Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
El sol no era visible a través del eterno manto de nubes, oscuras como el tizón, que poblaban los cielos de Amegakure. Pero se notaba que comenzaba a anochecer. La lluvia refulgía con los colores del arcoiris cuando atravesaba las luces de neón que los locales habían comenzado a encender y la gente que esperaba la noche se agolpaba cada vez más en el concurrido Distrito Comercial. La guardia comenzaba a reforzarse, pues el comienzo de la noche implicaba el comienzo de muchas fiestas; y, con ellas, el descuido de más de uno con el alcohol que terminaba derivando en peleas sin sentido.

Aotsuki Ayame atravesaba en aquellos instantes uno de los muchos puentes que sorteaban los canales de la ciudad. Cargaba con varias bolsas, se había ofrecido a salir a hacer algunas compras para despejarse y ahora regresaba a casa. Un par de shinobi cruzaron por encima de ella, saltando ágilmente y corriendo a través de varios cableados que conectaban ambas calles. Y ella se les quedó mirando. Cualquiera que la viera en aquellos momentos, cualquiera que la conociera de antes, apenas habría podido llegar a reconocerla. Había dejado atrás cualquier tipo de indumentaria o símbolo que pudiera relacionarla con las artes shinobi. En aquellos instantes, sólo era una ciudadana más. Una ciudadana bastante lenta y torpe, a juzgar por los tumbos de sus pasos...

O por el golpetazo que se dio contra alguien cuando se dispuso a seguir su camino, tirándola al suelo a ella y a sus bolsas.
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder
#2
Suzume había salido a comprar, pues el que trabajara cantando no quitara que fuese una buena hija que ayudara a sus padres. Se había abrigado mucho y llevaba un paraguas mono con diseños de estrellitas.

Sin embargo, su mente estaba en otro lado: llevaba el paraguas apresado con el brazo izquierdo, y la bolsa de las compras con el derecho, mientras que usaba las manos torpemente para escribir cosas en una libreta pequeña. Estaba, por supuesto, anotando ideas para una canción.

Claro, el llevar un montón de cosas encima le desequilibraba, y el no prestar atención al camino le llevó a chocarse con alguien. La fuerza del golpe, aunado a la poca resistencia que tenía la pelirroja, le lanzó al suelo junto con sus pertenencias.

¡Ay, no! —exclamó al instante, recogiendo su libreta, la cual se había alcanzado a mojar de un lado. Le costó mucho ponerse en pie. —. ¡No, no, no, no!

La chica se dio cuenta de que había una persona más en el suelo, una que había tenido una encomienda similar a la suya, tal vez. Se apresuró a ir a por ella, cubriéndole con el paraguas.

¡Ay, lo siento! Estaba de boba embobada otra vez... ¿Te lastimaste? — Se guardó la libretita en el abrigo y le tendió la mano.
Responder
#3
¡Ay, no! ¡No, no, no, no! —Una voz femenina, desconocida para ella, la sobresaltó. Se trataba de una hermosa joven, que debía tener más o menos su misma edad, que se afanaba por recoger una libreta del suelo antes de que se mojara aún más. Tenía el cabello largo y ondulado, de un vibrante color rojo. Apenas tardó unos segundos en reparar en su presencia—: ¡Ay, lo siento! Estaba de boba embobada otra vez... ¿Te lastimaste? —le preguntó, cubriéndola gentilmente con el paraguas.

Ayame aceptó la mano que le tendía para reincorporarse; pero, llena de apuro, negó con la cabeza enérgicamente en respuesta a la última pregunta formulada y realizó varias reverencias de disculpa en cuanto se puso en pie. Se apresuró a recoger sus propias bolsas para evitar que se empapara su contenido y se echara a perder, pero no dejaba de mirar a la desconocida por el rabillo del ojo.

Algo en ella le resultaba familiar, pero no atinaba a decir el qué.
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder
#4
Suzume recogió sus bolsas, pero tambien recogió algunas de la chica de cabellos oscuros.

Creo que esto es tuyo.

La pelirroja le sonrió cuando extendió una de las bolsas que había levantado. Algo llamó la atención de Suzume, por lo que la miró fijamente por algunos segundos. Detrás de la mata de cabello en su frente había un bonito dibujo.

¡Oh, qué bonita luna! ¿Es un tatuaje? Oh, lo siento, no quiero ser metiche —comentó con una risita —, es sólo que se ve lindo.
Responder
#5
La joven le tendió una de las bolsas que se le habían caído y que no había tenido tiempo de recoger.

Creo que esto es tuyo.

Ayame le dedicó una suave sonrisa y una nueva inclinación de cabeza. Sin embargo, algo pareció llamar la atención de la desconocida, que tenía sus curiosos ojos de color violeta clavados en su frente.

¡Oh, qué bonita luna! ¿Es un tatuaje? Oh, lo siento, no quiero ser metiche —comentó con una risita —, es sólo que se ve lindo.

Ella se llevó una mano a la frente, inicialmente sorprendida. Tiempo atrás le habría preocupado que lo primero en lo que se fijara fuera la luna de su frente, pero parecía haber pasado una eternidad desde entonces. Ni siquiera ella era la misma Ayame de entonces. Sus labios se curvaron ligeramente y abrió la boca, como si hubiese estado a punto de decir algo, pero finalmente volvió a cerrarla y negó con la cabeza. Entonces miró a su alrededor, buscando algo con gesto dubitativo. Reparó de nuevo en la libreta de la pelirroja, pero tras mirar al cielo desechó la idea sacudiendo la cabeza. No pareció encontrar lo que buscaba y, al final, con un suave suspiro, volvió a mirar a la desconocida y se agachó sobre la tierra. Con el dedo índice trazó dos ideogramas: 菖蒲. Ayame los señaló con el dedo, se señaló a sí misma con una sonrisa, y después la señaló a ella, ladeando la cabeza con gesto interrogante.
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder
#6
La chica parecía sorprendida de que notara un tatuaje tan lindo. Sin embargo, no habló, sino que se agachó para escribir en el suelo. Suzume inclinó la cabeza, levemente confundida.

¿Aya... Me? —la pelirroja la miró, extrañada. ¿Iris? ¿Cómo iba a ser una flor? Lo de su frente era claramente una lun- aaaah... —. Aaaah, ya veo... te llamas Ayame. ¡Qué bonito nombre! Yo...

Se mordió la lengua. ¿Por qué la chica no había hablado? ¿Tendría algún problema con su voz? Suzume decidió seguirle el juego. Buscó la última hoja de su libreta y escribió algo que pronto enseñó a Ayame.

«Mi nombre es Murakisho Suzume. ¡Todo un gusto!»

La nota tenía un muy sencillo dibujo de un pajarito, y Suzume sonrió al mostrársela.
Responder
#7
¿Aya... Me? —la pelirroja se mostró inicialmente sorprendida, como si no estuviera segura de a lo que se estaba refiriendo con su gesto. Sin embargo, debió pillarlo enseguida, porque su rostro se iluminó con el gesto de la comprensión—. Aaaah, ya veo... te llamas Ayame.

Ella asintió enérgicamente, confirmando su suposición.

¡Qué bonito nombre! Yo... —La desconocida se interrumpió de golpe, pensativa. Ayame ladeó ligeramente la cabeza, interrogante, pero, enseguida, la otra chica abrió su libreta por la última hoja y escribió algo que le enseñó en cuanto terminó:

«Mi nombre es Murakisho Suzume. ¡Todo un gusto!»

La frase venía acompañada con el adorable dibujo de un pajarito y Ayame amplió su sonrisa e inclinó el cuerpo en una nueva reverencia que trataba de expresar "¡Mucho gusto!". Al reincorporarse, torcía ligeramente el gesto. Se había quedando mirando la libreta de Suzume y la señaló con un dedo con gesto apurado. Lamentaba profundamente que pudiera haberse mojado o estropeado con su anterior tropezón.
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder
#8
Suzume asintió junto con la chica. ¡Ayame! Ayame. Escribió ese nombre en su cabeza. Le seguía pareciendo extraño que no hablara. Supuso que en realidad era muda. La pelirroja se sintió extraña.

Sin embargo, Ayame le apuntaba a la libreta. La cantante tardó un momento en entender.

¡Ah, ya! Claro, claro, ten.

Pasó la pagina y, con una enorme sonrisa, le tendió la libreta y el bolígrafo a la chica de la luna. Era obvio: si no podía hablar, le estaba pidiendo la libreta para escribir y comunicarse. ¡Que brillante, Suzume!
Responder
#9
Suzume se mostró confundida durante unos instantes, como si no terminara de entender lo que Ayame le estaba intentando decir.

¡Ah, ya! Claro, claro, ten.

Le tendió la libreta y un bolígrafo a la ahora estupefacta Ayame, que tardó unos segundos en reaccionar. Los cogió con lentitud y miró a su alrededor, al parecer buscando algo. Fue entonces le hizo una seña a Suzume para que la siguiera a través del puente que cruzaba el canal, hasta el bajo de un pequeño tejadillo que les serviría de refugio de la inclemente lluvia de Amegakure. Fue allí donde escribió algo durante unos pocos segundos. Aunque aún tuvo que pelearse varios instantes con aquellos utensilios antes de mostrárselo a la pelirroja. Los bolígrafos no funcionaban bien bajo la lluvia, y el papel humedecido no la estaba ayudando.

«Siento haber tropezado contigo. Espero que no te hayas hecho daño, o que tu libreta se haya estropeado demasiado... ¿Puedo hacer algo para compensártelo?»
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder
#10
Suzume le acompañó a un pequeño refugio bajo la lluvia. La pelirroja se estiró un poco, despreocupada, mientras Ayame escribía alguna nota en la libreta. Suzume la leyó cuando estuvo lista.

Abrió la boca, pero recordó que tenía que seguir el juego de la libreta. Tomó ambos objetos, asintiendo, y escribió algo más. Al final de cada línea había caritas sonrientes y alguna que otra estrellita.

«¡No ha pasado nada, amiga!
Estoy bien, y mi libretita está bien. Sólo se mojaron algunas hojas en blanco.
Lo demás está bien»


Creo... —dudó en voz alta, luego revisó la libreta una vez más, y su sonrisa disminuyó levemente—Oh...

Luego escribió un poquito más.

«Escribo aquí mis canciones y... Un par sí se mancharon bastante.
¡Pero no tienes que hacer nada, Ayame-san! ¡Gracias!»


La primera línea estaba acabada con una carita triste, y la segunda con una sonriente. Suzume no se mostraba molesta, ni de cerca.
Responder
#11
En lugar de usar palabras, Suzume retomó su libreta y escribió algo en ella. Junto a su caligrafía, al final de cada línea, adornos con caritas sonrientes y alguna que otra estrellita.

«¡No ha pasado nada, amiga!
Estoy bien, y mi libretita está bien. Sólo se mojaron algunas hojas en blanco.
Lo demás está bien.
»

Creo... —añadió, aquella vez en voz alta. Su sonrisa se apagó lentamente, y Ayame se temió lo peor—. Oh...

«Escribo aquí mis canciones y... Un par sí se mancharon bastante.
¡Pero no tienes que hacer nada, Ayame-san! ¡Gracias!
»

Suzume no parecía molesta, pero Ayame hundió los hombros, afligida, y le dedicó una nueva reverencia. Volvió a solicitarle la libreta, y aquella vez fue ella la que escribió a toda prisa:

«¡Ay, lo siento muchísimo! Espero que puedas recuperarlas al menos...»


Dudó algunos instantes, con el lápiz suspendido a escasos centímetros en el aire. Y entonces añadió una última frase:

«Entonces, ¿te gusta componer canciones?»
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder
#12
La pregunta de Ayame hizo que los ojos de Suzume se iluminaran. Cuando le pasó la libreta, la pelirroja escribió con muchos ánimos. Se tomó su tiempo para hacer dibujitos de nuevo, y le mostró la nota a la otra chica.

«¡No te preocupes! Ya vendrán de nuevo, las palabras siempre regresan!

¡Y sí! Me gusta tanto escribir canciones como cantarlas. ¡También toco!
A veces tengo presentaciones en algunos sitios de Amegakure. ¡Podrías venir, si quieres!
Si te gusta la música y el canto, digo...»

Suzume se encogió de hombros, aunque la mirada de sus ojos violeta era insistente, como si exigiera un Sí por parte de Ayame. Su sonrisa amplia y cálida le animaba también.
Responder
#13
El rostro de Suzume se iluminó con una súbita emoción ante la pregunta de Ayame. Recogió su libreta rápidamente y el lápiz prácticamente voló por la hoja, entre letras y dibujitos de todo tipo:

«¡No te preocupes! Ya vendrán de nuevo, las palabras siempre regresan!

¡Y sí! Me gusta tanto escribir canciones como cantarlas. ¡También toco!
A veces tengo presentaciones en algunos sitios de Amegakure. ¡Podrías venir, si quieres!
Si te gusta la música y el canto, digo...
»

Los ojos de Ayame se Ayame se habían abierto con sorpresa al leer su respuesta. Así que no sólo componía canciones, ¡sino que también las tocaba y las cantaba en público! Un extraño sentimiento aleteó en su pecho durante un instante. Un sentimiento que había estado dormido hasta entonces y que empujaba por abrirse paso hasta su garganta. En su mente se dibujaban más y más recuerdos. ¿Que si le gustaba la música? Prácticamente había subido arrastrada a un escenario en la misma capital del País del Fuego acompañada de otra kunoichi a la que hacía demasiado tiempo que no había vuelto a ver. ¿Que si le gustaba cantar? Había utilizado su voz para diseñar buena parte de sus técnicas de kunoichi...

Pero Ayame tragó saliva. Agarró aquel sentimiento que empujaba su pecho y volvió a hundirlo en las profundidades de su ser, donde debía estar. De eso hacía mucho tiempo. Demasiado. Una zarpa de afiladas garras se había cerrado en torno a su garganta y ya había pasado una eternidad desde que había pronunciado siquiera una palabra. El silencio era ahora su acompañante. Y así habría de seguir siendo...

El lápiz se había quedado suspendido a escasos centímetros del papel. Ayame alzó ligeramente la cabeza, lo justo para ver los implorantes ojos de Suzume fijos en ella, esperando su respuesta. Al final, dejó escapar el aire por la nariz, escribió algo con reticente lentitud y se obligó a esbozar una sonrisa. Otra sonrisa más añadida a su eterna máscara.

«Sería un honor escucharte, Suzume : )»
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder
#14
El rostro de Suzume se iluminó. Soltó una risita y se sonrojó, como si nunca hubiese cantado frente a alguien.

¡Por supuesto, Ayame-san! Ahm... —Tomó la libreta y comenzó a buscar en ella. Soltó un ligero chillido de alegría al ver que la página que buscaba no había sido alcanzada por el agua —. Ok, esto lo escribí... Pensando en alguien que conocí hace tiempo... Es... Es la primera vez que alguien lo escucha, así que nada de burlas, ¿Eh?

Le guiñó un ojo, aclaró su garganta y comenzó a tararear una tonada antes de comenzar a cantar dulcemente, en voz baja, pero clara.

Trae colores por doquier~
Se peina así ~
Es arcoiris~
Llena el aire de color~
Nada mejor~
Que sus colores~

¿La has visto de azul vestir?
Es el cielo frente a ti
¿No es su rostro al caminar
Tan precioso como el mar?
¿Has visto dama más bella?

¿La has visto de oro vestir?
Como reina, joyas mil
¿No desborda su color
Como al ocultarse el sol?
¿Has visto dama más bella?

Trae colores por doquier~
Se peina así ~
Es arcoiris~
Llena el aire de color~
Nada mejor~
Que sus colores~


Terminaría la breve canción con una leve reverencia y una risita.

¿Qué tal? —Ligeramente sonrojada, le ofreció la libretita, justo en la página donde estaba la letra de la canción. Ayame vería varios borrones y frases tachadas.
Responder
#15
Suzume pareció iluminarse ante la afirmación de Ayame. Aunque afirmaba que había hecho más de una presentación de sus canciones en establecimientos de Amegakure, lo cierto era que parecía bastante tímida al hablar de ello.

¡Por supuesto, Ayame-san! —exclamó, con una risilla y las mejillas arreboladas—. Ahm... —Suzume retomó la libreta y rebuscó entre sus páginas. Al cabo de algunos segundos soltó un gritito de alegría. Parecía que la canción que estaba buscando no había sido alcanzada por el agua—. Ok, esto lo escribí... Pensando en alguien que conocí hace tiempo... Es... Es la primera vez que alguien lo escucha, así que nada de burlas, ¿Eh?

Ayame asintió varias veces, emocionada. Y, entonces, la voz de Suzume llenó el ambiente, acompañando las gotas de lluvia que caían al asfalto. Una canción llena de color en una aldea de colores de neón. Y la canción de Suzume despertó unas sensaciones en Ayame que creía haber olvidado hace mucho tiempo: Fueron como unas mariposas que aleteaban en su pecho, desesperadas por ascender a su garganta, deseosas por escapar entre sus labios. Pero era imposible. Y los ojos de la kunoichi se llenaron de lágrimas al comprenderlo. Su voz seguía atrapada en su interior por unas afiladas garras manchadas de sangre que nadie había logrado aflojar.

¿Qué tal? —preguntó, al finalizar.

Y Ayame sacudió ligeramente la cabeza, volviendo a la realidad. Abrió la boca, pero en el último momento volvió a pedirle la libreta y buscó la hoja que habían estado utilizando para comunicarse.

«¡Ha sido precioso! Perdona la indiscreción, Suzume, ¿puedo preguntar a quién va dedicada la canción? estoy segura de que si la escuchara también le encantaría Corazón »
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.