Los cultivos estropeados - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País de la Espiral (https://ninjaworld.es/foro-pais-de-la-espiral) +--- Foro: Bosque de la Hoja (https://ninjaworld.es/foro-bosque-de-la-hoja) +---- Foro: Minori (https://ninjaworld.es/foro-minori) +---- Tema: Los cultivos estropeados (/tema-los-cultivos-estropeados) |
Los cultivos estropeados - Uzumaki Eri - 7/05/2017 De vuelta de su pequeña visita a Yachi, Eri y Ryu caminaban tranquilamente hacia Uzushiogakure, cargados de una nueva aventura. Eri le contaba las anécdotas de sus viajes y misiones mientras paseaban por aquel camino de pequeñas piedras claras y cada vez el sol apretaba más, y más. Suspiró, cansada, una vez terminado su pequeño discurso, cuando el joven divisó un pequeño cartel: — Mira, Eri, pronto estaremos en Minori, ¿te apetece parar allí un poco? — Claro, algo fresco no me vendrá nada mal. • • • Minori era conocido por su agricultura, los paisajes llenos de plantaciones eran típicos del lugar, con las casas bajas y los agricultores aprovechando las altas horas para la cosecha. Eri sonrió nada más pisar el pequeño lugar, y corrió hacia las casas para buscar un sitio donde tomar algo fresco. Pero algo, un cartel más bien llamó su atención. Se busca: Yuichi Amano Crimen cometido: Arruinar la mitad de los campos de cultivo del señor Yamamoto. Recompensa: Yamamoto ofrece parte de sus cosechas a quien lo encuentre. La joven arqueó una ceja mientras Ryu la esperaba tranquilamente detrás, luego se encogió de hombros al adivinar sus pensamientos. — Puede ser peligroso, ¿sabes? — Bueno... — Dijo no muy convencida para luego girarse hacia su hermano. — ¿No tenías que hacer unos recados por aquí? Mientras que los haces, déjame investigar... Ryu meditó por unos segundos. — Bien, vale, ¡pero ten cuidado! Y así fue como la kunoichi se dirigió a los cultivos del señor Yamamoto. RE: Los cultivos estropeados - Karamaru - 7/05/2017 Cada dia que salia temprano de su casa, el calvo siempre se cruzaba a las misma dos viejas. Una gorda y la otra flaca, ambas con gafas y piel arrugada. Habia veces que hablaban de sus nietos, otras de sus maridos, otras tantas, que se repetian a menudo, eran de los viajes que realizaban a menudo. Por las descripciones que daban, siempre se albergaban en hoteles lujosos y hacian su ida y vuelta en carruaje que, como hiperbolizaba el monje, eran de oro puro. Pero a Karamaru no solo le daba gracia, sino tambien curiosidad. Escuchar una y otra vez sobre los mismos lugares, sumado a la aficion que estaba comenzando a tener por viajar y conocer el mundo- despues de vivir en un templo toda su vida- esas conversaciones eran templos de informacion y saber para definir su proximo destino. En aquella ocasion, tras varios dias escuchando lo mismo, Karamaru emprendio un viaje al Pais de la Espiral. La vieja rechoncha no se cansaba de mencionar lo bien que lo paso su hijo, ya casado y con hijos, y lo tanto que le gustaria viajar con su marido si el no quisiese ir a lugares mas exoticos. ... Su viaje, largo y con variadas paradas- una de ella en el poblado de Yachi- lo llevo a un pequeño bar que servia te frio. Al cenobita se le hacia raro, nunca en su vida habia tomado te frio, y fue por eso mismo que entro. Aunque su instancia fue corta, y ni un sorbo pudo tomar. El meserp, junto a un hombre sentado frente a la barra, lo detectaron al instante como shinobi, por su hitai-ate en la cintura. Podrias ser de ayuda en el pueblo joven, no se pasan muchos shinobi y kunoichi por estos lares, al menos no de servicio. —Buscamos a alguien, una persona que por ciertos problemas destruyo parte del campo del señor Yamamoto. Entre tanta charla, direcciones y rumores, Karamaru solamente habia podido sacar en claro dos cosas: que alguien necesitaba y donde debia buscar a aquel alguien. Y un poco forzado, tuvo que ir sin rechistar. Un mesero que de pesado tenia mucho, incluso sin contar su gran barriga. El monje se acerco al lugar, dispuesto a ayudar y golpear la puerta de la casa de Yamamoto. O al menos habia entendido, entre tantas cosas que le decian, que tenia que buscar una casa. Lo mismo y terminaba en solitario en el medio del campo. RE: Los cultivos estropeados - Uzumaki Eri - 7/05/2017 La joven caminaba tranquilamente, buscando siempre lugares frescos por los que andar, aun con sus manos heladas, sentía un calor endemoniado por el sol que se alzaba imponente en el cielo. No llegaba el medio día cuando, después de preguntar a la quinta persona que pasaba por allí; llegó a la casa del señor Yamamoto. Lo que llamó la atención de la joven no era la singular casa que se alzaba ante ella: de dos pisos con una pequeña torre en el lado derecho del lugar, paredes verdosas y tejado amarillento y desgastado, fruto seguramente de alguna que otra lluvia; ni de los amplios cultivos que se podían divisar tras ella, no; era el señor sin pelo que estaba a punto de golpear la puerta de entrada. — ¡Disculpa! — Exclamó acercándose rápidamente. — Perdón mis modales y mi intromisión, mi nombre es Furukawa Eri y me gustaría saber si esta es la casa del señor Yamamoto. — Explicó haciendo una leve inclinación de cabeza junto con un pequeño rubor por la vergüenza. No parecía, sin embargo; un habitante de Minori, pues sus pintas se acercaban más a alguien del País del Bosque. Y su calva hacía que sus ojos curiosos no dejasen de desviarse hasta ella. «¿Será un forastero?» RE: Los cultivos estropeados - Karamaru - 7/05/2017 Quedo con el aire en los pulmones, el brazo levantado, el puño en el aire y con las ganas de hacer ruidos con la puerta. Una voz femenina, de tono agradable, sono a sus espaldas e hizo detener todos sus movimiento y voltearse a mirar. Para su sorpresa, un lindo rostro lo estaba llamando. Mi nombre es Furukawa Eri y me gustaría saber si esta es la casa del señor Yamamoto. El calvo miro fijamente sus ojos rosados, parecian un rosa fuerte pero no podria nombrar colores tan especificos. Los miraba fija y forzadamente, porque habia dos cosas que le llamaron la atencion y no queria quedar mal con una desconocida. Despues de todo, Karamaru estaba en esa edad donde, intencionalmente o no, le empiezan a atraer ciertas cosas. Pue... Pues... Pues un placer Eri- tartamudo el calvo, con una sonrisa en el rostro y la derecha acariciando la nuca, devolviendo la reverencia. Soy Karamaru, del clan Habaki, y la verdad es que no tengo idea. Llegue aqui pensando que esta es su casa, pero no estoy completamente seguro. ¿Por que lo buscas?- pregunto curioso de saber si se habia enterado del mismo rumor que el. RE: Los cultivos estropeados - Uzumaki Eri - 7/05/2017 Cuando el chico, presentado como Karamaru; se dio la vuelta, la joven pudo divisar en su cinturón —que miró porque resaltaba, no por otra cosa— que era cierto que él era un forastero: era de Amegakure. Lo que no sabía era la razón de su llegada hasta tal lugar, y es que, ¿Amegakure no se encontraba en el País de la Lluvia? «¿Qué le traerá por aquí?» — Encantada, Karamaru-san. — Sonrió. — Veo que no soy la única forastera por aquí. — Dijo señalando con su pulgar derecho el símbolo que yacía sobre su cabeza. — Y, supongo que lo habrás visto porque los carteles bañan todo Minori, busco al señor Yamamoto porque ha habido problemas con sus cultivos y quería inspeccionar el lugar... Por su podía ayudar. — Explicó con su mejor cara. — ¿Y tú, Karamaru-san? — Preguntó, con interés. — ¿Qué te trae por aquí? — Su pregunta podría derivar a muchas respuestas, y todas eran las que buscaba la kunoichi saber. Así que ahora era su turno de preguntar. RE: Los cultivos estropeados - Karamaru - 7/05/2017 La muchacha era rapida de vista, sin perder tiempo ya lo habia analizado visualmente e identificado como shinobi de Amegakure. Se sintio un poco violado por la rapida reaccion de aquella mujer, que no perdia el tiempo. Al menos, y gracias a sus gestos, pudo observar el pedazo de metal en su cabeza con el simbolo de Uzushio. "Con que kunoichi, ¿Eh? Y buenorra, eh?Mira tu por donde" El calvo sacudio la cabeza por sus pensamientos, tratando de disimular un poco aunque sin mucha conviccion. Aun mantenia la vista forzada a los ojos magenta de Eri. Parecia una buena persona, ya desde el saludo se mostraba simpatica y agradable, cosa que a Karamaru le agrado bastante. Vengo aqui por el hombre que arruino los cultivos que dices, la verdad que no vi ningun cartel- contesto- O al menos eso supongo, no entendi muy bien como iba la cosa, pero creo que Yamamoto tuvo un problema con un hombre y termino con sus cultivos destrozados. "Aunque tal vez no hablabamos del mismo hombre..." Supongo que ambos venimos con las simples y buenas intenciones de ayudar- Karamaru rio- ¿Tienes alguna idea de como fue la cosa? RE: Los cultivos estropeados - Uzumaki Eri - 8/05/2017 Al parecer, el amenio no había visto ningún cartel al llegar «se habrá enterado por otra fuente, a lo mejor algún civil...» Pero ambos parecían tener la misma información: alguien había estado mancillando los cultivos del pobre señor Yamamoto, y ambos debían saber quién. — Solo sé lo mismo que tú, Karamaru-san. — Alegó, después de que el chico hubiese terminado de hablar. — Sólamente he venido aquí a informarme y prestar mi ayuda durante mi estancia, quizá lo mejor sea llamar y preguntar. Y con eso se posicionó al lado del chico, mirando la puerta que tenía delante. — O... ¿Tienes una idea mejor? ¿Buscamos pistas en los cultivos de Yamamoto? Creo que mejor deberíamos pedir permiso primero... Eran cuestiones lógicas, pero desconocía lo que quería hacer Karamaru, así que esperaría a llamar cuando él dijese que lo hiciera. RE: Los cultivos estropeados - Karamaru - 8/05/2017 El calvo mantuvo la mirada firme en los ojos de Eri mientras se acercaba, el mentón nunca bajaba. Ambos habían compartido información, aunque ambos tenían la misma, y finalmente la mujer decidió que era mejor comenzar a ensuciarse las manos. Karamaru no tenía mucho problema, pues es exactamente lo que estaba por hacer antes de que lo interrumpieran. Iba a golpear antes, sigo con la misma idea. —Si hubiese tenido una mejor idea no me hubieses visto a punto de llamar.- el calvo rió y se frotó la nuca con la diestra. Tanta risa de golpe podría comenzar a parecer un poco forzosa e incómodo, pero era como estaba reaccionando el monje. Se adelantó, volvió a su posición inicial junto a la puerta de aquella casa, y tras levantar el puño golpeó. Una, dos , tres veces seguidos retumbó la madera. «Pues menos mal que no es de esos que espían sin permiso, al menos no en temas tan sencillos» el calvo apoyaba las ideas de Eri, pero más de una vez había pecado por lo contrario. Espero que al menos este en casa. RE: Los cultivos estropeados - Uzumaki Eri - 10/05/2017 — Buen punto. — Alegó la joven ante el punto de vista del calvo y rió con él, y observó detenidamente como se volvía a adelantar para tocar un número total de tres veces la puerta de aquella casa. No se escuchó nada al otro lado de la puerta, y la joven ya dudaba un poco de que el hombre de nombre Yamamoto se encontrase dentro del lugar. — Puede que no est- Sin embargo, las palabras de Eri quedaron cortadas porque la puerta se abrió lentamente, poco a poco; sin hacer casi ruido. Del otro lado emergió una pequeña cabellera verdosa recogida en una coleta alta y corta, unos ojos rojizos y grandes que miraban a ambos shinobi y una tímida sonrisa a la que le faltaba un diente. — Holi... ¿Queréis algo...? — Preguntó con voz inocente aun sin salir del todo fuera. Eri sonrió ante aquello. Seguramente el niño no rozaba ni los cinco años de edad, era pequeño y le daban ganas de abrazarlo fuertemente. — Hola pequeño. — Saludó ella poniéndose de rodillas. — Mi nombre es Eri y este de aquí es Karamaru-san. — Se presentó antes de que pensase algo raro. — Somos shinobi y venimos a hablar con un señor llamado Yamamoto, ¿vive aquí? El chico miró al calvo, y luego dijo: — No me gustan los shinobis... Mi mami era una y murió... ¡Los shinobi son caca! Y con un buen golpe cerró la puerta de la casa. RE: Los cultivos estropeados - Karamaru - 10/05/2017 Esperaron en lo que para el calvo se convertia en un silencio incomodo el movimiento de aquella puerta. No sabia si conversar o no, no queria que lo interrumpan y justo para cuando Eri comenzaba a articular palabra, la interrumpieron. Porque no podia ser de otra manera. Un muchacho, de poca edad, salio tras ella sin asomar la totalidad de su cuerpo. Parecia inocente, y hablaba como tal, como todo persona de su edad debia de ser. Pero las apariencias engañan. Eri se hizo cargo de la situacion, se le adelanto al calvo tomando la iniciativa y acercandose al pequeño para conversar. Un saludo, un grito, un portazo. "Hombre, que triste, pobre niño" Pobre muchacho, debe de ser dificil- simpatizo el calvo, hablando con Eri tras el cierre de la puerta. Pero si esta es la casa de Yamamoto, debemos ayudar. ¿Quedo muy mal si golpeo de nuevo? RE: Los cultivos estropeados - Uzumaki Eri - 11/05/2017 A la joven se le rompió un pedazo de su pequeño corazón al escuchar las palabras del niño. Se sintió apenada por haber afirmado su condición de kunoichi, pero por otra parte, aquel era su deber: ayudar a los demás. Por ello no debería sentirse mal. Miró a Karamaru, que pensaba exactamente lo mismo que ella, para luego agregar: —Pero si esta es la casa de Yamamoto, debemos ayudar. ¿Quedo muy mal si golpeo de nuevo? La chica pareció pensárselo antes de contestar. — Creo que será lo mejor, quizá si intentamos decírselo de otra manera... «¿Dónde estará Yamamoto?» Se llevó una mano a la nuca y rascó su cuello, pensativa, ¿dónde podría encontrarse? En casa, sí; pero también podían toparse con el chico que había cerrado la puerta en sus narices de nuevo y quizá eso enfadaría al señor dueño de los cultivos. ¡Los cultivos! ¡Claro! ¡Él podría estar allí! — ¡También podríamos ver si se encuentra en los cultivos! — Exclamó. — Si no sale ahora, podríamos ir allí... ¿Qué te parece? RE: Los cultivos estropeados - Karamaru - 11/05/2017 El calvo no esperó más tras las palabras de Eri y se acercó nuevamente a la puerta, con buenas intenciones de tratar de hablar con aquel niño y con esperanzas de que esta vez atendiera el señor Yamamoto. Si es que nada podía ser fácil en el mundo shinobi, ni siquiera poder encontrar a un campesino. Pues sí, no es mala idea.- el calvo golpeó. Sí lo más probable es que no esté.- dio el segundo golpeteo. Si no, hubiese atendido él en vez del pequeño, supongo.- tercer golpe, para no perder la costumbre. Se alejó de la puerta y esperó en silencio junto a la kunoichi. Después de todos aquellos minutos Karamaru comenzaba a sentirse más cómodo y acostumbrado y ya no necesitaba forzar la mirada para desviarla de lugares que podrían hacer enojar a Eri. Levantó los hombros, dio un largo suspiro, y se preparó para recibir nuevamente al niño y tratar de hablarle para que, al menos, le dijese de la ubicación de Yamamoto. RE: Los cultivos estropeados - Uzumaki Eri - 12/05/2017 Esta vez solo se abrió el pequeño buzón que había en la puerta, y unos pequeños ojos se asomaron entrecerrados por ellos. — Yo no hablo con shinobis. — Se escuchó la voz del niño. — Papá está detrás, como siempre, con sus queridos cultivos, ¡dejadme en paz! — Cerró el buzón y se internó de nuevo en la casa, dejando tanto a Karamaru como a Eri con la palabra en la boca. Eri torció el gesto, un poco apenada por la situación del chico, además; parecía que le estaban forzando cuando solo querían ayudar un poco... Suspiró y se desordenó el pelo, sonriendo de forma nerviosa. — Bueno... Creo que lo mejor entonces sería rodear la casa y visitar los cultivos. — La kunoichi comenzó a andar hacia su derecha para dar la vuelta al lugar, con suerte los cultivos no serían tan grandes y encontrarían a Yamamoto en un abrir y cerrar de ojos. «¿Pensará igual que el pequeño? Puede que nos eche también...» Los cultivos parecían el triple de grandes que la casa donde residía aquel hombre, rodeados por un vallado de madera oscura pintada de verde, una pintura desgastada, cabe destacar. La mitad de los cultivos parecían estropeados por miles de razones: algunos brotes estaban pisoteados y otros arrancados de tal forma que no podían conseguir el nutriente para seguir viviendo, otros simplemente los habían arrancado y tirado a otras partes. A lo lejos se podía ver a un hombre alto, fornido, de cabello rapado y una pequeña barba asomando por su piel. — Mira, Karamaru-san, puede ser aquel hombre. — Alegó la joven señalando de forma discreta hacia el lugar donde se encontraba, sentado en la esquina más alejada con una bolsa entre sus manos. — ¿Nos acercamos? RE: Los cultivos estropeados - Karamaru - 13/05/2017 El muchacho los echo nuevamente, esta vez sin siquiera asomarse por la puerta. Todas las buenas intenciones que tenian parecian desvanecerse, sin poder ayudar, pero al menos ese segundo intento les confirmo la ubicacion de Yamamoto. Una pena, si, pero tenian otras cosas que hacer aparte de compadecerse de un nene sin madre. Karamaru siguio a Eri, rodearon la casa tras su idea de ir a visitar al cabeza de familia. No habia respondido, simplemente se limito a seguir los pasos de la kunoichi. Mira, Karamaru-san, puede ser aquel hombre.- comento Eri con el paisaje de unos cultivos que pasaban de mal a peor. Una gran cantidad estaba destrozada y se podia notar claramente que estaban en el lugar correcto, el lugar donde se arruino el trabajo de un hombre. "Puede no, debe de ser el" ¿Nos acercamos? Pues claro que nos acercamos, no tenia otra idea en mi cabeza.- Karamaru comenzo a acercarse al hombre, tratando de saludarlo desde la distancia en cuanto lo viera. Su derecha se agitaria en el aire con una sonrisa en el rostro, tratando de mostrarse amable. RE: Los cultivos estropeados - Uzumaki Eri - 14/05/2017 Ante la afirmativa de Karamaru, a Eri no le quedaba otra que seguirle con cuidado de no pisar donde no debiese. Claro, solo había que bordear el vallado, pero, ¿y si algún cultivo se había salido porque era un rebelde? Así que con la mirada puesta en el suelo, ambos llegaron a sitio donde se encontraba el hombre. Karamaru, por su parte, había saludado al hombre desde una lejanía corta, Eri hizo lo mismo, pero cuando ya estaban más cerca. El hombre alzó la mirada y sonrió de forma amable a los recién llegados. — Vaya, no suelo recibir visitas, y menos de dos chiquillos como vosotros. — Su tono de voz sonaba tranquila, y su expresión era agradable. — ¿Qué os trae por aquí, jóvenes? — El hombre se levantó de su asiento y ambos pudieron ver que era bastante alto, unas dos o tres cabezas más que Eri. — Discúlpenos señor, mi nombre es Furukawa Eri y mi compañero es Habaki Karamaru, venimos porque nos han indicado que este lugar es el hogar de Yamamoto-san. — Explicó. — Por eso nos preguntábamos si estábamos en lo cierto, si no, disculpe las molestias que hayamos podido causar. — Aquello último lo dijo mientras dejaba caer su cabeza en una pequeña reverencia. El hombre alzó las cejas y luego miró al chico que se encontraba a su lado. — Dejaos de formalidades, soy un pueblerino y no me gustan esas cosas. — Restó importancia moviendo su mano derecha. — Y sí, yo soy Yamamoto, ¿qué os trae en mis terrenos? |