Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#31
—Hombre, ya que estamos. Mejor ir apagando el fuego también, ¿no?— contestó ante la pobre afirmación del auto proclamado fénix.

Si, muy bonito lo de salvar a los aldeanos. ¿Cómo demonios planeaban hacerlo? Él no iba a cansarse de repetirlo, él no era el que servía de apoyo. "La mejor opción sería cortar los bambúes de la zona circundante para aislar el fuego y evitar que se siga propagando." A falta de agua pues tenía el cerebro. Sin embargo, primero debían detener a aquel que inició el fuego para cortar el problema de raíz.

La shuriken desvió la flecha, estallando esta lejos de la caja trampa.

—¡Akame! Quién quiera que esté disparando está usando cuerdas atadas a los bambúes a manera de arco— Intentó divisarlo en medio de la humareda.

La silueta se movía... no tan rápido. Grácil para el promedio civil, pero no tanto cómo un shinobi entrenado. Podría decirse, que tenía la misma velocidad que Rōga. El clon de sombras no tardaría en darse cuenta que la silueta llevaba un carcaj ya preparado en la espalda, con pirotécnicos atados a cada flecha. Portaba en la mano un incienso aromático que le servía para prender los proyectiles, mientras él lo único que tenía que hacer era sacar la flecha, prender la mecha y lanzarla desde las cuerdas previamente preparadas en puntos estratégicos en línea recta hacia las cajas. Disparaba y corría, sin riesgo a quedarse en una misma posición.

Su altura tampoco era exagerada, siendo probablemente otro jodido pre adolescente más en la olla del caldo. El humo no dejaba verle, ¿o era tan mugriento que la silueta era en realidad él mismo?

***

Ella soltó una pequeña risita, traviesa cómo el ratón que se escabulle en las esquinas. No, no era que le hiciera gracia la broma de Akame, sino más bien el cómo se sentía.

—Veo que alguien olvidó el "por favor" en casa, pero ya ni que— Haló de sus cabellos dejando que el viento se encargara de colocarlos nuevamente en su lugar, cómo si el aire le peinase luego de haberse alborotado levemente tras la corta carrera del Uchiha. —Originalmente yo era la hija de una acaudalada familia en Tane-Shigai, pero, a mis padres no les agradó mucho que su heredera naciese ciega. Fue entonces, que la itako mayor de la montaña Murasame profetizó a mis padres que yo nací así porque un dios me eligió para ser su protegida. Mis padres, creyendo de que yo no iba a ser capaz de manejar la agenda política de mi estirpe, aceptaron el trato de entregarme para convertirme en una chamán cuando cumpliese diez años.

»Es así, que pese a ser criada cómo una dama de la nobleza, fui traída aquí para recibir el adiestramiento chamánico de las itako.

»Mi comida fue reducida, he aprendido a escribir de memoria, además de memorizar los sutras sagrados.


Sus ojos se mantenían fijos en el vendado, mientras sus pequeños labios se movían de forma autómata.

—Durante los últimos cien días de mi entrenamiento, pasé los meses del invierno, bañándome en un ritual de purificación bajo una cascada, sin tener permiso para dormir. Estoy hasta la coronilla de esto. Pero, se suponía que debió haber culminado en la primavera, realizando mi nombramiento oficial como itako durante Bienvenida; hasta que alguien, quiso secuestrarme— no movió ni las cejas al decir aquello. —Una noche antes de la procesión, asesinaron a tres de las itako ancianas, intentando buscarme entre el valle del Gallo Dorado. Pero yo pude sentir las intenciones de quienes me buscaban, y me escondí en el templo perdido antes del incidente. Fue por ello, que mi ascensión se pospuso a esta fecha, aunque parece que nuevamente ha habido un cambio de planes— se giró suavemente mientras se levantaba, dándole la espalda a su interlocutor mientras ella alzaba la cabeza hacia la nada en las alturas. —Se supone, que mi boda es con el dios que me ha elegido. Debo hacer un ritual y lograr entrar en un trance que me permita comunicarme con él. Si no lo logro, me obligarán a suicidarme.

»Ni quiero que me secuestren ni quiero tampoco que me obliguen a estar solterita por el resto de mis días.

Desentonó el cuento con aquella última frase, echando a reír.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

~Ausente los fines de semana~
Responder
#32
El Uchiha no hizo el menor caso a los sarcasmos de Rōga; él mismo no disponía de ninguna técnica de Agua ni algún otro jutsu que pudiera ser inmediatamente útil en esa situación, de modo que la opción más eficiente era tratar de ponerle freno al incendiario rápidamente. Y eso sí que podía hacerlo.

Tú te encargas de los porteadores, yo del pirómano —le dijo al de la Tormenta, y sin darle mucha opción a protestar, el Kage Bunshin se lanzó a la persecución del tipo del carcaj.

Su velocidad era claramente superior a la del tirador, de modo que Akame confiaba en poder llegar hasta él rápidamente si tenía el camino despejado. El humo era un problema, en efecto, pero nada que un ex jōnin no pudiera solventar. Su mano zurda formó el sello del Carnero, y el Kage Bunshin pegó un gran soplido que se llevó por delante la cortina de humo que aquel pirómano estaba usando a su favor. Con el campo clareado, el Uchiha trató de usar su velocidad superior para llegar hasta el enemigo y enfrentarle.


¤ Fūton: Soyokaze no Jutsu
¤ Elemento Viento: Técnica de la Brisa Ligera
- Tipo: Apoyo
- Rango: D
- Requisitos: Fūton 20
- Gastos: 12 CK
- Daños: -
- Efectos adicionales: Desvía el rumbo en medio del aire
- Sellos: Carnero (una mano)
- Velocidad: Rápida
- Alcance y dimensiones:
  • Desvía al usuario 3 metros de su rumbo en mitad de un salto o una caída, en línea recta.
  • (Fūton 80) El usuario puede desplazarse parabólicamente.
Escupiendo un fino pero concentrado chorro de aire desde su boca, el usuario es capaz de cambiar la dirección de caída o aterrizaje de un salto en medio del aire a alta velocidad durante distancias cortas. Esto le permite amortiguar caídas o incluso esquivar ataques en pleno vuelo. Esta técnica puede utilizarse sobre el suelo para disipar bombas de humo o nubes de polvo.


Por su parte, el verdadero Akame escuchaba pacientemente —ignorando los desmanes autoritarios de la muchacha— la historia de aquella que había sido exiliada de su propia familia por aquel defecto de nacimiento, y entregada a la gente de Murasame bajo la premisa de ser la elegida de un dios. «Pobre muchacha, unos la echan a escobazos de la casa y otros sólo la quieren para a saber qué tipo de extraño rito... Lo de las itako suena a secta de manual», pensaba el renegado. Sin embargo, no dijo nada, y simplemente siguió escuchando el relato.

Cuando Okawa empezó a enumerar las distintas penurias por las que le habían hecho pasar durante su "adiestramiento chamánico", Akame no pudo evitar sentir un punto de empatía por ella. Apenas era una niña y aquellos condicionamientos sonaban realmente duros, equiparables a los de un entrenamiento ninja o incluso peores en ciertos aspectos. «¿Acaba de decir que estuvo cien jodidos días sin dormir?» El Uchiha no daba crédito. «¿Y todo esto por qué, para qué? ¿Qué mierda es eso de "rito chamánico"?»

Akame entendía que algunas personas hacían pasar por todas aquellas cosas a los niños. Y, desde que su visión del mundo ninja había sufrido un vuelco y sido puesta del revés, no podía evitar sentir un profundo rechazo. «Los niños... Los niños deberían ser niños, maldita sea.» Aquellos pensamientos no hicieron sino que el renegado empatizarar más con aquella chiquilla. Y, aun así, ¿qué podía hacer él?

Por los cuernos de Susano'o, chica. Estás realmente jodida —Akame verbalizó lo evidente—. Supongo que no tienes idea de quiénes son esos que intentan secuestrarte, ¿me equivoco?
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#33
—¡Lobo al rescate!— se dirigió hacia los aldeanos encerrados entre las llamas. —Escuchen, que no podemos dejar que el fuego se siga propagando. Vamos a salir de aquí y a detener el incendio a la vez. ¿Están de acuerdo? Ya que estamos, ¿alguno de ustedes tiene algo filoso?— Preguntaría sin dar tiempo a que los otros pudiesen preguntar.

Los hombres se miraron los unos a los otros, asustados. Fue entonces cuando uno, le extendió una Kodachi que llevaba escondida en la parte trasera de sus ropajes. ¿Porqué llevaba un arma? Esa pregunta era para después.

Lo importante, es que el Yotsuki se la arrebató de las manos mientras oteaba la zona en busca de espacios donde las cajas no hubiesen detonado. Algunas cañas caían y el grupo de civiles se mantenía con miedo, pero el genin se mantenía estoico tratando de encontrar la forma de salir.

—Síganme— Indicó.

Ellos le siguieron, porque no tenían más opción. Bueno, si podían achicharrarse, pero no era agradable.

Él podía sortear con facilidad lo caído, no así los sujetos. Sin embargo, trataba de no dejarlos atrás. El arma sería envuelta en una capa de rayos, cortando el bambú cómo el cuchillo caliente a la mantequilla. Tenía en claro que debía abrir paso a la vez que cortar el combustible de las llamas.

—Salgan por aquí, pero deben volver con machetes o lo que sea para que el bosque entero no se queme. ¡Rápido!— Ordenó con toda la autoridad posible.


¤ Raiton: Chakura Nagare no Jutsu
¤ Elemento Rayo: Técnica del Flujo del Chakra
- Tipo: Apoyo
- Rango: D
- Requisitos: Raiton 15
- Gastos:
  • 6 CK (divide regeneración de chakra)
  • (Raiton 30) (multiplicable x2)
- Daños: Daño del arma + 10 PV
- Efectos adicionales:
  • Multiplicado, hace que un arma cuerpo a cuerpo sea capaz de cortar a cualquier otra.
  • (Raiton 40) La versión sin multiplicar puede usarse con armas a distancia.
  • (Raiton 80) Atraviesa técnicas Doton.
- Sellos: -
- Velocidad: Instantánea
- Alcance y dimensiones: -
Una de las ventajas del elemento Raiton es que puede ser conducido a través de las espadas y demás armas cuerpo a cuerpo para aumentar su capacidad de corte. Aunque tarda un poco en hacer efecto, si durante un choque de armas el oponente no se aparta, el filo del arma del ejecutor de la técnica acabará cortando por la mitad al filo de su contrincante. Por cada golpe, para mantener activo el flujo de chakra, el usuario debe volver a pagar el coste.

Entre tanto, Akame dispersaría la humareda, dejando finalmente al descubierto a aquel mugriento agresor, literalmente.

Era un muchacho que rondaba los catorce años, con el pelo tieso a falta de peine, pero no sucio como tal. Sus ropas de color verdoso opaco estaban extremadamente gastadas, llenas de parches, costuras y algún agujero que no pudo ser encubierto por una de esas dos opciones. Le decoraba una capa hecha con pieles de macacos y tenía la cara pintada con extraños diseños de líneas en negro, intentando servir de camuflaje. Abrió los ojos como platos al sentirse descubierto.

No tenía intención de darle la espalda a su perseguidor, por lo que se detuvo mientras intentaba llevarse la mano derecha hacia una de las dos bolsas que colgaban de su cadera. Temblaba de miedo cómo un ratón en un agujero, sabiendo que un gato le estaba esperando afuera. No contempló que le descubriesen y poco le faltaba para ponerse a llorar ahí mismo. Incluso el humo del incienso en su zurda era errático por el tembleque. ¿Como es que el culpable tenía más miedo que las víctimas?

***

La ciega alzó las cejas durante el momento de silencio de Akame, aunque al estar dándole la espalda, no se daría cuenta de ello.

Se dio la vuelta lentamente, sonriendo con curiosidad mientras el vendado hablaba.

—No sé quienes son, pero creo saber que buscan en mí— admitió con tono imponente, aunque no iba dirigido a Akame. —Parte de todo esto, es porque se supone que debo ser una guía para los demás. Las itako deben suplir los vacíos emocionales y espirituales de las personas, pero para ello yo debía madurar. Aunque, crecer a marchas forzadas me abrió un poco los ojos— que ironía en aquellas palabras. —¿Sabes? Aparte de Kiyoshi, eres el único que se ha compadecido de mi— afirmó mientras alineaba su mirada perdida justo hacia el Uchiha.

»No puedo ver, pero tengo el don de percibir las emociones de los demás a mi alrededor, cómo si fuesen mías. Es por ello que intenté subir de aquel lado de la colina, porque la curiosidad tuya y de tu amiguito al seguir la procesión era impropia de nadie que conociese la situación de Murasame. Nadie puede esconder su corazón de mí.

No creía necesario dar más detalles o explicar sus deducciones, pues si era un chico listo, daba por sentando que podría entender todas las implicaciones de sus palabras.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

~Ausente los fines de semana~
Responder
#34
«¡Upa! Alguien ha estado siendo un nene malo. Bueno, mi querido pirómano precoz, ¡es hora de darle fin a este alboroto!»

Como un rayo, el Uchiha sacó un par de shuriken de uno de sus portaobjetos y los arrojó hacia el agresor. Las estrellas metálicas trazarían sendas parábolas, una por la izquierda y otra por la derecha, hasta impactar en ambas manos del muchacho. Gracias al Sharingan —que aumentaba su ya de por sí nada despreciable destreza— Akame confiaba en poder ejecutar el tiro de forma que impidiese, aunque fuese momentáneamente, el uso de las manos a aquel incendiario puberto. También había tenido en cuenta que los proyectiles no eran reales sino meras copias, de forma que aunque todavía resultarían dañinos, era muy improbable que llegasen a causarle alguna herida grave al muchachito.

Acto seguido, se impulsó con ambas piernas para pegarse al tronco del bambú más cercano y, usando éste como soporte, saltar en dirección al muchacho para caerle encima como un ave rapaz sobre un indefenso ratoncillo. Trataría de placarle usando su peso y la pura gravedad para derribarlo; luego, agarrarle ambas muñecas para impedirle resistirse e incorporarse poniéndole la rodilla derecha en el pecho para ejercer algo de presión intimidatoria.


Bueno, siento decirte que probablemente eso no es algo que otra persona simplemente pueda hacer —replicó Akame ante las palabras de Okawa, que aseguraba que su papel en Muramase era la de ofrecer guía espiritual y emocional—. Cada uno debe buscar su propio camino, el consuelo hallado en el exterior no es más que una ilusión... La verdadera paz se alcanza desde dentro.

Si algo había quedado intacto tras la violenta muerte y resurrección del Fénix, era la convicción de que las personas sólo podían alcanzar la realización plena y gobernarse adecuadamente en la vida a través del control de los propios pensamientos y las emociones. Era por esa misma razón que Akame sentía cierto rechazo por la idea de necesitar guías espirituales, y el simple concepto cada día le generaba más incomodidad. Incluso viéndose en mitad de un mundo fuertemente arraigado a las creencias espirituales, el Uchiha no podía sino remar a la contra.

La revelación que le hizo Okawa le dejó estupefacto por momentos. «¿Realmente puede ver en el corazón de las personas?» Repentinamente, el renegado sintió un profundo vértigo; ¿qué vería ella al mirar en el suyo? No sólo en lo que sentía en ese momento, sino más al fondo, allí donde apenas llegara la luz. Akame tuvo miedo. Y entonces entendió por qué Okawa había sido elegida para ofrecer consuelo a los afligidos; «es como un médico del espíritu...»

Vaya, eso es... Sin duda una de las cosas más interesantes que he oído nunca —admitió, honesto—. ¿Quién es ese tal Kiyoshi, al que tanto nombras? Y, sobretodo, ¿de qué lado está?
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#35
El chico tomó un canchinflin de su bolsa, pero antes de poder encender la mecha fue interrumpido por las estrellas que impactaron en sus costados, obligándole a soltar sus instrumentos. Se quejó al momento, justo cuando el renegado se abalanzó en su contra y le sometió de forma tan eficiente que el pobre chico no tuvo opción a defenderse, quedando imposibilitado de hacer nada.

—¡Kijkijkij!— Sollozó con una voz tan suave y dulce, que parecía mentira que acabase de salir de esos labios secos y maltratados.

***

—No te sientas incómodo, tampoco es que lea mentes— Afirmó al notar la reacción interna del Uchiha. —Es normal que la gente piense que invado su privacidad, pero realmente necesitaría una buena sesión para ello—. Sonrío juguetona.

Fue cuando él le pregunto sobre Kiyoshi, que pasó de la alegría a la melancolía.

—Es mi único amigo, el único que no me trata cómo la gran elegida de los espíritus. Es un chico marginado del pueblo del que la gente se burla mucho por su condición. Le expliqué mi situación, y prometió ayudarme a escapar de laguna manera— Cruzó sus pies y se llevó las manos atrás de la espalda. —No sé que pretendía. Aún interrumpiendo la ceremonia no tengo a donde ir. Estoy casi segura que fue él quién atacó la procesión. En un inicio pensé que no se animaría ya que es alguien muy cohibido y temeroso, pero tengo mis dudas— negó con la cabeza. —Según me dijeron, se estima que el alcance de mi don es de unos quince metros, pero quién atacó estaba demasiado lejos. Y aún si hubiese podido identificar las intenciones de quién lo hizo, no puedo saber quién es la persona.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

~Ausente los fines de semana~
Responder
#36
Va a ser mejor que no te muevas mucho, amigo —le recomendó el Kage Bunshin. Con un seco "¡chack!" sacó un kunai oculto de su manga derecha y con la misma mano se lo colocó en el cuello al infante—. Si es que no quieres que te abra un orificio nuevo para que te de el aire en el cogote.

Con la zurda, el Kage Bunshin de Akame se dispuso a "desarmar" al muchacho, arrancándole del cuerpo aquellas bolsas con petardos y asegurándose de arrojarlas a un lado —lejos del fuego, claro—; luego hizo lo mismo con el carcaj, todo sin quitarle el acero del cuello ni la rodilla del pecho al niño. «Condenado crío, ¿qué cojones pretendía, quemar vivos a los aldeanos?»

Ya que estás, podrías darme tu nombre y tus intenciones —exigió el Uchiha—. Tienes agallas, eso no te lo voy a discutir. ¿De qué conoces a esa muchacha y por qué querías ayudarla a escapar?

El clon ni siquiera necesitaba saber lo que su verdadero yo había descubierto; era bastante evidente que la sola intención de aquel infante había sido la de provocar el suficiente caos para que la muchacha escapara, y retener a los porteadores para que nadie pudiera perseguirla. «Aunque se haya arriesgado a causar un maldito incendio por ello...» El Kage Bunshin desvió la vista un momento hacia donde se suponía que estaban Rōga y la media docena de porteadores, tratando de comprobar si estaban bien o necesitaban una mano.


«¿No lees mentes? Joder, pues se parece bastante», pensó el exjōnin, inevitablemente incómodo. Sin embargo, parecía que aquella muchacha estaba siendo honesta y que conocía bien sus poderes, de modo que el Uchiha le dio el voto de la confianza —hasta donde un ninja renegado podía, claro—.

¿Condición? —se interesó Akame—. ¿Qué condición?

El Uchiha podía imaginarse bastantes razones por las que una persona podía ser declarada non grata en un pueblo tan cerrado como aquel —que ni salía en los mapas— y donde sus habitantes parecían vivir bajo el influjo religioso de aquellas chamanas. Sin embargo, y por esa misma razón, que un muchacho considerado paria entre los suyos juntara el suficiente arrojo como para interrumpir un rito sagrado de aquella manera le resultaba tremendamente curioso al renegado.

Imagino que fue el único plan que se le ocurrió para ayudarte —aventuró Akame—. Claramente la persona responsable del ataque buscaba crear una distracción para que pudieras escapar. Un agresor que quisiera matarte, o matar a tus porteadores, lo habría tenido bastante fácil, y probablemente lo hubiera hecho sin toda esa parafernalia pirotécnica —aseguró el veterano shinobi—. Aunque, desde luego, no parece que tu amigo te haya hecho ningún favor. Sobretodo si hay un asesino suelto que va detrás tuya, a saber con qué intenciones.

Se encontraban, entonces, en una encrucijada. ¿Debía abandonar a Okawa a su suerte?

«No durará mucho en el bosque, si no la capturan quizás muera de hambre.»

¿Devolverla a su gente, sellando así el destino que le habían impuesto?

«No... Ni de coña. Si la entrego, me habré convertido en... En aquellos a los que odio. Estaré legitimando sus métodos.»

¿Entonces...?

Te ofrezco algo —dijo el renegado, tras unos instantes de instrospección—. Si no te separas de mí, puedo protegerte hasta que se nos ocurra algo. Podrías... Podrías irte de aquí, buscar suerte en otra parte. Con tus habilidades, seguro que podrías ayudar a otras personas, o...

Akame apretó los puños, impotente. Él mismo era más un fantasma que una persona, todos sus amigos y conocidos le creían muerto y no tenía mucho más hogar que Okawa. ¿Cómo demonios iba a ayudarla?
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#37
Pese a que Akame no era muy intimidante como tal, su kunai si que lo era. Y aún cuando su vida estaba dependiendo de hablar, no podía hacerlo. Quería, pero no podía. Sus ojos estaban llorosos y suplicantes. No podía hablar mientras le viesen.

El Yotsuki por su lado seguía abriendo camino, mientras las cañas caídas formaban una enorme fogata. Era mucho humo, pero al aislar el fuego tarde o temprano este se extinguiría sin llegar a mayores.

***

—Es por una tontería...— apretó sus puños con rabia. —Kiyoshi tiene una voz muy aguda, como una chica. Además de ser un huérfano que se esconde en los bosques y que solo llega a Murasame a mendigar de vez en cuando. Las burlas con el tiempo le acomplejaron tanto, que ahora padece un mutismo selectivo que le impide hablar cuando le están viendo— negó con la cabeza. —Las palabras hieren más que las espadas. Y Kiyoshi fue lastimado por ello.

Por muy fuerte que luciese, ella mantenía cierta resignación a su destino, hasta que las palabras de Akame le estremecieron.

—¿¡En serio harías eso por mí!?— sonrió dulce. Con alegría, con melancolía, con esperanza.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

~Ausente los fines de semana~
Responder
#38
¡Upa! Ya eres mío —anunció el Uchiha tras atrapar a aquel rapaz, verbalizando lo evidente. No se le pasó por alto que el chico parecía cagado de miedo, cosa normal por otra parte, pero que por algún motivo era incapaz de hablar. Un detalle de lo más curioso; Akame había estado en esa situación muchas veces, y normalmente los derrotados trataban de comprar su salvación con palabras. «¿Por qué tú no, eh?»

Tras desarmar al muchacho, el exjōnin se levantó, agarrándolo fuertemente y tratando de obligarle a incorporarse. Una vez en pie, le atrapó el brazo con una llave para inmovilizárselo tras la espalda, mientras todavía su kunai lamía la fina piel del cuello de aquel muchacho.

¿Y qué hago contigo ahora, camarada? —preguntó, como pensando en voz alta—. Bueno, ya sé. ¿Qué tal si empiezas contándome por qué demonios tenías tanto interés en ayudar a tu amiguita a escapar?

Un rápido vistazo había revelado al Uchiha que Rōga parecía tener la situación con el fuego y los porteadores bajo control, de modo que se permitió olvidarse de ello por unos momentos. Sin embargo, era consciente de que si los aldeanos volvían probablemente aquel chico tendría que responder por sus actos; y pensaba usarlo en su beneficio.

Yo que tú me quitaría la tontería de encima y hablaría rápido —enfundó el kunai y, ya con la mano libre, le calzó una buena colleja al chico—. Algo me dice que esos lugareños no van a estar demasiado contentos con el hecho de que hayas intentado prenderle fuego al bosque.


Entiendo —replicó Akame. La historia de Kiyoshi le resultaba sumamente familiar, y si ya había empatizado con Okawa por una parte, tuvo que hacerlo con el huérfano por otra. Aquel sentimiento que la muchacha vidente probablemente percibiría era tan nuevo para él como para ella; en sus días de ninja Akame nunca se habría planteado semejantes dilemas morales. Él solía creer que "así eran las cosas", y que nadie podía hacer nada por cambiarlas. Pero después de haber sufrido en sus propias carnes la traición de todos los valores que había defendido llevando la bandana del Remolino y de volver a la vida por la caridad de la persona que le había hecho un arma... Ya no tenía tan claro qué pensar.

«Las palabras hieren más que las espadas...»

Cuando la muchacha sonrió, Akame pudo ver en ella el combustible de la esperanza. Aquello tan poderoso como para revivir a un muerto o condenar a un vivo a una existencia de miseria; bien él lo sabía. «¿Esto es lo correcto, darle esperanza? ¿No acabará siendo peor para ella? ¿No debería... resignarse a su destino?»

Algo dentro del chico que una vez había sido conocido como El Profesional se rehusó a la cruda resignación.

Ningún niño merece pasar algo así —masculló, un tanto ausente, como pensando a viva voz—. Lo único que podemos hacer por ahora es alejarnos de aquí y ocultarte durante un tiempo, hasta que la cosa se enfríe. Luego... —titubeó—. Luego te buscamos un nuevo hogar lejos de aquí, de tus "deberes divinos" y de sectas raptadoras de niños. Un sitio donde puedas, bueno... Vivir en paz.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#39
El estigma, es mucho más dañino de lo que puede parecer. La crueldad de los niños, la mente cerrada de los adultos. Kiyoshi era una víctima de ello. Más miedo le temía a sufrir una burla, que a perder su vida. Porque aunque le maltraran físicamente, la herida iba a sanar, dejaría de doler. En cambio las palabras se ensartaban en su memoria, repitiéndose. Aquello era un trauma que ya no obedecía a la razón sino que era un trastorno más allá de la lógica a la que podían intentar apelar.

Independientemente de la situación, él casi siempre estaba en miedo constante. Fue sólo el odio a sus detractores y el deseo de ayudar a la única persona que era capaz de escucharle sin reprocharle, que le animó a tal osadía de batalla. Pero ahora, sintiéndose acorralado, todo el envalentonamiento se había largado.

Fue el golpe en la nuca, lo que reventó su burbuja. Más que el estar atrapado, más que el golpe en la nuca, sentía la mirada tras de sí y por ello no podía hablar. Y aún así, falló en mantener su silencio, echando a llorar con la voz de una niña pequeña.

***

La chica sonrío ante la empatía del tal Suzaku. Ambos tenían dudas, pero eso era bueno.

—Yo también tengo inseguridad, al igual que tú. ¿Pero realmente es malo querer ser feliz?— Ladeó su cabeza y se acercó a él. —Perdón que sea tan, impertinente. Es sólo que, no puedo evitarlo. Todo el tiempo me he visto rodeada de personas que dicen una cosa, cuando en el fondo no se corresponden por ello. Ya sea una mentira piadosa o un engaño cruel. No puedo evitar reaccionar de determinada manera al conocer la verdad. Y sin embargo, en ti puedo percibir la misma incertidumbre que yo— Dio unas cuantas zapatadas al piso. —Por ahora, necesito un pequeño favor. ¿No hay un palo o caña cerca? No tengo mi cayado y necesito algo con lo cuál orientarme— pediría con rubor en sus blancas mejillas.

»¿Qué hay del otro que estaba contigo?
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

~Ausente los fines de semana~
Responder
#40
Oh, por todos los dioses. Qué cruz —masculló el Uchiha cuando aquel muchacho echó a llorar. «Es sólo un niño, ¿por qué demonios se arriesgaría de esta manera? Meh, no puedo entregarle a los lugareños sin saber la verdad primero. Por las apariencias, este rito es algo sagrado o muy importante para ellos», reflexionaba Akame. No le hacía falta mucha imaginación para concluir lo que unos paletos eran capaces de hacerle a alguien que interfería en sus celebraciones religiosas.

Ya para, coño. Sé un maldito hombre y para la llorera —le cominó el Kage Bunshin, molesto. Luego se volteó, buscando a Rōga con la vista. Dubitativo.

Finalmente, le quitó el cuchillo al muchacho del cuello, mas sin soltarle el brazo.

Si quieres vivir, por ahora, ven conmigo. No voy a dejar que esos porteadores te linchen sin haber exprimido primero la verdad de esta sesera —comentó.

Luego tiró del muchacho para tratar de alejarle de allí, de vuelta al cobijo de los bambúes, en dirección a donde debía estar el verdadero Akame.


El renegado no contestó, sino que se guardó aquellas palabras para sí; en cierto modo, le reconfortaban. «Supongo que es cierto que esta chica tiene un don», se dijo. En silencio, Akame se alejó de la muchacha unos cuantos pasos y luego retrajo el brazo derecho, envolviendo la empuñadura negra de su ninjatō con dedos firmes y veteranos. Con un ¡clack!, la hoja se desprendió de su vaina, y el Uchiha la agitó frente a sí dos veces.

¡Chas, chas!

Una caña de bambú no muy gruesa y de más o menos metro y medio de largo se desprendió, limpiamente cortada, para caer a los pies del Uchiha mientras él devolvía el acero a su funda. Luego la tomó y se la colocó en las manos a Okawa.

Deberíamos buscar a tu amigo. Si está acostumbrado a vivir en el bosque, seguro que conoce algún recoveco donde puedas ocultarte.

Si la muchacha aceptaba, Akame emprendería una sigilosa bajada por la linde del sendero; sin saberlo, en dirección idéntica y sentido opuesto al camino que estaba recorriendo su Kage Bunshin con el pobre Kiyoshi.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#41
Aquellas palabras le dolieron a Kiyoshi mucho. Pudiesen parecer simples y hasta cómicas, pero no podía evitar asociarlas a todas las burlas sufridas en el pasado. De muy mala gana, se vio obligado a caminar.

Mientras tanto con el Yotsuki, parte del fuego estaba controlado, por lo que se dio el lujo de deshacerse del arma y arrojarla a enorme hoguera que él mismo había montado. "Era la única manera, aunque se perdieron más bambúes sanos de los que hubiese querido. Pero bueno, un sacrificio para el futuro." Se limpió las manos e intentó acercarse a Akame, el cuál ya tenía retenido al misterioso incendiario menor de edad. Se pararía a su lado, acompañándole en el andar.

—¡Oeh! Veo que también hiciste tu trabajo... ¿Por qué mierdas está chillando? Dime al menos que planeas hacer con él— Giró su cabeza con curiosidad.

Por su lado, Kiyoshi derramaba lágrimas y se jalaba los mocos, aunque intentaba no gemir.

***

—Gracias— Hizo una formal reverencia al tomar la caña. —Y tienes razón, él podría ser de gran ayuda— Admitió mientras usaba el palo para tantear el terreno y seguir a Akame.


Era curioso, porque nadie iba a pensar que los responsables de intentar salvar a la muchacha fuesen a regresar al sendero, pero bien dicen que el culpable regresa a la escena del mismo. Y sin embargo, el Yotsuki se encargó de que los marchantes tuviesen aún algo con lo que entretenerse al dejar algo de fuego que apagar sin que corriese peligro la flora local. Sería entonces, cuando ambos grupos se reencontrasen que...
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

~Ausente los fines de semana~
Responder
#42
Los cinco se reunieron allí, entre los bambúes, a un lado del sendero. El Kage Bunshin de Akame y su dueño se miraron durante un momento, conscientes de que la transmisión de información sería más rápida si el primero simplemente desaparecía. Con un "puf", el Uchiha recuperó todo lo sucedido a su clon durante los últimos minutos. «Así que en efecto, el incendiario es Kiyoshi», supo, aunque el verdadero Akame ya había llegado a esa conclusión. El renegado miró a Kiyoshi, y luego a Okawa. Finalmente, a Rōga. «¿Puedo confiar en él? Shinobi, y de la Tormenta... Está claro que es un ninja de Amegakure no Sato. ¿Por qué no lleva su bandana?» Pese a suu natural suspicacia, Akame terminó por darle algo de margen al muchacho; al fin y al cabo, sus habilidades se correspondían al nivel de un genin -avanzado, sí, pero un genin al fin y al cabo-. De necesitarlo, podría suprimirle fácilmente.

Es mejor que nos larguemos de aquí cagando leches. Kiyoshi-san —interpeló al muchacho—. Tu amiga necesita un lugar donde esconderse por ahora, y tengo entendido que conoces el bosque como la palma de tu mano. Llévanos a algún sitio seguro.

Akame había intentado moderar su tono a fin de no sonar tan tajante o serio con el muchacho, pues su ayuda podía ser crucial en esos momentos. Sin embargo, era consciente de que sus palabras cargaban poco peso y era improbable que surtieran efecto; por eso había metido en el ajo a Okawa. Si Kiyoshi no quería colaborar porque un ninja exiliado con medio rostro vendado se lo pidiera, tal vez lo haría por la seguridad de su única amiga.

Luego se volvió hacia Rōga.

Te explicaré por el camino, aquí hay más de lo que parece. De momento, y si queremos averiguar más, debemos mantener a estos dos alejados de Murasame y sus gentes.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#43
La muchacha pudo reconocer el miedo de Kiyoshi, pues aunque ella misma dijo que su poder no le podía permitir identificar a las personas, estaba muy acostumbrada al sentimiento de angustia constante con el cúal solía vivir aquel muchacho. Durante unos instantes se sintió confundida, pues de la nada cinco se volvieron cuatro en cuanto el clon se disolvió. No tenía el reflejo de mostrar ciertas expresiones, pero abrió un poco la boca, escuchando las indicaciones de Akame aunque sin evitar fruncir el ceño dada la rudeza y poco tacto con la que estaba tratando a su maltrecho amigo.

—Por favor, Kiyoshi, has lo que dice. Luego yo te explicaré— agachó la cabeza, suplicante.

Por su lado, el muchacho no quería confiar en Akame luego de la violenta manera en la cuál le sometió. Quería refunfuñar y decirle a ella que no podían fiarse, pero también recordó que sólo ella podía ver las intenciones de los demás. Si ella depositaba sus esperanzas en el vendado, es porque esa era la opción correcta. Se limitó a asentir, dejando de llorar aunque manteniendo humedad en los ojos, echando a andar y moviendo la mano para que le siguiesen en un sinuoso trayecto entre la parte empinada de la montaña.

Por su lado, Rōga bufó ante las palabras del Uchiha, notando cómo este se detenía en él con la mirada al final. Se percató de que el trato hacia él cambió, pues no quiso decirle que información logró recolectar cuando recién atrapó a Kiyoshi ni tampoco ahora, argumentando que iba a explicar luego la situación. ¿A qué venía esa desconfianza? Creía saber porqué, pues la única variable distinta es que se había revelado su identidad en condición de shinobi. Pero lejos de alarmarse y sospechar del exiliado, se sentía ofendido. "Es que no lo disimula el patán." Creer que era un jovenzuelo sin raciocinio era un error. No sólo por ser un ninja, sino porque el Yotsuki tenía una mente mucho más abierta y preparada que el promedio de genin.

—Hum— se quedó esperando que Akame le contara la historia, mientras él inflaba el cachete en puchero cómo el niño malcriado que era.
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

~Ausente los fines de semana~
Responder
#44
Mientras caminaban siguiendo al vagabundo de los bosques —que había aceptado ocultar a Okawa durante un tiempo—, Akame observaba con una media sonrisa a su inesperado compañero de aventura. Rōga parecía profundamente ofendido por el hecho de que se le había dejado fuera de todo aquello de una forma poco sutil, y no había que ser un lince para darse cuenta. Sin embargo, el Uchiha no se sentía presionado por aquello; ya en su anterior vida se había ganado la fama de ser un tipo inflexible e impermeable, y aunque eso estaba cambiando, todavía no era lo suficientemente empático como para sentirse mal por andar jodiendo a un puto ninja de Ame.

Luego de un rato caminando, el renegado hizo señas a Rōga para que aflojaran el paso, resultando en que ambos ganarían algo de distancia respecto a Kiyoshi y la muchacha que leía los corazones. Esperaba Akame que eso les permitiese tener algo de privacidad en su conversación.

La muchacha es Okawa, una paria de sangre noble de Tane-Shigai. Sus viejos la vendieron a las ancianas esas de los bastones, que dicen tener "poderes chamánicos" o algo así. A mí me huele a secta que echa para atrás —agregó—. Le han hecho pasar de todo a la pobre muchacha, pero eso sí... Tiene un don. Es capaz de leer el corazón de la gente y escuchar sus sentimientos, y no estoy de broma —puntualizó, severo—. La comitiva la llevaba monte arriba, para que entrase en "comunión" con su dios, y de fallar, la obligarían a matarse. Menuda panda de tarados.

Akame hablaba en voz baja, sin perder de vista a Kiyoshi ni a Okawa.

Este chico es una especie de apestado en el pueblo, todos le desprecian por tener voz de chica. El espectáculo antes con los fueguitos artificiales no era para otra cosa que intentar que Okawa pudiera escapar a su destino de mierda.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#45
Alguien normal, hubiese dudado, preguntado. Él era naturalmente reticiente con cualquiera o con lo que sea, pero lejos de tirar a negar rotundamente, aprendió a analizar aquello que no encajaba, armando el rompecabezas por su cuenta. Buscaba que estaba bien y que estaba mal, y al menos en las palabras de Akame, sintió que faltaba información. "Es igual de malo explicando que mintiendo." Escuchó atento, miró a los dos caminantes lejanos y luego observó de nuevo a Akame. Que la muchacha tuviese poderes raros, era lo menos impactante del cuento. "De hecho, hila bien el telar." Sonrío. Tenía razón en que iba a meterse en líos.

—¿Has planeado ya que haremos al respecto?— dijo en voz baja, pero aclarando que no iban a dejarlo fuera de la jugada. —Luego de que la escondas, ¿has pensado en una contingencia en caso de que vengan a buscarla? No necesariamente a ella, pues parece que los aldeanos ya tenían bajo la mira a este muchacho desde el inicio. Además, si su familia la ha echado a la calle, ¿dónde podría ir para resguardarse? En especial considerando su estado. Pocas oportunidades de vida hay para alguien en su condición— se refería a la ceguera.

Si bien, podía sonar negativo, en realidad sólo estaba sentando los puntos realistas para comprobar las intenciones del renegado. "Un shinobi de gran nivel, ocultando su rostro. ¿Qué otra cosa podía ser?" Pero se recordaba, no juzgar por aspecto, ni siquiera por las aparentes pruebas. Akame no aparentaba ser mala persona, y el Yotsuki confiaba en su juicio en las personas.

Era muy difícil engañarle.

Le daría entonces un voto de confianza mucho más grande que el que el propio vendado depositó en él.

—Pero lo más importante, ella necesitará provisiones para...---- Un largo gruñido proveniente de su estómago, habló por él. Si se recordaban, dejaron la posada a unos cuantos pasos por meterse en aquel embrollo. —...saciar el apetito—. se llevó la mano a la panza.

»¿Sabes que? Los aldeanos creerán que estamos de su lado, les será difícil negarlo luego de que te vieron atrapar a Kiyoshi y que yo controlara el incendio. Las ancianas solo nos conocen de voz, pero no vieron realmente que tu tomaste a la chica, podríamos aprovecharnos para descansar nosotros en Murasame y sacar algo de comida para ella. Hechos por sobre palabras, ¿no?. Quizás incluso podamos sonsacar algo de sus patrones de actividad o dónde planean buscarla, actuando en ambos bandos pero sólo favoreciendo a Ōkawa.

Sonreía con confianza. La confianza de que todo iba a estar bien. No importaba que tan negra fuese la situación, o cuantas veces le hubiesen golpeado en el pasado diciéndole que no todo era un arcoiris de felicidad, la mantenía. Y no, no era presunción, en verdad lo creía. "No puede ser de otra forma."
[Imagen: 7FT8VMk.gif]

RushHablo || Pienso || NarroRush

~Ausente los fines de semana~
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.