Llevábamos ya varios días que el dinero no alcanzaba para nada, las calles cada vez más vacías, las misiones escasas y la lombriz estomacal de mi pequeño hermano pedía mucho más de lo que tenía. Entiendo que los tiempos han estado tranquilo desde que se ha elegido al nuevo Kage de la aldea pero a su vez los ninjas han tenido crítico estado negativo en las ganancias económicas, puesto que no se ha usado tanto la fuerza desde entonces.
Sin más esperar tuve que hacerle llegar un comunicado por escrito directamente a la oficina del kage, explicándole mi situación. Pasó un día después cuando me llegó una respuesta. Esta carta venía directamente de las manos del mismísimo Kage, pidiéndome disculpas y dándome su aliento. Líneas más abajo explicaba de algún importante torneo cuál explicación no entendí muy bien pero solo con el hecho de que es bien pagado y que representaría a la aldea, pues de una acepte y salí a verlo junto con mi hermanito.
Para menos esperar al llegar al edificio del Uzukage, quien me recibe en uno de sus guardias quién estaba encargándose de los elegidos del torneo. Cuando me ve con mi hermanito lo primero que me dice es que a este viaje solo podía ir yo, sin ningún acompañante. Le muestro preocupación al instante pero sin más esperar me asigna un guardián para el pequeñín asegurándome máxima protección. Despreocupándome un poco marchó hacia dónde me direccionó....

Después de varias horas de caminata puedo ver a lo lejos del bosque una especie de entrada hacia un campamento o algo parecido. Al llegar allí, la puerta estaba protegida por un guardia que según su vestimenta debería ser un ninja de alto nivel. Quizás haya llegado a otro lugar, pero según las direcciones y el mapa que me dio el shinobi de Uzushiogakure, estaba en la locación correcta.
Antes de preguntar nada aquel ninja guardian me dirige la palabra.

- ¿Como te llamas? ¿Para qué has venido? -

- Mi nombre es Rain Itami Nara, de Uzushiogakure, y he venido como participante de un tal torneo de Dojos cuál me ha asignado el propio Kage de mi aldea -

El sujeto estuvo varios minutos mirándome para concluir la charla redireccionandome hacia el edificio donde debería hacer estancia y dándome las bienvenidas al campus con unos cupones para comer, y las llaves de cuál sería mi habitación mientras dura el torneo.

...

Una media hora después de haber llegado al edificio, bajo hacia el salón de bienvenida y tomo aciento en uno de los sofás de la sala, me doy cuenta que había sido uno de los primeros en llegar al lugar puesto que no sentía a nadie en todo el edificio. Observo un periódico exclusivamente de aqui y comienzo a leerlo para así enterarme de alleno acerca de todo lo que está pasando a mi alrededor.

El cansancio me gana y subo a mi habitación otra vez. Esta vez dejaría todo a un lado para desplomarme en la cama para descansar plácidamente.