El inevitable eclipse - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Base de datos del rol (https://ninjaworld.es/foro-base-de-datos-del-rol) +--- Foro: Historia, acontecimientos y ambientación (https://ninjaworld.es/foro-historia-acontecimientos-y-ambientacion) +---- Foro: Tramas pre-reset 2017 (https://ninjaworld.es/foro-tramas-pre-reset-2017) +---- Tema: El inevitable eclipse (/tema-el-inevitable-eclipse) |
El inevitable eclipse - Amedama Daruu - 5/10/2016 Ahora sólo la lluvia sería testigo de aquella confrontación entre compañeros. Bueno, y ellos. La lluvia, y ellos. Un hombre y una mujer de mediana edad estaban de pie a ambos lados de la arena de batalla. Ambos estaban de brazos cruzados y mantenían una mirada fija hacia adelante, pero el brillo de sus ojos era muy distinto. El del padre de Ayame, Aotsuki Zetsuo, era frío, calculador, expectante... e impaciente. Observaba la espalda de su hija y la postura de su contrincante como quien observa un mapa de guerra y juega a imaginarse los próximos movimientos de sus guarniciones. El de la madre de Daruu, por el contrario, era ardiente. Apasionado. Se estaba dejando sorprender, exponiéndose a lo que el combate iba a darle sin temor a dejar de pensar en qué pasará a continuación. El tercer acompañante era un lucero blanco en medio de nubes de tormenta y olas de agua oscura. Aotsuki Kori hacía de juez y árbitro, y se mantenía al margen en medio de ellos dos. El brillo de sus ojos no decía nada, e impertérrita era también su postura, con un brazo levantado, que trazaba una línea imaginaria cruzando todo el terreno por la mitad. Era una plataforma enorme rectangular, de al menos veinte metros de largo y diez de ancho. No había obstáculos para entorpecerlos ni modo de huir: allá en medio del lago uno sólo podía saltar a las olas. Y ya habían acordado que quien cayese al agua perdería el combate. Ya iba siendo hora de saldar la apuesta entre sus padres. —Bueno... pues ya está todo listo —anunció Daruu, como si todos no supieran ya que así lo era—. No quería tener que hacer esto de esta manera, pero los viejos se han empeñado. Kiroe tosió, detrás de él. —Era una tontería de broma, mamá. —apoyó una mano al lado del cuello y movió uno de los hombros. Flexionó y estiró las rodillas, varias veces, calentando. Y levantó la mano. —Kori-san, yo ya estoy listo. RE: El inevitable eclipse - Aotsuki Ayame - 6/10/2016 Las gotas de lluvia caían sobre ellos como finas agujas, pero ninguno de los presentes parecía inmutarse ante las inclemencias del tiempo. Todos eran parte de Amegakure. Todos estaban acostumbrados a vivir y luchar bajo la tormenta. Y sobre aquella sobria plataforma rectangular, Daruu y Ayame contarían con las mismas ventajas sobre el terreno. Sería muy tentador para Ayame utilizar las aguas del lago e inclinar la balanza a su favor... si no fuera porque habían acordado de antemano que el primero que cayera al agua perdería automáticamente el combate. Ayame, firme y a un lado de la plataforma, cambió el peso de su cuerpo de una pierna a otra. Desde el momento en el que Daruu había regresado, sabía que aquel momento iba a llegar tarde o temprano. Aunque no había esperado que fuera más temprano que tarde. Sus respectivos padres no habían necesito más que unos minutos para acordar una fecha y un lugar donde culminarían su apuesta. «El tiempo no ha conseguido enfriar esa llama...» Se lamentaba una angustiada Ayame, que no dejaba de removerse en el sitio. Estaba asustada, muy asustada. Y el sentir la punzante mirada de su padre clavada en su espalda no ayudaba para nada. Pero al mismo tiempo se sentía emocionada. Había deseado enfrentar de nuevo sus fuerzas con Daruu desde el momento en el que ambos habían acudido al Torneo de los Dojos. Pero, por incomprensible que pudiera parecer, Ayame habría preferido combatir contra Daruu frente a toda la multitud en el torneo que en aquel lugar. Al menos en el torneo no podía distinguir caras, y los ojos de la multitud se difuminaban rápidamente. Ahora, tal y como estaban, tenía tres pares de ojos concentrados en ella, observándola, pinchándola desde todas las direcciones... —Bueno... pues ya está todo listo —anunció Daruu, con demasiada alegría—. No quería tener que hacer esto de esta manera, pero los viejos se han empeñado. ¿Y si caía? ¿Y si perdía el combate? Por mucho que ella fuera la supuesta ganadora del torneo y Daruu hubiese perdido en la primera ronda, Ayame ya había perdido en una ocasión contra él, por lo que no sería demasiado extraño que volviera a hacerlo. Y si lo hacía... Decepcionaría profundamente a su padre y a su hermano mayor... «Por esto prefería combatir en el torneo y no aquí... ¡Jopé!» Respiró hondo, abriendo y cerrando los dedos de sus manos una y otra vez. Un movimiento en la mano de Daruu la alertó, pero el chico sólo la alzó para apoyarla en su cuello y acomodar sus hombros y después flexionar varias veces las rodillas, calentando. Ayame no le imitó. Seguía estática como una estaca, inmóvil, petrificada. —Kōri-san, yo ya estoy listo. Kōri, que actuaba como árbitro en medio de los dos con el brazo alzado, asintió con sequedad hacia la confirmación de Daruu y después sus ojos escarchados viraron hacia Ayame. Ella abrió la boca, pero ningún sonido escapó de sus labios. Se había cruzado con los ojos divertidos de Kiroe y estaba entrando en pánico. Nerviosa, se mordió el labio inferior y alzó ambas manos para asegurarse de que el nudo que ataba su bandana en torno a su frente estuviera bien ajustado. La primera vez había perdido por haber perdido la bandana. No podía permitir cometer dos veces el mismo fallo. —Yo... también estoy lista. A sus espaldas, Zetsuo alzó la barbilla y entrecerró los ojos. Kōri volvió a asentir. —Bien. Comenzad. Como el filo de una guillotina, Kōri bajó el brazo y se retiró con gracilidad hacia uno de los extremos de la plataforma. Ayame se llevó la mano derecha al portaobjetos, pero se detuvo en seco ahí. Como si se hubiera quedado en blanco. «¿Qué debo hacer?» Estado de Ayame
• PV: 165/165 • CK: 185/185 100/100 Objetos: Bomba de humo, Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x5 Daño recibido RE: El inevitable eclipse - Amedama Daruu - 11/10/2016 Kori asintió con la frialdad del hielo y observó a su hermana, expectante. La muchacha abrió los labios, luego se mordió el de abajo, y finalmente se apretó el nudo de la cinta que llevaba atada detrás de la cabeza. Daruu sonrió. Sería tan fácil cortarle la cinta... Dada la obsesión de Ayame por aquél hábito —aún no sabía por qué— sin duda aquello le daría la victoria. Pero era demasiado fácil, y para él no lo suficientemente limpio. Alguno habría discutido sobre si un ninja debía ser limpio o no peleando, pero para el que no lo sepa, he de recordar que aquello trataba sobre honor y sobre compañerismo, en el fondo. Bueno, a Kiroe y a Zetsuo quizás hacía falta explicarles un poco de la segunda parte, pero en los duelos tradicionales entre shinobis, normalmente, se medían las habilidades sin recurrir a atajos. Al final, eran ninjas, y de trampas y triquiñuelas iba el asunto, pero estaba dispuesto a pasar por alto esa debilidad de la chiquilla. Porque no podría engañarse a sí mismo y hacerse creer que había ganado. —Yo... también estoy lista —anunció, finalmente, Ayame. Kori asintió de nuevo, y con su voz impersonal y ausente enunció las palabras mágicas. —Bien. Comenzad. Bajó el brazo, cortando la línea imaginaria que les separaba. Se movió, apartándose del camino. Ya no había marcha atrás. Ayame se llevó la mano derecha al portaobjetos, y Daruu flexionó las rodillas para correr hacia ella. Pero Ayame no lanzó arma alguna. Y Daruu no echó a correr. —Me da igual lo que piensen nuestros padres —dijo—. Para mí esto no es una apuesta, porque yo no he puesto dinero. Esto es un duelo tradicional. Así que, Ayame... Volvió a estirar las piernas y formuló el sello del tigre frente a sí. —Vamos a disfrutar del combate. RE: El inevitable eclipse - Aotsuki Ayame - 15/10/2016 Daruu flexionó ligeramente las rodillas, y todos los músculos de Ayame se pusieron en tensión en respuesta. Sin embargo, ninguno de los dos se movió aún: ni Daruu se abalanzó sobre ella, ni Ayame apartó la mano del portaobjetos. De hecho, al cabo de algunos segundos, fue él quien volvió a hablar. —Me da igual lo que piensen nuestros padres —dijo, y Ayame no pudo evitar ladear ligeramente la cabeza—. Para mí esto no es una apuesta, porque yo no he puesto dinero. Esto es un duelo tradicional. Así que, Ayame... Daruu relajó la postura y, para sobresalto de Ayame, estiró los dedos índice y corazón frente a sí mismo. Era el sello del tigre. El sello de la confrontación. «¡Estúpida!» Se riñó a sí misma, obligándose a responder a aquel signo de cordialidad y respeto entre dos ninjas compañeros de aldea. ¡Con los nervios de aquella estúpida apuesta entre sus padres había olvidado los modales! —Vamos a disfrutar del combate. Ayame dejó escapar un ligero suspiro y sonrió a su vez. —Daré todo de mí. Espero que tú no te contengas, Daruu. Se permitió dirigir una última mirada a Kōri y otra de reojo a su padre. Por mucho que ella no hubiese puesto dinero en aquella prueba, sentía una gran presión de pensar que ellos estaban allí, evaluando cada uno de sus movimientos. Sacudió la cabeza por última vez, tratando de despejarse, y volvió a clavar sus ojos avellana en su oponente. No sabía mucho sobre él, y desde que combatieron por primera y última vez había pasado mucho, mucho tiempo. Ni siquiera le había visto luchar en el torneo, así que era más que previsible que guardara más de una sorpresa desagradable para ella. «Madera y Suiton... Pero yo también tengo mis ases en la manga... Y pienso utilizarlos.» El viento levantó una ola mal avenida que se estrelló contra la plataforma, salpicando a los dos contrincantes... Era el gong de salida. Estado de Ayame
• PV: 165/165 • CK: 185/185 100/100 Objetos: Bomba de luz, Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x5 Daño recibido RE: El inevitable eclipse - Amedama Daruu - 15/10/2016 —Daré todo de mí. Espero que tú no te contengas, Daruu. El viento removió los cabellos azabache del muchacho cuando dibujó una emocionada sonrisa cómplice en el pálido lienzo que era su rostro. Sus ojos marrones se clavaron en los de ella. Su voz no tembló cuando le contestó: —Espero que no esperes que me contenga. Ambos eran más altos, Ayame y Daruu. Ambos lucían diferente aspecto, y no sólo por la renovada indumentaria habitual sino también por el brillo de sus miradas y por un montón de cosas más. A su manera y cada uno de forma distinta, habían evolucionado. ¿Cuánto más uno que el otro? Eso estaban a punto de averiguar. El viento volvió a soplar, esta vez con más fuerza. Una ola rompió furiosa contra el cemento de la platafoma, y el lago invadió temporalmente la roca como un mal agüero que avecinaba golpes y gritos. Daruu realizó cuatro sellos y una masa de madera se desprendió de su pecho formando un maniquí idéntico a él, delante del muchacho, que no tardó en desconectarse de su cuerpo y tomar el color del original. —¿Sorprendida? —preguntó el clon de madera. —Pues claro que está sorprendida, ¡somos la caña! —respondió Daruu, adelantándose, colocándose al lado de su clon y dándole un par de palmaditas en la espalda con una amplia sonrisa. —¡Vamos allá! —exclamaron, entonces, los dos a la vez, y echaron a correr hacia Ayame a toda velocidad. A medio camino, el original, se apoyó en la espalda del clon y saltó por encima de él, y desplegó por sorpresa de la manga derecha unas cuchillas metálicas directas al pecho de la kunoichi. Estado de Daruu
• PV: 150/150 • CK: 85/100 • CK (mokubunshin): 80/80 1 AO - Kunai (x1, mokubuki, 9 PV/golpe, 8 PV/superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración) - Shuriken (x1, mokubuki, 8 PV/superficial, 12 PV/directo) - Garra de triple hoja (x1, mokubuki, 20 PV/corte, 30 PV/penetración) - Sello explosivo de clase B (x1, portaobjetos, 65 PV/explosión) Técnicas utilizadas RE: El inevitable eclipse - Aotsuki Ayame - 17/10/2016 —Espero que no esperes que me contenga —replicó él, y Ayame respondió a su decidida sonrisa con una algo más trémula. El viento soplaba, removiendo los cabellos y los ropajes de los dos muchachos que estaban a punto de batirse en duelo. Las olas rompían contra el inamovible cemento de la plataforma sobre la que se sostenían y el agua invadía por momentos su superficie. Pero nada de eso les importaba. Cada uno tenía la mirada clavada en el otro, estudiándolo, analizándolo, estudiando las múltiples posibilidades que tenían para asestar el primer golpe. Finalmente, fue Daruu el que se decidió. Ayame tensó todos los músculos de su cuerpo cuando le vio entrelazar las manos en una secuencia de sellos, y juntó las suyas propias para preparar una defensa. Inesperadamente, una masa de madera brotó de manera directa del pecho de Daruu, se desprendió con un sonoro crujido de él y, ante los estupefactos ojos de Ayame, formó una réplica totalmente exacta a él. «Un clon... de madera.» Y no le hizo falta asegurarse de si tenía sombra para darse cuenta de que aquella réplica era tan real como su creador. No era algo tan insólito, después de todo, ella misma era capaz de crear réplicas a partir de agua. Sin embargo, lo que le preocupaba realmente era que aquel combate se acababa de convertir en un dos contra uno. —¿Sorprendida? —preguntó el clon. —Pues claro que está sorprendida, ¡somos la caña! —respondió el real, antes de que se le ocurriera una ingeniosa respuesta, con un par de palmaditas en la espalda de su nuevo aliado. «Esto no me gusta...» Pensaba una asustada Ayame, que no dejaba de maldecir su mala suerte. —¡Vamos allá! —exclamaron al unísono, y Ayame se obligó a volver a concentrarse. Los dos arremetieron contra ella, y Ayame flexionó ligeramente las rodillas en consecuencia. A mitad de camino, el Daruu original se apoyó sobre la espalda de su clon y saltó por encima de él. El peligro vino desde el brillo metálico en su manga derecha, donde tres cuchillas se habían desplegado desde su mano y se dirigían peligrosamente contra ella. Pero Ayame tampoco había perdido el tiempo como un blanco inútil. —Suiton: Ryūjin no Suitoge —exclamó. En el momento en el que Daruu saltó por encima de su clon sus manos se entrelazaron en dos sencillos sellos. Ayame se encogió ligeramente sobre sí misma cuando cuatro largas espinas de agua se elongaron súbitamente a partir de sus brazos y sus piernas y se abalanzaron, dos y dos, contra el Daruu real en el aire y su clon en tierra. Estado de Ayame
• PV: 165/165 • CK: 161/185 100/100 Objetos: Arco pequeño y flechas (x15), Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x5 Daño recibido RE: El inevitable eclipse - Amedama Daruu - 17/10/2016 Sorprendido, Daruu apenas tuvo tiempo de reaccionar a las dos espinas acuáticas que se dirigían a suma velocidad hacia él. Aún así, tuvo tiempo para cargar una esfera de chakra esmeralda en la mano izquierda y apuntarla hacia adelante. La esfera, irregular, se tambaleó medio segundo para proceder a estallar en un cono de un verde intenso que se mezcló con el transparente azulado del agua cuando las técnicas chocaron y se neutralizaron. —Rasen: Shippai —enunció Daruu, quien dada la fuerza de su propia técnica fue requisado de su inercia y obligado a retroceder un poco hacia atrás. Aterrizó en lugar seguro. A su clon, por otra parte, le había bastado con apartarse hacia la izquierda. Un derrape rápido auspiciado por el choque de las técnicas, que había dejado un enorme rastro de vapor de agua. Oculto tras la nube, se lanzó hacia adelante, la atravesó y atacó por sorpresa a Ayame con un puñetazo directo al rostro. Estado de Daruu
• PV: 150/150 • CK: 70/100 • CK (mokubunshin): 80/80 1 AO - Kunai (x1, mokubuki, 9 PV/golpe, 8 PV/superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración) - Shuriken (x1, mokubuki, 8 PV/superficial, 12 PV/directo) - Garra de triple hoja (x1, mokubuki, 20 PV/corte, 30 PV/penetración) - Sello explosivo de clase B (x1, portaobjetos, 65 PV/explosión) Técnicas utilizadas RE: El inevitable eclipse - Aotsuki Ayame - 18/10/2016 Para su completa decepción, la réplica de Daruu sólo tuvo que hacerse a un lado para esquivar las agujas. Ayame había esperado que su ataque al menos acertara en el original, dada su posición en el aire, pero nuevamente se vio sorprendida cuando un destello verde apareció en la mano de su rival. Un destello en forma de esfera bamboleante y giratoria que hizo chocar contra su ataque para desatar una densa y sibilante cortina de vapor de agua que inundó la plataforma y sacudió el cuerpo de Ayame como una bofetada. —Maldita sea —gruñó para sí. Pero no podía permitirse perder ni un solo instante. Con su zurda se descolgó el arco de la espalda, y después se llevó la diestra al carcaj y sacó una flecha que cargó en la cuerda. Apuntó y tensó. Tensó hasta que la cuerda del arco crujió junto a su oído. Y con los ojos fijos en la niebla y los oídos abiertos al más mínimo sonido, esperó. Esperó hasta que avistó una sombra removiéndose en el vapor. Ni siquiera podía permitirse alcanzar a distinguir si se trataba del Daruu real o del clon. Por lo que, al salir de su refugio, Daruu se encontraría con el saludo silbado de una flecha que se dirigía a toda velocidad contra él. «Otra más...» Inmediatamente cargó otra flecha en el arco. Tanto por si el clon esquivaba el primer proyectil, como si surgía el otro Daruu a través de la niebla... Estado de Ayame
• PV: 165/165 • CK: 161/185 100/100 (1 AO) Objetos: Arco pequeño y flechas (x14), Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x5 Daño recibido RE: El inevitable eclipse - Amedama Daruu - 18/10/2016 El moku bunshin de Daruu no perdió el tiempo en esquivar la flecha de Ayame. La recibió en el pecho sin demasiadas muestras de dolor —al fin y al cabo, no era más que un pelele de madera— y siguió con su diestra hacia adelante, casi rozando el rostro de la kunoichi... —¡YA! —chilló, con una fatídica sonrisa dibujada en el rostro. Daruu, tras la nube de vapor, dio un salto hacia atrás, retrajo su garra y formuló un sencillo sello. BOOM El sello explosivo que Daruu había pegado a la espalda de su clon al inicio del combate emitió un fulgor blanquecino e inmediatamente estalló justo enfrente de Ayame. El gran estruendo de la explosión les dejó sordos a la lluvia, que inexorablemente, seguía cayendo. Cuando el jaleo había pasado, Daruu se encontraba expectante, a una distancia prudencial, observando la nube de humo que rápidamente reduciría el agua de Amenokami. Estado de Daruu
• PV: 150/150 • CK: 150/180 Daños: 65 PV por explosión 1 AO revelada: colocación del sello explosivo a la espalda del clon cuando Daruu le dio las palmaditas en la espalda - Kunai (x1, mokubuki, 9 PV/golpe, 8 PV/superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración) - Shuriken (x1, mokubuki, 8 PV/superficial, 12 PV/directo) - Garra de triple hoja (x1, mokubuki, 20 PV/corte, 30 PV/penetración) Técnicas utilizadas RE: El inevitable eclipse - Aotsuki Ayame - 19/10/2016 La primera flecha dio de lleno en el pecho de Daruu. Ayame se sobresaltó, pero al ver que continuaba inexorable su avance hacia ella comprendió que debía tratarse de la réplica y continuó adelante con su plan. Volvió a llevarse la mano al carcaj. Cargó una nueva flecha. Trató de saltar atrás para ganar espacio, y la cuerda se disparó con un sonoro "clank" cuando su oponente estiraba el brazo hacia ella, tratando de alcanzarla... —¡YA! —gritó él, y sus labios se curvaron llenos de malicia. «No...» El mundo se convirtió en blanco frente a sus ojos. Un estruendo hizo estallar sus tímpanos y la piel se le prendió en llamas. Desesperada, trató de transformar su cuerpo en agua al tiempo que una irresistible fuerza la lanzaba por los aires. Cayó con una torpe salpicadura varios metros atrás. Completamente aturdida, ensordecida, con la cabeza dándole vueltas y cada célula de su cuerpo gritando de dolor, Ayame aún tardó varios segundos más de la cuenta en comenzar a recuperar su forma corpórea entre gemidos de angustia. Y lo primero que vio cuando entreabrió los ojos fue las botas de su padre. «No puedo fallar...» Pero después de aquello no podía mirar a Zetsuo a la cara. Tenía miedo de lo que reflejaría su rostro, sus ojos si lo hacía. Y por eso dejó escapar el dolor con un nuevo gemido y apoyó la mano en el suelo para reincorporarse, tambaleante y jadeante. Había caído la primera. Pero no podía rendirse así como así... Cuando consiguió que sus ojos volvieran a enfocar la arena de combate vio a Daruu allí, a varios metros de su posición. Y Ayame apretó las mandíbulas, invadida por una súbita rabia. Utilizar las agujas de agua habían supuesto un grave error. Tendría que probar otro tipo de táctica. Entrelazó las manos en cuatro sellos consecutivos y finalizó con una seca palmada que retumbó por encima de la inclemente lluvia que caía sobre ellos. —Kasumi Jūsha no Jutsu —susurró, con los ojos entornados por el dolor y la concentración que requería para formular aquella técnica. Como invocados desde el más allá, un sinfín de sombras comenzaron a alzarse surgidos del mismo cemento sobre el que ambos se sustentaban. Todas aquellas sombras tenían la apariencia de Ayame, pero todas ellas vestían de negro y llevaban los ojos vendados. Todas aquellas sombras avanzaron al unísono hacia Daruu, con pasos tambaleantes y fantasmales. Todas aquellas sombras llevaban un kunai en su mano derecha. —No... perderé... No... me... rendiré... No... caeré... —repetían al unísono. Y, mientras tanto, Ayame había desaparecido entre ellos... Estado de Ayame
• PV: 100/165 • CK: 125/185 100/100 (1 AO) (1 AO revelada) Suika no jutsu activado Objetos: Arco pequeño y flechas (x13), Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x5 Daño recibido RE: El inevitable eclipse - Amedama Daruu - 19/10/2016 El vapor de agua y el humo que provocó la explosión fue mitigado rápidamente por la lluvia dejando en su lugar los restos carbonizados de lo que parecía ser un pelele de madera y, al otro lado, a una Ayame, tumbada boca arriba, que apretaba los puños de la misma forma que, pensó Daruu, estaría apretando la mandíbula, rabiosa. La chica apoyó la mano en el suelo y se reincorporó, tambaleando, jadeando, agotada. De nuevo estaban mirándose fijamente. Las miradas se cruzaron. En otra ocasión puede que hubiera surgido una chispa, pero esa no era la ocasión. La chispa era una llama, desde ahí hasta que el combate terminase. Ayame entrelazó sus manos y formuló unos rápidos sellos. Palmeó al aire y lo hizo resonar claramente entre la lluvia. Aquella técnica ya la conocía. Tardó un instante muy corto de tiempo en reconocer aquellas sombras. De pronto, a Daruu le invadió una singular rabia. Desapareció de su posición y se plantó frente a Ayame, garras extendidas, antes de que los falsos clones siguieran surgiendo hasta no poder distinguirla de ellos. —¿Otra vez? ¡¡Deja de huir y pelea, Ayame!! ¿Es que no tienes más que ese viejo truco? Lanzó la garra al pecho para forzarla a pelear. Estado de Daruu
• PV: 150/150 • CK: 136/180 Daños: 30 PV por penetración (sin contar el Suika) - Kunai (x1, mokubuki, 9 PV/golpe, 8 PV/superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración) - Shuriken (x1, mokubuki, 8 PV/superficial, 12 PV/directo) - Garra de triple hoja (x1, mokubuki, 20 PV/corte, 30 PV/penetración) Técnicas utilizadas RE: El inevitable eclipse - Aotsuki Ayame - 19/10/2016 Pero Ayame había cometido un nuevo error, y no se dio cuenta de ello hasta que fue demasiado tarde: Daruu ya conocía aquella técnica, y no estaba dispuesto a caer dos veces en la misma trampa. Apenas las sombras habían comenzado a salir desde el suelo, Daruu desapareció en apenas un parpadeo. Y con la misma rapidez apareció repentinamente frente a ella, haciéndole soltar un grito de sorpresa. "El arte de manipular la mente puede brindarte una valiosa oportunidad. Pero tu oponente no caerá dos veces en la misma ilusión. Recuérdalo, Ayame. Recuérdalo." Le había dicho su padre mucho tiempo atrás, en una de sus incontables lecciones sobre el Genjutsu. —¿Otra vez? ¡¡Deja de huir y pelea, Ayame!! ¿Es que no tienes más que ese viejo truco? —le gritó Daruu, antes de lanzar de nuevo el puño hacia su pecho. Y, con él, aquellas terroríficas garras de metal. —¡NO! Ayame apretó las mandíbulas. Se apartó a un lado en el último momento y bloqueó su brazo agarrando su antebrazo con su mano desnuda. Las garras arañaron su antebrazo, pero no fue sangre lo que brotó de su piel, sino más agua. Ayame entrecerró los ojos, pero no se dejó llevar por el dolor. Tenía su oportunidad al alcance de su mano, y no pensaba desaprovecharla. Porque sólo necesitaba bloquear su brazo momentáneamente para girar el resto del cuerpo y estampar su brazo hinchado de una manera monstruosamente anormal contra él. —¡El halcón virtuoso esconde sus garras, Daruu! Alrededor de los dos combatientes, los clones ilusorios se habían desplomado y desaparecidos. Volvían a estar ellos dos solos. Ellos y sus respectivos familiares, que seguían expectantes la partida. Zetsuo, a la espalda de Ayame, había entornado los ojos en un gesto difícil de descifrar; mientras que Kōri continuaba observando el escenario con su habitual gesto impasible. Estado de Ayame
• PV: 90/165 • CK: 107/185 100/100 (1 AO cortada) Objetos: Arco pequeño y flechas (x13), Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x5 Daño recibido RE: El inevitable eclipse - Amedama Daruu - 19/10/2016 —¡NO! Ayame se quitó de en medio con una elegante finta y agarró firmemente su antebrazo. Se ancló firmemente al suelo. Giró el torso. Su brazo se hinchó de manera descomunal y le impactó a Daruu en el hombro y en el costado cuando intentó evitar daños mayores tapándose la cara como buenamente pudo. —¡El halcón virtuoso esconde sus garras, Daruu! El muchacho salió volando, rodó por el bloque de cemento agarrándose el hombro afectado por el puñetazo monstruoso y botó una, dos, tres veces, levantando pequeños chapoteos del agua que inundaba parcialmente la plataforma. Finalmente resbaló y... cayó del borde del bloque, directo hacia el lago. —¡¡Nooo!! —exclamó Kiroe, apretando los dientes. Sin embargo, un brazo se posó en el borde del bloque de cemento, luego una mano. Y poco a poco, Daruu volvió a subir. Resolló un soplido, cerró los ojos y se masajeó el brazo dolorido, moviendo el hombro en círculos. —Vaya, esa ha sido buena. Sin embargo... «Serpiente, pájaro, dragón, serpiente, pájaro, dragón...» —Daruu repetía para sí una serie de sellos memorizados recientemente mientras hacía los honores. «...carnero.» —Con esta tormenta, no sé cómo los halcones se atreven a volar. ¡Suiton: Amenokami Kyoki! Daruu dio un confuso paso hacia la izquierda y se puso la capucha de la capa. Luego dos a la derecha, luego otro a la izquierda, y giró repentinamente al tiempo que una nube negra enorme se había formado sobre sus cabezas. Lo que pareciera una tormenta normal de Amegakure se había transformado de pronto en una pesadilla en la que el agua se metía en los ojos, en la boca y hasta en los oídos. Daruu se metió en medio del océano de precipitación auspiciado por el estruendo gigantesco de las gotas, que no dejaban oír sus pasos. Para ellos, que estaban acostumbrados a la lluvia, luchar bajo ella era casi natural, pero aquello era otro mundo, y sin duda Ayame, que no se había entrenado bajo aquellas circunstancias, tardaría un pequeño lapso de tiempo en acostumbrarse. Daruu se acercó de pronto a Ayame de frente, de nuevo con su garra extendida... Pero justo antes de llegar a ella, estallaría en una nube de humo: un clon, normal y corriente. Una treta fácil bien camuflada bajo el abrigo de una treta más compleja, porque no había manera de distinguir sombras y pesos con aquella debacle. Entre tanto, una mano bien real empujaría por la espalda, haciéndola moverse hacia adelante. Su pie se encontraría con un pequeño tocón de madera que la haría tropezar y caer al suelo. ...y en su caída encontraría un taladro de agua girando a toda velocidad. Daruu trastabilló, pero consiguió mantenerse en pie. Había utilizado demasiado chakra para sus capacidades, y lo sabía. Se le nubló la visión unos instantes, y tuvo que girar la cara un par de veces para volver a enfocar su mirada. Jadeando y sudando, no tuvo más remedio que desactivar su técnica de la tormenta. Aún tenía mucho que entrenar. Estado de Daruu
• PV: 108/150 • CK: 39/180 Daños: 90 PV (Suigadan) - Kunai (x1, mokubuki, 9 PV/golpe, 8 PV/superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración) - Shuriken (x1, mokubuki, 8 PV/superficial, 12 PV/directo) - Garra de triple hoja (x1, mokubuki, 20 PV/corte, 30 PV/penetración) Técnicas utilizadas RE: El inevitable eclipse - Aotsuki Ayame - 19/10/2016 El monstruoso golpe impactó de lleno en el hombro y el costado de Daruu, y el muchacho salió despedido en consecuencia. Voló. Voló varios metros, y luego rodó sobre la superficie de cemento. Rebotó una, dos, tres veces entre sonoros chapoteos. Y entonces resbaló por el borde de la plataforma y el corazón de Ayame dio un vuelco cuando le vio caer directo hacia las aguas del lago. —¡¡Nooo!! —gritó Kiroe. A la espalda de Ayame, Zetsuo sonreía. Pero aquel gesto se congeló en su rostro cuando un brazo se posó en el borde de la plataforma y después le siguió la mano. Daruu volvía a subir a la arena de combate, y Ayame volvió a tensar todos los músculos del cuerpo en consecuencia. Aquello no había terminado. —Vaya, esa ha sido buena. Sin embargo... —murmuró, mientras sus manos volvían a entrelazarse en una secuencia de sellos que a Ayame se le antojó bastante larga—. Con esta tormenta, no sé cómo los halcones se atreven a volar. ¡Suiton: Amenokami Kyoki! Elemento agua. Y había invocado el nombre del dios de la tormenta. Todo sucedió increíblemente deprisa. Como el baile de un desorientado borracho, Daruu dio un paso hacia la izquierda al tiempo que se colocaba la capucha sobre la cabeza, dos a la derecha, otro a la izquierda y entonces se dio la vuelta de repente. Una nube, oscura como el carbón, se había arremolinado sobre sus cabezas y entonces convirtió la lluvia que caía ya sobre ellos en una auténtica cortina de agua que cayó sobre ellos como si alguien hubiera volcado un cubo de agua sobre sus cabezas. —Maldito Hanaiko... —murmuró a su espalda un irritado Zetsuo. Pero Ayame no le escuchaba. Porque no podía quedarse de brazos cruzados como un espantapájaros bajo la tormenta. Tenía que actuar. Estaba acostumbrada a luchar bajo la lluvia. El agua era su elemento después de todo. Pero aquello superaba todos los baremos. Le costaba mucho ver a través de la cortina de agua que se había formado en tan escaso tiempo y Daruu no tardaría en aprovechar la oportunidad. De hecho, no tardó en surgir a través de la cortina de agua, con la garra de nuevo destellando en su mano. Pero fue una mano en su espalda lo que la empujó hacia delante. Y un súbito obstáculo en el suelo la hizo tropezar. Y un taladro de agua la atravesó de parte a parte. Ayame ahogó una exclamación... Y justo cuando estalló en una explosión de agua, del mismo agua que encharcaba la plataforma de cemento surgió una mano que aferró con firmeza el tobillo de Daruu y tiró de él hacia abajo para hacerle perder el equilibrio en el momento en el que aparecía otra mano que empuñaba un kunai directo a clavarse en su pierna. Ayame terminó de surgir con un salto y sus manos entrelazadas en un único sello: —¡Suiton: Suigadan! El agua por debajo de Daruu se arremolinó y se alzó en un súbito colmillo de agua y Ayame cayó de rodillas sobre el asfalto, resollando exhausta y ligeramente mareada por el gasto de chakra que le había supuesto aquella última técnica. «Quizás... quizás me he precipitado...» Pensaba. Pero, por debajo de ese asfixiante agotamiento, una fuerza diferente estaba comenzando a bullir. Una energía que le quemaba las entrañas... Y le hacía ver destellos rojizos a través de sus párpados. Estado de Ayame
• PV: 90/165 • CK: 33/185 100/100 Objetos: Arco pequeño y flechas (x13), Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x5 Daño recibido RE: El inevitable eclipse - Amedama Daruu - 20/10/2016 El taladro atravesó a Ayame de parte a parte. Ahogó un grito. Daruu se quedó inmóvil, frío como un carámbano. No pensaba que fuera a acertar, y ahora... ahora... Ella... Estaba tan cerca de la victoria que le había cegado. El clon de agua de Ayame estalló y el agua se le metió en los ojos. Chasqueó la lengua, y para cuando pudo reaccionar, fue demasiado tarde: una mano agarraba uno de sus tobillos. Miró hacia abajo. Otra buscaba clavarle un cuchillo en la pierna. Intentó ser rápido, pero el agotamiento se lo evitó: chilló de dolor, y cayó de rodillas. «No... no puedo perder... no puedo...» Como si se tratara de una película a cámara lenta, Ayame se impulsó frente a sus decaídos ojos y brincó desde su acuático escondite. Tenía un sello formulado. Conocía ese sello. «¡No puedo, no puedo NO PUEDO!» Daruu levantó la mano. Escuchó un estruendo debajo de él. Pero eso no importaba. Una esfera de color esmeralda brillaba peligrosamente en su palma. Sentía que iba a desfallecer, la visión se le nublaba, pero... «Un poco más... de chakra...» Algo empezó a arañarle la espalda, de abajo a arriba. Era doloroso. El dolor tampoco importaba. —¡Suiton: Suigadan! —¡Rasen: Shippai! La esfera de Daruu volvió a estallar hacia adelante, al tiempo que el taladro de agua homónimo al suyo rasgaba toda su espalda. Quemaba, quemaba... La vista se le apagó en cuestión de segundos. El dolor... no duró mucho. Cayó, rígido contra el asfalto. Estado de Daruu
• PV: -18/150 – (-18) (-108)• CK: -21/180 – (-60)Daños: 100 PV (Rasen: Shippai) - Kunai (x1, mokubuki, 9 PV/golpe, 8 PV/superficial, 12 PV/corte, 18 PV/penetración) - Shuriken (x1, mokubuki, 8 PV/superficial, 12 PV/directo) - Garra de triple hoja (x1, mokubuki, 20 PV/corte, 30 PV/penetración) Técnicas utilizadas |