(II) La Prisión del Yermo - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Viento (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-viento) +--- Foro: Desierto del País del Viento (https://ninjaworld.es/foro-desierto-del-pais-del-viento) +--- Tema: (II) La Prisión del Yermo (/tema-ii-la-prision-del-yermo) |
RE: (II) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 12/07/2019 Kaido halló varias cosas en el portaobjetos de Muñeca: una píldora de soldado básica; dos kunais; cinco shurikens; un hilo shinobi; un sello explosivo de rango B; un paquete de 5 senbon; y una fotografía doblada por la mitad. Cuando alcanzó al fin la superficie, el humo invadió sus pulmones. El agua sobre la que nadaba estaba llena de destellos rojos, naranjas y crepusculares. El vivo reflejo del fuego que invadía parte de las escaleras que ascendían al primer piso. Casi como un susurro lejano, un quejido de dolor llegó hasta sus oídos. Seguido de otro, más lastimero. Y otro más… Y… Y el fuego invadió también el cuerpo de Muñeca. Había sobrevivido, inexplicablemente, al tiro en la cabeza. Su cerebro estaba en coma, pero su cuerpo se había negado a morir… hasta ahora. Un repentino dolor taladró el brazo derecho de Kaido, allí donde había recibido el Ryū no Senrei. Un dolor que vino acompañado de breves retazos. De imágenes. De sonidos. De sensaciones. De barrotes sobre las ventanas y sonrisas que no incluían los ojos. De restallidos y sollozos. De algo que se rompía en su interior para siempre. De… De un hombre del tamaño de una montaña y piel oscura, que la sacaba de allí. El padre que nunca tuvo. De un joven apenas tres años mayor que ella, de piel azul y una sonrisa afilada, peligrosa y amenazante. Pero una sonrisa que sí incluía sus ojos. Una sonrisa en la que se podía confiar. La sonrisa de un amigo. Era todo demasiado borroso y confuso como para saber qué era mucho de aquello, pero Kaido lo comprendió. La comprendió. Comprendió que Muñeca había sufrido en su infancia. Tanto, que su mente todavía se afanaba en emborronar aquellos recuerdos. De enterrarlos bajo las profundidades de un pozo y hacer como si nunca hubiesen existido. Y también, que había encontrado algo por lo que tener esperanza. Esperanza de algún día… ser feliz. —No… —El cuerpo de Muñeca se levantó por última vez. La piel le caía como cera derretida. Gritaba, pero no era suya la voz—. ¡No! ¡¡¡NOOOOOOOOOOO!!! Kaido oyó el rugido de Ryū en sus oídos y, también, directamente en sus sesos. —¿¡Quién!? ¡¿Quiéeeen!? RE: (II) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 30/07/2019 Su mano atrevida navegó los confines de el portaobjetos de Masumi, encontrando cosas que le podrían ser de utilidad. De más está decir que aún teniéndola al borde de la muerte en sus brazos, desde luego que los cogió todos y los guardó para sí mismo. Quizás, le ayudarían a salvarla. A lograr que viviera. Qué iluso era. Muy iluso. Un dolor atronador, que ya había sentido antes, le invadió el brazo donde tenía su dragón. El fuerte apogeo y el fuego que ahora envolvía el cuerpo de Muñeca le obligó a soltarla en el agua, mientras su mente viajaba en una mar de recuerdos y sensaciones —tan sólo diminutos retazos de un pasado oculto, pero lo suficiente como para entender quién era aquella cría prodigio, miembro de Dragón Rojo—. que calaron firmemente en su alma y su corazón. Fue muy extraño. Quizás era la primera vez que ocurría que un Dragón ya bautizado padeciera los efectos del fuuinjutsu siendo él el asesino de esa cabeza de dragón. Era una dicotomía inhumana, dolorosa. ¿Ver qué pasa por la cabeza de aquella persona a la que tú le quitaste la vida? demasiado castigo. Demasiado. El tiburón, exhasperado, empezó a hiperventilar. Respiraba cada vez más rápido, mientras sus ojos, oblicuos, reflejaban las intensas llamas del diminuto cuerpo que no tardó en alzarse, colérico, con una voz que no era la suya. Nunca era la suya, en esos casos. ¿Que quién había sido? ¿quién? —Yo. He sido yo. RE: (II) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 7/08/2019 —¿Tú? —Por primera vez en la vida, Kaido atisbó asombro en la voz de Ryū—. Tú. —dijo otra vez, asumiendo la noticia. En todas sus magnitudes—. ¡No me jodas, Kaido! ¡No me jodas! La voz de Shaneji vibró por la garganta de Muñeca, y pareció querer decir algo más, una última cosa. Una última cosa que se desvaneció en volutas de humo como el cuerpo de la kunoichi, que finalmente cayó derretida por el fuego. No había tiempo para más cháchara, ni para explicaciones. El agua vibró. Dos orbes rojos se asomaron en la superficie, como el de un depredador al acecho de su presa. Clavando sus pupilas en las de Kaido. Luego, subió el torso. Y las piernas. Era Uchiha Zaide. Y lucía cansado. —Es hora de terminar, chico —dijo sin fuerza, como si le faltase el aire. Su pecho subía y bajaba como un acordeón en unas frenéticas notas cortas, y se veía obligado a respirar por la boca. RE: (II) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 22/08/2019 Él. Nadie más que él. Kaido no entendió hasta ese momento cuán difícil era admitir culpas. Aceptar errores. Sobre todo de esos que son imposibles de enmendar. El cuerpo calcinado de Muñeca así lo confirmaba, siendo consumida por el fuego etéreo que se superponía incluso al agua que imperaba en las profundidades de aquella tumba. Y en las llamas, que bailaban al son de la parca; el gyojin vio reflejado en una milésima de segundo su vida y lo corta que había sido hasta ahora. De lo poco que la había podido disfrutar. Siempre luchando. Siempre con gente en contra. Siempre muy cerca de la muerte misma. Allá en la cueva de los Kajitsu. Allá en la caza de sus congéneres Hozuki. Allá en la isla Monotonía. Allá en las aguas de Taikarune, en un barco llamado Baratie. Allá. Allá. Siempre allá. Siempre luchando contra la corriente. Una realidad indigna para un Tiburón. Pero Umikiba Kaido no era un muchacho que se rindiera fácilmente. Que sucumbiera a las dificultades que la vida te pone. No. No había sobrevivido —más que vivir—. durante quince años para dejarse morir. Yarou se lo había dicho una vez, antes de morir: no importa cuántas veces debas enfrentarte a las viscicitudes de una existencia turbia como la tuya. Lo que importa es la gallardía con la que te plantes en primer lugar. Lucha de pie. Gana de pie. Pierde de pie. —Ya tú has tenido tu cuota parte. Ahora es mi puto turno de prevalecer. —dijo, sonriendo. Se llevó la píldora de Muñeca a la boca y la masticó, para luego ponerse en pleno ristre. Era hora de acabar con su misión. — PV: 97/220 — CK: 87/280 +10 turno anterior – +10 turno actual – +10 píldora de soldado básica – (Contra todo Pronóstico activo) ( Suiton: Kyodaitei activo) Fuerza 105 · Resistencia 85 · Aguante 75 · Agilidad 70 · Destreza 70 Poder 90 · Inteligencia 50 · Carisma 50 · Voluntad 60 · Percepción 50 RE: (II) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 5/09/2019 Verse reflejado en la superficie del agua le producía asco. Asfixiado, casi echando el pulmón fuera, tras lo que había sido un mero intercambio de golpes. Lo hubiese sido antaño, al menos. Ahora, más bien, parecía haber pasado por una auténtica batalla encarnizada que había durado horas, o incluso días. Chasqueó la lengua, y miró al chico de nombre todavía desconocido. El Primo de Shaneji. —Tu turno, ¿huh? —Le miró de arriba abajo, tal y como había hecho la primera vez. Su vista no era la de antaño, pero incluso así creyó percibir algo—. ¿Acaso importa? ¿Quién gane? ¿Quién venza hoy? —desvió la mirada hacia el cuerpo calcinado de Muñeca y luego negó con la cabeza, sonriendo con amargura—. Yo ya estoy muerto, Primo de Shaneji. Hace años que lo estoy. Y tú… tengo la impresión de que también lo estás, de alguna manera. Mis ojos no me engañan. Y hay una parte de ti que lo sabe, ¿huh? Pero tenía razón en algo: había que dar por finalizado aquel baile. Levantó una mano y le mostró el pulgar, alzado hacia arriba. Luego, se lo acercó lentamente al cuello, donde tenía un tatuaje de una bandana vacía rasgada, e hizo el gesto de cortarse la garganta. —¡Acabemos! —exclamó, desapareciendo en el viento. Y es que, aprovechando el movimiento de su mano derecha, el Uchiha había formado previamente el sello del Carnero con la mano izquierda. En un parpadeo, Uchiha Zaide estaba a espaldas del Hozuki, y el sonido de mil pájaros chirriando en su mano diestra. —¡¡¡CAAAAAAAEEEEEEEEEE!!! —rugió, justo cuando quiso atravesarle la espalda con su Chidori. 1 AO –RE: (II) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 6/09/2019 —Acabemos —sentenció, al unísono. Luego, un destello. Rápido. Mortífero. Y una reacción también apropiada. Un sello escondido en su abdomen, y una supuesta mano electrificada atravesándole la espalda. Finalmente, un puf. El humo hizo desaparecer a Kaido, y dejó en su lugar un pedazo de bloque de concreto que encontró entre tanta destrucción. Aquél bloque, además, se convirtió súbitamente en una bomba relojera que explotó un segundo después de que el Kawarimi fuera evidente. Los sellos explosivo —el suyo y el de muñeca, clase A y B respectivamente—. arrasó con todo lo cercano en un radio de séis metros en una marea de fuego y sangre que amenazaría con cubrir a Zaide. Ese movimiento fue bautizado por Kaido como el aliento de Dragón. — PV: 97/220 — CK: 76/280 +10 píldora de soldado básica – -11 – -30 – (el ck inicial era 117, ya que no sumé las tres regen. en el turno anterior)1 AO (Contra todo Pronóstico activo) ( Suiton: Kyodaitei activo) Fuerza 105 · Resistencia 85 · Aguante 65 (-10) 01/05 · Agilidad 70 · Destreza 70 Poder 90 · Inteligencia 50 · Carisma 50 · Voluntad 60 · Percepción 50 RE: (II) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 6/09/2019 El Aliento del Dragón lamió el brazo de Zaide como un dragón haría con su presa. Las llamas le envolvieron por eternos segundos, pero eso no fue, ni mucho menos, lo peor. Lo peor fue el mordisco, el potente estallido que reventó su mano y le mandó volando contra una pared. Chocó y cayó al suelo como un trapo sucio y viejo. El gran Uchiha Zaide, tan temido antaño en el País de la Tierra. Tan respetado en Shinogi-to, en Kasukami, en Oonindo entero. Hecho papilla por un niño de teta. Medio sentado contra la pared, Zaide miró su brazo derecho. Un amasijo de carne y sangre al que le faltaba una mano. El fuego, si lo miraba por el lado positivo, había cauterizado en parte la herida, impidiendo que la sangre saliese como un chorro a presión. Pero estaba acabado. Sin chakra. Agotado por haber usado otro Sunshin demasiado pronto. Sin manos con las que hacer sellos. Ni siquiera sus ojos servían de nada en aquellas condiciones. Suspiró… y lo aceptó. —Supongo que esto es un adiós —rio, tosió sangre y siguió riendo—. Dejémoslo en un hasta pronto, ¿huh? 1 AO mantenida –RE: (II) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 7/09/2019 Pero Kaido, aún tan extenuado como estaba —llevaba combatiendo horas y gastando chakra como loco—. no pensaba darle tregua a aquél hombre. Era perfectamente consciente de que su bomba hacía dado en el objetivo, y ahora que el viejo zorro estaba herido, tenía que seguir atacando. Tenía qué. Ni siquiera dejó acabar al Uchiha cuando ya estaba arremetiendo hacia él con su cuerpo aún inflado, y su puño de mastodonte abalanzándose hacia el rostro del sagaz; con toda la intención de que toda la fuerza de su hipertrofia calara mortífera y certera en su más grande enemigo. — PV: 97/220 — CK: 91/280 +10 píldora de soldado básica – +5 – 1 AO mantenida Posibles daños causados: 37 PV (12/puñetazo + fue/10 + 15 Kyodaitei) (Contra todo Pronóstico activo) ( Suiton: Kyodaitei activo) Fuerza 105 · Resistencia 85 · Aguante 65 (-10) 02/05 · Agilidad 70 · Destreza 70 Poder 90 · Inteligencia 50 · Carisma 50 · Voluntad 60 · Percepción 50 RE: (II) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 7/09/2019 Visiblemente aturdido y agotado, tras haberse excedido tanto en el gasto de chakra como en el uso de Kawarimis, Uchiha Zaide no pudo hacer nada para repeler el segundo ataque. El puñetazo le arrancó un quejido de dolor que se cortó a la mitad, justo cuando se quedó sin aire al impactar de lleno contra una pared. Su cuerpo cayó sobre el agua, manteniéndose a duras penas sobre ella, le faltaba una mano, tenía la boca ensangrentada por el puñetazo, y sus pulmones hacía tiempo que le habían dicho: basta. 1 AO mantenida –RE: (II) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 7/09/2019 Contra todo pronóstico, Kaido estaba liderando la carrera hacia la supervivencia en aquél fatídico combate final. Segundo tras segundo, prevalecía, cuando hacía nada se veía de vuelta al barro. Pero no. No se iba a rendir. Un golpe más era un golpe menos. Tenía que matarlo. Tenía qué. El gyojin se agachó, renqueante, hinchado, y cansado. Tomó a Zaide del cuello y lo levantó con toda su fuerza dejándolo en el aire, mientras el cuerpo de ambos goteaba el remanente del agua hacia el mar bajo sus pies cansados. Su mano derecha, por otro lado, había sacado de su portaobjetos un kunai. —Por Masumi, hijo de puta. Acto seguido, se lo clavó en la garganta. — PV: 97/220 — CK: 101/280 +5 píldora de soldado básica – +5 – 1 AO mantenida Posibles daños causados: 33 PV (18/penetración + 15 Kyodaitei) (Contra todo Pronóstico activo) ( Suiton: Kyodaitei activo) Fuerza 105 · Resistencia 85 · Aguante 65 (-10) 03/05 · Agilidad 70 · Destreza 70 Poder 90 · Inteligencia 50 · Carisma 50 · Voluntad 60 · Percepción 50 RE: (II) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 8/09/2019 Una abertura. Un pequeño error por parte del contrincante. Un exceso de confianza. Zaide siempre había sido bueno para ver ese tipo de cosas. Y ahora, estaba obligado a aprovecharlo. Tenía que hacerlo. Porque cuando el Primo de Shaneji le cogió por el cuello, supo que era imposible que desaprovechase aquella oportunidad. Estaba agotado, sí. Pero ya menos. Y tenía poco chakra, sí, pero el suficiente. No tenía una mano, eso saltaba a la vista. Pero la técnica que necesitaba no requería de sellos, y con la zurda le bastaba. —Por Masumi... No le dio tiempo a terminar. La mano izquierda de Zaide se cargó de electricidad y una lanza de puro Raiton le atravesó el abdomen. ¿Ganaría finalmente Uchiha Zaide aquel duelo? ¿Vería cumplido su sueño de enfrentarse y derrocar a Ryu? Sin una mano, el combate se le iba a hacer difícil. Pero Uchiha Zaide nunca se había caracterizado por pensar muy a largo plazo. No iba a empezar ahora. 1 AO mantenida –RE: (II) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 8/09/2019 Un último destello. Un último intento. Una última chispa de vida de un poderoso shinobi. De Uchiha Zaide. La lanza atravesó a Kaido. Pero Kaido se convirtió en un manojo de agua, pues no era sino un mizu bunshin creado durante la confusión creada por la explosión de su sello. El real, sumergido en el agua desde entonces; aguardó por el momento clave como lo haría un verdadero escualo cuando tiene en la mira a la foca nadando en la superficie. El gran Tiburón blanco emergió del agua como una saeta y clavó su kunai en el corazón de Uchiha Zaide con la fuerza de todos aquellos a los que Uchiha Zaide había hecho daño a lo largo de su vida. Con la fuerza de Masumi. Con la fuerza de Ryu. Con la fuerza de Koko y de Nagisa. Ya podía estar tranquilo. No tendría que empezar a planificar a largo plazo ni ahora, ni nunca más. — PV: 97/220 — CK: 76/280 -10 mizu bunshin – -10 regen. falsa de ambos turnos (tenía doble división por el mizu y el kyodaitei) –1 AO revelada: creación del mizu bunshin después de la explosión del sello para dejarlo en su lugar. Posibles daños causados:33 PV (18/penetración + 15 Kyodaitei) o muerte. (Contra todo Pronóstico activo) ( Suiton: Kyodaitei activo) Fuerza 105 · Resistencia 85 · Aguante 65 (-10) 03/05 · Agilidad 70 · Destreza 70 Poder 90 · Inteligencia 50 · Carisma 50 · Voluntad 60 · Percepción 50 RE: (II) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 8/09/2019 Con sus últimas gotas de chakra, la espada eléctrica atravesó lo que no era más que una masa de agua, que estalló en miles de diminutitas gotas a su alrededor. ¿Cómo era posible que sus ojos no lo hubiesen diferenciado? Era de primero de Uchiha. Pero nada de eso importaba ya. Una lanza salió de las profundidades del mar y le atravesó el pecho. Era Kaido, el Primo de Shaneji, hundiéndole un kunai hasta la empuñadura. La mano sana de Uchiha Zaide trató de agarrar el kunai, inútilmente. Hizo una mueca de dolor, y luego… Suspiró. A medida que la vida se le escapaba de entre los dedos, su rostro se iba relajando. Aliviando. Ya no tendría que preocuparse nunca más. Ni por su hermana. Ni por Dragón Rojo. Ni Ryū. Por nadie. Tantos años escapando, torturándose a sí mismo por sus malas decisiones. Tantos años de sufrimiento, de joder las vidas de los que le rodeaban y querían. Sí… Quizá era lo mejor. Parar al fin. No dijo unas palabras finales. No quedaba nadie en aquel mundo que mereciese oírlas. Simplemente… se dejó ir. Cerró los ojos. Y se durmió. Se durmió para el resto de la eternidad. Su corazón dejó de latir. Uchiha Zaide estaba muerto. 1 AO mantenida –
RE: (II) La Prisión del Yermo - Umikiba Kaido - 8/09/2019 Todos en esta vida cometemos errores. Todos. Más aún, cuando se está cerca de la muerte. Kaido cometió muchos durante la pelea. Ahora, en retrospectiva, era plenamente consciente de que el destino le había bendecido como nunca antes para que su corazón siguiera latiendo una noche más. Desde la extrema pérdida de tiempo y chakra contra aquél Hyuga, hasta el asesinato involuntario de Muñeca: todo por no estar listo. Por no estar preparado. ¿Acaso no se lo había dicho Shaneji? Zaide también tuvo sus deslices. Uno no pensaría eso de un viejo shinobi experimentado, sea dicho de paso Uchiha; pero a veces la edad y la experiencia resultan ser un arma de doble filo cuando tu cuerpo está cansado de luchar. Cuando llegas a un punto en que tu alma quiere seguir viviendo, pero tus músculos dicen basta. Cuando tus ojos, sin importar el aupe extraordinario del sharingan, deciden no ver lo evidente. Pero ahí estaban los dos. Ambos sosteniendo el kunai, pero sólo uno perdiendo la vida. Kaido se dejó estar en el agua, apoyó las rodillas en ella y suspiró profunda y tendidamente, en un atisbo de que su cuerpo, quizá, tampoco daba más. Herido como estaba, cansado como estaba, alzó la vista y observó las escaleras en llamas mientras la sangre de Uchiha Zaide continuaba manchando sus manos y tintando el mar que le vio morir. Oh, aún le quedaba camino. Aún le quedaba escalada. Salir de aquella prisión sería imposible. —Jo...joder. RE: (II) La Prisión del Yermo - Uchiha Datsue - 8/09/2019 El cuerpo de Uchiha Zaide tintó las aguas de rojo. Flotaba, boca abajo, totalmente inerte. El fuego seguía crepitando, llenando de humo el pasillo. Los gritos y gemidos que provenían de arriba habían cesado. ¿Habría cesado también la tormenta de arena? ¿Estarían todos muertos? Por el momento, solo había una cosa clara: Umikiba Kaido había realizado la proeza de la que nadie le creía capaz. Había puesto punto y final al mayor enemigo que Dragón Rojo tuvo jamás. Y había salido vivo de ello. 1 AO mantenida –
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