(C) El albino y la rubia - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País de la Espiral (https://ninjaworld.es/foro-pais-de-la-espiral) +--- Foro: Bosque de la Hoja (https://ninjaworld.es/foro-bosque-de-la-hoja) +--- Tema: (C) El albino y la rubia (/tema-c-el-albino-y-la-rubia) |
RE: (C) El albino y la rubia - Koko - 16/01/2018 Lejos de aceptar la propuesta de la rubia, Riko optó por proponer otra cosa igual de válida aunque… ¿hasta qué punto era conveniente que ninguno durmiera? Además, en teoría el establo es un lugar seguro. —No creo conveniente eso, alguno tiene que estar descansado para mañana —respondió la pecosa. Si ninguno de los dos estaba en condiciones de vigilar el carromato en pleno viaje podría pasar algo bastante malo siendo que solo el viejo estaría en condiciones. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 16/01/2018 (Nada que añadir) P.D. Pero el tiempo va pasando... RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 16/01/2018 No había nada que hacer con aquella chica, se ofrecía a hacerla compañía para que no estuviera sola toda la noche y que pudiera descansar un poco y aún así se negaba. Un suspiro salió de su boca, no quería seguir allí perdiendo el tiempo, por lo que lo más sensato era aceptar la propuesta de la rubia e irse a dormir. — Está bien, si en algún momento quieres que cambiemos, despiértame, ¿vale? — Ofreció el peliblanco, con pocas esperanzas de que eso fuese a pasar. — Buenas noches Koko. — Se despidió el joven sonriente. Entró a la casa, camino al dormitorio, dispuesto a recuperar fuerzas para el día siguiente. RE: (C) El albino y la rubia - Koko - 17/01/2018 Luego de ganar aquel debate, el peli-blanco accedió a la propuesta de la rubia y se retiró sin más. La cuestión era que aunque quisiera pasarle la posta para vigilar el establo no podría hacerlo por desconocer completamente la ubicación exacta de la habitación, y del mismo modo que no sabía cómo llegar, tampoco sabía si le habían dejado un lugar especial para ella o debían de compartir. De igual manera, la Kageyama simplemente se ubicó en un lugar donde pudiera mirar fácilmente la ventana y también la puerta del establo. Con girar la cabeza en una dirección podía echar un vistazo a la ventana y girando en dirección opuesta la puerta. Así al menos no tendría que estar marchando constantemente de un lado a otro. Y así se tiraría toda la noche, bostezando y estirando una que otra vez cada tanto debido al inmenso aburrimiento de estar sola allí. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 17/01/2018 Cuando Riko volvió a la casa, los borrachos parecían haberse movido, uno de ellos estaba tirado por el suelo durmiendo a pierna suelta mientras el otro dormía sobre la mesa con un charco de saliva bajo él. Nada reseñable, vamos. Fue hasta su habitación abandonado a su compañera en el exterior y se quedó tan ancho, en el momento en que se tumbó se durmió. Horas después, se despertaría con un olor dulzón en la nariz que le despertó a él y a su estomago. Koko, por su parte, había estado toda la noche vigilando la ventana del establo. Los caballos de vez en cuando hacían algún sonido, como un relincho o un quejido, pero poco más escuchó durante toda su guardia. El Sol empezó a asomar mientras los sonidos de movimiento se hacían presentes dentro de la casa. Minutos después, un olor dulzón le llegó a la kunoichi. ¿Cuanto hacía que no comía nada? Demasiado. Sin embargo, tenía la voluntad suficiente para resistirse, por ahora. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 17/01/2018 Riko entró en la casa tratando de hacer el menor ruido posible para evitar despertar a los dos hombres que se habían quedado dormidos hacía un rato. Al mirar hacia donde se encontraban pudo ver que uno de ellos estaba tirado en el suelo mientras el otro se había acostado encima de la mesa. Negó con la cabeza y se dirigió a la habitación. En cuanto entró procedió a quitarse la ropa que llevaba, para no arrugarla durmiendo y se metió en la cama, cayendo dormido prácticamente en el instante, había sido un duro día de viaje y estaba bastante cansado. En un momento dado del sueño, la nariz del peliblanco captó un olor bastante atractivo, que le hizo despertar y, casi al instante, estar activo al máximo, tenía hambre y era momento de desayunar. Se levantó, se vistió y se dirigió a la sala en la que había dejado por la noche a los dos hombres borrachos dormidos. — ¡Buenos días! ¡Qué bien huele! — Exclamó el Senju una vez abajo y rápidamente se dirigió fuera, esperando encontrar allí a Koko que, tal y como había supuesto, no había ido a despertarle para hacer el cambio. — ¿Qué tal Koko? RE: (C) El albino y la rubia - Koko - 19/01/2018 Absolutamente nada ocurrió durante aquella noche, nadie pasó, nada explotó, las puertas permanecieron cerradas de principio a fin y ni siquiera los caballos se vieron alertados de ninguna manera. La ventana por otra parte había permanecido abierta toda la noche pero tampoco pasó nada por allí. En palabras sencillas, la rubia se había pasado la noche en vela de gusto, porque al final de todo no pasó nada. «¿Estaré exagerando? »se planteó, dándose un masaje en el cuello con una mano, la otra la tenía sobre su regazo. En eso, un dulce y bastante suculento aroma llegó a la kunoichi quien estaba padeciendo por no haber ingerido absolutamente nada desde la noche anterior. Pero por suerte Riko llegó al rescate, aunque saludando de una forma bastante más alegre de lo necesaria. —Aburrido, no pasó nada de nada —dijo de mal humor. Se le veían las ojeras muy claramente—. ¿A ti no te ha caído mal la comida ni nada? —preguntó en lo que se levantaba algo torpe mientras su estómago aprovechaba el momento para gruñir. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 20/01/2018 Al entrar en el salón verían varios platos de tortitas repartidos por toda la mesa, con una generosa cantidad de miel. Obviamente había uno para Koko. Poco despues de que los shinobis entrasen apareció la mujer de la casa con algunos cubiertos que se puso a repartir por la mesa mientras saludaba a los recien llegados. — ¡Buenos días! Vaya, que ninjas más diligentes que madrugan sin que les tengan que arrastrar fuera de la cama, no como el resto de la casa. Sentaos, chicos, que yo voy a buscar a los "adultos" Tras depositar todos los cubiertos desapareció por la puerta que llevaba a los dormitorios de la planta baja. No había ni rastro de los borrachos, así que en algún momento de la noche habían conseguido moverse hasta sus aposentos, fuesen los que fuesen. Ahí estaban Riko y Koko, solos con sus platos que olían divinamente y su compañía mutua. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 25/01/2018 —Aburrido, no pasó nada de nada. ¿A ti no te ha caído mal la comida ni nada? — Riko en ese momento sintió algo de pena por la muchacha, que no había comido nada desde el día anterior y que había preferido quedarse a vigilar el establo bajo una sospecha que, finalmente, había parecido ser infundada. — Bueno, mejor eso a que hubieran aparecido unos ladrones o cualquier cosa así, ¿no? — Alegó el peliblanco, tratando de animar un poco a la joven. — No, la verdad que no me ha sentado mal. Entonces los dos genin entraron a la casa, donde la mujer ya había colocado el desayuno, unas tortitas con miel que tenían una pinta espectacular. — ¡Buenos días! Vaya, que ninjas más diligentes que madrugan sin que les tengan que arrastrar fuera de la cama, no como el resto de la casa. Sentaos, chicos, que yo voy a buscar a los "adultos" El Senju sonrió, suponía que los dos hombres estarían completamente dormidos después lo que pasó la noche anterior y que no iba a ser tarea fácil despertarlos. — ¡Buenos días! ¡Esto tiene una pinta espectacular! — Exclamó el joven, sentándose en una silla junto a la mesa con un plato enfrente y esperando que, esta vez sí, Koko hiciera lo propio y se sentara para comer algo. — Come algo, y si a lo largo del día tienes hambre avísame, que ya te dije ayer que tengo comida de sobra sellada. — Diría amablemente una vez los dos se quedaron solos en la sala. RE: (C) El albino y la rubia - Koko - 26/01/2018 —Bien —fue lo único que se atrevió a responder al peli-blanco, en relación a la comida. Simplemente se dirigiría a la vivienda junto con su compañero. La mujer les saludó con la misma alegría de antes y, en teoría, el desayuno ya estaba listo. Lo primero que vio Koko sobre la mesa la dejó hipnotizada, no solo por ser comida y ella estarse hambrienta, se trataba de dulces, una de las mayores debilidades de la pecosa que por una vez en todo el viaje se había olvidado completamente de que estaban en medio de una misión. —Buen día —respondió apenas, con mirada algo perdida. Ignoró completamente que la mujer se retiró de la escena y se dirigió a la mesa. Tomó asiento al lado de su compañero y por un momento le miró, afirmó con un gesto rápido de su cabeza y volvió su mirada al plato que tenía delante. Se le hacía agua la boca, pero le parecía de muy mala educación ponerse a comer en ese preciso instante que no estaban los dueños de la casa ni tampoco aquel para el que estaban trabajando así que simplemente guardó silencio con la vista en las tortitas, y luchando por evitar que se le caiga la baba literalmente. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 26/01/2018 No tuvieron que esperar mucho para ver entrar en el salón a los dos hombres con peor cara que la propia Koko y aún a medio vestir. — Buenos días, siento lo de anoche, aunque no recuerdo muy bien si hicimos algo seguro que no fue muy digno de ver. — Pero no te disculpes, son cosas de la edad, además, teniendo a shinobis protegiendo la casa no teníamos nada que perder. El dueño de la casa le dio una palmada a su cliente antes de acabar de abotonarse la camisa y sentarse a degustar la comida, sin esperar a nadie. Por maleducado o porque la casa era suya, en cualquier caso, el barbudo no tardó en seguir a su compañero. Poco después volvió la mujer y se sentó suspirando. — Pues tu hijo se las comerá frías, porque no hay manera de despertarle. — Dejalo, con que ayude en las horas de más trabajo, ahora solo hay que despedir a Shin y mirar que sus caballos no hayan liado ningún estropicio. Cuando todos hubiesen acabado, Shin Fu se levantaría dispuesto a marcharse, asegurandose que sus escoltas estuviesen preparados también. Tras unos minutos de preparar el carro y los caballos ya estarían a punto para irse, si es que ninguno de sus dos shinobis protectores tenía nada que objetar. — Lo mejor será que cuando atravesemos bosque nos subamos todos en el carro y aligeremos el paso, así llegaremos a Minori al anochecer más o menos y no tendremos que acampar en pleno bosque. Les informó el aún un poco letárgico conductor una vez se montó en el carromato, esperando, como siempre, que uno de los ninjas se subiese de copiloto. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 26/01/2018 No tardaron en estar acompañados en el lugar, los dos hombres bajaron con una cara completamente desencajada, muestra de que la noche anterior se habían pasado con la bebida y de que no habían dormido del todo bien y una sonrisa apareció en el rostro del peliblanco. — Buenos días, siento lo de anoche, aunque no recuerdo muy bien si hicimos algo seguro que no fue muy digno de ver. Riko hizo un aspaviento con la mano, quitándole importancia al asunto, al igual que hizo el dueño dela casa con sus palabras, no tenían por qué justificarse. Rápidamente el hombre se sentó y empezó a devorar las tortitas sin esperar a nadie y, ante esto, el Senju también comenzó a comer de su plato con calma, saboreando aquel delicioso manjar que les habían preparado. Cuando terminaron todos, se levantó, recogió su plato y sus cubiertos y siguió a Shin-Fu una vez estuvo preparado del todo. — Lo mejor será que cuando atravesemos bosque nos subamos todos en el carro y aligeremos el paso, así llegaremos a Minori al anochecer más o menos y no tendremos que acampar en pleno bosque. Riko asintió enérgico, después de haber cargado las pilas estaba dispuesto a comenzar el viaje de la mejor manera posible, por lo que esta vez hizo un gesto con la mano invitando a Koko a subirse al carro de copiloto mientras él caminaría a su lado. — Te toca. — Agregaría al gesto de la mano con una sonrisa. RE: (C) El albino y la rubia - Koko - 29/01/2018 Los hombres llegaron, no esperaron a nada ni a nadie y comenzaron a comer, a lo que Koko prácticamente respondió de la misma manera no sin antes agradecer por la comida para luego llenarse el estómago con aquellas tortitas, incluso se planteó el repetir pero le pareció demasiado porque el plato ya de por sí había sido generoso. Pero aquello jamás salió de un pensamiento espontáneo. Luego de la comida, tras un par de indicaciones del cliente ya todos estaban listos para retomar el viaje y cuando Koko estuvo más que dispuesta a continuar el viaje desde atrás del carromato, siguiéndolo a pie como había hecho antes pero Riko le ganó de mano y le cedió el lugar del co-piloto… …cosa que tenía que agradecer porque se había tirado la noche anterior en vela y no sabía si soportaría el ritmo otra vez. —Gracias, si quieres cambiar en algún momento avísame —dijo algo aliviada y claramente agradecida antes de tomar asiento al lado de Shin Fu. Aunque haría lo posible por mantenerse atenta a los alrededores, no era como si fuera a tirarse a dormir allí mismo. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 30/01/2018 Pasó apenas una hora antes de que la cantidad de bosques fuese suficientemente densa como para llamarlo bosque. Habían salido al amanecer, con el Sol de frente, con lo cual Koko había conseguido mantenerse despierta sin mucho problema, era difícil dormirse con una esfera llameante dándole en toda la cara. Sin embargo, ahora la densidad de arboles aumentaba drasticamente, con lo cual, Fu paró el carromato tal y como les había dicho que haría para que se montasen todos. — Lo mejor será montarnos los tres, ¿cómo queréis hacerlo? El banco donde estaban entonces sentados Koko y él estaba pensado para que solo estuviera una persona, cabían dos, pero tres iban a tener que estar apretados, dos de ellos con medio culo fuera, por lo menos. Habían formas de ponerse ahí los tres, sentándose uno encima de otro o con otros trucos menos civiles y más ninjasticos. También estaba la parte de detrás del carromato, donde las mercancías dejaban un hueco donde cabía una persona sentaba e incluso tumbada. Cabe decir, que éstas seguían bien tapadas y atadas, haciendo casi imposible sacarlas o cotillear de alguna forma sin hacer ruido o cortar las cuerdas. Shin Fu había decidido dejar la distribución a cargo de los shinobis, que tendrían que llegar a una decisión. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 30/01/2018 El peliblanco se limitó a seguir el paso que marcaban los caballos para no quedarse atrás y sus piernas comenzaban a notar el cansancio cuando la voz de Shin-Fu llegó a sus oídos en forma de salvación. — Lo mejor será montarnos los tres, ¿cómo queréis hacerlo? Riko meditó durante unos segundos para tratar de pensar la mejor solución, aunque para él estaba clara, prefería pensarlo. — Creo que lo mejor sería que yo me suba a la parte de atrás, así puedo vigilar todo bien. — Propondría el Senju, esperando la aprobación tanto de su cliente como de Koko, que aguantaba sin dormirse en la parte de delante a pesar de no haber dormido nada en toda la noche. |