Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Antes de eliminar el mar sellado, Shiona había tenido que esquivar un montón de senbon dando un paso a la derecha. En lugar de hacerlo simplemente, lo hizo mientras se quitaba la capa, haciendo que las espinas se clavasen en ella y se la llevasen, atrás, unos metros. Había tenido muchas malas experiencias con armas, hilos, y shinobis excepcionalmente diestros. Era mejor así, pues se aseguraba que las armas quedasen atrapadas hasta caer al suelo.
•••
Algo agarró a Shiona por la espalda. Le hubiese gustado decir que ahogó un grito, pero su grito fue ahogado por un brazo que, de propietario furtivo, ahora le apretaba la garganta.
Notó el aliento sarnoso de aquella mujer-bestia al lado de su oído, acercándose a ella.
—Sé mi amante esta noche.
Un susurro escalofriante. El tacto de los dientes empezando a morder, clavándose, hiriendo, desgarrando.
—¡Aaaargh! —chilló, como un cerdo atrapado en el matadero. Respiró agitadamente. Se agarró el kimono con todas sus fuerzas, se mordió el labio hasta hacerse sangre...
...y luego juntó las manos.
—Seré tu amante, pero no me conformaré con una noche. Bailaremos a la luz de la luna, por siempre —rio, sardónica. La risa de una mujer que espera su propia muerte—. Entrégame tu eternidad.
Dos pequeños destellos después, Shiona empuñaba dos ninjatos, de subterfugio usando su propio cuerpo como obstáculo visual. Hizo un esfuerzo y los puso en punta hacia su pecho. Y clavó las armas atravesándose a sí misma en el corazón y en un pulmón, y al Demonio Blanco que detrás aguardaba, amarrándola con fuerza. La sangre corrió por su estómago y luego, la nada.
Luego, la nada. Una esfera de oscuridad se tragó a Shiona. Se tragó el Demonio Blanco. Se tragó gran parte del agua y de la tierra y del aire, y se habría tragado cualquier otra cosa y la habría atrapado dentro de ella. Su trampa mortal. El as en la manga. La última carta.
Su despedida.
Los cuatro símbolos de la técnica volvieron a aparecer en el cuerpo inerte de Shiona cuando besaron de nuevo su piel. Cayó sobre las aguas del lago, que tristes, lánguidas, se habían estabilizado.
Y el cielo, triste, lloró.
•••
Hubo un destello de luz. El cuerpo de Haskoz, débil, inconsciente, pero con vida, flotaba por la superficie del agua. Si todo iba bien, despertaría en la nueva orilla del lado, al día siguiente, con la primera luz del amanecer.
Shiona, Sandaime Uzukage
0/450
–(-100%)
22/270
–(-5) (-5) (-50) (regen. impedida)
- 10 Fuuma Shuriken (sellados en los mitones, cinco en cada brazo)
- 50 Shuriken (sellados a lo largo de cada uno de los 10 dedos de las manos)
- 6 paquetes de hilo (sellados en los mitones, en el dorso de las manos, 3 en cada una)
- 2 pergaminos medianos con relámpagos sellados en cada uno de los muslos (50 PV de daño por impacto directo)
Haskoz
1/180
–
35/60
–
+25
–
Primera AO revelada: Shiona tenía preparado el fūinjutsu Ura Shishō Fūinjutsu de antemano, antes de la batalla.
1 AO
¤ Ippan no Fūinjutsu ¤ Técnica de Sellado General - Tipo: Apoyo - Rango: C - Requisitos: Fūinjutsu 15 - Gastos: 10 CK (sellado de objetos y armas), 5 CK (liberar) - Daños: - - Efectos adicionales:
Sella objetos y armas en pergaminos
(Fūinjutsu 30) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en pergaminos y en su propio cuerpo. Además, puede guardar gases venenosos, líquidos...
(Fūinjutsu 60) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en cualquier tipo de recipiente (preguntar a un administrador para saber qué recipiente podría ser válido).
- Sellos: Buey → Serpiente → Tigre → Jabalí → Carnero (mantenido durante unos segundos) - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: (ver descripción)
Técnica estándar de fūinjutsu, que utilizan muchos shinobi con diferentes niveles de maestría en técnicas de sellado. Los ninjas con un nivel de maestría bajo son capaces de sellar objetos y armas, normalmente de tamaño pequeño o mediano, y únicamente en pergaminos. Los ninjas de nivel medio son capaces de sellar muchos tipos de sustancias distintas en pergaminos e incluso en su propio cuerpo, lo cual les otorga una ventaja estratégica bastante grande. La técnica no funciona instantáneamente. Para sellar objetos en un pergamino, se ha de abrir ese pergamino. En el caso de querer guardar algo en el propio cuerpo, no es necesaria tanta preparación. Para guardar cosas en un recipiente externo, se ha de disponer de uno válido (obviamente). En cualquiera de los tres casos, se ha de estar a menos de tres metros de donde se va a sellar el objetivo, y a menos de diez del objetivo. Una vez realizados los respectivos sellos, se mantiene el último y el objetivo se deshace en una masa de chakra, que viaja a velocidad moderada hasta introducirse dentro del lugar donde se desee sellar. Entonces aparece la marca deseada, y el sellado se completa. Se ha de remarcar que esta técnica de sellado no dispone de una clave para nada complicada. Los sellos podrán ser rotos y su contenido liberado por cualquier practicante de fūinjutsu con suficiente maestría (15, 30 ó 60).
¤ Ura Shishō Fūinjutsu ¤ Técnica del Sellado Inverso de los Cuatro Símbolos - Tipo: Ofensivo - Rango: S - Requisitos: Fūinjutsu 80 - Gastos: 150 CK preparar, 50 CK activar (puede estar preparada con anterioridad - Daños: Si no lo está ya, provoca la muerte del usuario - Efectos adicionales: Sella todo lo que entre dentro del radio de la técnica - Sellos: - - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: 10 metros a la redonda, con el usuario en el centro
Se trata de un sello utilizado únicamente cuando el usuario está a punto de morir o alguien le ha dado el golpe final, y que genera una esfera negra de gran amplitud que absorbe todo lo que encuentre en su interior. El sello tiene forma de cuatro símbolos, distribuídos a lo largo del torso del ejecutor. Cuando la técnica se activa, los símbolos aumentan de tamaño y se expanden, formando una esfera de color negro translúcida. La esfera se expande a gran velocidad y permanece así durante unos segundos, sellando todo en el cuerpo del usuario. Finalmente, disminuye de tamaño hasta que los cuatro símbolos vuelven a ceñirse a su ejecutor.
Años atrás, en su época de máxima plenitud, la muchedumbre aseguraba que el Demonio Blanco era como la peste, como una enfermedad vírica y mortal que dejaba un rastro de muerte y desolación allí por donde pasaba.
Pero se equivocaban. Él no era como la peste. Él era la peste.
Cuando los dientes ensangrentados del Demonio Blanco entraron en contacto con la oreja de la mujer, no solo se la arrancó, sino que le traspasó un virus. Una enfermedad mortal del que solo se conocía un superviviente: él mismo.
Pero quizá eso ya diese igual…
—Seré tu amante, pero no me conformaré con una noche. Bailaremos a la luz de la luna, por siempre —la mujer rio, sardónica. Y por primera vez en la vida del Demonio Blanco, algo en aquel mundo logró inquietarle: era la risa de una mujer que no temía a la muerte, sino que la recibía con los brazos abiertos—. Entrégame tu eternidad.
Los ojos color violeta del Demonio Blanco se abrieron, sorprendidos. Los ninjatos atravesaron carne, músculo, huesos…
… y una capa. Una capa con diversos senbons clavados en ella, empapada por el agua que la había arrastrado. Y es que el Demonio Blanco, recordando su primera muerte, había sido previsor —como Izanagi al lavarse y purificarse tras su entrada al Yomi— y había sellado en su lengua un sencillo pero útil ninjutsu: el kawarimi.
La única condición: que algo le dañase.
El truco hizo efecto, y apareció muchos metros a la espalda de ella, viéndose de pronto arrastrado por el oleaje. El fuego que corría por sus venas se había convertido en apenas una llama, débil y temblorosa como una vela bajo la tormenta. Se le habían agotado las fuerzas, pero pidió energías prestadas a su madre Izanami por última vez, y logró anclar una mano en la superficie del lago para elevarse sobre ella.
El cielo lloraba, y hacía bien en hacerlo. Aquel día había nacido un demonio. Uno que no pensaba irse en mucho tiempo. Sus pasos le condujeron hasta su rival, su oponente… su víctima. Tomó sus cabellos antes de que terminase de hundirse, con delicadeza. Casi podría decirse que con dulzura. Levantó el brazo y la alzó ante él.
Tenía la cara de un muerto...
—¿Por qué tuviste que morirte? —su voz sonaba rota, agotada. Agotada e indignada—. ¡Tenía que ser yo! —rugió, tirándola al lago con violencia—. ¡Tenía que ser yo el que te matase!
Furioso e indignado, rugió. El sonido de la trompeta que anuncia la guerra. Una guerra que había nacido junto a él, aquel preciso e instante día. Y que no terminaría hasta el fin de los tiempos. Entonces, como un rayo de luz y esperanza, algo se topó ante sus ojos color violeta. Algo que le hizo temblar de emoción y reír de pura felicidad. Sus facciones quemadas y encharcadas del vivo color rojo carmesí esbozaron una sonrisa de oreja a oreja.
Había visto a un chico de pelo blanco flotando en la superficie… vivo.
Demonio Blanco
170/390
–
24/300
–
-21
–
- 1 Ninjato (perdida en la lava)
- Ōkunai (sellado en la palma derecha, ahora perdido, junto con el brazo)
- 10 Shuriken (5 sellados en la mano izquierda, los otros perdidos junto con la mano derecha)
- 1 Ono (sellada en la cadera, parte derecha)
- 2 Paquete de 5 senbon ( 1 sellado en el cuello, parte izquierda; el otro usado)
Si de algún modo consiguieses librarte de tu propia técnica, estos son los posibles daños:
Kyōkenbyō no chi: 10PV
Turno 1/6
AO anterior revelada: sellar el kawarimi en la lengua con el Tensha Fuin
¤ Tensha Fūin ¤ Sello de Transcripción - Tipo: Apoyo - Rango: B - Requisitos: Fūinjutsu 45 - Gastos: 11 + 10 CK, X: gasto de la técnica a sellar - Daños: - - Efectos adicionales: Sella los efectos de una técnica en un pergamino, en el cuerpo de uno mismo, o sobre el cuerpo de un objetivo, con condiciones impuestas por el ejecutor - Sellos: - - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Mediante esta técnica, el usuario puede sellar los efectos de cualquier técnica que conozca (pregunta a un administrador si no estás seguro de poder hacerlo con determinada habilidad), normalmente Ninjutsu, con el simple contacto sobre la superficie de un pergamino, sobre el cuerpo de uno mismo o sobre el cuerpo del oponente. Esta técnica tiene innumerables usos: desde sellar una técnica en el oponente para que se libere y le cause daños (de nuevo, es necesario que la técnica sea de una naturaleza dañina nada más liberarse. Por ejemplo, no se pueden sellar proyectiles para dañarlo, pues la técnica saldría disparada nada más liberarse), hasta sellar técnicas en pergaminos como trampa cuando el oponente abra ese pergamino para leer su contenido. El usuario debe escoger una condición concreta para que el sello se libere (que se abra el pergamino, que el usuario que lleva el sello esté en peligro, que vea a cierta persona, etc.) pero nunca una demasiado ambigua.
¤ Kyōkenbyō no chi - Requisitos:
La sangre del Demonio Blanco es portadora de una enfermedad de la que no se tienen muestras ni se conoce antídoto hoy en día, pero de la que se sabe, coincidiendo con su etapa de máximo esplendor, que provocó la muerte de centenares de personas.
Pese a que él parece ser inmune a parte de sus efectos, la sangre actúa como un veneno en el resto de personas, provocando fiebre y un fuerte dolor de cabeza al principio (10PV los seis primeros turnos). Al día, si no se ha suministrado vacuna, provoca en el afectado el defecto temporal de Cólera (4 meses). Al segundo día, el defecto de Furia asesina incontrolable (4 meses). Si no se ha suministrado nada al tercer día, el virus se extenderá de forma irreparable por el sistema nervioso, haciendo inservible las vacunas y haciendo entrar a la víctima en un coma a los 6 meses. Deberá tirar un dado de 100 y sumar su Resistencia, y, de obtener un 160 o más, despertará a los 2 meses, curado. De no obtenerlo, morirá.
El Demonio Blanco había alzado al muchacho por el cuello de la camisa y lo mantenía ante él, a escasos centímetros de su rostro.
—Vamos, despierta… Despierta —sus susurros eran apenas suspiros, como el de una madre tratando de despertar a su retoño—. Dormido no tiene gracia.
Los párpados temblorosos del muchacho se abrieron. Tenía la mirada desenfocada, perdida, como si no entendiera donde estaba, ni lo que estaba ocurriendo. Como el Demonio Blanco no se consideraba un tipo cruel, muy pronto le sacaría de su incertidumbre.
—¿D-dónde…? —la voz del Uchiha apenas era el crujido de una rama al otro lado del bosque. El crepitar del fuego de una hoguera que brillaba en el horizonte—. Shiona… ¿Dónde está…?
La risa del Demonio Blanco interrumpió sus ruegos, eclipsándolos como un trueno haría con los susurros nocturnos.
—No te preocupes por eso. Pronto estarás con ella.
Fue entonces cuando un atisbo de comprensión cruzó el rostro del joven. Él le reconocía. Claro que le reconocía ¿Cómo no iba a hacerlo? Había vivido en su interior tanto tiempo... Más del que hubiese deseado. Mucho más.
—Tú no puedes matarme… —Un hormigueo recorrió la piel del Demonio Blanco—. Salí vivo y cuerdo del Bosque de Azur… —Un hormigueo que se convirtió en picor, como si acabase de caer en un bosque de ortigas—. Maté a tres guardias y sobreviví a ello. No puedes…
¡CRACK!
—¡Yo fui quien te mantuvo vivo en el Bosque de Azur!
¡CRACK!
—¡Yo fui quien te sacó de allí!
¡CRACK!
—¡Y quien mató a tu primer amigo y su hermana! —Crack. Crack. Crack—. ¡Y ahora muere! ¡MUERE! ¡MUERE! ¡MUEEEEEEEREEEE!
Siete. Ocho. Nueve. Diez. Al undécimo cabezazo ya no supo reconocer si le estaba dando a una cara o a un simple amasijo de carne y sangre descompuesto. Tiró el cuerpo al mar, encorvó la espalda hacia atrás y rugió. Y rio. Y volvió a rugir. Y los truenos le devolvían la risa, como un viejo amigo con el que te reencuentras, y el rio todavía más fuerte. Y más alto.
Estaba en casa. Estaba en Oonindo. Y muy pronto deleitaría al resto del mundo con su presencia...
Haskoz... is... dead
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Tras el séptimo cabezazo, el cuerpo de Haskoz perdió la última chispa de vida que le quedaba. Y entonces, el as en la manga de Shiona se activó, como una broma pesada.
«Espero que nunca tengas que utilizar esto, Haskoz-kun. Lo espero de corazón. Por ti.
Pero a veces, los ninjas tenemos que sacrificar cosas muy importantes para salvar a nuestros seres queridos. A nuestra aldea.
Que este sea pues nuestro último sacrificio.
Larga Vida a Uzushiogakure.»
Otra esfera negra monstruosamente grande y terriblemente devoradora se expandió y tragó todo lo que había alrededor de Haskoz guardándolo, sellándolo. Dejándolo en un espacio lleno de agua, sin salida. Encerrado y sin oxígeno. Condenado a la muerte.
Y el mundo, fuera del cadáver del Uchiha, a salvo por siempre de la oscuridad de su interior.
Shiona, la segunda vez que apareció dentro de Diplomacia Forzada, plantó en Haskoz otro sello trampa para asegurar que de un forma u otra el Demonio Blanco no quedase libre por Oonindo.
¤ Ura Shishō Fūinjutsu ¤ Técnica del Sellado Inverso de los Cuatro Símbolos - Tipo: Ofensivo - Rango: S - Requisitos: Fūinjutsu 80 - Gastos: 150 CK preparar, 50 CK activar (puede estar preparada con anterioridad - Daños: Si no lo está ya, provoca la muerte del usuario - Efectos adicionales: Sella todo lo que entre dentro del radio de la técnica - Sellos: - - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: 10 metros a la redonda, con el usuario en el centro
Se trata de un sello utilizado únicamente cuando el usuario está a punto de morir o alguien le ha dado el golpe final, y que genera una esfera negra de gran amplitud que absorbe todo lo que encuentre en su interior. El sello tiene forma de cuatro símbolos, distribuídos a lo largo del torso del ejecutor. Cuando la técnica se activa, los símbolos aumentan de tamaño y se expanden, formando una esfera de color negro translúcida. La esfera se expande a gran velocidad y permanece así durante unos segundos, sellando todo en el cuerpo del usuario. Finalmente, disminuye de tamaño hasta que los cuatro símbolos vuelven a ceñirse a su ejecutor.
1/05/2017, 16:09 (Última modificación: 1/05/2017, 16:10 por Uchiha Datsue.)
Cinco. Seis. Siete.
El amasijo de sangre y huesos rotos que componía la cara irreconocible de aquel cadáver se transformó de pronto en una esfera negra. Una esfera que le engulló como una burbuja de aceite, viscosa y caliente, pero sin mojar ni manchar un solo centímetro de su piel.
Y entonces, lo supo. Eran las terceras fauces que aquella mujer había abierto para él. Primero Amateratsu, luego Susano’o, y ahora… Tsukuyomi. La luna negra, nacida de la suciedad del Yomi acumulada en el ojo derecho de Izanagi. La trampa mortal en la bóveda celeste. Aquella perra no solo iba a matarle, sino alejarle por siempre de su verdadero hogar. Del Yomi. De su madre.
Su madre…
La luna negra alcanzó su máxima plenitud, y entonces, en aquel instante, en aquel segundo, recordó quien era. Los truenos, lejanos, dejaron de ser el tambor tocado por Raijin para convertirse en latigazos lamiendo la piel de su espalda. La risa eterna que afloraba en su garganta dejó de ser fría y letal como el veneno de una serpiente. Ahora era débil, lastimera, suplicante... Las muñecas le sangraban. Líneas rojas horizontales a lo largo de ellas. Siempre profundas. Nunca lo suficiente.
Él no era el Demonio Blanco. Él no era él, sino ella. Caminaba con los pies descalzos, entre tigres tan blancos como la fría nieve que pisaba.
Huía. A sus espaldas, el horror más inimaginable que cualquiera pudiese imaginar. Un gran samurái. Honorable, bondadoso, recto. Intachable. Una máscara, que se quitaba cada vez que entraba en casa. Al frente, la única escapatoria: el Palacio de Hielo. La entrada al Yomi. Su perdición. Su salvación…
La esfera negra se contrajo como una canica, y ella, y el Demonio Blanco, y los cientos de personas que alguna vez había sido, desaparecieron junto a un joven chico de cabellos blancos y sueños demasiado grandes para aquel triste mundo...
«Larga Vida a Uzushiogakure no Sato»
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80