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[砂漠] La última función - Versión para impresión

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RE: La última función - Uchiha Datsue - 27/05/2016

¡Por Amateratsu! ¡¿Acaba de partir la lanza con el canto de la mano?! ¿En serio? Cuando había visto a Eri por primera vez, menuda, frágil y bella como una flor, jamás se imaginó que albergaría tremenda fuerza en su interior. Al final, aquel discurso motivador que le había soltado sobre la fuerza oculta no iba tan desencaminado…

Vale... Ahora te toca a ti sacarle a él, eres más fuerte que yo...

Datsue abrió todavía más los ojos. Más fuerte que tú. ¿Yo? Se esforzó por no soltar una carcajada ante aquel comentario. No quería que Eri pensase que era un desalmado por reírse en una situación como aquella.

Está bien —dijo finalmente, sin mucha convicción.

Se pasó el brazo sano del anciano por los hombros y le rodeó la cadera con una mano. Tres, dos, uno… Avanzó un paso, luego dos. Fue más fácil de lo que creyó. De pronto, en un paso intermedio, el hombre le resultó el doble de pesado. Casi se cayó de la sorpresa, pero en el último momento consiguió fijar las rodillas y mantener el equilibrio. Miró hacia atrás y comprobó que la lanza se había separado por completo del hombro del anciano. Eso era una buena señal.

La mala era que no paraba de chorrear sangre.

Eri… —susurró, agobiado. ¿Cuántos litros de sangre podía permitirse perder un hombre?—. ¡Eri!


RE: La última función - Uzumaki Eri - 29/05/2016

Eri tragó saliva mientras sus ojos seguían al del moño acercarse al anciano y sacarlo con sorprendente facilidad. La chica suspiró de alivio, parecía que lo peor estaba ya pasando, solo faltaría que lo llevasen a un médico o al hospital de los Dojos. ''Venga, que ya queda menos.'' Se recordó, sin embargo algo se le pasó por alto.

Notó como Datsue casi cayó al suelo, o titubeó en hacerlo, no lo sabía, solo había intuido que algo no iba bien. Arrugó el ceño y abrió la boca para decir algo, pero el de Takigakure le cortó.

Eri… —susurró —. ¡Eri!

¿Qué...? — No pudo terminar la pregunta, ya que observó el río de sangre que caía por el hombro del pobre hombre, empapando al chico que lo estaba cargando también, se llevó ambas manos a sus boca, tapando parcialmente su rostro deformado por el horror. —¡Venga, vamos a los Dojos, rápido! — ''Eso es lo que hay que hacer, ¿no? Venga, Eri, no seas gallina, te faltan demasiadas plumas para ello.'' Señaló el camino por el que habían venido, lo mejor era volver sobre sus pasos y tomar el camino que ella conocía, si no... Terminarían perdidos, y el pobre hombre, muerto. —¿Puedes con él, o lo llevo yo? — se ofreció la de cabellos azulados.


RE: La última función - Uchiha Datsue - 7/06/2016

A los Dojos… Vale. Joder, y ¿aguantará? O más bien, ¿aguantaré yo cargándolo?

—¿Puedes con él, o lo llevo yo?

La pregunta de Eri fue música para sus oídos.

Si lo coges por el otro lado sería perfecto —respondió Datsue, con el brazo derecho del hombre por encima de sus hombros. Dudaba que pudiese caminar demasiado cargando todo el peso él solo. Pese a que no lo parecía, aquel anciano pesaba lo suyo. Y él no era un tío forzudo, precisamente—. Vamos.

Los pies del anciano se arrastraban por el suelo a medida que recorrían el camino. Datsue todavía estaba con los ojos puestos en los árboles, en las sombras alargadas que producían los troncos y en cualquier movimiento que percibiese con el rabillo del ojo. Más que preocupado por el anciano, estaba asustado. Asustado por el responsable de aquella herida espantosa.

Clap, clap, clap. Sus pies chapotearon en un charco, el mismo que había evadido con un salto cuando corría en dirección contraria. Entonces, se oyó un chasquido. La tierra bajo sus pies dejó de sostenerle, sintió que se mantenía en el aire durante unos angustiosos segundos y que, luego, caía al vacío. Sus piernas y sus brazos se agitaron como un pollo sin cabeza, asustado, y emitió un aullido agudo —y, porque no decirlo, vergonzoso—, hasta que chocó de espaldas contra el fondo del pozo y el golpe le vacío los pulmones y le cortó la respiración.

¡Una trampa! —alcanzó a chillar, tras coger aire, con esa habilidad suya que tenía para decir lo obvio cuando estaba de los nervios.

Efectivamente, Datsue y el anciano —y no sabía si Eri—, habían caído en una especie de pozo de seis metros de profundidad, bastante ancho y con agua cubriendo hasta las rodillas. El Uchiha había caído de culo sobre algo blando, sin poder identificar el qué, y observaba con ojos desencajados un sello que estaba pegado a pocos centímetros de la superficie del agua, frente a él. Un sello con el kanji del agua inscrito en él.

Arriba, casi al final del pozo, otro sello. Datsue creyó discernir el kanji de la tierra dibujado en él.

¡¿Qué demonios es todo esto?! —gritó, con el latido de su corazón martilleándole la cabeza. Aquello era una completa locura.


RE: La última función - Uzumaki Eri - 8/06/2016

Si lo coges por el otro lado sería perfecto —respondió Datsue, con el brazo derecho del hombre por encima de sus hombros—. Vamos.

Eri asintió y tomó por el lado apuesto al de Datsue al hombre, que, aun siguiendo con vida - a duras penas -, no ponía de su parte y todo el peso resultaba muerto, por lo cual tenían que cargar con algo parecido a un cadáver ¿A qué le sonaba eso? Bueno... ¡Pero no lo estaba! ''Me darán un premio por mi lógica aplastante, o por tener una gran memoria...''

Dejó a un lado sus pensamientos y se dedicó a centrarse en la tarea que se le había asignado. El único sonido que les acompañaba eran los pies del anciano siendo arrastrado por ambos jóvenes, y, a su vez, las pisadas de éstos. Eri miraba, entre distraída y concentrada, al vacío entre los árboles que la rodeaban. Pensaba en cuánto podrían tardar en llegar a los Dojos y dejar al pobre hombre en el hospital, pensaba en los caminos que tenían que tomar y recorrer... Pensaba, solo pensaba.

Pero no pesaba en la lanza que habían encontrado hundida en el hombro de aquel pobre viejo, ni en el responsable o los responsables de aquella desgracia.

Escuchó las pisadas sobre el agua aglomerada en el suelo, y ésta se detuvo ante ellos, ante el sonido de algo parecido a un chasquido. Así, la tierra firme que se encontraba bajo sus dos acompañantes y ella se desvaneció, entonces, todo pasó a cámara lenta: su estómago dio un vuelco, y el corazón comenzó a palpitar en sus sienes mientras se desprendía del agarre que ejercía sobre el anciano, cayendo a un lugar oscuro. Estaba tan paralizada que no lograba emitir órdenes coherentes a sus extremidades mientras chillaba de forma aguda, cual niña asustada.

Tampoco es que se alejase de la realidad.

Fueron su trasero y su espalda los que sintieron de nuevo tierra firme bajo ella, haciendo que el aire se escapase de la joven por unos segundos. Cuando logró de nuevo recordar cómo se respiraba, se llevó una mano a los ojos, incorporándose mientras tomaba bocanadas de aire. Le dolía, le dolía muchísimo, pero prefería que le doliese a encontrarse muerta. Unas lágrimas de escaparon por entre ellos mientras se restregaba la tela de su túnica por ellos, intentando en vano ocultar su rostro. ¡Tenía que permanecer firme!

¡Una trampa! Dijo Datsue con una voz un tanto diferente a la acostumbrada por la joven, y ésta observó a su alrededor, encontrando al anciano tirado en el suelo. La chica bajó la mano de sus ojos para posarla en sus labios, ahogando un chillido, y, rápidamente, fue a sentar al anciano para que no terminase ahogándose con el poco agua que se encontraba allí. ''Parece... Un pozo... Pero... ¿Cómo? Esto no estaba aquí antes...''

O muy mala suerte... — Añadió una vez dejó al anciano en una buena posición, acercándose al shinobi con piernas temblorosas, todavía sin recuperarse del shock que estaba sufriendo en aquellos momentos, olvidándose del dolor que sentía en sus costillas. Sin embargo, lo encontró mirando al suelo. Eri miró hacia el lugar al que observaba el moreno, encontrando un sello con un kanji inscrito en él que la muchacha no podía distinguir con claridad, fruto del vaivén del agua a los alrededores del Uchiha. —¿Qu-qué pasa, Datsue-san? — Preguntó, aumentando su nerviosismo.

Entonces, el susodicho miró esta vez a la entrada de la especie de pozo, encontrándose otro Kanji, esta vez Eri pudo leer ''Tierra'' en él, ''¿Qué significa todo esto?''.

¡¿Qué demonios es todo esto?! chilló el Uchiha, entrando en pánico.

Eri enmudeció, si Datsue no tenía idea, ¿ella? Estaba nerviosa, con el corazón a mil por hora intentando saltar de su pecho y huir de su posición...

Huir...

Y... ¿Y si trepamos?


RE: La última función - Uchiha Datsue - 8/06/2016

Cuando se dio cuenta que el pobre anciano casi se ahoga por su descuido, ayudó a Eri a erguirlo. Si aquel hombre lograba sobrevivir al final del día, tendrían que hacer una estatua en su honor. No podía tener peor suerte.

Y... ¿Y si trep…? —no pudo terminar la frase.

De pronto, una tromba de agua salió despedida del sello que tenía Datsue al lado. Un chorro de agua que salía con tanta fuerza y presión que arrastró a los tres contra la pared contraria y les amenazó con ahogarles. Era como si aquel sello estuviese conectado con la presa de un río, y de pronto fuese abierto. Datsue tragó agua, braceó y trató de escalar. Ni siquiera se dio cuenta que había soltado al anciano por segunda vez en el día.

Su instinto solo le preocupaba sobrevivir.

Con la adrenalina recorriendo sus venas, concentró chakra en manos y pies y consiguió trepar como una araña bajo un huracán inclemente. Le ardían los ojos, le ardían los pulmones, le ardían los músculos por el esfuerzo. Tosió. Una, dos, tres veces. Luego alzó la mirada y vio la luz del sol. La salida, su salvación.

Sonrió.

El kanji de la tierra escrito en el sello también pareció sonreír, iluminándose de un color rojo, y entonces, como por arte de magia, vomitó tierra. Una pared de tierra, más bien, que taponó la salida y eclipsó por completo el sol. Ya no había salida. Ya no había luz. Ya no había sonrisas. Tan solo oscuridad y miedo. Eso, y el sonido que se oiría bajo una cascada. El sello de abajo seguía expulsando agua como un grifo roto, y el corazón de Datsue se atenazó por el pánico al comprender lo que aquello significaba.

Tenía que hacer algo. Y tenía que hacerlo rápido. Su cerebro, lejos de paralizarse, estaba eléctrico. Ágil. Entonces se acordó de algo:

¡Eri! —gritó, incapaz de verla por la oscuridad total. Su voz rebotó en las paredes y formó un eco—. ¿Estás bien? ¿¡Dónde estás!?

Pese a que podía parecerlo, no era la preocupación de un caballero por su dama en apuros. Más bien, era la preocupación de una persona que realizaba puenting por su cuerda. Datsue recordaba que aquel "deporte", por llamarlo de alguna manera, se estaba poniendo muy de moda en el Puente Tenchi. También recordaba la fuerza que Eri había demostrado tener al partir la lanza con el canto de la mano. Pero, ¿sería lo suficientemente fuerte como para abrir una abertura en el techo de tierra?


RE: La última función - Uzumaki Eri - 10/06/2016

Pero su frase no pudo ser terminado, ya que un chorro de agua salió por el sello que segundos antes había sido inspeccionado por Datsue. Fruto de la fuerza y la presión del agua que salía, los tres terminaron empotrados contra la pared contraria. Eri se pegó un cabezazo contra el material del que estaba hecha dicha pared, haciendo que por unos instantes se sintiese mareada y confusa, pero el agua no le quiso dar tregua e, incluso, fue la que le sacó de aquel trance.

No había tiempo para pensar, tenía que hacer algo, y pronto. Tomó del brazo al anciano y con todas sus fuerzas lo sujetó para que el agua no arrastrase su débil y casi inerte cuerpo y buscó a Datsue con la mirada, pero le era imposible mientras tuviese que preocuparse de no morir por un chorro de agua a presión, ahogarse, o mantener al anciano cerca de ella.

¿Datsu...? — el agua fue más rápida y, debido a su corta estatura, ya le llegaba por la altura de la boca, por lo cual hizo que sus palabras se quedasen eclipsadas. Comenzó a luchar con su otro brazo libre, más lo único que le quedaba era pegarse totalmente a la pared y concentrar chakra en ambos pies y mano restante para trepar hacia la única fuente de luz que se colaba en aquel pozo.

Así fue como intentó trepar como antes había preguntado, o intentado preguntar, luchando contra el chorro de agua que le hacía pegarse más y más a la pared, debido a su insistente empuje de su espalda. Sin embargo, la suerte no estaba de su lado, y cuando su fuerza se vio a punto de flaquear, el kanji que se encontraba a lo alto -y donde Datsue al parecer se encontraba, o eso o algo que eclipsaba la poca luz que podía divisar la peliazul - se iluminó, y algo tapó la luz que tanto quería ver la pequeña. Su corazón dio un vuelco y su mano, temblorosa, resbaló unos centímetros hacia abajo.

El chorro no dejaba tregua y ya no había una salida.

¡Eri! —gritó. Su voz rebotó en las paredes y formó un eco—. ¿Estás bien? ¿¡Dónde estás!?

¡Aquí! — Atinó a decir antes de que tragase otra cantidad de agua importante. Y, guiándose por donde vino la voz, intentó avanzar hacia él. Pero la oscuridad era traicionera, y el agua, intentando arrastrarla junto a ella, no dejaban que avanzase. —¿Dónde estás? ¡No... Puedo con él yo sola! ¿Datsue? — Su voz sonaba entrecortada, presa del miedo y pánico que sentía en aquellos instantes.


RE: La última función - Uchiha Datsue - 19/06/2016

¡Aquí! —Escuchó gritar a Eri, casi al lado—. ¿Dónde estás? ¡No... Puedo con él yo sola! ¿Datsue?

¿Con él? Joder, ¡no es momento para nimiedades! Como si no tuviésemos problemas más importantes de los que preocuparnos. ¡Que vamos a morir, joder! Sin embargo, en el último momento, logró aplacar, de manera momentánea, parte de sus nervios.

¡Espera un segundo! —chilló, subiendo por la pared con la torpeza de una araña borracha. Se mantuvo con los pies pegados a la tierra y se quitó la yukata con dos tirones, atándola con torpeza al mango del kunai, que clavó en la tierra. Luego, realizó los sellos del Hōsenka no Jutsu y prendió la ropa con una diminuta bola de fuego, que iluminó el pequeño pozo en el que habían caído lo suficiente como para verse unos a otros.

Eri seguía luchando por mantenerse a flote junto al anciano, al que cargaba con visible desesperación. Además, otro bulto flotaba al lado de ella, una especie de saco, o, más bien…

No… —murmuró, con los ojos dilatados por el terror. Lo que flotaba era un cadáver. La precaria luz iluminaba sus facciones hinchadas y le otorgaban un matiz anaranjado. Unas especies de algas negras flotaban bajo su brazo derecho. El nivel del agua siguió subiendo, cubriendo por completo el sello por el que no dejaba de salir el chorro, y entonces un nuevo bulto se dejó entrever—. No puede ser… —dijo con voz cascada.

No eran algas, sino el cabello de una mujer. De una niña, más bien. Estaba boca abajo, pero por su diminuto cuerpo apenas rozaría los seis años. Los ojos de Datsue se anegaron en lágrimas. No eran lágrimas de pena, sino de miedo. De puro terror.

¡Nooooooo! —chilló, abalanzándose sobre el techo de tierra y arañando la superficie con desesperación—No, no, no, no, no… ¡No, joder, no!


RE: La última función - Uzumaki Eri - 22/06/2016

¡Espera un segundo! Escuchó la voz de Datsue mientras seguía intentando mantener su cabeza fuera del agua, al igual que el del mismo señor con una dificultad indescriptible, ¡era demasiada frustración no poder con otra persona que necesitaba ayuda! Entonces una luz, seguramente acto de Datsue, o la luz de la esperanza que venía a rescatarles iluminó el interior del pozo.

Miró hacia arriba, para encontrarse con los ojos de Datsue abiertos de par en paz, observando la posición de la kunoichi, o, mejor dicho, al lado de la kunoichi. Eri bajó la mirada, y lo que se encontró hizo que por un instante dejase el cuerpo medio sin vida del anciano flotar por sí solo. —No... No me digas que... — alcanzó a decir mientras tomaba de nuevo el brazo del anciano. ¡Eso era un cadáver, una persona muerta! Ay Kami-sama, ¿terminarían así ellos? No, ella tenía mucha vida por delante, jopetas.

Con una rapidez casi inhumana se pegó con mano libre y sus pies a la pared y trepó hasta el lugar donde se encontraba el Uchiha arañando el techo de tierra con desesperación. ''Me cago en la leche con chocolate, ¡es demasiado dura! O gruesa... ¡Madre mía! ¿Qué hacemos? Datsue no puede solo...'' La joven comenzó a sudar frío, asustada, aterrorizada, y cada vez aferrándose más al cuerpo del hombre con el que cargaba. ''Espera...''

Una idea rozó su mente, y su mirada, mientras, divagó hasta el fondo, en el que ya ni se veía el sello por donde salía el agua, y lo que vió le heló la sangre... Unos cabellos negros flotaban cerca del otro cadáver... Un cuerpo de un tamaño muy pequeño. —Oh... No... — Eri sintió que echaría el poco desayuno que había tomado aquella mañana, y unas lágrimas se instauraron en sus ojos... ¿Es que acaso ese era el cruel destino que les aguardaba?

Fuera lo que fuese, no estaba dispuesta a morir así.

Se echó al anciano al hombro para sujetarse con su mano diestra en la pared, y poco a poco fue acumulando chakra en su interior, para canalizarlo todo en su puño izquierdo. La técnica era muy básica, dominada ya por la pequeña de cabellos azules; sin embargo, la cantidad de chakra iba a ser desorbitada para así asegurarse de que pudieran hacer un boquete a la tierra... O algo... Solo esperaba que funcionase.

Además, después de eso, podría colapsar.

¡Hiyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! — Chilló con una voz muy aguda mientras su puño izquierdo impactaba contra la pared de tierra que les separaba del mundo exterior.


RE: La última función - Uchiha Datsue - 22/06/2016

Asustado como una rata sin salida, el Uchiha arañaba la tierra con desesperación. Hasta que, de pronto…

¡Hiyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Un potente estallido prosiguió al chillido. Eri acababa de abrir un boquete en el techo de tierra con un simple puñetazo. ¿Cómo era posible que una chica tan pequeña albergase tanta fuerza? No perdió el tiempo tratando de responder a aquella incógnita. Como una serpiente escurridiza, se deslizó por el agujero, por el que apenas pasaba una persona adulta, y salió de un salto.

¡¡¡YIIIHAAAAAAAAAAAAA!!! —exclamó, con las manos alzadas al cielo y una sonrisa de oreja a oreja. Era libre.

Escuchó algo a su espalda que le borró la sonrisa. El boquete abierto se estaba cerrando. La tierra surgía por los bordes del agujero y amenazaba con sellar a Eri y al anciano a una velocidad vertiginosa. Datsue se tiró al suelo y alargo la mano hacia ella.

¡Eri! ¡Rápido!

El Uchiha dudaba que ambos consiguiesen salir a tiempo. ¿Abandonaría Eri finalmente al anciano, en un impulso de supervivencia? ¿O se arriesgaría a ser sellada de nuevo en el pozo, sacrificándose por la vida del viejo?

El agua, mientras tanto, seguía subiendo. Ya había rebasado más de la mitad del foso…


RE: La última función - Uzumaki Eri - 22/06/2016

No lo podía creer, ¡lo había conseguido! ¡Acababa de crear un boquete en aquel grueso muro de tierra que les separaba del mundo real! La chica sonrió mientras sentía que sus fuerzas la fallaban por un segundo, y el agarre que mantenía con el chakra a la pared perdía efecto.

Todo comenzaba a ser borroso, el agua era como un murmullo en la lejanía. ¿Era aquello comenzar a perder el conocimiento por el gasto de chakra masivo que había pagado por la libertad? Notó como un borrón negro salía a la superficie, y un grito de júbilo se escuchó. Cerró los ojos y sonrió de nuevo mientras volvía a resbalarse.

El peso del anciano con el que cargaba no ayudaba, y por eso uno de sus dos pies dejó de emitir chakra contra el muro. Mierda, no ayudaba, tenía que salir de allí, pero no podía ni con su alma, ¿cómo podría con el de un alma moribunda? Su cabeza daba vueltas, al igual que lo hacía el pozo, con el agua llegándole a las piernas, pero no sentía pánico, ahora solo quería dormir, estaba exhausta, se sentía pesada... Solo quería dormir.

Por ello el cuerpo del anciano resbaló por entre su brazo derecho, y la chica alargó el mismo para intentar alcanzarlo, pero fue en vano, haciendo que ella misma volviese a resbalar. No, no podía permitírselo, tenía que salvarle.

Tenía...

La luz se apagaba por momentos, y, por ello, Eri buscó con la mirada el agujero hecho por su técnica, encontrándose con la mano extendida del Uchiha hacia ella.

¡Eri! ¡Rápido!

Datsue...

Su voz apenas era audible, y sus párpados amenazaban con cerrarse. Por eso, por el instinto de supervivencia, alargó su mano para rozar la muñeca del joven de Takigakure con sus dedos, intentando agarrar su mano para que él tirase de su pequeño cuerpo, pero justo cuando el tacto de la joven de cabellos azulados impactó con la suave piel del moreno, sus párpados cayeron en picado, y una sensación de abandono la acompañó.

''No... Debo... Sálvame, Datsue...'' Fue lo último que atinó a decir en sus pensamientos.


RE: La última función - Uchiha Datsue - 22/06/2016

Los dedos de Datsue rozaron los suyos. Se escuchó un chapoteo y una cortina de agua se levantó. El anciano acababa de caer. Se obligó a estirar más la mano y atrapó la de Eri en un último esfuerza. Sin embargo, no notó su apretón. Era como si hubiese gastado toda su energía en aquel golpe. La notó desfallecer. Apretó los dientes y dio un brusco tirón, consiguiendo sacarla de allí justo antes de que el boquete se cerrase por completo.

Eri cayó encima de él por la inercia, ambos empapados y temblorosos. Datsue había perdido una parte importante de su vestimenta. Con la yukata en el fondo del foso, tan solo le quedaba una camisa de tiras y un pantalón corto, de tela fina y flexible.

La madre… que... me... parió —logró balbucear, casi sin aire por el esfuerzo—. ¿Estás bien? —El anciano, desde luego, no lo estaba.

Y entonces… otro chillido. Un aullido de dolor como el anterior, procedente del camino que conducía a la lanza partida clavada en el árbol, todavía ensangrentada. A Datsue se le erizó el vello y se levantó de un salto, apartando a Eri.

Ah, no. —Negó con la cabeza y retrocedió unos pasos—. Esta vez sí que no. No. No, no y no. Ya he visto suficiente por hoy. —Otro aullido, esta vez todavía más agudo y desesperante—. ¡He dicho que no y punto, joder! No, no. De eso nada. ¡Me abro!

¿Volver a meterse en la boca del lobo? Dígase una cosa de Uchiha Datsue: es un chico curioso, pero es todavía más cobarde.


RE: La última función - Uzumaki Eri - 23/06/2016

El impacto contra una superficie dura la ayudó a volver en sí, y una maldición llegó a sus oídos, haciéndola sonreír, aún sin darse cuenta de lo que acababa de suceder.

¿Estás bien? Abrió primero uno de sus dos ojos, luego el otro, encontrándose encima del Uchiha que se encontraba sin parte de su vestimenta, ambos empapados y temblorosos. Eri pegó un salto hacia atrás, parpadeando varias veces de seguido cuando por fin empezó a recordar por imágenes lo que acababa de suceder.

''No... El anciano... ¡Jopetas!'' Maldijo en su interior, y unas lágrimas traicioneras se adueñaron de sus ojos. ¡Si tan solo hubiese podido con él, ahora estarían los tres vivos! Además, él no se merecía aquel final... Enterrado en un pozo, junto con otros cadáveres... Esa gente tenía familia.

Eso... Creo... ¿Y tú? — Preguntó, sorbiendo, evitando que más lágrimas se resbalasen por sus mejillas. Y ahí, entonces, se escuchó otro chillido, exactamente igual al anterior procedente del mismo lugar en el que momentos antes habían encontrado al anciano moribundo. Un escalofrío recorrió toda su espalda, obligándose a abrazarse a ella misma para evitar el tembleque.

Ah, no. —Negó con la cabeza y retrocedió unos pasos—. Esta vez sí que no. No. No, no y no. Ya he visto suficiente por hoy.

Después del último no pronunciado por su compañero, otro aullido, esta vez todavía más agudo y desesperante se escuchó, haciendo que la joven de cabellos azules se levantase de un brinco, secundando la moción de Datsue con la negación.

¡He dicho que no y punto, joder! No, no. De eso nada. ¡Me abro!

¿Y... Si volvemos a los Dojos? — Preguntó, formando una mueca en su cara. Estaba bien eso de ayudar a los que lo necesitaban, pero... ¿Y si todo era un trampa? ¡Jopetas, ella solo era una genin! Que viniesen los samurái si querían, pero ella no quería acabar en un pozo de nuevo, ahora que no tenía nada de chakra dentro de ella. —Es más, incluso te reto a una carrera. — Dijo como cualquier cosa.

Pero en verdad quería salir de allí cuanto antes.


RE: La última función - Uchiha Datsue - 23/06/2016

¿Y... Si volvemos a los Dojos?

Aquella pregunta fue música para sus oídos. Alegría para su corazón, incluso. Sin embargo, mantuvo el tipo. Ahora que se encontraba de nuevo a salvo, más o menos, trató de recomponer su falsa imagen de caballero andante. Frunció el ceño y se acarició la barbilla, como si estuviese meditando la respuesta. Como si de verdad no lo hubiese decidido ya.

Es más, incluso te reto a una carrera.

Pues, creo que… Vista la situación en la que estamos... Sería lo mejor, ¿no? —Le estaba costando más de lo que hubiese creído hacer caso omiso a sus músculos, que le imploraban echar a correr en el acto—. Avisamos a los guardias, y ya que ellos se ocupen, si eso.

»¡Gallina el último!
—exclamó, arrancando a correr de improviso.


RE: La última función - Uzumaki Eri - 24/06/2016

El tiempo que pasó Datsue en silencio, al parecer meditando su propuesta, hizo que sus sudores fríos aumentasen y se mezclasen con las gotas de agua que resbalaban por su húmeda frente. En su posición no dejaba de mover su cuerpo de un lado a otro, inquieta y asustada, dejando un charco a sus pies por sus ropas empapadas.

Pues, creo que… Vista la situación en la que estamos... Sería lo mejor, ¿no?

''Síp, sería lo mejor...'' Secundó una voz aguda en su cabeza, saltando, dando brincos, festejando y dando volteretas, vamos, como si lo estuviera celebrando ella misma.

Avisamos a los guardias, y ya que ellos se ocupen, si eso.

Claro, es más, son ellos los encargados, ¡ya sabrán qué hacer! Incluso solo lo que necesitaban eran pistas para cerrar el caso, no sé, por poder ser puede ser todo... — Soltó una risita nerviosa mientras se alejaba lentamente del lugar donde habían provenidos los gritos, y, cuando fue a abrir la boca por segunda vez, se escuchó:

¡Gallina el último!

¡Ay! ¡Sí no sabes cómo llegar, no huyas, cobarde! — Exclamó corriendo detrás de él sin perderle de vista, pero sus piernas no daban más de sí, por lo que esperaba adelantarle en algún momento, cuando se hubiese perdido. Sí, seguramente.


RE: La última función - Uchiha Datsue - 26/06/2016

Cuando Datsue llegó al cruce de caminos, se detuvo, exhausto. Apoyó las manos en las rodillas y dejó que sus pulmones recobrasen su ritmo normal. Luego, miró a un lado y a otro. ¿Por dónde cojones era?

Había demasiadas opciones para su asustado cerebro. Solo quería volver a los Dojos, llenar el estómago con algo ligero y tumbarse lo que quedaba del día en una hamaca. Por desgracia no había hamacas en su hotel, pero tampoco haría ascos a una buena cama.

Echó la vista hacia atrás. Eri no había tardado nada en llegar hasta a él, pese a haber empezado con desventaja. Parecía una chica rápida, aunque se veía cansada. Datsue se irguió y esperó a que ella eligiese el camino. Luego, la seguiría a la carrera. No quería perderse otra vez.

¿Quién crees que habrá puesto todas esas trampas? —preguntó, tras un rato. Ahora que se sentía más seguro, su mente empezaba a trabajar en lo que habían vivido, y sufrido, minutos atrás—. ¿Y por qué?


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