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RE: (B) El caballero de las arenas - Umikiba Kaido - 1/10/2021
Puede que, tomado por sorpresa; aunque no por ello no preparado. Kaido se había sujetado a las espuelas con mucha presión, ambos muslos tensados y pegados en los costados del corcel. Sus manos y brazos, que poseían la fuerza los mismísimos titanes, se hicieron una con las riendas que servirían en algún momento para dirigir el paso de Galante, que ahora mismo estaba por la labor de tumbar a Kaido, para demostrar su superioridad. El problema es que Umikiba Kaido era fuerte. Muy fuerte. Y esa fuerza extraordinaria no le iba a permitir al caballo tumbarle. Al menos no tan fácil.
¿Cómo se decidiría aquella disputa?
Quién sabe. Habría que esperar a ver quién de los dos se rendía primero.
RE: (B) El caballero de las arenas - Akamatsu Nao - 2/10/2021
Galante forcejeó, pero el escualo se aferró con su inhumana fuerza. Sin duda, las bestias estaban hechas para entenderse. Ambos quisieron demostrar su fuerza, siendo que Kaido, sabiendo como era montar, notaría que los arranques de galante eran bastante más fuertes que los de un caballo normal. El equino incluso se dirigió a una barda, rompiéndola con un embiste en su intento por derribar al shinobi, pero este aún así podría mantenerse encima. El caballo pareció empezar a frustrarse un poco, disminuyendo la velocidad y la intensidad de los saltos, hasta que lentamente se quedó trotando suavemente hasta detenerse.
—¡JAJAJAJAJAJAJAJA! — Río Homura desde la zona del establo, para luego poner los brazos en jarra y dirigirse hasta el escualo. —Por Báihū Zhāo, cuando veas a Bandō, por favor, dile que domaste a Galante al primer intento y sin caerte, seguro que le jode su puto orgullo — Continuó carcajeando. —Sólo lo lamento un poco por mi barda, pero valdrá la pena si eso lo fastidia — Homura al menos, aún tenía la suficiente fé en que iba a estar con vida, como para bromear.
El caballo sólo sacudió la cabeza.
—Ven. Te daré una mochila con algo de víveres, te deberían durar hasta que llegues el campamento. El resto, será por tu cuenta — Señaló de regreso al establo.
No era una mochila grande, y podía ser perfectamente llevada por el caballo.