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RE: Rashōmon - Uchiha Akame - 23/08/2017
Akame tomó el sendero en dirección a Nantōnoya, al residencia de los shinobi de Uzushiogakure. Pronto su silueta se perdería en el horizonte teñido de los colores del atardecer —naranja, rojo y añil— y dejaría atrás Hokutōmori.
Mogura, por su parte, decidió seguir al leñador. Éste había tomado un sendero más pequeño y menos transitado; probablemente vivía en alguna casa aislada o quizás en un pequeño poblado, en algún lugar entre el bosque sagrado y Sendōshi. Después de un par de minutos caminando, vería la silueta del hombre algo más adelante. Seguía agarrándose el vientre con un brazo mientras que con el otro sujetaba su hacha, apoyada en el hombro.
RE: Rashōmon - Manase Mogura - 25/08/2017
Tanto el shinobi de Kusagakure como el de Uzushiogakure habían tomado caminos diferentes, ya no tenían ningún interes en la escena. Pero el shinobi de Amegakure tenía un asunto mas por ahí.
Continuó siguiendo el rastro del leñador, por momentos pensó que lo iba a perder pero finalmente volvió a tener contacto visual con él.
«Realmente los leñadores viven en lugar poco accesibles...»
Pensaba mientras sentía el calor del Valle de los Dojos manipularse en forma de gotas de sudor que bajaban por los costados de su rostro, incluso teniendo su kasa puesto.
El joven médico trataría de recortar las distancias con el hombre del hacha haciendo una pequeña carrera mientras sostenía el sombrero con una mano. Si lograba ponerse a la par le llamaría la atención.
¡Un momento... por favor!
RE: Rashōmon - Uchiha Akame - 25/08/2017
El leñador se sobresaltó visiblemente al escuchar la llamada de atención de Mogura, dando un respingo que le obligó a agarrarse la camisa con más empeño todavía. Cuando habló, su voz denotaba un tinte claramente nervioso y sus ojos no paraban de fijarse alternativamente en el rostro del médico y en la bandana de Amegakure que llevaba en la frente.
—¿Puedo ayudarle en algo, shinobi-dono?
RE: Rashōmon - Manase Mogura - 25/08/2017
La reacción del leñador era ciertamente inesperada, a lo mejor le había dado un susto. Ya no estaba a una distancia lejana o pendiente de otra cosa, estaba pendiente de los movimientos del sujeto. Por un momento dejó de pensar en que el leñador estuviese padeciendo algún mal en su cuerpo sino que a lo mejor cargaba con algo.
Si...
Contestó después de unos segundos de silencio.
¿Por qué tiene su mano de esa manera?
Su tono era un poco serio, su mirada había bailado ligeramente entre el bulto y los ojos del hombre. El rostro de Mogura se asomaba por debajo del sombrero, realmente esperaba una respuesta concreta por parte del sujeto que les había contado una versión con sentido de la historia.
RE: Rashōmon - Uchiha Akame - 25/08/2017
El leñador se revolvió en el sitio, visiblemente incómodo. Parecía que quisiera decir algo —probablemente mandar a Mogura a freír espárragos— pero la bandana de shinobi que lucía el muchacho le imponía cierto respeto. Bajando la cabeza, el leñador se limitó a musitar.
—Me duele la tripa. Creo que he comido algo en mal estado, si me disculpa, shinobi-dono... Me gustaría llegar a casa cuanto antes.
Con ellas palabras subió la mirada, escrutando el rostro de Mogura —parcialmente oculto bajo el kasa de paja— en busca de un destello de compasión.
RE: Rashōmon - Manase Mogura - 25/08/2017
Algo dentro de Mogura se estaba comenzando a despertar, no estaba seguro de que era, si curiosidad, malicia o simplemente le divertía la idea de saber hasta que punto estaba dejándose llevar por las ideas locas de su propia imaginación.
Ah... menuda suerte ha tenido, señor.
Comentó con un tono que denotaba un poco de lastima por el mal estar estomacal que padecía el leñador.
¡Pero esa misma suerte es la que le ha hecho cruzarse con el mejor médico de Amegakure...!
Agregaría con un tono jocoso mientras se acomodaba el sombrero.
Permitame asistirlo en su regreso, para estar seguro de que llegue sano y salvo.
Entonces le dedicaría una ligera reverencia a su improvisado paciente.
RE: Rashōmon - Uchiha Akame - 25/08/2017
El tipo abrió mucho los ojos.
—¿Suerte...? —balbuceó.
Las palabras de Mogura hicieron palidecer al pobre leñador, que se agarró la tripa todavía con más fuerza. Las costuras de su remendada camisa se ajustaron con un tirón, dejando intuir una silueta rectangular y alargada bajo las mismas. Algo que el tipo tenía oculto ahí.
—Shi... Shinobi-dono, le agradezco profundamente su interés —se apresuró a decir el hombre, haciendo una profunda reverencia con tal de disimular aquello—, pero le aseguro que no es nada. En cuanto llegue a casa y mi mujer me prepare un buen caldo, estaré como nuevo.
RE: Rashōmon - Manase Mogura - 25/08/2017
Una ligera sonrisa se dibujó en el rostro del shinobi al ver la silueta que se marcaba en la camisa del leñador. Este se dio cuenta también e intentó disimular todo realizando una leve reverencia para acompañar unas palabras sumamente educadas.
No se descuide, por favor.
Le pidió correspondiendo la falsa reverencia con ligera reverencia de su propia autoría. El leñador decía que su mujer le prepararía un caldo y con eso debería estar mejor. Claramente queriendo alejar a Mogura de todo.
Hmm... Un caldo...
Se cruzó ligeramente de brazos tomándose el mentón con una mano, mostrándose meditativo sobre la cura propuesta por el leñador.
Estoy seguro de que puedo darle algo más eficiente para estos casos. ¿Qué le parece?
A veces era complicado convencer a los campesinos de probar nuevos métodos para curar sus malestares, pero valía la pena intentarlo.
RE: Rashōmon - Uchiha Akame - 25/08/2017
El hombre, ya visiblemente desesperado —gotas de sudor caían por su rostro y no eran sólo producto del calor de Verano— parecía no saber qué decir. El obstinado médico replicaba a cada una de sus palabras con más y más argumentos, y llegados a aquel punto el leñador llegó a pensar si Mogura no estaba tan sólo jugando con él.
Así pues, con otra reverencia más profunda, el tipo musitó.
—Discúlpeme, shinobi-dono, pero prefiero los remedios tradicionales. El caldo de mi señora es mano de Fortuna para estas cosas —soltó, de corrido—. Si no se le ofrece nada más, por favor, le ruego que me disculpe pero he de irme. Preferiría llegar a casa antes del anochecer —añadió, aludiendo al Sol que ya se escondía tras la Cordillera de los Dojos.
RE: Rashōmon - Manase Mogura - 25/08/2017
Nuevamente el hombre rechazaba la ayuda del médico. El leñador defendía a hacha y mano el caldo de su mujer, al cual reconocía como la mejor y más tradicional cura.
Sumado a eso, pedía nuevamente que le disculpase para poder seguir su camino y llegar pronto a su casa. Mogura era conciente de que si se quedaba sin luz tambien le costaría volver al recinto donde se hospedaba.
Esta bien, lo dejaré continuar su viaje sin mi...
Comentaría agachando ligeramente la cabeza, mostrandose derrotado.
¡Pero!
Levantaría rápidamente su mirada y el dedo incide en alto.
Con una condición.
Agregaría entonces con una ligera sonrisa en el rostro.
Confío en el juicio de un hombre que defiende la comida de su esposa con tanto empeño. Pero confío plenamente en este remedio también, es una pomada hecha a base de hierbas naturales. Un remedio tradicional, a efectos prácticos.
Estiraría su otra mano entonces, con un pequeño tarro con una tapa a rosca en ella.
Si acepta esto, dejaré que siga su camino. Acéptelo, por favor.
RE: Rashōmon - Uchiha Akame - 26/08/2017
El leñador pareció dudar unos momentos. Quizás estaba pensando con qué mano coger el ungüento que le ofrecía Mogura. Quizá cavilaba sobre la posibilidad de echar a correr, y sobre si el ninja le atraparía. También, probablemente, pensaba en si en realidad aquel shinobi sólo quería jugar con él antes de detenerle.
Sea como fuere, el tipo tragó saliva y luego alargó el brazo con el que se había estado agarrando el vientre. Nada más sus dedos tocaron el tarro que le ofrecía Mogura, las costuras de su camisa cedieron y un objeto de tamaño mediano —apenas un par de palmos— cayó al suelo entre sus pies.
Era una daga preciosamente ornamentada, con diamantes incrustados tanto en la vaina como en el pomo y la empuñadura. El leñador se quedó pálido.
RE: Rashōmon - Manase Mogura - 26/08/2017
Bajo el sombrero de paja que ocultaba parte de su rostro, el joven médico no pudo evitar sentir cierta satisfacción al escuchar el ruido de la daga caer al piso. Una hermosa y bien decorada daga, una daga que solo podría pertenecer a una dama de un clan muy importante. Una daga que se había perdido en el relato del leñador.
¡Vaya...!
Comentaría el shinobi mientras flexionaba ligeramente las piernas y acercaba una de sus manos al piso para tomar el cuchillo.
Esta daga...
Se tomaría un par de segundos para admirarla en detalle, determinando su posible valor y un posible comprador. No se iba a preguntar a quien pertenecía pues desde luego que ya lo sabía.
¡Encontró la daga de Machiko-dono...!
Diría con un tono un tanto jocoso. Alzaría entonces su mirada para que esta encontrase la del leñador.
¿Qué tenía pensado hacer con ella?
RE: Rashōmon - Uchiha Akame - 26/08/2017
El hombre estaba pálido y su mirada bien fija en el suelo, en algún punto entre sus pies. Parecía evidente que se sentía tremendamente avergonzado de ser descubierto, pero cuando habló, no hubo rastro de duda en su voz.
—He sido leñador toda mi vida, no conozco otro oficio. Tengo mujer y cuatro hijos —empezó diciendo y Mogura podría ver como el hombre apretaba sus puños en torno al hacha y al tarro de ungüento—. Si pudiera vender aunque fuese sólo los diamantes que tiene incrustados esta daga, podría dar de comer a mi familia durante muchos años...
Alzó la vista hacia Mogura.
—Ya no soy jóven como antes, mis hombros pierden fuerza cada día. Los dioses me han dado una oportunidad, y no quiero dejarla escapar.
Entonces se dejó caer de rodillas, soltando tanto su hacha como el tarro del médico. Realizó una profunda reverencia con ambos brazos hacia delante, apoyando las palmas de las manos en la tierra seca del sendero.
—¡Por favor, shinobi-san! ¡Devuélvame la daga!
RE: Rashōmon - Manase Mogura - 26/08/2017
El joven médico no tardó en darse cuenta de que estaba en presencia de un verdadero hombre, un padre de familia y un trabajador honesto. Pero desde luego que a cualquiera le temblaría el pulso al encontrarse con un objeto de tal valor.
El leñador parecía conformarse con la idea de tan solo vender los diamantes que decoraban una parte de la daga, sostenía que con eso podría alimentar a su familia por un buen tiempo.
Los dioses sin duda alguna parecían jugar a un juego, un juego del cual no se conocían las reglas. Mientras unos sufrían, otros disfrutaban. Incluso en su dicha, el leñador estaba sufriendo. Y los dioses eran los culpables.
Se dejó caer de rodillas soltando lo que tenía en las manos y realizó una reverencia, una profunda reverencia. Implorando porque se le devolviese la daga.
Le diré que vamos a hacer...
Comentó Mogura tras apreciar un par de segundos la reverencia del leñador. Sin demorar mucho llevaría una de sus manos hasta su portaobjetos y tomaría una pequeña bolsa.
La daga no vale esto. Pero estoy seguro de que puedo conseguir un mejor precio del que usted podría vendiendo solamente los diamantes.
Extendería entonces la bolsa al leñador, si la abría vería en su interior brillantes monedas de oro, tres koban.
Con cada una de esas debería ser capaz de comprar un año entero de arroz para una persona.
Es decir, podría alimentar al menos tres miembros de su familia por un año.
¡Pero eso no es todo...!
RE: Rashōmon - Uchiha Akame - 26/08/2017
El hombre se incorporó ligeramente.
—¿Uh?
Sus ojos llorosos miraron la bolsa que le extendía Mogura. La tomó con ambas manos y la abrió. Luego volvió a mirar al médico.
—¿No...?