Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
-Eso prueba que no fue mi imaginación, estas pensando en un tema en concreto, de lo contrario habrías dicho: yo no dije nada a parte de la comida. O preguntado que había ademas de la comida de forma inocente- Explique aquello sonriendole muy calmadamente, en medio de eso llegamos a la isla, al final, como esperaba, yo había ganado la carrera.
No quería estar muy cerca de ella, pero le permití aquel golpe por ser caballero, al menos un pequeño deshago debía darle lego de molestarla de esa manera "De pronto la neblina se hace mas espesa" Tal como la chica había mencionado, quizá simplemente estábamos distraídos, podría ser el caso, ademas la neblina parecía ¿moverse? ya que habían algunos lugares bastante visibles quizá era el caso "Hace algo de frió, quizá una corriente"
Me sorprendí por un momento cuando ella tomo mi mano izquierda, pero no le di mayor importancia -Preferiría no estar tan cerca, pero es cierto que preocuparme por dos cosas a la vez seria problemático- Tras decir aquellos empece a avanzar hacia el interior del bosque.
-Eso prueba que no fue mi imaginación, estas pensando en un tema en concreto, de lo contrario habrías dicho: yo no dije nada a parte de la comida. O preguntado que había ademas de la comida de forma inocente.
-No se de que hablas. ~ Creo que la neblina te puso a delirar. ~ - Mencionó con un tono de voz burlón, pero tratando de desviar y pasar de largo el tema. -Pero por lo visto no me equivoqué. ~ Eres un ninja per-ver-ti-do. ~ - Se llevó el dorso de la mano frente a los labios, dejándo salir una risa leve.
-Preferiría no estar tan cerca, pero es cierto que preocuparme por dos cosas a la vez seria problemático.
-Como si a mi me atrajera la idea de cuidar a un bebé. - Mencionó, obviamente refiriéndose a que él era el bebé, por eso de que ambos estaban agarrados de manos para no perderse. -¡E-Espera un momento...! - Detuvo su caminar repentinamente. -¡Seremos tontos...! - Se dió la vuelta para mirar atrás y lo único que veía era la gran y espesa neblina. Ahora era como si ambos estuvieran metidos dentro de ella. -¿No crees que sería bueno marcar el camino antes de que nos sigamos perdiendo más...? Digo... Quizás tu podrías despejarla con lo que hiciste antes... - Refiriéndose a su habilidad de viento. -...pero... ¿Es suficiente? - ¿A dónde iban exactamente? ¿Al otro lado de la isla o a una trampa mortal?
-Dame un segundo. - Le pisó el pie a su compañero, si, apropósito, y se sacó la mochila de sus espaldas para buscar en ella su cinturón ninja, donde tenía dos kunais, y lo amarró a su cintura. Cerró la mochila y volvió a ponerla a sus espaldas para volver a tomarle la mano. -Entonces, Aoshin. ¿Algún pasatiempo...? ¿Algo que te guste hacer además de... salvar niños? - Risilla.
-Llámame como gustes, tu fuiste la que propuso la apuesta para empezar- Ciertamente, el pequeño asunto de perderse no se me había cruzado por la mente, si bien estaba acostumbrado a los bosque y era bueno para orientarme en ellos, la neblina hacia que la situación fue mas complicada. Pense en la sugerencia de usar algún jutsu para tratar de disipar la niebla, y la puse en practica cuando la chica se aparto de mi por algunos momentos, no sin antes pisarme, qiza por accidente -Fūton: Soyokaze no Jutsu- Con el sello de carnero ya formado use el mismo jutsu de antes y sople una bocanada de aire, dispersando unos 3 metros de niebla por delante de nosotros.
-Me parece que esto seria mas un desperdicio de chakra- Pues la niebla lo tardo demasiado en volver a formarse, lentamente pero sin detenerse. Mientras que yo experimentaba un leve cansancio por el esfuerzo, nada que suponiera un problema, pero no debía abusar demasiado de mi resistencia -Me gusta observar, se aprende mucho y soy una persona curiosa... Aunque contigo parece que observe mas de la cuenta- No me refería a haberla visto desnuda, hablaba de haberme involucrado demasiado en lugar de simplemente... Pues... Observar.
-¿Que hay de ti? ¿algo que te guste hacer ademas de nadar desnuda y hacer apuestas algo excesivas?-
•PV
90/90
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•CK
104/120
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¤ Fūton: Soyokaze no Jutsu ¤ Elemento Viento: Técnica de la Brisa Ligera - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos: Fūton 20 - Gastos: 12 CK - Daños: - - Efectos adicionales: Desvía el rumbo en medio del aire - Sellos: Carnero (una mano) - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones:
Desvía al usuario 3 metros de su rumbo en mitad de un salto o una caída, en línea recta.
(Fūton 80) El usuario puede desplazarse parabólicamente.
Escupiendo un fino pero concentrado chorro de aire desde su boca, el usuario es capaz de cambiar la dirección de caída o aterrizaje de un salto en medio del aire a alta velocidad durante distancias cortas. Esto le permite amortiguar caídas o incluso esquivar ataques en pleno vuelo. Esta técnica puede utilizarse sobre el suelo para disipar bombas de humo o nubes de polvo.
Pues el chico había seguido mi recomendación de usar viento para despejar la neblina, pero ésta volvió al lugar con rapidez. "Vale... O el clima está muy malo por acá, o estamos metiéndonos en algo más..." - Pensé observando a mi alrededor lo más rápido que pude cuando la neblina se había disipado esos pocos segundos. Pero noté algo en mi compañero... -¿Huh? ¿Estas cansadito ya? - Le di palmaditas en la cabeza. -No quiero imaginar tu resistencia cuando estemos cumpliendo con la apuesta. ~ ¡Te mueres! ¡Hahahahahaha!
-Me gusta observar, se aprende mucho y soy una persona curiosa... Aunque contigo parece que observe mas de la cuenta.-Me alegra escuchar eso... Supongo. Ahora, agarra ese objeto gigante y empieza a marcar el camino. - Señaló la tierra debajo de ellos. Quería que él dejara un rastro. -No puedo hacerlo con el pie. Estaré cojeando todo el tiempo y nos retrasaremos. Así que hay que dejar algo. Marcar árboles también servirá. - Desenfundó el kunai y empezó a dejar marcas reconocibles en los troncos de los árboles: Escribía una "A" de Akasha cada dos árboles.
-¿Que hay de ti? ¿algo que te guste hacer ademas de nadar desnuda y hacer apuestas algo excesivas?-
-Violar primerizos como tu. - Le tiró el comentario así en la cara. Aunque vamos... No es que ella fuera una experta, pero era gracioso verle la expresión que ponía. -Comer galletas. Escuchar música. Estar sola mientras estoy rodeada de la naturaleza, como ya habrás podido notar. Dibujar y... Estar sola. - Ya había dicho eso pero lo repitió denuevo. No recordaba tener amigos por no salir tan seguido de su habitación en Ame.
-Tu no has usado ninjutsu, y tan solo tomo un segundo aire, estoy bien- Su idea de marcar los arboles con los kunais no era mala, así que la imite, si bien usar el abanico daría una idea un poco mas clara del camino, era muy pesado como para usarlo con una sola mano, y no quería que ella me estuviese molestando, llamándome debilucho o algo así -Con esto es suficiente, no quiero tener que arrastrar esa cosa por todo el camino-
Al hablar de nuestros pasatiempos me tomo por sorpresa lo que comento, por un momento se me paso la mano, enterré el kunai que traía profundamente en uno de los arboles y me costo un poco sacarlo, suspirando al hacerlo -Diria que molestar también es tu pasatiempo... Aunque no seria violación si estoy de acuerdo- No la dejaría vencerme solo así -Supongo que cierto gusto por la soledad es algo que compartimos- En ese momento note que el llanto había parado casi por completo, y mientras mas nos adentrábamos al bosque mas débil se hacia.
-Tu no has usado ninjutsu, y tan solo tomo un segundo aire, estoy bien- - La fémina entrecerró los ojos y lo miró a los ojos, así con aires de misterio. -¿Estas seguro que no he usado ningún Jutsu...? - Sería lo único que diría para dejarlo pensando. No dijo "Ninjutsu", dijo "Jutsu", para reunir todos los tipos de Jutsus que podían hacerse. Quizás él no le había visto activando ninguno en específico, pero ¿y qué? Pudo haber hecho otra cosa sin que él lo notara. Esta vez no solo le estaba molestando, sino que también le estaba enseñando una lección: No todo lo que se veía a simple vista es porque es.
-Con esto es suficiente, no quiero tener que arrastrar esa cosa por todo el camino.
-Intenta arrastrarlo con la mano que usas para masturbarte. Supuestamente tiene más resistencia que la otra. - Y denuevo le tiraba otro comentario fuera de lugar. ¿Esa mujer no sabía lo que eran los límites, o simplemente vivía libre, sin barreras mentales en ese aspecto? A ver si esta vez Aoshin no se ahogaba con sus comentarios.
-Diria que molestar también es tu pasatiempo... Aunque no seria violación si estoy de acuerdo. - La jóven dejó salir una risilla. -Primero llega a la mayoría de edad, y después hablamos, ¿si? ~ - Le miró con una sonrisa en el rostro. Aunque de momento no sabía que edad tenía el chico. Capaz y era mayor que ella, y ahí estaba tirando ese tipo de comentarios sin saber, pero a veces uno tenía que arriesgarse para que funcionara.
-Supongo que cierto gusto por la soledad es algo que compartimos-
-El gusto por la soledad, huh... - Miró al cielo... O a lo que se podía ver del cielo, con una sonrisa leve en el rostro. -Ya me acostumbré a ella. Tu eres un espécimen extraño que invadió mi territorio. - Sonrió. No se refería a la isla, se refería a la soledad. -Oye... - Lo miró y señaló hacia atrás con el dedo pulgar. -Al parecer tu hija no está en esta dirección. - Dijo refiriéndose a la niña llorona del asco.
¿Un genjutsu? fue lo primero en lo que pensé ante su comentario, el único método que conocía para liberarme de un genjutsu era causarme daño a mi mismo, o a ella quizá "Aunque con lo que ha pasado hasta ahora es probable que solo este bromeando" El comentario acerca de que usara mi mano "diestra" para arrastrar el abanico reforzó un poco mas mi creencia, pese a esto estaría alerta en caso de que ocurriera algo demasiado extraño.
-Deberías dejar ese tema, ya que en cualquier caso gane la apuesta, mi edad es irrelevante- No era mala idea tener a alguien que me debiera un favor, que fuese ese tipo de favor quizá era lo mejor, podría pedirle algo mas a cambio y probablemente lo aceptaría. Cuando ella señalo que ya no se escuchaba el llanto de la niña me detuve, en parte porque la cantidad de niebla en aquella zona era mínima -Ya puedo ver mejor... Este bosque es extraño- Si, ademas de eso no hacia tanto frió como antes, probablemente habían varias corrientes en la isla que desplazaban la neblina de diversas maneras -Oye...-
Solté la mano de la chica y di media vuelta con el kunai en mano, había un ruido que no podría describir, un chirrido ¿los dientes de algún animal? no lo sabia, pero era un ruido peculiar, que ademas, parecía hacerse mas claro conforme pasaban los segundos -Creo que algo viene-
-Me quedaría a vivir aquí si no fuera por esa maldita llorona... - Mencionó por lo bajo. Al menos la isla, el bosque, o lo que fuera eso tenía un ambiente tenebroso, algo que le gustaba a la fémina. Sabía que debía haberse quedado en las aguas. Se adelantó un poco cuando la neblina empezó a disiparse. Ahora todo se podía ver mejor. Pero detuvo su paso cuando el chico la llamó. -Dime. - Mencionó sin darse la vuelta a ver que quería el jóven esta vez.
El había mencionado que pensaba que algo venía. La jóven se quedó de espaldas a Aoshin, pero mantuvo sus oídos alerta, A la distancia se podía escuchar un extraño sonido. "¿Qué demonios...?" - Se preguntó a sí misma mientras la cosa, sea lo que fuese, se estaba acercando más. -Bueno... Tu encárgate de él. Yo te espero en las sombritas. ~ - Mencionó para ir a esconderse detrás de unos árboles como si fuese una mismísima cobarde, o como si no pudiera pelear porque estaba lastimada, quien sabe. La cuestión es que dejó a Aoshin allí parado, solo, mientas que ella observaba con un kunai en manos, escondida desde los árboles para ver que tipo de criatura aparecía.
Quedarse a vivir en un lugar como ese era un poco extraño, pero bueno, cada quien tenia sus gustos "Mi lugar ideal serian unas montañas para poder ver por kilómetros" Claro que aquel pensamiento fue interrumpido por el extraño sonido, a parte de la aparente cobardía o... Simplemente el deseo de no esforzarse de parte de Akasha -¿Disculpa?- Aunque la verdad no me importaba pelear solo, pero -Vale, cuando me maten estarás sola como querías-
Guarde el kunai en mi portaobjetos y tome el abanico de mi espalda con ambas manos, haciendo algo de ruido pues la cadena que unía el abanico a mi cuerpo se agito levemente "Por favor que no sea muy grande" De momento un par de hojas cayeron delante de mi, haciendo que de inmediato subiera la mirada y viera aquella... Cosa, saltando hacia mi desde un árbol -Que dem...!- De inmediato me deje caer hacia atrás, a la vez que logre impactar un golpe directo con el abanico, sin llegar a extenderlo (osea, lo use como una vara de hierro, no se nota aun que es un abanico).
Aproveche la posición para lanzar a esa cosa hacia atrás y ponerme de pie lo mas pronto posible, no estaba seguro, pero ya de pie y habiendo girado para ver a esa criatura, confirme lo que era -¿Un ciempiés?- Akasha lo sabría mejor que yo, pues lo arroje contra el árbol detrás del que ella se ocultaba ¿a propósito?... En cualquier caso me sorprendió, esa cosa era casi de mi tamaño -Parece que lo mate... Quiza-
-No te preocupes, que yo te entierro. ♥ - Mencionó eso justo antes de desaparecer.
La verdad era que la kunoichi se había ido a esconder para observar mejor la escena. Se sentía un poco mal porque de momento no tenía habilidades ofensivas... Es decir, no podía tirar una gran bola de fuego, o dar golpes físicos muy duros, mucho menos podía hacer ninjutsus que se vieran "cool." Si, por dentro de sentía un poco mal por no poder ayudarlo como quería, pero tenía que ir a su propia posición; Tenía que ayudar como único sabía ayudar, pero no podía decirle a él: "¡Oye, mis Jutsus tratan de aprisionar al enemigo!" o algo por el estilo porque... Apenas le conocía.
Se veía como una cobarde, pero peores cosas le habían dicho y ya estaba acostumbrada a eso. Solo tenía que sobrevivir para poder aprender las técnicas más poderosas de su clan. -....... - Las técnicas ofensivas, las técnicas "¡Boom!" "Disculpa. Nada puedo hacer con solo dos kunais... Mi equipo es limitado, y mis jutsus no ayudarán hasta que sea el momento adecuado..." - Así que permaneció oculta detrás del árbol para ver como podía...
"Un cienpies... ¿¡GIGANTE!? ¿¡Qué diablos es eso!? ¿¡Por qué tan grande!? ¡Tsk!" - Estaba sorprendida por el tamaño de esa criatura. En su vida había visto algo así. Pero observando se dió cuenta que si podía hacer algo. Cuando el cienpies menos se lo esperase ella lo inmovilizaría y que Aoshin se encargara de partirle la madre en... "¿Huh?" - Pero el chico era fuerte. De un solo movimiento con ese objeto ya le había partido la madre al animal, tirándolo contra el árbol que estaba detrás de ella. ¿¡Cómo pudo hacer algo así!? "¿¡Qué demonios...!? ¿¡A pura fuerza bruta!? ¿Usuario de Taijutsu y Ninjutsu...?"
Salió del árbol donde estaba oculta. -¿PERO QUÉ TE PASA, IDIOTA!? - Le reclamó molesta, dejando salir la frustración de esos momentos. -¿¡NO VES QUE PUDO HABERNOS MATADO POR TU ESTAR CON ESTUPIDECES!? ¡¡¡IMAGINA SI YO ESTUVIERA HERIDA O TRAMANDO ALGO, Y ME TIRAS AL ENEMIGO EN LA CARA!!! ¿¡SERÁS...!? - Golpeó el árbol a su lado y le dió la espalda para tratar de calmarse.
"¿Serás imbécil...? Ni si quiera pude ver si habían más en la distancia por estar al pendiente de que estuvieras bien, y me tiras con el animal encima." - No pensó nada más. Se dió la vuelta y se fue caminando en dirección a la salida de la isla. Estaba decepcionada. "Pero ¿de dónde salió el cienpies y por qué estaba en esta isla? ¿¡Por qué diablos cayó del árbol!? ¡Si por lo general viven en lugares húmedos, bajo rocas o troncos! ¿¡Y por qué tan grande!?" - Entonces se dió cuenta de lo que pensó y abrió los ojos como plato para girar y mirar a Ao.
-No me reclames, no fue apropósito, ademas, se que no estas herida y fácilmente pudiste haberle clavado un kunai en el cuello si fuese una persona, no te enojes por cosas hipotéticas- La vi irse mientras pensaba en ese razonamiento tan raro que tenia, cualquiera habria sido mas precavido si su compañero o compañera estuviese lastimado ¿porque tenia que serlo si ella estaba en perfectas condiciones? eso no tenia sentido, y como había dicho, no había sido a propósito.
Baje la guardia, y justo cuando ella grito que nos fuéramos sentí un par de colmillos atravesar mi espalda "Hijo de..." Cerre los ojos y aguante el dolor como pude. Si bien había recibido algunos buenos golpes en la academia, era la primera vez que algo atravesaba mi piel de esa forma. Pude quitarme a esa cosa de la espalda tras moverme un poco, una vez lo hice me di la vuelta y la mate con un fuerte golpe del abanico directo a su cabeza -Demonios, parece que hay varios mas- Pense en eso debido a que se escucharon mas chirridos por los alrededores.
-¿Como se ve?- Le pregunte a Akasha tras acercarme y girar para que pudiese ver la herida, no era nada grave, aunque si estaba sangrando, por suerte los colmillos de esas cosas no eran tan grandes.
Si, se había molestado, aunque él estaba dando suposiciones reales. En las Tierras Nevadas ella había tenido que convertirse en una estafadora, y en varios casos tuvo que mancharse las manos de sangre para poder sobrevivir, e incluso comer, porque nadie le había tendido la mano por todo lo que se creía de ella. Así que él no estaba tan ajeno a la realidad. Solo que esas cosas no eran... Personas, eran animales gigantes y peligrosos. Se necesitaría más que un Kunai para poder quitarles la vida, y de momento ella había estado actuando como una ninja del tipo "asesino", por ponerlo desde una perspectiva de RPG -aunque en este mundo no existían los RPG, pero para que se entienda-.
Pero al tratar de avisarle se dió cuenta de que lo había hecho tarde. Notó a su compañero adolorido y luego lo vió adelantarse para apartarse del animal. "No me digas que..." - No quería imaginarse lo peor justo después que le había gritado cosas feas. Que mas daba, ahora él corría hacia ella. De momento estaba bien.
Miró la herida y aunque tenía dos agujeros en la espalda -por suerte, nada grave- había algo que le preocupaba. -Regresemos a donde estabamos. Hay algo que me preocupa y es que pueda tener veneno. ¿Estas bien? ¿No te sientes mareado? - Tenía que serle sincera diciéndole la verdad. Habían algunos cienpies que eran venenosos, pero ¿esos lo serían?
Ahí fue cuando se dió cuenta de lo que había leído en los pergaminos y libros de su propio Clan: Los Nara tenían inclinación para el area de medicina, y por suerte... Por suerte podría tratarle la herida.
Un cienpies le pasó a ambos justo por el lado, rozándolos. La fémina tomó la mano de Aoshin y salió corriendo cuan rápido como podía, llevándose al chico prácticamente arrastrado. La adrenalina la estaba haciéndo correr más rápido de lo que había corrido en el lago. -Avísame si te empiezas a sentir raro. ¡Avísame cualquier cosa! - Mencionó preocupada, fijándo su mirada en los árboles para asegurarse de que estaba siguiendo el camino correcto. Los chirridos seguían detrás de ellos, y en los alrededores. "Por un demonio."
-De acuerdo- Era cierto que era mejor retroceder a un lugar que sabíamos, o al menos parecía ser mas seguro que el actual. Lo demás si era una preocupación real, que el animal fuese venenoso seria un grave problema -Estoy bien, solo un poco adolorido- No dude en correr junto con ella cuando me llevo tomado de la mano, después de todo no era buena idea enfrentarnos a mas de esas cosas, quien sabe cuantos mas habrían.
Tras unos segundos me percate de algo y me detuve, frenandola a ella también al sujetar su mano con firmeza "Parece que soy mas fuerte que ella..." Lo importante era que, no podíamos entrar de nuevo en aquella neblina, seria aun mas peligroso y podía escuchar chirridos dentro de la misma -Es mejor quedarnos aquí, o ir por el otro lado, pero meternos a un lugar donde no podremos ver es peligroso, yo estoy bien, solo debemos estar atentos- Yo no lo sabia, pero el veneno estaba haciendo su efecto, aunque por suerte este no era tan fuerte como para representar una gran amenaza.
Por suerte, mi compañero decía que se encontraba bien. De momento estaba segura de haber leído en los libros que algunos venenos ocasionaban efecto más adelante, pero no recordaba si venía con algunos síntomas o no. Si, era inteligente, pero tampoco era una sabelotodo. Habían cosas que hasta yo olvidaba. Confiaría en su palabra y le rezaría a los Santos con que lo del veneno fuese una falsa alarma.
Seguimos corriendo hasta que él me frenó. Casi me voy hacia atrás pero puse el otro pie para evitar caerme. Atendí a lo que dijo y... Si, tenía razón. Regresar a la niebla podría ser un suicidio y los cienpies parecían tener el lugar cubierto. -Yo ni pal carajo quiero quedarme en este lugar. - Le mencioné tratando de mantener la calma, pero por dentro estaba nerviosa, preocupada. No sabía si era buena idea contarle de mis habilidades ahora. Estabamos en un peligro real. Quizás podíamos idear un plan entre los dos y escapar, además de que veía que todo el peso de la pelea estaba cayendo en él, quien ahora estaba herido y quien sabe si envenenado. Puse el dorso de mi mano para verificar si tenía fiebre, luego puse mi mano sobre su pecho para verificar su respiración.
Nuevamente tomé su mano y salí corriendo hacia algún otro camino cercano de la dirección a la que habíamos llegado antes. -Escucha... Por el camino, no te preocupes. Si nos rodean, no te preocupes. Estoy calmada porque se que te tengo a ti. Eres mi fuerza. Eres mi arma. - Mencionó hasta detenerse detrás de unos árboles y lo metió dentro de los arbustos. Los chirridos parecían haberse quedado atrás, pero se escuchaban en las lejanías. Por un momento comenzé a mirar a todos lados a ver si no nos habían seguido. Todo parecía estar normal, por el momento. Lo abrazé fuerte. Quería estar cerca de su oreja para seguir hablando lo más bajo posible. Ella sabía que podía esperar de él, pero él aun no sabía que esperar de ella.
-No seré tan fuerte como tu... No podré tirar fuego, no podré hacer murales con la tierra, pero aún puedo hacer algo... - Odiaba... ¡¡ODIABA tener que decir sus habilidades a un miserable extraño!! ¡Las habilidades de su preciado clan...! -Yo inmovilizo a algunos y tu te aseguras de darle con esa cosa que traes ahí, ¿si? - Sonríe. -Asegurate de golpearlos tan fuerte que no quede nada de ellos. Golpealos por ti y por mi. - Susurró todo eso a su oído, se apartó y le dió un leve puño en el brazo.
A la fémina le importaban tres pepinos que la vieran sin ropa, pero... Decir sus técnicas era como desnudar su alma. Eso si dolía.
Tras reconsiderarlo volvimos a correr, esta ve sin rumbo fijo, al parecer marcar los arboles había sido un desperdicio, pero estaba algo sorprendido por su actitud, parecía mucho mas intranquila que antes, claro, estábamos en peligro, pero no pensé que perdería la calma tan pronto -Cuidado- Le mencione mientras nos adentrábamos en los arbustos, los chirridos se acercaban y ella por fin compartió sus habilidades, aunque un poco a medias "Que piensa abrazándome de esta forma" Al fin lo que me interesaba ¿inmovilizar? ¿de que manera? no había sido muy especifica en ese aspecto, pero no era importante si ella confiaba en que podría hacerlo.
Me levante, en parte por incomodidad y en parte por estrategia, no era buena idea quedarnos en los arbustos, teníamos que enfrentar al enemigo de frente -Estoy bien, así que si puedes inmovilizarlos te prometo que los haré pedazos- De nuevo tome el abanico de mi espalda y me puse en guardia, los chirridos eran lejanos, pero se acercaban, lentamente pero lo hacían a cada segundo que pasaba -Tu solo mantente detrás de mi y haz lo tuyo cuando aparezcan-