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El camino a la Tormenta - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Amegakure (https://ninjaworld.es/foro-amegakure) +--- Foro: Calles de la Aldea (https://ninjaworld.es/foro-calles-de-la-aldea--68) +--- Tema: El camino a la Tormenta (/tema-el-camino-a-la-tormenta) |
RE: El camino a la Tormenta - Senju Hayato - 13/04/2022 Ante las palabras de Hayato, el Uzukage no pudo evitar burlarse con que él podía manipular los cinco elementos. Aunque terminó aceptando que llegar a manejar uno solo hasta la perfección no era tampoco mala idea. PERO... ¿Los cinco elementos? ¿en serio?. Muchos habían llegado a ser maestros de la academia manipulando tan solo 2, y otros llegaron a ser considerados unas leyendas por controlar 3, o incluso 4 elementos. Tener control sobre los cinco elementos... lo hacían un auténtico monstruo. No en el mal sentido, si no justo lo contrario. Ojalá nunca lo tuviese como oponente, pues enfrentar a alguien como Datsue debía ser como firmar los papeles de la eutanasia. Terminaron los bocadillos, así como parte del contenido de la botella, y con ello dieron por terminada la merienda. Tras ello, pusieron de nuevo pies en polvorosa, y continuaron con el interminable viaje. Un viaje que quizás hubiese sido más corto sin la puñetera decisión de que ningún jinchuuriki podía tocar ese país, la verdad. Pero bueno, al menos podían disfrutar de un largo viaje para charlar de todo. Casi al llegar, Datsue se deshizo por fin de ese estrafalario y peculiar disfraz. Eso si, la misma acción tuvo una repercusión digna: Acaparó todas las miradas. Nada más salir, con un frío digno de las más horripilantes películas de miedo, el Uchiha realizó una pequeña serie de sellos. Tras la combinación de sellos, nada pareció cambiar. Siete quedó un poco intrigado, a saber qué había hecho ahora... «Cagoenlaputa joder... que puto frío...» El Uzukage anunció entonces que faltarían como una o dos horas hasta Amegakure, así como también informó a Hayato que nunca había hecho el camino, y esperaba no perderse. Hayato se encogió de hombros, y no pudo evitar reírse. —Bueno, en caso de que nos perdamos siempre podemos gritar: ¡La lluvia es una mierda!. Seguro que aparece alguien de Ame... jajajaja. RE: El camino a la Tormenta - Uchiha Datsue - 13/04/2022 Datsue disimuló una sonrisa que se torció en sus labios ante el comentario de Hayato. —Suena a plan —dijo, en broma—. Aunque después tendríamos que elaborar otro para salir de allí vivos. Al final fue algo entre una y dos horas. Antes de llegar a su destino, sin embargo, fueron interceptados por un par de ninjas de Amegakure que les estaban aguardando, y que les escoltaron y guiaron hacia la Villa Oculta de la Lluvia. Dos Jōnins, una mujer y un hombre, de gesto serio y poco habladores. O quizá simplemente estuviesen cohibidos y lo escondiesen bajo una máscara de frialdad. Con los ninjas, nunca se sabía. Un lago inmenso, que bien podía confundirse con el mar, rodeaba una ciudad de grandes torres llenos de tuberías. Para acceder a ella se tenía que atravesar un puente con dos puestos de vigilancia —al principio y al final—. A mitad de camino, sobre el puente, Datsue se detuvo de forma inconsciente. Sus ojos: clavados en el lago. Sus puños: apretados. Su mandíbula: tensa. RE: El camino a la Tormenta - Senju Hayato - 13/04/2022 Datsue vio la apuesta, y la subió. Siete no pudo contener la risa. Era todo lo que podía desear en un líder, que tuviese buen sentido del humor. Caminaron y caminaron, y al cabo de casi hora y media de camino, llegaron a lo que parecía ser un inmenso lago en mitad de la nada. Un lago tan grande, que claramente podía confundirse con el mar, o con un océano. Un par de shinobis de Amegakure interceptaron al dúo de Uzujines, y fueron la escolta que recibieron hasta la entrada de la villa, por un un puente enorme que conducía a una ciudad de tuberías, edificios metálicos gigantes, y carteles de neón. «¡La hostia! Así que...¿ésto es Amegakure?» Nunca se hubiese podido imaginar que la urbe fuese de aquella manera, por más que hubiese escuchado comentarios. En comparación a cualquier otra ciudad, ésta destacaba muchísimo, ya fuese para bien o para mal. Eso quizás sería algo que podría ver por sí mismo, aunque en un solo día no puedes juzgar un sitio, ¿no?. Para cuando se quiso dar cuenta, Datsue andaba un poco más extraño de lo normal. Parecía tenso, o quizás angustiado por algo... Su mirada estaba clavada en el lago, y hasta tenía los puños cerrados. ¿Sucedía algo que Hayato no había visto? ¿había una emboscada o algo?. —Datsue... ¿sucede algo? —Preguntó en tono bajo, porque quizás era lo mejor. RE: El camino a la Tormenta - Uchiha Datsue - 13/04/2022 La voz de Hayato irrumpió en el trance de Datsue, sacándolo de la pesadilla en la que había caído con la brusquedad de un bofetón. —¿Cómo dices? De pronto, Hayato no vio a Datsue el Uzukage, el chico jovial y de mano izquierda que había conocido durante todo aquel tiempo. Sino a otra parte de él, escondida y olvidada. Una parte con cicatrices. Una parte más dura, irreflexiva, peligrosa. Eran los ojos de un ninja que había estado dispuesto a colorear aquel lago con el rojo de su Sharingan y las llamas de su estómago. Un ninja que había estado a punto de cometer una auténtica locura, una salvajada, sino hubiese sido frenado por otro ninja más peligroso y más salvaje si cabe. Que suerte había tenido Amegakure, de que se hubiese detenido en el Valle del Fin. Que suerte había tenido él mismo, de que Akame hubiese estado allí. —No… No, nada, perdona, Hayato. Estaba… recordando algo. »Solo recordando algo. RE: El camino a la Tormenta - Senju Hayato - 13/04/2022 Cuando Siete habló al Uchiha, éste pareció despertar de un trance, o de alguna especie de sueño. Casi no pareció comprender a lo que se refería el Senju con su pregunta, pero poco después aclaró que no era nada. Simplemente había estado recordando algo, algo que por lo que podía entender Hayato había sido realmente intenso, eso como mínimo. De lo contrario, algo trivial no habría sido capaz de apagar tanto al gran Uchiha Datsue, ¿no?. —Está bien. —Contestó, sin querer profundizar demasiado en el asunto. Por no decir que no quiso ni tocarlo. Había llegado la hora de la verdad, el momento de ver qué sucedía en esa tan peculiar reunión. Quizás era una mera reunión, normal y corriente, pero Siete sabía que debía tener mil ojos en el asunto. Después de todo, Datsue ya le había avisado de todos los contendientes peligrosos que habían perpetrado contra su vida. Paso a paso, terminarían la travesía del puente, y acabarían en el edificio más importante de Amegakure. |