· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
La pequeña le señaló un par de peines que se encontraban reposando en el mismo estante del que Reika había retirado la muñeca. Había uno grande, y grueso, probablemente el que usaba su padre para peinar la frondosa melena de Inaru; y otro más pequeño adaptado a los no tan largos mechones de la muñeca a la que la pequeña hubo bautizado como "Deika".
Entre leves gemidos de esfuerzo, Inaru logró alcanzar los dos artilugios de retoque y belleza, y le entregó el suyo a la kunoichi. Ella seguramente pensaría que aquella labor no era ni de cerca lo que supone deba hacer un shinobi en su tiempo de activo, pero si tenía la perspicacia suficiente; entendería que para haberse graduado recientemente de la academia, aquello era lo menos que podía hacer. Su nivel no estaba para más, tan sencillo como eso.
Pero Inaru, desde su más infantil desconocimiento, no comprendía demasiado lo que significaba realmente ser un ninja. De hecho, nunca había conocido a ninguno directamente, salvo por su...
—Deika-chan, ¿tú eres una kunoichi, verdad? —preguntó con su dulce voz. Entre tanto, ella empezó a peinar a su muñeca, y esperaba a que Reika hiciera lo mismo; aunque ella, no obstante, debería primero remover del cabello de la niña las ligas que sostenían sus largas coletas—. ¿ser kunoichi es bueno?
Aquella pregunta podría parecer íntimamente sospechosa. ¿Por qué habría preguntado ella acerca de eso, si su padre parecía ser un simple ciudadano, para nada relacionado con los vestigios de la armada shinobi de Amegakure?
Nivel: 9
Exp: 8 puntos
Dinero: 1400 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Justo en el mismo estante en donde se encontraba la muñeca, a partir de ahora nombrada Reika o Deika en un tierno e inicial modo de hablar, ahí estaban los dos peines uno para la melena dorada de Inaru y el otro mas pequeño para la melena plástica de "Reika" entre tanto la niña se esforzaba por alcanzar mas artículos de belleza y entregárselos a la kunoichi quien ya estaba lista para iniciar su labor con la infante.
Ambas rubias, tanto Inaru como Reika, habían comenzado a peinar la kunoichi a la niña y esta ultima a su "Reika", escucho con atención la pregunta que en su dulce inocencia preguntaba -Si, desde hace muy poco- le respondió con una sonrisa amable, aunque estando por la espalda de la niña esta no podía verle sonriendo -La verdad es que es algo complicado, hay muchos varones que son shinobis y bastantes mas fuertes, pero nosotras también podemos ser fuertes- hizo una pequeña pausa -Recuerda si no a nuestra Amekage-sama ella seguramente inicio como yo y termino alcanzando un puesto tan importante como Kage- La kunoichi se había dado cuenta, de que si, ella era una niña, pero era mas perspicuas de lo que parecia.
Hablo - Pienso - Telepatía
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
La pequeña Inaru contempló de espaldas la explicación que su niñera le daba acerca de su pregunta, que a pesar de haber sido formulada con la más inocente de las intenciones; llevaba en su haber una extraña connotación que le hacía sentirse levemente afligida. Reika no pudo ver aquello en el rostro de la neonata pues se encontraba detrás suyo, y tampoco tenía la capacidad de presentir por dónde iban los tiros; al menos no por ahora.
Finalmente, Inaru detuvo su mano y dejó de peinar a su muñeca. Dejó que sus pequeños dedos acomodaran un par de mechones, y luego alzó la vista hacia lo más alto de la estantería, que de esa posición se le antojaba inalcanzable. Ojeó allí, en donde deberían haber miles de fotos, y en cambio sólo había unas pocas.
—Y es pedigroso, ¿verdad? —insistió ella, por un camino que quizás no querría recorrer—. ¿tú también vas a morir algún día, deika-chan?
Nivel: 9
Exp: 8 puntos
Dinero: 1400 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
La kunoichi no podía saber que sentía Inaru tras su respuesta, no sin forzar pero no quería ni debía hacerlo. Hubo unos momentos de silencio mientras Reika casi terminaba de peinarlo noto el movimiento de su cabecita mirar en dirección hacia donde estaban las fotos familiares.
Las preguntas que continuaron la desestabilizaron un poco sabía que la intención de la niña era la más inocente y eso era lo que le desbarataba de todas sus defensas, la kunoichi inspiró profundamente y pensó en su respuesta -Algún día las cosas serán difíciles y peligrosas- respondió a la infante, pero la segunda casi la hundió al completo ¿que podía responder?¿Cómo saber su futuro?¿Si su vida sería larga y gloriosa?¿O en unos cuantos meses encontraría su fin? Quizá siquiera sean meses...-No lo sé... - respondió con mucha incertidumbre -Lo que si se es que entre compañeros nos protegeremos para salir siempre vencedores- o eso es lo que quería creer de cómo serían las cosas llegados los tiempos difíciles.
Hablo - Pienso - Telepatía
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
Algún día, las cosas serán difíciles y peligrosas.
Inaru vaciló sobre su propio cuerpo y comenzó a tiritar un poco. Y no es que hiciese frío, ni mucho menos, ¿pero entonces por qué temblaba?
Entre compañeros, nos protegeremos para salir siempre...
Qué compañeros, se preguntó la joven. Pues por lo poco que sabía, ella no tuvo compañeros, o si los tuvo; no le ayudaron. No, tuvo que haber estado sola. Tan sola como se sentía ella en casa, a pesar de los cuidados de su padre.
¿Vencedores?
—¡Mentira, Deika, mentira! —clamó, en un fuerte bramido sollozo. Las lágrimas cayeron por su mejilla, y se levantó con sus pequeñas piernas y encaró a su niñera. Allí, le entregó la inminente mirada naciente del más doloroso desasosiego —. ¡¿entonces por qué ella mudio?! ¡POR QUÉ!
Entre leves quejidos del dolor, Inaru soltó la muñeca que con tanto cariño sostenía en sus manos y se la arrojó a la joven e inexperimentada Reika. Entonces decidió salir corriendo hacia el exterior de la habitación, cerrando la puerta detrás suyo y descendiendo las escaleras tan rápido como sus piernas cortas se lo permitían. Y sin pensarlo, sin saber quién le iba a seguir detrás, o de las consecuncias que podrían traer sus actos; Inaru se dirigió hacia la puerta principal, sostuvo la perilla e intentó abrirla.
Pero, a diferencia de en otras ocasiones —en las cuales aquella puerta había estado bloqueada por su respectivo seguro—, la puerta se abrió. Fuera cual fuera la razón, Inaru se encontró con el mundo exterior, desconocido y un tanto lúgubre. Y bajo aquella incesante lluvia, mojándole sus tiernas coletas; la pequeña se embarcó en un viaje peligroso hacia las calles de la aldea, perdiéndose por un callejón aledaño, a unos cuantos metros de su casa.
Nivel: 9
Exp: 8 puntos
Dinero: 1400 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Al fin entendió la kunoichi de cabellos dorados las preguntas de la niña, entendió porque no había fotos de su madre...entendió porque no había madre que la protegiera, que estuviera con ella cuando más lo necesitaba.
Arrojó su muñeca contra la kunoichi en intentó salir corriendo, salió por la puerta de la habitación el intento bajar por las escaleras a la velocidad que sus pequeñas piernas le permitían, pero para cuando la niña recién estaba alcanzando la escalera Reika se deslizó por el posamanos y ya la esperaba abajo para consolarla...quizá para Reika fuera la primera misión pero una niña que apenas podían hablar y sus cortas piernas no le permitían mucha velocidad, todo eso en contra de una pre-adolescente entrenada y mayor capacidad física...simplemente no había manera de que pudiera irse de sus manos
-Estaré siempre aquí, seré tu mejor amiga, tu hermana mayor, no estarás sola nunca...Lo prometo - le dijo al oído mientras la consolaba
Hablo - Pienso - Telepatía
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
Reika pudo alcanzar a la niña sólo cuando ésta estuvo fuera de la casa. A pesar de sus capacidades, superiores y evidentemente más entrenadas que la de una simple pequeña, desconocedora de las artes shinobi y de lo que haberse graduado de la academia conlleva, su súbito correr probablemente le había tomado de tan sorpresa que alcanzarla le costó más de la cuenta.
Fuera su furia, su rabia, o su frenética ilusión de poder escapar de los más dolorosos recuerdos; algo había impulsado a tan pequeña criatura a moverse tan rápido como le fuera posible.
No obstante, la Yamanaka había cumplido con la tarea que se le había encomendado, en la primera complicación que tuvo: cuidar de la niña, fueran cuales fueran las circunstancias. Y aquel abrazo, bajo la incesante y fría lluvia, significaba que la kunoichi estaba plenamente comprometida con cumplir con su deber lo más apropiadamente posible como le fuera capaz.
Estaré siempre aquí, seré tu mejor amiga, tu hermana mayor, no estarás sola nunca. Lo prometo.
Inaru se recostó sobre su hombro y sollozó, temblorosa. Y aunque quería creer en las palabras de la rubia, le era difícil creer que alguien que estaba allí solo por el sentido del deber y la responsabilidad hacia el encargo pagado por su padre, estuviera realmente dispuesta a estar para ella cuando la necesitara.
La pequeña apretó fuerte con sus brazos y luego se separó, mezclando sus lágrimas con la lluvia que en pocos segundos le había empapado hasta calarle el frío en los huesos. Miró a Reika, y tembló, y tembló, y tembló.
No sabía qué decir, ni qué hacer. Pero estaba claro que ella no era la que iba a mover un dedo. Algo no la dejaba moverse.
Nivel: 9
Exp: 8 puntos
Dinero: 1400 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
-Esto es imposible, como demonios se movió tan rápido...Es inadmisible- se dijo Reika luego de poder alcanzar a la infante en ese callejón -debemos volver, hace frío y estas sin abrigo- le dijo a la niña, la kunoichi también se estaba empapando, intentó tomar su capa a la pasada cuando corría detrás de la niña pero no logro -Volvamos a la casa y prepararé algo cálido para que bebamos las dos- le dijo a Inaru con una sonrisa amable.
Estaba comenzando a entender un poco todo, Inaru había perdido a su madre, la kunoichi estaba comprendiendo que tener habilidades para el control mental no significaba entenderlas...Y era algo que le estaba empezando a preocupar...Su madre era su mejor opción, ella se había tomado gran parte de su vida como ninja en estudiar la psique y podría aprender mucho de ella.
Hablo - Pienso - Telepatía
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
Se podía decir que Reika lo estaba intentando. Su capa la había dejado en casa, pero en realidad estaba protegiendo a la pequeña Inaru con su amabilidad, con su comprensión, con su entendimiento. Eso pareció ser suficiente como para que las lágrimas cesaran, y que las anteriores, mezclándose con la lluvia; se perdieran en un simple recuerdo.
En una anécdota lúgubre, allí en el país de la Tormenta.
Finalmente, la kunoichi le ofreció lo esperado: adentrarse nuevamente en sus aposentos y buscar algo de tomar. ¡Y qué mejor que un té, calientito! para que el mundo se tornara un poco mejor.
Con paso leve, y en vista de que Reika no había tomado la iniciativa de moverse; la pequeña tomó rumbo hacia la casa nuevamente. Una vez dentro, se acercó hasta el sofá más cercano en la cocina y comenzó a tiritar por el frío. Se sabía incapaz de pensar en la sutil realidad de que la respuesta a su frío era una simple manta o toalla para secarse, por lo que Reika probablemente tendría que encargarse de eso. Y de preparar el té, pues Inaru no tenía ni idea de cómo encender la hornilla de la cocina.
—Tengo mucho frío.
Nivel: 9
Exp: 8 puntos
Dinero: 1400 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
En su cabeza, la kunoichi, ya daba su misión por fallida, ingreso nuevamente al interior del hogar junto a la niña -Tu padre me matará- se dijo a sí misma al tiempo que suspiraba pesadamente, no entendía como una niña de cuatro años se había escapado de esa manera.
-vamos a tu habitación- le dijo amablemente tomándola con suavidad de la mano -Debes ponerte secarte y ponerte ropa seca- le dijo a Inaru...Otro suspiro pesado cayó -Tu padre me matará- dijo nuevamente en su interior
Ire a buscar una toalla al baño- decía al tiempo que iba al baño a tomar una toalla con la cual Inaru pudiera secarse.
No tardó mucho en volver con la toalla y dársela a la niña, los ojos claros de la kunoichi buscaron el guardarropas de Inaru, en realidad era para evitar que la niña no viera el tono vidriosos y húmedo que estaba adquiriendo en esos momentos...buscó ropa seca, interior y algún abrigo para evitar que siguiera teniendo frío.
-tu padre me matará- se dijo una vez mas, mientras Inaru se secaba y posteriormente, Reika se pondría de espaldas para que se cambie de ropa, en cuanto finalizara irían a la cocina a tomar aquella calidad bebida a base de hierbas
Hablo - Pienso - Telepatía
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
La joven le acompañó hasta sus aposentos, y se metió al baño. Reika buscó con desespero la toalla, y no tardó en conseguirla para llevársela a la empapada criatura, que aún tiritaba fuertemente. Cuando Inaru la tuvo en sus manos, se envolvió en ella e intentó secarse la mayor cantidad de agua posible, para así luego cambiársela por ropa seca.
Por suerte, lo hizo ella misma. Tomó su pijama, se quitó las prendas fuera de la visión de su niñera, y volvió ya seca, aunque sus largas coletas —ahora sueltas, y frizadas— aún seguían mojadas. Pero así se acostó en la cama, arropándose de su gran edredón de flores. Allí bajo sus sábanas, recobró un poco la confianza, y se sentía más segura.
Ya no estaba tan triste.
—Deika-san, teno sueño. Puedo... ¿puedo tomar una siesta? y... perdón por haber corrido así, me sentí... muy triste con tus palabras.
Antes de cerrar los ojos, admitió:
—Extraño a mi mamá.
Fuera cual fuera el resultado de su ya conocida revelación, Inaru sólo quería conciliar el sueño, no charlar. Así que Reika, ahora mismo, tan sólo tenía pocas opciones, más que las de hacer el té que con tanto afan habían prometido, y vigilar que Inaru durmiera lo mejor que pudiera, teniendo en cuenta en súbito y estremecedor episodio que la convirtió de ser una pequeña carismática, inocente, con ganas de jugar con sus muñecas; a aquella cuya tristeza era visible y palpable.
Nivel: 9
Exp: 8 puntos
Dinero: 1400 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
-Está bien, lo entiendo Inaru-chan, descansa, pero antes espera que te seque el cabello- dijo la kunoichi, sus cabellos aún le faltaba secarse, por esta razón, Reika tomó nuevamente la toalla y le pasó la misma con calma por los cabellos de la niña y cuando finalizó la dejó irse a la cama a dormir con una sonrisa, arropó a la niña ya acostada con las sábanas de su cama como si fuera una hermana menor, vino a su mente un recuerdo suyo, uno de ella durante una noche en que ambos padres se habían ido a cumplir una misión y su hermano mayor la arropaba.
-En fin...creo que solo abra tél para mi - se dijo la kunoichi para sus adentros, pero había perdido las ganas de beber algo después de lo sucedido, por lo cual, pasó el tiempo entre estar sentada en un sofá e ir a velar por el sueño de Inaru.
Hablo - Pienso - Telepatía
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
La soledad abrazó a Reika en súbito, después de que Inaru conciliara con el sueño. Se le veía tan pasiva, tan descansada, con sus tiernos ojos cerrados y una latente calma que le obligaba a mantenerse quieta y acurrucada bajo su colorido y femenino edredón. Eran aquellos momentos en los que las vicisitudes de su pasado no la agobiaban, al menos cuando se encontraba viéndose cuidada por una chica que tenía la misma profesión que la de su difunta madre.
Reika, de cualquier forma, no podía hacer más que cuidar de ella para que no volviese a suceder lo de antes. Se turnaba de aquí a allá, bajaba y subía las escaleras, y siempre se encontraba con el mismo panorama. Fuera lo que quisiese hacer entonces, fuera leer uno de los libros que el padre le sugirió en un principio, o hacer el tonto por la casa; se le iría alrededor de dos horas.
Daban entonces las ocho de la noche.
No obstante, a la tercera vez que decidió echarle un ojo a la habitación pudo ver que Inaru comenzaba a moverse entre su sueño disperso.
A la cuarta, notó que la pequeña balbuceó.
A la quinta, aún dormida, comenzó a temblar. A temblar. Y a temblar, de nuevo.
Nivel: 9
Exp: 8 puntos
Dinero: 1400 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
El silencio y la soledad se apoderaban de la kunoichi Amegakurense que fue y vino un par de veces, en ambas, la niña dormía plácidamente envuelta en sus sábanas y cobijase.
Bajó nuevamente, esta vez, dirigiéndose hacia donde el ingeniero le había indicado que estaba su biblioteca. Mientras caminaba pensaba en la niña, mas bien, en como seria crecer con una madre fallecida y un padre sumamente ocupado...En otras palabras: una familia incompleta
Observó los libros, los títulos de los lomos de cada uno, pero los vio muy por encima -Sin madre, un padre ocupado y ningún hermano con quien creará un lazo emocional, Inaru esta sola - se decía Reika en su interior, estaba dándose cuenta de lo mucho que Inaru sufría.
Decidió tomar uno de los libros de la biblioteca del padre de Inaru, uno cuya tapa dura de color azul y que hablaba acerca del oficio dela padre de la niña: Ingeniería y estructuras civiles, de pronto la profesión que había elegido el hombre no era tan fácil como pensaba que era, no era sólo construir cuatro paredes y el techo encima: tenian que seguir ciertas normas y respetar reglas de la física para que una estructura se mantuviera en pie a lo largo del tiempo.
Se iba haciendo hora de ir a ver a Inaru una vez más, al asomarse por la puerta la vio dormida pero balbuceando algo en sueños, Reika sólo pensó que solo seria algún sueño relacionado con su difunta madre y volvió a la lectura.
Luego de otro momento de lectura, la kunoichi decidió dar otro vistazo a Inaru, esperaba que solo siguiera durmiendo sin mayor novedad, quizá se moviera hacia un costado pero cuando la vio se acercó alarmada: Inaru temblaba -¿Será que tiene frío?- se dijo la chica y se acercó ala placard para tomar una manta y colocarla encima del cuerpo de la niña una vez hecho esto y antes de volver a la lectura restando importancia a todo decidió colocar suavemente la mano en lasu mejillas y frente de Inaru esperando que no se tratase de fiebre.
Hablo - Pienso - Telepatía
· Fue 80
· Pod 40
· Res 100
· Int 40
· Agu 80
· Car 100
· Agi 80
· Vol 80
· Des 100
· Per 70
Esperar, como quien se sabe incapaz de cambiar el destino de nadie, trajo consigo una respuesta que probablemente nadie querría escuchar.
Y es que, entre sus ir y venir; Reika no se percató sino hasta el final de su último chequeo de que, evidentemente, aquello no era frío. Por el contrario, el cuerpo de Inaru estaba rojo como el tomate mejor cultivado de las tierras de uzushio. También caliente, como las mismísimas dunas de arena que cubrían las pirámides de Sid. Y a su vez tan débil, como los cimientos de las edificaciones destruidas en la antigua ciudad fantasma, no tan lejos de la aldea.
Aquello era un cúmulo de realidades que, sin duda alguna, daban certeza de algo: Inaru tenía una fiebre, altísima. Su temblorosa reacción, su incesante frío y sus balbuceos sinsentido eran sólo una prueba de ello.
|