Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Sin embargo, había una gran diferencia entre los ojos de del tigre y los del lobo. Si bien la agudeza de los sentidos de Daigo fue amplificada, los de Rōga ahora estaban muy pero muy encima de su nivel, pudiendo ver con precisión la acción de su rival. Además, aún con el dolor de la tunda inicial, su coordinación con las extremidades seguía siendo superior.
—¿Ah sí?— Róga soltó la cadena y clavó el talón de su pie izquierdo para frenar a mitad de trayecto y tener las manos libres. Daigo hizo una finta con el ademán de golpearle con el puño cuando en realidad lanzó una... "¡¿Una patada?!" Conocía el estilo del boxeador y sabía que eso no era parte de su estilo habitual. Pero aún así no se iba a dejar engatusar por aquello. Ni siquiera parpadeó o mostró señas de duda cuando posó la palma de su mano izquierda por sobre la pierna de Daigo a la vez que recubría de electricidad su brazo contrario, dirigiendo toda la fuerza empleada por el ataque del peliverde hacia abajo mientras giraba su propio cuerpo en la misma dirección en un movimiento de media luna que le haría quedar a la par de Daigo, justo para que pudiese lanzar un codazo al costado izquierdo de su oponente que lo mandaría... bueno, lejos.
¤ Raiton: Lightning Elbow ¤ Elemento Rayo: Codazo del Rayo - Tipo: Ofensivo (contundente) - Rango: S - Requisitos:Yotsuki 50 - Gastos: 60 CK - Daños: 100 PV - Efectos adicionales: - - Carga: 3 - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
El usuario envuelve su brazo en electricidad, y propina rápidamente un codazo al oponente que hace que salga despedido en otra dirección. Se trata de una de las muchas técnicas de combate directo y sin complicaciones del clan Yotsuki.
¤ Bandana ninja(Atada al cuello) ¤ Portaobjetos básico(En la pierna izquierda ~ 8/10)
Shuriken x2
Kunai x3
Hilo Shinobi
Otodama
Paquete de 5 cascabeles (4 restantes)
¤ Juego de ganzúas(Ocultas a lo largo del forro de la bota derecha) ¤ Gun'yō Megane(Cabeza) ¤ Kusari(Empuñada) ¤ Otome(Espalda)
En un instante, la patada del boxeador simplemente fue bloqueada como si de nada se tratase, abriéndole al amejin el espacio suficiente para lanzar su propio contraataque en forma de un devastador codazo que amenazaba con partirle las costillas en caso de impactar.
Oh, e impactó, y tanto que impacto, pero en lugar de hacerlo sobre sus costillas, potencialmente destrozándolas, lo hizo sobre brazo endurecido por el chakra.
El golpe dolió, pero aún así el chico sonrió al comprobar que no le había llegado a romper nada.
Aunque había detenido el impacto, el boxeador salió disparado al solo estar apoyado en una de sus piernas.
«¡Esto es malo, me queda poco tiempo!»
Clavó los pies en el suelo, deslizándose por este hasta que simplemente... desapareció. Aunque no a ojos del Lobo, que no solo pudo sentir todo el aire que traía consigo antes de que llegara, sino que lo vio acercarse una velocidad inhumana, apenas siendo un borrón. Una sombra.
Previendo un contraataque inmediato por parte de su rival, Daigo cargó chakra sobre su pie izquierdo cuando se encontraba a medio metro de él, retrocediendo en menos de un instante medio metro hacia atrás, antes de volvercon toda su fuerza en un puñetazo hacia su rostro.
Esposas supresoras de chakra (colgadas de la parte derecha de su cadera)
Kusari x2 (en los puños)
Portaobjetos 2/10
Chīsana Makimono (Botín)
Chīsana Hyōrōgan x1
Hitai-ate
¤ Ningen no Tate ¤ Escudo Humano - Legado de: Tsukiyama Daigo en invierno del año 219 - Tipo: Defensa - Rango: B - Requisitos:Taijutsu 50 - Gastos: 0'4 * daño a bloquear CK (mínimo 6) - Daños: - - Efectos adicionales: Permite endurecer los brazos del usuario, reduciendo el daño físico recibido en un 10% por cada 10 de Resistencia (máximo 50%). - Carga: 1 - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones: -
Un Taijutsu puramente defensivo en el que el usuario utiliza su chakra para endurecer y contraer sus músculos hasta el límite. Esto le permite reducir notoriamente el daño recibido absorbiéndolo con su musculatura, que ahora presentará una tonalidad parecida al color de su chakra.
Aún así, esta técnica presenta varios puntos débiles: el primero es que el endurecimiento tiene un límite (100 PV), así que jamás se podrá absorber una cantidad mayor de una misma fuente; el segundo es que la movilidad de los músculos potenciandos se ve notoriamente reducida, por lo que apenas podrán moverse mientras la técnica esté activa; y la tercera es que el usuario seguirá recibiendo parte de las heridas y el dolor, por lo que la efectividad de la técnica dependerá en gran medida de la resistencia y la voluntad del usuario.
El esfuerzo físico provocará que todo golpe físico en el siguiente turno con la extremidad afectada tan solo reste 5 PV y no se podrá utilizar para ninguna técnica de Taijutsu. El uso indiscriminado de esta técnica podría provocar problemas en los brazos del usuario por el castigo recibido.
Sabiendo que jamás podría estar allí para proteger a todos sus compatriotas, Daigo pidió permiso para enseñar esta técnica en la academia. De forma que, aunque tuvieran que sacrificar su propia integridad física, todos los kusajin pudieran protegerse entre sí.
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¤ Shunshin no Jutsu ¤ Técnica del Parpadeo Corporal - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos:Ninjutsu 40 - Gastos: 14 CK/20 metros (multiplicable) - Daños: - - Efectos adicionales:
Esta técnica no podrá volver a ser utilizada en 5 turnos
(Aguante 80) Esta técnica no podrá volver a ser utilizada en 3 turnos
- Sellos: Carnero/una mano - Velocidad: Instantánea
Permite al usuario reforzar las capacidades corporales momentáneamente y realizar varios pasos e impulsos a velociades sobrehumanas. El ejecutor siempre se mueve en línea recta, ya sea por tierra o desde tierra hacia una elevación, siendo necesario en este último caso que haya un lugar donde apoyar los pies al final del recorrido. Como mínimo, el shinobi o kunoichi necesitará un apoyo por cada multiplicable. No pueden atravesarse técnicas ni otros obstáculos como armas o incluso otras personas. Si se utiliza para atacar por sorpresa, el oponente siempre sentirá al usuario antes de que aparezca debido a que la técnica mueve una gran cantidad de aire.
Los ninjas de las Tres Grandes son capaces de añadir pequeños elementos decorativos para llamar la atención de un observador al tiempo que desaparece de su vista. En Uzushiogakure, el usuario deja tras de sí pétalos de cerezo. En Kusagakure, hojas mecidas por el viento. En Amegakure, una suave neblina.
¤ Ushi no Totsugekii ¤ Embestida del Toro - Tipo: Ofensivo - Rango: C - Requisitos:Taijutsu 25 - Gastos: 30 CK - Daños: 50 PV - Efectos adicionales: - - Carga: 3 - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones: 5 metros
Esta técnica consiste en acumular una gran cantidad de chakra visible en la pierna y el puño de un lado del cuerpo, impulsándose con la pierna cargada de chakra y golpeando con el puño, liberando todo el chakra que tenía acumulado. Es posible realizar la técnica una segunda vez, utilizando las extremidades del otro lado, aunque el gasto de chakra puede agotar al ejecutor.
Alterador (Jolt Counter): En esta versión el usuario divide el chakra que potenciaría una pierna entre ambas, utilizando una de ellas para impulsarse un máximo de 2 metros hacia atrás antes de utilizar la otra para impulsarse un máximo de 3 metros hacia adelante y golpear.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Rōga pudo ver una sombra, la cuál se aproximaba a toda velocidad contra él. "He desperdiciado demasiado chakra." Y eso le iba a salir caro. "Con la fuerza que tiene y esas cadenas en los brazos, llevas las de perder en un duelo mano a mano. Más aún ahora que parece que ha ampliado su estilo de pelea." Debía ser más listo. "No queda otra salida, aunque tu chakra quedará más partido que un pastel de cumpleaños." Cerró los ojos.
El golpe dió de lleno en su rostro y dejó que la fuerza le llevase hacia atrás, aunque en realidad había tomado impulso con sus piernas dando dos saltos mortales hacia atrás para alejarse de su contrincante. Pero algo pasó, y es que Daigo empezaría a sentirse mareado mientras Rōga hacía su marometa. Oh sí, el cascabel que había amarrado inicialmente a su mano al inicio del combate ahora iba a servirle.
El lobo no era tan grande y fuerte como el tigre, pero su astucia era una carta que no podía desperdiciar.
¤ Genjutsu: Beru no Narasu ¤ Técnica Ilusoria: Tintineo del Cascabel - Tipo: Apoyo (Genjutsu auditivo) - Rango: C - Requisitos:Genjutsu 30 - Gastos: 16 CK (divide regeneración de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: (ver descripción) - Sellos: - - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: El cascabel debe encontrarse a menos de 5 metros de la víctima
El usuario infunde un cascabel con su chakra para hacerlo emitir ondas de sonido cargadas con esta técnica. El sonido provoca una hipnosis en el oponente que lo induce en el jutsu y le produce, inicialmente, un pequeño mareo, desequilibrio, y una sensación de ruido elevado muy molesto. Después, cada vez que el usuario haga sonar ese mismo cascabel, el sonido aturdirá al oponente haciéndole ver múltiples copias de su adversario, y afectando a sus capacidades motrices. La ilusión termina cuando el oponente sufre una cierta cantidad de daño, y no podrá volver a ejecutarse desde el mismo instrumento. Para hacer sonar el cascabel es necesario un estímulo externo, para lo que el ejecutor de la técnica deberá utilizar otros recursos.
¤ Bandana ninja(Atada al cuello) ¤ Portaobjetos básico(En la pierna izquierda ~ 8/10)
Shuriken x2
Kunai x3
Hilo Shinobi
Otodama
Paquete de 5 cascabeles (4 restantes)
¤ Juego de ganzúas(Ocultas a lo largo del forro de la bota derecha) ¤ Gun'yō Megane(Cabeza) ¤ Kusari(Sepa putas) ¤ Otome(Espalda)
El puño de Daigo impactó en la cara de Rōga, haciendo que saliera disparado hacia atrás, aunque no sin control, pues el amejin utilizó el impulso para alejarse dando varias volteretas.
El boxeador intentó seguirlo, pero en seguida sintió un fuerte mareo que fue precedido por el tintineo de un cascabel. Probablemente podría haber atribuido su mareo a la falta de chakra, pero el chico ya conocía aquella técnica y eso le obligaba a tomar una decisión difícil.
«Ya sabía que King-san sabía Genjutsu, pero...»
Con la poca cantidad de chakra que le quedaba, Daigo casi podía sentir una soga cerrándose en su cuello. Había recibido demasiado daño durante la pelea y para colmo no podía técnica.
—Je. No me dejas elección —dijo, mientras cerraba sus esposas en una de sus muñecas, haciendo que su aura desapareciera en un instante, junto con los efectos del Genjutsu.
Rápidamente el chico cogió una píldora y se la llevó a la boca antes de levantar la guardia, jadeando. Había hecho un movimiento muy arriesgando para lo poco que se había movido, y tenía que hacer que contara.
"¿Pero que verga hace?" Parpadeó varias veces, incrédulo al ver como Daigo mismo se colocó las esposas en su brazo izquierdo. "Nunca lobo hubiese imaginado, que haría algo como eso para evitar caer en mis técnicas ilusorias." Sin embargo sabía que si bien no podía afectarlo de nuevo, ahora tenía las dos manos libres.
—Espero que no te arrepientas— Su diestra se fue a la cincha de Otome y la desabrochó, tomándola con ambas manos. —¡YEAAAAAH!— Cargó de frente a gran velocidad hasta Daigo.
Daigo había perdido su aura y aún tenía el cansancio encima, en cambio el Lobo acababa de recuperar la forma, invirtiendo la situación de tal manera que el lobo no era más que una amenazante sombra para Daigo.
—¡NO DEJARÉ QUE TE LIBRES TAN FÁCIL!— Abanicó el hacha hacia el costado de Daigo, pero no con toda la fuerza sino únicamente la suficiente para causar corte a la altura de sus costillas o bien su brazo en caso de que intentase bloquearlo con las cadenas que tenía atadas.
Estado de Rōga
PV
75/225
– CK
17/245
–
+5
–
(Yoroi Activa)
Daños causados: 30 PV Corte con Otome Accciones Ocultas:
Daigo sonrió, nervioso. Sabía que no había manera de que Rōga le fuera a dar tregua y mucho menos ahora que estaba tan exhausto, pero no se esperaba que finalmente decidiera utilizar esa extraña hacha que llevaba encima.
«Vamos, Daigo, tú puedes».
Cuando el Lobo echó a correr, el Tigre apenas lo pudo ver como una sombra debido a la técnica que este utilizaba, ¿o era debido al cansancio que él mismo llevaba encima? Fuera lo que fuera, no podía pensar en el motivo. De hecho, apenas tenía una fracción de segundo para pensar.
«Tengo chakra. ¡Todavía tengo chakra!»
Concentró una gran cantidad de chakra en sus piernas pensando que con un Jolt Counter debería bastar para evitar su ataque, pero...
«¡No se mueven!»
Antes de que pudiera pensar en algo más, Rōga ya estaba frente agitando su arma contra las costillas del peliverde, que intentó defenderse con su brazo, pero no llegó a tiempo.
—¡Agh! —Ahogó el quejido cuando el metal atravesó su piel. No tenía tiempo para quejas, y por suerte la herida no era lo suficientemente profunda como para ser realmente grave. Rōga se ocupó de ello.
Volvió a alzar los brazos en guardia. No tenía espacio y no podía mover sus piernas para crearlo. No tenía tiempo para pensar, pero tenía que aguantar. Tenía que aguantar un segundo más antes de poder atacar de nuevo.
Seguía mirando a Rōga mientras sonreía, retándolo. Resistir era su última esperanza. Ahora era todo o nada.
Y a pesar del corte, Daigo mantuvo entereza y desafiante. Pero Róga tuvo un mal presentimiento al ver que su compañero peliverde no reaccionó adecuadamente ante su ofensiva. "Oh no" Pero el cachorro no le iba a dar más tiempo.
A gran velocidad le bordeó y se posicionó tras su espalda y entonces pasó lo inimaginable.
Daigo sentiría el frío del acero en su cuello.
Pero por suerte, nada más que eso, frío. Pues no había llegado a cortar ni la más fina capa de su piel.
—Creo que ya ha sido suficiente — Comentó Rōga desde atrás. —Es un duelo al final de cuentas — Bajaría el arma y desvanecería su aura relampagueante. —Sé que no te vas a rendir y que preferirías que te noquease pero, realmente no quiero seguir peleando si eso implica ganar a costa de mandarte al hospital — Suspiró.
En tan solo un suspiro, Rōga consiguió rodear al peliverde y situarse a su espalda, amenazándolo con el filo de su arma. Pero lo que no se esperaba es que Daigo reaccionara ante aquello, levantando la zurda mientras concentraba una gran cantidad de chakra fūton en la punta de sus dedos.
Aún así, el peliverde bajó la mano incluso antes de que su rival se lo indicara. Ya era suficiente, y aunque usualmente le encantaría pelear hasta el final, ya tendría ocasiones de sobra para medirse con él.
Daigo rio.
—Claro, claro. No estoy loco. Sé cuando es hora de parar —dijo mientras se giraba.
Claro que sabía cuando parar, aunque eso no significaba que siempre lo hiciera, o que lo hiciera las mayoría de las veces siquiera. Por algún motivo al chico siempre le gustaba excederse un poco más de la cuenta.
—Pero tú no. ¿Qué es eso de utilizar un hacha, eh? —le dio un puñetazo muy flojo en el pecho y rio de nuevo—. Bromeo. Ha sido un gran combate.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Rōga se tensó cuando vio a Daigo acumular aire. Había desactivado su técnica que le brindaba velocidad y en su estado actual no iba manera de que pudiera defenderse contra ella, ya que realmente no estaba dispuesto a cortar la garganta de su amigo. "Fūton..." Aquello le dejó perplejo, pues si el boxeador realmente sabía manejar aquel elemento pudo haberle puesto en apuros desde mucho antes. Tragó algo de saliva, pues se dio cuenta de que Daigo podía ser mucho más peligroso de lo que él pensaba.
Cuando Daigo le recriminó por usar el hacha, este se puso tenso y abrió los ojos ojos mientras se mordía el labio inferior, para luego fruncir el ceño luego del suave golpecito y decirle que era broma.
—YOU DAMN IDIOT!— Se levantó las gafas y luego le pegaría una serie de tres puñetazos de mentira en el pecho. La verdad si se sentía algo mal por haberle hecho un corte; no le gustaba dejarse llevar por el deseo de victoria pero le costaba demasiado controlarse en ese aspecto.
—Bah, como sea — Se giró para darle la espalda y se ajustó nuevamente el hacha en la espalda, mientras iba a recoger sus demás objetos que habían quedado tirados en la plataforma. —Igual, nos acabamos de recuperar de la primera ronda y no sería bueno volver a herirnos antes de empezar la segunda— Se llevó las manos tras la nuca y bostezó.
—Sí. Fue un gran combate — Se volteó y sonrió. —La verdad fue divertido. Es mejor así, sin tener presión en el pecho — Aquella última frase podía esconder muchos significados. —¿Vamos juntos a la clínica? Creo que a los doctores no les va a agradar para nada vernos de regreso tan pronto Wahahahahah— Se burló mientras enseñaba su dentadura.
—Calma, calma —decía Daigo entre risas, mientras levantaba sus manos para defenderse de una lluvia de pequeños golpes de mentira.
Sabía que Rōga era la clase de personas que se preocupaban mucho por los demás, aunque no lo aparentaba en lo absoluto. Quizá por eso le caía tan bien a Daigo.
El amejin se giró para ajustarse el hacha en la espalda y recoger sus cosas. Mientras tanto el peliverde comprobaba que ya podía mover las piernas.
«Qué alivio. Casi me había preocupado» sí, pero sin el casi.
Luego, el chico se giró y le sonriente a Daigo lo mucho que se había divertido.
—Sí. Así sí que da gusto pelear —contestó, para luego echarse a reír—. Me da la impresión de que los médicos van a acabar por acostumbrarse a muuuuucho a vernos.
Con su duelo ya resuelto, los rivales se marcharon al hospital, donde —de nuevo— tendrían que pasar un tiempo antes de recuperarse, solo para volver allí a la semana siguiente, después de la primera ronda.
Pero así eran ellos: cabezones hasta el final.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!