Daruu es un joven de estatura media y complexión atlética, con la piel pálida, la nariz pequeña, los labios finos y los ojos de un curioso color púrpura, heredados de su madre en el sentido más literal de la palabra. Los que lo conozcan lo suficiente sabrán por qué digo esto.

El pelo de Daruu es su atributo físico que más destaca. Tiene una media melena corta y negra —quizás con un ligero tinte azul marino—, que por más que intente peinarla insistirá en desordenarse hacia la derecha, levantándose en gruesos mechones que se niegan a recibir órdenes.

Lleva tatuados dos colmillos en la mejilla derecha, uno de color verde mar, y el otro de color azul cielo.

Suele vestir con ropa cómoda y funcional; de color oscuro, la mayoría de las veces. Su uniforme habitual como shinobi incluye un pantalón y una chaqueta con cremallera y capucha, ambos de color negro y ambos con varios motivos de color verde mar. También unas zapatillas típicas de Oonindo con los dedos de los pies al aire libre y con unos mitones hasta los codos de color negro. Debajo de todo viste un jersey púrpura de cuello alto y sin mangas. Lleva la placa que le reconoce como ninja de Amegakure en la cabeza, ajustada con una tela elástica también de color negro.

En cuanto a la chaqueta, tiene un motivo en forma de flecha por encima de la altura del ombligo, dos líneas diagonales que bajan hasta encima de la cintura por los laterales y vuelven a subir por detrás hasta debajo de la mitad de la espalda. Además, cada extremo de las mangas también tiene un ancho motivo verde mar.

En cuanto a los pantalones, tienen dos motivos, uno en cada pernera: una línea antes del final, no tan ancha como los motivos de las mangas, y dejando espacio para una franja negra más tarde. En el muslo derecho hay unas vendas y un portaobjetos negro, típica combinación shinobi. Daruu los ata a la cintura cómodamente con un cinturón de color verde mar oscuro que tiene un broche metálico con forma de zigzag. El cinto sirve además para atar alguna de sus armas y portaobjetos adicionales, a la espalda.

Daruu es un muchacho tranquilo y amable, inteligente y curioso, que prefiere evitar los problemas pero que no dudará en enfrentarse a ellos de ser totalmente necesario —y en muchas ocasiones, lo es, porque al final termina metiéndose en ellos de todas maneras, por una cosa o por otra.

Trata a todo el mundo con respeto y educación, pero también con familiaridad, quizás a veces demasiada. Las formalidades, consideradas necesarias, son obstáculo para relaciones reales. Por eso, aunque las tenga que acatar, no le gustan, y aprovechará cualquier prueba de confianza para eximirse de ellas.

Es vergonzoso: no le gusta ser el centro de atención, más bien mantener un perfil bajo y humilde. Es algo solitario: no que no disfrute de tener amigos ni compañía cercana, sino de necesitar tiempo para meditar y para estudiar Ninjutsu y para hacer las cosas a su manera y a su tiempo. Odia el estruendo, el ruido y los gentíos y tiende a ponerse nervioso cuando se encuentra rodeado de estímulos que le impiden concentrarse cuando quiere estar tranquilo entrenando, leyendo, o simplemente dando una vuelta al aire libre.

Disfruta de los placeres banales de la vida, que considera demasiado complicada ya de por sí como para que uno se la complique más. La cocina es una de sus grandes pasiones, por culpa de su madre, a la que ayudó muchos años —y ayuda— a regentar una cafetería-pastelería. La pizza es su plato preferido, tanto para comer como para preparar, de hecho, algo que le encanta es hornear para los demás y perfeccionar su receta. A veces es tan sólo una excusa para estar con un amigo.

Con todo, a Daruu le gustan los retos. Es algo competitivo, aunque más consigo mismo que con los demás. La cultivación del poder propio y la refinación del arte del Ninjutsu es lo que más le mueve para ser un ninja, en el sentido más estrictamente motivacional. Para él, al fin y al cabo, ser un shinobi es una opción más, una evidente si naces en una aldea ninja, y que además te permite proteger a la gente que quieres.

Odia con todas sus fuerzas a aquellos que disfrutan de causar dolor a los demás. Quizás, fijáos si os digo, sólo hay una cosa que odie más que eso:

El pescado.

· Física:

· Psicológica: