25/09/2016, 02:09
(Última modificación: 13/10/2016, 18:24 por Uchiha Akame.)
Solo en casa
Bueno chavalada (léase: Datsue y Karamaru), aquí vamos. Esta vez no posteo como anunciante, sino más bien para daros una breve introducción al escenario. Kawabe es un pueblecito de unos mil habitantes, situado a orillas de un riachuelo (de ahí su nombre) que cruza parte del Paraje sin Sol. En él hay una casa que sobresale de entre las demás por su tamaño y arquitectura; la construyó antiguamente una familia noble, aunque muchos años después recayó en Itachi, un viejo comerciante de Takigakure. El hombre la ha alquilado varias veces, con resultados catastróficos.
La cuestión es que Itachi, harto de la situación, ha puesto anuncios por todo el País de los Ríos, ofreciendo una jugosa recompensa a quien sea capaz de ayudarle a "levantar la maldición que pesa sobre la Finca Makoto". Los participantes deben haber oído del asunto y tener una motivación para intervenir, que no tiene por qué ser necesariamente el dinero... Los Makoto son famosos en el País de los Ríos por haber sido, hace decenas de años, una familia rica e influyente. Quizá en la casa se puedan hallar documentos históricos, volúmenes de libros antiguos, etc.
Sea como sea, nuestros personajes deben encontrarse en Kawabe con la intención de resolver el misterio de la Finca Makoto.
Como siempre, pido que respetemos la regla de las 72 horas de tiempo máximo para postear (claro está, salvo para ausencias justificadas).
¡Vamos a ello!
Participantes
- Akame
- Datsue
- Karamaru
Poco después de que aquel grito desgarrase el silencio nocturno, frente a la casa ya se había concentrado toda una tropa de curiosos. Hombres, mujeres e incluso algún niño díscolo se agolpaban junto al zaguán, intentando ver más allá de la puerta de madera de roble entreabierta más sin atreverse a entrar. Sólo entró Ryomaru, el alguacil del pueblo, embutido en su pulida armadura de acero y con aquella katana tan afilada siempre presta en el cinto. Para la gente de Kawabe, tampoco fue necesario ver de primera mano para hacerse una idea bastante precisa de lo que pasaba...
Unas ancianas intercambiaron quedos susurros para seguidamente rezar una breve plegaria a todos los dioses que conocían. Aquella era la tercera ocasión reciente en la que sucedía una desgracia entre las paredes de la Finca Makoto. En realidad ni siquiera era una finca, ni mucho menos, pero los habitantes de Kawabe siempre habían llamado así a la casa más grande y lujosa del pueblo. Era una tradición que se remontaba muchos años atrás, cuando la orgullosa y acaudalada familia Makoto había construido aquella vivienda en el pueblo.
Cuando Ryomaru salió de la casa, todos los ojos se fijaron en una mujer escuálida y paliducha que iba sujeta a su fuerte brazo. Estaba temblando por completo, con los ojos desencajados, y balbuceaba sin sentidos. Un par de hombres la llevaron —casi en volandas— a casa del médico, por petición del propio alguacil. Otro se aventuró al interior. Poco a poco la multitud se fue dispersando, mientras más y más conversaciones llenaban el silencio nocturno de Kawabe.
Junto a la puerta, con la espalda apoyada a la pared, un hombre flaco y clavo se frotaba las sienes con gesto desesperado. Era la tercera vez que sucedía una desgracia en la Finca Makoto. La tercera familia alquilada. La tercera muerte. Después de aquella noche, probablemente le sería imposible volver a arrendar —no digamos vender— aquella propiedad...
Entonces lo tuvo claro. Necesitaba ayuda.
Unas ancianas intercambiaron quedos susurros para seguidamente rezar una breve plegaria a todos los dioses que conocían. Aquella era la tercera ocasión reciente en la que sucedía una desgracia entre las paredes de la Finca Makoto. En realidad ni siquiera era una finca, ni mucho menos, pero los habitantes de Kawabe siempre habían llamado así a la casa más grande y lujosa del pueblo. Era una tradición que se remontaba muchos años atrás, cuando la orgullosa y acaudalada familia Makoto había construido aquella vivienda en el pueblo.
Cuando Ryomaru salió de la casa, todos los ojos se fijaron en una mujer escuálida y paliducha que iba sujeta a su fuerte brazo. Estaba temblando por completo, con los ojos desencajados, y balbuceaba sin sentidos. Un par de hombres la llevaron —casi en volandas— a casa del médico, por petición del propio alguacil. Otro se aventuró al interior. Poco a poco la multitud se fue dispersando, mientras más y más conversaciones llenaban el silencio nocturno de Kawabe.
Junto a la puerta, con la espalda apoyada a la pared, un hombre flaco y clavo se frotaba las sienes con gesto desesperado. Era la tercera vez que sucedía una desgracia en la Finca Makoto. La tercera familia alquilada. La tercera muerte. Después de aquella noche, probablemente le sería imposible volver a arrendar —no digamos vender— aquella propiedad...
Entonces lo tuvo claro. Necesitaba ayuda.
Bueno chavalada (léase: Datsue y Karamaru), aquí vamos. Esta vez no posteo como anunciante, sino más bien para daros una breve introducción al escenario. Kawabe es un pueblecito de unos mil habitantes, situado a orillas de un riachuelo (de ahí su nombre) que cruza parte del Paraje sin Sol. En él hay una casa que sobresale de entre las demás por su tamaño y arquitectura; la construyó antiguamente una familia noble, aunque muchos años después recayó en Itachi, un viejo comerciante de Takigakure. El hombre la ha alquilado varias veces, con resultados catastróficos.
La cuestión es que Itachi, harto de la situación, ha puesto anuncios por todo el País de los Ríos, ofreciendo una jugosa recompensa a quien sea capaz de ayudarle a "levantar la maldición que pesa sobre la Finca Makoto". Los participantes deben haber oído del asunto y tener una motivación para intervenir, que no tiene por qué ser necesariamente el dinero... Los Makoto son famosos en el País de los Ríos por haber sido, hace decenas de años, una familia rica e influyente. Quizá en la casa se puedan hallar documentos históricos, volúmenes de libros antiguos, etc.
Sea como sea, nuestros personajes deben encontrarse en Kawabe con la intención de resolver el misterio de la Finca Makoto.
Como siempre, pido que respetemos la regla de las 72 horas de tiempo máximo para postear (claro está, salvo para ausencias justificadas).
¡Vamos a ello!
Participantes
- Akame
- Datsue
- Karamaru