Condiciones climáticas favorables - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Base de datos del rol (https://ninjaworld.es/foro-base-de-datos-del-rol) +--- Foro: Historia, acontecimientos y ambientación (https://ninjaworld.es/foro-historia-acontecimientos-y-ambientacion) +---- Foro: Tramas pre-reset 2017 (https://ninjaworld.es/foro-tramas-pre-reset-2017) +---- Tema: Condiciones climáticas favorables (/tema-condiciones-climaticas-favorables) |
RE: Condiciones climáticas favorables - Manase Mogura - 5/04/2016 La forma en la que la kunoichi había contestado hubiese sido la patada inicial a alguna melodía para caminar, pero no había ningún equipo musical cerca como para poder reproducir algo de eso, aun así el sentimiento le llegaba al joven shinobi. Caminaría junto a la peliblanco a un ritmo similar, contento y tranquilo, parecía que tenían todo el tiempo del mundo. Notaba el buen humor de su compañera, quien le preguntaría después por algún lugar en particular para comer y a su vez expresaba conocer lugares donde no se comía tan bien. ¿Cómo esos lugares que tienen un menú "variado" pero cuando preguntas por algo resulta que solo tienen una o dos cosas? Esos típicos lugares que a uno le daban ganas de decirle al dueño que cierre y deje de hacerle perder tiempo a la gente que quiere comer de verdad. Se tomó el mentón ligeramente y miró hacía abajo ligeramente sin buscar nada, tan solo pensar claramente en algún lugar agradable para poder comer bien. Hay un viejo restaurante al que iba hace un buen tiempo atrás, podríamos ver si sigue abierto, la comida era muy buena y el lugar era muy tranquilo. Tenía algunos recuerdos de aquel lugar de cuando sus abuelos lo llevaban a comer, no era exactamente un lugar para que vayan niños pequeños porque no había nada para que jueguen o se distraigan mientras los adultos se relajaban. Levantó su mirada y la dirigió hacía su acompañante, sonrió ligeramente y sintió ligeramente la necesidad de conocer un poco mas sobre ella. ¿Tu comida favorita son los fideos, Katomi? Por otro lado, había que hablar de algo mientras caminaban a la aldea y por ahora parecía que podía evitarse tener que recurrir a los chistes malos, aunque quien sabe, quizás a la muchacha le agradaban. No estaba seguro de eso, por lo que prefirió mantenerse dentro del hilo de la conversación y preguntar por la comida favorita de la Sarutobi. RE: Condiciones climáticas favorables - Aiko - 9/04/2016 Mientras tomaban camino hacia Amegakure, los shinobis comenzaron a hablar de nuevo. Mantener una conversación, fuera de lo que fuera, evitaría el incómodo silencio. Aunque por suerte, por el momento no había habido nada de eso. Parecían caerse bien mutuamente. La chica en un principio preguntó por un buen lugar donde comer, y el chico comentó que eran horribles los lugares donde parecía haber variedad de comida, y sin embargo solo cocinaban una línea de alimentos exclusivamente. Si, eso era algo frustrante, pero en algunas ocasiones era realmente bueno, porque esas comidas suelen pillar un grado de especialización fuera de lo común. Sin embargo, no tardó en datar que conocía un lugar donde cocinaban muy bien y era realmente tranquilo, lo único malo era que no sabía si aún seguía en pié. —Supongo que seguirá en pié, si cocinan bien y están en un sitio bueno, no creo que lo hayan cerrado.— Después de la contestación, vino una pregunta. Sencilla aunque difícil de responder, mas que nada porque no estaba segura de esa verdad. Nunca le había dado por preguntarse si realmente los fideos eran su comida favorita, aunque cierto era que los comía con bastante frecuencia. —Bueno, supongo que es de mis comidas favoritas, aunque no estoy segura de si es la comida que mas me gusta... me encanta cualquier tipo de pasta, y si es con alguna salsa de tomate, aún mejor.— Respondió a la pregunta. —¿y cual es tu comida favorita? A ver si vamos a ir a un sitio donde no te agrade la comida...— Evidentemente, quería evitar eso. Entre tanto, la distancia que los separaba de la urbe amenguaba paulatinamente. RE: Condiciones climáticas favorables - Manase Mogura - 9/04/2016 Era probable que el lugar al que había propuesto ir estuviese aún entero, según lo que había planteado la peliblanco. Ciertamente era algo que Mogura quería también. ¿Salsa de tomate? Si la memoria no me falla recuerdo haber probado por primera vez en este lugar que te digo unos fideos con albóndigas y una salsa muy buena. Comentó el genin de Ame levantando ligeramente su dedo indice y su mirada hacía arriba ligeramente como esperando buscar el recuerdo entre las nubes de tormenta, no iba a pasar pero igual tenía algo medio borroso en la cabeza. Lo siguiente que diría Katomi tomaría forma de una interrogante acompañando la fluidas de la charla. Me gustan mucho los fideos que puedan ser acompañados por carne, el plato que te comento por ejemplo es una cosa que si bien no suelo probar muy seguido me gusta muchísimo... hay una clase de ramen también que lleva dos o tres tipos diferentes de carne que en combinación quedan muy bien, eso aprendí a prepararlo yo mismo hace no mucho. Esas dos comidas no eran nada de otro nivel, ambas eran muy buenas y eran posibles tenerlas en la mesa muy seguido si uno tenía un nivel decente de ingresos, pero había un plato en particular que el muchacho de la Lluvia aprendió a disfrutar desde pequeño y gracias a que había sido dejado en manos de dos jubilados con un buen dinero ahorrado. También me gusta mucho el yakiniku, carne fina asada en una pequeña estufa, normalmente situada en el centro de la mesa para que pueda comerse en grupo, es un ritual agradable para compartir y creo yo que resalta el sabor de la comida esa parte. Sonrió ligeramente tras señalar una de las razones por la cual le gustaba tanto esa ultima comida. La lluvia caía sobre los dos ninja pero parecía tenerlos sin cuidado mientras trataban sobre alimentos y se marchaban de las inmediaciones del lago. Se sentía agradable el ambiente junto a la kunoichi, aunque no podía dejar que las olas lo mandaran al fondo del agua y tampoco era bueno dejar que el silencio se haga dueño del momento. El hambre se intensificaba ligeramente por el tema de la conversación, que básicamente era comida y en la mente de Mogura por un momento cruzaron platos vacíos, lo cual podía significar que habría algo mas, dulce por lo general. Una vez terminado el plato principal. ¿Qué clase de postre prefieres? RE: Condiciones climáticas favorables - Aiko - 15/04/2016 Mogura no parecía desconocer la salsa de tomate, y por lo que dijo a continuación, tampoco la repudiaba. Aunque ciertamente sonaba raro lo que intentaba explicar, los fideos no se suelen tomar con salsa de tomate. Cuando mencionó las albóndigas, supo de qué estaba hablando el chico. Evidentemente, estaba hablando de un plato de pasta con albóndigas, espaguetis de toda la vida de dios. No pudo evitar reír al escucharlo, aunque había sido un buen comensal, no sabía que no se trataban de fideos. —Jajajaja... pero Mogu, a esa pasta no se le llama fideos, se les llama espagueti... jajaja...— Continuando la caminata, y la conversación, Mogura contó que a él le iban mucho las fideos acompañados por carne. Tenía especial interés en una especie de ramen que iba acompañado de dos o tres tipos de carne, lo cuál la llevó a pensar que era realmente adicto a ese manjar. La chica afirmó con la cabeza, haciendo saber que entendía lo que decía el joven. No solo fue eso, si no que también admitió que había aprendido a hacer ese plato hacía no demasiado. Interesante, un chico capaz de desenvolverse en una cocina. No era disparatado, pero si algo raro. Quizás se debía a un buen gusto por la comida, o meramente a eso que decía de ser casi huérfano, pues vivía con un familiar bastante anciano. Tras hablar del plato de ramen tan peculiar, mencionó uno con no menos carne. Yakiniku, un plato que parecía servirse en una especie de ceremonia según explicó. No entendía para qué tanto paripé por una simple comida, pero en fin, en compañía es cierto que se come mejor. No cabía duda, el chico estaba bastante puesto en el ámbito gastronómico. Justo al terminar de explicar ese plato, preguntó a Katomi por su postre favorito. Era obvio, si había hablado de principales y acompañantes, ¿por qué no de postres? —Pues... supongo que son los profiteroles. Son una especie de bolitas hechas con masa pastelera, que va rellena de nata congelada, incluso a veces rellenos de crema congelada, a los que se les echa por encima chocolate caliente. Quedan crujientes, calentitos por fuera, y fresquitos por dentro... están genial.— Mientras que decía su postre favorito, no pudo evitar echarse las manos a las mejillas. Hasta casi pareció sonrojarse. Sin duda, ese postre rozaba la divinidad. Era el autentico manjar de los dioses, un alimento del que los humanos no eran merecedores. —Quién pudiese tomarlos todos lo días... jajaja...— Deseó en voz alta. —¿y tu postre favorito?— Entre tanto, cada vez estaban mas cerca de la ciudad. Casi podía verse la zona portuaria, donde numerosas cabelleras podían empezar a hacerse hasta reconocibles. RE: Condiciones climáticas favorables - Manase Mogura - 16/04/2016 Quizás en parte por el diminutivo que le había asignado la kunoichi y otro poco por la ligera confusión que había llevado consigo buena parte de su vida, por no saber diferenciar un plato de fideos con uno de espagueti, terminó sonrojándose ligeramente delineando una sonrisa un poco avergonzado. A cualquiera podría haberle pasado, pero bueno. Mientras la muchacha comentaba como estaba constituido su postre preferido, en su mente iba formándose la imagen acorde a la descripción. El resultado en su cabeza terminaría tomando la imagen de un plato bastante agradable y la mejor parte seguro sería que lo que estaba ahí no era ni la mitad de bueno de lo que sería en la realidad. Dejó escapar una ligera risa cuando la peliblanco llevo sus manos a su rostro encantada por recordar su delicia preferida. Se sintió bastante identificado en ese aspecto por su actitud al hablar sobre su postre favorito. En esto no tengo duda alguna jajaja. Mi postre favorito es la torta de frutillas, un suave y esponjoso bizcochuelo humedecido por almíbar, relleno con una crema de frutilla que se siente como morder una nube, cubierto con un firme merengue para darle un aspecto muy tentador y coronado con frutillas frescas... Sus ojos brillaban ligeramente a la vez que describía el postre como si lo estuviese sosteniendo en la mano y hacía como si tuviese una cuchara en la otra, a medida que detallaba como estaría hecho iba subiendo ligeramente la cuchara imaginaria hasta llegar a la parte de arriba y sacar un pedacito del postre imaginario para luego comerlo. Quién pudiese tomarlo todos los días... jajaja Comento replicando las mismas palabras de Katomi. Ya estaban por entrar a lo que sería una de las partes de la aldea, iba a seguir lloviendo pero ya no estarían caminando sobre el agua. ¿Te apetece buscar unos profiteroles y un poco de torta después de la comida, Kato-chan? El apetito del shinobi había crecido ligeramente después de estar hablando de comida durante un rato y ahora estaba de humor también para una porción de postre, esperaba que a la kunoichi le pasara lo mismo. RE: Condiciones climáticas favorables - Aiko - 17/04/2016 Cual dúo de críticos gastronómicos de alto standing, el par de genin continuaba hablando de preciados placeres culinarios no demasiado fuera del alcance de cualquier persona común. Lo cual era lo mejor, que esas comidas no eran disparatadas en lo que precio se refería, y tampoco eran difíciles de encontrar. Ya solo les faltaba un buen taburete de diseño, y unas gafas de pasta o un cigarrillo con guardamano. El caché ya parecían tenerlo. La chica se decantó por el chocolate, la nata congelada o en su defecto crema, así como la masa pastelera. Por el contrario, Mugura se vio atraído por algo menos chocolateado, algo sencillo pero no por ello menos dulce. Una base de bizcochito de frutas, con almíbar y un buen toque de merengue. Para nada era mala opción. Katomi afirmó un par de veces mientras escuchaba la elección del chico, aunque no terminaba de estar de acuerdo. Para ella, le faltaba lo mas importante a ese postre. Levantó el dedo indice, y lo llevó a la altura de los labios para realizar una opinión personal, quizás algo desconfiada de si a su antagonista le gustase la idea. —Psss... yo quizás cambiaba el merengue por nata montada. No sé, el merengue es mas denso, y con un postre tan ligero y tal, creo que le pega mas que sea nata... lo hace mas ligero y dulce. ¿No?— Tras ello, ambos coincidieron en una idea. Quién pudiera tomarlos todos los días... No tardaron en acercarse a la zona portuaria, ya casi se habían afianzado a pisar tierra firme. Entre tanto, Mogura sugirió que tras comer podían ir en busca de esos postres. La idea sedujo bastante a la chica, aunque ésta tampoco quería perder demasiado tiempo en entretenimientos... debía entrenar. Pero un día es un día. Todo el mundo necesita descansar de vez en cuando, de lo contrario no pueden dar después el 100%. —Si, estaría bien. Hace tiempo que no tomo profiteroles.— Con esas mismas palabras, la chica terminó elevándose en el aire, en una grácil acrobacia sencilla. Ya habían llegado a la costa, y la chica se había decantado por realizar una voltereta vertical hacia delante para pisar tierra firme. Una vez sus pies tocaron la calzada, se detuvo en espera del chico. No por que el pudiese haberlo hecho mas lento, o de distinta manera, si no porque él era quien sabía la dirección del lugar donde iban a comer. —Bueno, tu nos guías. A ver qué tan bueno es el restaurante.— Aclaró con una sonrisa. Ahora solo quedaba esperar las indicaciones del chico para proseguir el camino. RE: Condiciones climáticas favorables - Manase Mogura - 17/04/2016 Lo que su colega critica de comida sugería no era nada disparatado, tenía todo el sentido del mundo. Quizás hubiese montado toda la escena para un debate entre los tradicionalistas de la torta de frutilla y los revolucionarios de la nata montada. Pero desde su postura de poco mas que un aficionado, Mogura supo apreciar el comentario de Katomi, abrió los ojos un poco más, pensando en cómo sería la textura del conjunto si en vez de merengue hubiese una cobertura mas suave. Habría que llevarlo a la práctica... ¡pero suena bien! La muchacha había aceptado la invitación de un buen postre después de comer, lo cual le alegraba, por supuesto. Pero esa alegría se transformaría momentáneamente en sorpresa al verla despejarse del agua para realizar la acrobacia, terminando de pie en la orilla. Si hubiese tenido en sus manos uno de esos cuadrados con números que suelen haber en las competiciones seguramente habría elevado el 10. ¡oh! ¡Muy bien 10! Dijo sonriendo a la vez que le dedicaba un pequeño aplauso, no duro tanto pues necesitaría las manos para lograr el equilibro correcto y dar un buen salto hacía delante, era mejor no tentar tanto la suerte intentando imitar a la kunoichi. ¡Si! Déjame ubicarme bien y estaremos en un momento dentro del restaurante. Miró a lo largo del lugar donde se encontraban buscando algo en particular, ese algo sería una calle mas ancha de lo normal la cual les haría salir mas rápido de ese sitio y poder ponerse en marcha. Por aquí, sígueme por favor. Le regaló nuevamente una sonrisa a su amiga y comenzó a caminar hacía su destino. Podría uno llegar a perderse si caminaba por las calles mas chicas de la aldea, si bien podría ser más rápido, solo haría falta tomar mal uno o dos giros y terminar perdido. No es el camino más rápido pero de esta forma no vamos a perdernos. Comentó el guía turístico Manase, algunas edificaciones habían cambiado ligeramente desde las anteriores veces que había ido por esos lados, era normal en una aldea ninja que pasaba por épocas de paz. Dio un par de giros en unas calles un poco menos importantes que lo que sería esa avenida y terminó llegando a lo que sería un local que no podía ser equivocado con otra cosa que un restaurante. Aquí estamos, Casa Mogamigawa. Probablemente en alguna otra época el lugar habría sido una casa y quizás los dueños vivan en algún punto del loca, por lo que entonces seguiría siendo una casa. La fachada del lugar buscaba combinar algunos elementos tradicionales, la entrada con una reja de madera que aguantaba la lluvia constante y unas ventanas con paneles corredizos, como así también cosas mas novedosas como letreros de luces brillantes con el nombre del local o anuncios del menú del día. ¿Entramos? Preguntó sonriendo y haciendo un gesto con las manos invitándola a que ingrese primero al local. RE: Condiciones climáticas favorables - Aiko - 18/04/2016 La sugerencia de la chica no pasó por alto, incluso pareció asombrar al chico, el cual quedó algo abrumado ante esa tentadora idea. Quizás nunca se le había ocurrido sustituir el merengue por nata montada, un toque que seguramente pasó por alto por simple costumbre. Los humanos siempre hemos sido de costumbres, por mucho que tropezamos nunca intentamos evadir la piedra del camino. Por suerte, siempre hay alguien para decirte "mira, ahí hay una piedra, cuidado". Mogura pareció estar agradado con la idea, y comentó que seguramente lo probaría. Poco mas tarde, la chica realizó la pirueta. El joven no tardó en halagarla con un comentario que al principio no supo interpretar, pero que no tardó en entender. Le había ofertado una nota, un 10, ante esa sencilla acrobacia. La chica sonrió, y alzó los dedos indice y corazón de ambas manos en forma de V, a la par que remarcaba una sonrisa en su rostro. —Jajajaja... Gracias.— La kunoichi no sabía bien hacia donde debían continuar andando, fue entonces que le dijo a Mogura que era el guía en esa travesía. Éste se tomó un poco de tiempo intentando ubicarse, no demasiado. Casi al instante tomó camino, y recalcó que no era el camino mas corto, pero sí el mas seguro. Seguramente se refería a que no sabía ir desde camino diferente al que recordaba. —Oki!— Aceptó la peliblanco. Tras un camino ameno, sendos se encontraron en un callejón que daba a un local que reseñaba un letrero bastante moderno. Pese a la antigüedad del entorno en que se encontraba, pues esa zona posiblemente era de las zonas mas antiguas de la urbe. No pudo evitar que le llamase la atención, realmente destacaba mucho ese letrero. Casa Mogamigawa decía, y Mogura no se demoró en dar conocimiento de que se trataba de ese local, ese era el sitio que tanto le había gustado. La chica se adelantó hasta la entrada, resguardándose de la lluvia por primera vez en bastante tiempo. Observó desde la distancia el interior del local, y fue entonces que su acompañante propuso entrar. La chica le devolvió la mirada, y afirmó con un gesto de cabeza. —Si, vamos dentro.— Habiendo contestado a Mogura, Katomi abrió la puerta del local. Dentro, todo parecía preservar lo rústico y tradicional, casi todo estaba hecho de madera. Eso si, el sitio estaba bien cuidado pese a su antigüedad. Sin demasiada prisa, la chica buscó a la mesera, y alzó la mano con dos dedos elevados. —Mesa para dos, por favor.— No tardaron demasiado en verla, así como en atenderla. De inmediato, una chica pelirroja vestida con blusa y falda larga negra les señaló una mesa casi al centro del recinto. Ésta tenía 4 sillas, aunque realmente se veía pequeña para tanto comensales. Quizás era perfecta para dos críticos gastronómicos del nivel de esos genin. La peliblanco comenzó a acercarse a la mesa, observando meticulosamente el resto del local. Numerosos cuadros relataban gran parte de la historia de Amegakure, estaba casi segura la chica, pues le sonaba haber visto algunas de esas ilustraciones en sus horas de alumna como kunoichi. —Pues si que tiene buena pinta el sitio, Mogu.— Confirmó la chica. RE: Condiciones climáticas favorables - Manase Mogura - 19/04/2016 Ingresaron al restaurante uno atrás del otro, y como si fuese cuando una persona encuentra una pelicula vieja que había visto hace mucho en la televisión, Mogura notó algunas cuantas cosas que seguían en su lugar a pesar del tiempo que había pasado. No pudo evitar sonreír ante algo tan simple como eso. ¡Bienvenidos, adelante por favor! Exclamó enérgica la empleada del lugar en contestación a la petición de Katomi. Al ver al shinobi llevar el abrigo bajo el brazo se apresuró hasta él. Permitame hacerme cargo de su sobretodo. Hizo una leve reverencia en señal de respeto para luego estirar las manos, algo que lejos de tomarlo por sorpresa le hizo delinear un poco mas su sonrisa. Si, muchas gracias. Contestó entregándole su prenda de vestir. Siguió a la kunoichi hasta la mesa, la cual parecía un poco chica para la cantidad de sillas que tenia presentada. La decoración era realmente tranquila, el detalle de la historia de la aldea seguía ahí como las veces anteriores que había podido visitar el negocio, el interior en si casi que podía contrastar un poco con la fachada del lugar. Aun así uno no podía quejarse, realmente el sitio era lindo y se sentía acogedor. Me alegro de que te guste, Kato. Dijo, alegre. Se adelantó un par de pasos hasta una de las sillas, llevándola un poco hacía atrás, lo suficiente como para que una persona pueda sentarse de forma cómoda, y acto seguido le ofreció el asiento a su compañera de critica gastronómica. El lugar no ha cambiado casi en nada según lo recuerdo, es como hacer un viaje en el tiempo jajaja. Comentó mientras tomaba asiento en el lado opuesto de la mesa, quedando de frente a su amiga. Una vez los dos estuviesen sentados, la mesera que habría regresado de colgar el abrigo de Mogura, traería dos cartas que se presentarían como el menú. Cuando tengan listos sus pedidos volveré para tomarlos. Les dijo con una cálida sonrisa, acompañando el hospitalario ambiente que ofrecía la Casa Mogamigawa. RE: Condiciones climáticas favorables - Aiko - 24/04/2016 Si pudiesen quejarse de algo, sin duda la hospitalidad y servicio no iban a ser parte de esa queja, imposible. Les habían atendido de forma rápida y eficiente, sin perder en ningún momento el respeto que se tiene hacia un desconocido o poco frecuente cliente. Quizás un trato mas cercano tampoco iba a dejarles en mal lugar, pero éste trato tampoco dejaba que desear. Se habían fijado hasta en el detalle de que el chico quería desprenderse del abrigo, e inmediatamente se lo recogieron. Mogura afirmó que el lugar apenas había cambiado a lo largo de la historia, que lo recordaba casi igual desde su infancia. También pareció contento ante el comentario de Katomi a cerca de que el lugar tenía buena pinta. Cordialmente, retiró una de las sillas para dar asiento a la peliblanco. La chica sonrió e hizo una mas que leve reverencia, tras ello tomó el asiento ofertado. Un asiento realmente cómodo, demasiado quizás para un simple comensal. « Bueno, quizás buscan ante todo la comodidad del cliente. » Entre tanto, la tendera regresó sin perder tiempo alguno. Con ella trajo una cartas bien elaboradas y decoradas, cartas que reflejaban el menú del que disponía el restaurante. La kunoichi alzó la mano para atrapar una de las dos cartas que trajo, y Mogura tomaría la sobrante. Conforme los chicos la tomaban, la camarera dejó entrever que se marcharía para darles tiempo a meditar qué iban a tomar, y cuando lo supiesen regresaría. —Muchas gracias. Dicho y hecho, en cuanto hubieron tomado las cartas, la muchacha tomó distancias, seguramente buscando a otros comensales que pudiesen necesitar de su servicio. Realmente esperando al borde de la mesa solo hubiese conseguido ponerles nervioso y obligarlos a una decisión prematura. Sin pausa pero sin prisa, la chica comenzó a ojear la carta, aunque ya tenía en mente una ligera idea de lo que quería. Comida tras comida, la chica le echó un vistazo a toda la carta en general, aunque no pudo evitar que llamasen su atención unos fideos tipo ramen que llevaban varios tipos de carne y verdura. Sin duda, esa podía ser la opción mas probable. —Yo creo que ya sé que tomaré. El plato número 12 parece bastante genialoso.— Anunció, labrando hasta una palabra de su propia cosecha. RE: Condiciones climáticas favorables - Manase Mogura - 25/04/2016 A la par que la kunoichi le daba las gracias a la mesera, Mogura le hacía una ligera reverencia en señal de agradecimiento. Un momento de silencio se hizo presente en la mesa mientras ambos realizaban la lectura del menú para seleccionar su comida. Todo se ve y suena tan rico... Rompió el silencio ligeramente susurrando unas palabras que expresaban su indecisión. Tenía en su mente un pequeño abanico de opciones, por un lado estaba ese plato de espagueti que nombró en un momento mientras caminaban al local, por otro lado la opción que había elegido Katomi no era nada mala. Pero la que sería su propia elección tomaría la forma de ese plato que había dicho ser su favorito. ¿Plato 12? Carnes y verduras, no se ve nada mal eh... yo voy a tomar el que esta un poco mas abajo... el 14. Aquel era el que inconscientemente estaba buscando, y lo había encontrado, el fuerte de ese ramen parecía ser las diferentes clases de carne que llevaba en forma de filetes, vaca, cerdo y pollo, una delicia total a los ojos del muchacho. Había que acompañar la comida con algo, o se les iba a secar la garganta probablemente. ¿Pedimos algo juntos para beber? Preguntó bajando ligeramente la carta para hacer contacto visual con sus curiosos ojos rojos, el resto del rostro de Mogura seguiría cubierto por el menú. Teniendo en cuenta la selección gastronómica de los dos como plato principal podía darse una idea de la bebida adecuada para tomar mientras comían, tampoco es que fuera tan crucial, al menos su nivel de critico gastronómico de genin le decía eso. RE: Condiciones climáticas favorables - Aiko - 25/04/2016 En tenues palabras el chico rompió el leve silencio. Pensaba en voz alta lo que seguramente ambos tenían en mente, tan solo expresó na realidad. No lo confirmó así la kunoichi, pero pensaba exactamente lo mismo. Por suerte, había visto rápidamente un plato que se amoldaba a sus gustos, y tuvo una fácil decisión. No tardó demasiado en elegir su plato el joven, uno de dos puestos hacia abajo en la misma carta. En éste caso, su plato no tenía verduras, casi parecía un guiso de carnes y fideos. No tenía mala pinta, para nada, aunque la chica siempre había sido de ser equitativa entre verduras y carne. —El que has pedido tampoco tiene mala pinta. Tras tomar nota de los platos que iban a elegir, el comensal varón llegó a una encrucijada, la bebida. ¿Qué iban a tomar en acompañamiento a esos manjares? No tardó en preguntar a la chica si compartían algo de beber. La chica se llevó la diestra hacia el mentón, y dejó caer levemente la carta mientras se frotaba la parte baja de la mandíbula, casi como a petición a algún tipo de genio a que acudiese a ella. Lástima que el destino no sea tan sencillo y siempre ponga trabas, como la de no darle un maldito genio a la chica. —Si... podríamos tomar té verde, si te parece bien. Creo que un refresco tapa demasiado el sabor de la comida... el agua, no mola... y no tomo alcohol, así que otras opciones... quedan pocas. ¿Qué opinas tu? Puesta a decidir, no llegó a matizar la elección, pero sí que dejó bien clara sus preferencias. Al menos le había dejado al chico un voto para poder elegir. RE: Condiciones climáticas favorables - Manase Mogura - 26/04/2016 El genio de Katomi no pareció querer presentarse ante ellos, lo que indicaría que tendrían que resolver sus asuntos ellos mismos, cosas crueles de la vida. Había un par de puntos a resaltar en el comentario de la muchacha pero lo cierto era que el té verde sería una de las mejores opciones para acompañar la comida que iban a degustar. Bajó la carta para poder hablar bien y contestó a las palabras de la kunoichi. Vamos con el té verde. Creo que ya hemos tomado suficiente agua ahí afuera y hace un poco de frió para un refresco jajaja. Ya tenían decidido que iban a comer y que iban a beber. Levantó su mano queriendo hacer una seña que la mesera entendiese como que ya estaban listos para hacer su pedido. La muchacha se encontraba terminando de tomar un pedido en una mesa no muy alejada de donde ellos se habían sentado, por lo que no tardó mucho en ver la mano alzada de Mogura. Ya estaría todo, comida y bebida. La mesera se acercaría entonces hasta la mesa de los genin, con un lápiz en una mano y una libreta en la otra, pero quizá lo mas interesante era la cálida sonrisa que les entraba al atenderlos. Si ya están listos pueden decirme lo que van a ordenar. Sin mas que decir se quedó esperando a que los críticos les dijeran lo que iban a comer. Yo voy a tomar una porción del plato 14, por favor. ¡Ah y té verde para ambos también! Contestó el shinobi señalando con su dedo indice la foto del plato. La chica tomaría nota a una velocidad interesante, denotando que tenía cierta experiencia en su puesto de trabajo. Un numero 14 y té para dos ¿señorita, qué puedo traerle? Consultó a la peliblanco de ojos rojos. RE: Condiciones climáticas favorables - Aiko - 26/04/2016 Tras la respuesta de la kunoichi, Mogura no pareció disgustado con la decisión, si no mas bien lo contrario. Coincidía con la chica en que el agua estaba sobrevalorada, mas aún en una aldea en la que nunca cesaba en caer, y un refresco no era la mejor de las opciones. Fuese por el frío, o por su concentración de azucares, el refresco quedaba descartado. Estando todo dispuesto, no tardó un solo segundo en llamar a la camarera. Mogura se había apresurado, aunque realmente no era problema, ya habían decidido todo. Cuando la joven hizo presencia, lo hizo con una cálida y simpática sonrisa, desprendía cordialidad y amabilidad por todos los poros de su piel. Al llegar, comenzó a tomar nota, y volvió a hacerlo en cuanto el joven pronunció su decisión. Mogura anunció la bebida de ambos, así como el número de su plato. Tras de él, era el turno de la chica de orbes rojos. —Yo voy a querer una ración del número 12... Ah! y por favor, no le pongan mucha sal. Conforme anunció la peliblanco lo que deseaba tomar, tomó la carta y se la ofreció a la chica. Seguramente las iba a retirar, así que le ahorro parte del trabajo. Por otro lado, con esa amabilidad ofrecida a los clientes, no daban ganas de menos que ayudar en todo lo que estuviese en sus manos. —Muchas gracias.— Añadió mientras la chica recogía la carta. La camarera recogió la carta, y le hizo una pequeña reverencia ante el agradecimiento. —Y bueno, Mogu, ¿cuales son tus aspiraciones como shinobi? Su pregunta iba dirigida al chico que tenía frente a ella, lejos de quedarse callada, quería saber un poco mas de él. El silencio a veces podía resultar un poco incómodo, mas aún en mitad de una comida. Y eso que aún no estaba ni servida, mejor prevenir que lamentar, como se suele decir. RE: Condiciones climáticas favorables - Manase Mogura - 26/04/2016 Al escuchar la petición de la kunoichi tomó apunte en su libreta y se tomó un segundo o dos en resaltar con una linea la parte de no ponerle tanta sal. Un número 12 para la bella joven, con poca sal. ¡Todo perfecto entonces, volveré en un momento con sus pedidos! Mientras decía sus palabras la kunoichi juntó la carta para facilitarle un poco el trabajo, al ver eso el shinobi hizo lo mismo haciendo una pequeña reverencia con una sonrisa en el rostro. Entonces la mesera tomó ambas cartas para luego marchar hacía la cocina. ¿Mis aspiraciones? La kunoichi le había hecho una pregunta que le hizo pensar por un par de segundos, no era algo que no había pensado antes pero todavía le faltaba tomar forma a su idea final. Es una buena pregunta... Seguía pensando para sus interiores las palabras que quería decir. En la academia uno escucha a chicos decir que se quieren volverse el siguiente Arashikage o una persona muy conocida y así. Ciertamente era bueno ver que los jóvenes tenían el entusiasmo de buscar ascender a tal puesto pero a Mogura no le llamaba tanto la atención estar llevando la aldea en los hombros de esa manera. Quiero ayudar a la gente, siendo shinobi medico fue una de las formas que encontré para lograrlo. Ojala llegue el día en que pueda salvar la vida de una persona a la cual esperan en su hogar o algo similar. Por eso creo que quiero volverme uno de los mejores Iryo-nin de la aldea... Ayudar a los demás, sonaba bien como una aspiración, encontrarse con un buen doctor en el campo de batalla en el momento justo, podía salvarte la vida. Aunque también había una especie de razón mas personal, mas allá de pensar en los demás también quería hacerlo por él mismo, poder estar para las personas que fuesen importante para él, siendo una persona que fue abandonada por ambos progenitores y acobijada por una pareja de ancianos que tranquilamente se podrían haber desentendido de él sentía eso en su interior, el querer reproducir esas acciones. ¿Qué hay de ti, Kato-chan? ¿Cuáles son tus aspiraciones como kunoichi? Interrogó curioso a la muchacha |