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(A) Las Náyades - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Amegakure (https://ninjaworld.es/foro-amegakure) +--- Foro: Edificio del Arashikage (https://ninjaworld.es/foro-edificio-del-arashikage) +--- Tema: (A) Las Náyades (/tema-a-las-nayades) |
RE: (A) Las Náyades - Amedama Daruu - 27/05/2019 Como dos fantasmas en una solitaria noche de invierno —no lo era, pero por el sudor frío que recorrió la espalda de Daruu bien podría haberlo sido—, las sombras de Amekoro Yui y de Hida, el recepcionista de la torre al que había dado instrucciones de avisar a la líder de la Lluvia, se materializaron frente a ellos. El silencio sepulcral con el que les recibieron no hizo sino erizarle aún más el vello a Amedama, que inconscientemente había inclinado el torso hacia atrás. Pero huir no era ni una opción ni un valor que la Arashikage valorase. Tragó saliva y apechugó con la responsabilidad que le tocaba. —Comenzaré diciendo que enviar el cuerpo al centro de la villa fue un último recurso y que lamento mucho, muchísimo haberlo hecho. Lo siento, Arashikage-sama, puede que sea irresponsable, pero le juro por el honor de mi familia que era la única salida. —Daruu hizo una reverencia tan profunda como lo permitía su postura—. Mis gatos descubrieron un colaborador de las Náyades. Tratamos de sacarle la información con Genjutsu, pero tenía algún tipo de protección que le impidió hablar. Le lavé el cerebro todo lo bien que pude, pero Zina y Kiri sospecharon que se dirigía a contárles a las Náyades que había pasado algo raro. Así que teníamos... era necesario eliminarlo. »El refugio que hemos elegido no era un lugar apropiado para traer el cuerpo. Podrían haberlo visto, y no tenemos medio para eliminarlo ni para sellarlo. La única marca que tenía disponible era la de mi casa, en la villa. —Oh, también tenía la del puerto de Uzushiogakure. ¿Pero de verdad era necesario que recordara esa posibilidad, ni que la tuviera en cuenta? Por todos los dioses, eso habría sido la peor de sus ideas de bombero—. Una vez más, disculpas... »...pasaré a preguntarle más cuando usted considere, Arashikage-sama. Daruu cerró los ojos y aguardó. RE: (A) Las Náyades - Amekoro Yui - 29/05/2019 La imagen de Yui se mantuvo estática. El holograma apenas se movió para reaccionar a qué o cuál parte de la historia de Daruu, sin emitir ningún gesto o sonido delator acerca de lo que pensaba, o sentía en ese momento. Cuando Daruu acabó su discurso, Yui ni siquiera se dirigió a él directamente. —Hida. ¿Tengo entendido que el cadáver cayó desde la ventana de la casa de Amedama? —Así es, Yui-sama. Ahora sí, miró a Daruu. Luego a Ayame. Luego a Daruu otra vez. —Entonces no era tu último recurso. Tenías otra salida. La de haber dejado el cuerpo en tu jodida casa y no echarlo a mitad de la calle. Solicitar una comitiva de la morgue e informarnos directamente sin que me tenga que enterar del revuelo por otros —soltó, irreverente—. Vuestro asesinato... vuestra responsabilidad. Haríais bien los dos en recordarlo de ahora en adelante. De todas formas, eso no era lo más preocupante. Es que, aún sin haber llegado a ellas, ya se vieran en la necesidad de tomar esa clase de medidas. De agotar sus últimos recursos en un escenario inverosímil que quizás otros habrían manejado de una forma diferente. Aunque daba igual, lo hecho hecho está. Ooyu estaba muerto. Su cadáver, a cientos de millas de Shinogi-To. La reunión con las Náyades, en día y medio. ¿No habría gente que se extrañase de no ver a Watanabe Ooyu en tan largo tiempo? ¿sus empleados? ¿los colegas de su sitio de bebida y juego habitual? ¿su esposa? ¿sus hijos? joder... ¿acaso tenía hijos? O quizás, su socio. Zina no sólo le había visto a él en el encuentro preliminar con la aliada de Naia, después de todo. ¿Habían pensado en eso? —¿Debo esperar que me vuelvas aquí con algún otro cadáver que no sea de las Náyades, o puedo confiar en que podéis con ésto? —indagó—. con la muerte de ese hombre: ¿dejasteis cabos sueltos? RE: (A) Las Náyades - Amedama Daruu - 29/05/2019 Daruu aguantó el rapapolvo de Yui con todo el estoicismo del que fue capaz. Es decir, que bajó la cabeza y tembló como un flan, esperando el filo de su verdugo. —Lo recordaré, Yui-sama. Lo siento mucho. —¿Debo esperar que me vuelvas aquí con algún otro cadáver que no sea de las Náyades, o puedo confiar en que podéis con ésto? —indagó—. con la muerte de ese hombre: ¿dejasteis cabos sueltos? Daruu respiró hondo. —El plan no tiene marcha atrás —dijo—. Hay una reunión en un día y medio. Ese tío tenía empleados y algún socio, por lo que hemos averiguado. Nuestro proceder iba a ser acabar con Nioka el Tsuchiyōbi, o atraparla y tratar de sustraerle información. Si quiere, puedo preparar en Amegakure una marca de sangre en alguna prisión o en alguna sala preparada para deshacernos de cualquier otro cadáver que pudiera delatarnos. »No henos hecho esto nunca y agradeceremos cualquier tipo de consejo y ayuda suya, Arashikage-sama. Quisiera... aprender de usted. Lo que haga falta. En serio. Daruu se levantó y clavó la reverencia más pronunciada que había hecho en su vida. RE: (A) Las Náyades - Aotsuki Ayame - 29/05/2019 —Comenzaré diciendo que enviar el cuerpo al centro de la villa fue un último recurso y que lamento mucho, muchísimo haberlo hecho. Lo siento, Arashikage-sama —habló Daruu, y Ayame se estremeció al escucharle. «¿Al... centro de la villa...? ¿Habla en serio...?» Se repitió para sus adentros, pero guardó un absoluto y riguroso silencio. —Puede que sea irresponsable, pero le juro por el honor de mi familia que era la única salida —continuaba hablando su compañero—. Mis gatos descubrieron un colaborador de las Náyades. Tratamos de sacarle la información con Genjutsu, pero tenía algún tipo de protección que le impidió hablar. Le lavé el cerebro todo lo bien que pude, pero Zina y Kiri sospecharon que se dirigía a contarles a las Náyades que había pasado algo raro. Así que teníamos... era necesario eliminarlo. »El refugio que hemos elegido no era un lugar apropiado para traer el cuerpo. Podrían haberlo visto, y no tenemos medio para eliminarlo ni para sellarlo. La única marca que tenía disponible era la de mi casa, en la villa. Una vez más, disculpas... pasaré a preguntarle más cuando usted considere, Arashikage-sama. La imagen de Yui se mantuvo tan estática como una estatua de mármol. El silencio se prolongó durante varios largos segundos, y casi llegó a dar la sensación de que la imagen de la Arashikage se había congelado en el aire. —Hida —habló entonces, refiriéndose al asistente—. ¿Tengo entendido que el cadáver cayó desde la ventana de la casa de Amedama? —Así es, Yui-sama. «Q... ¡¿QUÉ?!» En aquella ocasión, Ayame no pudo evitar abrir los ojos de par en par. Y tuvo que hacer un auténtico esfuerzo por mantener la postura y no volverse, horrorizada, hacia Daruu. ¡¿Pero cómo se le había ocurrido algo así?! —Entonces no era tu último recurso —resolvió la Arashikage, severa—. Tenías otra salida. La de haber dejado el cuerpo en tu jodida casa y no echarlo a mitad de la calle. Solicitar una comitiva de la morgue e informarnos directamente sin que me tenga que enterar del revuelo por otros. Vuestro asesinato... vuestra responsabilidad. Haríais bien los dos en recordarlo de ahora en adelante. —Lo recordaré, Yui-sama. Lo siento mucho —respondió Daruu. —Lo siento, Arashikage-sama —añadió Ayame de inmediato, con un hilo de voz. —¿Debo esperar que me vuelvas aquí con algún otro cadáver que no sea de las Náyades, o puedo confiar en que podéis con ésto? —les cuestionó, de forma tan certera y directa que Ayame sintió una punzada en el pecho. Cada vez estaba más convencida de que matar a Watanabe había sido un terrible error, y suya había sido la mano ejecutora...—. Con la muerte de ese hombre: ¿dejasteis cabos sueltos? Ayame escuchó a Daruu respirar hondo. —El plan no tiene marcha atrás. Hay una reunión en un día y medio. Ese tío tenía empleados y algún socio, por lo que hemos averiguado. Nuestro proceder iba a ser acabar con Nioka el Tsuchiyōbi, o atraparla y tratar de sustraerle información. Si quiere, puedo preparar en Amegakure una marca de sangre en alguna prisión o en alguna sala preparada para deshacernos de cualquier otro cadáver que pudiera delatarnos. No henos hecho esto nunca y agradeceremos cualquier tipo de consejo y ayuda suya, Arashikage-sama. Quisiera... aprender de usted. Lo que haga falta. En serio. —Es más que probable que en su casa noten su desaparición... —añadió Ayame, con un ligero temblor en sus manos—. No sabemos si tenía familia, pero como mínimo sus empleados... Tendremos suerte si esto no llega a los oídos de las Náyades, pero no dejamos pruebas que nos pudieran inculpar. Hemos sido cautelosos, hemos ocultado nuestras identidades en todo momento, y lo hicimos cuando nadie podía vernos. »Si nuestras sospechas eran ciertas y Watanabe iba a las Náyades, quizás se lo comunicó a alguno de los suyos. Puede que, incluso, lleguen a pensar que ellas le han hecho algo... Ayame calló de repente, congelada en el sitio. Tardó algunos segundos en reaccionar, el mismo tiempo en el que los engranajes de su cerebro se pusieron en marcha y... ¡click! ¡Las piezas encajaron! —¡Lo tengo! —exclamó, volviéndose hacia Daruu—. ¡No dejamos el cuerpo allí ni hay pruebas ni testigos de que haya muerto, así que para la gente Watanabe sólo ha desparecido durante varias horas! Uno de nosotros debe hacerse pasar por él, transformarse en él y ocupar su lugar en el negocio hasta el Tsuchiyobi. Si alguien pregunta le diremos que hemos ido a hablar con las Náyades como suponíamos que iba a hacer, pero no daremos demasiados detalles. Lo mejor sería que interactuáramos con el menor número de personas posibles, así que el suplente debería encerrarse en su despacho y... hacer como que hace negocios o algo así. ¡Y después acudir a la cita con total naturalidad con la mercancía que tenía en su poder! RE: (A) Las Náyades - Amedama Daruu - 29/05/2019 Daruu miró a Ayame, con los ojos desorbitados. «¿¡En serio!?» Hacerse pasar por Watanabe, genial idea. No lo conocían lo suficiente, no conocían el círculo de amigos de Watanabe, no sabían el nombre de los empleados de Watanabe, no tenían ninguna información de Watanabe excepto que fumaba puros —algo que no iban a hacer tanto ella como él, y que un simple Henge no podría imitar simplemente por el olor—. Lo que sugería Ayame era una auténtica locura. Vamos. Lo que llevaban haciendo desde que había comenzado la misión. Y había sido él el que había tenido las anteriores ideas fallidas. «Hacer como que hace negocios... ¿Y eso cómo se hace?» Por eso, Daruu agachó la cabeza y no dijo nada. Sería Yui la que tendría que opinar. Por una vez, él sólo obedecería. Ya se le había dado una oportunidad y no la había aprovechado correctamente. RE: (A) Las Náyades - Amekoro Yui - 31/05/2019 Lo más curioso es que Yui, mientras escuchaba los detalles propiciados por Daruu, convenía en que de haber estado ella en los zapatos del Amedama, probablemente hubiera hecho lo mismo. Habría matado a Watanabe Ooyu sin pensárselo dos veces. Quizás hasta con la misma técnica que había usado Ayame para eliminarlo. Coincidían en el qué, más no en el cuándo. Oh, sí, el cuándo era muy importante. Amekoro Yui, si fuera por ella, habría esperado a interceptar la reunión sin siquiera haber hecho un contacto inicial con el mercader, y los habría matado a todos sin ningún tipo de miramiento. Total, todos eran unos traidores, llámese como se llamen. Vístanse como se vista, el lobo seguía siendo lobo aunque se cubriera con la lana de un cordero. Y el destino de un traidor siempre debía ser el mismo: ¿para qué retrasarlo más de la cuenta? Además, obtener información a la plebe no era precisamente una prioridad para ella cuando conocías el objetivo a eliminar, y ya gozando además con indicios infalibles de en dónde se esconde la rata. Hida lo habría abordado de una forma distinta, pero no le valía la pena ahondar en los distintos escenarios si lo hecho, hecho estaba. El tipo estaba muerto, y según lo que contaba Ayame, ninguno de los presentes tenía dudas de que el asesinato estaba más que justificado. Ese hombre les iba a delatar, tras la sucia ejecución de los ninja para obtener algo de información. Y es que el mayor problema era ese, que su forzosa desaparición del escenario iba a levantar el polvo de la sospecha. El silencio que habían ganado sentenciándolo a una muerte fortuita, traería consigo los murmullos indeseados de distintos factores que se antojaban incontrolables. Como la familia, los empleados. Incluso las mismas Náyades, si vamos al caso. Yui suspiró profundamente, allá en su oficina. La cabeza la daba tumbos. Por momentos sentía la necesidad de viajar ella hasta Shinogi-To y tomar de la mano a Daruu y a Ayame para acabar con el pestilente recuerdo de esas traidoras. Por suerte, había alguien allí que era una de las personas —sino la única, probablemente—. que tenía una capacidad innata de controlar los impulsos más terrenales de la Arashikage. La cabeza de Hida y Yui se torcieron, en el holograma. En la habitación de la Bruma Negra, apuntaban hacia el baño. Allí desde luego no había nadie. Allá en lo más alto del rascacielos, no obstante, la menuda figura de Hōzuki Shanise llamaba la atención de los presentes y pronto se unió a imagen y semejanza en el jutsu de comunicación. —Ayame —intercedió la mano derecha de Yui. Su voz, a los oídos de los enviados, era familia. La conocían. Sabían que era ella—. ¿me veo obligada a contestar a la pregunta de Por Qué Esa No Es Una Buena Idea? —alegó, y Ayame sintió una poderosa familiaridad hacia aquella frase. Si la guardiana tenía buena memoria, recordaría que alguna vez, en un tiempo que se antojaba lejano, en cierta misión Rango S donde debían cerrar un peligroso hilo de chakra, sugirió realizar una invocación inversa a los otros dos grupos sólo para solventar su duda acerca de qué cojones era el chakra natural. Esa particular sugerencia no había sido muy buena que digamos. Ésta, desde luego que tampoco—. hola, chicos. ¿Estáis bien? »Ayame-chan, tomar el lugar de una persona puede parecer sencillo. Pero para mentir, debes conocer la mentira. ¿Lo entiendes? es muy fácil para los ninjas fingir una apariencia. Pero no somos videntes. ¿Acaso conocéis la nómina de ese hombre? ¿quiénes y cómo se llama la gente que trabaja para él? ¿sus rutinas, sus rutas habituales? ¿sus modismos? es complicado. Estas cosas llevan tiempo, para poder investigar profundamente a quien deseas suplantar. Y aunque seas tú el que no busque interactuar con estos elementos, es ley de vida que éstos te acabarán buscándote a ti. En este caso es inviable. Un riesgo absurdo. —¡Joder, claro que lo es! —bramó Yui. —Efectivamente —puntualizó el espadachín. Shanise pidió permiso a Yui con la mirada, y continuó. —Yui-sama me ha puesto al tanto de todo. Si me lo permitís, podemos pulir los detalles y armar un plan de acción. Considero que lo vais a necesitar. RE: (A) Las Náyades - Amedama Daruu - 31/05/2019 Hida y Yui parecieron ver algo más allá. Días atrás, Daruu habría rehuído de la recién llegada al pequeño espectro de comunicación del Gentoushin no Jutsu. Porque les habría puesto difícil convencer a Yui de que era buena idea enviarlos sólos a matar a unas criminales del más alto nivel. Pero es que ahora, debía reconocer Daruu, se estaba demostrando que efectivamente no había sido tan buena idea. Y si alguien podía ayudarles en aquél momento en el que el ímpetu no bastaba, esa era ella. Houzuki Shanise. La mera presencia de la mujer hizo sonreír a Daruu, que se relajó después del chaparrón de la Tormenta. Ahora, con tanta gente allí, casi parecían estar en familia. Le recordaba que no estaban sólos. Que había allí gente en Amegakure que se preocupaba por ellos. Su gente. Después de decirle a Ayame que su idea tenía goteras, de las primeras cosas que hizo Shanise fue preguntarles si estaban bien. Daruu asintió, y sólo el mero hecho de que lo hubiera preguntado le hizo sentir en un lugar más cálido. —Ayame-chan, tomar el lugar de una persona puede parecer sencillo. Pero para mentir, debes conocer la mentira. ¿Lo entiendes? es muy fácil para los ninjas fingir una apariencia. Pero no somos videntes. ¿Acaso conocéis la nómina de ese hombre? ¿quiénes y cómo se llama la gente que trabaja para él? ¿sus rutinas, sus rutas habituales? ¿sus modismos? es complicado. Estas cosas llevan tiempo, para poder investigar profundamente a quien deseas suplantar. Y aunque seas tú el que no busque interactuar con estos elementos, es ley de vida que éstos te acabarán buscándote a ti. En este caso es inviable. Un riesgo absurdo. —¡Joder, claro que lo es! —bramó Yui. —Efectivamente —puntualizó el espadachín. Daruu se mordió el labio inferior. En este caso Shanise había diseccionado la idea de Ayame, pero se podía aplicar a todo lo que habían estado haciendo bajo las órdenes del chuunin. Se sintió tremendamente inseguro, una pequeñísima hormiga que no entiende de nada más que de ser peón de algo más grande. A partir de ahora, se dijo, debían de ser extremadamente cuidadosos. Casi tanto, que quizás debieran empezar de cero. —Yui-sama me ha puesto al tanto de todo. Si me lo permitís, podemos pulir los detalles y armar un plan de acción. Considero que lo vais a necesitar. Daruu asintió. —¿Quizás no deberíamos asistir siquiera a dicha reunión? ¿Dejar que pase un poco el tiempo, prepararnos a conciencia? —sugirió Daruu, virando el rumbo del barco—. No parece que vayamos a tener problemas de alojamiento. Un amigo de mi madre nos ha reservado una habitación, creo que no le importa que nos quedemos muchos días. »Ahora mismo las Náyades podrían llegar a pensar que alguien les ha traicionado. O quizás investiguen quién ha matado a Watanabe por si eso les puede llegar a afectar. Todo indicio que sigan no debería llevarles a ningún sitio. Al menos los disfraces que utilizamos fueron efectivos. Que nosotros sepamos, nuestra identidad es lo único que podríamos jurar que no se reveló. Eso nos da ventaja, no hay nada que apunte a Amegakure. RE: (A) Las Náyades - Aotsuki Ayame - 31/05/2019 Ayame podía sentir la estupefacta mirada de Daruu clavada en ella, pero la kunoichi se mantuvo firme en su posición, convencida de que había tenido una idea maravillosa. Digna de un genio. Después de todo, en su cabeza había sonado espectacular. Yui y Hida giraron la cabeza repentinamente, y Ayame no pudo evitar seguir el movimiento de su mirada aunque, desde su plano, los dos muchachos no vieron más que la puerta del baño. Y entonces, una nueva silueta se unió a la comunicación. —Ayame. —¡Shanise-senpai! —la saludó, con la boca llena de la alegría y la admiración que sentía por aquella mujer. —¿Me veo obligada a contestar a la pregunta de Por Qué Esa No Es Una Buena Idea? Y Ayame se quedó congelada en el sitio como si le hubiese dado una bofetada, su felicidad apagada de forma tan rápida y repentina como la llama de una vela soplada. —Ayame-chan, tomar el lugar de una persona puede parecer sencillo. Pero para mentir, debes conocer la mentira. ¿Lo entiendes? Es muy fácil para los ninjas fingir una apariencia. Pero no somos videntes. ¿Acaso conocéis la nómina de ese hombre? ¿Quiénes y cómo se llama la gente que trabaja para él? ¿Sus rutinas, sus rutas habituales? ¿Sus modismos? Es complicado. Estas cosas llevan tiempo, para poder investigar profundamente a quien deseas suplantar. Y aunque seas tú el que no busque interactuar con estos elementos, es ley de vida que éstos te acabarán buscándote a ti. En este caso es inviable. Un riesgo absurdo. —¡Joder, claro que lo es! —reafirmó Yui. —Efectivamente —asintió Hida. Y Ayame hundió los hombros, con todo su anterior entusiasmo apagado y enfriado. —Yui-sama me ha puesto al tanto de todo. Si me lo permitís, podemos pulir los detalles y armar un plan de acción. Considero que lo vais a necesitar. Ayame apretó las mandíbulas, los puños temblaron sobre sus rodillas. Les habían confiado esa misión a ellos, su primera misión de rango A, una de las pocas ocasiones que iban a tener de que la Arashikage reconociera su potencial. Y no sólo no dejaban de tropezar una y otra vez, sino que además ahora dependían del consejo de los Grandes. Les iban a tomar de la mano como dos simples estudiantes de Academia. Y la única idea que había tenido no había sido más que una soberana estupidez. «¡Maldita sea!» Se laceró, con el amargo picor de las lágrimas en sus ojos. —¿Quizás no deberíamos asistir siquiera a dicha reunión? —dijo Daruu, junto a ella—. ¿Dejar que pase un poco el tiempo, prepararnos a conciencia? No parece que vayamos a tener problemas de alojamiento. Un amigo de mi madre nos ha reservado una habitación, creo que no le importa que nos quedemos muchos días. »Ahora mismo las Náyades podrían llegar a pensar que alguien les ha traicionado. O quizás investiguen quién ha matado a Watanabe por si eso les puede llegar a afectar. Todo indicio que sigan no debería llevarles a ningún sitio. Al menos los disfraces que utilizamos fueron efectivos. Que nosotros sepamos, nuestra identidad es lo único que podríamos jurar que no se reveló. Eso nos da ventaja, no hay nada que apunte a Amegakure. —No estoy de acuerdo —Ayame se atrevió a volver a intervenir tras varios segundos—. Las Náyades no saben que Watanabe está muerto. De hecho, nadie más que nosotros lo sabe. Por el momento, lo único que saben sus allegados es que está desaparecido, y no debería haber ninguna prueba que apuntara en otra dirección. Si tenemos suerte, puede que esto ni siquiera llegue a los oídos de las Náyades. Puede que acudan de igual manera a la reunión y, si Watanabe no aparece, será entonces cuando se disparen las alarmas. Deberíamos ir y... lamento insistir en ello... quizás... quizás deberíamos ir suplantando al mismo Watanabe y su mercancía para no levantar sospechas, y dar después el golpe de gracia —opinó, sin atreverse a mirar de nuevo a los tres hologramas que los estudiaban desde tantos kilómetros de distancia. RE: (A) Las Náyades - Amekoro Yui - 1/06/2019 Yui, Hida y Shanise contemplaron en silencio la exposición de Daruu acerca de sus cavilaciones, que rápidamente fueron rebatidas por las maquinaciones de su propia compañera. —El problema es que no importa de dónde venga el peligro, Daruu-kun. Las Náyades no discriminan cuando se trata de su seguridad y de sus operaciones. Son unos reptiles escurridizos que clavan los colmillos cuando tienen una oportunidad infalible, y se esconden en sus distintas madrigueras hasta que pasa la Tormenta. ¿Por qué crees que no supimos nada durante tanto tiempo? después de haber dado un gran golpe. Quitándote los ojos —alegó con convicción—. pero no hemos tenido algo en cuenta. Y es que según le informaste a Yui-sama, el motivo de ese golpe, Daruu, era que tu madre fuera a por ella, ¿no es cierto? —un dato tan crucial y tan poco tomado en cuenta que resultaba inaceptable—. ¿crees que no están esperándonos? ¿crees que ésta vez, no están esperando a que la Tormenta llegue a ellas con los brazos abiertos? »Para mí, al menos, resulta evidente que cualquier acontecimiento que perturbe la rutina de su grupo de exiliadas en Shinogi-To puede venir de Amegakure. Es una ventaja que tenemos. No volverán a desaparecer hasta que sepan con certeza de que no es Kiroe quien ha ido a por ellas, sino su hijo y tú, Ayame. Habiendo citado a esta última, Shanise miró a la guardiana. —¿Sabéis cuál es el motivo de la reunión? —indagó—. ¿qué función tiene ese tal Watanabe para las Náyades? Su mente corría a millón. Pidiéndole detalles. Pidiéndole elementos más específicos para poder escupir un plan apropiado. RE: (A) Las Náyades - Aotsuki Ayame - 1/06/2019 —El problema es que no importa de dónde venga el peligro, Daruu-kun. Las Náyades no discriminan cuando se trata de su seguridad y de sus operaciones. Son unos reptiles escurridizos que clavan los colmillos cuando tienen una oportunidad infalible, y se esconden en sus distintas madrigueras hasta que pasa la Tormenta —rebatió Shanise, desde su posición en Amegakure—. ¿Por qué crees que no supimos nada durante tanto tiempo? Después de haber dado un gran golpe. Quitándote los ojos. «Es cierto... Naia desapareció sin dejar rastro después de quitarle los ojos a Daruu. ¿Por qué ahora, después de tanto tiempo, van tras Kiroe?» Meditó Ayame. Había algo en todo aquello que se le escapaba. —Pero no hemos tenido algo en cuenta. Y es que según le informaste a Yui-sama, el motivo de ese golpe, Daruu, era que tu madre fuera a por ella, ¿no es cierto? ¿Crees que no están esperándonos? ¿Crees que ésta vez, no están esperando a que la Tormenta llegue a ellas con los brazos abiertos? »Para mí, al menos, resulta evidente que cualquier acontecimiento que perturbe la rutina de su grupo de exiliadas en Shinogi-To puede venir de Amegakure. Es una ventaja que tenemos. No volverán a desaparecer hasta que sepan con certeza de que no es Kiroe quien ha ido a por ellas, sino su hijo y tú, Ayame. «Y una desventaja al mismo tiempo. Cualquier movimiento en falso hasta ahora y podrá levantar sus alarmas.» Shanise se volvió hacia Ayame, y esta se enderezó de golpe. —¿Sabéis cuál es el motivo de la reunión? ¿Qué función tiene ese tal Watanabe para las Náyades? —Según nos han informado los gatos de Daruu, una de las Náyades, Nioka, tenía una especie de trato con Watanabe. En la reunión del Tsuchiyobi, en los campos de trigo que se encuentran al este, fuera de la ciudad; va a haber un intercambio de mercancía nueva, por lo que Daruu y yo supusimos que se trataba de otro... dojutsu. Una conclusión razonable, conociendo el negocio que tenían aquellas mujeres como traficantes de Dojutsu. —Daruu y yo intentamos colarnos en el negocio de Watanabe para obtener más información, incluso le interrogamos con Genjutsu pero... era como si algo no le dejara hablar acerca de las Náyades. No conseguimos sacarle nada. Lo lamento —añadió, inclinando la cabeza. RE: (A) Las Náyades - Amedama Daruu - 1/06/2019 Shanise rebatió a Daruu con buenos argumentos, recordándole la naturaleza de las Náyades. Es verdad, es más que probable que cualquier amenaza hiciera que se pusieran en alerta. Y además, lo estaban esperando. Estaban esperando que Kiroe fuese a por ellos. «Oye, ahora que lo pienso» —meditó Daruu, cruzándose de brazos y desviando la mirada al techo—, «ellas deben pensar que me dejaron totalmente inválido aquél día. Cuando descubran que tengo los ojos de Kiroe, me imagino que será un pequeño shock. Sobretodo porque estarán lo bastante frustradas como para perder los papeles. Si creen que Kiroe es la ciega, no pueden vengarse de ella, al menos directamente.» —¿Sabéis cuál es el motivo de la reunión? —indagó Shanise—. ¿qué función tiene ese tal Watanabe para las Náyades? —Según nos han informado los gatos de Daruu, una de las Náyades, Nioka, tenía una especie de trato con Watanabe. En la reunión del Tsuchiyobi, en los campos de trigo que se encuentran al este, fuera de la ciudad; va a haber un intercambio de mercancía nueva, por lo que Daruu y yo supusimos que se trataba de otro... dojutsu. —Watanabe tenía una empresa de transporte —aclaró Daruu—. Quizá hace de enlace con algún cliente. —Daruu y yo intentamos colarnos en el negocio de Watanabe para obtener más información, incluso le interrogamos con Genjutsu pero... era como si algo no le dejara hablar acerca de las Náyades. No conseguimos sacarle nada. Lo lamento —añadió, inclinando la cabeza. —¿Algún tipo de Fuuinjutsu? Esas cosas son una puta locura. He visto a gente invocar a Shinigami y volver de la muerte gracias a las técnicas de sellado. RE: (A) Las Náyades - Amekoro Yui - 4/06/2019 —Uhm. Es muy probable que Amedama-kun tenga razón. ¿Usan un intermediario para recibir o despachar los doujutsu? es una buena forma de limpiarse las manos. —Sí, sí. ¿Y qué me dices de ese puto fuuinjutsu, eh, Shanise? tú que sabes bastante de esas mierdas. Shanise asintió y tomó la palabra. —Si tuviera que adivinar, diría que se trata del Zekka Konzetsu no In. Un sello de bloqueo que se implanta en la lengua. Según ciertas condiciones, impide al afectado hablar de algo en específico, y si es forzado de alguna manera a soltarlo todo, el sello se transcribe en una parálisis que evita que continúe haciéndolo. Una técnica muy eficaz para evitar fugas de información cuando tratas con gente que no es de tu entera confianza. —Y tal vez, conociendo a esa zorra inmunda, a la que es de confianza también. —Probablemente. Pero no lo sabremos hasta que ellos den con alguna de ellas. —Por tanto, la reunión se convierte en una oportunidad muy tentadora. —Así es —miró a Daruu—. creo que es conveniente que acudáis al encuentro en anonimato. Ver cómo transcurre los acontecimientos y tomar una decisión. Como yo lo veo, hay dos escenarios: que estén recibiendo mercancía o que estén despachando. La segunda opción desde luego no os deja muchas más opciones que retiraros, o tomar la iniciativa y acabar con los presentes para reducir la fuerza de respuesta de Naia. Es riesgoso —teniendo en cuenta que los campos de trigo, si mal no recuerdo, no están muy lejos de una de las puertas principales. Si hacéis mucho alboroto, os podrá perjudicar muchísimo cuando quieran entrar de nuevo a la ciudad—. pero con la sospecha ya presente en el tablero, eliminar a cualquiera de ellas significa que no estarán ahí cuando enfrenten a Nakura Naia. La primera, no obstante, significa que tienen que llevar los ojos a su guarida, ¿no es así? ¿si el escondrijo usa una taberna como tapadera, existe la posibilidad de que reciban el envío de Watanabe a plena calle, o que tengan un patio trasero para las recepciones más... turbias? RE: (A) Las Náyades - Aotsuki Ayame - 4/06/2019 —¿Algún tipo de Fuuinjutsu? —indagó Daruu—. Esas cosas son una puta locura. He visto a gente invocar a Shinigami y volver de la muerte gracias a las técnicas de sellado. —¡¿QUE QUÉ?! —A Ayame se le escapó aquel chillido, y no tardó en darse cuenta de lo que acababa de hacer. Roja como un tomate, la pobre muchacha no tuvo más remedio que hacer a un lado su aterrorizada curiosidad e inclinar la cabeza—. L... lo siento... —Uhm. Es muy probable que Amedama-kun tenga razón —intervino Hida—. ¿Usan un intermediario para recibir o despachar los doujutsu? es una buena forma de limpiarse las manos. Y aquello iluminó un pensamiento en la mente de Ayame. «Es cierto... Hasta el momento hemos dado por supuesto que es Watanabe quien le vende esa mercancía a las Náyades, pero lo cierto es que podría ser al revés: Las Náyades podrían haber estado utilizando a Watanabe para deshacerse de esos Dojutsu.» —Sí, sí. ¿Y qué me dices de ese puto fuuinjutsu, eh, Shanise? tú que sabes bastante de esas mierdas —preguntó Yui. —Si tuviera que adivinar, diría que se trata del Zekka Konzetsu no In. Un sello de bloqueo que se implanta en la lengua. Según ciertas condiciones, impide al afectado hablar de algo en específico, y si es forzado de alguna manera a soltarlo todo, el sello se transcribe en una parálisis que evita que continúe haciéndolo. Una técnica muy eficaz para evitar fugas de información cuando tratas con gente que no es de tu entera confianza. «Un sello que te impide hablar sobre algo... ¿Es que el Fuuinjutsu sirve para cualquier cosa o qué?» Ayame no podía comprender cómo unos simples símbolos transcritos eran capaces de realizar todo tipo de proezas increíbles, pero, después de lo que había dicho Daruu y después de todas las cosas que ya había visto, estaba claro que cualquier cosa era posible. —Creo que es conveniente que acudáis al encuentro en anonimato —continuó Shanise—. Ver cómo transcurre los acontecimientos y tomar una decisión. Como yo lo veo, hay dos escenarios: que estén recibiendo mercancía o que estén despachando. La segunda opción desde luego no os deja muchas más opciones que retiraros, o tomar la iniciativa y acabar con los presentes para reducir la fuerza de respuesta de Naia. Es riesgoso —teniendo en cuenta que los campos de trigo, si mal no recuerdo, no están muy lejos de una de las puertas principales. Si hacéis mucho alboroto, os podrá perjudicar muchísimo cuando quieran entrar de nuevo a la ciudad—. pero con la sospecha ya presente en el tablero, eliminar a cualquiera de ellas significa que no estarán ahí cuando enfrenten a Nakura Naia. La primera, no obstante, significa que tienen que llevar los ojos a su guarida, ¿no es así? ¿si el escondrijo usa una taberna como tapadera, existe la posibilidad de que reciban el envío de Watanabe a plena calle, o que tengan un patio trasero para las recepciones más... turbias? —También estuvimos en esa taberna, Shanise-senpai —intervino Ayame, al recordar que no le habían comentado su primera incursión—. Daruu y yo nos tranaformamos y entramos en ella a echar un vistazo. Se encuentra al sur, junto a uno de los mercados de la lonja y podría pasar por una taberna más. No parecía tener nada especial, excepto que vimos entrar a una de las Náyades y cuando entramos tras ella desapareció sin dejar rastro... RE: (A) Las Náyades - Amedama Daruu - 4/06/2019 Ayame gritó a su lado, histérica. No me entiendan mal, histérica es un adjetivo que suele tener connotación negativa, ahora bien: para lo que acababa de decir Daruu era una reacción perfectamente normal. Claro que a Daruu no le gustaban los ruidos fuertes. Chasqueó la lengua y se tapó el oído izquierdo. Arrugó la nariz y apartó la cara. —L... lo siento... Daruu negó con la cabeza esbozando una sonrisa tímida. A continuación, hubo un breve intercambio de opiniones y preguntas entre sus superiores. Shanise explicó el posible Fuuinjutsu aplicado a Watanabe y Yui sugirió que quizás hasta las propias Náyades podrían tener ese sello. Eso les complicaba las cosas. Shanise observó que la reunión era una oportunidad arriesgada pero que convenía aprovechar. Eso hizo que Ayame recordase que no les habían contado que, de hecho, estuvieron en la propia guarida, o al menos en la parte tapadera. —La anciana que había detrás de la barra detectó que no éramos de por allí, pero nos avisó de que no nos la jugásemos con Nioka —añadió Daruu—. No la consideraría posible confidente, pero tampoco una enemiga. Quizás la fuercen, o quizás la ayuden monetariamente. Era ciega. »Volviendo a lo de antes, he pensado que la opción más deseable sería traernos a esos cabrones vivos a Amegakure, si me dejáis preparar un sitio para deshacerme de cadáveres y almacenar presos con el Chishio. Shanise-senpai, podría usted tal vez quitarles ese Fuuinjutsu y averiguaríamos información valiosa. Claro que, para eso, tienen que dejarse capturar. No sé si en un combate contra ellos podremos limitar nuestras fuerzas. »Por cierto, podemos volver a nuestro piso franco con el Chishio también, no hay problema. Se lo enseñé a Ayame. Consideré que ella podría necesitarlo si salía a solas de la aldea. RE: (A) Las Náyades - Amekoro Yui - 5/06/2019 La mente de Hozuki Shanise daba vuelta a la información a mil por hora. Descifrando todos los detalles, analizándolos, y tratando de encontrarles el mejor uso posible. La mente de Amekoro Yui, más turbulenta y menos comprensiva y analítica, parecía quemar un gran porcentaje de sus recursos en no tomar, como dicen por ahí, el toro por las astas. Daruu y Ayame estaban haciendo dentro de todo un buen trabajo y si ya les había concedido la oportunidad de encargarse ellos del asunto, qué mejor que dejarlos llegar hasta el final, aún desconociendo lo que ese final significase para ellos. —Si desapareció una vez dentro, podemos estar seguro de que ése es el lugar correcto —complementó, tratando de foguear el dato que les había proporcionado la guardiana—. podemos, Daruu, podemos. Podemos prepararte unas cuántas celdas que puedas marcar con tu sangre. Puedo descifrar la clave del Fuuinjutsu, aunque puede llevar algo de tiempo. Sin embargo, quiero que medites en algo muy importante. »Esa técnica tuya. Probablemente, una de las habilidades más versátiles de todo Oonindo. Tu as en la manga. Lo has estado usando a diestra y siniestra. ¿No crees que sería prudente reservarte la carta para Naia? —dijo—. de todas formas, es tu decisión. Vuestra decisión. Todo paso que den conllevará una gran cantidad de riesgo. En esta clase de misiones siempre es así. ¿Qué haréis con la reunión? Curioso. Bastante curioso. De alguna forma, aquello se sintió como si estuvieran bajo la lupa de un examinador. En una prueba. ¿Reprobarían, o...?[ |