No hay otra cosa que defina más la apariencia de Datsue que sus ojos. Tiene los ojos oscuros de su padre, con la misma mirada fija y penetrante, pero que incluso tienen mayor fuerza y expresividad.

Es de facciones suaves y piel clara, y luce una media melena negra, casi siempre recogida en su totalidad por un simple moño en la parte posterior de la cabeza. En ocasiones, cuando la situación lo amerita, se hace dos trenzas mohicanas en cada lateral. Dichas trenzas dan un efecto rapado a los lados de la cabeza, y nacen al borde del flequillo formando un arco descendente hasta llegar a la nuca y caer sobre el nacimiento de los hombros.

Su estatura es normal, ni alto ni bajo, con una complexión delgada, de piernas anchas y una musculatura que brilla por su ausencia. Además, como la amplia mayoría, es diestro.

La vestimenta de Datsue suele variar con el paso del tiempo, aunque casi siempre con un cierto rasgo tradicional. En esta etapa de su vida, suele huir de los complejos kimonos y decantarse más por la sencillez y comodidad de los yukatas.

Usualmente, viste un yukata de un azul apagado y oscuro, abierto hasta el pecho y que deja ver una camiseta interior de color marrón verdoso, con cuello de pico. El yukata es fino y de mangas largas y anchas. Atada a la cintura, porta un hanhaba obi del mismo color que la camiseta, con un pequeño estampado decorativo en un lateral, de un tono marrón rojizo y con una forma parecida a las ramas de un árbol.

Cuando se aleja de su país, con la consecuente bajada de temperaturas que suele conllevar, añade una túnica a su vestimenta, del mismo color que la camiseta y hanhabi obi, y también con el mismo estampado decorativo en la manga izquierda. Es una túnica larga y abierta, que le llega hasta por debajo de las rodillas, y de mangas amplias.

Usa getas del color propio de la madera.

No hay otra cosa que defina más la apariencia de Datsue que sus ojos. Tiene los ojos oscuros de su padre, con la misma mirada fija y penetrante, pero que incluso tienen mayor fuerza y expresividad.

Es de facciones suaves y piel clara, y luce una media melena negra, casi siempre recogida en su totalidad por un simple moño en la parte posterior de la cabeza. En ocasiones, cuando la situación lo amerita, se hace dos trenzas mohicanas en cada lateral. Dichas trenzas dan un efecto rapado a los lados de la cabeza, y nacen al borde del flequillo formando un arco descendente por la sien hasta llegar a la nuca y caer sobre el nacimiento de los hombros.

Su estatura es normal, ni alto ni bajo, con una complexión delgada, de piernas anchas y una musculatura que brilla por su ausencia. Además, como la amplia mayoría, es diestro.

Con la llegada de la adolescencia, y tras años vistiendo yukatas, Datsue se decantó ahora por ropa más cómoda y fácil de limpiar (y planchar). Sobre el torso, una camisa blanca, con cordones en el pecho y que, dependiendo de si lleva abierta o no, deja ver el Baku. Acostumbra a remangarse las mangas hasta la mitad del antebrazo, dejando al descubierto varias pulseras en la muñeca derecha. Una es una simple pulsera de hilo fino, compuesta por tres hilos de distinto color (azul oscuro, azul claro y rojo); otra es de cuero, también bastante fina y sencilla; y otra está compuesta por cordones de cuero. También porta una esclava de plata, con la frase “Aborto de Jinchuriki” grabada en kanji.

Bajo la cintura, Datsue se decantó por un pantalón cagado y pirata. Es de estilo chándal, gris, con una entrepierna extremadamente baja y que termina bajo sus rodillas, ajustándose en sus gemelos.

Usa getas del color propio de la madera.