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(B) La penumbra de Lady Tākoizu - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País de la Tierra (https://ninjaworld.es/foro-pais-de-la-tierra) +--- Foro: Montañas de la Tierra (https://ninjaworld.es/foro-montanas-de-la-tierra) +--- Tema: (B) La penumbra de Lady Tākoizu (/tema-b-la-penumbra-de-lady-takoizu) |
RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Uchiha Datsue - 9/02/2019 —La madre que me… —Por un momento, Datsue se quedó sin habla—. ¡La madre que me parió, Urami-chan! ¡La madre que me parió! ¿Se estaba enfrentando, en la práctica, al jodido Señor Feudal? Si había tenido alguna duda, entonces, se le disiparon: Nahana estaba acabada. Quizá consiguiese llegar a ella antes de que fuese demasiado tarde. Quizá, con mucha suerte, lograse rescatarla antes de que los soldados de Kurawa le pusiesen el filo en el pescuezo. Pero, de lo que estaba convencido, era que su templo, su legado, y su trabajo en la herrería en la forja del Toro habían llegado a su fin. Tendría que huir. Al extranjero. A los brazos de Soroku. O a los de Ivvatsumi, si tan empeñada estaba en arriesgar su pellejo. Pero lejos, muy lejos, de su querido templo. —Está bien. Paremos a descansar aquí —concedió, deteniéndose. Necesitaba a Kitana, y no a Urami. Esperaba que su clon hubiese llegado ya hasta ella—. Mira, te lo explicaré todo, ¿de acuerdo? Pero el tiempo juega en nuestra contra. Por el momento solo tienes que saber que estoy de vuestra parte, y que haré lo posible para salvar a tu madre. Ahora dame un minuto, que voy a transmitir algo por un comunicador. »¿Me oyes bien? —preguntó, activando el Sello de la Hermandad—. Ya sé quién quería atacar el templo. Se trata de Furune. Y de Shoberu. ¡Y de Kurawa Kaikei, joder! ¿Me oyes bien? ¡De Kurawa Kaikei! ¡El jodido tío del Señor Feudal! ¿Qué quieres que haga yo ante todo un ejército, hmm? Esto se me va de las manos. Voy a hacer todo lo posible por ayudarlas y sacarlas de aquí, porque estoy en la ciudad ahora mismo con las chicas, y Nahana está en el templo, a punto de ser atacada por un montón de soldados. Si logro rescatarla, espero que entre en razón y acepte el exilio. —suspiró—. Te informaré cuando haya más novedades. • • •
—¿Qué mierda pasa? —le espetó a Kitana, repitiendo sus palabras—. ¿Y tú me lo preguntas? Se metió en la habitación y cerró de un portazo. —Kitana, me cago en la puta. Que Shoberu y Furune han secuestrado a tu hermana. Que he tenido que ir a rescatarla de un jodido galpón donde la tenían retenida. Y que un tal Kaikei tiene ya listos a sus matones para invadir el templo. Van a hacer que parezca un saqueo, pero obviamente van a por tu madre. »Así que ya me dirás tú qué mierda pasa, joder. ¡Ya me dirás tú qué mierda pasa! —exclamó, de los nervios. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Umikiba Kaido - 9/02/2019 Al otro lado, al... otro extremo de Oonindo, un hombre desolado y angustiado apretaba los puños mientras oía la voz que emergía del sello. Las piernas le temblaban. La cara y su quemadura, por primera vez en mucho tiempo, le ardía. Le ardía de rabia e impotencia. De la más pura ira. Soroku gritó al cielo nocturno. Los Herreros presenció el rugido gutural de un león al que le arrebatan a sus cachorros. Y sin poder hacer absolutamente nada. Sólo sintiendo. Sólo pensando. «Por favor Datsue, por lo que más quieras... Sálvalas.»
. . . El rostro de Urami era el de un fanático de la historia ninja tratando de entender los pasajes de Rikudou Sennin. Lo único verídico y natural fue el palpable miedo que poseyó su cuerpo y mente en cuanto escuchó el mensaje de Datsue para Soroku. Toda su vida estaba en peligro. Su madre, su hermana... el legado del que tanto había tratado de huir. Por primera vez en mucho tiempo realmente se sentía como una Tākoizu. Una mala elección, dada la situación. . . .
Formas de quitarle una borrachera a alguien, versión Datsue: soltándole la posibilidad de que maten a su madre. —No me jodas, Gūzen. No me jodas —estaba claro, al principio no lo creyó del todo—. espera, ¿hablas en serio?... como es que tú... ¿dónde está Urami? ¡OH DIOS, MI MADRE, OH DIOS! Pánico. El más puro pánico la invadió. Mal para Datsue el bunshin. Ahora tendría que llevar a otra jodida mujer en crisis a cuestas. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Uchiha Datsue - 10/02/2019 «¡Me cago en la puta, Kitana! ¡Pensé que tú, más que tu hermana, los tendrías lo suficientemente puestos para aguantar el temple!» Claro que a ver quién era el duro que se quedaba tan pancho cuando le decían que estaban a punto de asesinar a su madre. Buena bofetada para despertarla de su borrachera, mala para mantenerla serena. —Escúchame, Kitana, escúchame. Ahora más que nunca es importante que mantengas la calma. Voy a intentar salvarla, ¿me oyes? Como hice con tu hermana, que ahora está… a salvo. En un camino escondido. —Se imaginaba. Esperaba—. Pero yo no conozco bien estas tierras, joder. Me voy a perder como intente volver solo, de noche, al templo. Te necesito como guía, ¿me oyes? Y además la guardia de la ciudad estará alerta ahora, por todos los hijoputas que retenían a tu hermana y maté. »Así que recoge tus cosas y salgamos cagando leches de aquí. Ya. Las preguntas luego, Kitana, las preguntas luego. Por ahora, te basta con saber que soy la mayor esperanza de tu madre. • • •
—Urami-chan, ¿sigues conmigo? —preguntó. Todavía no había oído nada de su otro clon, pero tenía que aprovechar el tiempo. Cada segundo contaba—. Mira, voy a liberar a Shoberu, ¿de acuerdo? Y voy a hacerle unas preguntitas. Sobre los hombres que apostados en el templo. Toda información que pueda conseguir, podría serme de vital ayuda para rescatar a tu madre. Y mientras lo haga, estaré muy entretenido en ello, así que necesito que vigiles el camino por el que hemos venido por si se acerca alguien. —Sí, mejor darle un trabajo para entretener su mente—. ¿Harás eso por mí? RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Umikiba Kaido - 10/02/2019 Kitana iba y venía en la puerta de la habitación, tratando de calmarse. —Bien, bien... yo... yo voy a coger las cosas. Salió corriendo como alma que lleva al diablo y se calzó las botas, y algo de ropa. Cogió lo esencial —no muchas de las cosas que había llevado lo era para salvar a su madre de la muerte definitiva—. y salió dando tumbos de la habitación, dispuesta a seguir al muchacho y salir de ahí, lo antes posible. ¿Pero hacia dónde? ¿sabía el clon en dónde le estaría esperando el Datsue original? . . .
—Lo haré. Sólo... déjalo vivo. Quiero matarle Yo. Se alejó unos cuantos metros trató de hacer la de vigilia lo mejor que podía. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Uchiha Datsue - 10/02/2019 Datsue miró a Urami con gesto preocupado. El camino de la venganza y la muerte… te cambiaba. No podía decir que él no hubiese hecho lo mismo, pero una vez te manchabas las manos de sangre, ya no había vuelta atrás. ¿Era eso lo mejor para Urami? Pero, por otro lado, ¿le correspondía a él decidir por ella? No era el momento —ni el lugar— para tener dudas de aquel estilo. Las apartó al rincón de cosas inútiles que le preocupaban, y se centró en las útiles. Tras liberar el sellado, y quitar la etiqueta de sellado que reprimía a Shoberu, le dio un puñetazo en el estómago —para calentarle— y se puso cara a cara para que se mirasen a los ojos. El Sharingan hizo su función, y gracias al Saimigan empezó su interrogatorio. —¿Cuántos hombres tiene apostados Kaikei en el templo de Nahana? —preguntó. Flotaban en el vacío, y la oscuridad les rodeaba por completo—. ¿Cuándo atacarán? Responde • • •
—Venga, vamos. —No había tiempo que perder, y aunque no sabía el punto exacto dónde se encontraba su yo real, sí podía hacerse una ligera idea. Cuando llegase el momento de concretar, sabría lo que hacer. Al fin y al cabo, los Sellos de Rastreo eran su invento—. Vamos a intentar pasar desapercibidos, ¿de acuerdo? No sé si la guardia de la ciudad sabrá que estás relacionada con todo esto, pero mejor no tentar a la suerte. Tu hermana está cerca de los galpones, más allá del Distrito Comercial. Bien, quiero que me guíes por alguna ruta secundaria y poco transitada, hasta algún punto cercano a los galpones. Pero no directamente hacia ellos, ¿de acuerdo? Tu hermana sabrá encontrarnos, no te preocupes. Tengo algo preparado. Si puede ser, en una dirección que nos quede de paso al templo. »¿Podrás hacerlo? RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Umikiba Kaido - 10/02/2019 Shoberu cedió totalmente al Sharingan y a su temido poder de la interrogación. Con rostro somnoliento y mirada perdida, comenzó a hablar. —Veinte matones listos para atacar. Debían atacar a las tres de la mañana. Eran las dos. Faltaba una hora. Y el viaje hasta el Templo, de día, era más o menos de ese tiempo. 1/3 Saimingan . . .
Desapercibidos. Rutas paralelas. Un punto cercano a los galpones bien pasado el Distrito Comercial y, que a su vez, estuviera de tiro al Templo del Hierro. Lo pensó por un par de segundos y asintió determinada. Comenzó a andar. Al salir del hotel, tomaron la misma ruta que Datsue cuando andaba en la búsqueda de Urami. Pero antes de llegar a la rampla que daba acceso al Distrito Comercial, la mujer tomó una carretera de tierra que se salía de los caminos principales de la ciudad y que rodeaba las zonas habitables. En un par de ocasiones tuvieron que detenerse al ver a un par de guardias echando una meada por ahí, y otros vigilando; pero finalmente pudieron dar con una aproximación lo suficientemente decente entre ellos y a donde Datsue había cometido los asesinatos. De hecho, a la distancia se podía observar el revuelo. Todos los galpones estaban iluminados. Guardias interrogaban a cualquier transeúnte que consideraran sospechoso. A su diestra, un desagüe. —Creo que esta cloaca da salida a una vertiente al otro extremo de la ciudad. Es la única forma que podremos acercarnos lo suficiente. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Uchiha Datsue - 10/02/2019 ¿Una hora? ¡¿Una hora?! ¿Y cómo coño iba a llegar a tiempo? Si tuviese un caballo a su mano… Pero, a aquellas horas de la noche, lo más probable era que el caballo terminase rompiendo una pata al no ver por dónde cabalgaba. Estaba jodido. Muy jodido. —Antes dijiste que eran hombres de Kaikei, pero él no estará allí para dar las órdenes, ¿me equivoco? ¿Quién será? ¡Dime su nombre, y si respondería ante ti! ¿Cancelarían el ataque si tú se lo dijeses? • • •
—No… me… jodas —miró la cloaca. No le apetecía nada pasar por allí. Por mucho que supiese que no era más que un clon, y que todo el mal olor desaparecería en una nube de humo blanco—. Bueno, si no hay más remedio… Vamos allá, pues. El tiempo es oro. —Y todavía no tenía ni idea de cuánto lo era. »Oye, ¿sabrás llevarme a algún punto donde tu hermana sepa ir? —Su yo real no paraba de gastar chakra, y empezaba a preocuparle seriamente. Pronto, no tendría ni para un Sello de Rastreo—. Un punto que quede de paso al Templo. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Umikiba Kaido - 10/02/2019 —No te equivocas. Ellos no pueden ni se verán relacionados de ninguna forma con este incidente. Le delega el asunto a un mercenario bastante conocido por estas tierras aunque desconozco su nombre. ¿Responderme a mí? nada que ver, soy una simple mosca dentro de un marrón demasiado grande. 2/3 Saimingan . . .
Kitana le miró confusa, mientras se introducía a la cloaca. Le respondió un par de metros más adelante. —No creo que se haya aventurado a adentrarse otra vez al corazón de la ciudad si la dejaste sola. ¿Por qué no la trajiste contigo? —Datsue aún no le había dicho que era un clon, y ella por sí sola no iba a imaginárselo—. tal vez cogería el camino hacia los páramos que hay por fuera de los galpones. Hay un par de cuestas por las cuales se podría abandonar la ciudad. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Uchiha Datsue - 10/02/2019 —No, no —negó Datsue—. Yo… tengo una forma de comunicarme con ella. De transmitirle dónde estamos. No pude traerla. Tenía miedo de que hubiesen más hombres de Shoberu por el camino. »Más deprisa, por favor. ¡El tiempo apremia! • • •
Veinte hombres. Que estaban a las órdenes de un mercenario desconocido. No veía opción de usar el Henge en nadie para pararles los pies sin necesidad de derramamiento de sangre. No, si llegaba a tiempo, se produciría una matanza. A no ser, claro, que llegase con suficiente antelación como para conseguir fugarse con ella sin ser vistos. Pero eso, creía, iba a ser demasiado milagro. De lo que sí estaba convencido era que iba a necesitar hasta la última gota de su chakra para rescatarla. Todavía podía abusar algo más de su Saimingan, pero el Uchiha optó por reservar energías y tiempo. Lo deshizo. Le dio un pisotón en las partes nobles. —Hora de tu venganza, Urami-chan. Qué sea rápido —le ofreció su ninjatō. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Umikiba Kaido - 10/02/2019 Olía a mierda. O más bien, a mierdas en plural, de todo el jodido culo de Notsuba. El túnel cloacal se hacía cada vez más insoportable, pero tras severos minutos, ambos lograron dar con la vertiente deseada. Una que estuviera cerca de los galpones, exactamente, a tres depósitos a la derecha de donde se concentraban los guardias que uno a uno retiraban los cuerpos de su interior. Había un par, algo distraídos, viendo hacia la dirección de ellos. Salir de ahí ahora era igual a que esos dos tipos les vieran. ¿Qué iban a hacer? . . .
Urami cogió el ninjatō con ambas manos, y aún así le costó sostenerlo en el aire. Miró la hoja, miró su reflejo en ella. Incluso creyó ver a su madre parada detrás suya, con la mano sobre su hombro y, contra todo pronóstico, sonriéndole. Sonriéndole a ella que tanto había renegado de su familia. Que tanto había querido abandonarla. Dio dos pasos. Estaba ella frente a Shoberu, sin aire en sus pulmones, sobándose los huevos. De pronto se sintió empoderada. Molesta. Y la venganza tomó forma. No. No fue rápido tal como lo pidió Datsue. Fue lenta y dolorosa. Fue un corte, luego otro, luego otro. Capa por capa hasta llegar a la jodida carótida. Luego se detuvo y dejó que el mar de sangre fluyera hasta que se ahogara él mismo. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Uchiha Datsue - 10/02/2019 Si Datsue creía que Urami realizaría una ejecución rápida y limpia, no podía estar más equivocado. Fue algo sucio, con saña, cruel. Fueron tajos y más tajos, lo suficientemente profundos como para arrancarle quejidos de dolor, y lo bastante medidos para no matarle de una. Al final, terminó por ahogarse en su propia sangre, mientras su cuerpo se sacudía de forma violenta en busca de un oxígeno que jamás llenaría sus pulmones. El Uchiha posó una mano en el hombro de ella, y le dio un apretón cariñoso. Quería transmitirle que allí estaba él, que no estaba sola, que todo saldría bien. No supo si lo consiguió. Luego, extendió una mano, esperando a que le devolviese el ninjatō, y desactivó su Sharingan. Era hora de empezar a ahorrar energías. Y de moverse. Todavía no sabía a qué andaba su clon, pero no podía seguir esperando. —Urami-chan… ¿Sabrás llevarme al camino que lleva al templo de tu madre? Evitando volver a los galpones y a la ciudad, claro. Tenemos que empezar a movernos si quiero llegar a tiempo… • • •
El clon se detuvo, receloso de continuar la marcha, al ver a dos guardias despistados. Sentía que no había tiempo que perder, y que, al mismo tiempo, cada gasto de chakra iba a jugar en su contra en un futuro próximo. Había malgastado mucha energía, y ahora lo estaba pagando. Tenía que ser conservador. —Kitana, sé que te va a costar digerir esto. Escucha en silencio: soy un ninja contratado por un muy buen amigo tuyo para protegerte a ti, tu hermana y a tu madre. No sé por qué tu madre odia a los de mi gremio para tener que hacerme pasar por un herrero, pero sea lo que sea, creo que no me equivoco cuando digo que podrá pasar por alto esto a cambio de salvarle la vida, ¿eh? »¿Te recuperaste del shock? Bien, pues ahora, con mis poderes de ninja, voy a transformarme a mí y a ti en dos perros. Muy loco, ¿verdad? Pues sí, es posible. Tú te quedarás a mi izquierda e intentarás actuar como un perro mientras pasamos delante de esos dos guardias, ¿de acuerdo? Importante: caminar a cuatro patas. El resto acompañará solo. Pasaremos hasta la parte trasera de ese galpón, donde no puedan vernos, y reanudaremos la marcha. »¿Podrás hacerlo? RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Umikiba Kaido - 10/02/2019 Urami sintió la mano de Datsue en su hombro. Está de más decir que a diferencia de otros momentos cumbres entre él y ella, no le causó absolutamente nada. Estaba absorta, viendo el cadáver. Luego se dio vuelta y le entregó el arma en la mano. —Hay... hay unas colinas que podemos circunvalar por aquí —señaló las cuestas que, irónicamente, le había comentado Kitana a Datsue el bunshin—. tenemos puentes que unen varias montañas. Madre los mandó a construir para tener otros accesos al Templo desde la ciudad más cercana y viceversa. Podemos recortar algo de tiempo por ahí, pero es muy peligroso. . . .
¿Un ninja? ¿contratado por quién? ¡¿que la iban a transformar en un perro?! —A veces pienso que todo esto es un sueño. Que nada es cierto, y aún estoy recuperándome de la puta borrachera —dijo. Estaba consternada, pero a su vez, dispuesta. Y eso era todo lo que necesitaba Datsue para poder continuar—. vamos. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Uchiha Datsue - 10/02/2019 Datsue tomó el arma, y limpió el filo en la ropa de Shoberu antes de guardarla en la vaina. Luego, alzó la cabeza, en dirección a las colinas que señalaba Urami. —Peligroso por los acantilados, ¿no? —se imaginó. Más para ella que para él, pero aún siendo un ninja, mejor no descuidarse. Le cogió por la mano por si era ella quien se caía por algún barranco—. Vamos, pues. Y arrancó a correr en aquella dirección, mientras pensaba en un plan para encontrarse con su clon y Kitana, quienes esperaba estuviesen ya cerca. Aunque, ¿le convenía esperar a la llegada de Kitana? ¿No sería mejor emprender su camino, y dejar a Urami a la mitad de este, cuando él ya tuviese la certeza de saber llegar hasta el templo? Así, su clon conduciría a Kitana hasta Urami, y ellas aguardarían en algún punto seguro hasta que él volviese… … con o sin la madre de ellas. La pregunta era: ¿cómo? ¿Cómo llevaría su clon a Kitana hasta el punto exacto dónde se encontraba Urami? Tan solo había una respuesta para eso, y se llamaba Sello de Rastreo. • • •
«Ah, ojalá fuese un sueño, Kitana. Ojalá lo fuese» Realizó los sellos necesarios y apoyó la palma de la mano en Kitana. De pronto, esta se convirtió en una perra callejera, de aspecto mugroso, flacucho y tamaño medio. Sin collar. Luego, repitió los mismos sellos, y fue él quien terminó por convertirse en un perro tuerto, muy parecido a Stuffy, pero más grande y más… sucio. Sí, más sucio, por muy imposible que esto pudiese parecer. Le hizo un gesto con la cabeza a Kitana para que le siguiese, y tras dar un par de vueltas dentro de la cloaca para que ella —y él también— se acostumbrase a eso de caminar a cuatro patas, salió al exterior, apenas mirando de refilón a los guardias, y olisqueando el terreno de vez en cuando. Su objetivo: llegar hasta el galpón de en frente, rodearlo y situarse en la parte trasera, lejos de miradas indiscretas. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Umikiba Kaido - 10/02/2019 Para Kitana fue una experiencia surreal. No es que no conociese las capacidades de los ninja y de las distintas aplicaciones de lo que ellos llamaban ninjutsu, pero que se lo pudieran aplicar a ella debía ser arte de otro nivel. Movió la cabeza —que por tanto se veía el hocico—. y trató de encontrarse las cuatro patas. Ahí estaban, así que decidió caminar. Los dos chuchos abandonaron el ducto cloacal y continuaron a paso de perro callejero a través de la calle. Uno de los guardias escuchó los chapoteos de las patas que emitían al pisar la tierra pero tan sólo les vio seguir su rumbo. Era normal ver animales huérfanos en la ciudad. Torció la cabeza y continuó vigilando en busca de personas. Así pues, ambos pudieron rodear el galpón de en frente y llegar hasta la parte trasera. Desde ahí, se podía ver a la distancia las colinas que habían hablado antes. Para ese momento, Urami y Datsue el intrépido ya se encontraban alejándose de Notsuba en camino a la primera cuesta. Desde arriba se podía observar una serie de riscos y peldaños apenas alumbrados por la luz de la luna, con terreno poco uniforme y desvaríos de piedra y roca que se antojaban, tal cuál los definió Urami, peligrosos. Un resbalón y adiós vida. No obstante, la vista a Datsue le llegaba al menos hasta otras tres pequeñas montañas con al menos cincuenta metros entre cada cúspide y que sus caminos estaban unidos con un puente colgante que se erguía sobre el negruzco vacío que les acariciaba desde abajo. RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - Uchiha Datsue - 10/02/2019 Datsue —el original— se dio cuenta de lo bien que le vendría la técnica de su Hermano, capaz de invocar a una canica de fuego que les iluminaba el camino. Hubiese sido muy, muy conveniente, tal y como estaban las cosas. «Vísteme despacio que tengo prisa». Un antiguo dicho que se recordó. Mejor ralentizar el paso, por mucha prisa que tuviese, para asegurarse de no caer por algún precipicio imprevisto. —Si tienes alguna pregunta, Urami… Este es el momento —dijo, imaginándose que tendría mil. • • •
Llegado al resguardo, el Uchiha deshizo su Henge. —Pasarán unos cinco minutos antes de que recuperes tu forma —le susurró a Kitana. Claro que podía deshacer el sello, pero eso sería más gasto de chakra, y era algo que no podía permitirse. Se agachó y la tomó por los brazos, levantándola en el aire—. Avanzaremos más rápido así —dijo. No creía poder cargarla durante mucho tiempo, pero solo necesitaría unos minutos. Se alejó de los galpones, en dirección contraria a la ciudad, intuyendo que allí era por donde había ido su original. Siempre con cuidado de que no le viese nadie. Poco después se detuvo para descansar, dejando a Kitana en el suelo, y entrelazando las manos para formar un clon a su lado. Tenía un plan en la cabeza: su original colocaría un Sello de Rastreo para que pudiese localizarle y llegar hasta él. Era un gasto de chakra que le disgustaba hacer, pero necesario. Así pues, él desapareció en una nube de humo, transmitiendo aquella información al original. • • •
Datsue se detuvo de pronto, asimilando todo lo ocurrido a su clon. Kitana estaba a salvo. Estaban en camino. No muy lejos. Sin decir nada, colocó un sello de rastreo en la palma de la mano de Urami, aquella que le sostenía. Con aquello bastaría. Ya de paso, liberó la Píldora de Soldado Superior que tenía sellada en el antebrazo y se la llevó a la boca. Iba a hacerle falta. |