Las técnicas ilusorias, o Genjutsu, se diferencian de otras artes ninja en que no buscan inflinjir un daño directo sino manipular la mente del adversario para crear una oportunidad, o para provocarle efectos negativos psicológicos. Dado el preciso control del chakra que se requiere para simular sensaciones físicas y estímulos sensoriales, y el ingenio necesario para que estas ilusiones resulten creíbles (ambas terreno de la Inteligencia), muchos shinobi prefieren utilizar métodos más directos, como el Taijutsu y el Ninjutsu.

Los Genjutsu se dividen en dos tipos principales (los ambientales y los sensoriales), y en algunas técnicas que no coinciden con las características de ninguno de los dos, y que o bien son técnicas de soporte o bien poderosos jutsus difíciles de encontrar y que tienen un funcionamiento especial.

Los Genjutsu ambientales son aquellos en los que el usuario expande el chakra sobre un determinado área, más pequeña o más grande en función de la técnica, y crea estímulos falsos que afectan al entorno (imágenes, sonidos, modificaciones...) afectando a todos los que entran en dicho área.

Los Genjutsu sensoriales inducen al objetivo en un estado de hipnosis en el que se ejecuta la técnica usando uno de los cinco sentidos como canalizador. Normalmente esto implica que el ejecutor y la víctima deben permanecer inmóviles durante el desarrollo de la ilusión, pero las técnicas más peligrosas permiten al dueño de la ilusión moverse en el transcurso de la misma. Los Genjutsus sensoriales se clasifican en función del sentido que utilizan para introducirse en el objetivo: visuales, auditivos, olfativos, táctiles y gustativos.



Una de las cualidades que hace tan peligroso al Genjutsu es lo que cuesta salir de ellos. La forma estándar para romperlos que tiene un shinobi que ha estudiado lo suficiente las técnicas ilusorias es mediante el uso de la técnica Genjutsu: Kai de la propia facultad de Genjutsu, aunque debe cumplir ciertos requisitos. Con este jutsu, se pueden quebrar ilusiones de cualquier tipo. Las ilusiones ambientales se cancelarán por completo para todo el área de ejecución.

Un usuario que reciba un daño de 10 PV externo a la ilusión saldrá inmediatamente de la misma. Si el ejecutor de la técnica ilusoria recibe el daño, el jutsu también se anulará.

A pesar de estos métodos, algunas formas de Genjutsu no pueden ser rotas tan fácilmente, ya sea por el efecto casi instantáneo de algunas técnicas o su capacidad para dejar inconsciente o paralizado al oponente. Además, para intentar romper un Genjutsu, la víctima primero debe darse cuenta de que está sumergido bajo los efectos de uno.



En ocasiones, a un personaje puede resultarle evidente que se encuentra afectado por una técnica ilusoria. Por ejemplo, puede ser usuario de Genjutsu él mismo, y conocer la técnica que está sufriendo (si los efectos son reconocibles). O puede que dentro de la ilusión ocurra un hecho inverosímil, algo que no podría suceder si no se tratase de una ilusión.

Pero además, si es suficientemente perspicaz, notará las pequeñas deficiencias de las ilusiones, si es que tiene tiempo para ello, o, de hecho, sentirá los cambios en su propio chakra. Sólo podrá hacerlo si su Percepción supera al menos en 40 puntos a la Inteligencia del ejecutor de la técnica ilusoria.

Un shinobi con control del chakra y un ingenio legendarios (Inteligencia 140) sabrá crear ilusiones indetectables, e infiltrar su chakra de manera tan discreta en el cuerpo de sus oponentes que ni siquiera los usuarios de dōjutsu podrán percibirlas o romperlas.