Kusagakure, o la Aldea Oculta de la Hierba, empezó siendo la villa principal del pequeño Mori no Kuni, el País del Bosque. Se trataba de una villa en la que habitaban, primordialmente, ninjas que utilizaban Ninjutsu de tierra y de agua, con la primera Morikage, Koichi Riona, a la cabeza

Tras el incidente con los bijuu, la anexión de un buen pellizco de territorio y la muerte de su primer Kage, Kusagakure eligió un nuevo kage. El Consejo decidió que el kage debía ser la hija de Riona, Koichi Hoiki, que ocupó el cargo a la tierna edad de 10 años, aunque sólo firmó los documentos que el Consejo le decía que firmase hasta los 18 años.

Aún así, Hoiki fue una niña muy mimada y muy poco competente, como kunoichi y como líder. En el año 70, cuando la hambruna y los malos hábitos de entrenamiento en Kusa llegaron a su punto álgido, un grupo de shinobis orquestó una revolución y asesinó a Hoiki y a la mitad del Consejo... a los que no estaban de acuerdo con su movimiento.

Así, gobernó en Kusa durante 100 años más un Consejo de ninjas experimentados cada diez años. Aunque justo, el sistema demostró ser casi tan ineficiente como la mismísima Hoiki. Finalmente, bajo insistencia continuada de un grupo de jonins que estaban cansados de que su aldea siempre estuviera pasando penurias, en el año 170 Uzushiogakure y Amegakure ayudaron a Moyashi Kenzou, por aquél entonces joven, a subir al poder.

En apenas 20 años, Kenzou hizo próspero el comercio de la aldea y reafirmó los lazos con los Señores Feudales cercanos, obteniendo más misiones y así más dinero para la villa. Pronto, el honor y la gloria de Kusa fue reestablecida e incluso superada, y a día de hoy, la aldea sigue un curso estable y próspero bajo la mano amable y administradora de Kenzou-sama, que, ignorando el Consejo democrático, se denominó Tercer Morikage. El hecho de que Kenzou trajera tanta prosperidad ha hecho que los ninjas de Kusa vean el mandato individual como el mejor sistema para la aldea, y que repudien al sistema de gobierno anterior, a cuyos líderes además consideraron traidores por asesinar a la Segunda Morikage.

Sin embargo, en el invierno del año 219, la tragedia golpeó a Kusagakure una vez más. Eikyuu Juro, el que había sido elegido Jinchūriki del Nanabi, traicionó a la aldea y, convertido en su forma bijū, estuvo a punto de reducirla a cenizas. Sólo el sacrificio de Moyashi Kenzou, que dio su vida para proteger a todos los habitantes de su aldea, pudo detener lo que habría sido una auténtica catástrofe. Con su último aliento de vida, Moyashi Kenzou designó a la que sería la Cuarta Morikage al mando: su mano derecha, Aburame Kintsugi.

Kintsugi inició desde el inicio de su mandato una cruzada contra los Bijū y los Jinchūriki. Considerando que eran un peligro público al que no estaba dispuesta a arriesgarse de nuevo, vetó la entrada al País del Bosque a cualquier portador del chakra de estas bestias, bajo una clara amenaza. Esto le ha granjeado una enemistad con el resto de las aldeas que dura hasta la actualidad. Aunque, con la amenaza de Kurama en el lejano norte, la Cuarta Morikage ha ofrecido toda su fuerza militar para colaborar tanto con Amegakure como con Uzushiogakure.



Kusagakure está ubicada en una península al norte del continente, y aunque parece que no tiene murallas vista desde arriba, está rodeada por una enorme zanja que desciende hasta el mar y mide cien metros de largo, que rodea toda la villa y atraviesa la parte que da al bosque. Existe un puente para cruzar la zanja, que está siempre vigilado, incluso de noche.

Los edificios de la aldea, por lo general, están construidos de madera y de bambú. Tienen un aspecto muy similar a las casas japonesas clásicas. Hay varios dojos de entrenamiento repartidos por toda la villa, y en ese sentido son bastante tradicionales. La gente de la aldea todavía usa farolillos y velas para iluminar, y aunque hace unos años que existe suministro eléctrico —utilizado mayoritariamente para preservar los alimentos en frigoríficos y congeladores y para las comunicaciones por teléfono—, intentan mantenerlo de forma modesta, pues sienten que no deben alejarse demasiado de la naturaleza.

El edificio del Morikage es un dojo de varios pisos de altura. En la azotea, dispone de un tatami descubierto donde medita y pelea contra sus súbditos por placer y con regularidad.

En Año Nuevo, los ninjas de Kusagakure plantan las semillas de un árbol y lo dejan crecer hasta la víspera del Año Nuevo siguiente. Bajo él ponen regalos para sus familiares, y cuando se levantan y abren los regalos, talan ese árbol y plantan uno nuevo como símbolo de la muerte y el nacimiento de un nuevo año.

Todos los años durante el verano se celebra una caza en la que jóvenes voluntarios buscan la pieza más grande que puedan encontrar para el Dios del Bosque. La caza es familiar y la decisión de hacerla es privada.

La educación en Kusagakure se hace amigable y pedagógica. Los senseis de la Academia son muy cercanos durante todo el proceso, quizás auspiciados por lo humilde de la arquitectura y la cultura del País del Bosque.