Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
En una de las zonas rurales de la capital, donde se hace el mejor té, Tsukiyama Daigo se encontraba en un pequeño local, sentado solo frente a una humeante taza de té negro hirviendo.
¿Que qué hacía un kusajin en el País de la Espiral? Pues sencillo. El joven genin se encontraba en medio de una misión de rango C consistente en vigilar un crucero que iba desde la Villa de las Aguas Termales hasta La Capital de las Islas del Té. Bueno, en realidad no se encontraba en medio de la misión, sino que más bien había acabado de terminarla hacía poco y ahora solo quedaba descansar un par de horas antes de volver a casa.
Aprovechando su tiempo libre, el boxeador intentaba llenarse de valentía para intentar tomar un solo sorbo de aquella taza que expresamente había decidido pedir tan caliente.
«Vamos, Daigo, tú puedes. Te has enfrentado a cosas peores». Pensó, lleno de confianza.
— ¡Ay! —Se quejó, apenas intentó tomarse su bebida. Se había quemado la lengua.
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En uno de sus viajes para despejar su mente y poner en orden sus pensamientos, Eri decidió hacerse a la mar, al menos por un tiempo; y tomar algún que otro té (y, de paso, llevarse unos pocos a Uzushiogakure) en La Capital. Hacía tiempo que no visitaba el lugar, así que, decidida, entró en el local y simplemente ordenó un té rojo.
Una ve delante, dudó si llevárselo a la boca o simplemente esperar a que se enfriase, aunque, en su cabeza, recordó las palabras que una vez escuchó a Reiji decir: Un té frío no es té ni es nada.
Así que, sin miedo, tomó el vaso y pegó un sorbo.
Se arrepintió a la vez que escuchaba un quejido a su lado, levantando la mirada con la lengua roja del calor.
—¿Edtad bien? —preguntó, con dos lagrimillas en los ojos.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
El chico la contestó, mirándola. Ella sentía sus ojos un poco acuosos por la reacción, pero pudo vislumbrar una cabellera verde. Y eso, de normal, parecía solo ocurrir en Kusagakure.
—¡Dukiyama Daido! —exclamó, aún con la lengua ardiendo—. ¿Qué dal? ¿Qué hades adí? —preguntó. Sin pensar en Kintsugi, sin pensar en que podían estar enemistados. Simplemente preguntaba a alguien que conocía en un lugar que desconocía.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Eri esperó por un momento para que se le pasara la quemazón de la lengua. Miró su té. Esperaría. Seguramente Reiji la mataría si la viese dejando su té a medias para que se enfriara.
—Vaya, ¿y no queda un poco lejos de Kusagakure? —preguntó, por pura curiosidad—. Perdón por la pregunta, quizá no es muy acertada.
Se rascó la nuca. No sabía realmente en qué términos se encontraba con el kusajin.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Eri asintió ante la explicación del kusajin, hasta que le mencionó que quería aprovechar que estaba en las Islas del Té —más concretamente, en La Capital—, para aprender a hacer té. Arqueó ambas cejas.
—¿Quieres aprender a hacer té? —preguntó de nuevo, curiosa—. Que yo sepa, aquí te venden todo tipos de té, pero no he visto ningún sitio que los enseñe a hacer... —Parte del negocio era que vinieran a probar los tés que allí se vendían, por lo que enseñar el arte a desconocidos no parecía buena idea.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Daigo se río un poco y tomó un sorbo de té, que ya había dejado de arder. La verdad es que Eri tenía razón y seguramente sería muy difícil que nadie accediera a enseñarle nada, especialmente en tan poco tiempo.
— Seguro que si lo pido amablemente acabaré encontrando a alguien que esté dispuesto a ayudarme.
El chico sonrió, simple y feliz, pero el repentino relinche de varios caballos fuera del local llamó su atención.
— ¿Huh?
CRAAASH!!!
El sonido de cientos de cosas romperse fuera llamó la atención de todo el mundo en el local, incluida la del peliverde, que se levantó dispuesto a salir fuera.
No era algo que se notase a simple vista, pero el chico no se encontraba en condiciones de correr. Aunque incluso si se encontrara en sus mejores condiciones, no había manera de que llegase antes que cierta otra persona que también se encontraba en el local.
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13/12/2020, 15:33 (Última modificación: 13/12/2020, 15:33 por Uzumaki Eri.)
— Seguro que si lo pido amablemente acabaré encontrando a alguien que esté dispuesto a ayudarme.
—Eso esp...
¡¡¡CRAAASH!!!
Miles de objetos parecieron romperse fuera del establecimiento, y tanto Daigo como Eri se levantaron casi de un salto para comprobar que era aquello que había sucedido fuera. No tardó en rodearle pues, al parecer, el chico no era muy rápido.
—¿Qué ha pasado? —preguntó una vez llegase al lugar donde había impactado todo.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
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«¡Qué rápida!» Fue lo único que llegó a pensar el chico antes de que Eri saliese disparada por la puerta mucho antes que él.
Al salir, la Uzumaki se encontró con lo que parecía ser un accidente. En medio del camino un pequeño carro lleno de mercancías había volcado y su caballo ahora se hallaba galopando lejos de la escena.
—¿Qué ha pasado? —Preguntó Eri.
Una de las muchas personas que se habían aglomerado en el lugar, una señora bien vestida que parecía haber visto todo, fue quien contestó a la joven.
— ¡Un desastre! —Contestó la mujer, que todavía parecía sorprendida por lo que había visto—. El caballo se asustó con algo y acabó haciendo todo este destrozo mientras huía, pero al menos el conductor parece estar bien...
Daigo salió justo entonces, a tiempo para ver como un grupo de personas ayudaban al conductor a levantarse mientras él se lamentaba de haber perdido su mercancía.
Enseguida, el peliverde fue a ayudar al señor, intentado evitar más de una vasija rota por el camino.
«¿Pero qué ha pasado aquí?»
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— ¡Un desastre! —Contestó la mujer, que todavía parecía sorprendida por lo que había visto—. El caballo se asustó con algo y acabó haciendo todo este destrozo mientras huía, pero al menos el conductor parece estar bien...
—Vaya —soltó Eri, y corrió para ayudar un poco con el desastre—. Iré por el caballo —avisó a Daigo cuando éste salió con el propósito de ayudar—. ¡Ahora vuelvo!
Y, como un rayo, Eri salió tras el animal o, mejor dicho, tras el rastro que éste había dejado.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
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Como un rayo Eri persiguió al caballo, que se asustó y empezó a acelerar cuando la vio acercarse a toda velocidad. Aún así no le costó demasiado alcanzarlo a una buena distancia del resto de personas, aunque tranquilizarlo iba a ser otra cosa muy distinta.
Aún así, incluso con toda la distancia que la separaba del resto, no fue muy difícil de escuchar una...
Click, click, click...
BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM
Unas tres explosiones de una especie de chakra rojo que hicieron temblar todo el lugar una detrás de otra, y de cada una de ellas emergió un perro de tamaño colosal y una sola cola cada uno que empezaron a ladrar con tanta potencia que era casi insoportable.
¿Qué haría Eri? El peligro que corrían los civiles estaba más que claro, incluso estando Daigo allí, pero lo peor era que desde donde estaba solo podía imaginarse lo que debía estar pasando allí.
¿Cómo le estará yendo a Daigo y los civiles?
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Ni en sus pensamientos pudo terminar la blasfemia. Una sucesión de explosiones se escucharon y ella se giró, sobresaltada, dejando al caballo escapar a sus anchas. Ya tendría tiempo de recorrer toda la isla en su búsqueda.
Ahora tocaba volver a toda velocidad, seguramente habrían civiles heridos o, peor. Se mordió el labio inferior y activó su Yoroi, de vuelta al pueblo donde había dejado a Daigo.
- Hitai-ate [De diadema]
- Sakura no Tanken [Sellada en la palma de la mano izquierda]
- Gin [Sellada en la palma de la mano derecha]
- Chūgata Makimono [Sellado en la muñeca izquierda]
- Chaleco militar [0/5]
- Portaobjetos básico [7/10] [En la parte posterior de su obi]
Shuriken (x2)
Kunai (x1)
Kemuridama (x1)
Hikaridama (x1)
Paquete de 5 senbon (x1)
B-ranku no Kibaku Fuda (x1)
¤ Raiton no Yoroi ¤ Armadura de Elemento Rayo - Tipo: Apoyo - Rango: S - Requisitos:Raiton 80 - Gastos:
75 CK activación, divide la regeneración de chakra
14 CK por movimiento ultrarrápido
- Daños: - - Efectos adicionales:
Agilidad+30, Percepción+30
Permite usar un movimiento ultrarrápido de 10 metros cada 5 turnos
(Aguante 80) El movimiento ultrarrápido ahora tiene un enfriamiento de solo 3 turnos
El ninja recubre su cuerpo con una capa de chakra eléctrico, que en lugar de ser utilizado para maniobras ofensivas, estimula el sistema nervioso del usuario. La técnica produce que las sinopsis neuronales transmitan la información con una presteza exponencialmente mayor, consiguiendo que la velocidad física y de reacción sean llevadas al límite. Combinando esta técnica con Taijutsu da lugar a una conjunción de estas conocida como Nintaijutsu.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Nuevamente, como un rayo, Eri volvió corriendo cubierta completamente por una relampagueante armadura que le permitió regresar en incluso menos tiempo del que le tomó marcharse.
Al llegar, se encontró con una escena quizás ligeramente mejor de lo que se esperaba. La mayoría de los civiles se había dispersado con la explosión inicial y no había ninguno excesivamente herido, aunque no por mucho.
Frente a ella se encontraba Tsukiyama Daigo, que sacrificando uno de sus brazos se había colocado frente a un civil para evitar que uno de los gebijuu lo mordiese, convirtiéndose en un verdadero escudo humano.
— ¡Eri-san! —Exclamó Daigo, aliviado de verla, justo antes de cargar chakra en su otro puño para alejar al animal de un puñetazo.
A los costados de la joven, dos de aquellas bestias cargaron contra ella apenas se acercó lo suficiente, intentando embestirla con sus cabezas. Probablemente podría defenderse sin problemas, pero...
— ¡AAAAAAAAAAAH! ¡AYUDA!
Un señor de mediana edad a su derecha se había quedado paralizado en el sitio, todavía en el camino de uno de los perros que cargaban contra Eri.
Gebijuu de una cola creado a partir de un perro, negro, de aspecto agresivo y bastante más grandes que una persona normal, incluso a cuatro patas.
¤ Ningen no Tate ¤ Escudo Humano - Legado de: Tsukiyama Daigo en invierno del año 219 - Tipo: Defensa - Rango: B - Requisitos:Taijutsu 50 - Gastos: 0'4 * daño a bloquear CK (mínimo 6) - Daños: - - Efectos adicionales: Permite endurecer los brazos del usuario, reduciendo el daño físico recibido en un 10% por cada 10 de Resistencia (máximo 50%). - Carga: 1 - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones: -
Un Taijutsu puramente defensivo en el que el usuario utiliza su chakra para endurecer y contraer sus músculos hasta el límite. Esto le permite reducir notoriamente el daño recibido absorbiéndolo con su musculatura, que ahora presentará una tonalidad parecida al color de su chakra.
Aún así, esta técnica presenta varios puntos débiles: el primero es que el endurecimiento tiene un límite (100 PV), así que jamás se podrá absorber una cantidad mayor de una misma fuente; el segundo es que la movilidad de los músculos potenciandos se ve notoriamente reducida, por lo que apenas podrán moverse mientras la técnica esté activa; y la tercera es que el usuario seguirá recibiendo parte de las heridas y el dolor, por lo que la efectividad de la técnica dependerá en gran medida de la resistencia y la voluntad del usuario.
El esfuerzo físico provocará que todo golpe físico en el siguiente turno con la extremidad afectada tan solo reste 5 PV y no se podrá utilizar para ninguna técnica de Taijutsu. El uso indiscriminado de esta técnica podría provocar problemas en los brazos del usuario por el castigo recibido.
Sabiendo que jamás podría estar allí para proteger a todos sus compatriotas, Daigo pidió permiso para enseñar esta técnica en la academia. De forma que, aunque tuvieran que sacrificar su propia integridad física, todos los kusajin pudieran protegerse entre sí.
[/descripcion]
¤ Ryū ¤ Dragón - Tipo: Ofensivo - Rango: B - Requisitos:Taijutsu 50 - Gastos: 18 CK (multiplicable x2) - Daños: Uppercut + 30 PV - Efectos adicionales: La versión multiplicada enviará al oponente por los aires - Carga:
1 (sin multiplicar)
2 (multiplicado x2)
- Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Esta técnica utiliza la potencia de todo el cuerpo del usuario, quien canalizará una gran cantidad de chakra que viajará visiblemente desde las plantas de sus pies hasta el puño, culminando en un potente puñetazo ascendente que irá dirigido a la barbilla, el hígado o el bazo del oponente.
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