Daruu es un chico de una estatura y peso que se mantiene en la media para su edad. Podría pasar desapercibido, excepto por dos cosas: su pelo y sus ojos.

Siempre hay algún cantamañanas que le pregunta si no se peina. Claro que no se peina, ¡para qué va a hacerlo! Esos mechones desordenados hacia arriba y hacia la derecha no se pueden peinar.

Y sus ojos. Claro, es lo que pasa cuando desciendes de un Hyuuga, que tienes los ojos grandes y blancos y tus pupilas son imperceptibles. Bueno, eso es lo que diría alguien que no ha conocido en su vida a un Hyuuga de cerca, y menos desde que ya no se tienen que casar con sus primos. La pérdida de la pureza de sangre ha hecho que la mayoría de los Hyuuga tengan unos iris de tamaño común, como los de Daruu. Además, el blanco no suele ser un blanco puro. El de Daruu es una especie de púrpura muy pálido, que probablemente le viene de su madre, cuyos ojos sí que son de un púrpura intenso.

Bajo el ojo izquierdo, Daruu tiene un tatuaje: dos colmillos, uno blanco como la leche y el otro de color azul cielo. Por la mejilla y cruzando el tabique nasal, exhibe unas pequeñas pecas marrones.

Suele vestir con ropa negra y tonos fríos, como el azul, el morado y el verde azulón. Su uniforme como shinobi consiste en una chaqueta con mangas anchas y hasta después del codo, con capucha y cremallera, que tiene un motivo en forma de flecha hacia arriba de color azul cielo. La chaqueta no llega a la cintura, y bajo ella, luce una camiseta de manga corta del mismo color que el motivo, que suele llevar en solitario en ambientes cálidos. De un color turquesa azulado oscuro, porta un cinturón en el que engancha parte de su equipamiento;
también lleva unos mitones largos que le llegan hasta el codo y unas botas shinobi con dedos descubiertos que calza hasta la rodilla; y por último, la cinta de su bandana ninja, atada firmemente a la frente. Sus pantalones son de color negro, y en el muslo derecho ata su portaobjetos con unas vendas y una cinta.

Daruu es un chico normal, inteligente y tranquilo, que gusta de momentos a soledad y en compañía a partes iguales. Durante mucho tiempo, se dedicó a ser ninja sólo por inercia: sus padres y abuelos lo habían sido, tenía un dojutsu poderoso idóneo para el oficio y se había criado en una aldea en la que un gran porcentaje de población se dedicaba al Ninjutsu. Para colmo, se le daba francamente bien.

A Daruu le gusta leer, dibujar y cocinar. De hecho, sólo la cocina supera a su interés por el Ninjutsu, y si tuviese que dejar de ser ninja a la fuerza, tiene muy claro que montaría una pizzería o tomaría el negocio de la cafetería de su madre. Adora la pizza. Odia el pescado. Aunque no llegue a tener un local, nunca dejará de perseguir el sueño de elaborar la mejor pizza del País de la Tormenta.

Es leal, y tiene bastante claro que el mundo ninja es jerárquico. No intenta luchar contra ello, pero tampoco se siente en obligación de aceptar moralmente todo lo que le ordenen, aunque tenga que hacerlo. Para él es algo muy sencillo de comprender: que tengas que ejecutar una orden no te quita el derecho a pensar que está mal.

No tolera los abusos de autoridad y el sadismo. Hay gente que disfruta matando, hay gente que disfruta con el sufrimiento de otros: esa gente es basura.

Con el tiempo, y debido a ciertas circunstancias, se sintió parado, sin futuro claro, y eso le inquietaba. Todos los demás tenían sueños, aspiraciones u objetivos. Y él no. Él quería ganarse la vida y ya está. Al principio, le parecía suficiente, pero luego le desmotivaba y sentía que no tener una fuerza que le empujase hacia arriba iba a acabar hundiéndolo en la mediocridad.

Finalmente, tras algunos encontronazos con argumentos que chocaban contra ciertas de sus ideas, Daruu encontró algo a lo que aferrarse: descubrió que no le apetecía perder, que no soportaría quedarse atrás, ser uno de esos ninja que se dedican a pasear perros y a vigilar la entrada de la villa.

Además, encontró algún que otro rival al que merecería la pena vencer en un combate, dentro de algún tiempo. Esto sólo hizo de combustible para la llama.

No es que de la noche a la mañana todo lo que movía a Daruu se hubiese transformado en una pelea, sino que más bien encontró que disfrutaba muchísimo más del Ninjutsu y de su oficio si se centraba en superarse a sí mismo y a los demás. La competitividad, o la lucha por no quedarse atrás, fue una motivación más, y la más fuerte de todas.

Daruu es un chico de estatura media para su edad, y de una complexión tonificada pero ligera. De piel pálida y rostro fino, algo femenino, lo que más destaca en él son sus ojos, de un color blanco con un pequeño toque púrpura. Al contrario que otros Hyuuga que podrían fardar de pura sangre, los iris de Daruu son de un tamaño normal, más pequeños que lo habitual en este Kekkei Genkai. Tiene una melena larga, negra, que recoge en una coleta baja atada con un coletero verde. Por más que se intente peinar, las puntas del lado derecho de su cabeza se le despeinan hacia arriba, en un peculiar y ordenado desorden. Tiene pecas en la nariz y bajo los ojos, y debajo del párpado derecho exhibe un tatuaje de dos pequeños colmillos, uno blanco y el otro verde.

A Daruu le gusta vestir con tonos negros, grises y fríos, como el verde, el morado o el azul. Su uniforme habitual como shinobi tiene unos pantalones negros, largos y una chaqueta con capucha y cremallera del mismo color con un motivo verde de flecha por encima del ombligo. La chaqueta es de longitud corta y deja ver la camiseta de manga corta de color verde que hay debajo. Las mangas son anchas y llegan hasta debajo del codo. Lleva mitones largos de color verde mar oscuro, también las botas, altas; el portaobjetos, en el muslo derecho, con vendas; y la bandana, atada en la frente, son de este color.

Es un muchacho tranquilo, que disfruta de los placeres sencillos y banales de la vida, y de un poco de soledad. Odia los sitios con mucha gente y mucho ruido, y se irrita con facilidad cuando no tiene la tranquilidad necesaria para pensar sin que nadie le interrumpa. Es intelectualmente inquieto y analítico. Intenta ser amable y respetuoso con todos los demás, y no responde bien a que estos valores no se le apliquen a él también.

Es suficientemente competitivo como para disfrutar de una agradable pelea de entrenamiento. Su objetivo a largo plazo es ser un buen ninja entrenando y haciéndose lo más fuerte que pueda. En ese sentido, no dispone de una trayectoria o sueño por el que viva, sino que más bien, simplemente, vive.

A Daruu le gusta innovar, tanto en la práctica del Ninjutsu como en su otra pasión: la cocina, a la que dedica su pequeña porción de tiempo ayudando en la cafetería-pastelería de su madre. Su comida favorita es la pizza, cosa que no duda en demostrar a la mínima oportunidad. La comida que más odia es el pescado, o, como él suele decir, todo lo que venga del mar. Esto tampoco duda en demostrarlo a la mínima oportunidad. Le gusta cocinar para otros como medio de interacción social.

Odia a los que se regocijan con el dolor ajeno. No sería capaz de torturar a alguien. Como ninja, prefiere utilizar métodos que causen el menor dolor posible, incluso si se trata de acabar con la vida de una persona.