A paso lento pero seguro el joven ojiblanco, se encaminaba por la orilla del lago de la gran amegakure con las manos en los bolsillos, por algún motivo habría sido citado por sus amigotes en el lago, sin citar un motivo aparente le instaban a estar ahí a una hora y lugar específicos, cerca de los botes, Haze pensó que quizás irían a explorar o simplemente a pescar algo en el lago, aunque tal cosa nunca le había llamado la atención.

—¿Oí, oí…que pesados, hacerme salir un viernes…debería estar en casa leyendo la Jomp— Dijo mientras se encaminaba al pequeño embarcadero a paso lento, agachándose para tomar una roquilla del suelo y lanzarla al agua de forma que esta fuera rebotando en el agua hasta alejarse.

Haze alcanzo a observar el cielo un momento con el agua cayéndole en el rostro, aunque no tardo mucho en adentrarse en el pequeño embarcadero al menos a refugiarse de la lluvia, tomando asiento en un banco de esos de madera que son para varias personas, el sitio estaba bastante solo y apenas unos cuantos pescadores iban y venían, Haze había llegado una media hora antes solo para que no le sorprendieran, y de allí le tocaría esperar.

Hasta que se dignaran a aparecer, observo a los lados y no encontró nada mas que personas bajando el pescado de las barcazas y otros con uno que otros paraguas abordando las mismas para viajar al otro lado quizás, aquello de los paseos en el lago era todo un negocio.

Llovía, como de costumbre. Encerrado por paredes invisibles, llamadas reglas, que le obligaban a quedarse como prisionero de la ciudad conocida como Amegakure. Las aguas del Gran Lago con nombre homónimo a la villa denotaban el límite simbólico que los separaba del "afuera". Alguna vez se preguntó que habría sido de él de no haber nacido en esa tierra donde el cielo deja caer su llanto perpetuo. Él, a diferencia de muchos no creía en ese mito de que la falta de lluvia traía mala suerte, al contrario, agradecido y maravillado estuvo cuando pudo contemplar la luz del astro rey por primera vez.

"No sé como no se aburren"

Y no se refería a soportar las inclemencias climáticas, sino al hecho de aguantar el quedarse adentro de la villa y obedecer a la Arashikage. Sí, el era ninja, pero porque en su familia todos lo eran y el no sería la excepción. Esto más de alguna vez le causó conflictos con los profesores de la academia, aparte claro de su de por sí extraña conducta.

De repente le dio por pensar en que había sido de sus ex-compañeros de clase, aunque nunca llego a tener amigos como tales. Incluso, el psiquiatra de la institución por ciertas razones decidió apartarlo de la clase pues no consideraba sano la forma en la que trataba a los demás, actitud que pese a los esfuerzos no se le corrigió aunque se graduase.

Andando iba mirando todo y nada, cubriéndose con una capa con capucha de color negro, perdiendo el tiempo pues no tenía ganas de quedarse encerrado en casa mientras su abuela lo obligaba a entrenar. Así estuvo hasta llegar al embarcadero, ignorando a todas las demás personas que pasaban, quedándose con la mirada fija sobre un bote solitario que navegaba en aquellas aguas.

Como era de costumbre el clima poco le permitía ver al ojiblanco que seguía allí sentado en el banco, esperando a sus amigos, pero la paciencia no era una de sus virtudes, odiaba tener que esperar aunque no se le notara por encima, no usaría su dojutsu para husmear en los alrededores aun no llegaba a tal nivel de vagancia, aunque algo si pudo ver y era la silueta de algo acercarse entre la usual neblina que se creaba en los caminos a las afueras de la ciudad, en el lago.

Por lo que pudo observar era una figura masculina, un poco pequeña y quizás pensó que sería danyo-chan, el más bajito de sus compañeros de la academia aunque poco tenían que ver ambos, pensó que quizás esa sería la sorpresa aunque le parecía un poco absurdo en realidad, se puso de pie y se encamino hacia la silueta alcanzándola cuando esta se detuvo.

—¿Oí…oí, Danyo-chan? …¿No me jodas eres tú? — Dijo mientras se acercaba con las manos en los bolsillos, sin capucha puesto que sentía cierto placer en sentir la lluvia caer sobre su rostro y cabello, aunque sin despeinarlo.

— ¿Cuánto tiempo eh? — Dijo parándose a un lado del mismo, mirándole de reojo mientras se disipaba aquella neblina, solo para percatarse de que aquella persona no era danyo-chan, era otro enanejo de la aldea, uno que le parecía haberle visto en otro sitio, pero que al menos de momento no ubicaba.

Concentrado estaba en sus pensamientos cuando escuchó a alguien hablar y caminar hasta él. En un inicio pensó que podría tratarse de una confusión, de hecho ladeó la cabeza buscando a sus alrededores a la posible persona que le pudiera estar dirigiendo la palabra, pero no, se refería a él con un nombre que no se acercaba siquiera en lo más mínimo. Le observó detenidamente, acordándose entonces que era el niño consentido del salón, con el que todos querían estar.

—Creo que me estás confundiendo— Dijo mientras se echaba la cabeza hacia atrás para quitarse la capucha y dejar al descubierto su cabeza, sacudiéndose un poco para acomodarse la cabellera —No soy ese tal Danyo, yo soy Kagetsuna— Comentó para aclarar.

Dudaba que lo recordase o le importase siquiera, ya que en varias ocasiones el terminaba recibiendo clases aparte del resto del salón, y cuando sí estaba con sus compañeros, nunca terminaba por hablar con nadie.

Esperaba entonces que el Hyuga se diera por satisfecho y le dejara en paz. Sí, hace un rato estaba preguntándose que había sido de sus compañeros, pero no era una invitación al karma para que le mandase uno. Total, tras dar su explicación dio medio giro sobre sus talones, se acomodó de nuevo la capucha y volvió a clavar la vista en la misma barca de antes.

"Sí algo puede salir mal, va a salir mal"

Hazegawa se llevo una mano al cogote rascándose la parte haciendo una mueca con la cara al darse cuenta de su error, al escuchar el nombre del susodicho lo recordó, de hace ya algún tiempo lo cierto era que nunca había cruzado con él y ahora lo tenía ahí frente a sí, quizás alguna jugarreta del karma lo habría puesto allí, recordó que era bastante retraído y que nunca llego a hablarle, pensó que quizás debería de cambiar ese hecho al menos comenzando por hoy.

— ¿Kagetsuna?... ¿Isa kagetsuna? …¿El mismo de la academia?, te recuerdo — se posiciono en el mismo sitio, observando la barca que tenia a la orilla lanzando la roquilla que tenía en la mano, para luego hacer una reverencia como era costumbre en la gente y presentarse— Soy Hyuga Hazegawa. — Dijo para reincorporarse.

— ¿No hablabas mucho eh? — Dijo para meter sus manos nuevamente de regreso a sus bolsillos, y suspirar observando la barcaza— Esto…algunos compañeros de la academia vendrán en breve, ¿te gustaría unírtenos? — Dijo esbozando una honesta sonrisa, aunque Haze esperaba un rechazo total o incluso una respuesta extraña, nada perdería intentándolo de cierta forma se sentía culpable al respecto, el tuvo muchos amigos en la academia y Kagetsuna, era como una especie de paria.

El chico que le había importunado se dignó a darle el nombre. Dato que si bien desconocía, no lo necesitaba, no le interesaba, y ahora que lo sabía, seguramente terminaría olvidándolo. Además se colocó a la par de él, como si estuviera imitándole en su forma de actuar, aunque al del parche en el ojo poco le importaba media vez lo dejase tranquilo... Cosa que no ocurrió puesto que el Hyuga nuevamente le llamó la atención, y de forma aún más inverosímil le hizo una especie de invitación que de seguro ni él se la creía.

Kagetsuna se giró sobre sus talones, observando con su único ojo al otro chico de pies a cabeza, sin cambiar en ningún momento la seria expresión en su rostro.

"Nunca antes me había hablado, ¿y ahora de la nada viene y me quiere hacer parte de su círculo social después de todo este tiempo? Algo aquí no anda bien"

No es que fuera desconfiado, bueno, si lo era. Pero el asunto radicaba en el hecho de que nadie viene de la noche a la mañana a ofrecerte algo sin tener dobles intenciones, o al menos esa era la forma de pensar del joven Isa. Era eso, o el tal Hazegawa era uno de esos tantos hipócritas que quieren caerle bien a todo mundo a base de andar de chulito.

—Primero, ¿por qué querría andar con los que siempre me habían ignorado?— Le lanzó la incógnita mientras se cruzaba de brazos —Segundo, ¿para qué o qué?

No tenía idea de que planeaba hacer el grupito, sin contar con el hecho de que el joven Isa no disfruta las mismas cosas que el resto de personas.

Haze escucho atentamente al joven tuerto y se llevo ambas manos tras la nuca al recibir su respuesta la cual fue bastante escueta a pesar de que él esperaba algo más hiriente, como era costumbre o al menos más usual de Kagetsuna, y atendiendo a sus incógnitas tampoco tenía motivos de peso para invitarlo, simplemente estaba siendo amable pero como era costumbre el karma hacia que su amabilidad le llevara a liarla parda en ocasiones.

— Tienes razón, pero qué más da. —Dijo haciéndole un ademan con las manos para restarle importancia al asunto. — Yo tampoco tengo un motivo claro, vengo simplemente para no estar solo por ahí, además ya no estás siendo ignorado…— Dijo soltando un bostezo, para mirar de nuevo el lago, y de ahí siguió charlándole sin mirarle reposando su mirada en la barcaza que comenzaba a alejarse en el agua.

— ¿Qué te ha traído hasta aquí? — Dijo tomando otra roquilla lanzándolo hacia el agua, deleitándose viéndola cruzar el agua hasta desaparecer de la vista, pegándole quizás a algún barquero.— Por lo que veo no has cambiado mucho este tiempo, aunque no sabría decirlo, nunca te conocí del todo… —Dijo arreglándose el mechón de cabello castaño que caía por uno de los lados de su rostro.

La ambigüedad de la respuesta no le satisfacía en nada.

"¿Quién rayos va a hablarle a una persona que no conoce por aburrimiento?"

Dentro de su propia lógica no le cuadraba, podía acarrear cientos de problemas, desde importunar a una persona ocupada a terminar con una mala junta. Pero ese era problema de Hazegawa y no de él, seguía sin estar convencido del todo, no se puede tapar el sol con un dedo.

—Me escaqueé del dojo de mi padre porque estaba harto de que mi abuela me pusiera a entrenar— Contestó a secas mientras volteaba la mirada.

Nomas soltó la primera pregunta, el Hyuga le lanzó una afirmación más que curiosa, como si estuviera muy interesado en sacarle algún tipo de información. Claro, todo una paranoia inventada dentro de la cabeza de Kagetsuna, pero es que no se fiaba ni de su propia sombra. No buscó de nuevo su mirada, porque el ojiblanco tampoco lo hizo, se tomó unos segundos antes de responder de nuevo.

—Te contradices en una misma frase— Reafirmó lo obvio mientras su mirada seguía clavada en la nada —Tú mismo afirmas que no cambié, pero que no sabías como era antes— Espetó mientras la lluvia arreciaba —¿Que hay de ti? ¿Siempre vas por ahí haciéndole interrogatorios aleatorios a las personas? Además, nunca respondiste mi pregunta de qué iban a hacer tus amigos.

Hazegawa escucho a lo que tendría que decirle el enanejo a su lado, llevándose ambas manos tras la nuca, al ver que este iba soltando mas información o al menos era más sociable que antes, cosa que ya en si era un progreso, pensó unos momentos antes de responderle.

— Pues no mucho realmente, tras salir de la academia logre hacerme un sitio en la ciudad…entre entrenar y misiones, se vive decentemente. — Dijo lanzando otra roquilla que tomaba del suelo, y la miraba perderse entre la neblina del lago.

— Y si, suelo interrogar a las personas que veo por ahí, se me da bien — Dijo soltando una leve risilla, percatándose levemente del movimiento ondulado que generaban las rocas que lanzaba en el agua, pero observo que aquel movimiento se perpetuaba, enarco una ceja al notar el suceso pero no le dio mayor importancia.

— Pues…me han citado al lago, pero no especificaron que íbamos a hacer, es extraño… — Dijo para encogerse de hombros, sin dejar de mirar el agua. — ¿Tu familia tiene un dojo?... ¿Qué disciplinas enseñan ahí? — Dijo agachándose levemente, observando más de cerca el agua.

" Otro peón conformista"

No lo pensaba con desprecio, simplemente confirmaba que Hazegawa era otro de los tantos que se dedicaban a shinobis, siempre leales a la Arashikage y probablemente con algún absurdo sueño de esos de proteger a la aldea y demás nimiedades que él se las pasaba por los huevos. Además el Hyuga respondió burlescamente a la segunda interrogante que le había tirado, respuesta que no le causaba nada de gracia.

—Yo que tú cuidaba esa lengua, sigue así y algún día terminaras metido en problemas por fisgonear de más— Le aconsejo de la forma que él consideraba más adecuada.

Siguió escuchando al de orbes blanquecinos, pero ladeó un poco la cabeza para mirarlo de reojo, ya que había notado que se mostraba interesado en el agua de manera rara.

—Has de tenerle mucha confianza a tus amigos para aceptar una invitación sin saber el motivo. Acceder a una cita sin conocimiento previo es riesgoso— Aseveró mientras le vigilaba.

La pregunta del dojo le tocó de forma indirecta una venita sensible. Le costaba responder con normalidad después de todo lo ocurrido, pero no podía hacer nada más. La ANBU al parecer había hecho bien su trabajo de no permitir que el incidente se diese a conocer.

—Mi padre da clases de Kenjutsu y mi abuela de Taijutsu— Siendo esta última la que fastidiaba al muchacho.

Hazegawa escuchaba al enanejo que tenia la lado, sin llegar a sentirse ofendido por lo que dijera, después de todo, era casi que un desconocido por lo que no le daba mucha importancia, pero si a las ondas del agua ya que no había lanzado ninguna roca, peso que quizás sería algún barquero subiendo su red o volviendo al pequeño embarcadero.

— Oí, oí…suenas como uno de esos adultos estirados de la academia — Dijo soltando una risilla, para mirarle el rostro un momento, y señala las ondulaciones que comenzaba a hacer el agua. — ¿No te parece raro?… — Dijo observando que las mismas no cesaban, observando los alrededores rápidamente.

— Lo divertido de fisgonear es que aporta mucha información. —Dijo rascándose el cogollo sonriente. — Taijutsu…sería interesante ir algún día y apuntarme para aprender algo. — Desafortunadamente no lograba percibir nada gracias a la neblina del lago, si quería llegar al fondo del asunto podría usar su dojutsu para ver más claramente y ya, pero quizás el tipejo de al lado tuviera razón y lo mejor sería mantenerse al margen.

— Son mis amigos, si desconfiara de ellos… ¿qué clase de persona seria? Y si van a matarme, no creo que me hagan caminar tanto. — Solo una leve risilla negando con la cabeza. — Ya deberían de estar aquí. — Dijo juntando sus manos, pensando en hacer el sello.

El pelimorado no entendía la broma, si es que era una broma, aunque más parecía un intento de insulto al llamarlo adulto estirado. Pero la verdad es que él no veía nada de malo en actuar de forma severa, al final de cuentas, hace mucho que había dejado atrás la inocencia de un niño, y no de la forma más adecuada precisamente. Por otro lado, se detuvo a examinar el fenómeno que le estaban señalando el Hyuga.

—Definitivamente no es normal— Le confirmó a su compañero de aldea.

Aunque Hazegawa prefirió seguir platicando tranquilamente, restándole importancia al asunto que tenían entre manos.

—No es lo mismo curiosear en solitario que hostigar con preguntas a una persona— Intentó aclararle —Puedes ir cuando desees, mi abuela recibe con gusto a cualquiera— Aseveró.

Sin embargo el último comentario del ojiblanco le dio mala espina. Esas palabras rápidamente empezaron a formar una teoría dentro de su cabeza, como siempre, para nada buena. Intentó analizar los alrededores al igual que su compatriota, pero estando en alerta mirando a cualquier otra anormalidad. El agua ondeaba demasiado fuerte, incluso para el nivel de lluvia que había. Notó además que su compatriota planeaba hacer un sello.

"No me agrada esto"

Hazegawa no se digno en mirar a su compañero, e hizo una serie de sellos para activar su byakugan aunque no lo necesitaba realmente para poder activarlo tenía suficiente practica como para hacerlo de forma instintiva, pero con los sellos se le hacía menos monótono, alrededor de sus ojos se le marcaron las venas oculares, tanto dentro como fuera de sus cuencas.

Con una visión más clara pudo ver lo que estaba más allá y enarco una ceja bastante sorprendido cuando vio a un sujeto con una máscara azul, por la forma de su cuerpo dedujo que era una mujer la cual estaba a varios metros más allá, parecía estar enfrascada en una discusión con uno de los barqueros que no poseían más que un miserable remo como arma.

La figura femenina envuelta en negro, sin muchos atributos que resaltar a excepción de una larga bufanda azul, su máscara era azul con una expresión de risa y un par de cuernos, la representación de un conocido demonio de las aguas, aunque aquello era un mero mito, mediante su visión observo como hizo unos sellos rápidamente y en un ágil movimiento el agua engullo al barquero, partiendo la barcaza en dos, como si fuera de papel.

En aquel momento, a través de la máscara y como si fuera una última risotada del karma sintió como si sus miradas se encontraran, la figura caminaba sobre el agua lo cual indicaba que era una Kunoichi la cual comenzó a correr hacia el par, Haze dios un paso hacia atrás pero mientras aquella figura enmascarada corría hacia ellos hacia una serie de sellos, el agua comenzó a moverse de forma errática y una tentáculo bastante grueso emergió del agua justo frente al par.

Haze trago saliva al ver salir aquello, aun envuelto en neblina miro de reojo a su compatriota y antes de que el tentáculo cayera sobre ellos, — ¡Cuidado! —se lanzo sobre su compañero empujándole hacia atrás, sacándolos a ambos del área de impacto del tentáculo.

El mismo resonó al caer y dejo una clara marca en la tierra, de haberles dado habría ocasionado muchos daños, Haze quedo en el suelo pero le dio tiempo de darse la vuelta y retroceder usando las piernas, frunciendo el ceño.

— Oí, oí…pero que rayos ha sido eso. — Dijo para terminar de retroceder, en unos momentos aquella figura les alcanzaría, aun Haze no le había perdido de vista, a pesar del estruendo del tentáculo la densa neblina no se disipaba del sitio.

— ¿Mas pescadores furtivos?...Sentiréis la cólera del lago, de la vida — La voz resono estridente en el sitio, alertando al par de jovenes

Kagetsuna observó a su compañero de villa, el cual tras realizar una cadena de sellos sufrió un cambio en sus ojos, marcándose las venas de alrededor. Supuso rápidamente que era a lo que suelen llamar doujutsu o técnicas oculares. No dijo nada, se quedó observando a un Hazegawa que parecía estar anonadado mirando algo, algo que no era visible para él. Dedujo entonces que en efecto algo malo estaba ocurriendo.

—¿Qué está ocurriendo Hazegawa?— Le preguntó al ver que su compañero se había quedado pasmado un buen rato.

Pero antes de escuchar una respuesta el ruido de algo rompiéndose en la lejanía le puso en estado de alerta máxima sólo para que minutos después otro sonido se acercase a gran velocidad hacia ellos.

"¿Acas—?"

No terminó de formular la pregunta pues su compañero lo tumbó al suelo justo antes de que una gran masa de agua les impactara. Su compañero entonces realizó una pregunta más que tonta para ese momento

—Eso fue un jutsu, genio— Recalcó chocante.

Una voz femenina hizo éco en el lugar, confirmando lo que estaba pensando.

—No se quién eres, pero para ser mujer tienes muchos huevos al atacar a alguien en plena Amegakure— Exclamó mientras se incorporaba a la vez que se echaba mano al portaobjetos —Eso, o eres bastante idiota como para hacerlo— Espetó a la nada pues aún no podía verla.

"Nadie en su sano juicio intentaría causar un desastre en plena aldea ninja. Dudo mucho que sea una infiltrada, sabe aprovechar el agua del terreno, algo muy común entre los propios ninjas de Amegakure ¿Pero a que se refiere con lo de pescadores furtivos? Esto carece de sentido"

—Identíficate ahora mismo— Ordenó mientras empuñó un kunai en su diestra.

"Mal día para dejar a Kokuryū en casa, me las tendré que arreglar con esto"

— ¿Se te da muy bien resaltar lo obvio eh? — Dijo riendo un poco, poniéndose de pie sin perder de vista a la fémina, la cual mantenía los mismos sellos de manos acercándose pero estando tan cerca del agua, mas tentáculos salieron de la misma destruyendo las pequeñas barcazas que había en la orilla, la figura alcanzo al par de jóvenes posicionándose a varios metros de distancia, sin quitarse la máscara y con los sellos, podría manipular los tentáculos los cuales atacaban al par de forma directa y sin miramientos.

— ¡A tu izquierda! — Dijo a Kagetsuna mientras daba un salto hacia atrás, destinando algo de chakra a sus pies, logro evadir por poco el ataque del tentáculo de agua, avisándole a su compatriota de la trayectoria del tentáculo que buscaba impactarle. — No creo que toda esta niebla sea normal. — Dijo posicionándose tras dar el salto.

— Quizás pienses que nos tienes, pero puedo verte claramente…— Dijo bastante confianzudo, como si aquello fuese un mero entrenamiento del cual estaba a punto de salir airoso, pero otro tentáculo se aproximaba hacia él, el cual logro evadir nuevamente haciéndose hacia un lado.

Pensó en utilizar el kangehika en ella, pero el problema es que había demasiada agua en el área, usarlo los judería a todos, aunque con la lluvia llegaría a todos pero no quería arriesgarse y mucho menos recibir daño de su propia técnica.
— No somos pescadores…— Dijo en voz alta, frunciendo el ceño fijándose en ella, buscando concentrar su chakra en sus manos, pasaría a la ofensiva en breves.