Ya hacia varios dias que Rin viajaban por el Pais del Rio, su objetivo era mas que nada llevar un paquete a un conocido de su maestro, acepto aquel encargo, al menos en principio, porque siempre habia querido salir de la villa, debido a esto su maestro le habia propuesto aquella pequeña misión. No obstante habia estado caminando tanto tiempo que se arrepentia un poco de no haber cogido un mapa, hasta ahora se las habia podido arreglar preguntando a la gente que pasaba.

Por desgracia para el rubio aquel lugar parecia desolado y no encontraba a nadie que le pudiese indicar la dirección que buscaba, aunque el chico no se detuvo, simplemente seguia andando, esperando que al salir de aquellas ruinas encontrase a alguien que le pudiese indicar, aunue no tenia demasiada suerte, pues no veia mas que templos abandinados y vegetacion subiendo por sus muros. Aquello era un poco deprimente, el chico no paraba de dar vueltas, o eso le parecia, porque todo el rato le parecia que estaba en el mismo sitio.

Por fin, tras un rato de caminata pudo observar algo o alguien mas adelante, ya que le parecio ver movimiento, nada mas ocurrio eso el chico salió corriendo hacia el lugar, algo mas animado, aun con el paquete bajo el brazo.

-¡Eo!¿Hay alguien ahí?-Grito el chico esperando respuesta.

Cientos de rumores se habían propagado por el país del rio sobre aquellos templos que se habían quedado abandonados a través del tiempo, tanto así que el bosque se había encargado de apoderarse del resto de las estructuras que quedaban; las paredes estaban llena de plantas trepadoras y musgo por el suelo, algunos cuantos hongos se podían apreciar por el alrededor de aquellas ruinas. En realidad era un lugar bastante curioso para aquellos quienes se hacían llamar exploradores, también podía ser escenario de alguna aventura y quién sabe si podrían sus paredes ocultar algún secreto sobre el mundo shinobi.

Mi presencia en aquel templo solo podía significar una cosa y era que mi curiosidad me podía por lo que opte por ir a visitar las ruinas y sacar mis propias conclusiones del lugar. Sin temor alguno entré, supuestamente deberían estar abandonadas o nadie debería andar por ahí pero tomé mis propias precauciones, me mantuve alerta por si había alguna baldosa falsa y pudiera activar alguna trampa, pero aquello era lo que mi imaginación me hacía creer, a ciencia cierta parecía una estructura abandonada, y aún no conseguía encontrar aquellos dibujos en las paredes, seguro estaban aún más adentro.

Afortunadamente aquellas ruinas no estaban a oscuras, o lo que mis ojos me permitían ver era así, algunos rayos solares podían entrar por lo que solían ser numerosas ventanas, pero quizá había algún sótano o cámara principal, eso quería creer y era lo que en realidad estaba buscando.

Un eco resonó en el interior del templo y estaba seguro de que no había sido yo, había alguien más y me había visto, así que me hice con un kunai que sostuve con mi diestra y lo oculte en mi espalda, caminé lentamente por donde había venido, me encontré por un pasillo en el cual no entré, de ahí debía venir la voz y entonces me topé con alguien, mi ojos se posaron en un chico rubio, mucho más que yo, piel pálida y enmascarado. —¿Qué haces por aquí?— Pregunté sin más; sujeté mi kunai con un poco de fuerza en caso de ser necesario.

Tras su pregunta el chico siguió caminando unos pocos metros, aquel lugar parecía de lo mas tranquilo y eso, irónicamente, le ponía nervioso, pues debía llegar a la villa de Taki antes de que cayese la noche, si no tendría que esperar otro día mas para entregar su paquete y no tenia dinero para pagarse la habitación de un hostal. Tras unos instantes se topo con un chico, por suerte si había alguien y según parecía no iba a atacarle ni nada parecido así que supuso que no se trataría de un bandido. Escucho su pregunta y tras un momento le sonrió.

-Estoy buscando el camino a Taki...no se si voy bien-Respondió el chico tranquilamente, aun sujetando aquel paquete entre sus brazos, sin perder ni un momento de vista al desconocido, el cual le pareció bastante agradable, o al menos a primera vista.-¿Sabes si voy bien?-Pregunto mientras le observaba, al tiempo que relajaba un poco sus brazos para pasar a sujetar aquel paquete con una sola mano, dejándolo a uno de los lados de su cuerpo.--Es que tengo que llevar este paquete allí y demás...

Tras decir todo esto volvió a sonreír al chico, aunque al llevar una mascara puesta no se noto demasiado, Rin no quería ningún tipo de problema con el, ya que a parte de estar en territorios de otra aldea el no era una persona demasiado beligerante. No obstante su aspecto le hacia parecer todo lo contrario pues llevaba varias armas encima, ademas de la mascara, lo cual siempre le hacia parecer sospechoso.

Sus actitud se mantenía sería, aquel sujeto tenía una apariencia juvenil y pacífica, no demostraba un ápice de malicia, sin embargo, aquella mascara no me inspiraba mucha confianza, miré por ambos lados del pasillo en donde me encontraba por si él no estaba sólo mientras escuchaba su explicación que a mi parecer no tenía mucha lógica. —No te puedo decir nada al respecto.— Negué y hice una pausa pensando un poco la situación y buscando algún tipo de señal o algo que llevase para poder obtener un poco de información sobre él.

—Es una aldea oculta y evidentemente no todos tienen el acceso a ella, deberás buscar otra forma de enviar tu paquete.— Dije cortando las esperanzas del sujeto de recibir algún tipo de información sobre la ubicación de la villa. —Al parecer vas a tener que volver por donde viniste.— Expresé sin darle chance a que respondiera, después de todo no me daba buena espina su presencia.

A pesar de mi intento por percibir algún tipo de información sobre él por su vestimenta no pude observar nada, no tenía ninguna bandana a la vista, y aquella capa ocultaba mucho, por ello debía quizá investigar un poco.—Sí quieres te puedo llevar a la ciudad más cercana, porque andas un poco fuera de la ruta.— ”Por no decir mucho” Aquella invitación sería el primer paso que me propuse a dar.

El chico de la mascara se quedo observando a su interlocutor de una manera tranquila, al escuchar aquel no se puso a pensar en nuevas formas de llegar a la villa o de encontrar a algún mensajero que pudiese llevar aquel paquete, puesto que para su maestro era muy importante que Rin cumpliese aquel encargo lo antes posible. A los pocos instantes de que el chico completase su primera frase con otra, Rin, como de costumbre, se adelanto a el y comenzó a lanzar preguntas.

-¿Sabes donde puedo conseguir a algún mensajero o algo así que vaya a la villa?-Dijo el chico rubio de una manera tranquila, pero aun así se podía notar en su voz que iba con prisa, puesto que debía entregar su paquete antes de que fuese de noche, si no tendría que pagarse alojamiento en algún lugar y no tenia apenas dinero para ello. No obstante al ver que el ojiazul hablaba de nuevo se callo, esperando a ver que tenia que decir.

Tras unos pequeños instantes sonrió al escuchar aquello de la ciudad mas cercana, sin duda era una buena noticia porque desde ahí seguro que podía mandar el paquete a la villa, por lo que sonrió de una manera mas notoria, que bueno era encontrarse gente agradable cuando se estaba perdido.

- Si por favor, seria de gran ayuda.-Dijo con una leve sonrisa antes de tenderle la mano.-Por cierto, me llamo Rin.