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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
Hora: 12:23pm

Después de lo que habrían sido unos cuantos días de viaje, aproximadamente 6 si no sacaba mal la cuenta, por fin nos encontraríamos en la villa de las aguas termales; un logro del cual me sentía satisfecho, ya que pude arrastrar a Haze conmigo, insistir un poco y alguna mentirita piadosa habían surtido efecto y el resultado pronto daría sus frutos.

No obstante, había olvidado lo caluroso que podía llegar a ser el clima fuera de Amegakure, y aquella sensación de caminar sin tener que sentir la lluvia, nunca lograba acostumbrarme del todo a ello. Lo peor del caso era que en todo el viaje me sentía pegajoso, todo por culpa del sudor que me causaba las “altas temperaturas”.

”¿Quién me habría mandado a traer el suéter? Siento que me cocino” Me decía mientras agitaba la tela con mi siniestra con la finalidad de ventilar un poco mi cuerpo y refrescarlo. -Espero que encontremos rápido una posada, muero por probar las termas.- Le comenté a Haze.

Afortunadamente aún me quedaba un poco de agua en mi botella y no dudé en darle un sorbo, no estaba tan fría como quería pero me refrescaría por unos breves minutos. -Escuché que estas aguas tienes múltiples efectos beneficiosos para la salud.- Dije mientras terminaba de leer un folleto, el cual era uno de los motivos por el cual estábamos ahí.

A pesar de que era mediodía las calles estaban abarrotadas, ¿sería temporada alta o algo por el estilo? ¿Quizá había algún tipo de descuento? Fuera lo que fuera, primero a lo que íbamos, buscar una posada. -¿Qué tal sí preguntamos en aquella?- Señale a lo que parecía un hostal, en la entrada tenía un aviso que hacía referencia a sus termas y la fachada era agradable, de un color rojo colonial y con acabados de madera, un fachada bastante tradicional.
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#2
No sabes cuánto te odio Keisuke, este clima es horrible...Podría estar en casa...— Argumento Haze un poco ofuscado al sentir el sudor debido a la calor del ambiente, aunque aquello no era lo que más le molestaba. Lo que le sacaba el mal genio fue la mentira en la cual cayó ingenuo, ¿como rayos habría helado de tarako en un sitio tan caluroso? y lo peor fue que lo creyó tan emocionado,jugaron con sus sueños.

No alcanzo a terminar la oración cuando pensó en que quizás se habría quedado en casa solo, viendo la tele y entrenando a ratos, no tenía muchos amigos a los que visitar realmente y tampoco le gustaba hacer visitas.

Trata de que no nos quedemos sin dinero...— Dijo el joven ojiblanco, llevándose ambas manos tras la nuca y soltando un bufido, a el le daba realmente muy igual el sitio donde se quedarán a pasar el resto del día y posiblemente la noche.

Al paso entre la multitud tomo un folleto, se lo extendió una anciana de cabellos blanquecinos que cumplía con la tarea de repartirlos a la entrada. Haze le echo una mirada fugaz a los textos más llamativos, una casa de bellezas exóticas e inclusive una guía de varios restaurantes tradicionales.

Camas individuales...Deberíamos tú sabes, ir a cazar unas cuantas bellezas exóticas—dijo el joven ojiblanco soltando una risotada bastante irónica, a sabiendas de que ambos eran en extremo patéticos en cuestiones de ligoteo.

Keisuke iba a la delantera y había delimitado la que parecía ser el sitio donde descansarían, Haze iba bastante menos ataviado que su hermano. Con tan solo un pantalón de color oscuro y una camisa blanca de manga larga con el símbolo de su clan a espaldas, caminaba sobre sus típicos zapatos ninja de color oscuro al igual que sus pantalones, para aquel viaje se había dejado el cabello largo. Contrario a como lo suele llevar y muy a su pesar ya que aquello le causaba más calor.

El Hyuga se limitó a seguirlo ansioso de darse una ducha con agua fria.
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#3
Ambos nos encaminamos a donde yo había decidido, después de todo había sido mi idea y debía ir guiando todo, hasta cierto punto, sí lograba que saliera medianamente bien podría lograr que viajáramos más seguido, ¿no?


Saludé a la anciana que se encontraba en la entrada y seguí directo hacia la recepción.

El interior era cálido, nada más al entrar se encontraba con la recepción que básicamente era un cubículo, una vez frente al cubículo sí se miraba a la derecha se visualizaría un pasillo mal iluminado y que debía transitar por él para verse mejor, asimismo era la vista a la izquierda, pero al final se podía ver la silueta de unas escaleras.

En la recepción se encontraba un señor mayor de unos 65 años, aproximadamente, miró ansioso a los dos jóvenes que se adentraron al lugar. —Bienvenidos jovencitos. — Dijo esbozando una sonrisa. —Apuesto a que vinieron por la feria que empieza hoy en la noche, ¿no?— Manifestó sin dar chance a que ninguno de los dos dijera algo.

”Por eso es que había tanta gente por la calles”. Deduje rápidamente.

—Sí, nada mejor que una celebración y aguas termales juntas, ¿no? — Comenté animado, al parecer habrían actividades y eventos interesantes en la villa. —¿Puede decirnos de que trata el festival? —

—Es una celebración que se hace una vez al año, coincide con el inicio del verano, estos días las aguas termales toman la temperatura más caliente del año y muchas personas vienen por la piscina de lodo, es la atracción principal que tenemos en las posadas, pero para esta fecha nos ponemos de acuerdos todos y hacemos ofertas, las tiendas tienen rebajas y el espectáculo principal empieza mañana a medio día en donde los turistas se reúnen a ver el géiser, alcanza una altura inimaginable. — Explicó, vendiendo una idea con la cual ya había cautivado al menor.

—Qué bien, entonces no pudimos haber escogido mejor fecha para venir! — Exclamé mientras pensaba en que quizás nos ahorraríamos unos cuantos ryos. —¿Le quedan disponibles habitaciones con camas individuales? Sí tienen una buena vista sería perfecto. — Agregué

—Esas son las que más tengo disponible, hay muchas parejas alojadas por aquí. Entonces una habitación con dos camas individuales un vista a la villa. ¿Cuántos días se van a quedar? —

—Qué dices Haze ¿dos días? — Pregunté para confirmar.

—Ah, sí la promoción, mientras más días se queden más es el descuento, y a partir de tres días incluye el desayuno. Piénsenlo bien, es una de las mejores promociones que hay en la villa. — Lanzó su última carta para terminar de enganchar al dúo.
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#4
El joven ojiblanco alterno la mirada entre el anciano y su hermano, como si realmente el tuviera la última palabra. Soltó un suspiro y termino asintiendo; ya que más daba, estaban ahí y cerraría el trato por los desayunos que menciono el anciano.

Si le agrega una merienda en las tardes de los tres días, tenemos trato...— Dijo confiado afilando la mirada, una merienda en el paquete era cosa de seriedad.—Tu llevas el dinero Kei-dono, pagale al señor.— concluyó con una sonrisa llevándose ambas manos a la nuca.

Solo quiero darme una ducha...— Dijo mirando hacia la derecha, el pasillo mal iluminado le daba indicio del estado del resto del sitio, soltó un suspiro y se apoyó del mostrador, a la espera de que Keisuke hiciera los arreglos para poder ir a la habitación y poder tirarse sobre la cama.

Antes de poder encaminarse hacia su habitación y mientras espwraba, se le ocurrió una idea bastante pecaminosa. Una amplia sonrisa se dibujó en sus labios y entonces sería cuando esperaría para poder utilizar su dojutsu y espiar a las supuestas "parejas" que menciono el anciano.
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#5
El recepcionista dudó unos segundos mientras pensaba que responder ante la exigencia del ojiblanco, pero algo se le vino a la mente. —Sí, algo le podremos dar. — Sonrió sintiéndose el vencedor de aquella batalla. —Entonces, se quedarán tres días, ¿no?—

—Sí, sería todo. — Afirmé mientras sacaba el dinero y cancelaba, de la misma manera el señor me entregó la llave de la habitación, la cual guardé sostuve con mi diestra, pronto la usaría así que no la guardaría por el momento.

—Habitación 15, está arriba por aquel pasillo. — Señaló el pasillo a la izquierda, dónde se visualizaba la escalera al fondo. —Les recomiendo que se pasen a la termas por la noche, es por aquí. — Dio unos pequeños pasos fuera del cubículo y abrió una puerta corrediza que se encontraba justo al lado de la recepción, hay había otro pasillo no muy largo, de apenas 4 metros de largo y con dos puertas al final, una a la derecha y otra a la izquierda, cada una tenía una clara identificación, más él mismo decidió explicarlo por sí había duda alguna. —A la derecha está los vestuarios de los caballeros y el de la derecha el de las damas, espero que no haya ningún inconveniente ni que ninguno de ustedes sea algún pervertido, porque podría vérselas muy mal. — Advirtió mientras regresaba a la recepción.

Aquella advertencia no hizo mella en mí, no estaba interesado en ir por ahí espiando a la gente, pero sí tuviera una vista como la de mi hermano podría volverse un hobby a tiempo completo, a ciencia cierta no lo sabía. —Vale, vale, no tendrá ningún problema por nuestra parte, ¿verdad Haze? — Le di un codazo suave buscando su apoyo.

—Nos vamos a descansar un poco, muero por quitarme esta ropa. — Mencioné mientras caminaba hacia el pasillo indicado, el bolso ya me empezaba a incomodar o serían las ansias de poder descansar como se debía. Seguí la enumeración y llegué fácilmente a la habitación, introduje la llave y abrí la puerta, entré dejando la puerta abierta, Haze debía seguirme de cerca y ya la cerraría él.

La habitación sería de la más común, nada más al entrar se visualizaban ambas camas, la puerta corrediza que daba a lo que probablemente sería el baño y otra puerta de cristal que obviamente daba al balcón, caminé hasta ahí y dejé el bolso en una de las camas para observar con más detalle el lugar. Entre el baño y la habitación como tal se encontraba un pequeño armario el cual sería más que suficiente para guardar sus pertenencias; el baño era pequeño pero higiénico, con cerámica de segunda mano y de color verde claro.

—Primero yo! — Exclamé como un chiquillo dentro del baño, no ansiaba algo más que quitarme el sudor y ponerme algo más fresco, me fui desvistiendo mientras abrí la llave de la ducha. —¿Qué dices vamos más tarde a la feria? —
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