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Otro giro en la Espiral - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País de la Espiral (https://ninjaworld.es/foro-pais-de-la-espiral) +--- Foro: Yamiria (https://ninjaworld.es/foro-yamiria) +--- Tema: Otro giro en la Espiral (/tema-otro-giro-en-la-espiral) |
RE: Otro giro en la Espiral - Sama-sama - 13/02/2020 —Jeh. —Kurama se dio la vuelta y se dirigió de nuevo hacia el trono, a paso lento—. Ha habido gente entre mis filas que mostraban el mismo escepticismo que tú, Akame-kun. Te podría decir muchas cosas, entre otras, que no necesito poder crear vida para gobernar sobre ella. —Giró el rostro para mirarle de reojo—. ¿Puede acaso un Kage crear vida? ¿La nación más grande y más poderosa puede crear vida? Y aún así gobiernan, ¿no? Lo que yo propongo es muy simple: somos los seres más poderosos que pueden caminar sobre la tierra: nosotros tenemos el derecho legítimo a gobernar sobre otras formas de vida inferiores. »Tenía curiosidad por ti, Akame. Ese es el motivo de nuestro encuentro. Pero de paso, enviarás un mensaje a tus amos: os someteréis a mi Imperio o caeréis como las Villas. Como todos los demás. Y para responder a tu prueba de fe... Chasqueó el dedo. »Un ninja como tú podrá apañárselas, estoy seguro. ¡Puff!
¡¡GROOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAARGGG!!
Kurama desapareció en una nube de humo y a espaldas de Akame sonó un estruendo gutural, terrible, que hizo retumbar las paredes del castillo y balancearse la lámpara de araña roñosa que colgaba del techo. Tras él, a una distancia aproximada de cinco metros, se alzaba un enorme... ...dragón rojo de tres cabezas y seis colas. O sin duda una quimera similar a un dragón occidental, con la piel escamada carmesí, las caras de un lagarto y unas alas de murciélago enorme. La bestia aleteó tratando de alzar el vuelo, pero a todas luces las membranas no tenían la suficiente fuerza para levantarlo. El monstruo rugió con fuerza, dio un salto, y trató de darle una dentellada horizontal al Uchiha por su izquierda. RE: Otro giro en la Espiral - Uchiha Akame - 16/02/2020 Ni en sus más locas suposiciones Akame habría podido esperar que sus demandas iban a ser cumplidas con una literalidad fuera de lo común. Porque cuando aquel tipo que Kurama había esclavizado para tomar una forma humana se desvaneció en una nube de humo, el Uchiha supo dos cosas; la primera, que aquello no había sido sino un Kage Bunshin. Y que por tanto el chakra total del verdadero Kurama sería —al menos— el doble de lo que él había visto. Ese simple pensamiento le encogió el pecho. La segunda cosa fue que Kurama, en efecto, podía crear vida. Así se lo demostró un rugido ensordecedor a su espalda, que para cuando Akame se volteó descubrió que pertenecía a una horrenda quimera que parecía haber sido creada a imagen y semejanza del Dragón Rojo; una cruel burla del próximo Emperador de Ōnindo, sin duda. Una con tres fauces repletas de afilados dientes, más letales que cualquier filo de acero, que buscaron cerrarse en torno a su comparativamente diminuto cuerpo. Akame, sin embargo, era rápido; y contaba con su Sharingan. Trató de esquivar la dentellada de aquel monstruo con colas saltando hacia atrás con cuanta fuerza le dejaron sus piernas. De conseguirlo, se alejaría con un par de saltos más, buscando poner distancia entre él y aquella aberración de chakra y escamas. Notó el tacto frío del trono de piedra en su espalda cuando dio con él, y supo que era momento de dejar de huir; debía enfrentar al poder de Kurama con el suyo propio. Y, como el Emperador de Ōnindo estaba a punto de descubrir, aquel joven Uchiha no se dejaba matar fácilmente. El Sharingan en los ojos de Akame cambió de forma, y los negros tomoe se fundieron en una espiral —irónico— que ocupó todo el iris. Aquellos orbes refulgieron con el poder de su linaje, tratando de proyectar en aquel monstruo nacido de un bijū su propia voluntad; de someterle, aplastando a la de su anterior amo hasta que no le quedara más opción que claudicar. Y cuando lo hiciera, una sola orden se impondría a todo lo demás: «Dispárate una bijūdama con toda la potencia que seas capaz.»
RE: Otro giro en la Espiral - Sama-sama - 16/02/2020 Los dientes del dragón rozaron a Akame, rasgándole la ropa, pero sin conseguir herirle. Las zarpas de aquél monstruo hindieron en el suelo, resquebrajándolo. Corrió hacia el Uchiha, y entonces, se detuvo en seco. El pseudo-bijū dio con una mirada hipnótica con forma de espiral que pronto se reflejó en los ojos de las tres cabezas. Embobado y babeando, la criatura bajó las dos de los laterales. La tercera permaneció atenta a Akame. Recibió sus órdenes. Era incapaz de comprender el lenguaje humano, sin embargo, el poder de aquellos ojos iba mucho más allá de la humanidad. Por eso tenían un coste. Pero por eso, también, tenían un resultado. El dragón giró el cuello todo lo que pudo, apuntándose a la barriga, y comenzó a cargar una esfera de chakra blanco y negro que se hizo cada vez más y más y más grande. La energía rozó la tripa del animal y comenzó a desgarrarlo, pero aún así siguió cargando más chakra, más chakra, más chakra. Y luego, disparó. La explosión fue brutal. Engulló a Akame, engulló al trono de piedra, engulló la lámpara de araña, los pilares, las paredes y lo que había más allá. Engulló a las armaduras incompletas y viejas de los samurái que poblaban aquellas ruinas abandonadas. El destello se vio desde Los Herreros, donde muchos artesanos dejaron su oficio de lado un momento para sumirse al pánico en lo desconocido. El temblor pudo sentirse en Yamiria, e incluso en Uzushiogakure. Un tren que circulaba por unas vías cercanas descarriló y murieron al menos veinte personas. Y aquél sitio dejaría de ser conocido por lo que fue. RE: Otro giro en la Espiral - Uchiha Akame - 18/02/2020 "Pedid, y se os dará." Así se hizo: incluso Kurama no era rival para el poder del Mangekyō Sharingan. La criatura quimeresca se revolvió en su propia carne, con confusa determinación, para cumplir el mandato de su nuevo amo. Akame vio como en las fauces de una de aquellas cabezas se concentraba una esfera de energía que le resultaba terriblemente familiar —ya había visto a dos jinchūriki diferente hacer eso mismo con anterioridad— y que por tanto, supo de las consecuencias que tendría. Y entendió su error. —¡Hos... hostia puuuutaaaAAAAA! Tenía poco tiempo para reaccionar. Los tres tomoe de su Sharingan izquierdo se fundieron en una espiral que parecía no parar de girar mientras chispas de chakra carmesí saltaban a su alrededor. Akame se concentró un momento y justo antes de que aquella explosión lo devorase todo... «Zzzzup.»
... desapareció. |