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El rasta y el Uchiha - Riko - 17/02/2016
El día amaneció gris en la Villa del Remolino, el cielo estaba cubierto de nubes, no de las típicas nubes blancas y preciosas, no, de esas nubes de un tono muy oscuro, que parecían prever uno de esos diluvios que inundan ciudades, que hacen que el agua corra por las calles llevándose todo por delante, aunque quizás simplemente fueran unas nubes normales, pero a Riko le gustaba imaginar, posiblemente le gustaba demasiado, al fin y al cabo, no era más que un niño... O quizás no.
— ¡Mira que bien me queda la bandana mamá! — Gritó el joven mientras entraba corriendo en el salón, donde se encontraba su madre.
— ¡Es verdad, Riko! ¡Te queda genial! Aunque claro... Al que es guapo... Todo le queda bien. — Sonrió su madre al verle con tanto entusiasmo ante su reciente logro.
— Bueno mamá, me voy a ir al Jardín de los Cerezos un rato, ¿vale? Intentaré no llegar muy tarde... — Esto último lo dijo con un hilo de voz, pues sabía como se pondría su madre si llegaba más tarde de la hora de la comida, y acto seguido, echó a correr, dirección a la puerta de salida, pero antes de alcanzarla escuchó el grito de su madre.
— ¡NI SE TE OCURRA LLEGAR MÁS TARDE DE LAS 2! —
Riko prefirió no contestar a esto y salir directamente. Cuando hubo salido, empezó a pensar que haría en el Jardín de los Cerezos aquel día, y decidió que quizás, ahora que se había convertido en un ninja, debería centrarse más en su entrenamiento, por lo que sería una buena idea ejercitarse un poco por allí.
El joven iba absorto en sus pensamientos, paseaba por las calles como un autómata, pues el camino de su casa al Jardín se lo conocía como la palma de su mano, así que no prestaba atención a lo que pasaba a su alrededor, y cuando se quiso dar cuenta, allí se encontraba, a las puertas del Jardín de los Cerezos, todos los árboles en flor daban un color increíble y formaban un paisaje inigualable.
''Bueno, empecemos con un calentamiento, un par de vueltas alrededor del Jardín y luego ya veremos.''
Dicho y hecho, el joven Haiso echó a correr como alma que lleva el diablo, cualquiera que lo viera pensaría que estaba huyendo de cualquier cosa, un monstruo horrible, con cuernos y muchos ojos. Riko solamente corría, y de vez en cuando daba un salto para impulsarse de árbol en árbol durante un rato, y luego bajaba al suelo para continuar su carrera.
Completar el calentamiento le llevaría un buen rato así que simplemente se olvidó de todo, quizás cosa que no debería hacer, y se dedicó a disfrutar del momento.
RE: El rasta y el Uchiha - Inuzuka Nabi - 17/02/2016
El cielo estaba nublado en la hermosa y prospera villa de Uzushiogakure. No habia pajaros piando en los arboles, habian migrado acojonados por la probable tormenta que se cernia sobre la villa. Los que no habian migrado o eran pingüinos o estaban bien escondidos en sus nidos.
Nabi habia decidido dar una vuelta por la urbe y como siempre, habia acabado en algún lugar aleatorio de la misma, uno de los más comunes en los que solia acabar. Entró al Jardín de los Cerezos sin prestar demasiada atención a nada en general, caminaba mientras le daba vueltas a todo y a nada. Nuevas tacticas de combate, qué iba a comer hoy, donde estaria su perro, ... Llevaba su tipica indumentaria de invierno, camiseta de manga larga carmesí con el simbolo de Uzushiogakure, pantalones anchos negros y sandalias shinobi. La bandana al cuello y todas sus armas en sus respectivas posiciones.
No sabia porque seguia llevandoselas cuando salia de casa, la mayoria de veces no tenia que usar ni una sola, y nunca las habia usado todas dentro de aquellas paredes. Pero aún creia que era bueno no perder la costumbre de ir bien armado aunque fuera en zonas seguras. Nunca sabes cuando puede aparecer un bijuu o invadir un enemigo. Se acercó a un cerezo cualquiera, obviamente no tenian flor, aún quedaba para que florecieran, y se sentó apoyando la espalda en el robusto tronco del mismo.
Allí descansaba mientras veia a la gente pasar, no habia muchas personas que se atrevieran a salir de casa con ese cielo, así que era normal. No todos son unos Uchihas shinobi sin nada que perder. Entonces, de la nada, apareció un chico, ¿o era una chica?, bueno, un shinobi o kunoichi, que iba a toda prisa saltando y brincando de arbol en arbol. Al parecer iba más centrado en correr que en fijarse en los obstaculos, así pues, al intentar pasar corriendo delante del rubio se tropezó con las piernas de este y aquella persona de pelo largo y recogido en rastas y al mismo tiempo las rastas recogidas en una coleta, pero no solo era eso, sino que ademas vestia un kimono sujetado con un obi, la tipica vestimenta que llevan las chicas en el Festival de los Cerezos.
Perdona, ¿esta usted bien, señorita?
Le preguntó el rubio acercandose a ayudarla a levantarse.
RE: El rasta y el Uchiha - Riko - 18/02/2016
Efectivamente, como el muchacho pensaba, no era una buena idea ponerse a correr sin prestar atención a lo que te rodea, no solamente porque puedas chocar con alguien y causarle algún daño, si no que puedes hacerte daño tu mismo, y efectivamente, este fue el caso, aunque ayudado involuntariamente por alguien.
Apenas un ligero toque con las piernas de aquella persona, que se encontraba sentada apoyada en uno de los cerezos, y el joven besó el suelo, rodando ligeramente para evitar caer de morros y provocar una escena por aquella tontería. Pero, por si no era suficiente humillación el haber tropezado con alguien que estaba quieto, encima éste se refirió a Riko como ''señorita''.
''¿Pero como que señorita? ¿Qué pasa, un chico no puede llevar el pelo largo o qué?'' Pensó el Haiso mientras se incorporaba, claramente indignado, aunque su educación le obligaba a pedir disculpas, en lugar de mostrarse ofendido por la confusión.
Una vez se puso en pie, se giró, encarando al que le había hecho caer, un chico claramente algo mayor que él, de pelo rubio y algo alborotado, más alto que él y... Shinobi de la villa, igual que él desde hacía bien poco, pues llevaba la bandana atada al cuello.
— Te ruego que me disculpes, debería prestar más atención cuando voy corriendo, pensaba que no habría nadie por aquí... — Se disculpó, haciendo una pequeña reverencia y acto seguido, se dispuso a sacudirse la tierra del kimono y, como es lógico, del pelo.
— Y por cierto, no soy una señorita. — Añadió riendo. — Mi nombre es Haiso Riko, encantado. — Se presentó, con la mano extendida esperando una respuesta similar del rubio.
RE: El rasta y el Uchiha - Inuzuka Nabi - 18/02/2016
La joven doncella desprotegida que huia de algo inexistente se levantó y se giró para encarar al rubio y le miró de arriba abajo, centrando su mirada en la bandana que llevaba al cuello. El Uchiha hizo lo propio sin propasarse y que pareciera un pervertido, al igual que él, llevaba una bandana exactamente igual que la de Nabi al cuello. ¡Ya le estaban copiando! Joder, estupidas modas que siempre le copiaban. Era logico que siendo el mejor shinobi de su promoción pasaran esas cosas, pero es que así no hay originalidad, coño.
— Te ruego que me disculpes, debería prestar más atención cuando voy corriendo, pensaba que no habría nadie por aquí...
Hizo una pequeña reverencia, como se espera de una kunoichi de Uzushiogakure, educada y con buenos modales. No como los brutos de Amegakure, matando niños y sorbiendo sesos. Y qué decir de los salvajes de Takigakure, saltando de liana en liana mientras comen platanos. Oh, y los desaparecidos traidores de Kusagakure, de esos mejor no hablar, que ya estan extintos y seria de mala educación.
No se preocupe, señorita. Siempre se agradece ver tanta energia en una chica joven como usted.
— Y por cierto, no soy una señorita.
¿Entonces es una señora? Qué rapido se casan la juventud de hoy en dia. Con apenas mi edad y siendo kunoichi. ¿Sera de algún clan? ¿Hay algún clan con estas pintas?
Mi nombre es Haiso Riko, encantado.
Haiso Riko, coincide con lo de ser una señora, pero ese apellido no me suena para nada. Espera... ¿encantado? ... Creo que me estoy perdiendo algo.
Miró de nuevo de arriba a abajo a Riko, mientras le daba vueltas a lo que acababa de decir.
¿Eres... un chico?
Acabó por soltar, como una verdadera duda existencial. ¡Pero no podia ser! Pelo largo, kimono, incluso sus maneras eran afeminadas, aunque podia ser porque aún era algo joven. ¡Pero el kimono! Bueno, lo hecho, hecho estaba. Asumiria las responsabilidades de haberle llamado mujer en pleno Jardín de los Cerezos, estos niños de hoy en dia...
RE: El rasta y el Uchiha - Riko - 18/02/2016
Aquel chico realmente era bastante molesto, seguía con lo de llamarle señorita, aún cuando Riko le puntualizó que no lo era, aún entonces, pareció que el rubio no las tenía todas consigo. El de las rastas, se presentó, de una forma muy educada, tal y como le habían enseñado que había que hacerse, tratando de dejar de lado la nada entendible confusión de su compañero de villa.
Tras esto, el joven miró al joven Haiso de arriba a abajo, con cara de estupefacción, y Riko comenzó a ponerse en lo peor, y sí, tenía razón, hizo aquella pregunta.
''Este chico es tonto.'' Pensó Riko mirando al rubio con cara de pocos amigos, realmente le había puesto tenso aquella situación, y aunque siempre le habían dicho que hay que ser educado, en ese momento, simplemente no podía.
— ¡Pues claro rubiales! ¿Cómo voy a ser una chica? ¿Acaso no tienes ojos en la cara? — Exclamó el pelinegro, con un leve enrojecimiento en su cara, mezcla de la vergüenza que sentía porque aquel tipo le hubiera confundido con una mujer, y del cabreo que se había cogido en un momento.
Trató de reprimirse todo lo que pudo, por lo que dejó el tema ahí, esperando la respuesta de aquel idiota que no sabía diferenciar entre sexo masculino y femenino.
''Lo que tiene que aguantar uno simplemente por llevar el pelo un poco largo, de verdad...'' Pensaba Riko entristecido.
RE: El rasta y el Uchiha - Inuzuka Nabi - 20/02/2016
Ahora que se fijaba bien en la cara del muchacho, sí que tenia cara de chico, en un primer momento habia pensado que simplemente era una kunoichi poco agraciada, al fin y al cabo, en su tiempo de academia habia visto de todo. Sin embargo, el resto de detalles del chico gritaban que se trataba de una persona de sexo femenino. El pelo largo, el kimono, eran dos cosas demasiado femeninas, no podia ser el único que lo habia confundido con una mujer.
Puede que Nabi no fuera muy medido en intenciones tras las palabras o en sentimientos complicados, pero si habia uno que entendia era el del enfado. La ira, la rabia, y un largo etcetera dependiendo de intensidad y tiempo. Así que pudo leer en el rostro de Riko que se estaba enfadando. Lo cual le hizo fruncir el ceño. Por desgracia para el rastas, la definicion de pregunta retorica no entraba en el diccionario del Uchiha.
— ¡Pues claro rubiales! ¿Cómo voy a ser una chica? ¿Acaso no tienes ojos en la cara?
Disculpame, ese kimono y tu pelo me han dado la sensacion de que eras una chica. Y sí, tengo ojos en la cara, tenerlos en otra parte del cuerpo seria extraño e inhumano.
No entendia a que venia el enfado, como si fuera culpa suya que se vistiera de forma afeminada y ademas exageradamente. Porque una cosa era llevar una prenda algo femenina, pero llevar un kimono era toda una vestimenta que se lleva en el festival de los cerezos, cosa que era tradicional y de la villa entera, pero fuera de ese festival la proporcion de chicas-chicos con kimono era algo así como un 9-1. Kimono más pelo largo, era casi un 99% de probabilidades de que fuera una mujer.
RE: El rasta y el Uchiha - Riko - 21/02/2016
Aquel muchacho había mosqueado al joven Riko, realmente, no sabía si lo estaba haciendo a posta para molestarle o si de verdad era así. El pelinegro pudo observa como, ante su reacción, su compañero de villa frunció el ceño, quizás desaprobando el que el joven Haiso se hubiera tomado tan a pecho algo tan simple como aquello, pero teniendo en cuenta la edad de éste, que aún no había alcanzado una madurez suficiente, aquello era motivo de prisión inmediata, si fuera posible, aunque quizás se estaba excediendo.
Disculpame, ese kimono y tu pelo me han dado la sensacion de que eras una chica. Y sí, tengo ojos en la cara, tenerlos en otra parte del cuerpo seria extraño e inhumano.
¿Realmente le había confundido con una chica por su forma de vestir y su pelo? Aquello le hizo recapacitar sobre si quizás sería momento de dejar de seguir los consejos de su madre relativos a la moda, y tomas sus propias decisiones, aunque no con su pelo, éste era así por propio gusto y nunca se lo quitaría.
— Perdona, pero el kimono es una prenda de ropa tradicional, y nada ni nadie puede decir que es exclusivo de mujeres, y sobre mi pelo... ¿¡A cuantas mujeres has visto con el mismo pelo que yo!? —
Había cosas que podía tolerar en mayor o menos medida pero que dijeran algo sobre su pelo, NO ESTABA ENTRE ELLAS, era algo que le caracterizaba, y después de todo lo que le había costado convencer a sus padres para que le dejaran llevarlo, y todo lo que le costaba mantenerlo en un estado óptimo, para que ahora cualquiera le dijera que era propio de mujeres, ni hablar.
Siendo sincero, podía llegar a entender la confusión del rubiales, pero defendería su postura hasta el final, aunque tuviera que combatir por ello, algo que realmente le apetecía, combatir con alguien al que no conocía podría llegar a ser interesante.
RE: El rasta y el Uchiha - Inuzuka Nabi - 21/02/2016
Para varias, la diplomacia del rubio no estaba saliendo como habia esperado. El enfado de Riko no hacia más que acrecentarse con cada palabra que salia de boca del Uchiha, y este no entendia porqué, que era lo que de verdad hacia que no llegaran a ninguna parte.
— Perdona, pero el kimono es una prenda de ropa tradicional, y nada ni nadie puede decir que es exclusivo de mujeres, y sobre mi pelo... ¿¡A cuantas mujeres has visto con el mismo pelo que yo!? —
El kimono es una prenda que se suele llevar en el festival de los cerezos, fuera de este, no he visto ningún hombre llevandolo y menos siendo shinobi, se supone que tenemos que llevar ropa practica. En cambio, hay muchas mujeres con kimono aún fuera del festival, sobretodo en clubs de alterne. Y tu pelo, lo mismo, ni siquiera a las kunoichis se les recomienda llevarlo tan largo.
Ya se estaba tensando la cosa y eso hacia que Nabi quisiera hablarlo más para arreglar algo que cada vez esta peor, pero con sus palabras solo hacia que empeorar la cosa. Él solo soltaba cosas que habia visto de forma objetiva sin pensar que acababa de llamar chica de club de alterne al pobre Riko. Se cruzó de brazos intentando pensar en alguna forma de salir de aquel embrollo, aunque sabia que tenia razón y que el "estilo" del shinobi no era ni practico ni digno de un ninja.
¿Es realmente un shinobi?
No habia pensado en ello ya que se habia centrado en el error sexual que habia tenido con él, pero ¿realmente podia combatir con esas pintas? Con los brazos cruzados y el ceño fruncido volvió a revisar al chico de arriba abajo buscando algún signo de que realmente era un militar entrenado como él.
RE: El rasta y el Uchiha - Riko - 21/02/2016
Realmente aquel muchacho no tenía pinta de saber como manejar una situación en la que había cometido un error, pues, lejos de intentar arreglarlo, el rubio no hacía más que cagarla una, y otra, y otra vez, hiriendo cada vez más el orgullo del joven Haiso, que realmente quería llevarse bien con todos los ninjas de su aldea, pero éste en concreto estaba poniéndoselo realmente difícil.
...En cambio, hay muchas mujeres con kimono aún fuera del festival, sobretodo en clubs de alterne.
Aquello fue la gota que colmó el vaso, ya de lejos de confundirle con una mujer, le estaba comparando con una mujer de un club de alterne. Definitivamente, el muchacho no tenía modales ni respeto hacia los demás, o al menos, eso es lo que estaba demostrando en la conversación con Riko.
Lleno de rabia, el pelinegro se quedó unos segundos mirando al suelo tras las palabras del rubio, hasta que finalmente, y tras realizar un enorme suspiro de aburrimiento, le propinó un puñetazo a la altura del mentón.
— ¡Pase que me confundas con una mujer, inclusive pase que te metas con mi pelo y mi forma de vestir, PERO NO TE CONSIENTO QUE ME COMPARES CON UNA PUTA! ¡SOY UN JODIDO GENIN DE LA VILLA! —
Probablemente aquello no había sido apropiado, teniendo en cuenta que eran compañeros de profesión y de villa, y que debían estar unidos, pero aquel chico verdaderamente le estaba resultando ser demasiado molesto, nunca nadie le había ofendido de semejante manera.
RE: El rasta y el Uchiha - Inuzuka Nabi - 23/02/2016
La expresión de rubio no era de enfado sino de confusión, aún así, aquella mala furcia se aprovechó del intento de Nabi por hacerle comprender que su vestimenta no era la habitual de un shinobi hecho y derecho por varios motivos pero ella cegada por su ira arremetió contra el pobre e inocente muchacho propinandole un puñetazo a la altura del mentón.
Entre lo inesperado del golpe y la fuerza de la chica, digo, chico, digo, puton, Nabi no tuvo tiempo para evitarlo ni bloquearlo y cayó al suelo de culo, con el sabor de la sangre en la boca. La mano derecha del rubio se posó sin dudarlo dos veces sobre el mango de su Kodachi, pero el chico respiró profundamente un par de veces para tranquilizarse y no acuchillar a ese crio. Estaba claro que el moreno no respondia con buenos modales a la diplomacia, así que tendria que inculcarselo a la fuerza.
Escupió un poco de sangre que empezaba a acumularse en su boca, relajando el agarre sobre su katana.
No es algo que deba usar contra un compañero de la villa.
Se recordó a sí mismo, sin embargo, era tarde para detener otras cosas. Como sus ojos de color carmesí que se alzaron buscando la mirada de la mujer. Menos mal que solo era un travesti, aún no se habia pegado con una kunoichi y no estaba seguro de si podria golpear a una mujer o no, aunque muy probablemente sí, siempre que esta fuera genin como él. Bueno, la conversación se habia acabado, ahora tenia delante a un rival o más bien a un agresor y debia darle una lección.
Desenvainó levemente su fiel espada aprovechando algunos de los escasos rayos de sol que incidian desde el astro y potenciandolos con chakra hizo un breve destello que cegaria al muchacho. Sin dudar un instante, el rubio se puso en pie y le dio una patada en el pecho al moreno aprovechando el impulso para separarse de él un metro y poco más, quedando en la sombra del arbol y que su proximo truco no se viera comprometido. Cuando Riko se recuperara del golpe y del cegado veria a dos Nabis exactamente iguales a la sombra del arbol, a una distancia de menos de dos metros de su posicion.
Los dos pares de sharingans estaban clavados en él, expectantes y vigilantes.
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1 AO
¤ Hitai-Ate [Cuello]
¤ Kodachi [Atada en la cintura]
¤ Mecanismo oculto de kunai [Debajo de la manga derecha] (Con Kunai en su interior)
¤ Shuriken x3
RE: El rasta y el Uchiha - Riko - 24/02/2016
El rubio, que no esperaba el golpe, lo recibió de lleno, un impacto directo en la cara que lo llevó a caer al suelo debido a la fuerza del puñetazo del rastas. Pero se repuso rápidamente, no había sido más que un simple puñetazo, al fin y al cabo, y un poco de sangre asomaba por la boca del chico. Algo que sorprendió a Riko fueron los ojos de su ahora oponente, que se habían tornado de un color rojo.
''¿Pero cómo...? Si hace un momento eran negros, ¿cómo es que le han cambiado de color?''
Era la primera vez que veía a alguien que podía cambiar el color de sus ojos, ¿acaso se le ponían rojos cuando estaba enfadado? ¿Se le pondrían de un color según como se sintiera? Las dudas asaltaron al pelinegro, pero obviamente no era el momento, ni de resolverlas, ni de seguir pensando en ellas, aunque no tuvo mucho tiempo de seguir pensando.
El rubio echó manó a su katana y, haciendo un rápido gesto, una luz cegó a Riko, que no pudo si quiera reaccionar al movimiento que siguió y recibió de lleno el impacto de la patada en el pecho, que lo lanzó hacia atrás, siendo ahora el de ojos azules el que caía al suelo. Al cabo de unos pocos segundos, cuando recuperó la totalidad de su visión, vio como ahora, dos rubiales estaban ante él, esperando el movimiento que siguiera.
''Vaya, un Bunshin, esto pinta bien''
Y procedió al siguiente movimiento. En lo caía al suelo tras recibir la patada, había echado mano a su portaobjetos y sacado su apreciada Hikaridama, por lo que, en cuanto se puso en pie, sin esperar un segundo, la hizo explotar, cubriéndose los ojos para no quedar cegado, y aprovechando el tiempo que había conseguido sacó su dos kunais, lanzando uno a cada uno de los dos chicos que tenía delante a la altura de las piernas, pues no quería provocar heridas graves.
''Vamos, ¿cuál es el de verdad?''
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¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
- Shuriken x5
- Kunai x2 (-2)
- Hilo shinobi
- Hikaridama (-1)
RE: El rasta y el Uchiha - Inuzuka Nabi - 27/02/2016
Su estrategia habia nacido en el fragor de la batalla y no habia salido como habia esperado, esconderse tras dejar dos clones detras habia sido una buena idea, pero como los clones tenian que estar a la sombra para no hacer evidente que eran más falsos que una moneda de 3333 ryos. Sin embargo, esconderse tras el arbol, quedando justo en la cara contraria a donde estaba Riko hacia que no pudiera mover ni un solo pelo porque se saldria de la sombra y el rastas podria verle perfectamente en la sombra de arbol.
Así pues, con la espalda pegada al tronco del arbol, Nabi esperaba su oportunidad, tampoco podia asomarse así que esperaria a ver si oia o veia desde su lado cualquier indicio de ataque. No veia sus clones ni veia viable asomarse, pues eso haria que todo el factor sorpresa se fuera a la caca.
Solo le quedaba tener la suerte de que el shinobi que habia comenzado aquel enfrentamiento decidiera lanzar algun tipo de ninjutsu ruidoso o alguna arma a distancia para que Nabi pudiera verlas pasar y saber que su engaño habia sido descubierto.
La suerte parecia estar de su lado, apenas llevaba un instante escondido cuando un fuerte destello cegó a sus clones, sino fuera porque eran ilusiones y no se podian cegar. Sin embargo, Riko no esperó y lanzó un kunai a cada Nabi en su rango de vision.
El rubio metió la mano en su portaobjetos y sacó dos shurikens que llevaba en su mano derecha, al ver los kunais pasar de largo salió de su escondite dispuesto a agarrar el kunai más cercano a él con la mano izquierda. Con el sharingan podia ver el movimiento del arma a la perfeccion y con su destreza, agarrarlo por el mango no era ningun problema.
Antes de que Riko tuviera tiempo a sorprenderse dos shurikens ya se dirigian hacia él a la velocidad normal de un shuriken. Y detras de esos shurikens, Nabi con un kunai en cada mano. Ahora tenia un problema, si Riko no tenia cuidado con como actuaba podria acabar comiendose los dos shurikens y los dos kunais. Y esos ojos rojos, parecian estar ya preparados para los movimientos que pudiera hacer.
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AO revelada: Los dos eran bunshin
¤ Hitai-Ate [Cuello]
¤ Kodachi [Atada en la cintura]
¤ Mecanismo oculto de kunai [Debajo de la manga derecha] (Vacio)
¤ Kunai x2 (uno tuyo y el otro el del mecanismo) [Uno en cada mano]
¤ Shuriken x1
RE: El rasta y el Uchiha - Riko - 28/02/2016
La estrategia de Riko estaba yendo de maravilla, los kunais estaban a punto de impactar y delatar al verdadero rubiales y de paso hacerle una pequeña herida, que estando en una pelea, no estaba de más, pero sus ilusiones se vieron truncadas antes incluso de poder terminar de crearlas, pues ambos kunais atravesaron sus objetivos.
''¡Joder! ¿Los dos eran ilusiones? ¿Y donde está el de verdad?''
Pero su pregunta no tardó ni un segundo en responderse ella solita, pues el verdadero salió de detrás del árbol para agarrar uno de los dos kunais que el pelinegro había lanzado, cogiéndolo en el aire haciendo una muestra de una gran destreza. Pero no era momento de quedarse mirando viendo como el rubio se lanzaba al ataque con un kunai en cada mano, pues dos shuriken se acercaban a gran velocidad dispuestos a rasgar su piel, perseguidos del chicos de los ojos de colores cambiantes.
''¿Quién me manda a mi meterme en estos jaleos?''
Rápidamente el rastas se agachó, justo cuando los shuriken parecían impactarle, esquivándolos con relativa facilidad, ahora el problema era su oponente, que corría hacía él armado con dos kunais y con Riko acuclillado, limitando sus posibilidades de esquivar cualquier ataque.
''Si no puedo esquivarle, pasemos al ataque.''
Desde la posición en la que estaba esperó a que Nabi estuviera lo suficientemente cerca, que apenas fue un segundo, y, cuando estaba todo en orden, el ojiazul giró sobre sí mismo, extendiendo la pierna derecha para impactar a la altura de las rodillas del de ojos rojos, haciéndole caer al suelo, pero antes de que lo hiciera, y para alejarlo de él, Riko se levantó rápido como un rayo y lanzó una patada directa al estómago del chico, que saldría repelido hacia atrás debido a la fuerza del golpe.
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–¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
- Shuriken x5
- Kunai x2 (-2)
- Hilo shinobi
- Hikaridama (-1)
RE: El rasta y el Uchiha - Inuzuka Nabi - 28/02/2016
Vigiló con su par de ojos cada movimiento del rastas mientras se acercaba a él. Quien se agachó para esquivar los shurikens, ahora sí que estaba en una posición comprometida. Lejos de intentar esquivarle, pudo ver como el shinobi acumulaba chakra en la pierna, lo cual ya le adelantó que se avecinaba una patada. Tal y como estaba el muchacho la única patada que podria lanzarle seria una a la parte baja del cuerpo.
Cuando el chico empezó a moverse, Nabi hizo lo mismo, dando un pequeño salto siguiendo su inercia de acercarse a Riko. Aún así, aquella poderosa patada baja casi le pilla, si no fuera por sus ojos se la habria comido con patatas, y si hubieran estado pegandose cuerpo a cuerpo tambien porque hubiera tardado más en darse cuenta. Pero lanzar ese ataque teniendo dos sharingans vigilandole le habia dado tiempo a salvarse por lo minimo.
La rodilla del rubio se dirigia directa a la cara del rastas. A esa distancia iba a ser dificil que la esquivara, pero la contra era que tanto él como su contrincante iban a acabar por los suelos. Despues de ese golpe era casi imposible para él caer al suelo sobre sus dos piernas.
Sin embargo, habia aprendido una valiosa lección de ese encuentro, ese muchacho tenia un Taijutsu muy peligroso, si se volvia a acercar cuerpo a cuerpo no tenia ninguna garantia de salir vivo. Cayó al suelo detras de Riko y rodó apenas un metro, consiguió recobrar el equilibrio clavando los kunais en la tierra.
En cuanto pudo se levantó y se alejó un par de metros para asegurar las distancias.
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¤ Hitai-Ate [Cuello]
¤ Kodachi [Atada en la cintura]
¤ Mecanismo oculto de kunai [Debajo de la manga derecha] (Vacio)
¤ Kunai x2 (uno tuyo y el otro el del mecanismo) [Uno en cada mano]
¤ Shuriken x1
RE: El rasta y el Uchiha - Riko - 29/02/2016
Aquella ves el pelinegro estaba completamente seguro de que su estrategia funcionaría, cualquier persona normal sería incapaz de esquivar un golpe tan cercano y a tal velocidad, pero, por arte de magia o algún truco sucio, aquel maldito rubio insistía en no querer recibir ningún golpe, y no le culpaba, pero aquello le había sorprendido, había comenzado el salto una milésima antes de que el propio Riko lanzara la patada, y le fue imposible redirigir el golpe, aunque estuvo a punto de impactarle en el aire.
La batalla estaba dando mucho de sí, el rastas pensaba que iba a ser algo fácil, pero aquel chico era bueno, sabía lo que hacía, pero no se lo pondría fácil, eso seguro.
Riko no tuvo mucho tiempo para pensar, pues rápidamente la rodilla de su adversario se dirigía a su rostro, con muy mala baba, si llegaba a impactar, podía incluso romperle la nariz, los golpes en la cara con una rodilla son bastante dolorosos y no quería recibirlo, así que, prácticamente como un acto reflejo, sus dos brazos se dirigieron hacia la pierna, en forma de cruz tratando de bloquear el golpe, o algo mucho mejor, desviarlo, y eso hizo, sus brazos impactaron contra la tibia de su oponente, desviando la patada hacia arriba, evitando el golpe por la mínima, aunque, debido a la posición que tenía, no pudo evitar desequilibrarse y caer de culo como consecuencia.
Mientras caía vio como el rubio hizo lo propio aunque lo salvó con algo más de estilo que él, pues cayó rodando alejándose levemente del pelinegro para luego retroceder un poco más.
''¿Se habrá dado cuenta de que el Taijutsu es mi punto fuerte y por eso se aleja?''
Riko se levantó apoyándose en las palmas de sus manos, mirando fijamente al muchacho.
— ¿Cómo cojones has esquivado mi patada? Era prácticamente imposible, me tenías a menos de un metro, la capacidad de reacción es muy limitada, ¿Cómo lo has hecho? — Preguntó el ojiazul molesto.
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–¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
- Shuriken x5
- Kunai x2 (-2)
- Hilo shinobi
- Hikaridama (-1)