En realidad, este tema debería llamarse Lo que las muertes de Shiona, Kenzō y Yui significan para mí. Pero Yui era la última, a la que más cariño le tenía (por cercanía, porque es la más reciente, entre otras muchas cosas), y a ella le dedico el título.

Los que lleváis tiempo por aquí sabréis que ha habido más de un NW, y más de dos y tres. Antes de que hiciésemos el cambio a Uzushiogakure, Kusagakure y Amegakure, teníamos las Cinco Grandes del foro. Tenían su encanto y muchos de los PnJ de aquella época han aparecido en esta, pero estas tres aldeas, a día de hoy, me parecen el setting autóctono de NW, uno que hemos construído entre todos.

La muerte de la última integrante de los primeros kages originales de estas tres aldeas reimaginadas para mi foro es algo que me duele en el alma. Estos tres personajes han sido como hijos narrativos para mí y para muchos otros compañeros de rol. Llevan conmigo, literalmente, más de 5 años. En mi imaginario. Y también en nuestro imaginario colectivo.

Pero es una sensación agridulce. También dulce, porque significa la ruptura de un ciclo. Un ciclo de comienzos desde cero.

Sus muertes han sido buenas. Han tenido un gran impacto en la historia de Oonindo. HAN CONSTRUÍDO el Oonindo que conocemos ahora. Y el que está en mi corazón.

No haría que fuesen en vano. No podría volver a empezar de cero. Porque entonces ni sus muertes ni sus vidas habrían significado nada. Los nuevos Shiona, Yui y Kenzou serían falsos.

Ahora sé de verdad que no podría volver a empezar. Que no desharía nada de lo que ha sucedido en esta historia. Que si el foro desapareciera y tuviera que volver a empezar, trataría de reconstruir lo que ha sucedido para volver a jugar en el mismo mundo.

Lo he dicho muchas veces. Para mí NW es el canon y Naruto es el fanfic. Es broma, claro. Pero en mi corazón es tan verdad como la vida y la muerte de estos personajes y de todas las ocurrencias de Oonindo.

NW es parte de mi vida. ESTE NW es parte de mi vida. Este NW es el verdadero. Ha superado a todos los que vinieron. No a los que vendrán, porque el que viniese sería el mismo.

Como otros tantos mundos de ficción de la literatura o el cine, Oonindo y sus personajes son ya algo que vive en nuestro imaginario. Somos poquita gente, pero para mí es gente muy importante. Y nuestro imaginario colectivo es el que más atesoraré, para siempre.

Me acordaré de todo esto cuando todo mi mundo se esté desmoronando, y sabré que valió la pena. Cada segundo. Cada letra.

Estoy muy orgulloso de que esta web exista. Estoy muy orgulloso.

Mi mayor orgullo.