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[Primera ronda] Datsue vs Eri - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Fuego (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-fuego) +--- Foro: Valle de los Dojos (https://ninjaworld.es/foro-valle-de-los-dojos) +---- Foro: Estadio del Torneo de los Dojos (https://ninjaworld.es/foro-estadio-del-torneo-de-los-dojos) +----- Foro: Torneo de los Dojos 217 (https://ninjaworld.es/foro-torneo-de-los-dojos-217) +----- Tema: [Primera ronda] Datsue vs Eri (/tema-primera-ronda-datsue-vs-eri) Páginas:
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RE: [Primera ronda] Datsue vs Eri - Uzumaki Eri - 25/07/2017 Eri se quedó allí, estática; esperando a que Datsue reaccionase después de lo que ella había dicho pues... Se había rendido, adiós al torneo para ella, adiós a la fama que pueda dar alzarse con al menos una victoria, adiós a demostrar sus habilidades... Y cuando el Uchiha comenzó a celebrar su victoria, ella solo dejó caer la mirada hacia el suelo, con un mal sabor en la boca que no quería irse, ¿así es como sabía la derrota? ¿A comida en mal estado junto con un sentimiento de malestar general? Sumándole, claro, el dolor punzante que sentía en la espalda, maldito kunai... Incluso las pullas que habían sido lanzada por el genin de su villa ahora le estaban penetrando en el agujero que le había dejado la derrota, ¿acaso sería verdad? Ella sabía que no había hecho nada malo en su vida, siempre había querido ayudar, cumplir misiones y honorar a la villa de la que provenía, pero... ¿Y si lo había hecho inconscientemente? ¿Y si sí había traicionado a Akame? ¿Y si...? —Oh, Eri, ¡qué desconsiderado por mi parte! Ahora voy, ahora voy —Esa voz fue de Datsue, que se acercaba corriendo hacia ella con una de sus mejores caras, haciendo gala de su profunda felicidad tras haberse alzado victorioso en el duelo que habían disputado; para sacar su kunai del cuerpo de la joven—. Cuento hasta cinco y te lo quito, ¿vale? Uno. Dos… «¡HIJO DE PERRA!» El muy Uchiha se lo había arrancado tal cual, sin dejar que ella se lo pensase o algo, cabrón, mamonazo... Sus ojos lo miraron con odio y su mano izquierda viajó a su hombro para intentar aminorar el dolor. — Eso duele. — Murmuró su queja mientras seguía con sus ojos fijos en los de él. Sin embargo cuando él habló, sus ojos volvieron a la normalidad y por inercia su mano apretó la de él para dar por finalizado aquel encuentro. Mas Datsue no deshizo el agarre, sino que tomó la mano de la kunoichi y la levantó y con la otra señalaba su pequeño cuerpo, o cabeza, o bueno, la señalaba a ella misma. Los colores no tardaron en acudir a sus mejillas y aunque quería deshacer el agarre que él tenía sobre su mano, simplemente no pudo hacerlo. Y con los aplausos entrándole por ambos oídos, escuchó la voz del joven muy cerca, demasiado cerca. — Oye, sabes que yo jamás hubiese estallado el sello, ¿verdad? Inmolar a una compañera de Villa… No, no, no. ¡Eso nunca! Solo era para que te rindieras… Ni siquiera era de rango A, ¿ves? No era de rango A, no, era de rango B. — Si tu lo dices... — Estaba enfadada y dolida, sin embargo utilizó su tono más neutro para contestar a lo que él había dicho para luego encogerse de hombros. — Yo solo quería seguir de una pieza... — Siento lo que te dije sobre Akame. Era solo una táctica de desestabilización, ¿sabes? Aunque sí que es cierto que Akame me dijo cierta cosa de ti… ¡pero ya habrá tiempo para hablar de eso! La chica suspiró, sin quitar el ojo del público, aún sin saber muy bien qué hacer; Datsue sabía qué hacer para lograr algo, y lo había conseguido. Sin embargo al escuchar aquellas palabras salir de su boca solo logró desviar la mirada y enterrar sus dedos de la mano que tenía libre en un puño. Luego lo abrió y murmuró: — Pues te funcionó... Y aquello sí sonó con tristeza. Ambos bajaron las escaleras, Eri quería irse de allí, no quería saludar al público y tampoco quería que ellos clavasen sus miradas sobre ella; pero debía hacerlo, por respeto a su villa, a su Kage. Y a Datsue. — No te imaginas cómo odio todo esto de contentar al público y reírle las gracias, ¿sabes? Pero supongo que es nuestro deber y es lo que toca. «Pues parece mentira...» Cuando el chico seguía lanzando besos y haciendo aspavientos con su otra mano, Eri aprovechó para darle la vuelta y encarar a su kage de una vez por todas, al menos quería hacer una reverencia ante ella y Datsue tendría que acompañarla, así que apretando con fuerza la mano de Datsue —puede que con más rabia de lo que imaginaba— inclinó su cuerpo hacia delante. Segundos más tarde lo levantó y creyó que con eso sería suficiente. — Creo que es hora de que yo me vaya... — Alegó la joven mientras volvía a agachar la cabeza y deshacía el agarre de su mano con la de él. — Suerte en los próximos combates... Y... Bueno... Espero que... Ganes. Aquello lo dijo en voz muy, muy, muy baja, ya que aunque había perdido, no quería que él, quién había ganado su combate; perdiese en la segunda ronda, así que con los mofletes de carmesí, y cuando por fin se hubiese logrado separar del chico, decidiría irse lo más pronto posible del lugar y desaparecer de allí. RE: [Primera ronda] Datsue vs Eri - Uchiha Datsue - 26/07/2017 —Pues te funcionó... La respuesta de Eri, tan sincera como contundente, le pilló a contrapié. Fue entonces cuando se dio cuenta, al ver el rostro abatido de la kunoichi, del verdadero alcance de sus palabras. Él la había acusado de traición frente a las tres grandes Villas de Oonindo. Mientras que quizá ella había venido con toda la ilusión del mundo por hacer un buen papel en el torneo y dejar una buena impresión, él había ensuciado el combate con tácticas cuestionables. Sintió que algo se le retorcía en el estómago, subiendo hasta su pecho… … y oyó los últimos coletazos del público, aplaudiendo y hasta algunos exclamando su nombre. Los retortijones en el estómago se convirtieron en mariposas; y la presión en el pecho, en puro júbilo. Elevó una mano y devolvió el saludo, lanzando un par de besos fugaces aquí y allá. —No te imaginas cómo odio todo esto de contentar al público y reírle las gracias, ¿sabes? Pero supongo que es nuestro deber y es lo que toca. Eri no dio muestras de no creerle, pero nada dijo para confirmarlo o desmentirlo. En su lugar, en un gesto que le sorprendió, tomó la mano de Datsue, con la misma delicadeza con que una trampa para osos se cierra sobre una zarpa. Entonces ella realizó una reverencia hacia los Kages, y el Uchiha se vio obligado a imitarla, en un movimiento no tan florido y altanero como hubiese deseado. Pasados unos segundos, se volvieron a erguir. —Creo que es hora de que yo me vaya... Suerte en los próximos combates... Y... Bueno... Espero que... Ganes. —Gracias, Eri —respondió, mientras se masajeaba la mano recién liberada de forma inconsciente—. Espero que… nos volvamos a ver —añadió, sin saber muy bien qué más decir. No estaba acostumbrado a terminar en el lado vencedor. No al menos cuando se trataba de combates. Sin que se le ocurriese a tiempo alguna despedida ingeniosa, kunoichi y shinobi se separaron en un gesto mudo, cada uno por su lado. El Uchiha regresó al pequeño habitáculo en el que había esperado para combatir, y, ni corto ni perezoso, buscó algún encargado al que comunicar una petición de lo más urgente e importante… Una petición de Estado: —¿Amigo? ¡Amigo! Hola, hola. Uchiha Datsue, ese soy yo, sí. El mismo. ¿Oye cómo la gente sigue clamando mi nombre ahí fuera? —preguntó, llevándose un dedo al oído—. Sí, sí. Lo sé —continuó, sin darle tiempo a responder—. Me adoran. Pero… Y no seré yo quien me queje de la organización, eh —aclaró, levantando las manos en señal de tregua—. Pero, ¿no cree usted que podríamos hacer un par de modificaciones para la siguiente ronda? ¿Qué le parecería si anunciasen mi nombre por megafonía justo antes del combate, hmm? Pero mi nombre al completo, el auténtico: ¡Datsue el Intrépido! —rio—. Al público le encantará, hágame caso. Necesitan un héroe con el que sentirse identificados en el Torneo, y ese soy yo, sin duda. Oh, y que digo solo mi nombre… ¡Una música de fondo! Ya sabe, para hacer la entradilla. Algo fuerte y con ritmo. Sí. Sí, sí, la puerta de salida, sí. Ya le veo. No se preocupe. ¿Y qué le parecerían unos fuegos artificiales? Ya sabe, justo a cada lado de mi puerta de salida, para hacerlo más épico, ¿eh? »La puerta de… Sí, sí. Si ya la veo, no se preocupe. Oh, ¡¿y qué me dice de organizar una firma de autógrafos?! ¡El público lo necesita! ¡Lo exige! Sí, ¿no quiere usted un aut…? ¿La puerta? Ah, ya, sí. Ahora voy, ahora voy. Pero piense en lo que le dije, ¡eh! A sus superiores les encantará la idea, ¡estoy convencido! Ya lo creo que… ¡Plaf! El sonido de una puerta al cerrarse de golpe. —B-bueno, pues... ¡Piense en lo que le dije! ¡A-adiós! |