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Un día para recordar - Versión para impresión

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RE: Un día para recordar - Karamaru - 16/02/2018

Karamaru se estremeció y desvió su mirada a la cara de Reika al oír su voz. Pero sus labios no se movían, nuevamente volvía a estar conectada su mente para esas conversaciones sigilosas que, tras parecerle invasivo, comenzaba a disfrutar.

«No lo sé, asumo que comenzaron con esa actitud tras esta desaparición, no antes. Sería lo lógico»

Ya dentro tocaba el momento de la conversación, un momento en que el calvo se tendría que lucir demasiado para darle tiempo a su compatriota. Tenía que ganar tiempo para que ella explorase el lugar... con la vista... o con la mente... o no sabía muy bien cómo pero lo importante era que lo podía hacer y que el calvo podía hablar.

«En cuanto comenten algo déjame responder a mí, mientras no digan nada ocúpate de buscar, yo me encargo de la situación. Avísame cuando termines.»

Supongo que con unas preguntas estaría bien. tampoco queremos recorrer todo el colegio a oscuras. Aunque una verdadera lástima no poder pasar, era una buena oportunidad de no perderse el programa estando fuera de casa, no suelo perdérmelo.— el calvo siguió el tema un poco para tratar de generar cierta confianza.

Cuéntame, ¿Qué es lo que sabes de la chica esta? ¿Qué es lo que se comenta por el colegio? Cómo se manejan los profesores, que clima hay, etcétera.

Eso tendría que ser bastante cómo para que el hombre se explaye lo suficiente y le tiempo al monje a pensar la siguiente pregunta.


RE: Un día para recordar - Reika - 26/02/2018

Sólo fue un instante en el que tanto guía como el conserje dieron la espalda a la kunoichi, aunque el conserje le dío mucho más tiempo dado que los estaba guiando al interior de su hogar, tiempo suficiente para que la rubia hiciera el sello Carnero, creara su mariposa y la ocultara en el "canguro" de su hoodie.

Se restregaba el ojo derecho simulando sentir incomodidad en el mismo y siguiéndole la corriente a su compañero dejo que hiciera las preguntas mientras movilizaba la mariposa de chakra sigilosamente por la parte trasera de ella y hacerla volar razo por el suelo siempre detrás de ella.
La idea de la kunoichi era ingresar la mariposa por la rendija de abajo de las puertas para observar el interior de las demás habitaciones, si las había.


¤ Yamanaka Ichizoku no Cho Me
¤ Ojo Mariposa del Clan Yamanaka
- Tipo: Apoyo
- Rango: C
- Requisitos: Yamanaka 25
- Gastos: 10 CK (divide regen. de chakra)
- Daños: -
- Efectos adicionales: Espiar a distancia, el usuario queda ciego de un ojo
- Sellos: Carnero (Una mano) (Ver descripción)
- Velocidad: Instantánea (Creación de la mariposa), Rápida (Movimiento de la mariposa)
- Alcance y dimensiones: 20 metros, 5 centímetros la mariposa
Es una técnica en la cual el usuario puede crear con su propio chakra una mariposa conectada al sistema óptico de uno de sus ojos con el objetivo de ver a través de ella y con total control sobre sus movimientos, usado para el espionaje y seguimiento a personas desde la distancia.
La pega de esta técnica es que el ojo físico conectado a la mariposa queda completamente ciego mientras la técnica esta activa.

(Inteligencia < 30) El usuario debe quedarse completamente quieto mientras maneja a la mariposa y debe mantener el sello del Carnero con una mano.

(Inteligencia < 60) El usuario puede moverse libremente pero debe mantener el sello del Carnero con una mano.

(Inteligencia > 60) El usuario puede moverse libremente y no necesita mantener el sello del Carnero.



RE: Un día para recordar - Inuzuka Etsu - 4/03/2018

El calvo, ante la respuesta del hombre, recalcó que era una lástima tener que perderse el programa. Al menos, por otro lado, se conformaba con el poder preguntar sobre lo que quisiese, pese a tener que ser fuera de la habitación de la televisión. El señor se encogió levemente de hombros, y dejó escapar un leve suspiro.

No me importaría que paséis, os lo aseguro. Pero no conocen a mi mujer... si se ve la tele, se ve la tele; si se habla, pues entonces se habla. Pero hablar mientras se ve la televisión, puede ser algo por lo que ganarse como mínimo un sopapo.

Entre tanto, Reika había realizado una técnica para liberar un mariposa de chakra, con la cuál debía mantener un sello de mano escondido en el bolsillo de la sudadera, además de la otra mano en su ojo. La mariposa pudo escabullirse sin problemas en lo que el grupo avanzaba por el pasillo. Tenía un sinfín de puertas donde infiltrarse, tantas que podía perderse incluso antes de haber empezado. Pero, empezase por donde empezase, la luz no acompañaba. Se infiltrase en la habitación que se infiltrase, no podría ver absolutamente nada; las persianas estaban bajadas, y las luces apagadas. Los únicos lugares de luz eran el pasillo que discurrían, y una habitación un tanto mas adelante, que obviamente era en la que estaría su mujer y el televisor.

El calvo, dispuesto a ganar tiempo a su compañera, comenzó el interrogatorio. Preguntó por la chica, por los rumores del colegio, qué clima había, así como la reacción de los compañeros y profesores. Aunque buscaba ganar tiempo para su compañera, tampoco estaba perdiendo su tiempo.

Pues la chica no era de las mas populares, a decir verdad tenía a penas un par de amigas. Una de ellas era la hija de Kato, aunque supongo que eso ya lo sabéis, ya que no es una desconocida para vosotros. En fin, ¿por dónde iba? ah si, pues lo que se comenta por el colegio es que la chica quería probar su valentía y hacerse mas popular saltando desde lo mas alto del campanario de su familia. Sin embargo, tan solo parece haber hablado de ello con sus amigas, el resto son solo rumores... y ya se saben como son los rumores. Últimamente los niños solo hablan de que el fantasma de la chica se aparece si gritas 3 veces su nombre en los baños, y que si te pierdes por las calles del pueblo su fantasma se aparece y te secuestra... los profesores poco pueden hacer para cortar los rumores, se están exagerando de manera asombrosa. Entre eso, las historietas de fantasmas, y que se dice que el pueblo vecino está embrujado, ya nadie se atreve a ir tan solo a preguntar si la chica está bien o solo se ha resfriado... todos evitan ir al pueblo de abajo.


RE: Un día para recordar - Karamaru - 5/03/2018

Karamaru escuchó con atención las palabras del conserje, con su mirada fija en su rostro para evitar mirar a su compañera y que atrajera la atención innecesariamente. Se encontraba perplejo de aquella idea de querer probar su valentía de tal manera, pero mantenía un rostro serio por si la perplejidad ofendía a aquel hombre.

Supongo que ambos la conocían— habló esta vez refiriéndose a ambos hombres— E-ella... tenía.... algo así como.... ya saben.... tendencias.... tendencia malas....

«Vamos idiota, que no se van a enojar» sacudió la cabeza y volvió a la carga.

¿Tenía tendencia suicida? ¿Solía lastimarse ella misma o similares? Porque es difícil de comprender que quisiera saltar de un edificio sabiendo que en el suelo la esperan huesos rotos si tiene mucha suerte.

El cenobita tragó saliva y antes de que pudiesen responder apuntó a justificar sus preguntas.

Ya saben, porque siendo una situación así es muy probable que tan solo sea un rumor y no queremos empezar el camino en la dirección equivocada, así que todo detalle cuenta.


RE: Un día para recordar - Reika - 7/03/2018

No era mucho lo que tenia disponible para observar, todo estaba oscuro y no podria ver en lo absoluto, excepto una puerta que deslumbraba algo de luz, por lo que decidio escabullirse por debajo asomandose tan solo un poco para no ser detectada.

***

Mientras tanto la kunoichi escuchaba la conversación entre Karamaru y espero la respuesta del hombre, tenia bastante chakra en su haber, pero lo mejor en este momento era concentrarse en su técnica mientras su compañero ganaba tiempo «Definitivamente debo crear otra para escuchar» la idea de tener una mariposa acompañante de la original y que la otra pudiera escuchar en lugar de ver, seria bastante bueno, como saber si detras de las puertas cerradas hay alguien con la boca tapada intentando hacerse escuchar, aunque todo parecia que no era alguien malo...pero la Kunoichi ya se habia equivocado no mucho atras en el pasado


RE: Un día para recordar - Inuzuka Etsu - 9/03/2018

La rubia permanecía en silencio en lo que la conversación fluía, observando a su estilo el territorio, aunque sin éxito en la gran mayoría de las salas. Tras haber explorado la mayor parte de la institución, llegó a topar con la sala de la televisión, en la cuál se adentró sin reparo alguno. Al hacerlo, podría ver una sala iluminada apenas por la luz que emitía la televisión, aunque destacaba entre tantas otras por ello. Era un habitáculo ridículamente pequeño, donde tan solo había un sofá para apenas dos personas, una pequeña mesa donde reposaban un par de vasos y un cuenco de palomitas, y una televisión de tubo apoyada sobre una mesa de soporte hecha de metal. En la televisión estaban emitiendo un programa de cotilleos, donde no paraban de recriminar cosas los unos a los otros. En el sofá, casi a mitad de éste, una señora de cabellera plateada recogida en un moño, con ropas algo desgastadas y que claramente conformaban su pijama, cubierto en parte por una manta de cuadros. La mujer no perdía detalle alguno del programa, estaba sumida totalmente de lleno.

Entre tanto, ante la respuesta del hombre, Karamaru continuó la conversación. En un principio, se refirió a ambos para afirmar que la conocían, cuando el hombre previamente había estipulado que el calvo también la conocía o al menos eso dijo Kato. Se extrañço bastante, no entendía nada. Mas aún fue así cuando preguntó si de verdad pretendía suicidarse. El hombre comenzó a dudar seriamente de la veracidad de la procedencia de los chicos.

¿No erais familiares lejanos suyo? —preguntó sin tapujos —Bien lejanos que tenéis que ser, ¿eh?

Si, si que lo son, son del país del agua, pero son los padrinos de la joven —apresuró a disculpar Kato.

Uhmmm... entiendo....

»Pues no, no se trataba de un simple rumor. La chica quería saltar desde lo alto hasta un carromato lleno de paja, además de poner varias colchonetas. Quería hacerse la valiente, pero todos se reían y pasaban de ella. Los niños son mas crueles que un manojo de chinchetas.

Ni que lo digas.


RE: Un día para recordar - Karamaru - 10/03/2018

Karamaru se sonrojó levemente y evitó la mirada del conserje al darse cuenta de su metida de pata. Se le había pasado por completo que se suponía que eran familiares, y mientras lo hombres hablaban tenía que pensar una excusa de manera rápida.

Hacía mucho que no la veíamos, demasiado tiempo. Ya sabe cómo es, las personas cambian con el tiempo.

Tras su excusa el conserje especificó la situación. Parecía ser que la idea del rumor se podría desestimar, porque a pesar de no querer confirmarlo al principio terminó por determinar que el salto en la iglesia era un hecho. Siendo así, ante las intenciones de la muchacha, lo más probable es que poco más podían sacar de aquel hombre y que podrían encontrar mejores pistas en el otro pueblo.

«Tengo que seguir hablando hasta que Reika me confirme» "apúrate mujer" quiso pensar, pero con aquel enlace de por medio prefirió no hacerlo.

¿Osea que eso es lo último que todo el mundo? ¿Quería probar su valía y al día siguiente no apareció más?— preguntó para confirmar.

Dígame, ¿Sabe quienes eran sus amigos o amigas más cercanos? Alguien debe de tener, o la última persona con la que habló o alguien que la acompañó parte de su trayecto a casa tras la salida del colegio. Lo lógico sería que vayamos a la última pista, la más fresca, antes de ir al pueblo a revisar la iglesia y sus alrededores.


RE: Un día para recordar - Reika - 19/03/2018

Se tomó su tiempo mientras su compañero hacia preguntas, pero lo cierto es que exploraba el lugar Lo más rápido que podía. El lugar estaba repleto de puertas en donde sólo había oscuridad, excepto en donde se encontraba la mujer viendo la televisión, no había nada que fuese sospechoso.

La chica en la mesa dejó de sobarse el ojo cerrado y lo abrió lentamente dejando ver ahora sus dos orbes celestes, había deshecho su técnica de espionaje teniendo disponible nuevamente sus dos ojos. No escuchó su anterior pensamiento pero debía darle informe por si decidía terminar o quizás ella también podía panticipar de la misma, si su compañero lo requería «Nada sospechoso Karamaru-San, corto y cierro» dijo la kunoichi, ya dispuesta a estar allí presente en el sentido más literal de la palabra.


RE: Un día para recordar - Inuzuka Etsu - 24/03/2018

Karamaru, audaz, buscó una salida rápida ante la encerrona en que él mismo se había metido. Por suerte o desgracia, ambos adultos terminaron por dejar de lado sospecha alguna, haciendo un gesto afirmativo un tanto repetitivo y a la vez leve con la cabeza.

La verdad es que si...

Sin embargo, aún buscaba hacer tiempo para su atareada compañera. No podía permitirse el lujo de dejar así las cosas, y por ello continuó su tanda de preguntas. Sin demora, preguntó por el resto de la gente ante la supuesta valentía anunciada. El hombre terminó por encogerse de hombros, sin saber muy bien qué decir.

Así es —confesó —lo último que se rumoreaba era eso, que quería probar su valentía, y que se convertiría algún día en kunoichi. Pero... no volvió más.

Tras las palabras del cenobita, el hombre se llevó la mano al mentón, y meditó por un instante.

Creo... creo que tengo algo que quizás les ayude. El día antes de desaparecer, la pequeña le dejó una carta a la hija del señor Kato. La chica la tenía en su pupitre, y nos la entregó al día siguiente. Creo que era su única amiga, al menos era con la que se hablaba.

»Esperen un momento, enseguida la traigo.

Con las mismas, el hombre se dio media vuelta y se marchó dirección a la habitación de la televisión. Entre tanto, Tomohiro pareció recordar algo que quizás era importante. El hombre chasqueó la lengua, y se llevó la mano a la boca, dubitativo.

Que la chica estaba enferma lo sabían... ¿no? —preguntó el hombre en ausencia del conserje.


RE: Un día para recordar - Karamaru - 27/03/2018

Karamaru dio un suspiro de alivio y relajó sus pensamientos ajetreados en busca de nuevos temas de conversación cuando Reika terminó su tanda de espionaje. Sin entender como había hecho para sobrevivir a la presión de hablar y más tranquilo, seguía pensando en lo increíble que era lo que su compañera podía hacer.

«Imagínate las posibilidades de eso, poder espiar a quién sea, dónde sea...»

Volvió a la realidad para escuchar sobre una posible nota a la hija del hombre que los acompaño todo el rato. La cara de asombro era inevitable por su parte al mirar al señor Tomohiro y preguntándole con la mirada ¿por qué mierda no nos lo dijo antes?.

Y si eso era poco, a la desaparición del conserje le siguió un descubrimiento aún mayor.

Que la chica estaba enferma lo sabían... ¿no?

Eeeh...— titubeó el monje incrédulo de la situación— Claro que no, ¿Por qué no lo dijo antes? ¿Qué era lo que tenía?


RE: Un día para recordar - Reika - 31/03/2018

Aunque quiso, la kunoichi presto poca atención a la conversación previa, solo retenía algunos detalles pero no la conversación a todas luces, pues estaba concentrada en su técnica, pero las ultimas partes, en las que ya estaba disponible para escuchar atentamente oyó todo lo que el viejo decía. Acerca de ser ninja, quizá se hubiese perdido en el camino o fue asaltada por bandidos, quien sabe que le podría suceder a alguien sin instrucción suficiente.

Lo de su enfermedad le hizo pensar en un teoria «Al parecer era una chica bastante valiente, o temeraria, no habra querido ser una carga para los suyos y se fue del pueblo.....al menos es una probabilidad» se dijo a si misma.
-No recordaba que estuviese enferma, hace mucho tiempo no la vemos, ya sabe, nuestras ocupaciones- fue su coartada para ayudar a Karamaru, era algo sencillo y creible, eran ninjas...claramente sus vidas estaban ocupadas, ademas de sus vidas personales.


RE: Un día para recordar - Inuzuka Etsu - 31/03/2018

Tras la revelación tan esporádica del hombre, Karamaru no pudo ocultar su intriga ni un solo segundo. El cenobita rápidamete disparó la pregunta, preguntando de qué se trataba. Por otro lado, y no mucho mas lenta —aunque quizás algo desubicada— la chica se metió tanto en el papel, que hasta confundió las coartadas con la persona que literalmente los había plantado en el pueblo. La verdad, no hacía falta que lo hiciese así, o estaba muy metida en el papel, o bien estaba en otros asuntos...

Pues, verán... —el hombre hizo caso omiso a lo último —la pequeña estaba gravemente enferma, se estaba muriendo. Los doctores no sabían qué tenía, pero afectaba a todos sus órganos, y dijeron que no le quedaba mucho mas que unos años de vida. Al menos, eso es lo que dicen el resto de padres, la verdad es que no estoy muy seguro... pero si es cierto que mi hija vino a casa llorando mas de una vez porque la había visto toser sangre.

El hombre se encogió de hombros, como si ya le resultase hasta difícil diferenciar entre los rumores y lo que era verdad. En éstos días, y más en un pueblo —donde los rumores se hacen mas fuerte que en cualquier otro lado— era realmente difícil saber cuando era un bulo y cuando era cierto.

Puede que seamos un poco temerosos, pero los dichos, las costumbres, las supersticiones... todo eso forma parte de nuestro pueblo. No hay nadie que se atreva a ir a casa de la pequeña, y eso que todos conocemos donde vive. No sabemos si la pequeña a muerto, o simplemente está resfriada en casa...

A todo ésto, el conserje ya regresaba.

Bueno, aquí está esa carta que os comentaba. La he conservado lo mejor que he podido, por si algún día servía de algo.

Y sin demora alguna, se la entregó al chico de cabellera ausente. La carta estaba guardada en un sobre, que obviamente había sido abierto pues estaba rasgado en toda la parte superior. Era un sobre común, sin nada escrito por fuera y sin decoro alguno; lisa y blanca. El interior del sobre no era ni mas ni menos que una mera carta, un folio escrito con bolígrafo negro, con una caligrafía que aunque estaba carente del trazo adecuado, se denotaba claramente de la tipografía de una chica pequeña.




Para Ohiko.

Ohiko, Papá anda éstos días muy pesado. Quiero ir al colegio, estar en clase contigo, y poder jugar juntas. Pero Papá insiste en que debo cuidar mi salud, y tomar la medicación. Parece que quiere que me quede sin amigos. Pero tranquila, tengo fe en mi plan. En tres días, saltaré desde lo mas alto de la iglesia, y seré la mas popular. Todos querrán ser mi amigo. Pero tranquila, yo se que tu eres mi mejor amiga. Necesito que digas a todos que lo haré, que no me echaré atrás. Confío en ti, Ohiko.

Gracias por ser mi amiga.




RE: Un día para recordar - Karamaru - 1/04/2018

La cara de sorpresa e indignación no pudo hacer más que incrementar en el rostro del calvo al ver que no tan solo le habían ocultado sobre una enfermedad, si no sobre una enfermedad terminal y que la pobre muchacha tenía los días contados. Quiso contestar, pero saber que el pueblo no había hecho nada lo mataba por dentro.

«No me lo creo, ¿Qué mierda le pasa a esta gente?»

A su suerte llegó el conserje con la carta mencionada en la mente, y Karamaru fue su receptor. Mientras la leía en voz alta para que su compañera escuche, el calvo se daba cuenta que si el padre la tenía retenida era obvio que no la vieran en la escuela. Y si nadie iba a ver que pasaba nada se iban a enterar.

«Al menos reconforta saber que está con su padre.... si es se puede decir "está"...»

Gracias— respondió al conserje— Creo que eso es todo, ¿No?

Preguntaba a Reika para saber si le quedaba una pregunta por decir, debido a su ausencia durante la conversación. No había más que escarbar allí y parecía ser que el próximo tendría que ser ir de una vez por todas al pueblo para encontrar a la muchacha y a su padre.


RE: Un día para recordar - Reika - 2/04/2018

«Entonces...¿La tuvieron en su casa hasta que falleció?¿No hicieron nada por ayudarle?» eran los pensamientos que cruzaban por la cabeza de la kunoichi de cabellos dorados, entonces trajeron la carta escrita por la mano de la chica y dedicada a su amiga, probablemente la única persona que a la kunoichi le parecía que se preocupaba por ella...hasta cierto punto, porque también estaba al tanto de su probable acto temerario.

La rubia escuchó la lectura de la carta por parte de su compañero «Entonces su padre se preocupaba por su salud, pero quizá ignoraba el hecho de que su hija intentaría algo imprudente» fue la conjetura de Reika

-Si, con esto ya esta- respondió a Karamaru, no había mucho más que escarbar aquí, lo único que allí afuera todavía era de noche como para iniciar cualquier investigación de campo.


RE: Un día para recordar - Inuzuka Etsu - 7/04/2018

Karamaru, quien recibió la carta, la leyó en voz alzada para que su compañera así pudiese escuchar también el contenido de la misma. Tras hacerlo, y que ambos entendiesen parte del asunto que se había dado por obvio, el chico preguntó a Reika si ya estaba todo, así como agradeció al conserje su participación. La chica, conforme con la información obtenida, sentenció con conformidad. Todo estaba bien, al menos de momento.

El padre de Ohiko realizó una leve reverencia para el conserje —Muchas gracias por su tiempo.

No hay porqué darlas, Kato.

Con las mismas, el hombre buscó con la mirada a los chicos. Al parecer ya habían obtenido lo que venían buscando, información, quizás ya era hora de ir a casa. Se podría decir que llevaba todo el día de viaje, y no era una exageración. Lo que mas deseaba era volver a casa.

Bueno, ¿os parece si vamos a casa? —preguntó sin demora.

Por su parte, aguardaba a ver por qué se decidían, puesto que tendría que cerrar las puertas tras la salida del grupo.


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