17/09/2018, 21:41
Yubiwa le sonrió, entrecerrando los ojos. Todavía veía más de un Daigo. El hombre apoyó la mano en el hombro de uno de ellos, y se sorprendió viéndose apoyándola en el de ambos. Rio un poco. Luego se sintió terrible por llevar tal cogorza delante de uno de sus genin. Pero bueno, qué se le iba a hacer.
«Rápido, piensa en algo vacío de sentido pero que parezca un puzzle enigmático y súper inspirador...»
—A vecesh... hay que ser un irresponsable... para poder ser responsable... —«Maestro, crack, figura. ¡Ahí lo llevas! Lo has clavado.»
Entonces Yubiwa desvió la mirada hacia la izquierda. Una mujer pelirroja paseaba a un bebé, y al mismo tiempo, trataba de hacer que el niño no cayera del carro en el que yacía. Al lado, un cerezo en mal estado: presa de algún parásito o enfermo. El jounin se levantó. Cayó al suelo. Se volvió a levantar. Entrecerró los ojos. Formuló un sello.
El tronco del árbol se partió por la mitad, y se precipitó encima de la mujer y del niño. Hubo gritos. La señora intentó correr, pero el tronco ya llegaba justo encima...
...Yubiwa partió el tronco en dos de una patada, y la mujer se alejó corriendo, asustada, pero a salvo.
—¿Vessss? Si yo no hubiera estado tirado ahí en el bancco bebiendo como un borrashio cualquiera... ¡Ahora esa mujer y eshe niñio eshtarían muertosh!
«Otra lección para otro genin desanimado.»
«Rápido, piensa en algo vacío de sentido pero que parezca un puzzle enigmático y súper inspirador...»
—A vecesh... hay que ser un irresponsable... para poder ser responsable... —«Maestro, crack, figura. ¡Ahí lo llevas! Lo has clavado.»
Entonces Yubiwa desvió la mirada hacia la izquierda. Una mujer pelirroja paseaba a un bebé, y al mismo tiempo, trataba de hacer que el niño no cayera del carro en el que yacía. Al lado, un cerezo en mal estado: presa de algún parásito o enfermo. El jounin se levantó. Cayó al suelo. Se volvió a levantar. Entrecerró los ojos. Formuló un sello.
El tronco del árbol se partió por la mitad, y se precipitó encima de la mujer y del niño. Hubo gritos. La señora intentó correr, pero el tronco ya llegaba justo encima...
...Yubiwa partió el tronco en dos de una patada, y la mujer se alejó corriendo, asustada, pero a salvo.
—¿Vessss? Si yo no hubiera estado tirado ahí en el bancco bebiendo como un borrashio cualquiera... ¡Ahora esa mujer y eshe niñio eshtarían muertosh!
«Otra lección para otro genin desanimado.»