El Patito Frito - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Fuego (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-fuego) +--- Foro: Valle de los Dojos (https://ninjaworld.es/foro-valle-de-los-dojos) +---- Foro: Nishinoya (https://ninjaworld.es/foro-nishinoya) +---- Tema: El Patito Frito (/tema-el-patito-frito--3671) |
RE: El Patito Frito - Amedama Daruu - 14/09/2017 El Teppoudama de Daruu se abrió paso a través de la marea como quien divide un mar de aguas embravecidas. Ayame se cruzó de brazos justo a tiempo para mitigar el cañonazo acuático, y aún así salió despedida hacia atrás con vehemencia. La bala estalló, liberando una buena cantidad de agua en todas direcciones que empapó sus ropas y que hizo sentir a Daruu más cerca de su hogar, de Amegakure. Sonrió y se permitió cerrar los ojos un momento, sintiendo el frescor de las gotas en el rsotro. Cuando se levantó, Ayame le miraba con furia. Confesó que había olvidado que él era más diestro que ella con el Suiton, pero afirmó que le haría retirar lo de que era una cobarde aunque fuese a la fuerza. Las manos de Ayame se entrelazaron, de nuevo, en unos cuantos sellos, y terminaron en una palmada. A ojos normales, no había ocurrido nada. Pero los ojos de Daruu no eran normales. Lo veía claramente: veía el chakra de Ayame llenando su sistema circulatorio, invadiéndolo, parasitándolo. El corazón empezó a latirle con fuerza mucho antes de oír aquellos zumbidos terroríficos. Alguien había empezado a leerse Fundamentos del Genjutsu. E iba por una página más avanzada que él. —No... Se tapó los oídos, pero el zumbido no cesaba. Se hacía más y más fuerte, y Daruu sólo quiso morirse. Que terminase aquello ya. Que Ayame no siguiera. Que... Las avispas estaban subiendo por su cuerpo. Estaban subiendo por su cuerpo. Estabansubiendoporsucuerpo. EstabansubiéndoleporlacinturayporlosbrazosyporlacarayélsequeríamoriryporquénoparaestoPORFAVOR. —¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!!!! Las avispas empezaron a picar, a picar por todo su cuerpo, a producirle un terrible dolor, pese que a jamás le habían picado, pese a que sólo había sido un miedo irracional. Daruu se arrodilló, con las manos en la cabeza, con las manos en la cara, intentando que las avispas no... No... Las avispas se metieron en su boca, y las notó con su lengua y el zumbido no paraba de crecer y crecer y crecer y crecer y crecer y crecer y crecer y crecer y crecer FFFUS. Daruu respiró hondo, como quien se acaba de despertar de una de las peores pesadillas de su vida. Trastabilló un poco, y estuvo a punto de caerse, como en el Genjutsu. La cabeza le daba vueltas, y estaba sudando. —Eres... eres... les... tengo fobia... les t-tengo fobia. L-les tengo fobia gilipollas gilipollas gilipollas gilipollas gilipollas... Cayó de rodillas, llorando, con los puños clavados en el suelo. Sollozando, dio un puñetazo en la piedra, haciéndose un daño terrible. Y entonces... —¡¡GILIPOLLAS!! Daruu golpeó la piedra con fuerza, y un chorro de agua empezó a dirigirse hacia Ayame a toda velocidad. Si llegaba a tocarla, estallaría en un potente géiser. RE: El Patito Frito - Aotsuki Ayame - 15/09/2017 La ilusión terminó. Daruu respiró hondo y se tambaleó peligrosamente, todo su cuerpo temblando con violencia. —Eres... eres... les... tengo fobia... les t-tengo fobia. L-les tengo fobia gilipollas gilipollas gilipollas gilipollas gilipollas... A Ayame se le cayó el alma a los pies. Daruu cayó al suelo de rodillas, y algo dentro de ella se rompió al verle llorar de aquella manera, con los puños clavados en la tierra y con sus palabras clavándose en su alma y su corazón como un kunai tras otro. —¡¡GILIPOLLAS!! —aulló, y con un último puñetazo, una corriente de agua se abalanzó sobre ella desde el suelo. Ni siquiera pudo reaccionar. O, quizás, ni siquiera quiso hacerlo. Volvió a cruzar los brazos en el último instante, cuando el agua se alzó hacia ella en un explosivo géiser que la levantó en el aire, hizo estallar su propio cuerpo en agua y después volvió a caer con estrépito al suelo. El charco de agua no tardó en volver a tomar la forma de una Ayame tirada de cualquier manera, con los ojos llorosos y las manos apoyadas en el suelo en su predisposición para levantarse. —Lo siento... —gimoteó, alzando una mirada implorante hacia su compañero—. Yo no... yo no... RE: El Patito Frito - Amedama Daruu - 15/09/2017 El géiser chocó contra el cuerpo de Ayame y estalló, solo que esta vez el mismo cuerpo de Ayame también estalló en agua. Ayame cayó al suelo, y reformó su cuerpo. Sollozando, se disculpó, claramente arrepentida. Pero Daruu estaba muy enfadado, y ya no atendía a razones: —¡Con eso no se juega, maldita! —bramó, y se levantó poco a poco. Echó a caminar hacia ella, señalándola—. Oh, no, y ahora has abierto la veda, hiciste una declaración de guerra. Tendrás guerra. Volvió a adoptar una prudente kata de Hyuuga, y, con una mano, hizo el gesto de "ven" con la mano. —Ven, Ayame. ¡Levántate y lucha! RE: El Patito Frito - Aotsuki Ayame - 18/09/2017 Pero Daruu no parecía estar dispuesto a perdonarla así como así. Aún con la rabia reflejada en sus ojos, el chico se reincorporó y comenzó a caminar hacia ella señalándola de manera acusadora. —¡Con eso no se juega, maldita! Oh, no, y ahora has abierto la veda, hiciste una declaración de guerra. Tendrás guerra. Volvió a adoptar su postura de combate, y sus dedos se flexionaron varias veces, invitándola a acercarse. —Ven, Ayame. ¡Levántate y lucha! Ayame torció el gesto, pero obedeció. Se levantó sobre sus piernas, y alzó sus ojos hacia los de Daruu. Pese a lo que acababa de sufrir, él no parecía estar dispuesto a rendirse. Aquello era un comportamiento digno de admiración, y Ayame no pudo evitar sentirse avergonzada de estar intentando darle largas todo el tiempo. Era una cobardica. ¿Pero cómo podía combatir contra unos ojos que eran capaces de ver en todas las direcciones y a través de las cosas? ¿Pero cómo podía mirarle siquiera a la cara si, como él, no daba lo máximo de sí misma? No era justo. —Está bien... —murmuró, y de repente echó a correr hacia él entre largas zancadas. «Quizás podría intentar...» A unos tres metros de distancia de su rival, Ayame sacó algo de su portaobjetos y lo estrelló contra el suelo justo después de cerrar los ojos. La hikaridama estalló en una violenta explosión de luz que inundó el campo de combate durante unos segundos que aprovechó para preparar su técnica mientras Daruu debía de estar cegado. Así, cuando llegara hasta su posición, su brazo ya se habría hipertrofiado por la acumulación de agua hasta convertirse en un auténtico brazo hidráulico con el que golpearía el abdomen del Hyūga. Después de aquello, Ayame retrocedió entre saltos y, tras acumular chakra en la planta de los pies, dio un último salto con el que se plantó en la pared de la montaña, a unos tres metros de altura del suelo. Jadeante por el gasto de energía acumulado, fijó la mirada en su rival. Le apetecía probar un nuevo escenario de combate. RE: El Patito Frito - Amedama Daruu - 19/09/2017 Ayame se levantó, dispuesta a atacar. A Daruu todavía le temblaban las piernas, pero no iba a mostrarle a su oponente tal debilidad. Tensó todo su cuerpo, preparado para cualquier ataque. Ayame echó a correr hacia él. En algún punto a medio camino, Ayame se llevó la mano al portaobjetos. El Byakugan de Daruu registró el movimiento, pero el muchacho no pudo hacer nada para prevenir lo que venía a continuación. La muchacha sacó una esfera y la lanzó contra el suelo. «¡No!» Daruu se cruzó de brazos frente al torso, defendiéndose de lo que sea, defendiéndose de cualquier cosa. Al tener un campo de visión de trescientos sesenta grados, aquél fogonazo era imparable. Podía decidir si no ver a través de los párpados, por supuesto, pero ya estaba cegado. Y era demasiado tarde. Un mazazo terrible recorrió sus brazos. Sus pies se despegaron del suelo y pronto se vio volando en dirección contraria a Ayame, quién sabe por qué, pero desde luego había sido un golpe brutal. Dolorido, cayó rodando al suelo, recorriendo varios metros antes de apoyarse con las manos y los pies y deslizarse por la piedra acumulando chakra en las palmas y en las rodillas para no arañarse contra el suelo. Levantó la mirada y observó a Ayame, que estaba posada en la falda de la montaña, esperándole, desafiándole. «Maldita...». Discretamente, Daruu formuló el sello del Carnero con una mano mientras todavía estaba apoyado y se levantaba, poco a poco. Y entonces, sucedió. Daruu se movió como una saeta, como una sombra, y de diez metros que les separaban ahora sólo quedaban unas decenas de centímetros. Chocó su palma derecha contra el hombro derecho de Ayame, luego la izquierda contra el izquierdo. Giraría sobre sí mismo metiéndole una zancadilla para hacerla caer de la montaña, le agarraría del tobillo y giraría de nuevo, tratando de zarandearla como un peso muerto y hacerla chocar contra la pared de rocas. RE: El Patito Frito - Aotsuki Ayame - 19/09/2017 Daruu recibió el brutal mazazo. Su cuerpo despegó del suelo y terminó cayendo varios metros más allá, donde rodó durante otros cuantos hasta terminar deteniéndose. En su nueva posición, y con la gravedad tirando de sus cabellos en perpendicular a su cuerpo, Ayame observó a su compañero reincorporarse con esfuerzo. Él levantó sus ojos perlados hacia ella, claramente disgustado por lo que acababa de pasar. Y entonces... Desapareció. Ayame ahogó una exclamación de sorpresa. La silueta de Daruu prácticamente se abalanzó sobre ella a una velocidad casi antinatural. Pero, aunque consiguió verlo, no logró hacer nada para detener lo que vino a continuación. Su rostro apareció de repente a escasos centímetros del suyo. Le lanzó un golpe hacia el hombro, y este estalló en agua ante el contacto. Sin embargo, Ayame lanzó un aullido de dolor. «¡No consigo mitigar el daño! ¡¿Por qué?!» Otro golpe al otro hombro, un nuevo grito. Y Ayame comprendió que usar el Suika era un gesto inútil. Daruu giró sobre sí mismo, pero Ayame aprovechó el brevísimo descanso para juntar sus manos en un sello, abrir los labios, y chillar con todas sus fuerzas. Pero aquel chillido no era como los que había estado lanzando por el dolor, no. Aquel chillido, con su voz reforzada por su chakra, constituía un auténtica bocina que reverberó en el aire hasta acuchillar los oídos de Daruu y lanzarle por los aires, de vuelta al suelo. Entre resuellos, Ayame se llevó la mano momentáneamente a la garganta, algo dolorida y profundamente fatigada. Pero no podía perder el tiempo. ¡Lo tenía donde quería! Rápida como una saeta, saltó desde la pared de roca, cayó de nuevo en el campo de combate y sus manos volvieron a entrelazarse. —¡Suiton: Mizurappa! —exclamó, inflando el pecho en una honda inspiración para después expeler un torrente de agua a presión que se dirigía a toda velocidad hacia su oponente... RE: El Patito Frito - Amedama Daruu - 19/09/2017 Ayame encajó los dos golpes de Juuken, y aunque su cuerpo se licuó parcialmente, esgrimió una mueca de dolor. Daruu sonrió. «¡No puedes bloquear el Taijutsu de los Hyuuga!». Una fina lluvia cayó de los hombros de la muchacha a la plataforma de combate. Daruu giró sobre sí mismo para derribarla, pero entonces, ella formuló un sello y su Byakugan detectó cómo su chakra se agitaba, subiendo hasta... Daruu salió despedido con una fuerza arrolladora y tuvo que taparse los oídos para que no le reventasen los tímpanos. «¿Una técnica con la voz?». Examinó cuidadosamente el chakra que le rodeaba. Rodeaba a las ondas de sonido que salían de Ayame y las nutrían, expandiéndolas y haciéndolas más fuertes. Daruu golpeó de nuevo contra la piedra y rodó. Rodar se estaba empezando a convertir en una costumbre muy fea. Pero esta vez el muchacho, pese al golpe, apretó los dientes y giró sobre sí mismo para recomponerse, rápidamente. Recortó distancias con la kunoichi, que ahora aterrizaba de nuevo sobre la plataforma, y realizó idénticos sellos en el tiempo justo. —¡Suiton: Mizurappa! —¡Suiton: Mizurappa! Los dos torrentes de agua salieron de sus bocas dispuestos a chocar el uno con el otro. Y entonces... RE: El Patito Frito - Aotsuki Ayame - 19/09/2017 Si voz se vio acompañada por otra que conocía bien. Daruu debería haber quedado aturdido por su técnica, pero de algún modo encontró el modo de reincorporarse y lanzar al unísono la misma técnica. Ayame sabía cómo acabaría aquello, el dominio de su compañero sobre el suiton era claramente superior al suyo. Pero aún así no cejó en su empeño. Y entonces sintió frío. Una sombra cruzó el espacio. Los dos chorros de agua se encontraron en el aire y algo pareció romperse en mil pedazos. La salpicadura se vio acompañada de miles de cristales que lanzaron destellos rosados bajo el sol. Y, cuando el agua cayó sobre la plataforma, Kori, con los dos brazos alzados, les dirigió una larga mirada. —¿Her... mano...? —balbuceó con esfuerzo, antes de que la vista se le emborronara. Las piernas le fallaron. Si cuerpo se tambaleó peligrosamente y el suelo ascendió hasta ella a toda velocidad. Algo la sostuvo del brazo en el último momento. —¿¡Se puede saber qué cojones estáis haciendo?! Era la voz de su padre, pero ella apenas le estaba escuchando. Resollaba, tratando de recuperar el aliento, y en su espalda el chakra bombeaba con fuerza. Entonces sintió que le ponía la mano entre los omóplatos, y fue como si cortarán un grifo de repente. Ayame jadeó, angustiada, pero entonces otro torrente de energía comenzó a entrar en su cuerpo desde el exterior. Uno mucho más calmo, más sutil, menos... ardiente. —¿Es que te has vuelto loca? ¿Quieres estar indispuesta para tu siguiente combate del torneo, niña? Ella apretó las mandíbulas, pero ni siquiera tenía fuerzas para contestar. RE: El Patito Frito - Amedama Daruu - 19/09/2017 Daruu sintió una oleada de frío. Era como una brisa, como si alguien acabase de abrir una nevera al aire libre. Era una sensación que conocía muy bien. Su técnica acuática chocó contra algo sólido que se rompió. Y allá en el centro del choque, rodeado por una fina lluvia de cristales de hielo irídeos, estaba Kori-sensei. Kori-sensei... El muchacho se dio cuenta, en aquél preciso instante, de que se habían excedido. Una figura femenina entró en el rango trasero de la visión periférica de su Byakugan, pero él desactivó el doujutsu. Como si ni siquiera quisiera verla. Cerró los ojos y se encogió sobre sí mismo... ...Kiroe le agarró de la oreja y tiró con fuerza. —¿¡Pero sois imbéciles o qué os pasa!? —bramó. Daruu juraría que nunca la había visto tan enfadada—. ¡Os váis a herir! ¡En medio de dos rondas! · · ·
—Bien. ¿Lo habéis entendido? —dijo Kiroe. Daruu, Ayame, Kori, Zetsuo y Kiroe se encontraban sentados alrededor de una mesa en un hotel del Valle de los Dojos, El Patito Frito, lugar donde su madre se alojaba cada vez que visitaba el país, y que, según había asegurado y jurado por todos los miembros vivos de la familia Amedama —ella y Daruu, probablemente—, era el mejor establecimiento de los Dojos. Pese al refunfuñe de Zetsuo, los tres se hospedarían durante el fin de semana para presenciar la siguiente ronda. Era el único momento en el que les estaba permitido la visita. Y ahora estaban en una especie de cena familiar. Formaban una extraña fusión de dos medias familias, mejor dicho. Daruu y Ayame se encontraban en un extremo de la mesa, con la cabeza pegada en la madera y haciendo una larga y pronunciada reverencia. —Sí, madre. Sí, Zetsuo-san. Hemos hecho mal. Lo siento —repitió Daruu, por decimosexta vez aquella noche. Vestía el mismo jinbei verde que había lucido durante su cita con Ayame—. Somos unos niñatos estúpidos e imprudentes. RE: El Patito Frito - Aotsuki Ayame - 20/09/2017 —Bien. ¿Lo habéis entendido? —sentenció Kiroe, visiblemente enfadada. Junto a ella, Zetsuo se mantenía con los brazos cruzados, golpeteándose de forma rítmica y repetida el bíceps con el dedo índice, y tanto él como Kōri mantenían sus ojos fijos en los dos muchachos que, en el otro extremo de la mesa, permanecían con las frentes pegadas a la madera rogando por sus vidas. La bronca que les había caído a ambos había sido todo un espectáculo dentro de El Patito Frito, el hotel de Sendōshi donde se estaban alojando los tres para presenciar la siguiente ronda del torneo y donde todos iban a cenar de manera conjunta aquella noche. Varios de los clientes se habían girado hacia ellos, observando el panorama sin demasiado disimulo, y Ayame sintió que la sangre le hervía de vergüenza en las mejillas. —Sí, madre. Sí, Zetsuo-san. Hemos hecho mal. Lo siento —repitió Daruu, por decimosexta vez aquella noche, y Ayame, vestida con el mismo vestido azul que había llevado en su cita con él pero con la cinta de tela anudada en torno a su frente, supo en ese momento que no podría escucharlo una decimoséptima—. Somos unos niñatos estúpidos e imprudentes. Ella levantó la cabeza de golpe, fulminándole con la mirada y después se volvió hacia los adultos. —¡No es justo! ¡La idea fue de él! —exclamó, indignada, señalándole con el dedo índice de manera acusadora—. ¡Yo le dije varias veces que no era una buena idea, pero él insistió! RE: El Patito Frito - Amedama Daruu - 20/09/2017 Ayame rompió la reverencia y le miró, rencorosa, entrecerrando los párpados. Daruu le respondió sacándole la lengua como un chiquillo. Entonces, la muchacha se giró hacia los adultos de la mesa y exclamó, indignada: —¡No es justo! ¡La idea fue de él! —le señaló, inculpándolo. Daruu abrió la boca, e intercambió sendas miradas con el resto de los comensales y con Ayame, incapaz de creerse lo que estaba oyendo. —¡Me metió en un Genjutsu con avispas! ¡Va de inocente pero ella iba en serio también! —alegó Daruu. Se giró hacia ella, y estirando de su ropa, le espetó—: ¡Ahora no intentes excluirte de las consecuencias, A-YA-ME. Los dos empezaron a pelearse, dándose manotazos y profiriéndose un intercambio de insultos que crecía exponencialmente en tono y volumen. Zetsuo y Kiroe se levantaron al unísono, se desplazaron hacia sus hijos y, sin más dilación, hicieron chocar sus cabezas. —¡Basta ya! RE: El Patito Frito - Aotsuki Ayame - 20/09/2017 Ante su inculpación, Daruu se quedó boquiabierto. Sus ojos plateados viraron de Ayame a los adultos, y de los adultos a Ayame, varias veces. —¡Me metió en un Genjutsu con avispas! ¡Va de inocente pero ella iba en serio también! —se defendió él. Antes de que pudiera contestar, se giró hacia ella, y la cogió de la ropa—: ¡Ahora no intentes excluirte de las consecuencias, A-YA-ME. Ayame volvió a sonrojarse. Pero no era el típico sonrojo de cuando Daruu se acercaba a ella. No. Aquel sonrojo era muy diferente. Encerraba toda la furia de la tormenta en sus ojos, clavados en él. —¡Eso fue porque me provocaste! ¡ME LLAMASTE COBARDE! —le gritó a la cara, agarrándole también por el cuello del jinbei—. ¡¿Acaso quieres pelea de nuevo?! ¡MIRA QUE TE REVIENTO! Y la pelea empezó entre torpes manotazos, gritos e insultos que carecían de cualquier tipo de sentido. Desde pelopincho hasta ojos ciegos y varios improperios más que fueron subiendo en volumen y tono. Zetsuo y Kiroe no tardaron en actuar, se levantaron a la vez, y rápidos como dos saetas se colocaron junto a sus respectivos hijos, agarraron sus cabezas y las hicieron chocar para detenerlos. Pero Zetsuo debería haber previsto que, ante una acción así, la primera reacción de Ayame era más que evidente. Al impacto con la de Daruu estalló violentamente en agua, empapándole de los pies a la cabeza. —¡Basta ya! —gritó Kiroe. Y, junto a ella, Zetsuo se remangó. —¡Jodida cría! . . .
Con la barbilla apoyada de nuevo en la mesa, Ayame se sujetaba el chichón que ahora lucía sobre la cabeza entre sonoros gimoteos. —Jo... ¡Lo sientooooo! —Sa... ¿Saben ya los señores qué van a tomar? —Un camarero, visiblemente nervioso y asustado se había acercado a la mesa con una libretita y un boli en la mano. Era un chico bastante joven, escuálido, de cabellos castaños y ojos color chocolate. Vestía el uniforme de camarero del hotel, pero llevaba la pajarita algo torcida. Por su apariencia, parecía un novato. A juzgar por las miradas del resto de camareros y del servicio del hotel, aquel había sido el que había perdido la competición por ver quién los atendía. RE: El Patito Frito - Amedama Daruu - 20/09/2017 Sus dos cocorotas chocaron, y la de Ayame estalló en agua, mojándole el pelo, la ropa, la piel, el pelo, el pelo, el pelo... —¡Me has mojado el pelo, mira cómo me has puesto idio- —Se detuvo al ver los dos ojos morados de su madre, que le juzgaban y le advertían a partes iguales. Esgrimió la más adorable —y falsa— de sus sonrisas, y se sentó lo más formal que pudo en la mesa. Le dolía mucho la cabeza. · · ·
Ayame tenía la barbilla apoyada en la mesa, y, ahora sí, gimoteaba sinceramente. Por su parte, Daruu se mantenía con los brazos cruzados, los carrillos hinchados, y apartaba la mirada hacia un lado. Todos los demás integrantes de aquél pintoresco grupo tenían cara de Yakuza al que no le han pagado la última cuota. Bueno, todos excepto Kori, que ojeaba la carta del restaurante a toda velocidad. —Sa... ¿Saben ya los señores qué van a tomar? —La voz de un camarero le sorprendió. Temblaba como un flan. A Daruu no le extrañaba; menudo espectáculo más lamentable el que acababan de protagonizar. Daruu miró a Ayame de reojo y bufó. «La señorita va a querer una ensalada de hostias.» —Una pizza kusareña por favor. La que lleva york y piña. —De mala gana, señaló el espacio que ocupaba en la carta. —Yo quiero un plato de pollo al limón. RE: El Patito Frito - Aotsuki Ayame - 20/09/2017 —Una pizza kusareña por favor. La que lleva york y piña. —Daruu fue el primero en pedir, y cuando lo hizo, Ayame no pudo evitar dirigirle una mirada sorprendida. —Yo quiero un plato de pollo al limón —continuó Kiroe. —Para mí salmón a la plancha —pidió Zetsuo. —Yakitori —intervino Kōri. Y Ayame, consciente de que era su turno, volvió a recorrer a toda prisa la carta con la mirada, indecisa. No le apetecía pizza, y ya había comido pasta por la mañana... ¿Qué podía pedir? —Para mí... Katsu Don, por favor —se decidió al fin. —M... muy bien, señores. Estará enseguida. El camarero se retiró con una torpe reverencia, y a lo lejos a Ayame no se le escapó el detalle de que soltaba un suspiro de alivio. ¿Tanto miedo le habían dado? Daba igual. Apartó rápidamente al hombre de sus pensamientos y se volvió hacia Daruu, interrogante. El chico parecía seguir de mal humor después del rifirrafe de antes, pero eso no la amilanó. —¿De verdad...? ¿Piza... con piña...? —le cuestionó, arrugando la nariz en un gesto de asco. ¡¿En qué momento y lugar era buena idea meter piña a una comida salada?! RE: El Patito Frito - Amedama Daruu - 20/09/2017 Los cinco pidieron sus respectivos platos. Como ya he contado, Daruu pidió una pizza kusareña y Kiroe un plato de pollo al limón. Zetsuo pidió salmón a la plancha —a lo que Daruu respondió arrugando la nariz y sacando la lengua detrás del cartón de la carta—, Kori-sensei pidió Yakitori, y, por último, a Ayame le apeteció un Katsu Don. Entregaron las cartas al camarero, quien se retiró tras dedicarles una torpe reverencia, y todos volvieron a sus caras de cabreo anteriores... si es que alguna vez las habían dejado atrás. Daruu apoyó los codos en la mesa, y la cabeza en las manos. Menuda cenita, qué bien había empezado. —¿De verdad...? ¿Piza... con piña...? —importunó Ayame. Daruu resopló, y espetó, con frialdad, sin siquiera dirigirle la mirada: —Qué sabrás tú de pizza, si ni siquiera sabes cómo pronunciarla. Como para saber comerla. |