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Nuestra vida - Versión para impresión

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RE: Nuestra vida - Aotsuki Ayame - 3/06/2020

Es precisamente eso lo que me preocupa —confesó Daruu, con una risilla nerviosa—. Las precauciones que tengo que tener contra un Uchiha están más que estudiadas, y aún así sigue siendo peligroso. Pero es que no es un Uchiha. Es Datsue.

Ayame se rio entre dientes. Cierto, Datsue era Datsue. Muy Datsue. Pero la risa murió en su garganta cuando recordó a Uchiha Akame, lo habilidoso que era en combate. ¡Ni siquiera había conseguido rozarle cuando le tocó luchar contra él en el anterior torneo! Y ahora que era un exiliado, miembro de Dragón Rojo además, seguro que era mucho más peligroso...

Una vez quedamos empate —continuaba diciendo Daruu—. Y la otra le gané muy entrecomillas. Escucha, Ayame, vuelvo a repetirlo: ¡Datsue resucitó! ¡Re-su-ci-tó!

Ayame se quedó momentáneamente congelada en el sitio, con los palillos a medio camino de su boca. Parpadeó un par de veces, confundida, y cerró la boca sin llegar a engullir aquel trozo de carne.

¿Cómo que "resucitó"? —cuestionó, ladeando la cabeza y haciendo comillas con los dedos, sin llegar a entender la metáfora que estaba utilizando su pareja.

Porque era una metáfora, ¿no?


RE: Nuestra vida - Amedama Daruu - 3/06/2020

Daruu resopló.

Creo que te lo he dejado caer alguna vez, pero nunca te he explicado exactamente lo que pasó —dijo Daruu, y bajó la voz—: Ayame, cuando dije que le maté, es que le maté. Se me fue la mano, y ya creía que me iba a costar caro. No respiraba. Su pulso era nulo. Estaba frío. Y por si te preguntas si se trataba de una ilusión u otro truco similar, no. No tenía chakra, lo vi con el Byakugan. Estaba muerto.

»Pero cuando llegué a la cabaña de Yachi y estaba preguntándome ya qué iba a hacer con él, ¡se despertó! ¡Sin más! ¡Sin más! —espetó, indignado, como si le diera muchísima rabia no saber cómo lo había hecho. Aunque lo intuía—. Eso, Ayame, seguro que fue otro de esos dichosos Fūinjutsu —dijo, señalándola con el dedo para darle énfasis—. Magia negra.


RE: Nuestra vida - Aotsuki Ayame - 5/06/2020

Pero Daruu resopló, y Ayame se temió lo peor.

Creo que te lo he dejado caer alguna vez, pero nunca te he explicado exactamente lo que pasó —explicó Daruu, y entonces bajó la voz—: Ayame, cuando dije que le maté, es que le maté. Se me fue la mano, y ya creía que me iba a costar caro. No respiraba. Su pulso era nulo. Estaba frío. Y por si te preguntas si se trataba de una ilusión u otro truco similar, no. No tenía chakra, lo vi con el Byakugan. Estaba muerto. Pero cuando llegué a la cabaña de Yachi y estaba preguntándome ya qué iba a hacer con él, ¡se despertó! ¡Sin más! ¡Sin más!

Ayame había ido palideciendo a medida que Daruu pronunciaba sus palabras. Hasta el punto en el que se había quedado blanca como la luna, y congelada en el sitio, con los palillos alzados a mitad de bocado. Miraba a su compañero con los ojos abiertos como platos, incapaz de creer lo que le estaba contando.

Daruu había matado a Datsue. Literalmente. No era ningún tipo de metáfora. Muerto. Muerto como la carne que se estaban comiendo ahora. Y después Datsue había resucitado. Vuelto a la vida. Volvía a caminar, volvía a respirar y su corazón volvía a latir.

Eso, Ayame, seguro que fue otro de esos dichosos Fūinjutsu —añadió, señalándola con el dedo—. Magia negra.

Ayame abrió la boca, pero las palabras morían en su garganta. Tuvo que hacer un par de intentos, y carraspear ligeramente, antes de conseguir pronunciar algo.

O del Sharingan... ¡No hay nada que ese dichoso ojo no pueda hacer! —exclamó enrabietada, y alzó una mano para comenzar a enumerar—. Ver el chakra, bloquear ilusiones, absorber bijūdamas, teletransportarte... ¡Invocar un maldito demonio esqueleto gigante! Vamos, si ahora me dices que también puede burlar a la muerte, me lo creo.


RE: Nuestra vida - Amedama Daruu - 5/06/2020

Daruu resopló con los labios.

Aaah, sí, sí. Ya con lo de esqueleto gigante me quedé loquísimo —replicó Daruu—. ¿Qué será lo siguiente, que al bicho ese le salgan alas y todo? ¡Venga hombre! —El muchacho tomó su vaso con Ame-Cola y dio un par de tragos—. Por cierto...

»Tengo la sospecha de que Chiiro se ha apuntado a la Academia —dijo con orgullo y una sonrisa—. Al final, parece que hemos causado algo de influencia en ella.


RE: Nuestra vida - Aotsuki Ayame - 5/06/2020

Aaah, sí, sí. Ya con lo de esqueleto gigante me quedé loquísimo —replicó, con un nuevo resoplido—. ¿Qué será lo siguiente, que al bicho ese le salgan alas y todo? ¡Venga hombre!

Calla, calla, no les des ideas —se rio ella, nerviosa, llevándose el vaso de agua a los labios.

Grave error.

Por cierto... Tengo la sospecha de que Chiiro se ha apuntado a la Academia.

Ayame se atragantó, y estuvo a punto de escupir lo poco que había bebido. Tosió varias veces, golpeándose en el pecho en el proceso, y cuando consiguió recuperar el aliento miró a Daruu con ojos abiertos como platos y una sonrisa que temblaba en sus labios.

Ah... ¿ah, sí...? —preguntó, con un hilillo de voz para nada convincente. Nerviosa, se colocó un mechón de pelo detrás de la oreja y desvió la mirada a un lado.

Al final, parece que hemos causado algo de influencia en ella.

Me alegra mucho oírlo, y espero de veras que le vaya bien.


RE: Nuestra vida - Amedama Daruu - 7/06/2020

Daruu entrecerró los ojos y se acercó a Ayame, a quien prácticamente se le había roto la voz.

Un momento, ¿tú sabes algo, verdad? —presionó, consciente de que Ayame no sabría mantener la fachada—. ¡Tú sabes algo! Dime, ¿cómo? ¿La has visto entrar al Torreón de la Academia o entrenar?


RE: Nuestra vida - Aotsuki Ayame - 7/06/2020

Pero Daruu siempre veía más allá de ella. Con o sin Byakugan. No le hacían falta sus ojos especiales para saber cuando Ayame estaba intentando ocultar algo. Y así lo demostró.

Un momento, ¿tú sabes algo, verdad? —presionó, entrecerrando los ojos.

¿Qué? —exclamó ella, pero su voz sonó como la de un ratoncillo asustado. Y seguía sin atreverse a mirarle directamente—. ¡N... No, yo no sé n..!

¡Tú sabes algo! Dime, ¿cómo? ¿La has visto entrar al Torreón de la Academia o entrenar?

«Lo siento, Chiiro, cielo...» Ayame no tuvo más remedio que rendirse, y con un profundo suspiro se restregó la mano por la cara.

Ay... Le prometí que no se lo diría a nadie... —Se quejó, lastimera—. Me lo dijo cuando estuvimos juntos la última vez; ya sabes, después de la primera ronda... Me la encontré en Hokutomori, y en una de esas surgió el tema... Me pidió consejo sobre cómo podría conocer cuál era su naturaleza de chakra —explicó, zarandeando una de sus manos heridas en el aire—. Y también me presumió de lo bien que se le daba el Fūinjutsu —se rio, sin poder evitarlo.


RE: Nuestra vida - Amedama Daruu - 8/06/2020

¡Ja, lo sabía! —exclamó, tan alto que varios comensales del restaurante se le quedaron mirando con una mueca de extrañeza. Daruu hundió la cabeza bajo sus hombros, avergonzado—. ¿Que se le da bien el Fūinjutsu, dices? ¡Otra maga negra! Yo intenté estudiarlo una vez, pero lo vi tan complicado que en su momento consideré que no merecía la pena.

»Es posible que estuviera equivocado. Mira todas las cosas que se pueden hacer. Quiero decir, tenemos básicamente un teléfono inalámbrico puesto que funciona a cualquier distancia. Es hasta injusto para los pobres teléfonos —rio de buena gana. Luego suspiró y se reclinó en el sofá—. En fin. Espero que le vaya bien. Al menos no le dejamos problemas familiares arrastrados... Las Náyades, los Kajitsu Hōzuki...


RE: Nuestra vida - Aotsuki Ayame - 8/06/2020

¡Ja, lo sabía! —exclamó Daruu, victorioso. Y tal fue su entusiasmo que varios comensales se giraron hacia ellos con gestos extrañados.

Ayame avergonzada, se hundió en su asiento con el rostro encendido.

¿Que se le da bien el Fūinjutsu, dices? —preguntó Daruu, esta vez en voz más baja. Al parecer, estaba tan avergonzado como ella misma—. ¡Otra maga negra! Yo intenté estudiarlo una vez, pero lo vi tan complicado que en su momento consideré que no merecía la pena.

Dímelo a mí... —Ayame soltó una risilla nerviosa. Para ella, los Fūinjutsu eran algo peor que el más complicado de los jeroglíficos. No lograba comprenderlos, por mucho esfuerzo que pusiera en ello. Para su limitada mente, no tenían ningún tipo de sentido.

Es posible que estuviera equivocado. Mira todas las cosas que se pueden hacer. Quiero decir, tenemos básicamente un teléfono inalámbrico puesto que funciona a cualquier distancia. Es hasta injusto para los pobres teléfonos —se rio Daruu.

Mira el lado bueno, con Chiiro en la familia y si de verdad se le dan tan bien las técnicas de sellado, podremos recurrir a ella cuando lo necesitemos.

Daruu suspiró entonces, reclinándose en el sofá.

En fin. Espero que le vaya bien. Al menos no le dejamos problemas familiares arrastrados... Las Náyades, los Kajitsu Hōzuki...

Y menos mal —resopló Ayame, llevándose un nuevo trozo de carne a la boca.

Pero aunque no quiso decirlo en voz alta, estaba segura de que Daruu sabía tan bien como ella que Chiiro se acabaría enfrentando, más tarde o más temprano, a horrores similares a los suyos. Si no peores.


RE: Nuestra vida - Amedama Daruu - 9/06/2020

Ayame y Daruu siguieron disfrutando de la cena, el Hyūga preocupado por si la proposición que le había hecho a Ayame había sido precipitada. «Precipitada o no, es lo que me pide el cuerpo. Es lo que necesito. Intimidad, independencia. Somos jōnin. Nos enfrentamos a cientos de peligros, ¿no nos merecemos disfrutar de una vida que puede acabarse en cualquier momento?»

Suspiró, mientras daba vueltas distraído a sus natillas con canela.

Creí que se me daría bien el Genjutsu, pero claramente estás a otro nivel —dijo—. Lo estoy dejando un poco de lado. Puede que me concentre en intentar contrarrestarlos —rio—. Mi potencial está en otro sitio. Un sitio un poco menos sutil y más bestia, pero bueno. Si es lo que se me da bien, habrá que reconocerlo.


RE: Nuestra vida - Aotsuki Ayame - 9/06/2020

La cena continuó con calma, y sin ninguna prisa por abandonar aquel sitio. Hacía tiempo que Ayame no podía permitirse el lujo de relajarse de esa manera, y estaba dispuesta a saborearlo el máximo tiempo posible. Ya habría tiempo de preocuparse por las siguientes rondas del torneo, por Dragón Rojo o por los Generales de Kurama. Aquel momento era para ellos dos, y para nadie más.

Y de postre, una deliciosa porción de pastel de chocolate que degustaba con glotonería.

Creí que se me daría bien el Genjutsu —suspiró Daruu, mientras le daba vueltas a sus natillas con canela con la cuchara—, pero claramente estás a otro nivel. Lo estoy dejando un poco de lado. Puede que me concentre en intentar contrarrestarlos. Mi potencial está en otro sitio. Un sitio un poco menos sutil y más bestia, pero bueno. Si es lo que se me da bien, habrá que reconocerlo.

Ayame, que no había podido evitar esbozar una sonrisa cargada de orgullo cuando Daruu hizo referencia a sus ilusiones, se inclinó ligeramente hacia él.

Yo me estoy entrenando para poder disipar las ilusiones de mi padre. Por eso estoy entrenando tanto en el Genjutsu, para alcanzarle a él —le confesó—. Pero tú tienes puntos muy fuertes a tu favor que yo nunca voy a ser capaz de alcanzar: ese Byakugan tuyo, tus clones, tus estratagemas... ¡y ahora encima Raiton!

»¿Pero has pensado en algo en concreto?


RE: Nuestra vida - Amedama Daruu - 9/06/2020

Yo me estoy entrenando para poder disipar las ilusiones de mi padre. Por eso estoy entrenando tanto en el Genjutsu, para alcanzarle a él —le confesó Ayame.

Puf... —Nunca había podido con una ilusión de Zetsuo. Y además él parecía ensañarse mucho más cada vez. Recordar al viejo águila le hizo esbozar, sin querer, una mueca de asco. Era una persona cruel, y cada vez demostraba más que por orgullo era capaz de pisotear a quien fuera.

Pero tú tienes puntos muy fuertes a tu favor que yo nunca voy a ser capaz de alcanzar: ese Byakugan tuyo, tus clones, tus estratagemas... ¡y ahora encima Raiton!

»¿Pero has pensado en algo en concreto?


Daruu se encogió de hombros, se recostó sobre el sillón y se cruzó de brazos.

Nah, no me refería a nada en concreto, pero se me da mejor el Ninjutsu. Además, creo que mi abuela piensa que estoy empezando a quedarme rezagado con las técnicas del clan...


RE: Nuestra vida - Aotsuki Ayame - 11/06/2020

Nah, no me refería a nada en concreto, pero se me da mejor el Ninjutsu —respondió Daruu, encogiéndose de hombros y recostándose en el sillón—. Además, creo que mi abuela piensa que estoy empezando a quedarme rezagado con las técnicas del clan...

La abuela de Daruu. Ayame no conocía mucho al respecto, sólo sabía que Daruu tenía una especie de armario especial desde el que se podía comunicar con su abuela ya fallecida. No dejaba de intrigarle la idea de poder comunicarse con alguien que ya no estuviera en el mundo de los vivos, pero sin duda debía de deberse de alguna clase de técnica de sellado que nunca alcanzaría a comprender. ¿Pero y si ella hubiese tenido la oportunidad de hablar con su madre, aunque fuera una vez? Se le hacía un nudo en el pecho cada vez que pensaba en ello, pero sabía que era imposible.

¿Has... vuelto a hablar con ella? —preguntó, con un hilo de voz.


RE: Nuestra vida - Amedama Daruu - 12/06/2020

Daruu se inclinó de nuevo sobre la mesa y bajó la voz.

Literalmente con ella —dijo—. Escucha, durante mucho tiempo creí que se trataba simplemente de un truco. Una especie de ilusión preparada para enseñarme. ¡Pero la última vez me dijo que había crecido demasiado como para haber estado haciendo el vago sólo dos semanas! ¿Lo entiendes? —enfatizó—. Me reprendió porque sabía que había estado un año sin entrenar. Le tuve que contar lo de mis ojos. Y no sabes cómo reaccionó. Frente a toda la historia. Toda. Ella murió cuando mi madre y mi padre todavía estaban... bien.

»Por lo visto, selló una porción pequeña de su alma y su chakra en ese sello. Ayame, está viva ahí, o al menos... al menos una especie de Kage Bunshin suyo... es raro... y no sé cómo sentirme. —Daruu desvió la mirada—. No quiso que le contase nada a mamá. Y en cuanto se repuso, nos pusimos a entrenar. El chakra es... limitado. No podrá enseñarme por mucho tiempo, y... y quiere aprovecharlo para transmitirme todo lo que pueda.

»Eso también significa que me pega unas palizas que flipas.


RE: Nuestra vida - Aotsuki Ayame - 13/06/2020

Literalmente con ella —asintió él, inclinándose sobre la mesa y bajando la voz como quien está a punto de contar una historia de terror sobre fantasmas. En cierta manera, así era, y Ayame palideció de golpe—. Escucha, durante mucho tiempo creí que se trataba simplemente de un truco. Una especie de ilusión preparada para enseñarme. ¡Pero la última vez me dijo que había crecido demasiado como para haber estado haciendo el vago sólo dos semanas! ¿Lo entiendes? Me reprendió porque sabía que había estado un año sin entrenar. Le tuve que contar lo de mis ojos. Y no sabes cómo reaccionó. Frente a toda la historia. Toda. Ella murió cuando mi madre y mi padre todavía estaban... bien.

P... pero eso es... —balbuceó Ayame, que poco le faltaba para abrazarse las rodillas como una niña pequeña.

Por lo visto, selló una porción pequeña de su alma y su chakra en ese sello. Ayame, está viva ahí, o al menos... al menos una especie de Kage Bunshin suyo... es raro... y no sé cómo sentirme —Daruu desvió la mirada, incómodo—. No quiso que le contase nada a mamá. Y en cuanto se repuso, nos pusimos a entrenar. El chakra es... limitado. No podrá enseñarme por mucho tiempo, y... y quiere aprovecharlo para transmitirme todo lo que pueda. Eso también significa que me pega unas palizas que flipas.

Espera, espera. ¿Te da palizas? ¿Eso quiere decir que entrena contigo? ¿De forma física? —exclamó Ayame, inclinándose aún más hacia delante. Pero entonces se echó hacia atrás, se cruzó de brazos y desvió la mirada—. Pero me da pena por tu madre... ¿Por qué no quiere que lo sepa? Estoy segura de que se alegraría mucho de verla... aunque fuera una vez más... —añadió, sombría.

Además, se lo estaba contando a ella, que ni siquiera pertenecía a su familia. Lo sentía un poco injusto por Kiroe.


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