7/05/2020, 17:21
- Reporte de: Tsukiyama Daigo, Inuzuka Akane y Inuzuka Etsu
- Fecha: Segundo Mizuyobi de Aliento nevado, año 219
- Fecha: Segundo Mizuyobi de Aliento nevado, año 219
En el retorno a la aldea tras varios días de entrenamiento fuera, Daigo, Akane y yo pasamos por el Paraje sin Sol, del País del Bosque. Allí algo nos llamó la atención, en mitad de tanta vegetación encontramos una especie de cráter desolado, con la tierra como si estuviese quemada.
Los tres nos pusimos a investigar la zona, descubriendo que todo había sido arrasado por algún tipo de técnica devastadora. Tanto era así, que apenas descubrimos un par de cimientos a ras del suelo, como si toda una pequeña aldea hubiese desaparecido del mapa. Todo había sido reducido a cenizas. Tras dar unas vueltas por el sitio, descubrimos una especie de búnker, y antes de que entrásemos... fuimos sorprendidos por una bestia de tres colas.
La quimera tenía piernas de como de chacal, las manos como de pájaro, un hocico de algún tipo de can, y tres colas como de cocodrilos. Como si fuésemos sus presas, corrió hacia nosotros, y nos intentó atacar con un rayo de que desprendía un olor a destrucción que daba miedo. Sin embargo, entre los tres pudimos derribar al monstruo, y terminó por deshacerse como una pastilla efervescente.
Los tres nos pusimos a investigar la zona, descubriendo que todo había sido arrasado por algún tipo de técnica devastadora. Tanto era así, que apenas descubrimos un par de cimientos a ras del suelo, como si toda una pequeña aldea hubiese desaparecido del mapa. Todo había sido reducido a cenizas. Tras dar unas vueltas por el sitio, descubrimos una especie de búnker, y antes de que entrásemos... fuimos sorprendidos por una bestia de tres colas.
La quimera tenía piernas de como de chacal, las manos como de pájaro, un hocico de algún tipo de can, y tres colas como de cocodrilos. Como si fuésemos sus presas, corrió hacia nosotros, y nos intentó atacar con un rayo de que desprendía un olor a destrucción que daba miedo. Sin embargo, entre los tres pudimos derribar al monstruo, y terminó por deshacerse como una pastilla efervescente.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~