(C) El albino y la rubia - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País de la Espiral (https://ninjaworld.es/foro-pais-de-la-espiral) +--- Foro: Bosque de la Hoja (https://ninjaworld.es/foro-bosque-de-la-hoja) +--- Tema: (C) El albino y la rubia (/tema-c-el-albino-y-la-rubia) |
RE: (C) El albino y la rubia - Koko - 31/01/2018 La ventaja de tener el sol dándote en toda la cara era que ayudaba bastante a mantenerte despierto, especialmente si habías estado toda la noche sin pegar un ojo como lo había hecho Koko. De todas maneras, hubiese preferido dormir a tener algo cegándola de forma constante. Pasó un buen rato hasta que el carromato se frenó sobresaltando a la pecosa, que se había quedado algo distraída y en consecuencia casi se va de cara al piso. Por suerte logró estabilizarse antes de hacer el ridículo. Según lo que se hablaba, tenían que subir los tres y la única manera que se le ocurrió a la rubia era aupando al peli-blanco, después de todo parecía ser más ligero que ella y no estaba nada segura de que el chico fuese a soportarla a ella durante el resto del viaje. Pero antes de que pudiera decir nada, Riko se adelantó, afirmando que lo mejor sería que se fuera a la parte de atrás del carromato, una buena oportunidad para comprobar que la mercancía no tenía nada ilegal dentro… Aunque no iba a decir nada, al menos no en voz alta así que el chico tendría que sacar sus propias conclusiones y hacer lo que se le antoje. Ella simplemente asintió, dándole vía libre a hacer aquello que había dicho. —Está bien, cualquier cosa me avisas —dijo la Kageyama. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 2/02/2018 Los ninjas no tardaron nada en ponerse de acuerdo y subirse al carro como les correspondía. Con un leve asentimiento y un movimiento de brazos, Fu volvió a poner en marcha el carromato. El aire fresco del bosque y la sombra proporcionada por los arboles que cubrían ambos lados del camino hicieron que el paseo fuese bastante más agradable que el paisaje desolador ofrecido por la Planicie del Silencio el día anterior. Los parpados de Koko parecían estar en contra del resto de su cuerpo, a pesar de sus esfuerzos por mantenerse despierta y atenta, lo segundo le había parecido imposible, por suerte, no se pudo dormir gracias al traqueteo constante del carromato. Riko, vigilante desde la retaguardia, vería y oiría cosas, hierbas moverse, pájaros alzando el vuelo y otros sonidos típicos del bosque. Nada demasiado fuera de lo normal como para detener la marcha. Todo parecía ir sobre ruedas cuando, justo cuando podían empezar a plantearse la idea de parar a comer, se escuchó un enorme estruendo que reconocerían fácilmente como un árbol cayendo. Shin Fu bajó el ritmo de los caballos de inmediato, sobretodo por la posibilidad de que se asustaran por el ruido, pero los animales parecían estar tan anchos. Tras unos segundos a ritmo lento, localizarían a unos cuantos metros siguiendo el camino el tronco caído, que cortaba perfectamente la senda. Su cliente frenó del todo a los caballos estando aún a mucha distancia del tronco. Un día normal podría haberse acercado a ver si podía bordearlo, pero sabiendo que estaba bajo peligro... — Creo que son ellos. Eso fue todo lo que dijo, ni se giró a mirarles, tenía la atención centraba totalmente en el obstáculo recién descubierto. A los lados del camino se alzaban multitud de hierbas y arbustos que se extendían por todo el bosque, un par de metros más atrás empezaban a aparecer los arboles, altos e imponentes y perfectos para esconderse detrás de su ancho tronco. Las copas de dichos arboles eran extrañamente redondeadas pero eso no era más que un capricho de la naturaleza o tal vez un rasgo de esos arboles, nada que pudiese hacer el hombre. Sin embargo, no había signo alguno de ninguna presencia, por lo menos cerca de donde estaban ellos. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 5/02/2018 En aquella ocasión se pusieron de acuerdo a la primera, por lo que no tuvieron apenas que pararse, ya que rápidamente Riko ocupó su lugar en la zona trasera del carromato mientras que el cliente y Koko se mantuvieron donde estaban. Desde su nueva posición el peliblanco se limitó a vigilar todos los flancos que le eran posibles y, para su tranquilidad no pasó nada que les pudiera alarmar, salvo un par de veces que echó mano a su portaobjetos por culpa de unas hierbas moviéndose que resultaron ser animales salvajes. El tiempo seguía avanzando y la hora de comer se acercaba, por lo que el Senju suponía que no les quedaría demasiado tiempo para para a comer pero, en ese justo instante, un ruido rompió el silencio con el que venían desde hace un rato. — ¿Se ha caído un árbol? — Preguntaría extrañado. Shin-Fu aminoró la marcha como medida de precaución y la mantuvo así hasta que se toparon con el tronco que se acababa de caer, cortando de manera sospechosa el camino que tenían que recorrer. — Creo que son ellos. Riko miró al cliente, el cogote del cliente al menos, y de un salto se colocó a su altura. — ¿Cómo que ellos? ¿Quiénes son ellos? — Preguntaría algo alarmado. El peliblanco miraba a todos lados pero era imposible ver a nadie si no quería ser visto, estaban en un lugar idóneo para una emboscada. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 8/02/2018 — ¿Cómo que ellos? ¿Quiénes son ellos? — ¿Cómo que quien son ellos? ¡Los bandidos, Riko! ¡Los bandidos! El hombre parecía claramente alterado. Algo normal teniendo en cuenta que toda su mercancía, su dinero y su forma de ganarse la vida estaba en riesgo. Se levantó, solo para darse cuenta de que Koko estaba inconsciente y apoyada en él. Estaba tan pendiente de toda esa situación que apenas de había dado cuenta de que la muchacha estaba apoyada en él desde hacia rato ya. — ¡Koko! ¡Koko! La zarandeó pero la joven no daba ningún signo de estar consciente ni de ir a recuperarse en un momento cercano. Entre maldiciones, Fu se dirigió a la parte de atrás del carromato con Koko en brazos, la dejó con poca delicadeza y sacó algo de sus bien aseguradas mercancías. Unos segundos más tarde, volvería con Riko blandiendo un bate de madera que podría identificar como un radio de las ruedas del carromato, pero como añadido tenía varios clavos de hierro sobresaliendo en todas direcciones. — Tu compañera está completamente fuera. ¿Qué mierda de entrenamiento os dan en vuestra villa? ¡Si acabamos de levantarnos y ni siquiera a dado dos pasos! ¡Joder! El hombre estaba claramente nervioso, blandía el bate con clavos sin tener ni idea de qué hacer a continuación. Lo único que Riko sabía, era que el ponerse nervioso había arrasado con todos sus modales y ahora maldecía más que un amenio en el desierto del País del Viento. — Bueno, ¿qué? RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 8/02/2018 — ¿Cómo que quien son ellos? ¡Los bandidos, Riko! ¡Los bandidos! El hombre se notaba claramente alterado, había hablado como si conociera a aquellos supuestos bandidos, pero no, simplemente parecían ser eso, bandidos, aunque no sabía cuántos podían ser. Ahora tenía que halar con Koko, tenían que idear un plan de defensa del cliente y del carromato, por lo que miró hacia donde se encontraba la rubia. — ¡Koko! ¡Koko! La voz del hombre alertó al peliblanco de la situación, se había quedado inconsciente y parecía que no iba a despertar por el momento, ahora mismo estaba solo. «Joder, joder, joder, ¿qué cojones hago ahora?» Mientras el Senju se debatía entre todas las opciones que se le ocurrían, Shin-Fu cargó con Koko hasta la zona trasera del carro, donde la arrojó y de donde se hizo con un bate de madera con clavos en la punta, con una pinta bastante amenazadora para ser sincero. — Tu compañera está completamente fuera. ¿Qué mierda de entrenamiento os dan en vuestra villa? ¡Si acabamos de levantarnos y ni siquiera a dado dos pasos! ¡Joder! El cliente tenía motivos para no estar contento, todo por aquella obsesión que le había dado a Koko la noche anterior y que la había tenido despierta todo el rato. — Vale, estando aquí parados somos un blanco sencillo, lo primordial sería retroceder un poco, no podemos pasar por este camino, ¿se puede pasar por algún otro lugar? — Preguntaría esperanzado mientras instaba al hombre a volver al carro para iniciar la marcha. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 9/02/2018 — Vale, estando aquí parados somos un blanco sencillo, lo primordial sería retroceder un poco, no podemos pasar por este camino, ¿se puede pasar por algún otro lugar? — Solo haría falta una simple valoración a grandes rasgos del camino, del carromato y de la física que envuelve el movimiento de los caballos para darse cuenta de que dar la vuelta iba a ser complicado. Los animales podían recular, sí, pero a unas velocidades irrisorias, si intentaban ir a esa velocidad hasta encontrar otro sendero... — Imposible, del todo, recular hasta encontrar otro camino transitable nos llevaría horas y dar la vuelta a todo el carromato montaría un alboroto de tres pares, contando que los caballos cooperen. ¿No tienes nada de Nonjitsu de ese para arreglar todo esto? La idea de Fu sobre el Ninjutsu estaba distorsionada hasta puntos que el shinobi solo podía imaginar, pensando que tenía algún tipo de poder mágico que podía modificar la realidad a su gusto solo con desearlo. El silencio del bosque empezaba a ser inquietante. Aunque reculasen, el árbol caído atestiguaba que les habían visto y estaban al acecho. Un despiste, un movimiento en falso... y los tendrían encima. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 9/02/2018 — Imposible, del todo, recular hasta encontrar otro camino transitable nos llevaría horas y dar la vuelta a todo el carromato montaría un alboroto de tres pares, contando que los caballos cooperen. ¿No tienes nada de Nonjitsu de ese para arreglar todo esto? La situación era sin lugar a dudas muy tensa, no podían moverse, ni avanzar ni retroceder por lo que la única opción que tenían era mover aquel tronco pero... ¿cómo? Fu esperaba que al contar con shinobis aquello fuera lo más normal del mundo pero el caso era que era algo complicado, pero una idea rondaba la cabeza del peliblanco. — Necesito unos segundos para lo que tengo pensado, intenta vigilar y protegerme ya que no podré hacer mucho en ese tiempo, por si acaso, vale? Y tras estas palabras se aproximó al tronco, realizó una serie de sellos y al llegar al del Carnero, lo mantuvo esos segundos que le había pedido al cliente, tras los cuales el árbol se transformó en una masa deforme que se dirigía a velocidad moderada hacia el pecho del shinobi, de tal forma que en unos segundos más el tronco habría desaparecido y una marca de un árbol apareció en el pecho del joven, aunque no se veía a causa de la ropa. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 9/02/2018 — Necesito unos segundos para lo que tengo pensado, intenta vigilar y protegerme ya que no podré hacer mucho en ese tiempo, por si acaso, vale? Shin Fu asintió silenciosamente. Era la hora de pasar a la acción. _________________________________________________________________ — Nos han descubierto, están hablando de algo. El shinobi parece más perdido que uno de la Ribera Sur en un concurso de inteligencia. — Haz el puto favor de ahorrarte esos comentarios y ponte serio. Un bandido bastante delgaducho comentaba la jugada desde la copa de uno de los arboles, oculto a la perfección entre sus ramas. Mientras, una mujer y otro hombre, éste más musculado que su compañero, aguardaban desde las hierbas de debajo del árbol. — ¿Y la kunoichi? — Está grogui en la parte de atrás del carromato. Se hizo un breve silencio mientras los tres intentaban visualizar su objetivo sin hacer ruidos innecesarios ni ser vistos. — ¡Esperad! Están viniendo. — ¿Vienen a ver qué ha pasado? — ¡Una polla! Han parado el carro y despues de cinco minutos de chachara vienen andando ¡y con un palo con clavos! — Ya están casi en el tronco caído. — Podría ser una trampa, la kunoichi sigue en el carromato. — ¡ES! una trampa. ¿Qué hacemos? — Vamos a por ellos y después saqueamos a gusto, como siempre. — Chicos, ha absorbido el tronco. Los dos saltaron de inmediato de su escondite, posicionándose justo entre Riko y Fu y el carromato. Obviamente, consternados por lo que el shinobi acababa de hacer. — ¿Qué cojones? — Shin Fu, veo que traes refuerzos, perro cobarde. De nada os servirá haber quitado el tronco, si no podéis recuperar el carro. Danos la mitad de lo que lleves y nos iremos y santas pascuas. El hombre, tapado de pies a cabeza con una capa de un verde oscuro perfecto para camuflarse, desenvainó una espada que de afilada tenía poco, estaba claramente usada y su hoja más que cortar tenía toda la pinta de arrancar de forma muy desagradable y muy impráctica. Su tez era oscura, ojos marrones y melena negra, así como una barba de tres días que le daba un aspecto duro, acompañado por su constitución robusta. Su mirada y sus palabras reflejaban una seriedad sobria. Por detrás suyo, una mujer de pelo negro seguía con su mirada azulada clavada en Riko como si acabase de ver un alien. Llevaba la misma capa que el hombre, aunque ella desenvainó un arma muy diferente, en sus manos se podían distinguir varios cuchillos arrojadizos de estilo mucho más sencillo que el kunai. Eran planos y pequeños, como si hubiesen aplastado un senbon. — ¿Y bien, shinobi-san? La distancia entre ellos y el carromato era de unos siete metros, y los bandidos estaban a unos tres metros de Fu y Riko. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 9/02/2018 Riko consiguió llevar a cabo su plan, el tronco había sido sellado con éxito y ahora nada bloqueaba el camino, nada excepto las dos personas que se situaban ahora entre ellos y el carromato con la mercancía del comerciante. Ellos eran el motivo por el que Fu había pedido la ayuda de Uzushiogakure, y ahora era el momento de desempeñar su función. — Shin Fu, veo que traes refuerzos, perro cobarde. De nada os servirá haber quitado el tronco, si no podéis recuperar el carro. Danos la mitad de lo que lleves y nos iremos y santas pascuas. El peliblanco trató de analizar la situación lo mejor posible, ahora estaba seguro de que aquello lo habían provocado unos bandidos, y por tanto no sabía si solo se trataban de esos dos que tenía delante o si por el contrario había más, por lo que toda precaución era poca. — ¿Y bien, shinobi-san? El Senju se mordió el labio de manera que no le pudieran ver, estaba sopesando todas las posibilidades que tenía y si podía salir de allí sin pelear con nadie y sin perder nada de la mercancía de Fu-san lo haría sin dudarlo. — No tenemos por qué llegar a las manos, podéis dejarnos ir tranquilamente y aquí no ha pasado nada, no os perseguiremos y os dejaremos en paz, pero vosotros haréis lo mismo, ¿qué os parece? — Y viendo como se habían quedado al ver que absorbía el tronco, decidió hacer otra pequeña muestra, por lo que hizo un sello y a su lado surgió una masa de agua que fue tomando forma hasta ser idéntico a él. RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 10/02/2018 — No tenemos por qué llegar a las manos, podéis dejarnos ir tranquilamente y aquí no ha pasado nada, no os perseguiremos y os dejaremos en paz, pero vosotros haréis lo mismo, ¿qué os parece? Las palabras de Riko y sus acciones iban en direcciones diametralmente opuestas. Los bandidos podrían ser pocos y algo estúpidos, igual no entendían el Ninjutsu, pero tampoco les hacía ninguna falta para saber que si el shinobi hacía un sello con sus manos era porque iban a ocurrir cosas malas. — Tú lo has querido. Y con esa oración cliché, repetida por toda la eternidad, en todos los multiversos, por todos los malos que han existido, la katana del bandido se dirigió al Riko real. Por suerte, ahí estaba Shin Fu, su cliente, para detenerla con su palo. La hoja se hundió en la madera hasta la mitad del grosor. A diferencia de él, la mujer se preocupó más del Riko falso, lanzándole varios cuchillos arrojadizos que acabarían con su efímera vida si no espabilaba. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 12/02/2018 Al parecer los movimientos del Senju no hicieron más que cabrear a los bandidos que, al ver como hacia un sello y a su lado un clon aparecía de la nada, se lanzaron al ataque sin pensar demasiado y bastante rápido. El hombre se dirigió directo a por el Riko real que, a pesar de tener tiempo para reaccionar fue defendido por Shin-Fu, que paró el golpe de la katana con su bate de madera. Aprovechando el momento en el que la espada del bandido quedó atrapada en el palo de madera de su cliente, el peliblanco lanzó rápidamente un kunai a la altura del pecho del maleante, esperando que no le diera tiempo a reaccionar y le impactara de lleno. Por su lado, la mujer le lanzó unos cuchillos arrojadizos al clon que, lo más rápido que pudo se movió hacia su derecha, alejándose del real y aguardando antes de lanzarse al ataque. PV: 150/150 CK: 165/180 + 5 –1 AO –RE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 14/02/2018 El clon de Riko esquivó por los pelos los cuchillos arrojadizos, alejándose del original. El verdadero Riko juzgó mal la situación. Aunque la katana se hubiese visto parada por el bate de madera de Fu, la fuerza entre los portadores de armas era más que obvia, el bandido no tardó nada en conseguir que Fu soltase el palo. La hoja de acero cayó al mismo tiempo que el shinobi lanzaba el kunai, cortando el hombro izquierdo de Riko y hundiéndose unos pocos milímetros en su carne. Obviamente, en esa encrucijada, el hombre poco pudo hacer por esquivar el kunai. Hizo amago de tirar de la espada, lo cual hubiera provocado un desangramiento brutal en el shinobi, pero la penetración del otro acero en su pecho le hizo detenerse un momento. Su compañera no se limitaría a mirar ni al combate a distancia. Se acercaría en carrera a Shin Fu y lo alejaría de una patada, tras lo cual lanzaría otros dos cuchillos al clon de Riko. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 21/02/2018 Las acciones sucedían rápido y el combate se había dividido en dos, por una parte el Riko verdadero y Fu-san contra el bandido que blandía la espada y por la otra, el clon contra la mujer de los cuchillos arrojadizos. En un primer momento el peliblanco había juzgado mal la fuerza del hombre y ésto fue un fallo enorme pues cuando se dio cuenta, no pudo reaccionar antes de que la espada del bandido se hundiera en su carne, provocándole un fuerte dolor en el hombro izquierdo. Por suerte, fue capaz de lanzar su kunai y éste impactó de lleno en el pecho del maleante. Éste fue el momento que Riko aprovechó para, con su mano derecha sacar otro kunai más, con el que golpearía la espada alejándola de su carne y tratando de evitar cualquier daño mayor. Por su parte, la mujer se dispuso a correr a toda velocidad en dirección a Fu-san, pero el clon no iba a ponerlo tan fácil e hizo una serie de sellos y de su boca salió un chorro de agua a presión de apenas unos centímetros de grosor viajó a toda velocidad en la dirección que seguía la mujer, tratando de impactarla antes de que llegara al cliente. PV: 135/150 - 15 –CK: 129/180 - 36 –1 AO revelada – Riko había dado 36 CK al clonRE: (C) El albino y la rubia - Sarutobi Hanabi - 24/02/2018 La mujer, que estaba bien atenta a los movimientos manuales de Riko y su clon, se alertó al ver que el clon empezaba a hacer sellos, lanzandole un cuchillo de inmediato. Sin embargo, el tiempo invertido en ese ataque le había imposibilitado esquivar el chorro de agua a presión que se la llevó por delante hasta encontrar un tronco de árbol. Tras chocar contra el árbol cayó hasta topar con el suelo y no volvió a levantarse. Aunque para entonces, el falso Riko se había desvanecido dejando atrás solo un charco por el cuchillo que lo había atravesado. La atención del bandido se vio comprometida por aquel brutal ataque del clon, por ese fallo, Riko había conseguido liberar su carne de la espada, a pesar de tener menos fuerza que él. Una vez volvió a centrar su visión en Riko, agarró el kunai que tenía clavado y se lo sacó sin inmutarse, acto seguido se lanzaría a por el shinobi, decidido a no darle tregua para hacer más jutsus. Con un kunai en una mano y la katana en la otra se abalanzó sobre Riko cortando con la espada que tenía más rango y esperando para contrarrestar sus ataques con el kunai. Shin Fu, desprovisto de su arma, había iniciado una retirada hacía su carromato sin avisar a nadie, porque avisar a Riko significaba avisar al bandido también. El peliblanco lo ve, pero el bandido está de espaldas y no se entera de nada. RE: (C) El albino y la rubia - Riko - 26/02/2018 El golpe del clon había sido todo un éxito, había impactado de lleno en la mujer dejándola fuera de combate en un principio, por lo que ahora solo tenían que centrarse en el hombre, la parte mala de aquello era que el clon de Riko también había sido derrotado y ahora había un charco de agua donde debería estar él. El peliblanco se irguió, con la mano en la herida del hombro, apretando con fuerza tratando de que no sangrara demasiado, aunque no iba a ayudar mucho. Para su sorpresa, el bandido parecía tener una gran resistencia, pues se sacó el kunai del pecho sin inmutarse apenas y ahora, con un arma nueva se lanzó a por él empuñando su katana en una mano y el kunai en la otra. «¡Mierda!» Mientras echaba mano a su portaobjetos, la otra mano hizo dos sellos rápidamente y de la boca del peliblanco salió un líquido viscoso que buscaba atrapar los pies del maleante dejándole inmovilizado en el sitio. PV: 135/150 CK: 111/180 - 18 – |