Viento y fuego entre otras cosas - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Base de datos del rol (https://ninjaworld.es/foro-base-de-datos-del-rol) +--- Foro: Historia, acontecimientos y ambientación (https://ninjaworld.es/foro-historia-acontecimientos-y-ambientacion) +---- Foro: Tramas pre-reset 2017 (https://ninjaworld.es/foro-tramas-pre-reset-2017) +---- Tema: Viento y fuego entre otras cosas (/tema-viento-y-fuego-entre-otras-cosas) |
RE: Viento y fuego entre otras cosas - Aiko - 3/09/2016 Por sus propios motivos, o quizás por el mismo motivo que la chica, Mogura terminó aceptando el no tomar armas de la sala. No lo dijo con palabras, pero reafirmó con la cabeza en gesto afirmativo cuando la kunoichi lo propuso. No mucho mas tarde que la chica, también terminó diciendo que también estaba listo. Al igual que ella, él también comenzó a calentar brevemente. La kunoichi sonrió, estaba emocionada ante el encuentro, y casi no sabía como expresarlo. Sus orbes brillaban, estaba realmente ilusionada. Ante ella, su compañero y contrincante hizo una leve reverencia, a la par que se daba a sí mismo una breve presentación. La verdad, esa acción dejó un poco helada a la Sarutobi... ¿Por qué lo había hecho? Nadie mas estaba allí presente, y ambos se conocían ya bastante. A su parecer, esa presentación sobraba. De pronto, las miradas se enfrentaron. Los orbes del médico se hincaron en los de la chica, y los túmulos de sangre que hacían función de orbes a la kunoichi se hincaron en los del chico. Por un momento, las sonrisas se apagaron. Tan solo quedó silencio en el aire, un aire en el que casi se podía palpar la tensión entre ambos. La chica alzó los puños, y adoptó una posición casi en horizontal hacia donde se encontraba Mogura. Sus pies se dispusieron en 45º y 180º respectivamente, siendo el de mayor angulación el trasero, y quedando éste levemente alzado por la parte del tobillo. Sus manos salvaguardaban la compostura con el puño adelantado cerrado, y el mas cercano abierto levemente. Sus orbes no habían cesado de mirar a su oponente. —Pues bien, vamos allá. » No pienses que voy a ser suave porque seamos amigos.— Advirtió por últimas. Flexionó un poco las rodillas, y comenzó a correr hacia Mogura a toda velocidad. Iba directa y sin titubeos, ni se molestó en hacer zig-zag o algún tipo de finta por el camino. « Siendo médico, seguro que tiene ventaja si le dejo muchos espacios de tiempo suelto para curarse a sí mismo. No debo dejarlo descansar. Supongo que eso es clave para ganar... » Una vez recortó la breve distancia, se lanzó a dar un puñetazo con la diestra directamente al rostro del chico. Evidentemente, estaba totalmente pendiente a la acometida que iba a haber en su contra, no podía saber la reacción del chico, pero era mas que obvio. Después de todo, era un combate. Por la misma posición suya de combate, salvaguardaba la zurda mas cercana a su cuerpo, ocultándola levemente de la vista de su oponente. Estado de Katomi Vida 120/120 0 –Chakra 150/150 0 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Manase Mogura - 3/09/2016 Ya no había que demorar mas las cosas, el entrenamiento había dado comienzo y con un par de palabras la kunoichi había expresado su pensamiento respecto a su amistad y como esta intervenía en el combate que iban a tener, cosa con la que el muchacho estaba de acuerdo. Es porque somos amigos que no debemos ser suaves. Contestó avanzando apenas su pie derecho para luego flexionar levemente esa pierna, su pie izquierdo se despegaría parcialmente del suelo elevando un par de centímetros su talón mientras que su pierna se estiraba totalmente, la distancia entre ambos pies no superaba a la separación de los hombros. Sus manos se volvieron puños cubriendo su torso flexionando ligeramente los codos y llegando a elevarse apenas por debajo de los hombros. Ciertamente tengo mis dudas sobre la extensión total de las habilidades de Katomi, pero si una cosa se es que debo evitar a toda costa que realice cualquier secuencia de sellos. Lo último que debía buscar era encontrarse directamente con alguno de los Katon de la Sarutobi. A fin de cuentas él mismo había visto lo que pasaba cuando el fuego de la muchacha y su Fuuton se mezclaban. La kunoichi tomaría la iniciativa en el combate, lanzándose con un puño directo hacía el rostro del médico tras haber ejecutado una carrera. Un instante después de que la chica se lanzara a correr él también lo haría, buscando cerrar la distancia. Si me quedo en el centro me comeré de lleno su puñetazo. Quedarse en el medio de la trayectoria no era una opción, por lo que desviar el puñetazo y moverse sería lo mejor. Estiró hacía delante su brazo derecho para desviar el golpe de la muchacha con un movimiento horizontal ascendente y realizando un movimiento amplio deslizó sus pies quitándose del centro, la distancia era ideal para contraatacar con un golpe de su izquierda. Haciendo el mejor uso posible del taijutsu básico que llegó a aprender en la academia, lanzo un golpe al estomago de la muchacha. Con esto completaría la respuesta al movimiento de su oponente. Estado de Mogura PV 80/80 0 –CK 160/160 0 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Aiko - 6/09/2016 Tal y como ella misma quería, Mogura reafirmó que la confrontación sería en un todo contra todo. No sería justo si realmente se consideraban amigos que no lo hiciesen así; no había otra forma de mostrar la mutua confianza. En un enfrentamiento real, el enemigo no tendría compasión. ¿Cómo averiguar entonces los huecos y fallos a la hora de combatir? Exacto, hacerlo con un aliado. La acometida de Katomi parecía absurda y previsible, y evidentemente así era. No era mas que una primera toma de contacto, quería ver hasta qué punto era fuerte Mogura; no iba a ponerse al 100% desde el inicio, había que hacer de ésto una escalada de fuerza. No sabía si realmente ella era mas fuerte, confiaba bastante en sus habilidades, pero eso no le aseguraba nada. Así pues, ni por ella ni por él, debía progresar gradualmente en la fuerza de sus ataques. Además de ir probandose a ella y a su rival, tampoco quería sobrepasarse y causar algún daño irreparable... el fuego, por muy buenas intenciones que se le ceda, suele causar estragos. La peliblanca se lanzó con su puñetazo diestro directo al rostro del genin, sin titubeo alguno. Frente a ese ataque, Mogura reaccionó alzando en horizontal su brazo, desviando con ello el puñetazo de la chica hacia arriba. Obviamente, tras ello venía un claro contraataque. Mogura se había desplazado hacia la derecha, o su izquierda, según el punto de vista. La chica recogió enérgicamente el puño, a la vez que giraba para confrontar el golpe que se avecinaba. Encogió el vientre, preparándose para el posible golpe, y su diestra intentó cubrir el máximo posible de su mentón y lateral. No sabía realmente hacia donde apuntaría Mogura, así pues debía intentar defender el máximo posible. Pero no quedaría en solo eso. Según había ido aprendiendo a lo largo de su vida, la mejor defensa es un buen ataque. Sin pensarlo dos veces, a la vez que intentaba defender parte del rostro y costado, lanzó su zurda en un croché. El golpe iba directo de nuevo hacia el rostro del chico, aunque la trayectoria se vería algo desviada hacia abajo a causa del impacto recibido. —Tsk!— Bramó la chica cuando el puño de Mogura impactó en el costado de su estómago. —Aaaahhh... La chico tomó rápidamente un par de pasos hacia atrás, buscando la distancia entre ella y su oponente. Entre tanto, se llevó la diestra hacia rápidamente hacia el estómago. La verdad, le había dado de lleno en los abdominales. Menos mal que había hecho un esfuerzo en intentar endurecerlos antes del impacto, un golpe así sin esa acción de seguro la habría sacado del combate. —Buen golpe... Mogura... Rápidamente, la chica trató de elevar la guardia. Evidentemente, el golpe aún le traía su repercusión, se notaba desde lejos que la chica reposaba gran parte de su peso en el lateral derecho, afligida aún por la dolencia. Pero no por ello había acabado el combate, no señor. Ésto tan solo había comenzado. Estado de Katomi Vida 108/120 -12 –Chakra 150/150 0 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Manase Mogura - 7/09/2016 Parecía que la decisión de Mogura fue acertada, su medida de evitar el golpe de la kunoichi y aprovechar de lanzar una ofensiva en el mismo tiempo dio frutos. Sin embargo y como era parte de la gracia de aquel entrenamiento, no estaba peleando contra un muñeco de paja sino que estaba enfrentándose a una kunoichi. ¡Mmh! Todo intento de mediar palabra en el instante de su golpe sería callado por la mano de la chica. Pudo evitar ser alcanzado por uno de los puños de la peliblanca, pero de igual manera no fue lo suficientemente ágil como para evitar llevarse una probada de la fuerza de la Sarutobi. Dio unos pasos hacía atrás bajando su puño derecho hasta la altura de la rodilla y se cubría con la mano izquierda el lugar donde le habría alcanzado el puñetazo, bastante cerca de los labios. Por mucho que pudiese llegar a tensar los músculos de esa zona no podría haber sentido menos el golpe de la joven. No te quedas atrás tampoco. Dijo mientras examinaba un poco de cerca aquellas manchas rojas que se llegaron a escapar de sus labios, posiblemente eran producto de un corte superficial en el interior de su boca a causa del golpe. Debo tener un poco más de cuidado... Sacudió de lado a lado la cabeza para re acomodar las ideas en su lugar, o al menos esa sería la respuesta que daría si alguien le preguntaba. Al ver que su oponente buscaba ponerse en guardia buscó hacer lo mismo también, volviendo su mano izquierda a su anterior posición elevó su puño derecho para completar la postura. Tengo que evitar que la distancia entre nosotros se siga abriendo pero... eso si que dolió... Estado de Mogura PV 66/80 -12 –CK 160/160 0 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Aiko - 7/09/2016 Ni el viento ni el fuego eran demasiado diestros en el taijutsu, pero eso solo significaba que estaban realmente equilibrados en el arte del combate cuerpo a cuerpo. Para ambos, el golpe había sido algo ejemplar, una cosa que no querían repetir de nuevo sin justificación alguna. Obvio, ¿A quién le gusta un golpe que corte el aliento? —Nadie.— La verdad era simple, por poco adiestrados en taijutsu, los golpes seguían siendo golpes. Frente a la chica, Mogura parecía afligido también por el golpe. La Sarutobini ni tan siquiera se había dado cuenta de que su golpe había acertado; se centraba tanto en reponerse del recibido, que ni había sido consciente de su acierto. La peliblanca alcanzó a mirar su puño zurdo, y lo abrió y cerró un par de veces. Hasta cierto punto, el golpe le había llegado por sorpresa, ni tan siquiera había notado el impacto. La verdad, era cosa rara, normalmente había de notarlo; por muy metida en el fragor de la batalla que se encontrase. Sin embargo, no debía perder de vista el motivo que los hacía luchar. Debían ganar experiencia en combate, tanto por ella misma como por su compañero. De nuevo, su vista se clavó en Mogura. El chico inquirió que la fuerza de la Sarutobi al golpear tampoco se quedaba atrás. Incluso pareció remover sangre al pasarse la mano por la boca. Sin duda alguna, el color carmín florecía de sus labios. ¿Acaso se había mordido al ser golpeado? Diablos, quizás debía apuntar a otras zonas que no fuesen el rostro, ésto era tan solo un entrenamiento después de todo... —Oye... ¿estás bien, Mogura?— Preguntó la kunoichi, dejando de lado por un momento su dolencia así como su guardia. —Tienes sangre en el labio... La verdad, no había podido evitar la preocupación. Ciertamente, no había podido ser demasiado fuerte el golpe... pero no estaba segura de hasta que punto el chico estaba acostumbrado a los golpes. Ella ya estaba bien experimentada en eso, sus cicatrices eran señal de ello, pero Mogura... En fin, tampoco era cosa de pasarse de la raya. «¿No se te está yendo un poco la pinza con éste chico...? En serio tía, ha sido tan solo un puñetazo... nadie muere por un puñetazo. ¡Déjate de ñoñerías!» Consciente totalmente de ello, la chica terminó por apretar los puños. Pero no podía hacer mucho mas, ya había soltado las palabras, y por mucho que le gustase negarlo... las palabras no se las lleva el viento. Solo le quedaba ver si Mogura estaba dispuesto a continuar el combate. Oraba porque fuese así. Estado de Katomi Vida 108/120 0 –Chakra 150/150 0 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Manase Mogura - 7/09/2016 Ciertamente Mogura era una persona que no pasaba todo el tiempo que podría necesitar en los salones de entrenamiento de la academia, pero tampoco era un frasco de cristal que de un golpecito se vuelve añicos. No esperaba nada menos que llevarse un buen par de moretones de esa experiencia con la Sarutobi. Se sorprendió un poco por la reacción de su compañera y amiga, a pesar de haber comenzado el combate y haber hecho un intercambio de golpes donde no había salido ilesa, no pudo evitar mostrar cierta preocupación por él. Su tono de voz y el hecho de que dejara su guardia durante un instante fueron suficientes para confiar en sus palabras. Uno no se enfrenta a Sarutobi Katomi sin llevarse un par de golpes como estos a casa. Contestó con una ligera sonrisa en el rostro para luego pasarse rápidamente la diestra por la comisura de los labios limpiándose ligeramente la sangre. De todas maneras, aprecio tu preocupación. Sigamos. Como si de una pausa dramática en medio de un combate entre un shinobi y su objetivo se tratase, ya habiendo dicho lo que tenia que decirse no había otra que seguir con los golpes. Tras ver a la kunoichi retomar su guardia y él hacer lo mismo lanzo un corto grito de guerra y se dispuso a tomar la ofensiva. ¡Osu! Dando pasos largos sin despegar la plata de los pies del piso recortó la distancia que los separaba, por el momento la estrategia de Mogura seguía siendo la misma, mantenerse cerca de la kunoichi y evitar darle el tiempo suficiente de realizar cualquier secuencia de sellos posible. ¡Vamos, Princesa dragón! Dijo animando a su contrincante y marcando una de las diferencias entre un entrenamiento y un combate real, en un enfrentamiento real uno no se supone que aliente al otro a pelear mejor pero practicando entre aliados no era algo que sobrara. Demás estaba aclarar que aquel apodo le terminaría gustando lo suficiente como para repetirlo varias veces. Estado de Mogura PV 66/80 0 –CK 160/160 0 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Aiko - 8/09/2016 "Uno no se enfrenta a Sarutobi Katomi sin llevarse un par de golpes como estos a casa." La verdad, las palabras de su compañero le subían el ánimo. No parecía para nada afectado por el golpe, si no justo lo contrario. Sus ojos brillaban en llamas, parecía dispuesto a seguir sin demora. Se limpió de nuevo el labio, y agradeció la preocupación de la chica. No tardó en añadir que podían continuar la pelea sin problemas. —No hay de qué.— Contestó la chica mientras alzaba de nuevo su guardia. Mogura imitó rápidamente la acción de la chica, y retomó sin demora su guardia. Segundos después, bramó un extraño grito de guerra, y comenzó a acorrer a toda velocidad hacia su antagonista; la Sarutobi. La chica se mantuvo serena y firme ante el avance de su contrincante, atenta a todo movimiento del chico. En mitad de la carrera, éste volvió a alzar la voz, elevando de nuevo la moral de la chica hasta el cielo. La Sarutobi no pudo evitar una ligera sonrisa, una que casi se escapa ante una situación algo entretenida... Por mas que la alentara, su oponente venía a toda mecha para golpearla. Ésto último le hizo entender algo, al parecer Mogura parecía querer mantener el combate cercano. ¿Temía a sus técnicas de fuego, o bien era su especialidad el combate próximo? No había demasiado tiempo suelto como para pensar en ello, debía actuar. Con su mirada fija en el genin, la chica bajó la guardia de improvisto ante la ofensiva del chico. Por un instante pareció dejar de lado el combate, pero lejos de eso, tan solo buscaba una clara apertura en la ofensiva de Mogura. Casi tan rápido como parecían haber amedrentado sus ánimos de combatir, la chica realizó un simple sello a una mano, mientras que la había bajado; el sello del carnero fue más que suficiente. En un abrir y cerrar de ojos, quizás menos, la chica se había movido hasta el costado derecho del chico, y se disponía a lanzar su puño diestro con fuerza directo al costillar de su compañero, sin titubeo alguno. —Shuuu!— soltó el aire en una contundente exhalación, no mas contundente que su puño. Justo tras ese golpe, la chica recogería velozmente el puño diestro, y con la misma inercia lanzaría una patada lateral izquierda a una altura aproximada de la tibia. Un golpe que quizás acertase en la pierna de Mogura, y que posiblemente podría desestabilizarlo. —Shuu!! » Soy más veloz que la velocidad!— Inquirió la chica, sabiendo que realmente ese movimiento no venía de otro sitio que de su técnica. Pero bueno, un ninja no es solo pura forma física, también lo comprenden sus habilidades, capacidad de estrategia, y técnicas. Estado de Katomi Vida 108/120 0 –Chakra 136/150 -14 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Manase Mogura - 8/09/2016 Con todo el ánimo renovado, el par de genin se dispuso a continuar con su confrontación de práctica. Incluso en medio de su avance el muchacho había llegado a lanzar unas palabras con la mera intención de encender la llama interior de su compañera. Mas pronto que tarde terminaría sufriendo las consecuencias directas de tener a una Sarutobi animada como oponente. ¿Por qué baja la guardia...? Fue lo que pensaba en aquel momento en el que ya decidido a lanzar un golpe con su puño derecho, la kunoichi había bajado su postura como si estuviese predispuesta a recibir por las buenas el golpe del joven médico. Mogura era consciente en parte del poder de la chica de pelo blanco, sabía que manejaba técnicas ígneas de un calibre considerable pero se le escapaba completamente de su entendimiento que ademas tenía cierto dominio en el Sunshin no jutsu, por esa razón el chico cayó redondito en la trampa. ¿¡Eh...?! ¡Ngh! Su sorpresa fue notable, al ver que su oponente se había movido a una velocidad que no fue capaz de percibir, esa misma sorpresa rápidamente tomaría la forma de un alarido al sentir la voz y el puño de la kunoichi en su costado. El puño de Katomi había dado en su objetivo, en un intento de tolerar el contundente dolor aguantó la respiración a la vez que tensaba la zona pero el daño ya estaba hecho. No contenta con ese resultado, su oponente lanzó una segunda ofensiva dirigida a su pierna. No llegaré a quitarme del medio. Avanzó su pierna un poco en dirección contraria a la de la patada de la chica, bloqueando el golpe con la parte de la pantorrilla. En ese momento fue lo mejor que pudo hacer, la técnica de movimiento instantáneo lo había tomado por sorpresa totalmente. ¿Eso fue el Sunshin no jutsu, no? Contestó con una pregunta a las palabras de su oponente y amiga. Puede que su pregunta estuviese de más pero le serviría para retomar su guardia y dejar pasar unos segundos después de recibir semejante puñetazo. El entrenamiento habría dado un paso más en lo que a escalas de poder se refería, uno de los dos ya había empleado una técnica de ninjutsu así que no debía faltar mucho para que las cosas se pusiesen bastante mas coloridas. Debo evitar que me siga dando esos golpes o esto va a terminar pronto... Estado de Mogura PV 44/80 -22 –CK 160/160 0 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Aiko - 10/09/2016 Ante la bajada de guardia por parte de la kunoichi, el chico pareció quedar anonadado. Se disponía a lanzar su diestra hacia la chica, pero en últimos segundos titubeó claramente. Su concentración se desvaneció, claramente afectado por la acción de la Sarutobi. Pero ésta no hacía mas que provocar un engaño, no se disponía a recibir el golpe sin mas, si no que hizo surgir ésta ocasión de claro déficit de atención. En un segundo apareció al costado del chico, un movimiento instantáneo que tomó completamente por sorpresa a su oponente. Como si se tratase de un saco de boxeo, la chica le asestó un potente puñetazo. Su cuerpo entero vibró ante el golpe, y resonó un quejido por parte del chico. No había sido para menos. Pero lejos de parar ahí, la chica lanzó la patada sin titubear. Indispuesto a esquivarla, el chico hizo todo lo posible por bloquearla en su trayectoria, anteponiendo la parte mas dura con la dirección de golpeo. Sin duda alguna, eso le libró de caer en redondo. Antes de mediar mas palabras, la chica tomó un salto hacia detrás de distancia. Fue entonces que Mogura preguntó si lo que había usado había sido el sunshin no jutsu. La verdad, era absurdo negarlo, al parecer ya sabía de ésta técnica. —Así es, ha sido un sunshin. ¿Ya la habías visto antes? La kunoichi mantenía la distancia, y observó que su oponente alzó de nuevo la guardia. «Estupendo. Aún sigue el combate.» Pensó la chica mientras mantenía también la misma compostura que su oponente. Ambos seguían con la tensión correspondiente al enfrentamiento, y no era para menos... justo acababan de comenzar. Lamentablemente para su pobre compañero, el fragor de la batalla tan solo provocaba que la ardiente llama que se encontraba frente a él quisiera probar hasta cuanto podía arder; la incitaban a hacerlo arder todo. Sin esperar apenas respuesta, realizó una ligera serie de sellos, y todo se volvió fuego. Bueno, concretamente ella. El cuerpo de la Sarutobi se prendió fuego, cual hoguera en la que se hace arder a un Uchiha. —Venga Mogura, que ésto se pone divertido!— Bramó la chica en llamas. Curiosamente, parecía que el fuego que rodeaba su cuerpo no la usaba como mero combustible. Estado de Katomi Vida 108/120 0 –Chakra 121/150 -15 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Manase Mogura - 11/09/2016 Tan errado no estaba el joven médico al asumir que la razón de aquella velocidad tan extrema no era otra que el Sunshin no jutsu, la kunoichi no titubeo en descubrir su secreto confirmando lo que el chico había preguntado. Aun así también se le preguntó a él si conocía la técnica. Aún tengo que trabajar mucho pero esta entre mis planes añadir esa técnica a mi repertorio. Contestó el muchacho enderezándose y recuperando su postura de combate. Durante el año que había pasado tuvo que repartir su tiempo de entrenamiento en dos horizontes, por un lado su ninjutsu médico y por el otro su ninjutsu elemental, si bien había logrado avances en ambos campos el resultado no fue el mismo que si se hubiese concentrado exclusivamente en uno solo. El entrenamiento cada vez iba tomando más y más temperatura, el calentamiento ya había quedado atrás una vez realizaron aquella pequeña pausa. El ambiente se sentía cada vez mas lleno de energía, de esa que le hace a uno querer sacar lo mejor de si. Una técnica digna de Sarutobi Katomi. Pensó en el instante que la peliblanca se metió dentro de su armadura de fuego. Era una clara señal de su determinación, el tiempo de entrenamiento que había dedicado a dominar su elemento le había permitido adiestrar las llamas al punto de poder vestirse con ellas. ¡Ahora es cuando empezamos de verdad! Exclamó con energía con una ligera sonrisa en el rostro. Comenzó a acercarse a la kunoichi realizando una secuencia rápida de sellos manuales. Si se quedaba quieto era mas que obvio lo que iba a pasar, necesitaba comenzar a jugar sus cartas con un poco mas de actitud. ¡Fūton: Daitoppa! Una corriente violenta de viento se vería arremetiendo en dirección a la muchacha en el instante que el Manase terminaría de anunciar el nombre de la técnica. Una que la kunoichi había visto el mismo día que conoció al chico de cabello azabache, en dos situaciones específicamente, una para mostrársela y la otra para combinarla con una de sus técnicas de Katon. En aquel preciso instante sin embargo, vería ese Fuuton como oponente. El plan sigue siendo el mismo, tengo que evitar que siga haciendo sellos. Pero a la vez tengo que crear una oportunidad que me permita tratar un poco esos golpes que me ha dado... creo que tengo una idea... Pensaba mientras se lanzaba a la carrera detrás de aquel viento terriblemente fuerte, sus manos no paraban de realizar sellos o mejor dicho una de sus manos no paraba de hacer sellos, ni bien había lanzado aquella técnica de Viento ya estaba preparando una nueva. ¿Qué vas a hacer contra esto, Kato? Atento a los movimientos de su contrincante, el genin marchaba a las carreras escudado detrás de su técnica armado con una mano haciendo sellos y con la otra listo para lanzar un buen golpe. Estado de Mogura PV 44/80 0 –CK 148/160 -12 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Aiko - 16/09/2016 La Sarutobi había usado la técnica que vendría a ser su favorita, la cual básicamente consistía en volverse un solo ser con el fuego. Sentir el fluir de las llamas por todo su cuerpo era una experiencia simplemente inigualable, algo que apenas unos cuantos podían hacer. De hecho, no conocía a nadie mas que pudiese igualar su habilidad, aunque tampoco es que eso fuese toda una hazaña... apenas había visto 3 peleas en su vida, y no muchos mas shinobis de otras aldeas; por lo que respecta a Amegakure, raro sería que en esa urbe hallase a otro elementalista de fuego. Para cuando la chica estaba dispuesta a continuar la trifulca amistosa, Mogura admitió que aún no sabía realizar el sunshin, pero que era una técnica que tenía en mente aprender. La verdad, la versatilidad de dicha técnica es asombrosa, una técnica que puede usarse tanto en ofensiva como en defensiva, por no hablar del resto de usos posibles. Mogura advirtió que ahora era cuando realmente comenzaba el combate, pero posiblemente el fragor de la batalla tan solo estaba consiguiendo que la kunoichi se soltase la melena. Normalmente eso podría ser algo bueno, pero su maestría en el elemento era casi su única afición, lo cuál hacía que sus técnicas fuesen realmente poderosas... tanto que apenas podía controlar su poder destructivo. Conocía técnicas que eran capaces de atravesar hasta la mas potente de las cascadas de agua. Ni tan siquiera su rival natural era ya oponente en un choque elemental. Pero en fin, tampoco debía despreciar a su oponente, no sabía cuán fuerte era. Sin mas dilación, el médico comenzó a realizar una serie de sellos. La Sarutobi se apresuró en lanzar un kunai para detener la secuencia, pero para ese entonces el chico había terminado. El silbido del metal recortando distancias en el aire no fue mas que un aviso que topó con un muro de aire, y regresó dando vueltas hacia su propietaria. La chica intentó evitar el golpe de aire moviéndose rápidamente hacia el flanco derecho, pero la misma presión del aire la hizo retroceder un par de metros arrastrando los pies por el suelo de madera. Al menos entre cruzar los brazos le salvó de recibir con el rostro la técnica, pero no le salvaguardó del daño causado por el golpe de la misma. —Tsk! Esquivar algo que no puedes ver es realmente difícil...— Se quejó la chica. En su rostro incendiado sin embargo lucía una cínica sonrisa. Estaba disfrutando el combate al máximo. El arma metálica terminó por clavarse en la pared tras la chica, por el mero efecto de la corriente de viento devolviéndola. La distancia que separaba a ambos era de apenas 6 metros, y cada vez iba acortándose más y más, pues Mogura corría hacia ella mientras realizaba otra secuencia de sellos. La Sarutobi por su parte no iba a quedarse de brazos cruzados. Alzó de nuevo la vista para clavarla en los ojos de Mogura, y comenzó a realizar también una serie de sellos. Su agilidad en los dedos era notable, pero la cantidad de sellos era algo mas larga de lo habitual. Sin embargo, no realizaría su técnica ipso facto, quería ver primero con qué saldría su oponente, y contraatacar en el mismo momento. —Pero no te confíes, que no pueda ver tus técnicas no quiere decir que no pueda arrasar con ellas! Dada la advertencia, su propio cuerpo comenzó a levitar en el suelo. No tocaba ya la madera, casi parecía estar quemando la misma bajo ella. Ahora si que comenzaba la hora de la verdad, el momento de disfrutar la batalla. Estado de Katomi Vida 88/120 -20 –Chakra 121/150 0 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Manase Mogura - 16/09/2016 La técnica básica del elemento viento había resultado en un golpe bastante efectivo contra la Sarutobi, incluso llegó a ser lo suficientemente fuerte como para hacer que su kunai rebotara en pleno trayecto y se clavara en la pared cercana a su dueña. Parecía que las cosas estaban yendo de acuerdo a los planes del joven médico. Lejos de desanimarse, Katomi parecía cada vez más animada. La acción de Mogura parecía haber tenido el mismo efecto que la bocanada de aire que uno le busca dar a una fogata para hacer que la llama inicial crezca y crezca hasta que sea capaz de quemar hasta la gruesa madera. ¡Esa es la actitud correcta, Katomin! Pensó sonriendo ligeramente, contagiándose de ese ánimo. Claramente el muchacho estaba buscando presionar a su compañera y esperaba que esta sacara lo mejor de si, de esa forma él se vería obligado a darlo todo también. A pesar de que su voluntad era acortar las distancias con la kunoichi, la técnica empleada habría empujado un poco hacía atrás a la peliblanca, sin embargo eso no iba a desanimar la carrera que venía llevando el muchacho de cabello azabache. ¡Antes de arrasar con mis técnicas tendrás que alcanzarlas! Contestó a la advertencia de su amiga, las palabras casi que sonaban a un desafió ¿Estaría la Princesa dragón dispuesta a hacerle comer sus palabras al Primogénito del Dios del viento? Probablemente si. Fiel a su estrategia, Mogura no parecía tener intenciones de frenar su acelerado paso, tras finalizar sus sellos mantuvo con una mano el último de estos para formar un puño con su izquierda. Hay dos caminos a tomar ahora mismo... lanzas tu técnica o te tendré a mi alcance. Seguro de sus acciones el muchacho pensaba en las posibles acciones que podría llegar a tomar su contrincante, algo tenía que hacer con ese chico que se le venía al humo. Estado de Mogura PV 44/80 0 –CK 148/160 0 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Aiko - 17/09/2016 El joven parecía indispuesto a retroceder, seguía avanzando hacia la flamígera enemiga que tenía frente a él. La chica, envuelta en llamas, había realizado una secuencia de sellos al igual que su oponente, y ambos estaban manteniendo la concentración hasta último momento. Ambos parecían tener una estrategia en mente, y estaban observando y esperando a último momento para desenvolver lo que guardaban y sorprender al rival. La chica esperó lo suficiente como para hacer inevitable el fulgor de sus llamas. Sin mas, tomó una profunda bocanada de aire, y la exhaló a modo de fuego. Escupió un torrente continuo de llamas, comenzando un metro o dos a la izquierda del médico, y lo arrastró desde ese flanco al contiguo en la misma bocanada. El fuego arrasaría de lado a lado, y por ende terminaría quemando a su compañero. ¿Quedarían de él al menos las cenizas? « Seguro que sobrevive! Él es fuerte también! No creo que ésto le termine haciendo un daño fatídico... » La chica sin embargo no se contuvo un solo instante, desató uno de los mejores katones que sabía. Había una ligera posibilidad de que terminase "muy hecho", pero era un riesgo que podían correr... después de todo, en la misma torre de entrenamiento había un equipo sanitario. Éste tipo de emergencias no era demasiado extrañas, era un lugar de entrenamiento, y esas situaciones eran más que frecuentes. Por otro lado, seguía pensando en las palabras del chico. ¿Acaso estaba esperando el ataque para usar un kawarimi? Con ese torrente de fuego tardaría algo mas de lo habitual en ver el resultado, lo cuál dejaba esa posibilidad más que crítica en evidencia... Por suerte, tenía un as bajo la manga. Estado de Katomi Vida 88/120 0 –Chakra 97/150 -24 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Manase Mogura - 17/09/2016 El momento de la verdad se iba acercando, la kunoichi de melena blanca tenía que tomar una decisión ¿Dejar que Mogura se siguiese acercando como si la sala de entrenamiento fuese suya? ¿O plantarse sobre sus pies y demostrarle que podía pasar si seguía provocando a la heredera de los Sarutobi? Claramente lo segundo era lo que iba a pasar. Y así fue. Una potente llamarada barrió todo lo que pudiese llegar a estar en su camino, desde luego no había mucho que barrer salvo al joven médico de Amegakure. Probablemente con lo aparatosa que podía resultar aquella masa de fuego saliendo de su boca, no vería con lujo de detalles como su objetivo era consumido por las llamas. Ah... eso estuvo cerca... Pensó oculto entre un montón de muñecos ligeramente agachado en un rincón de la sala un poco alejado de Katomi y su técnica de fuego. Con una palma en su costado golpeado trataba la herida con una especie de brillo verdoso que escapaba de su mano. ¿Goukakyuu no jutsu? No parece haber dudado mucho en lanzar la técnica, espero a tenerme a una buena distancia... Juzgaba con la mirada mientras veía aquel muñeco arder en el piso del salón, con ambos brazos extendidos y los pies juntos como formando una cruz. Su oponente no debería durar mucho en darse cuenta de que eso que yacía flameando en el suelo no era su verdadero objetivo simplemente porque se dejó cocinar sin dejar escapar un solo alarido o espasmo de dolor, como un muñeco de práctica. ¡Las llamas de Sarutobi Katomi sin duda arden con fuerza! Exclamó con energía delatando su evidente ubicación, colocándose de nuevo de pie mientras empujaba un par de callados monigotes de paja. No debería ser ninguna sorpresa que el joven de cabello azabache se encontrase junto a otros muñecos después de haber hecho el cambiazo con uno de ellos. Mogura había pasado un buen tiempo de aquel año donde no había podido ver a la Sarutobi investigando sobre el elemento fuego para poder desarrollar una técnica cuyo único fin era el colaborar con su compañera, sería mas que nada por eso que no estaba tan deseoso de probar por si mismo el calor de esas técnicas. Estado de Mogura PV 64/80 +20 –CK 117/160 -31 –—Objetos:
* Ninguna AO * RE: Viento y fuego entre otras cosas - Aiko - 18/09/2016 El momento decisivo llegaba, y ambos esperaron hasta ultimo momento para desvelar las verdaderas intenciones. La chica mostró un chorro de fuego digno de una princesa dragón, asalvajada, prendió fuego a todo lo que encontró delante suya. Sin embargo, el chico buscaba tan solo un momento de distracción para ponerse a salvo. Tal y como la chica había previsto, el chico no fue pasto de las llamas, si no que un pelele fue el afectado. Éste ardió con ganas, cual mero combustible para el fuego de la chica. « Lo sabía! » Pensó la chica mientras giraba rápidamente y alzaba su guardia. Esperaba un rápido y eficaz contraataque, pero en lugar de eso se llevó una enorme desilusión. Mogura no estaba en su flanco, o en su espalda. El chico no había usado el intercambio para asestarle un buen golpe, si no que se había escondido. —¿Qué leches...? La verdad, aún no lo comprendía. Pero su oponente no tardó en desvelar su nueva ubicación, salió de pronto de un puñado de peleles. Al salir, advirtió sobre la eficacia de la técnica de la Sarutobi. No era para menos, el pelele al que había tenido frente a ella como víctima había quedado reducido a meras cenizas. —Bueno... esa era una de las técnicas mas flojas que conozco.— Aseguró la chica, sin falta de razón. —Mira ésta otra... Sin mas, con un único sello de por medio, la chica tomó de nuevo una bocanada de aire, y lo escupió de manera súbita. En ésta ocasión, el fuego se concentró en una única esfera que no llegaba a medir ni tan siquiera un metro de diámetro, pero que sin duda era mucho mas rápida que su predecesora. La esfera se abalanzaría rápidamente sobre el chico, aunque no buscaba directamente su torso, si no mas bien sus pies. La trayectoria iba trazando una parábola sencilla y eficaz, que terminaría haciendo que si no acertaba, reventase a pies del chico. La intención era aún mas sencilla que la parábola, si no acertaba de lleno, que lo hiciese su radio de acción. Sin mas, más fuego. Otra vorágine de caos y llamas en todas direcciones. —Katon: Gōen no Jutsu Estado de Katomi Vida 88/120 0 –Chakra 67/150 -30 –—Objetos:
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