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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
¿Y quién no había oído hablar de las extrañas ocurriencias que acontecían todas las noches en el tan propiamente bautizado "Lago de los Llantos"? Ralexion, desde luego, lo había hecho. Dicen que la curiosidad mató al gato, pero el Uchiha no prestaba atención a tales dichos de viejas sin sustancia. Adoraba las historietas de miedo, necesitaba vivirlo por sí mismo.

Por esa misma razón, un buen día que decidió tomarse un respiro de la vida de ninja, preparó una inocente excursión al lago. Se vistió con una camiseta de manga corta y color negro simple, adornada con un personaje de uno de sus mangas, unos pantalones cortos de color blanco y sus habituales sandalias. Tomó una mochila y metió su tantō, sus shurikens y su bomba de humo, además de varias bolsas de snacks y un farol de mano, para poder orientarse en la oscuridad de la noche. Se aseguró de dejar su protector de Uzushiogakure en casa.

Su madre no estaba muy contenta con la idea del moreno, pero lo dejó marchar. Así pues, Ralexion se puso en marcha. Dos días después, cuando ya estaba atardeciendo, alcanzó su objetivo. Observó el lago, prestando especial atención a la isla que había en su centro. También la exploraría, pero quizás al día siguiente. En primer lugar quería familiarizarse con los alrededores y ver qué ocurría por la noche a las orillas.

Se aproximó a un árbol que se encontraba a unos 3 metros del agua. Era bien robusto, así que se decidió usarlo como su "base de operaciones" mientras se encontrara allí; un lugar alto y seguro donde dormir, más que nada.

Se sentó, apoyando su espalda sobre el tronco del vegetal. De la mochila tomó una bolsa de patatas fritas, la abrió y con semblante abstraído comenzó a comer. «Ahora solo queda esperar hasta que anochezca del todo... debería de haberme traído un manga o algo».
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#2
Izumi se había detenido justo en la orilla de un enorme lago, con la mirada al frente sobre una pequeña isla que había en mitad de la masa de agua. Vestía con su habitual mono rojo, guantes de piel de mismo color, chaqueta verde de cuellos altos, gorro de color naranja y su bokuto cruzado en la espalda a la altura de la cintura. Su hitae-ate descansaba en el interior de su portaobjetos.

La pelirosa había aprovechado el tiempo de descanso tras su primera misión para continuar con la búsqueda de una katana, había puesto patas arriba todo Tane-Shigai y aún así no encontró una con la que se sintiese cómoda. Fue en esa misma ciudad donde escuchó sobre un herrero afincado en el País del Fuego, su nombre era Ninzō Matsumura y según decían su habilidad estaba a la altura de los antiguos maestros herreros. En aquel momento decidió que aquel hombre sería el que forjaría su arma.

Y fue de camino hacia Taikarune, lugar de residencia del herrero, cuando la soberbia de la pelirosa le hizo extraviarse. No tenía muy claro en que momento, pero estaba segura de que se había desviado del camino pues la última vez que pudo mirar un mapa juraría que ese lago no estaba entre su camino y la ciudad que era su destino

"Esto me pasa por no llevar un mapa" había sobrestimado su capacidad de orientación y ahora se encontraba con la duda de hacia donde caminar "Y par colmo por aquí no hay ni un alma..." la joven se pegó un pequeño coscorrón a modo de castigo mientras resoplaba con desánimo "Podría tratar de desandar el camino"
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#3
Hacia ya tiempo que la chica había oído hablar de aquel lugar llamado el Lago de los Llantos, y como no podía ser de otra manera se había interesado por el.

Nai había estado entrenando muy duramente durante las ultimas semanas con el fin de aprender a realizar otra de sus danzas, no obstante no lo había logrado, aunque estaba muy cerca de conseguirlo pero su cuerpo ya no podía mas, por lo que decidió que se tomaría unos pocos días libres, aprovechando estos decidió ir al famoso lago a ver si lo que se decía de el era verdad.

El día de partida salio pronto y el día de llegada también llegó pronto, por desgracia para la chica pues lo que de verdad le interesaba era llegar de noche, con el fin de saber si era verdad aquello que decían de la niña que lloraba.

Al llegar tan pronto aquel día decidió que lo aprovecharía para meditar y ya de paso recitar algunos mantras que mantuviesen a los espíritus malignos alejados, en el templo todos los días antes de comer se recitaban este tipo de mantras, unos distinto para cada día del mes.

La peliverde se sentó a la orilla del lago y cruzo las piernas, para después comenzar con aquel cántico de recitación del mantra “Sarejukutsena” el cual era el que consideraba mas indicado para la situación, pues suponía un escudo contra los espíritus malignos, o al menos esa era la teoría. Sin duda si alguien llegaba al lago podría escucharla con claridad pues aquel lugar gozaba de un silencio sepulcral.
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#4
Apenas habían pasado unos 20 minutos y la paciencia del Uchiha ya se estaba esfumando. De verdad lamentaba no haber traído consigo algo que le ayudara a hacer más amena la inactividad. Cruzó las piernas y bostezó. Chasqueó la lengua varias veces. Miró a los lados, miró al cielo, se desperezó.

Como me aburre no tener naaaaaaada que hacer... —se lamentó— Voy a cantar o algo, así se me pasará el tiempo más rápido.

Se aclaró la voz, tomó aire y empezó a gritar con todo la fuerza que sus pulmones podían amasar. Lo que hacía no se podía describir como cantar, realmente.

UNA VEZ HABÍAN DOS ESTRELLAS QUE DESCENDÍAN DE LOS CIELOS
VOLANDO DIRECTAS HACIA UN OCÉANO DE EMOCIÓN
Y DE SU IMPACTO, UNA ONDA DE TRIFULCAS EXPLOTÓ
UNA SIGUIÓ EL CAMINO DEL ORGULLO BAJO LA TUTELA DEL SOL
MIENTRAS QUE LA OTRA SE ESFORZÓ EN POS DE CUMPLIR SU AMBICIÓN SIN LÍMITES
SIN IMPORTARLE EL COSTE
LA ESTRELLA DEL SOL, INQUEBRANTABLE, ARDIENDO CON VIGOR
IRRADIA UNA LLAMA VALEROSA
ENVOLVIENDO A TODO SU SER
AMBAS ESTRELLAS ESTÁN LISTAS PARA CHOCAR
EL DESTINO DE ESA SANGRE
MOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMOOOOOOOOOOOOOOO

Echó a toser. Se había irritado la garganta al forzarla tanto.
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#5
Todavía no había tomado una decisión sobre lo que hacer, cuando escuchó una voz que parecía tratar de cantar. Parecía y tratar era una forma dulce de decirlo pues Izumi tenía otra idea bien distinta "¡Madre mía!" la joven estuvo tentada a taparse los oídos con las manos, pero por suerte no duro mucho el entusiasmo de aquella criatura que seguramente había venido desde los confines del infierno más profundo a torturar a los humanos con su cruel canto. "Menos mal... un minuto más y hubiese valorado el suicidio" casi iba a celebrar el silencio, cuando una idea le vino a la mente "¡Tiene que haber alguien cerca!" no le hacía mucha gracia tener que recurrir a otras personas para encontrar el camino de vuelta y menos encontrarse de frente con el engendro que era capaz de atentar contra el sentido musical de personas inocentes de esa manera... pero en tiempos difíciles, soluciones difíciles o eso decía Tomoe " No me queda más remedio" la joven se puso en marcha, caminando por la orilla en dirección hacia la voz que parecía provenir desde detrás de un recodo de bosque que había entre su posición y el origen de aquel sonido

No tardó demasiado en girar sobre los árboles que formaban el recodo, cerca de la orilla y pudo divisar a una persona que por su deducción debía de ser el foco de aquel horrendo sonido. Ahora parecía estar apunto de ahogarse "La verdad es que se lo merece" fue lo que pensó la joven nada más ver al pelirojo luchar por recuperar la funcionalidad de su garganta. Por las pintas que llevaba el chico, no le parecía ningún tipo de peleligro. Es más, casi que parecía uno de esos chicos raritos que pasaban todo el tiempo con comics "Bueno... mientras no vuelva a cantar" aún la separaban algo más de diez metros desde el lugar donde el muchacho había decidido descansar dios sabe con que objetivo. Así que Izumi se iría acercando lentamente, mientras caminaba por la orilla como quién no quiere la cosa. Acercarse demasiado directa podría resultar algo violento y no quería espantar a su única opción de saber donde estaba y quizás, incluso, obtener un mapa.

Así que continuó siguiendo la orilla, mientras mantenía su vista fija en el agua.
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#6
La joven se encontraba completamente concentrada en su mantra, todo estaba en silencio y eso ayudaba enormemente a la concentración y a entrar en un estado de meditación, la joven tenia la mente completamente en blanco y solo sentía paz cuando de repente unos gritos la sacaron de su trace.

Nai se levanto de un salto al escuchar aquella voz, parecía intentar cantar pero de una forma horrenda y lo peor de todo es que lo hacia a gritos, estaba bien que la gente cantase ¿Pero a gritos?¿En serio? Aquello no podía ser, le habían fastidiado la concentración y eso no se iba a quedar impune, la joven llena de enfado se dirigió hacia el lugar del que provenía la voz.

<<Voy a matar a ese capullo>> Pensó mientras caminaba.

Tras observar a un joven quejándose de la garganta comenzó a caminar mas rápido, buscando llegar hasta el lo mas rápido posible, quería decirle un par de cosas.

-¡EH TU CHAVAL, ¿QUE COÑO TE CREES QUE AHCES GRITANDO?HAY GENTE QUE QUEREMOS ESTAR TRANQUILA!-Vocifero al chica mientras e acercaba a aquel chico que parecía ser de su edad. La verdad es que la peliverde solo quería golpearlo, pero no iba a hacerlo, su código se lo impedía, no obstante no le faltaban ganas.
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#7
Creía que estaba solo en el lago, cual fue su sorpresa cuando comprobó que no era así. Parecía que a alguien no le había agradado demasiado su actuación, y vinieron a compartir su opinión con él de una manera muy tenaz. Nai pilló al Uchiha con la guardia baja, el joven se sintió aterrado. Creía que era la mismísima chica del lago la que estaba yendo a por él, probablemente porque la había perturbado.

¡LA DAMA DEL LAGO! ¡LA DAMA DEL LAGO! —exclamó, como si esperara que alguien más lo escuchara, señalándola.

Como si de un mono se tratase escaló encima del árbol, escondiéndose entre el follaje y las ramas. Asomó la cabeza de una forma bastante cómica, observando lo que ocurría a nivel del suelo. Mientras tanto, había ignorado completamente el hecho de que Izumi se acercaba a ese mismo cuadrante, tenía la mente demasiado ocupada como para ser consciente del hecho.
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#8
Apenas había empezado a acercarse cuando un pontente grito la detuvo en el sitio -¡EH TU CHAVAL, ¿QUE COÑO TE CREES QUE AHCES GRITANDO?HAY GENTE QUE QUEREMOS ESTAR TRANQUILA!- aquella voz tuvo un efecto opuesto al que tuvo con la kunoichi, pues el chico totalmente asustado trepo al árbol como si de un pequeño primate se tratase

—¡LA DAMA DEL LAGO! ¡LA DAMA DEL LAGO! — la reacción del extraño muchacho, lejos de limitarse a comportarse como un mono, fue gritar como un poseso algo que no tenía ni pies ni cabeza. Al menos no para Izumi, pues la chica no tenía ni idea de que se encontraba en mitad del famoso Lago de los Llantos, del que tantas historias de terror se solían contar alrededor de las hogueras para asustar a los niños

"¿Qué coño está diciendo ahora?" sin embargo, no tenía mucho tiempo para buscarle sentido a los balbuceos del trepador, pues hacia él se dirigía una chica con actitud poco amigable. Desde su posición solo podía ver la espalda de aquella chica ataviada en blanco que se aproximaba cada vez más hasta el árbol donde estaba el cantante "No sé si debería seguir acercándome..." la pelirosa dudaba, si seguía allí seguramente terminaría envuelta en aquel rifirrafe... pero si se daba la vuelta y volvía por donde había venido, solo el señor sabía hacia donde le llevarían sus pasos "Parece que ninguno se ha percatado de mi presencia, quizás lo mejor sea limitarme a observar" la chica se había decidido, observaría a los dos extraños. Desde la distancia tan solo tendría que esperar a ver como los acontecimientos se iban desarrollando, pasase lo que pasase ella solo necesitaba a uno para poder preguntarle en que dirección ir.
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#9
¿La dama del lago?¿En serio creía aquel chaval que ella era la dama del lago?Nai suspiró, igual se había pasado un poco con el, parecía realmente asustado y esa no fue nunca su intención. Negó varias veces con la cabeza antes de dar un par de pasos hacia atrás e indicarle con la mano que bajase del árbol.

- Oye chico, no soy la dama del lago, solo alguien que quiere un poco de tranquilidad.-Comento antes de sonreír suavemente de manera algo forzada, después llevo las manos a los bolsillos de su pantalón y siguió observándole.

-- ¿Vas a bajar del árbol y dejar de cantar a gritos?-Pregunto la chica con la voz mas calmada, sin dejar de mirarle, seguramente se había pasado un poco gritándole de aquella manera y ahora sentía lastima por el pobre crio.-- Y lamento haberte gritado así, no debi hacerlo.

Tras decir esto la peliverde se sentó en el suelo, esperando a que aquel chico se bajase del árbol en el que estaba, la verdad es que la situación le parecía algo cómica pero no quería decir nada al respecto porque la gente, por lo general, no se suele tomar bien que la llamen mono.
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#10
Miró a Nai con indecisión. Sus palabras, especialmente sus disculpas, parecían sinceras, pero el Uchiha no sabía si era todo una treta para que accediera a bajar del árbol y entonces chuparle el alma. Por otro lado, dudaba que un fantasma tuviera problemas a la hora de subirse a un árbol, después de todo, ¿no flotaban y eran capaces de atravesar paredes?

Quizás lo lamentaría más tarde, pero optó por descolgarse, aterrizando frente a la joven. Estaba ruborizado, producto de la vergüenza que le engendraba la situación y el susto que se había llevado.

Esto... siento haberte molestado, creía que estaba solo. La gente no suele venir a este lago, o eso me dijeron —bajó la mirada al suelo, arrepentido.
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#11
La predicción de Izumi había fallado, pues la recién llegada había bajado el tono de sus palabras al ver la reacción del chico.

- Oye chico, no soy la dama del lago, solo alguien que quiere un poco de tranquilidad.-

"Vaya pronto tiene" aún así la chica no bajaría la guardia, quizás fuese una estratagema para atraer al monillo lo suficientemente cerca como para reventarle la cabeza contra el tronco del árbol... al menos es lo que ella haría si estuviese en el lugar de la peliverde y quisiese poner fin a aquel horrible cantante "Lo que no termino de entender es eso de dama del lago..." lo que más le fastidiaba, era que esa denominación le sonaba de algo pero no lograba recordar de qué

-¿Vas a bajar del árbol y dejar de cantar a gritos? la chica le indicó al muchacho que podía bajar mientras se sentaba en el suelo Y lamento haberte gritado así, no debi hacerlo.

"Si que ha cambiado de actitud..." incluso le había parecido arrepentida de verdad "O es alguien que cambia de estado de ánimo como de bragas o quizás sea una genial actriz" fuese lo que fuese realmente no le incumbía. Tanto si hacia las pases con el chico como si lo liquidaba allí mismo, a ella le era totalmente indiferente. Solo necesitaba una persona que supiese donde estaban y el camino. La cosa sería bien diferente si alguno fuese de Kusagakure, aunque no lo veía posible pues ninguno de los dos le sonaba de nada

—Esto... siento haberte molestado, creía que estaba solo. La gente no suele venir a este lago, o eso me dijeron — el chico se había descolgado del árbol y ahora se estaba disculpando dócilmente.

"No sé a que me recuerda más si a un mono o a un perrito faldero" Izumi tenía demasiado carácter como entender que alguien se disculpase de aquella manera. Por la actitud de la chica, no creía que aquello derivase en un enfrentamiento así que decidió no seguir perdiendo el tiempo en aquel lugar

—¡Disculpad que os moleste!— llamó la atención de los dos que tenía frente a ella mientras avanzaba con parsimonia —¿Podríais decirme donde estoy?— Izumi se fue acercando hasta quedar a un par de metros de ambos, no se fiaba lo más mínimo de ninguno
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#12
Nai escucho atentamente la disculpa del chico y se encogió de hombros antes de rascarse la cabeza, cuando se descolgó del árbol la joven volvió a sonreírle y negar suavemente con la cabeza, para después separase un par de pasos de él.

- Mientras que te arrepientas de corazón y ni se te ocurra volver a cantar nunca mas no pasa nada.- Dijo la chica antes de girarse, con la intención de volver al lugar donde estaba anteriormente.

De pronto una chica se les acerco, la verdad es que a Nai el rostro de esa mujer le sonaba de algo, pero no sabia muy bien de que, simplemente espero a que esta hablase, pues la verdad, no parecia la dama del lago.

- ¡Disculpad que os moleste! ¿Podríais decirme donde estoy? -Pregunto aquella chica a los dos jóvenes que se encontraban en el árbol.

- Si claro, estas en el lago de los llantos, cerca de Takirune.-Dijo la peliverde a medida que se acercaba para indicarle la posición.- Si tienes un mapa te puedo indicar como salir.-comento tranquilamente antes de situarse al lado de la otra chica, esperando que esta le enseñase el mapa.
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#13
A Ralexion se le antojó un poco exagerado el proponerse nunca cantar más pero se calló su opinión. Si volvía a dejar escapar una serenata de entre sus labios, se aseguraría de que Nai no estuviera cerca. Entre tanto, una nueva actriz entró en el escenario. El Uchiha la observó con desconfianza, ya había tenido suficientes sustos por un día. Al menos, después de esto, el fantasma del lago no le supondría un gran reto, esperaba.

El moreno no era un experto en geografía, pero sabía que lo que Nai le había dicho a Izumi era cierto, así que se limitó a guardar silencio, observando la interacción de las dos kunoichi. A su vez se alegró de no haber traído consigo su protector indicativo de que era parte de Uzushiogakure, nunca se sabía y prefería ahorrarse problemas.
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#14
La loca de los gritos parecía dispuesta a retirarse del lugar cuando se encontró frente a la pelirosa y su pregunta, no pareció cogerle demasiado por sorpresa.

- Si claro, estas en el lago de los llantos, cerca de Takirune.- los ojos morados de Izumi se fueron directamente hasta la cintura de la joven, allí lucía el hitae-ate de Kusagakure

"¡¿Es de Kusagakure?!" aquello si que era una sorpresa, encontrarse tan lejos a alguien con aquella bandana "Sin embargo no me suena de nada... y debe de tener más o menos mi misma edad... o al menos no aparenta ser mucho más mayor"

- Si tienes un mapa te puedo indicar como salir.- el shinobi de kusgakure se había ofrecido gentilmente a indicarle el camino a la pelirosa, pero está ahora mismo estaba un tanto descolocada

"¿Es un chico o una chica?" por su ropa y voz diría que es una chica, pero por su físico estaba más cercano a Yota que a ella misma

—Me temo que una de las causas de que este aquí es que no tengo mapa— respondió Izumi con cierta resignación —¿Por casualidad no tendreís uno?— lanzó la pregunta a los dos que allí se encontraban, pasando la mirada de ella a él.
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#15
Nai se quedo observando a la joven tras escuchar su respuesta, ella no tenia un mapa pero quizás aquel chico si, aunque no sabia si estaría dispuesto a dejárselo. La perliverde negó suavemente con la cabeza antes de bajar la mirada.

- No, lo lamento, no tengo un mapa.-Dijo antes de dar un par de pasos hacia atrás con un suave suspiro.- Vine aquí un poco de memoria y preguntando, la verdad.

A continuación se giro y observó al chico para después señalarle y encogerse de hombros, quizás el si tenia un mapa y la verdad es que si lo tenia y se lo dejaba a la chica seria una gran ventaja, aunque claro aquella chica no podría devolvérselo después y eso seria un problema si el moreno no sabia volver a casa.

- Si me indicas hacia donde vas igual puedo decirte la dirección.-comento poco después para finalmente quedarse observando a la chica, la conocía de algo, no sabia muy bien de que, pero sabia que la había visto en alguna otra parte.- Takirune por ejemplo, esta hacia el este, basándome en eso podría señalarte al dirección que seguir, mas o menos, aunque mucho mas no puedo hacer.

Tras decir esto se giro hacia el chico y le sonrió con suavidad, iba a preguntarle por el mapa, con un poco de suerte tendría uno y sabría volver sin el a su casa.

- Oye chaval...tu no tendrás un mapa¿verdad?-Dijo con tranquilidad mientras observaba a aquel joven.
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