confianza en ella, sería la única persona que le importaba que estaría en el frente. Y recordarlo le haría temblar .

Exhaló un ligero pilar de humo.

Que resuenen los tambores.
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

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#5
Shiten el Acaparador escuchó diligentemente los comentarios de sus Generales. Zetsuo, que tenía cierta fama incluso a nivel internacional, hizo honor a lo que decían de él: sus palabras cortaban como su bisturí en el punto preciso y exacto, sin contemplaciones y, quizá —o no— a diferencia de sus operaciones, sin anestesia. Shiten sonrió, le caía bien la gente así. Aunque, si fuese uno de sus ninjas… Bueno, ¡todavía le seguiría aconsejando un poco de ejercicio físico!

No sucedía así con Kaido, quien tenía un porte musculado, vigoroso. Sus palabras acompañaron a su expresión corporal, más todavía a sus ojos, que reflejaban las pupilas de alguien que ha visto y sufrido de todo. Shiten conocía parte de su historia más reciente: había sido raptado y utilizado por Dragón Rojo. Alguien así tenía que haber lidiado con todo tipo de peligros en su vida como ninja. No podría haber sobrevivido a ellos si él no representase un peligro todavía mayor.

Luego habló Komachi. Una de los suyos. Una kusajin que, después del gran Kenzou, que directamente había jugado en otra liga —una propia y en la que solo estaba él—, era de las kunoichis más formidables y peligrosas que había visto en el combate a cuerpo a cuerpo.

No estaba en desacuerdo con el nombre sugerido para su división. El campo de batalla carecía de bosques, montañas o pequeñas zonas donde grandes grupos pudiesen esconderse para tender emboscadas. Allí solo había campos de arroz. Pero si la batalla se iba moviendo de sitio… Bueno, ¿qué más daba? El nombre era lo de menos.

Perfecto —dijo, apoyando las manos en la mesa y levantándose—. Si fueseis otro tipo de personas os dedicaría unas palabras de ánimo. Pero sois lo que sois: la élite. Así que salid ahí y haced vuestro puto trabajo.

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Día del Rayo, Bienvenida, 18:00 PM

¡Que resuenen los tambores!

¡Que resuenen los tambores!

¡QUE RESUENEN LOS TAMBORES!

Y los tambores resonaron. A lo largo de toda la frontera, el agua que encharcaba los campos de arroz vibró con la percusión de las decenas de instrumentos repartidos a lo largo del campo de batalla. Sonó tan fuerte, y llegó tan alto, que el mismísimo Raijin, allá encima de las nubes de tormenta, tuvo que buscar su propio tambor al temer que se lo hubiesen robado.


Sagisō Ranko, te encuentras en la primera fila del ejército de la Alianza. Eres la Capitana de un pequeño escuadrón que forma parte de la División de Combate de Corto Alcance. El escuadrón de combate — tres luchadores, cuatro contándote a ti— está compuesto enteramente de kusajines —una elección pensada para facilitar el trabajo en equipo y compenetración—, aunque cuentas con una uzujin médico llamada Kobayashi Sakumi, y a un integrante de la División de Comunicación de Amegakure.

Antes de la batalla, te han instruido en una pequeña serie de conceptos. Tu deber es guiar a tu escuadrón hacia la victoria, cuidar de ellos, protegerles, y sacrificaros por el bien de la Alianza de ser necesario. Te han enseñado una fotografía del líder del ejército de Kurama, a quien deberás asesinar de tener la oportunidad. Además, te han enseñado una serie de ritmos musicales que serán empleados en la batalla para enviar mensajes en clave al ejército al momento. No has conseguido memorizarlos todos, pero el redoble de tambores que estás escuchando en estos momentos significa: «avistamiento enemigo».

Los ves surgir en el horizonte. Los ninjas de Kurama. Poco a poco, van llenando todo el horizonte. Son tantos que el agua, incluso estando a cientos de metros de distancia, vibra con sus pisadas.

No, si mamá ya te lo decía. Búscate otro oficio, niña, que ser kunoichi está muy mal pagado —oyes de la boca de Sakumi. Está temblando—. ¡Por qué no te hice caso, mamá! ¡¿Por qué?!

Un kusajin llamado Takagi Ryo, que es el segundo al mando en tu escuadrón, un Chūnin alto, moreno y fuerte, al que quizá conozcas, quizá no, pero que te han advertido de que suele tener problemas con las cadenas de mando, escupe a un lado.

Uzujin tenía que ser.

Sakumi lo oye y se le ponen los ojos vidriosos.

A tu alrededor, en el resto de escuadrones, oyes a los Capitanes insuflar ánimos a los suyos.

¿Qué haces?


Zhaoren Lyndis, eres integrante del escuadrón de Ranko. Te han instruido más deficientemente respecto a Ranko, por falta de tiempo. No has visto el rostro del líder del ejército de Kurama, ni sabes lo que significa que el tambor suene como suene. Llega un momento, a medida que el ejército de Kurama se acerca, que el ritmo cambia. Te sabes tres melodías, y esta es una de ellas. Significa: «Manteneos firmes».

Por supuesto, oyes el breve intercambio de palabras entre Ryo y Sakumi. Tienes a Ranko a tu derecha.

¿Qué haces?


Akamatsu Nao, eres un miembro de la División de Comunicación, y formas parte del escuadrón de Ranko. Te han colocado un sello de comunicación —en un lugar elegido por ti— para poder comunicarte con la General de tu División, la uzujin Sarutobi Komi.

Te sabes todos y cada una de las melodías de los tambores y sus significados —te sabes alguno que ni siquiera Ranko conoce—, tienes la imagen del líder del ejército enemigo nítida en tu mente, y te han dado una serie de directrices: acatar las órdenes de Sarutobi Komi; informar a Sarutobi Komi ante imprevistos graves que comprometan no la seguridad del escuadrón, sino de todo el ejército; informar si avistas a Yuki Hakai. Además, es tu deber informar a quien sea que Ranko te ordene.

Por cómo avanza el ejército de Kurama, dispones de tres o cinco minutos antes de que la batalla empiece.

¿Qué haces?



Datsue al habla. Antes de nada, gracias a Ayame y Kaido por pasarse por la primera ronda, a pesar de no participar en la trama. ¡Os necesitaba para la introducción junto a Komachi! A Toshio y Jun, os digo: ya os llegará vuestro turno... en otro tema que abra próximamente.

A Ranko, Lyndis y Nao. Lo primero: buena suerte. Lo segundo: muy buena suerte. Lo tercero: tenéis 72h para postear a partir de mi post. Ya os adelanto que en unas rondas tomará la batuta Himura Hana como Narrador de la trama, cosa que me obliga a deciros una última cosa...

¡MUCHA Y MUY BUENA SUERTE!
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#6
Hace menos de un año, el joven estaba pensando en lo aburrida que era pasarse haciendo misiones de rango D. Hoy estaba en pleno campo de batalla encargado de la logística de un escuadrón. «No me puedo quejar.» Sí, alguna vez se imaginaba que iba a atestiguar un conflicto de escala mundial, pero no esperaba que fuese TAN pronto. No lo podía negar, tenía una sensación extraña en el pecho que se asemejaba a la incertidumbre, pero su confianza era mucho mayor a eso. Debía reportar directamente a la general de división, por lo que le colocaron un muy práctico sello en la nuca, cerca de la oreja derecha. «Cielos, las técnicas de fūinjutsu de Uzushiogakure realmente demuestran lo versátiles que son.» Le gustaría aprender un truco o dos de ellos.

También cabía destacar que estaba con al menos un par de caras conocidas, aunque no por ello eso influía en su confianza. «Sagisō-san es la líder.» De lo que él recordaba, pensaba que a ella quizá le faltaba un poco de decisión. Pero esa impresión venía de una kunoichi que conoció hace muchísimos meses, no la persona con placa de chūnin que estaba ahí enfrente de él. Si cambió para bien, el aceptaría y obedecería sin chistar.

Por otro lado, estaba Lyndis. «No veo mejor escenario que este.» Sabía que ella era muy interesada en proteger a las personas débiles, incluso en cosas pequeñas. Quizá sus métodos fuesen agresivos, pero en plena guerra sería muy difícil decir que eso era una desventaja. Estaba tranquilo en ese sentido, aunque le preocupaban los otros dos desconocidos. No saber nada era preocupante; no tanto por sus habilidades, sino por su forma de actuar.

Pero el tiempo de las dudas de había acabado, así que sería el primero en romper silencio para presentar una propuesta antes de que la líder diera su discurso de combate, ignorando cualquier murmullo previo. Tomó su pergamino y su pincel mientras los demás hacían lo que tuvieran que hacer y dibujó un león que rápidamente cobró vida, montándose encima. Sabía de su propia lentitud, así que era la única manera en la que iba a poder mantener el ritmo. ¿Llamativo? No es como si no estuvieran ya todos dispuestos a cargar ahí mismo de frente al ritmo de los tambores.

—Sagisō-san — Se dirigió a la líder de escuadrón, pues en aquel punto la opinión del resto del grupo no sería importante a menos que ella misma lo considerase. Seré breve. Se me ordenó servirle para informar en cualquier caso que usted considere necesario. Además de la comunicación directa con la general Sarutobi, dispongo de herramientas para enviar mensajes a otros sin el uso del canal principal de comunicación del ejército — Su mirada se posó entonces sobre Sakumi. —También me ofrezco a permanecer cerca de Kobayashi-san. Sé que los médicos tienen órdenes de no combatir, así que si usted me lo autoriza yo me aseguraré de mantenerla a salvo — Dijo con tono de voz firme.

Realmente, por mucho que Nao quisiera hacer las cosas a su manera, las decisiones no las tomaba él. Esperaba respuesta de inmediato, pues según sus estimaciones, no tenían más de cinco minutos.

Estado de Nao

- PV:

190/190


- CK:

164/200

-36

(regeneración dividida)

- Daños:  -
- AO: -


- Fuerza: 30
- Resistencia: 30
- Aguante: 30
- Agilidad: 30
- Destreza: 40
- Poder: 20
- Inteligencia: 60
- Carisma: 60
- Voluntad: 60
- Percepción: 30


¤ Bandana ninja (Atada al brazo derecho)
¤ Portaobjetos básico (En la pierna izquierda ~ 5/10)
  • Chīsana Makimono x2
  • Kunai
  • Hilo Shinobi
  • Otodama
¤ Kit de dibujo (Espalda baja)
¤ Karakasa-Obake (Colgando en la espalda)

¤ Kit de sellado de Sumijutsu (Guardado en su habitación)


¤ Chōjū Giga: Shishi
¤ Dibujo Imitador de Súper Bestias: Leones
- Tipo: Ofensivo(contusión)
- Rango: C
- Requisitos: Sumijutsu 30
- Gastos:
  • 36 CK (máximo un león, divide regen. de chakra)
  • (Sumijutsu 60) (máximo dos leones, divide regen. de chakra)
- Daños: 60 PV por impacto
- Efectos adicionales: El usuario puede montar sobre sus leones, mejorando su velocidad de carrera un 50%
- Sellos: -
- Velocidad: Rápida
- Alcance y dimensiones: Cada animal es de máximo dos metros y puede alejarse a un máximo de diez metros del usuario
La técnica más característica de la especialidad del Sumijutsu. El ninja infunde chakra rápidamente a la tinta con la que dibuja diversos animales en sus pergaminos. En el momento en el que se retira el pincel, los dibujos saltan desde el pergamino, crecen en tamaño y actúan de acuerdo a la voluntad del usuario. Aunque estén constituidos por tinta, estos animales pueden aguantar golpes de taijutsu básico e incluso resistir el embite de hasta tres armas pequeñas. Los golpes reducen el daño que causa la técnica. Esta variante de la técnica permite crear desde uno a tres leones formados enteramente de tinta que pueden correr hasta chocar contra el adversario, arañándole o mordiéndole en el proceso, y luego estallando en una nube de tinta que lo arroja en direccion contraria. Los animales pueden usarse a modo de transporte, para evitar la fatiga física o para recorrer distancias en un lapso de tiempo menor a lo que lo haría si fuese a pie.
[Imagen: 52d8ad50047bf932a8025d18140361beb0ac2092.gifv]
Ausente los fines de semana

RushHablo || «Pienso» || NarroRush
Responder
#7
Ranko respiró profundamente. ¿Por qué un paisaje tan precioso como los arrozales tenía que mancharse con la imagen de los enemigos? ¿Cómo podía un instrumento tan alegre y energético como el tambor ser usado para la guerra?

"Espero ponerles orgullosos. Madre. Mi Señora Morikage." Miró hacia un lado, a la alta chica peliplateada. "Waai-chan."

Lo primero que hizo, sin embargo, no fue lanzarse a atacar. Fue a con la médico y puso sus manos en sus hombros.

Kobayashi-san —Le dijo con toda seriedad —. Gracias por venir. Tendríamos un par menos de manos y estaríamos en desventaja sin un médico. Te aseguro no lamentarás haber ayudado a tus hermanos. Por favor, mantente firme —Luego fue a con Takagi Ryo —. Y como Kusajin, nos toca estar unidos. Todos.

"Ahora, más que nunca, te toca ser Ranko decidida. Calmada. Concentrada."

Ranko respiró profundamente de nuevo.

No se los pido como Chūnin de Kusagakure, ni tampoco como Hakuto —dijo con voz suficientemente alta para que su equipo le escuchara —. Sino como persona libre. Como alguien a quien verían pasar en la calle. Como una amiga a quien verían después de mucho tiempo. Como una hermana a quien extrañarían. Esto va más allá de nuestras aldeas, y si decidiéramos no luchar hoy, el peso que elegimos no destruir nos aplastará mañana. Den lo mejor de ustedes, y luego den más. Y si temen, conviertan el temor en fuerza. Y si dudan, conviertan la duda en energía. Y si lloran, golpeen con llanto.

Luego se dirigió a Nao, montado en un león pintado, como aquella ave magnífica en la cual habían volado hacía tiempo. La mirada de Ranko era diferente de aquella que había dejado ir al hombre en su caballo. Ahora tenía muy claro que había qué hacer.

Gracias, Nao-san. Lo tendré en cuenta. Puedes hacerle compañía a Kobayashi-san, pero no estés totalmente a la defensiva, e intenta atacar cuando puedas.

Para finalizar, le hizo una sencilla pregunta a la peliplateada.

¿Estás lista, Lyndis-san?

En lo que lo hacía, hizo un sello y una segunda Ranko apareció a su lado en una nubecilla de humo. El clon se preparó para el combate.

Dejemos que se acerquen un poco más, preparen todo lo que tengan que preparar. Nao-san, ¿Algún número estimado de enemigos?


PV:

240/240


CK:

90/210



Ranklon
PV:

240/240


CK:

90/210



-30CK


¤ Hitai-ate [Protección 7PV)] (en el cinto)
¤ Portaobjetos básico [Capacidad 7/10] (ajustado sobre su cinto, a su izquierda), dentro el cual:
  • Kunai [Anilla 9PV, Corte superficial 8PV, Corte 12PV, Penetración 18PV]
  • Shuriken x 3 [Corte superficial 8PV, Corte/impacto 12PV]
  • Kemuridama [Consumible, 6m de humo por 2 turnos]
  • Hilo shinobi [Consumible, 10/10m]
  • Ōkina Hyōrōgan [Consumible, +10CK/turno hasta 50CK]
  • C-Ranku no Kibaku Fuda [Consumible, 30PV, 1.5m radio]
¤ Wakizashi (a la espalda, a la altura de la cadera, empuñadura hacia la derecha) [Mango/vaina 12PV, Corte superficial 18PV, Corte 22PV, Penetración 30PV]
¤ Sai (a la cadera, a la izquierda) [Mango 9PV, Filo romo/Penetración 25PV]
A la vista / No visible / Agotado

¤ Kage Bunshin no Jutsu
¤ Técnica del Clon de Sombras
- Tipo: Apoyo
- Rango: A
- Requisitos: Ninjutsu 70
- Gastos: 30 CK por clon, el chakra restante se divide entre el número total de clones al final de cada turno (la regeneración de chakra se divide entre el número de clones)
- Daños: -
- Efectos adicionales: -
- Sellos: Sello de clonación especial
- Velocidad: Instantánea
- Alcance y dimensiones: -
Similar a la técnica de clonación estándar, esta técnica crea clones del usuario. Sin embargo, estos clones son copias idénticas, no ilusiones ni imágenes. El chakra del usuario se distribuye equitativamente entre todos los clones creados por este método, dándole a cada copia una fracción equivalente del poder total del usuario. Los clones son capaces de realizar técnicas por sí mismo, de cualquier tipo, y pueden incluso sangrar, aunque se dispersarán ante tres golpes físicos cualesquiera o un ataque lo suficientemente fuerte (30 PV o más). Los clones también pueden dispersarse a la orden del usuario.

Cuando estos clones son creados, replican todas las armas no consumibles, pero sólo quitarán la mitad de daño. Es posible "pasarle armas" al clon al crearlo, en este caso el usuario pierde dichas armas de su repertorio y las posee su clon. Si el usuario tiene alguna técnica activa mantenida en el tiempo, deberá pagar de nuevo el coste de activación si desea que su clon también tenga dicha técnica activa. Además la regeneración del chakra se divide como corresponde.

Los clones de sombra no pueden ser diferenciados del original, ni siquiera con el Byakugan, ya que todas las réplicas y el original tienen exactamente la misma cantidad de chakra y no están hechas de ninguna otra sustancia. Los clones devuelven al original las experiencias recibidas al dispersarse, siendo útiles para entrenamientos que requieran mucho tiempo, y para enviarlos a misiones de espionaje o recogida de información. Sin embargo, también devuelven al original el shock emocional del recuerdo de un ataque recibido, aunque en menor medida. Los efectos negativos, como el del cansancio, o cualquier otra penalización a los atributos, pasan al original si el clon desaparece.

Debido a la forma en la que los clones son creados, el usuario debe dividir su chakra por igual entre él y sus copias, posible usando todo el chakra del que disponen rápidamente si hace demasiados clones. Además, se requiere bastante cantidad de chakra para poder hacer muchos clones. Si el usuario original queda con menos de 25 CK, todos los clones se deshacen. Para que los clones se coordinen entre sí y puedan realizar acciones combinadas, el usuario tiene que tener al menos 20 puntos de Inteligencia por cada clon creado. Todos los clones pueden usar hasta -25 CK, pero si alguno de ellos lo hace, la cantidad negativa de ese chakra también pasa al usuario, con lo que podría quedar inconsciente.

Los jinchuuriki son capaces de usar esta técnica hasta el extremo, ya que cuando se crea un clon se divide tanto el chakra del usuario como el chakra del bijuu disponible (y si en total el original tiene más de 25 CK, la técnica permanecerá activa). Sin embargo, no pueden utilizarse si se activan las capas de chakra de bijuu y no se controla a la criatura, pues la presencia del bijuu podría desestabilizar a los clones o tomar posesión del usuario. Incluso si el bijuu está controlado y dominado, si el usuario no tiene su favor podría aprovechar una fragmentación de más de un clon utilizando su chakra para tomar posesión de su cuerpo y liberarse.

Al contrario de lo que ocurre en el resto de las técnicas de clonación, los Kage Bunshin pueden pensar por sí mismos y, a pesar de estar separados, pueden sentir en cierto grado el dolor que sufra el original, ya que en el fondo siempre están conectados por un enlace microscópico de chakra. Si el usuario sufre un daño único de más de 50 PV, todos los clones desaparecen.
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

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#8
El sonido de los tambores solo hacía que le hirviera la sangre. Estaba ansiosa por lanzarse a la batalla, que la adrenalina se vertiera en su torrente sanguíneo disfrutando del éxtasis de la batalla. El fervor del combate, el sabor metálico de la sangre y el frenesí del conflicto, sonando al unísono con los tambores de guerra cada vez que se producirá de un choque de armas. Estaba nerviosa, impaciente, y por ello parecía vibrar brevemente en el sitio.

La chica de pelos plateados llevaba el pelo algo corto, por un lado, y alborotado, junto a una larga y fina coleta. Vestía un qipao negro abierto por un lateral con detalles dorados carente de mangas. La mitad de sus brazos, estaban vendados de la misma forma que sus tobillos hasta casi las rodillas. En su hombro derecho, se podía ver el emblema de su villa, y los pantalones azul oscuro habituales, pero calzando unos zapatos planos y algo abiertos.

Ranko no tardó en inspirar confianza como la líder de aquel escuadrón, intentando no únicamente tranquilizar, sino crear una sensación de unidad que era lo más importante. Lyndis al menos conocía a uno de los presentes, aunque no habían compartido muchas palabras, si era capaz de reconocerlo de vista.

Vaya, no esperaba que la siguiente vez que nos viéramos, fuera en una situación así — dijo frente a él, cruzada de brazos viendo aquel animal. — Si necesitas ayuda, no dudes en pedirla, guaperas

Tras ello, observaría a Ranko quien termino de dar instrucciones a Nao y Kobayashi.

Bueno, bueno... ¿Y un besito de buena suerte? — Se acercó hasta ella, manteniendo los brazos en aquella posición y susurrando.

Tras ello, solo avanzaría al frente junto a Ranko, y tras el duplicado de Ranko, le seguiría ella. Su piel bronceada tomo un color rojizo acompañado de una amplificación de su musculatura, al igual que sus afilados dientes, de los cuales ahora sus colmillos sobresalían ligeramente de su mandibula. Y Finalmente, el blanco de sus ojos empezó a absorber sus dorados iris.

¡Si vienen leones, lucharemos hasta la extenuación!
¡Si vienen tigres, combatiremos hasta secarnos!
¡Si vienen elefantes, los enfrentaremos hasta consumirnos!
¡Si vienen hombres, pelearemos con fuerza!
¡Si vienen bestias, lucharemos como bestias!
¡Hasta la muerte!




- PV:

210/210


- CK:

200/200



- Daño provocado:
- Acciones ocultas:

Fuerza 50
Resistencia 50
Aguante 40
Agilidad 40
Destreza 40
Poder 40
Inteligencia 40
Carisma 40
Voluntad 50
Percepción 40

Bandana ninja de Kusagakure (Brazo derecho, protege de 7 PV)
Portaobjetos básico (0/10) (Lateral derecho)

¤ Ikari no kanri: Saisho no katachi
¤ Control de Ira: Primera forma

- Tipo: Apoyo
- Rango: A
- Requisitos: Ikari 25
- Gastos: 11CK (divide regeneración de chakra)
- Daños:
- Efectos adicionales: + 10 a Resistencia y Voluntad
- Carga: 1
- Velocidad: Instantánea
- Alcance y dimensiones:
La prueba inapelable de su sangre especial. Lyndis entra en un estado de frenesí en el que la guerra y la lucha, es lo único que conoce. Su musculatura y altura se desarrolla ligeramente, y un aura de color carmesí rodea al usuario, dejando una breve estela allá por donde pasa. Sus iris y pupilas también parecen menguar en tamaño. La mente del usuario queda algo nublada por el instinto de combate y añadido a un descontrol en el chakra, hace imposible el uso de casi cualquier técnica.

"Algunos ninjas pelean con intrincadas técnicas y estrategias superiores. Otros solo se cabrean, mucho."
¡Gracias a Ranko por el avatar!
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#9
Ante las palabras de agradecimiento de Ranko, Kobayashi Sakumi apenas logró balbucear unas palabras, sonrojada:

¡N-no hay de qué! —exclamó, con la moral algo más alta.

Takagi Ryo no dijo nada, pero asiente ante las palabras de Ranko, antes de devolver la mirada al ejército de Kurama. No era fácil mantener la vista en él. Ni siquiera para alguien con su personalidad atrevida. Hakuro —el otro luchador del escuadrón, también kusajin—, de apenas quince años, con los puños vendados y un kusari entre las manos, alza un brazo al cielo.

¡Así se habla, Ranko! ¡Por la libertad! ¡Por Kusagakure! ¡POR KINTSUGI!

¡¡HASTA LA MUEEERTEEEE!! —ruge Takagi Ryo, dándose golpes en el pecho, continuando el canto de Lyndis.

El tambor siguió sonando. El ejército de Kurama siguió avanzando. Ante la pregunta de Ranko, Nao tenía una respuesta aproximada: casi mil ninjas. Mil jodidos ninjas. La Alianza había compuesto un ejército más grande, más poderoso. Pero, ¿sería suficiente?

El ejército de Kurama estaba ya a cien metros. Y entonces los escucharon. Todos ellos, mujeres y hombres, unidos en una sola voz. Un solo cántico que resonó por los arrozales y, por un instante, silenció a cualquier otra cosa.


¡¡¡KURAMA LO ES TODO!!! ¡¡¡TODO ES DE KURAMA!!!


Kurama lo es todo. Todo es de Kurama. El cántico resonó una segunda vez. Y una tercera. Los tambores redoblaron su intensidad. La melodía mutó. Era la única melodía que todos se habían aprendido. Solo significaba una cosa. Una sola cosa.

¡Al ataque!

¡¡¡Al ataque!!!

¡¡¡AL ATAQUEEEEE!!! —rugió el Shiten el Acaparador, lanzándose hacia el enemigo el primero, como la punta de una lanza.

Después de eso, el caos más absoluto. Gritos, llantos, chillidos. Los tambores seguían, y el propio Raijin se unió a la fiesta tocando su tambor. Un rayo hendió el aire, y el Escuadrón de Ranko tuvo su primer enfrentamiento.

Una muchacha con media cara vendada y la placa de copos de nieve en el brazo corrió hasta el Kage Bunshin de Ranko a una velocidad vertiginosa (Agilidad 80) con la mano cubierta de una electricidad que emitía el sonido de mil pájaros chirriantes. Trató de atravesarle el pecho con ella (80PV).

Una mujer, flacucha y joven, hipertrofió su brazo derecho de manera exagerada y repentina, como un globo alargado al que se le llena de agua, y lanzó un puñetazo (42PV) a la Ranko real.

Un hombre, gordo y bajo, de unos cuarenta años, ejecutó un salto muy acrobático para su peso y salió despedido a gran velocidad (Muy rápida) hacia Lyndis, al grito de: ¡viva Kurama!, tratando de encajar una patada voladora en su rostro (40PV).

Nadie parece tener demasiadas ganas de acercarse a Nao de primeras —o, probablemente, a su león—, pero una chica de pelo castaño se coló entre las filas del escuadrón y trató de asesinar a la ninja médico con un tajo en la garganta que a duras penas logró esquivar.
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#10
—Jo~ Espero que el enemigo no me considere una presa demasiado fácil.

Nao carcajeó ante la situación. No sólo Ranko pensaba que él se quería quedar a la defensiva, sino que Lyndis se ofreció a cuidarlo como si fuera un princeso, pero por mucho orgullo que tuviera, debía admitir que si el lucía como el damo en aprietos era por ser demasiado flacucho. La futilidad de la situación se la hizo graciosa cuando su líder preguntó por número de enemigos. ¿Estaba nervioso? Sí. ¿Estaba emocionado? También. Dos sentimientos muy contradictorios en una misma persona. Pero si Ranko solicitó una respuesta, era el deber del joven la de responderle.

—El millar de fanáticos que viene ahí mismo para cortarnos la garganta — Bromeó jocoso.

Se llevó de nuevo el pincel a la boca; no había nada más que decir, puesto de que inmediato los tambores anunciaron el inicio de la contienda. Aunque tuvieran una ventaja numérica, eso podía significar poco o nada. Las propias leyendas ninjas hablaban de las hazañas de un sólo shinobi capaz de eliminar a cien de un sólo puñetazo, por lo que no podía evitar verse así mismo como una gota de agua en un océano. Pero no por ello iba a mermarse su voluntad. «Cada pieza del rompecabezas es necesaria e irremplazable.» Se convenció a si mismo mientras la carga comenzaba.

Al parecer, para su buena suerte muchos parecían estar intimidados de él a primera instancia. Pero para su mala suerte esto hizo que intentaran ir a por un eslabón más clave como lo era Sakumi. Se maldijo por permitir siquiera que se acercara a la médica, pero por otro lado tenerla cerca la hizo tenerla a tiro y vulnerable. «¿Temen al León? Sería mejor que temiesen al creador de la bestia.» Saltó de inmediato para desmontar al felino y dejó que el animal se abalanzara contra la invasora, siendo que aprovecharía esos instantes para sacar un pergamino, sujetándolo con la mano izquierda y un kunai de su portaobjetos con la mano derecha, el cual lanzaría a la garganta de la castaña que servía a Kurama luego de que el animal se disipase en tinta, deseando eliminarla inmediatamente.

—DESAPARECE — Diría con un tono ominoso y amenazante, con la mirada afilada.

Ciertamente quería lucir más peligroso de lo que realmente era para poder mantener a raya a cualquiera que intentase ir por la kunoichi médica, además de minimizar el gasto de chakra. En papel sonaba bien, ¿funcionaría?

Estado de Nao

- PV:

190/190


- CK:

169/200

+5


- Daños:  60 PV León de tinta — Kunai 8 PV/corte superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración
- AO: -


- Fuerza: 30
- Resistencia: 30
- Aguante: 30
- Agilidad: 30
- Destreza: 40
- Poder: 20
- Inteligencia: 60
- Carisma: 60
- Voluntad: 60
- Percepción: 30


¤ Bandana ninja (Atada al brazo derecho)
¤ Portaobjetos básico (En la pierna izquierda ~ 4/10)
  • Chīsana Makimono x2
  • Kunai
  • Hilo Shinobi
  • Otodama
¤ Kit de dibujo (Espalda baja)
¤ Karakasa-Obake (Colgando en la espalda)

¤ Kit de sellado de Sumijutsu (Guardado en su habitación)


-
[Imagen: 52d8ad50047bf932a8025d18140361beb0ac2092.gifv]
Ausente los fines de semana

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#11
Varios metros sobre ella, una persona corpulenta, pero increíblemente ágil saltó buscando golpear el rostro de la chica de cabellos plateados. Consiguió evadirlo dando un paso lateral con no mucho margen de error. Lyndis recularía su brazo derecho hacia atrás, casi girando su torso por completo, para soltarle un puñetazo con todas sus ganas a aquel hombre
(17 PV), para acompañarlo de una fuerte patada al estómago si el primer ataque encajaba, que podría llegar a destrozarle algún que otro hueso (29 PV).

¡Vamos, diviérteme capullo!


- PV:

210/210


- CK:

200/200



- Gokken Ryu

0/5



- Daño provocado:
- Acciones ocultas:

Fuerza 50
Resistencia 50
Aguante 40
Agilidad 40
Destreza 40
Poder 40
Inteligencia 40
Carisma 40
Voluntad 50
Percepción 40

Bandana ninja de Kusagakure (Brazo derecho, protege de 7 PV)
Portaobjetos básico (0/10) (Lateral derecho)

¤ Ikari no kanri: Saisho no katachi
¤ Shinobi Kumite
- Requisitos: Taijutsu 10
En todas las academias ninja enseñan el arte de la lucha ninja, o Shinobi Kumite. Esta práctica otorga la posibilidad de ejecutar los movimientos básicos de taijutsu (puñetazos, patadas, rodillazos, codazos, cabezazos y llaves).

· Golpes básicos de taijutsu: 12 PV + (Fuerza/10)

· Otros: 6 PV + (Fuerza/10)

· Bloquear: Reduce el 50% del daño a recibir, antes de aplicar la reducción de Resistencia.

(Destreza 100) Ahora Bloquear reduce el 75% de los golpes básicos.

¤ Gōken Ryū
- Requisitos: Taijutsu 60
El Gōken es un estilo de lucha originario de la antigua Konohagakure, cuyo propósito es causar daños externos y romper huesos. Es exactamente lo opuesto al Jūken del clan Hyūga, que consiste en utilizar impulsos de chakra en lugar de la fuerza bruta. Este estilo de lucha requiere de golpear fuertemente al oponente y normalmente es usado por shinobis extremadamente versados en ataques cuerpo a cuerpo ó por shinobis con gran fuerza física.

El Gōken aumenta al doble todos los daños básicos por golpe, sin contar con el bono de fuerza, y no se puede bloquear. Si da de lleno, es capaz de causar roturas fibrilares con gran dolor, o partir un hueso, siempre y cuando la Fuerza del usuario supere por 20 puntos o más a la Resistencia del objetivo. Sólo puede utilizarse una vez cada cinco turnos.
¡Gracias a Ranko por el avatar!
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#12
Ranko se sonrojó bastante. Allí, en el frente, a punto de combatir contra enemigos letales, Lyndis bromeaba con un beso. La castaña apretó los labios con un dejo de preocupación. Era su ogresa, una ogresa poderosa. Estaría bien. Nao era hábil, también estaría bien. Quería confiar en ello. Cerró la distancia entre ella y Lyndis y le plantó un breve beso en la boca, tomando su rostro por un instante. Si no iban a luchar por amor, ¿Por qué valía la pena hacerlo?

El resto después —le susurró mientras todos vociferaban, listos para la guerra.

Todos gritaron. Hasta la muerte. Ranko respiró profundamente. La voz de su madre resonó en su cabeza.

"Eres un alma gentil, mi Usagihime. Pero allá no será el lugar para la gentileza. Los locos de Kurama no serán gentiles, ni educados, ni tendrán consideración alguna contigo. Si quieres protegernos a todos, a tu padre, a Kuu-chan, a Meme-chan... A Lyn-chan... Tienes que ir más allá de tus frenos. Tienes que liberar toda la fuerza de tus músculos.

»No te contengas.


No me contendré. —se dijo, viendo venir al enemigo, acercándose con sus propios gritos de batalla.

"No te quiebres."

No me quebraré —Ranko apretó los puños y comenzó a hacer fluir su chakra, como si calentara.

"Y si caes..."

¡NO CAERÉ!

Dos enemigos se cernieron sobre ella, una de ellos demasiado veloz para la velocidad normal de Ranko. A excepción, claro, una técnica. En un parpadeo, seguidas de una corriente de hojas en el viento, las Ranko se lanzaron hacia sus oponentes, aunque no contra el que tenían enfrente, sino de manera cruzada: El clon se lanzó hacia la mujer del brazo enorme, mientras que la original fue contra la del jutsu de Raiton. Cada una apareció al lado de su contrincante, en un ángulo fuera de sus golpes, listas para asestarles sendas patadas cargadas de un poco más de chakra, usando su Hakuto no Tenbu [-30PV] para golpearles en el estómago. Luego, con un veloz juego de pies, la Ranko original le daría una segunda patada a la chica eléctrica, dirigida esta vez a su espalda [-21PV]. Desenvainaría tanto su wakizashi como su sai. Su clon, por su parte, continuaría el ataque con su propia wakizashi, aunque más débil que la original, con dos rápidas estocadas al costado de la mujer -15PV cada una].

¡HAKUTO NO ES KURAMA! —rugirían ambas, virando los ojos por una fracción de segundo para divisar a Nao defendiendo a Sakumi y a Lyndis enfrentándose a un tipo gordo. No podía bajar la guardia, ni para consigo misma, ni para con sus amigos.

"No caeré"


PV:

240/240


CK:

76/210

-14


Ranklon
PV:

240/240


CK:

76/210

-14


Shunshin:

5/5


Hakuto no Tenbu:

3/3



¤ Hitai-ate [Protección 7PV)] (en el cinto)
¤ Portaobjetos básico [Capacidad 7/10] (ajustado sobre su cinto, a su izquierda), dentro el cual:
  • Kunai [Anilla 9PV, Corte superficial 8PV, Corte 12PV, Penetración 18PV]
  • Shuriken x 3 [Corte superficial 8PV, Corte/impacto 12PV]
  • Kemuridama [Consumible, 6m de humo por 2 turnos]
  • Hilo shinobi [Consumible, 10/10m]
  • Ōkina Hyōrōgan [Consumible, +10CK/turno hasta 50CK]
  • C-Ranku no Kibaku Fuda [Consumible, 30PV, 1.5m radio]
¤ Wakizashi (a la espalda, a la altura de la cadera, empuñadura hacia la derecha) [Mango/vaina 12PV, Corte superficial 18PV, Corte 22PV, Penetración 30PV]
¤ Sai (a la cadera, a la izquierda) [Mango 9PV, Filo romo/Penetración 25PV]

¤ Shunshin no Jutsu (Ninjutsu)
¤ Shinobi Kumite: Hakuto no Mai: (Primer Alterador)
¤ Gōken Ryū: Hakuto no Tenbu[/color] (Tercer Alterador)
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)

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#13
El león de Nao se abalanzó sobre la muchacha de pelo castaño, que intentó detener el mordisco de la poderosa bestia con un tajo de katana. Al mismo tiempo, Nao aprovechó la falta de visión de la kunoichi para lanzarle un kunai directo a la garganta a través de la tinta del león. Un movimiento inteligente, bien calculado, pero que tendría que tener mucha suerte para que…

¡El kunai acertó en la garganta!

La determinación y la furia de la kunoichi dieron paso al desconcierto y al miedo. Se llevó las manos a la garganta, del que brotaba demasiada sangre como para contenerla entre sus temblorosas manos. Miró a Nao, con el pánico inundando sus ojos. Tenía miedo. Tenía miedo a morir.

Cayó desplomada al suelo.

Zhaoren Lyndis dejó pasar a su adversario en una maniobra instintiva. Acto seguido, lanzó un puñetazo que fue bloqueado por las manazas del shinobi de copo de nieve. La patada al estómago, no obstante, encajó con potencia. El shinobi emitió un chillido que le dejó sin aliento, y cayó de rodillas, con las manos envolviéndole el abdomen. Le dolía tanto que probablemente le habían roto algún músculo.

Esto... ¡Esto todavía no ha acabado!

Sagiso Ranko acertó en el raitonero con una patada para el recuerdo. Entre la velocidad del Chidori, y la patada colosal de Ranko, la kunoichi de copo de nieve se dobló por la mitad, echando bilis por la boca. Cayó al suelo, enterrando la cara en los campos de arroz con la nueva patada de Ranko. Con los ojos llorosos y dolorida, tuvo una arcada que derivó en vómito.

Por favor… Piedad —dijo, mirando a Ranko, con los ojos anegados en lágrimas y un hilo de baba cayéndole de la comisura de los labios.

Mientras tanto, el clon de Ranko tenía algo más de dificultades. Ante la primera patada, su adversaria había encajado el golpe… Bueno, volviéndose agua. El filo de las armas de Ranko atravesaron también su cuerpo como si estuviese hecho de líquido.

¡Ja! ¡No puedes matarme! —Y, aprovechando el último tajo de Ranko, usó el agua que salió despedida de su cuerpo para envolver la cabeza de Ranko con una enorme burbuja de agua que le impidió respirar (Suishi Suiteki no Jutsu).
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#14
La muchacha observó a Nao, pero este no cambió su semblante. No podía hacerlo.

—¡Tch!

De un salto se acercó a su enemigo que ahora yacía en el suelo. Él mismo se colocó en ese papel de shinobi frío, pero no por ello le agradaba. En su cabeza, él nunca fue el que estuviese destinado a pelear en un frente de batalla, él siempre se pensó como un espectador que vería las historias de las protagonistas y las plasmaría para ser contadas a los demás. Pero la historia que se iba a escribir no era para nada la que él imaginó. «No voy a correr riesgos.» Mientras estuviese con vida, era una amenaza, pero además tampoco se le antojaba dejarla desangrándose lentamente mientras se retorcía en el suelo. La ominosa mirada no cambiaría. Inmediatamente dejó el pergamino caer el suelo para que quedara cerca de él, y tomaría a ser posible con ambas manos la espada de la kunoichi castaña. De lo contrario, simplemente recogería su kunai. El plan al final, era el mismo. En cualquiera de los dos casos terminaría de degollar a la ninja del copo de nieve.

Si lo lograba, de paso intentaría tomar algún otro objeto que la chica portase. Necesitaba estar libre lo más rápido posible para brindar apoyo al resto del escuadrón y estar pendiente del entorno en caso de que algo extraño surgiese.

Estado de Nao

- PV:

190/190


- CK:

179/200

+10


- Daños:  A discreción del máster lol
- AO: -


- Fuerza: 30
- Resistencia: 30
- Aguante: 30
- Agilidad: 30
- Destreza: 40
- Poder: 20
- Inteligencia: 60
- Carisma: 60
- Voluntad: 60
- Percepción: 30


¤ Bandana ninja (Atada al brazo derecho)
¤ Portaobjetos básico (En la pierna izquierda ~ 4/10)
  • Chīsana Makimono x2
  • Kunai
  • Hilo Shinobi
  • Otodama
¤ Kit de dibujo (Espalda baja)
¤ Karakasa-Obake (Colgando en la espalda)

¿?


¤ Kit de sellado de Sumijutsu (Guardado en su habitación)


-
[Imagen: 52d8ad50047bf932a8025d18140361beb0ac2092.gifv]
Ausente los fines de semana

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#15
Esto... ¡Esto todavía no ha acabado!

¡Por lo que a mi respecta, sí!

Y acto seguido, dio una vuelta sobre si misma, propinadle una patada baja giratoria que lo desestabilizaría, para soltarle otro puñetazo en el mismo sitio que la pierna había conectado con su estómago anteriormente. Si no tenía más respuesta por parte de aquel ninja, empezaría a buscar con la mirada al próximo objetivo sobre el que saltar. Pese a que sus golpes habían sido fuertes, seguramente ninguno de ellos buscaba la letalidad.

Lyndis disfrutaba del frenesí, del combate y de la emoción de la batalla. Y el campo de una guerra era el lugar perfecto ello. Mucha gente estaba combatiendo por ideales, por los deseos y por establecer una paz y orden. Pero Lyndis luchaba por la propia guerra. Por la batalla. Podía entrenar por años con centenares de adiestramientos distintos, pero si algo le permitiría dar pasos agigantados en su objetivo, era esa guerra.

Solo así podría aspirar a la grandeza de Kenzou, solo así podría aspirar a convertirse en una Diosa. Aunque aquello le acabara forjando un funesto apodo.


- PV:

210/210


- CK:

164/200

-36


- Gokken Ryu

1/5



- Posible daño provocado: 60 PV por Konoha Reppu + 17 PV puñetazo básico
- Acciones ocultas:

Fuerza 50
Resistencia 50
Aguante 40
Agilidad 40
Destreza 40
Poder 40
Inteligencia 40
Carisma 40
Voluntad 50
Percepción 40

Bandana ninja de Kusagakure (Brazo derecho, protege de 7 PV)
Portaobjetos básico (0/10) (Lateral derecho)

¤ Ikari no kanri: Saisho no katachi
¤ Shinobi Kumite

¤ Konoha Reppū
¤ Vendaval de la Hoja
- Tipo: Ofensivo
- Rango: D
- Requisitos: Taijutsu 30
- Gastos: 36 CK
- Daños: 60 PV
- Efectos adicionales: Derriba al oponente proporcionando una oportunidad
- Carga: 1
- Velocidad: Muy rápida
- Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Esta técnica es un buen ejemplo de cómo un simple movimiento de Taijutsu puede convertirse en una herramienta destructiva y letal. El ataque es, simplemente, una patada baja giratoria cargada de chakra, pero suficientemente fuerte para despegar del suelo a adultos corpulentos como si no pesaran nada. La meta es tirar al oponente al suelo y causar un daño considerable en la parte inferior de su cuerpo.
¡Gracias a Ranko por el avatar!
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