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**Sasagani Yota** · 28/07/2017, 16:36

Así fue como ambos abandonamos la habitación de aquel lugar donde pudimos pasar la noche.

En la calle nos reunimos con Setsuna antes de que perdiese la paciencia. si había algo que odiase con todas sus fuerzas era que la hiciesen esperar o que la retrasasen. La mujer había planificado la ruta al milímetro y si había dicho que iríamos a Yachi significaba que no nos iba a sobrar ni un solo minuto para que cuando llegásemos a Yachi el sol se escondiese.

— Ah, ya estáis aquí. Vamos, vamos, nos espera un largo jornal

Sin más preámbulos, se puso a caminar y nosotros tras ella. Aunque daría cualquier cosa por ella, era una mujer de pocas palabras, las justas y necesarias como ella solía decir ella misma.

— Oye... ¿Por qué nosotros? Quiero decir, no tenemos ni un año de vida como gennins y sin embargo Kenzou-sama nos quiere allí representando a Kusagakure, ¿Las demás aldeas han hecho lo mismo?

— ¿Y como quieras que lo sepa? Desconozco como actúan las demás aldeas. Lo que si puedo decir es que si Kenzou-sama se ha fijado en vosotros es por algo. Ha visto algo en vosotros. A Daigo no le conozco pero tu, Yota, eres capaz de hacerlo bien. Aunque como dices, hace poco que eres gennin, tu entrenamiento ya ha dado sus frutos, eres bueno, ahora solo queda que lo demuestres en el torneo, ¿Podrás hacerlo?

Hubo un leve silencio antes de emitir cualquier respuesta.

— Supongo... — contesté finalmente encogido de hombros. — Supongo que el caso de Daigo será... cuanto menos similar, podríamos entrenar antes de que den comienzo la peleas, ¿No crees?

— Eso estaría bien, sin duda, me encantaría poder presenciarlo

**Tsukiyama Daigo** · 30/07/2017, 01:58

Ambos chicos salieron del local y se encontraron con Setsuna en la salida, lista para partir a Yachi.

— Ah, ya estáis aquí. Vamos, vamos, nos espera un largo jornal.

Entonces, la mujer empezó a caminar frente a los muchachos, que caminaban tras ella.

— Oye... ¿Por qué nosotros? Quiero decir, no tenemos ni un año de vida como gennins y sin embargo Kenzou-sama nos quiere allí representando a Kusagakure, ¿Las demás aldeas han hecho lo mismo?

Yota parecía tener exactamente las mismas dudas que el peliverde llevaba arrastrando desde el inicio del viaje, o incluso desde mucho antes.

Supongo que es normal que tengamos esas dudas, solo somos novatos...

El chico miró a un lado avergonzado de sí mismo y de su desorbitado miedo a participar en el torneo.

No sé qué tan fuerte es Yota-kun, ¿pero yo? En verdad dudo que yo esté a la altura...

— ¿Y como quieras que lo sepa? Desconozco como actúan las demás aldeas. Lo que si puedo decir es que si Kenzou-sama se ha fijado en vosotros es por algo. Ha visto algo en vosotros. A Daigo no le conozco pero tú, Yota, eres capaz de hacerlo bien. Aunque como dices, hace poco que eres gennin, tu entrenamiento ya ha dado sus frutos, eres bueno, ahora solo queda que lo demuestres en el torneo, ¿Podrás hacerlo?

Tan solo hubo silencio antes de la respuesta de Yota.

—Supongo... —dijo y se encogió de hombros—. Supongo que el caso de Daigo será... cuanto menos similar, podríamos entrenar antes de que den comienzo la peleas, ¿No crees?

—Uhh... —no tenía la menor idea de qué decir.

—Eso estaría bien, sin duda, me encantaría poder presenciarlo.

—¡Claro! —Respondió con una marcada sonrisa nerviosa—. Si quieres, podríamos entrenar en cuanto lleguemos. Y así podré comprobar si en verdad estoy preparado...

**Sasagani Yota** · 31/07/2017, 17:37

Se le vio ligeramente dubitativo ante mi ofrecimiento aunque solo hizo falta que Setsuna dijese que era una buena idea para que el tipo disipase sus dudas y se ofreciese a pelear nada más llegar. En el fondo nos iría bien a ambos para ir calentando motores de cara al torneo en el que se había convertido ya casi en una obligación el dar una buena sensación y hacer que Kenzou-sama y la propia Kusagakure se sintiesen orgullosos de sus ninjas.

— Bien, bien, entonces no se hable más. Antes de que empiece la primera ronda entrenaremos

Setsuna sonrio.

···

Aquel día pasamos la noche en Yachi, incluso probamos la sopa de calabaza del lugar, ¡Era deliciosa! Con razón eran tan famosas y todo el mundo en Oonindo había oído hablar de ellas. No era para menos, desde luego. El día siguiente ya pusimos destino hacía el lugar en el que se iba a celebrar el torneo: El Valle de los Dojos.

— Bueno, a partir de aquí debéis continuar vosotros. Los que no participamos solo podemos entrar los días que se celebran las peleas. Yo me quedaré por aquí cerca y vendré a veros en vuestros combates

— ¿Q-qué? ¡Es injusto! ¿quién me ayudará con el entrenamiento allí? ¡Tienes que venir!

Estaba furioso, aquello era una estupidez.

— Daigo seguro que está encantado de echarte un cable. Izumi y Juro seguramente también. A fin de cuentas estas cosas también son labores de los compañeros de equipo; ellos te ayudan y tu les ayudas

Chasquee la lengua ligeramente asqueado.

— Es esa fortificación de allí. Recordad enseñarles la carta de Kenzou-sama a los guardias

— Sí, sensei

**Tsukiyama Daigo** · 1/08/2017, 00:44

El grupo pasó la noche en Yachi antes de continuar su viaje al valle de los dojos, pero no sin antes probar la asombrosa sopa de calabazas tan propia del lugar.

¡Qué rica que estaba!

A la mañana siguiente el grupo retomó su viaje al valle de los dojos. Ya quedaba muy poco camino y deberían llegar antes del anochecer si no ocurría ningún imprevisto, excepto Setsuna, que no podría continuar junto al grupo.

—Bueno, a partir de aquí debéis continuar vosotros. Los que no participamos solo podemos entrar los días que se celebran las peleas. Yo me quedaré por aquí cerca y vendré a veros en vuestros combates.

—¿Q-qué? ¡Es injusto! ¿quién me ayudará con el entrenamiento allí? ¡Tienes que venir!

Replicó Yota, inconforme.

—Daigo seguro que está encantado de echarte un cable. Izumi y Juro seguramente también. A fin de cuentas estas cosas también son labores de los compañeros de equipo; ellos te ayudan y tu les ayudas.

—No se preocupe, lo ayudaré en todo lo que pueda.

—Es esa fortificación de allí. Recordad enseñarles la carta de Kenzou-sama a los guardias.

Luego de despedirse de Setsuna, Daigo rebuscó la carta de Morikage-Sama en su bolso y esperó a Yota para dirigirse hacia los guardias.

**Sasagani Yota** · 2/08/2017, 01:24

—No se preocupe, lo ayudaré en todo lo que pueda.

— Jeh, gracias, Daigo

Me caía bien el tipo, pero ahora me enfrentaba a algo que jamás había tenido que enfrentar y es que siempre ya fuese con mamá o con Setsuna había estado con ellas. Era el primer día de mi vida que estaría sin ellas y se me hacía realmente extraño, ¿Formaría parte aquella de algún tipo de entrenamiento? Buena pregunta, desde luego, pero carecía de una respuesta.

— Bueno, vamos, tengo ganas de ver como será nuestro hotel o lo que sea que haya preparado la aldea

Con aquel grito de guerra, por decirlo de algún modo, reanudamos la marcha en dirección a la única población visible en el horizonte. No tardamos en llegar a la entrada, custodiada por guardias, tal y como era de esperar.

— Identificación y motivo de ingreso

— Ehmmm, si, aquí está... — dije mientras sacaba la carta que nos acreditaba como combatientes del torneo de los dojos — Venimos de Kusagakure. Somos combatientes del torneo. Vamos Daigo, enseñale la tuya

**Tsukiyama Daigo** · 2/08/2017, 21:51

Bueno, vamos, tengo ganas de ver como será nuestro hotel o lo que sea que haya preparado la aldea

En cuanto Yota reanudó el paso, Daigo caminó tras él, siguiéndolo hasta la entrada de la ciudad, pero por cada paso que daba hacia el frente, sus pies intentaban dar dos hacia atrás. Ahora que estaba tan cerca del lugar, se empezaba a poner verdaderamente nervioso.

Vamos, Daigo, si ya estás en frente del Valle, solo tienes que poner un pie delante del otro y llegarás antes de darte cuenta.

El chico se concentró tanto en superar sus nervios que no se dio cuenta de que ya habían llegado a la entrada

—Venimos de Kusagakure. Somos combatientes del torneo. Vamos Daigo, enseñale la tuya

—Sí, uhhh... —Rebuscó la carta en su bolsa sin darse cuenta de que ya la tenía en la mano—. Tenga.

Le mostró la carta al guardia, prácticamente escondiendo su cara tras ella

**Sasagani Yota** · 3/08/2017, 00:20

— Bien, bien, Sasagani Yota, ¿Eh? Puedes pasar. Los de Kusagakure residiis en Kitanoya, en la plaza principal teneis un mapa informativo.

Misión cumplida, ya estaba dentro y ahora solo me quedaba encontrar nuestra residencia pero...

— Falta el motivo de ingreso — respondió el guardia cuando Daigo le enseñó al carta.

Los ojos del guardia se posaron encima de los del gennin el cual no había respondido a aquella pregunta todavía. De hecho, podría sentir la presión del vigilante como la espada de Damocles sobre su ser, el cual, por cierto, no tenía cara de buenos amigos precisamente, más bien tenía un semblante completamente serio. Al final, eran samurais y eran gente extremadamente dedicada. Claramente distintos de nosotros, los ninjas.

**Tsukiyama Daigo** · 3/08/2017, 00:41

—Bien, bien, Sasagani Yota, ¿Eh? Puedes pasar. Los de Kusagakure residiis en Kitanoya, en la plaza principal teneis un mapa informativo.

Perfecto, ya había pasado la parte más difícil: presentarse. Ahora tan solo tenía que llegar hasta Kitanoya y encerrarse allí hasta que llegue el día de inicio del torneo.

Pero cuando Daigo se dispuso a entrar y dirigirse directamente a su habitación, el guardia lo detuvo haciendo uso de únicamente su voz y un porte lo suficientemente serio para inspirar respeto en el muchacho.

—Yo... también vengo de Kusagakure, como combatiente en el torneo...

**Sasagani Yota** · 3/08/2017, 01:05

— Ya veo, puedes pasar. Suerte en el torneo, muchachos

Con ello, el guardia se apartó y dio paso al rezagado Daigo que ya debía estar algo más relajado tras aquel breve momento de tensión en el que yo pude entrar y él seguía teniendo al vigilante entre él y aquella aldea dejada de la mano de Rikudo. Lo cierto es que por un momento yo tampoco las tuve todas conmigo. Menos mal que finalmente pudo entrar.

— Bueeeeeeno, ya estamos dentro, Daigo-kun. Igual deberíamos ir a dejar las cosas y ver qué tal está nuestro hotelito — dije dándole un par de palmaditas en la espalda. Pensé que aquel gesto le tranquilizaría un poco.

— Luego podríamos ir a echar un vistazo a la aldea o ir a tomar algo o qué sé yo..

Di una rápida ojeada a lo que se posaba ante nuestros ojos. Era mediodía, quizás un poco más tarde y la aldea estaba bastante repleta de gente yendo de arriba a abajo. Los más rezagados incluso seguían haciendo uso de las terrazas mientras acababan de comer o tomaban el té. Habían también lugares en los que tomar algún que otro dulce típico del lugar. También había lugar para los locales en lso que se comerciaba con casi cualquier tipo de cosa: Tiendas de armamento, tiendas de comida para los lugareños, de obsequios, de objetos típicos del lugar... Vamos, que la cosa estaba en plena actividad y al fondo se alzaba un gran edificio que parecía ser el estadio donde se celebrarían los combates.

— Vaya... ¿Será eso..? Ya sabes

**Tsukiyama Daigo** · 4/08/2017, 23:05

—Gracias...

En cuanto el guardia le dejó paso, Daigo pasó por la puerta lo más rápido que pudo para evitar estar más tiempo frente a la escalofriante mirada de aquel guardia.

—Bueeeeeeno, ya estamos dentro, Daigo-kun. Igual deberíamos ir a dejar las cosas y ver qué tal está nuestro hotelito. —Dijo Yota dándole un par de palmadas en la espalda a Daigo.

—Sí, claro, vamos. —Respondió algo más relajado.

—Luego podríamos ir a echar un vistazo a la aldea o ir a tomar algo o qué sé yo..

Ambos chicos echaron un rápido vistazo a su alrededor, pudiendo ver una gran cantidad de gente yendo de aquí para allá, edificios de varios tipos, restaurantes, armerías, pero sobre todo podían ver dojos.

—Vaya... ¿Será eso..? Ya Sabes.

Sin duda alguna Yota se refería al gran edificio que sería el estadio para el torneo de los dojos.

—Es enorme... —dijo impresionado—. Seguro que allí dentro caben miles de personas.

De pronto, el chico sintió un leve mareo. La sola idea de estar allí dentro peleando ante tanta gente era muy diferente ahora que podía ver lo grande que era el estadio.

Era muy diferente porque ahora ya no le asustaba aquella idea, no...

Ahora le aterraba.

—Uhhh... ¿Te parece si vamos ya a dejar las cosas en las habitaciones? —sugirió—. Creo que el viaje me ha dejado exhausto...

**Sasagani Yota** · (Última modificación: 5/08/2017, 01:07 por Sasagani Yota.)

—Es enorme... —dijo dentro de su asombro—. Seguro que allí dentro caben miles de personas.

*No sé si me acojona más que nos vea tanta o que dentro de toda esa gente que llenará el estadio estará el mismísimo Morikage*

—Uhhh... ¿Te parece si vamos ya a dejar las cosas en las habitaciones? —sugirió—. Creo que el viaje me ha dejado exhausto...

— ¿Eh? ---- dije mientras volvía al mundo real desde las fantasías de mi imaginación — Sí, sí, claro... pero antes habrá que ir a ver el mapa para saber donde es. El guardia dijo que en esa plaza había uno

Con un movimiento de mano sugerí que reanudásemos la marcha hasta aquella plaza céntrica que parecía ser el núcleo de la aldea. De ella surgían las demás calles que a su vez darían entrada a otras calles y así sucesivamente. Pero la plaza era el punto céntrico o esa sensación daba.

— Creo que es allí

Y efectivamente. Había un plafón que se mantenía vertical, dando la espalda a una fuente decorativa en el cual se dibujaban todas y cada una de las calles del lugar.

— Esto... ¿Como dijo que se llamaba el sitio que habían reservado para los de la aldea?

**Tsukiyama Daigo** · 5/08/2017, 01:18

—¿Eh? Sí, sí, claro... pero antes habrá que ir a ver el mapa para saber donde es. El guardia dijo que en esa plaza había uno.

Y sin más, ambos chicos se dirigieron a la plaza que parecía ser el centro de todo el lugar. No fue demasiado difícil encontrarla, pues todas las calles parecían llevar al mismo punto.

—Creo que es allí. —dijo Yota en cuanto se situaron frente a un tablero.

En aquel tablero estaban dibujadas todas las calles y edificios del lugar.

—Esto... ¿Como dijo que se llamaba el sitio que habían reservado para los de la aldea?

—Creo que era... —Empezó a deslizar su dedo por el mapa, intentando acordarse del nombre del hotel—. Aquí, en Kitanoya.

**Sasagani Yota** · 5/08/2017, 01:32

— Ah, si, eso es, ¡Kitanoya! — al igual que mi compañero fui resiguiendo el camino que unía los dos puntos como si aquello ayudase en algo — Vale, entonces, deberíamos tomar... ¡Esa calle! Si creo que es esa. No tiene perdida

Pronuncie las palabras mágicas "no tiene perdida". Ahora era seguro que íbamos a perdernos aunque, aquello debería ser la excepción que cumplía la regla. Realmente el camino carecía de confusión posible pues había que ir hasta el final de la calle que había dibujado con el dedo, la única complicación era tomar la calle correcta, ¿Lo haríamos? Pronto lo descubriríamos.

— Venga, en marcha, Daigo-san —

Saqué uno de mis caramelos de fresa de la petaca, de esos de un rojo intenso y me lo llevé a la boca. acto seguido caminaríamos por esa calle, no nos llevaría más de unos 10 minutos llegar al final, siempre y cuando llevasemos un paso normal, ni lento ni rápido. Dicho y hecho. Al final de esa calle encontramos el edificio y en el cartel informativo encima de la puerta se podía leer claramente Kitanoya.

— Bueeeeeeno — dije, tras dar una palmada en la espalda de Daigo — Parece que al final hemos llegado, compañero

**Tsukiyama Daigo** · 5/08/2017, 02:00

—Ah, si, eso es, ¡Kitanoya! —dijo Yota, trazando con su dedo el camino que tendrían que seguir hasta Kitanoya—. Vale, entonces, deberíamos tomar... ¡Esa calle! Si creo que es esa. No tiene pérdida.

"No tiene pérdida", aquella endemoniada frase. La última vez que Daigo escuchó esas tres palabras juntas, las dijo su padre, y acabó por dar vueltas sin rumbo en su propia aldea hasta el amanecer.

—Venga, en marcha, Daigo-san.

Ambos chicos caminaron durante no más de diez minutos, tiempo que Daigo utilizó en memorizar el camino que habían tomado para poder volver en caso de perderse. Aunque aquella no era una tarea muy difícil, pues el camino era todo recto.

—Bueeeeeeno, Parece que al final hemos llegado, compañero —dijo Yota, tras darle una palmada a Daigo en la espalda.

—Sí, que suerte que escogimos el camino correcto —dijo el peliverde, aliviado—. Bueno, no tardemos más, vamos dentro.

Luego de apresurar a Yota, Daigo se dirigió al hotel. Ahora sólo quería ducharse y tomar una larga siesta de un par de días.

**Sasagani Yota** · 5/08/2017, 02:11

— Sí, vamos

Los dos gennins no se demoraron más y cruzaron el umbral de la puerta que daba al hall de un lugar que transmitía una paz como las que uno solía encontrar por los bosques cercanos a Kusagakure. Se había cuidado hasta el más mínimo detalle y tras un pequeño mostrador una mujer de avanzada edad que se ayudaba de su fiel bastón de madera de roble atendía a los clientes, por aquella época a la gente de Kusagakure que participaba en aquel evento anunciado a los 4 vientos.

— Buenas — dije una vez estuvimos cerca de la anciana — Somos Daigo y Yota, combatientes del torneo

— Oh sí, os estaba esperando shinobis jia jia Acompañadme, por favor. Os acompañaré hasta vuestras habitaciones

Y así, al paso de aquella anciana con una peculiar risa y una larga cabellera repleta de edad y canas, muchas canas avanzamos hasta el pasillo de las habitaciones hasta detenernos en la primera.

— Esta es la tuya, Yota jia jia Espero que disfrutes de nuestra aldea

— Perfecto, gracias. Nos vemos luego, Daigo

Daigo y la anciana siguieron caminando, cada vez con más lentitud, hasta llegar a la sexta puerta.

— Y esta es la tuya jovencito jia jia