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RE: El Dojo de Jade - Keisuke - 10/02/2018 Y después de nuestra presentación el maestro se quedó en silencio mientras miraba a todos y cada uno de nosotros con sus ojos penetrantes, se dio el lujo de gastar el tiempo que quería detallandonos, quizá buscando alguna caracteristica en particular o leyendo algo en nosotros que posiblemente no sabríamos qué. Mi turno se hizo esperar un poco y entonces cuando noté sus orbes miré fijamente las de él, no aparté la mirada ni pestañeé hasta que él hubiera decidido ir hasta el próximo alumno, pero su persistencia me puso un poco nervioso, un escalofrío recorrió mi espalda, y luego sentí una sensación de hormigueo por mi nuca y hombros, todo esto se desvaneció cuando la presión cesó, entonces parpadeé para proteger mis ojos y soltar un leve suspiro de alivio. "Debe tener los pulmones podridos..." Me dije al ver el humo de la pipa. Luego de terminar de visualizarnos nos dios la bienvenida, seguida de una ligera reverencia, se viró y dio una breve explicación sobre las estructuras internas, las habitaciones para nosotros, sus invitados, cada pieza estaba identificada con nuestros nombres, un cálido detalle de su parte... Entonces nos cedió unos breves minutos para dejar nuestras pertenencias en la habitación, alzó la vista y le imité noté el reloj en la fachada, marcaban las doce y diez minutos, entonces anunció que el almuerzo sería dentro de veinte minutos, luego anunció que a la una y media estaría en el dojo esperándonos, hizo énfasis en la puntualidad en cuanto a la hora de llegada, sin más que agregar salió de escena. Sin perder ni un segundo, realicé lo mismo que los demás, ingresé al edificio y fui a la primera planta, luego empecé a pasar las puertas buscando la habitación con mi nombre, una vez hubiera encontrado la misma, ingresé lentamente para observar la inmobiliaria a disposición, me quité el morral y lo dejé en la cama, fui hasta el baño y le di una rápida ojeada para luego hacerme hasta el lavamanos, abrir el grifo y lavar mi cara con un poco de agua, y las manos también. En unos pocos segundos ya me encontraba en la sala común, tomé asiento, y miré a los que estaba ahí o fueran llegando en el transcurso. "Trataré de no comer muy pesado... El entrenamiento ha de ser fuerte..." El reloj marcó la hora indicada y el personal hizo acto de presencia, todos vestían uniformados con kimonos blancos y detalles en verde-agua, la mesa se empezó a llenar de bandejas con varios contornos, desde carne hasta pescado, arroz y verduras, todo se veía apetitoso e incluso la boca se me hacía agua, sin embargo, esperé a que terminaran su labor de arreglar cada una de las bandejas y luego me serviría. Rápidamente me hice con un pescado y verduras, el arroz ya lo tenía, agarré una jarra con jugo y vertí su contenido en mi vaso de madera y luego agarré los palillos. —Buen provecho!— Comenté sonriendo a todos los de la mesa, todo exceptuando a Mogura. Separé los palillos y comencé a comer. RE: El Dojo de Jade - Tetsuya - 11/02/2018 El joven Sarutobi se sorprendió bastante ante aquella situación. No fue la cantidad de ninjas que había, sino la presencia y forma de hablar del maestro, pues nunca se habría imaginado a un maestro así, era demasiado normal para lo que se había imaginado. En respuesta a la pregunta, y siendo el ultimo de los amegakure en presentarse, el joven sencillamente dijo su nombre. - Sarutobi Yato. Un placer conocerlo Dijo breve mente y después se quedó callado observando cómo evolucionaba la situación. Sin mucha demora, el maestro Hisui dio instrucciones sobre el edificio, las habitaciones y el horario de almuerzo además de indicar que en poco tiempo tendrían que visitar el dojo. Tan pronto como acabó de hablar Hisui y los demás ninjas comenzaron a moverse, Yato hizo lo propio y entró al edificio residencial. Caminó hasta encontrar su habitación y dejó sus cosas en la misma, tras eso abandonó la habitación no sin antes cerrar la puerta y se dispuso a ir a almorzar. Pudo observar que el comedor se llenaba poco a poco con los ninja de distintas aldeas y que a la hora pactada se comenzó a servir el almuerzo. Cómo en cuestión de una hora habría entrenamiento, Yato decidió comer un poco de arroz y un pescado a la plancha junto con un poco de té. Se lo sirvió y se sentó apartado de los demás para comer tranquilo. La comida estaba muy deliciosa y de no ser porque después probablemente acabarían haciendo esfuerzos físicos hubiese repetido sin dudar. Se dedicó a comer tranquilamente y en silencio sin hablar con los demás como era habitual. «Que sabroso.. comería hasta ponerme como un akimichi...» Pensó mientras continuaba comiendo a la vez que se esforzaba por no devorar la comida. RE: El Dojo de Jade - Masaki - 11/02/2018 Masaki se dirigió rápidamente a su habitación la cual no le costo mucho encontrar.«Habitaciones propias para cada estudiante y no están nada mal.» Dejo la mochila al lado de la cama y se quedo tendido sobre la cama diez minutos intentando, pero en su mente algo lo incomodaba, una voz dentro de su cabeza que lo instigaba a levantarse. «Supongo que no hay tiempo para descansar.» El genin tomo el carcaj modificado al igual que su abanico y se puso en marcha hacia el comedor. Para las doce y media el genin ya se encontraba sentado dejando el carcaj y su abanico a un lado de su asiento. Varios hombres y mujeres vestidos de kimonos blancos salieron de lo que seguramente seria la cocina, dejando bandejas de comida sobre las mesas con arroz, verduras, pescado y carne, ademas de zumo, agua y té. Masaki dio las gracias en voz baja casi inaudible y procedió por comer arroz y verduras acompañado de un poco de té verde. El servicio del lugar era impecable o por lo menos a los ojos del genin era así. Una comida ligera y sabroso era todo lo que necesitaba para reponerse de su viaje, pero el genin quedo esperando a que alguien más sea el primero en dirigirse al dojo para seguirlo. RE: El Dojo de Jade - Manase Mogura - 11/02/2018 Cuando el médico levantó la cabeza para recuperar la postura, se encontraría con la mirada del maestro, examinandolo detalladamente. No emitió comentario alguno sino hasta pasado unos segundos más. —Os doy la bienvenida a todos, jóvenes. Este edificio que tengo detrás mía es donde ustedes residirán durante estos días. En la primera planta encontrarán sus habitaciones, con sus nombres ya escritos en el casillero junto a la puerta. Y fue entonces que detuvo su mirada un instante sobre su persona nuevamente. —En su caso, Mogura-san, podrá tomar la de Hidehisa-san. Prácticamente al momento asintió con un gesto de su cabeza afirmativamente. Parecía que a fin de cuentas podría quedarse en el predio y hasta quizás realizar el entrenamiento. »Ahora si son tan amables, vayan a dejar sus bolsos y acomódense. El viaje debe haber sido largo. En las habitaciones encontrarán todo lo necesario, y en la sala principal se sirve el almuerzo exactamente a las doce y media. El reloj marcando la hora, la pronta hora, se reveló frente al grupo. No tenían mucho tiempo realmente, pero ese sería el precio de llegar tarde probablemente. —Es decir, dentro de veinte minutos. Una vez hubiesen almorzado tendría que ir al Dojo, una enorme construcción situada al otro extremo del lugar. Tenían en total una hora desde que la comida fuese servida para presentarse en aquel lugar, no tenían tiempo casi para comer tampoco. Manase Mogura no demoraría mucho más en retirarse a la habitación destinada a hospedarlo una vez Hisui-sensei dejase de hablar. No estaba entre sus planes perderse la comida. Un par de minutos antes de que el reloj marcase las doce y media, el chuunin se presentaría en el lugar acordado para tomar un lugar vacío. —Itadakimasu. Diría por lo bajo haciendo una ligera reverencia en señal de respeto a los encargados de que aquella comida estuviese servida para él. Sin demorar más, tomaría un par de palillos y se serviría un poco de cada cosa disponible en el menú, su elección de bebida sería desde luego té verde. La manera de comer del médico consistió entonces en tomar pequeñas porciones de las diferentes opciones y comerlas junto con un poco de arroz. RE: El Dojo de Jade - Uchiha Akame - 12/02/2018 Una vez todos los muchachos hubieron terminado de comer, tendrían que reunirse con Hisui-sensei en la entrada del dojo del Dojo de Jade. Allí les estaba esperando el maestro, frente a las escaleras de madera que daban acceso a una puerta corrediza doble de papel de arroz por la que se entraba a la instalación. Detrás suya estaba el edificio, con sus tejas color verde aguamarina, y delante el mar furioso cuyas olas rompían con fuerza contra el acantilado, levantando estelas de espuma blanca y gris. Hisui-sensei los saludaría con una inclinación de cabeza. —Espero que tanto las habitaciones como la comida hayan sido de su agrado, jóvenes —les diría—. Ahora, acompáñenme. Es momento de entrenar. Con aquellas palabras el anciano se daría media vuelta, el viento agitando su melena de rastas blancas y grises, y subiría uno a uno todos los peldaños de las escaleras. Luego abriría las puertas corredizas del dojo y les invitaría a pasar. Por dentro el lugar era incluso más impresionante que por fuera. Había una estancia principal muy amplia donde algunas personas realizaban estiramientos y otros ejercicios. A los lados se alzaban numerosos tabiques de papel de arroz con sus respectivas puertas, tras las cuales se encontraban las salas de entrenamiento. Hisui-sensei se volvió hacia los muchachos y habló con voz potente. —Bien, ahora cada uno de vosotros entrará en la sala asignada junto con su compañero de entrenamiento. Dentro encontrareis un casillero para guardar cualquier cosa que no queráis llevar encima mientras combatís. Dejó que sus palabras calaran. —En efecto, y aunque supongo que la mayoría de vosotros ya lo sabréis, en este dojo se valora la capacidad de combate por encima de cualquier otra cosa. Un ninja debe ser muchas cosas, pero por encima de todas ellas, poderoso —hablaba con una determinación impropia de alguien de su edad, con un brillo esmeralda en sus ojos que se paseaban por la entrada—. Dentro de estas salas de entrenamiento combatiréis como si vuestra vida dependiese de ello... Con todo. »En cada una de estas estancias hay un Fuuinjutsu médico especial preparado por mis mejores alumnos y alumnas, que revertirá cualquier daño que sufráis al terminar el combate. Entonces el maestro señaló la primera puerta corredera que estaba a su derecha. —Sarutobi Yato y Nara Shikanori, por aquí —indicó a los genin de Ame. Luego señaló a la puerta de la izquierda. —Uchiha Ralexion y Muramaki Masaki. Finalmente, se volteó hacia una de las salas más alejadas. —Inoue Keisuke y Manase Mogura. Al entrar los muchachos en cada una de las salas, encontrarían un amplio tatami cuadrado de diez metros de lado. Las paredes de las habitaciones de entrenamiento parecían frágiles como el mismo papel de arroz del que estaban hechas, pero pronto los chicos comprobarían que ni la más poderosa de sus técnicas podría hacerles siquiera un rasguño. Una sensación extraña, parecida a un cosquilleo que se extendía por todo su cuerpo, los invadió; signo inequívoco de que ya estaban bajo los efectos del potente Fuuinjutsu médico del dojo. —Todos, en posición. La voz de Hisui-sensei resonaría en cada una de las habitaciones de entrenamiento, alta y clara, aunque el maestro no se encontrase en ninguna de ellas. —Lo primero que debéis tener en mente en el momento de empezar un combate es qué información conocéis acerca de vuestro oponente. ¿Es fuerte a distancias largas o cortas? ¿Es más rápido o más lento que vosotros? ¿Es diestro con las armas, o en cuerpo a cuerpo? ¿Qué tipo de técnicas utiliza? ¿Qué naturalezas elementales maneja? »El manejo de esta información puede decidir el resultado del combate incluso antes de empezar. El ninja poderoso nunca subestima a su enemigo. Nunca se lanza de cabeza a lo desconocido. Es cuidadoso, medita cada acción, observa cada gota de lluvia, el movimiento de cada hoja en el aire... Así debéis hacer. Ahora, sólo les quedaba pelear. RE: El Dojo de Jade - Keisuke - 13/02/2018 Ingerí con calma cada trozo de pescado, verdura y arroz, todo sabía delicioso, quizá el hecho de que tuviera hambre ayudaba a que todo tuviera mejor sabor... En fin, terminaría de comer y reposaría un par de minutos antes de levantarme del comedor, busqué el reloj para saber cuánto tiempo libre tenía. Asistí puntal a la entrada del Dojo de Jade, en las escaleras estaba Hisui, detrás de él logre observar las puertas corredizas, estas protegían la estructura, tenía un tejado verde agua; otro detalle importante era el sonido del mar, la brisa y la estela espumosa aparecía con cada ola. Hice una reverencia para saludar el profesor, al igual que él lo había hecho. —Espero que tanto las habitaciones como la comida hayan sido de su agrado, jóvenes. Ahora, acompáñenme. Es momento de entrenar. El sensei dio media vuelta y comenzó a subir por las escaleras de madera, seguí sus pasos y me detuve a esperar a que abriera las puertas y nos indicó que podíamos avanzar al interior del dojo. Una vez adentro pude ver una gran estancia, al lateral estaban las salas de entrenamiento, todo el lugar tenía buena presencia, se veía como un dojo de ensueño. Hisui se plantó de frente a nosotros y expresó:—Bien, ahora cada uno de vosotros entrará en la sala asignada junto con su compañero de entrenamiento. Dentro encontrareis un casillero para guardar cualquier cosa que no queráis llevar encima mientras combatís. "Bien... ¿Quién será mi rival?" Empecé a mirar a todos los posibles candidatos. —En efecto, y aunque supongo que la mayoría de vosotros ya lo sabréis, en este dojo se valora la capacidad de combate por encima de cualquier otra cosa. Un ninja debe ser muchas cosas, pero por encima de todas ellas, poderoso[/color] —Manifestó con entusiasmo y orgullo, incluso pude notar cierta determinación en su mirar.— [sub=seagreen]Dentro de estas salas de entrenamiento combatiréis como si vuestra vida dependiese de ello... Con todo. "Cuanto entusiasmo... Por lo menos nos motiva." »En cada una de estas estancias hay un Fuuinjutsu médico especial preparado por mis mejores alumnos y alumnas, que revertirá cualquier daño que sufráis al terminar el combate. "Fuuinjutsu médico... Que rama tan interesante, debería intentarlo." Aquella idea sí que me gustaba. Explicado todo, comenzó a nombrar los contrincantes y a señalar las puertas a la sala que le correspondía, primero Sarutobi contra Nara, luego Uchiha contra Muramaki y finalmente mi contrincante, era obvio... ¿Quién más quedaba? Entonces miré a Manase y en mi rostro se dibujó una sonrisa. —Inoue Keisuke y Manase Mogura. —Esto se pondrá interesante.— Aseguré y comencé a caminar hacia la sala, la más lejana. Ingresé primero, miré el tatami y luego las paredes, parecían débiles y frágiles, empezaba a dudar sí las mismas resistirían alguna de mis técnicas, sin embargo, algo en mí comenzó a cambiar, sentí un cosquilleo, una especie de escalofrío, no sabía definirlo, pero sí sabía a que se debía. —Parece que el destino propició este combate.— Dije una vez en el medio del tatami, mirando directamente a los ojos de Mogura, y a mi mente venían todos aquellos motivos por los cuales debía demostrarle que era mejor que él, que a pesar de que fuera chunin; sí, una mirada con rencor, con rencor por la pérdida de la inmortal de Amegakure. —Todos, en posición.— Se escuchó la voz del profesor por toda la habitación, fuerte y clara como sí se encontrase en el interior de la misma.—Lo primero que debéis tener en mente en el momento de empezar un combate es qué información conocéis acerca de vuestro oponente. ¿Es fuerte a distancias largas o cortas? ¿Es más rápido o más lento que vosotros? ¿Es diestro con las armas, o en cuerpo a cuerpo? ¿Qué tipo de técnicas utiliza? ¿Qué naturalezas elementales maneja? "¿Qué sé de Mogura? Iryoninjutsu, ¿qué elemento usa?" Por más que intentaba, no lograba recordar, nunca le había visto usando su chakra elemental. " Hasta la última vez supe que era más lento que yo, no creo que destaque mucho con taijutsu, pero con el okashou es más que suficiente..." »El manejo de esta información puede decidir el resultado del combate incluso antes de empezar. El ninja poderoso nunca subestima a su enemigo. Nunca se lanza de cabeza a lo desconocido. Es cuidadoso, medita cada acción, observa cada gota de lluvia, el movimiento de cada hoja en el aire... Así debéis hacer. "¿Cuántos trucos bajo la manda tendrás?" Pensé. Hice una reverencia, dando a entender que la batalla comenzaría. RE: El Dojo de Jade - Karma - 14/02/2018 Con la comida rematada y sus estómagos llenos, Uchiha Ralexion y Nara Raiden abandonaron el edificio residencial para reunirse a la hora indicada con Hisui-sensei, al igual que los otros estudiantes. El maestro ya estaba allí, esperándoles. Los dos integrantes de Kusagakure le devolvieron la reverencia. Tras unas educadas formalidades por parte del sensei, este les invitó a entrar al Dojo de Jade, el que debía ser los cimientos —metafóricamente hablando— de todo el recinto del veterano. Fue entonces que Raiden posó su diestra sobre el hombro del Uchiha. —Bueno, aquí es donde nos separamos. Espero que aprendas mucho, que por algo te he traído hasta aquí, ¡no lo desaproveches! —le dio una palmada en la espalda— Yo voy a ver si le echo un vistazo al complejo y entreno por mi cuenta un poco. Ya me cuentas luego. Ralexion enarboló una sonrisa que denotaba confianza. —Vale, ¡nos vemos luego, Raiden-sensei! Se despidieron y tomaron caminos distintos. El rubio discurrió en la dirección del edificio de alojamiento mientras que el moreno se internó en el dojo, siguiendo a los otros. Ya dentro, el anciano anunció que el entrenamiento equivaldría, al menos en primera instancia, a combates uno contra uno entre los distintos pupilos allí reunidos. Ralexion prestó atención en silencio, con los brazos cruzados. Su emparejamiento fue el segundo de la lista. Su compañero de penurias sería Muramaki Masaki, el otro genin de Kusagakure al cual no conocía. «Mejor que uno de la Lluvia», reflexionó, socarrón. Avanzó a buen paso, atravesando el umbral de la sala de entrenamiento antes que su contrincante. Caminó unos 7 metros en dirección al fondo de la instancia, a lo que se detuvo y giró sobre sus talones, mirando hacia la puerta de entrada, esperando ver a su oponente. Sintió un leve cosquilleo escalándole la columna, una sensación chillona pero agradable. Comenzó a realizar estiramientos típicos de los practicantes del Taijutsu, maniobras que preparaban al cuerpo para el consiguiente esfuerzo físico. Se sentía genial. —Oye, pues no está nada mal esto del Fūinjutsu médico, ¿verdad? —comentó. —Lo primero que debéis tener en mente en el momento de empezar un combate es qué información conocéis acerca de vuestro oponente. ¿Es fuerte a distancias largas o cortas? ¿Es más rápido o más lento que vosotros? ¿Es diestro con las armas, o en cuerpo a cuerpo? ¿Qué tipo de técnicas utiliza? ¿Qué naturalezas elementales maneja? »El manejo de esta información puede decidir el resultado del combate incluso antes de empezar. El ninja poderoso nunca subestima a su enemigo. Nunca se lanza de cabeza a lo desconocido. Es cuidadoso, medita cada acción, observa cada gota de lluvia, el movimiento de cada hoja en el aire... Así debéis hacer. De aquella manera resonó la voz del maestro en la sala, desprovista de cuerpo que la acompañase. El Uchiha lanzó un silbido, impresionado, para entonces reflexionar sobre la valiosa lección que les había impartido sin pena ni gloria. «Solo sé... que no sé nada... hmm, en tal caso, habrá que ir descubriéndolo poco a poco. Lo siento, Masaki-san, pero Hisui-sensei dice que debemos pelear con todo.» Sus ojos, fijos sobre el otro muchacho, se tornaron rojos y adquirieron un par de aspas alrededor de la pupila. El Sharingan se manifestó a la par que los labios del shinobi se transformaron en una sonrisa desafiante. Haciendo gala de su juego de dedos realizó con la diestra un sello impartido en las academias ninja como símbolo de un duelo amistoso. —Mi nombre es Uchiha Ralexion, es un placer —procedió así a presentarse—. ¡Que gane el mejor! RE: El Dojo de Jade - Manase Mogura - 15/02/2018 Curioso como el destino le terminaría jugando aquella pasada al médico de Amegakure. Había puesto a la persona adecuada en el lugar adecuado y en el momento adecuado. Había logrado de alguna manera que Manase Mogura llegase a un lugar para entrenar con gente que seguramente no podría encontrar en ningún otro rincón de Oonindo, tenía delante de él la gran posibilidad de pelear contra gente de las otras grandes aldeas. La ironía opacaba a la comida exquisita que había probado, al hermoso recinto en el cual habían sido recibidos, ese arte tan peculiar que podía llegar a ser el Fuuinjutsu médico y hasta a las palabras del propio maestro, por más valor que pudiesen haber llegado a tener para una persona como Mogura. Todo se resumió para él en aquellas palabras: —Inoue Keisuke y Manase Mogura. El médico de cabello negro dejó escapar un suspiro mientras asentía ligeramente con la cabeza. Había viajado una semana completa para que ese fuese su oponente. —Esto se pondrá interesante. Exclamaría el médico de pelo rojo, aparentemente emocionado por la posibilidad de enfrentarse a él. Como siempre, se encontraban en polos totalmente opuestos. Se llevó una mano a la cabeza y acomodó su peinado, aunque no fuese necesario. Solo entonces, avanzaría hasta el lugar que le correspondía. Se tomó un segundo para apreciar la fragilidad del lugar, como queriendo tomar una fotografía mental antes de que todo fuese a ser destruido. —Parece que el destino propició este combate.— Inoue Keisuke se tomaría incluso la libertad de ponerse poético, quizás olvidando otra vez con quien estaba hablando, o seguramente todo lo contrario, recordando exactamente con quien estaba hablando. —Que desperdicio... ¿No? Comentaría con el usual tono serio, desde la entrada de la habitación. —Todos, en posición. La orden del maestro fue precisa, y aunque no se encontraba en el interior del cuarto, se le escuchaba con bastante claridad. Tenía entonces un puñado de preguntas que responder, y tenía una respuesta a varias de ellas. «Contrario a lo que podría estar sucediendote, Inoue Keisuke.» »El manejo de esta información puede decidir el resultado del combate incluso antes de empezar. El ninja poderoso nunca subestima a su enemigo. Nunca se lanza de cabeza a lo desconocido. Es cuidadoso, medita cada acción, observa cada gota de lluvia, el movimiento de cada hoja en el aire... Así debéis hacer. Mogura de alguna manera tenía bastante trabajo adelantado sobre aquella situación, conocía muchas cosas sobre el médico. Y estaba bastante seguro de que él no podía decir lo mismo. Su mano se estaba levantando para realizar el sello de duelo cuando vio a su oponente hacer una reverencia, como consecuencia su palma no llegó a manifestar el sello en cuestión. —Parece que tus modales no han mejorado. Observó el médico. Esperando la orden para dar comienzo al combate. RE: El Dojo de Jade - Masaki - 16/02/2018 Después de comer, colocar su abanico en su espalda y dirigirse hacia el dojo, los estudiantes se toparon nuevamente con Hisui-sensei quien los esperaría delante de la escalera que daría lugar al dojo donde entrenaría. El sensei inclino la cabeza en señal saludar a sus aprendices por lo que Masaki le devolvió la reverencia. —Espero que tanto las habitaciones como la comida hayan sido de su agrado, jóvenes. Ahora, acompáñenme. Es momento de entrenar.— Esas eran las palabras que el genin estaba esperando, el momento en que el viaje y el dinero gastado por su padre valiera la pena. Luego de que todos los aprendices subieran las escaleras y entraran al lugar, Masaki pudo ver que ya había gente realizando estiramientos entre otras cosas, también había más salas de entrenamiento. El sensei explico que le asignaría un compañero a cada uno se le asignaría un compañero y dejo otra cosa muy en claro "Un ninja debe ser muchas cosas, pero por encima de todas ellas, poderoso". —Dentro de estas salas de entrenamiento combatiréis como si vuestra vida dependiese de ello... Con todo.— «Esto se puede poner feo..» Este tipo de cosas lo ponía un poco nervioso al genin. —En cada una de estas estancias hay un Fuuinjutsu médico especial preparado por mis mejores alumnos y alumnas, que revertirá cualquier daño que sufráis al terminar el combate.— «Eso resuelve muchos problemas» El genin se sentía un poco mas aliviado por ello. El emparejamiento de Masaki fue con Uchiha Ralexion, por suerte para el genin o al menos eso creía, no debería de enfrentarse ante alguien de otra aldea, pero aun así no debía de bajar la guardia ya que el sensei fue muy explicito en que deberían de luchar con todo. Una vez que el genin entro a la sala de entrenamiento sintió un leve cosquilleo en la espalda, algo que no era normal que le pasara «Ese debe ser el Fūinjutsu médico del que hablo el sensei» Una vez que ambos se encontraran frente a frente dentro de la zona de entrenamiento, Masaki sacaría su abanico, abriría completamente y lo sostendría con ambas manos frente de él pero sin taparle la visión. Su oponente se presento como Uchiha Ralexion y con su sonrisa parecía ser que estaba bastante confiado o emocionado, a diferencia de Masaki que mantenía una cara seria.«Estoy seguro de que antes no tenia los ojos rojos...» —Murakami Masaki, un honor conocerte— Ahora estaba a la espera de que se diera inicio al combate PV: 100/100 CK: 110/110 Inventario
[spoiler=Atributos]Fuerza: 25 Resistencia: 20 Aguante: 20 Agilidad: 20 Destreza: 25 Poder: 20 Inteligencia: 20 Carisma: 20 Voluntad: 20 Percepción: 20 RE: El Dojo de Jade - Uchiha Akame - 16/02/2018 Todos los muchachos escucharon de nuevo la voz del sensei en sus respectivas salas. —¡Comiencen! RE: El Dojo de Jade - Karma - 16/02/2018 Con las presentaciones finalizadas, Ralexion observó largo y tendido a su oponente y el chakra que emanaba. Le resultó imposible no fijarse en el abanico de dantescas proporciones que Masaki blandía; se había percatado de que el muchacho cargaba con algo de considerable tamaño con anterioridad, pero era ahora, extendido y visible, que el Uchiha podía confirmar lo que era. «¿Un abanico? Vaya, extraño... pero será mejor que no baje la guardia. ¿Controlará Fūton?», barajó. Había llegado el momento de contestar preguntas, la primera de ellas si su contrincante era bueno a corta o larga distancia. El kusajin razonó que con un artilugio así, era más que probable que Masaki prefiriera un combate a distancia que cuerpo a cuerpo, pero uno nunca podía estar seguro hasta comprobarlo. Ralexion adquirió una posición de combate, con las piernas ligeramente flexionadas, y empezó a hacer sellos. —¡Katon: Hōsenka no Jutsu! Tomó una copiosa bocanada de aire y posó los dedos índice y pulgar de su mano derecha sobre sus labios, dejando un pequeño espacio libre entre estos desde el que escupió cinco pequeñas bolas de fuego, rápidas como flechas, una detrás de otra, directas hacia la figura de Masaki. Los proyectiles discurrieron, caóticos, hacia su objetivo. RE: El Dojo de Jade - Keisuke - 19/02/2018 Y ahí estaba yo, frente a Mogura, él intentaba provocarme, o no sé sí realmente se esmeraba en hacerlo, posiblemente le saliera naturalmente, pero no iba a ceder tan fácil. —No quiero mejorar mis modales para ser alguien como tú, aunque eso ya lo sabes.— Manifesté demostrando un poco de la rabia que tenía guardada para él. Flexioné levemente mis rodillas y levanté mis puños a la altura de mi pecho, adoptando una posición de combate. —Enséñame un poco de esos modales de los que tanto presumes, anda...— Entonces extendí mi diestra e hice una ademán con mis dedos, diciéndole que le concedía el primer ataque. RE: El Dojo de Jade - Manase Mogura - 19/02/2018 —No quiero mejorar mis modales para ser alguien como tú, aunque eso ya lo sabes.— El médico se encogió de hombros y llevó una mano hasta su cabeza para arreglarse el cabello. Vio entonces como su oponente tomaba una postura de combate y diciendo unas palabras más le invitaba a atacar: —Enséñame un poco de esos modales de los que tanto presumes, anda...— Parecía que nada había cambiado en la forma de comportarse de Inoue Keisuke, seguía siendo igual de insolente que siempre. ¿Tenía que hacer que maten a otro compañero más para que hablase como correspondía? Mogura asintió levemente dos o tres veces con su cabeza y luego llevo una mano hasta su portaobjetos, su otra mano se elevaría hasta la altura de su pecho y procuraría levantar el dedo indice, pidiendo un segundo o dos de paciencia. Una vez hubiese tomado lo que precisaba del interior de su portaobjetos, juntaría sus manos en una secuencia de sellos y acercaría el puño con el frasco hasta sus labios. Soplaría como si estuviese inflando un globo, un globo que crecería con cierta prisa y llegando a su punto máxima para luego manifestar una pequeña nube de humo. Al revelarse esa nube de humo, Inoue Keisuke podría constatar fácilmente que, ahora en vez de un molesto Mogura, había tres molestos Mogura. —Es costumbre iniciar un duelo de entrenamiento con un sello, pero probablemente no lo sepas. Dijo un médico de pelo negro un par de pasos alejado de los clones, dichos clones harían entonces el gesto del cual hablaba. RE: El Dojo de Jade - Masaki - 20/02/2018 Sabiendo que su oponente no se iba a contener, Masaki sabia que debía de hacer para aprovechar de sus propias habilidades en este entorno.«Lugar cerrado, no hay donde esconderse o protegerse, aunque la habitación es grande los ataques amplios tienen ventaja» Pero ya no había tiempo de pensar cuidadosamente, era el momento de pelear ya que su oponente ya había adquirido su posición de combate y con la orden Hisui-sensei. Su oponente empezó a hacer sellos, pero Masaki no perdería el tiempo y ejecutaría su ataque sin demora. Con ambas manos en su abanico y sacudiéndolo en dirección de su contrincante. —Fūton: Kakeami— Creando corrientes de vientos y entrelazadas para crear una red de viento, era la primera vez que el genin utilizaba la técnica contra una persona. RE: El Dojo de Jade - Uchiha Akame - 20/02/2018 Mogura vs Keisuke Mogura trataría de hacer sellos mientras sostenía un frasco de veneno en la mano, sólo para descubrir que aquello no era realmente posible. Sus manos —excesivamente torpes para completar aquella cabriola— estuvieron a punto de dejar caer el frasquito con la sustancia tóxica, pero por suerte no llegó a ocurrir. Al final, Mogura tuvo que dejar el frasco en su lugar, hacer los sellos, y entonces tomar el veneno para insuflarlo en sus clones. Ralexion vs Masaki Masaki sacudió con violencia su abanico para crear una formidable técnica de su clan. El Kyodai Sensu vibró con la intensidad de su chakra y acto seguido expulsó una amalgama de viento presurizado con chakra Fuuton que avanzó raudo hacia su contrincante. Sin embargo, Ralexion acabó su serie de sellos y expulsó una serie de saetas ígneas que acabaron por chocar contra la red de aire afilado de Masaki. Ambos jutsus colisionarion con violencia, pero para deleite del Uchiha y perjuicio del Muramaki, el Fuego venció al Viento. Las saetas de Ralexion, debilitadas por el choque pero aun así avivadas por el jutsu de su propio enemigo, impactaron directamente contra Masaki abrasándole el torso. Fue un golpe brutal que arrojó de espaldas al Muramaki y le causaron una buena cantidad de dolor gracias a las quemaduras que ahora adornaban su cuerpo. Masaki podría levantarse y continuar luchando, pero tendría que tener en cuenta que sus movimientos serían más lentos y torpes a partir de ese momento; fruto del dolor de las heridas y el trauma del ataque recibido. |