¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Fuego (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-fuego) +--- Foro: Valle de los Dojos (https://ninjaworld.es/foro-valle-de-los-dojos) +---- Foro: Sendōshi (https://ninjaworld.es/foro-sendoshi) +---- Tema: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! (/tema-vaaaaamo-a-tomaaaaa-hip) |
¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Aiko - 31/08/2017 Un fúnebre día nublado arreciaba, dando un ligero respiro para aquellos que estaban acostumbrados a no ver mas que lluvia. Así mismo, daba también un gran respiro con respecto a las altas temperaturas veraniegas, que no hacían mas que sofocar a todo ser viviente. Se mirase por donde se mirase, aquél día que parecía tan triste, no era mas que lo contrario, un gran día para salir y tomar un respiro. Era un día perfecto para tomar un descanso, y meditar sobre las futuras acciones, sobre qué podría o no pasar durante el torneo. Vestida con un yukata blanco y sin detalle alguno, la kunoichi salió a dar una vuelta, sin rumbo fijo. Aunque su vestimenta fuese de lo mas simple, su mera presencia hacía que el ropaje pareciese lindo. No se trata de como vestir, si no de quién viste. Sin embargo, la chica tampoco le hacía mucho caso al tema, después de todo, le importaba una mierda. Con paso firme sobre sus getas, la kunoichi fue caminando por las calles de la capital con parsimonia. Iba quizás algo ensimismada, pero buscando algo concreto, no cualquier cosa. Calle a calle, la pelirroja fue recorriendo gran parte de la urbe, llegando hasta la zona mas céntrica, donde una cantidad de comercios aún mayor se conglomeraban. Tampoco era de extrañar, después de todo, era una capital, se lucraba del comercio y el turismo. «¿Donde habrá uno...?» Pensó la chica, buscando sin pausa pero sin prisa. Su paso continuaba luciendo con parsimonia, y su mirada se perdía de edificio a edificio, buscando algún cartel que llamase su atención. Numerosos comercios, y numerosos dojos, decoraban todo lo que la vista abarcaba. «Por aquí debe haber alguno... estoy segura.» Continuo su caminar, buscando y buscando, hasta que al fin lo encontró. Se trataba de un comercio de estructura tradicional, con puertas correderas incluso, y un tejado de tejas ornamentadas que hasta era adornado con carpas a ambos lados del mismo. El cartel era bien grande, anunciando el nombre del comercio para que no hubiese duda. La carpa dorada Sin duda, tenía buena pinta, seguro que ahí podría tomar un buen trago, y relajarse, ya que había superado la primera fase del torneo. Lo tenía bien merecido. RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Eikyuu Juro - 31/08/2017 El día se había levantado triste hoy. Es lo que solía decir Furui cuando observaba el cielo nublado. Refranes de viejas, le decía después. Sus palabras resonaron en la cabeza de Juro cuando observó el tiempo desde la ventana. A diferencia de las grandes temperaturas veraniegas que habían ocurrido durante el verano, hoy parecía que iba a ser un día distinto. Un día tranquilo y apagado. Menos caluroso, con suerte. Aún desde la cama, observó a Gen, colocado sobre una silla, de forma que pareciese estar sentado. — ¿Qué te parece? ¿Damos un paseo? Su silencio fue la respuesta que necesitaba. Un rato después, Juro estaba caminando tranquilamente por Sendoshi, la capital de aquel bello lugar. La bandana en la frente y a su espalda, Gen colgado y envuelto en su lona habitual. Quizá la gente pensase en que era un jorobado, pero que se le iba a hacer. Era un ninja después de todo. Y aún más, era un ninja que había pasado la primera ronda del torneo. « He sobrevivido a la primera prueba. Ocho ninjas ya han caído. No es moco de pavo » Se alegraba mucho de no haber sido de los primeros en caer. Pero la idea de una segunda ronda con rivales aún más fuertes le ponía los pelos de punta. Rain ya había sido suficientemente duro como para encima tener que pelear contra alguien aún mejor. Dudó si sería capaz. Entre sus pensamientos, se acercó a la zona más céntrica y comercial de la capital. Allá, llena de mercados y comercios. Juro sintió ganas de comprar o tomar algo, pero decidió limitarse a pasear y disfrutar del ambiente. Al menos, hasta que vio a cierta pelirroja cruzar la calle y pasar la esquina, delante de sus narices. « Esa es... » Juro la siguió, ignorando el paseo. De cualquier manera, iba a acabar perdiéndose. No necesitó caminar mucho. La chica terminó por pararse delante de un establecimiento tradicional. Había un gran cartel, nombraba al edificio: "La carpa dorada". Parecía alguna clase de bar. Juro no se preguntó porque Aiko iba a esos lugares, sino que decidió acercarse. — ¡Aiko-san! — exclamó, tratando de llamar la atención —. Que casualidad. ¿Qué tal estas? RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Aiko - 31/08/2017 La chica, plantada frente a aquella especie de bar o restaurante, pensó que era el lugar ideal. Por fuera al menos no se veía nada mal, tenía todo tipo de detalles, y se veían realmente cuidado. Nada podía salir mal en un lugar así, eso estaba mas que claro, seguro que sería mucho mejor que entrar en cualquier taberna de mala muerte, aunque éste resultase un poco mas caro. Mientras la chica pensaba en todos estos pequeños detalles, ensimismada, una voz le sorprendió por el flanco. La kunoichi no tardó en girar, y se encontró allí con el chico con el que tuvo aquella experiencia con el mercader y la esclava. —Buenas tardes, Juro. —apresuró a contestar. —Pues bien, todo bien. Aquí ando, buscando algún sitio donde tomar y comer algo en condiciones. Nadie me ha intentado secuestrar o similar, así que no me puedo quejar... La chica se encogió de hombros con la broma, e hizo una mueca dando fe de ello. —Creo que he encontrado un buen lugar, y tu... ¿que tal? ¿cómo que andas por aquí? Sin duda, formalismos por todos lados. Pero en fin, ya que él se había molestado en preguntar, no debía ser una mal educada, no sería un buen ejemplo para alguien que se las daba de convertirse en una superheroína, ¿no? No cabía duda, la chica debía ser todo un ejemplo. RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Eikyuu Juro - 31/08/2017 La chica al principió se mostró distraída, pero no tardó en volverse y contestar a Juro con su habitual rostro. — Buenas tardes, Juro. Pues bien, todo bien. Aquí ando, buscando algún sitio donde tomar y comer algo en condiciones. Nadie me ha intentado secuestrar o similar, así que no me puedo quejar... Creo que he encontrado un buen lugar, y tu... ¿que tal? ¿cómo que andas por aquí? Juro alzó una ceja. Le resultó hasta gracioso la forma en la que hablaba. No pudo evitar soltar una carcajada con la broma del secuestro, por muy serio que fuese el asunto. « Espero que ningún gordo mercader trate de hacerlo hoy. No mientras yo este de servicio » — Me alegra escucharlo — murmuró, sin reprimir la sonrisa —. La verdad es que estaba de paseo. Me apetecía estirar las piernas y hacer algo que no fuese entrenar. Juro volvió a echar un vistazo al local al que Aiko se dirigía. No había ningún letrero que indicase que fuese para mayores de edad ni por el estilo. Por alguna razón — y eso que la chica tenía el aspecto de una adolescente — al estar con ella, se preocupaba mucho más de la edad que con cualquier otro. — ¿Te importa si te acompaño? Lo de tomar algo suena bien — preguntó, finalmente. Quería hablar con ella; compartir su opinión acerca del torneo y todas esas mierdas, ahora que ya había pasado la primera ronda —. A no ser que este local sera para mayores de cien años o algo así, claro. RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Aiko - 31/08/2017 A Juro pareció hacerle gracia el comentario de la chica sobre el secuestro, seguramente no había olvidado el encuentro con el mercader, el susodicho mercader. Fue entonces que la pelirroja le preguntó que hacía por allí. Sin tardar apenas en responder, el chico contestó que paseaba con tal de estirar las piernas, que se distraía de tan solo entrenar. Sin duda, sonaba bastante a lo que ella misma estaba haciendo en ese precios instante. No pudo evitar sonreír, ya era casualidad. —Ya veo, entonces andamos en las mismas. El joven volvió su mirada hacia el cartel, del cuál afirmaba la chica que parecía un buen lugar. Tras un breve vistazo, el chico preguntó si le importaba que le acompañase, y tras ello soltó un chiste acerca de la edad a la que permitían entrar en el sitio. La chica rió brevemente, sin duda éste chico tenía un sentido del humor bien parecido al suyo. —Será un placer. —contestó. —No creo que haya un límite de edad similar para la entrada, imagina a la de ancianas que encontraríamos ahí tomando copas y hablando de sus difuntos maridos.... jajajaja. Un comentario quizás un poco macabro, pero en fin, le hizo gracia pensar en ello. Sin mas, la chica comenzó a andar hacia la puerta principal. Corrió la puerta de papel, y con ello dio lugar a ver el interior. Frente a ellos había un pasillo no demasiado estrecho, pero tampoco demasiado ancho, donde al costado izquierdo habían unos zapateros —y algunos zapatos— dispuesto para que los clientes se descalzasen antes de entrar. Poco mas adelante, el piso subía en un pequeño escalón, dando lugar a una tarima bien pulida. Un hombre de veintipocos años aguardaba un poco mas adelante, poco después del escalón, ataviado con un kimono rojo intenso, y un moño típico de los samurais. El hombre lucía fuerte, serio y realmente sereno, se podía apreciar en él un porte realmente estricto y formal, que ni una barba desaliñada como la que llevaba podía tachar. —Buenas tardes, y bienvenidos a la carpa dorada. —anunció el hombre, realizando una reverencia para que ambos chicos pasasen. —Buenas tardes, y gracias. —apresuró a contestar la pelirroja. Sin perder demasiado el tiempo, se dispuso a quitarse las sandalias de madera, los getas, y dejarlos en un hueco vacío. —Se ve un buen sitio. —inquirió a Juro en un tono menos audible. El interior estaba conformado por un gran salón, con paredes de color marfil y suelo de tarima clara. Cuatro tabiques daba pie a la estructura, siendo que los habían dejado al descubierto, libre de decoros, quedando meramente la propia madera como ornamento. Por las paredes, a diferentes intervalos, pequeñas estructuras similares se erigían, dando una armonía curiosa al lugar. Al flanco izquierdo habían dos puertas, con signos que claramente diferenciaban el baño de los chicos al de las chicas. Al frente se disponía un enorme mostrador, con una encimera de madera con un tono similar a los tabiques centrales, y sobre el cuál se disponían gran cantidad de copas y platos, así como licores. Tras ésta estructura de madera, había un amplio catálogo de vinos, refrescos, y demás, ordenado estrictamente en estanterías. Un par de camareros se encontraban allí, dispuestos a tender a los clientes que fuesen hacia allí. En mitad de la estructura para atender, se encontraba una caja registradora, dispuesta para el cobro de lo consumido. Hacia el flanco derecho de la sala se encontraba la entrada a la cocina, que quedaba separada del comedor por tan solo una ligera cortina de piedrecitas brillantes. Por último, pero no menos importante, por toda la extensión del salón se hallaban una gran cantidad de mesas, con sus correspondientes sillas, cubiertos, servilletas, e incluso copas. Si, el lugar sin duda parecía muy bueno. Al menos una decena de camareros se encontraban repartidos por la amplia sala, atendiendo constantemente a los comensales y bebedores. Habían al menos 12 mesas ocupadas, cada una con cierta cantidad de personas, demasiadas para ponerse a contarlas. —Me gusta esa mesa, nos sentaremos ahí, Juro. —inquirió la chica, señalando justo la que estaba en mitad de la sala, una de las que parecía haber sido mas repudiada. Sin dejar tiempo casi para contestar, la chica tomó rápidamente camino hacia ella. RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Eikyuu Juro - 31/08/2017 Aiko afirmó que su caso era similar. También parecía estar más que de acuerdo con que Juro la acompañase en aquella tarde apagada. Aun así, ellos no estaban para nada triste. Continuaban con las sonrisas y las bromas... No creo que haya un límite de edad similar para la entrada, imagina a la de ancianas que encontraríamos ahí tomando copas y hablando de sus difuntos maridos.... jajajaja. Juro sacó otra de sus genuinas sonrisas. Pensó en algo ingenioso que contestarle, pero la chica no le dio tiempo; se dirigió hacia la puerta de entra al local. Juro se encogió de hombros y la siguió. Tras la puerta corrediza, se toparon un pasillo, donde tendrían que descalzarse — por la cantidad de zapatos parecía haber gente, y no solo viejas —, y tras avanzar por un pequeño escalón, había una tarima pulida. Un hombre adulto, con moño y kimono rojo, que parecía ser el encargado, estaba dispuesto a recibirles. —Buenas tardes, y bienvenidos a la carpa dorada. — Buenas tardes — saludó, a la par que Aiko. Los dos se descalzaron. Mientas Juro se quitaba las sandalias, Aiko le susurró unas palabras, probablemente para que el señor no les oyese. Se ve un buen sitio. — Parece que tiene clase — asintió Juro. Al entrar se toparon con un enorme salon de suelo claro y paredes de color marfil. Sobre las cuatro paredes no había más que la madera como forma de ornamentación, dispuesta en pequeñas estructuras armónicas. Al lado izquierdo, estaban los baños, distinguidos según hombre y mujer. Al frente, un enorme mostrador, con una gran cantidad de copas, platos y licores. La barra, supuso Juro. En ella había una carta con numerosos productos y un par de camareros que atendían a los clientes. También contaban con una caja registradora. Al lado derecho, la entrada a las cocinas. El lugar estaba repleto de mesas y sillas. Había bastante gente — tanta que Juro no pudo contar —, pero vio alrededor de doce mesas ocupadas. —Me gusta esa mesa, nos sentaremos ahí, Juro. El chico se fijó en la que Aiko decía. Era una de las mesas centrales, inexplicablemente vacía. Por alguna razón la gente había pasado de ella. Asintió y la siguió, hasta sentarse junto a ellas. — ¡Este sitio es enorme! — exclamó, aunque luego se tapó la boca. No quería gritar. De hecho, imaginaba que un niño ahí ya podría llamar bastante la atención —. Definitivamente nunca había estado en un lugar así. Es como haber entrado en un mundo distinto a esas calles llenas de puestos ambulantes. RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Aiko - 31/08/2017 El comentario de la pelirroja acerca de parecer un buen sitio fue contestado por parte del chico con el mismo tono —evitando que el hombre los escuchase— y afirmando, que en efecto, tenía clase. No cabía duda, el sitio realmente contrastaba con la típica taberna de ciudad corriente, se notaba realmente recatado y fino, algo a lo que muchos quizás escapaba de las mano, económicamente hablando. Pero eso no echaría atrás a los jóvenes, que se aventuraron a entrar en la llamada carpa dorada. La kunoichi fue la primera en adelantarse, y no titubeó al elegir una de las mesas centrales. Juro no rechistó, y la siguió poco atrás de ella. No tardaron en tomar asiento, el cuál realmente lucía cómodo. Llevó la mirada hacia Juro, y éste pareció perdido en la increíble sala en que se encontraban. Tanto fue así, que no pudo evitar pensarlo en voz alta, dando a conocer su opinión al público. Por suerte o por desgracia, el comentario cayó en vacío con tanto engorro de personas. Habían clientes de todo tipo, incluso de los que realmente armaban un buen jaleo bebiendo. Aunque, la sala era tan amplia que tampoco terminaban de molestar, incluso eran las mesas mas apartadas. Poco tardó Juro en tomar un tono mas formal para hablar, e informó a su antagonista de que nunca había estado en un lugar parecido. —Si, es realmente distinto a lo que hay por ahí fuera... de hecho, es realmente distinto a lo que acostumbro a ver. —contestó la chica. Apenas pasados unos segundos ahí sentados, una camarera joven se plantó a su vera, con tal de atenderlos. —Buenos días, señores. En un rato pasarán a tomarles el pedido, aquí tienen unas cartas para ver el menú. —anunció mientras que repartía las cartas. —Entre tanto, si quieren algo de beber, se lo serviré yo misma. —concluyó la chica, ataviada con un vestido negro y blanco, y una cabellera rubia recogida en una coleta de caballo. La chica tenía una buena apariencia también, formal y seria, con unas facciones finas y recatadas. —Muchas gracias. —agradeció la pelirroja tras tomar la carta. —Pues... yo tomaré una cerveza bien fría, si es posible que sea artesana, me da igual la marca. —Muy bien, le traeré una Onimusha, señorita. ¿Y el caballero? RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Eikyuu Juro - 31/08/2017 —Si, es realmente distinto a lo que hay por ahí fuera... de hecho, es realmente distinto a lo que acostumbro a ver. Y dicho por una persona inmortal, que debía de haber sitio muchos sitios — aunque aún no había superado una vida humana total, según recordaba —, era un halago. — Desde luego, el Valle de los Dojos es increible. Tiene de todo.. Juro observó un poco el ambiente. Aunque la mayoría de la gente le superaba en altura y edad, había de todo: incluso en un sitio que parecía tener tanta clase, borrachos armando barullo. También habría personas más recatadas, pero esas no llamaban la atención. « Me da mala espina todo esto. Espero que no haya problema » En mitad de sus pensamientos, una camarera joven llegó a la mesa. Al menos tenían un servicio eficiente. La chica llevaba un vestido negro y blanco, y una cola de caballo rubia. —Buenos días, señores. En un rato pasarán a tomarles el pedido, aquí tienen unas cartas para ver el menú. Entre tanto, si quieren algo de beber, se lo serviré yo misma. —Pues... yo tomaré una cerveza bien fría, si es posible que sea artesana, me da igual la marca. La atención se dirigió pronto hacia él. Juro tragó saliva. Obviamente la mujer no iba a servirle cerveza a un crío pequeño, así que tendría que conformarse con algo más suave. Aun así, se negó a pedir agua. Sentía que quedaría en ridículo delante de todo el mundo. — Un refresco con gas. De naranja. Tampoco me importa la marca — murmuró, con un tono serio, como si hubiese pedido algo muy fuerte. RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Aiko - 31/08/2017 No se reprimió en absoluto en halagar el valle de los dojos, sin duda le había parecido un sitio donde había de todo. No le faltaba razón al chico, ciertamente tenían todos los flancos cubiertos, no parecían carecer de nada en absoluto. Entre tanto, la camarera les atendió, tomando primero a la mas veloz —Aiko— y por segundo al chico, que parecía algo despistado observando el lugar. ¿Maravillado? Quizás, pero ciertamente distraído, aunque tampoco era algo que echar en cara, era casi que normal. Al darse cuenta de que era su turno para pedir, el chico apresuró a solicitar lo que quería beber, un refresco con gas de naranja. Como toque de distinción, añadió que no le importaba tampoco la marca, extraño al tratarse de un refresco... La camarera realizó una rápida reverencia, y no tardó en retirarse, en busca de lo que los clientes le habían solicitado. —Bueno, ¿y qué? —tanteó la chica, poco a poco. —¿ganaste tu combate? ¿aún sigues en el torneo? De pronto, lanzó la pregunta, sin ton ni son. Ciertamente era curioso, quizás se convertía en cierto momento en su rival... RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Eikyuu Juro - 31/08/2017 Aiko no articuló palabra mientras hacia su pedido. La camarera lo anotó rápidamente y luego se marchó, con aire ausente. Tendría que anotar el pedido o servir a más mesas. Juro se permitió esbozar una sonrisa creía. « Eso no se lo esperaban. Seguro que las he impresionado » De la misma manera, Aiko y él volvieron a quedar a solas en la mesa. Sus ojos se posaron en ella. Además de disfrutar de su compañía, Juro también había querido informarse acerca de la posición de Aiko en el torneo y como le iba. Sin embargo, no iba a necesitar mucho para saberlo. —Bueno, ¿y qué? ¿ganaste tu combate? ¿aún sigues en el torneo? Así era ella, directa y letal. Juro se aclaró la garganta, y recuperó la sonrisa. — Sigo en el torneo— dijo, con un tono de clara felicidad —. Me toco contra un ninja de Uzushiogakure. Nara Rain. Fue una pelea bastante dura, sobretodo porque llevaba una enorme katana, pero le tumbé en el último momento. Suspiró. Solo el recuerdo de aquel combate le ponía los pelos de punta. — ¿Cómo te fue a ti? RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Aiko - 31/08/2017 Aiko no se cortó un pelo en preguntar al genin sobre el resultado de su combate. Para satisfacción o no, éste había pasado la ronda. Al parecer le había tocado luchar contra un oponente duro, que manejaba la espada con bastante habilidad, pero éste había conseguido vencer. Por tanto, el chico que tenía frente a ella era bastante mas duro de lo que aparentaba, sin duda debía tener buenas habilidades. Al terminar de presentar su victoria, no tardó en preguntar por la situación de la chica, indagó también en su resultado, como bien había hecho ella primero. La chica sonrió, sabiendo que ahora era su turno, y no podría saltarlo. —Bueno, yo también pasé de ronda, aunque por desgracia para mi aldea, me tocó pelear contra otro genin de Ame. »Era un chico que usa ninjutsu médico, pero que escupía veneno o algo así... por suerte para mi, cayó en una trampa que le planté, y terminó explotando. De hecho, lo mandé al hospital sin querer... supongo que debería haberle insistido en que se rindiese, así le habría ahorrado todo el jaleo. La chica se encogió de hombros, resignada. Total, lo hecho, hecho estaba. Poco tardó la camarera en aparecer, trayendo un cuerno de algún animal ornamentado, donde residía la llamada Onimusha. Sin demora, la plantó frente a la pelirroja, y plantó frente al chico una jarra de refresco de naranja. —Aquí tienen, en un rato pasará mi compañero a tomarles nota. Y con las mismas, se fue. —Muchas gracias. —apresuró la chica a decir. No tardó en llevar la mirada hacia su peculiar copa, cuerno, o como pudiese llamar al recipiente de su bebida. —Ostras... no esperaba una jarra como ésta... ¡como mola! RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Eikyuu Juro - 31/08/2017 La conversación seguía su curso. Juro escuchó a Aiko con interés, aunque en el fondo, él ya tenía su idea formada. —Bueno, yo también pasé de ronda, aunque por desgracia para mi aldea, me tocó pelear contra otro genin de Ame. Era un chico que usa ninjutsu médico, pero que escupía veneno o algo así... por suerte para mi, cayó en una trampa que le planté, y terminó explotando. De hecho, lo mandé al hospital sin querer... supongo que debería haberle insistido en que se rindiese, así le habría ahorrado todo el jaleo. — Debe ser difícil pelear con un compañero de aldea —. Cuánto se iba a reír de sus propias palabras en la segunda ronda —. Pero mira el lado bueno: al menos, no se rindió, que es justo lo que temías. Aún recordaba aquella conversación que había tenido antes del combate. Ahora la chica hubiese preferido eso mismo. Era curioso como las tornas cambiaban en poco tiempo. O las acciones. Juro decidió no insistir mucho en el tema: parecía un mal recuerdo para ella. « Ya imaginaba que la chica inmortal pasaría de ronda. Aún puede tocarte contra ella... » Sin embargo, aquel día estaban para tomar algo y relajarse, divertirse. No existía en ellos la misma tensión que la que él tuvo con Rain. Aunque la premisa de que podrían pelear era más fuerte — menos participantes, supuso — la ignoró. La camarera llegó con las bebidas. Una jarra de refresco de naranja para él, y una especie de cuerno ornamental con cerveza para Aiko. Después, se marchó, con la premisa de que los atenderían pronto. Juro le agradeció y tomó un sorbo de su refresco, mientras la chica alucinaba con el cuerno. Ostras... no esperaba una jarra como ésta... ¡como mola! — Eres una cornuda — murmuró, sacandole la lengua —. ¿Qué tal sabe beber de un cuerno? RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Aiko - 1/09/2017 La chica explicó tan leve como pudo el encuentro que tuvo en el torneo, y Juro no tardó en exponer su punto de vista, como siempre de manera positiva. Éste halagó que al menos no se había rendido, que era lo que la kunoichi había deseado, aunque también reconoció que debía ser bastante difícil pelear contra un compañero de aldea, después de todo lo que hacía era quitar una oportunidad a la aldea para ganar en el torneo. Si, era una auténtica putada, y mas cuando la pelirroja no tenía intención de ganar, tan solo quería exhibirse. —Si, es un poco complicado, pero bueno... tampoco podía rendirme, tengo que llegar hasta la final o al menos hasta la semifinal. —al menos eso lo tenía claro, que ya era algo. La camarera no tardó en traerles la bebida, y la kunoichi quedó sorprendida con su cerveza, sin duda estaba servida de una manera pintoresca y creativa, algo que en raras ocasiones había visto, y que resaltaba demasiado para un lugar tan... tan... repipi. Juro tampoco pudo evitar quedar asombrado del vaso en que habían servido la cerveza, aunque tuvo un comentario un tanto singular y extraño. Dijo que era una cornuda, sin duda por su hogar y cercanía debía significar otra cosa esa expresión, porque sin duda alguna se había pasado tres pueblos de lo contrario. La pelirroja no pudo esconder una mueca, hasta alzó la ceja, como si no lo hubiese pillado, y estuviese extrañada. «Si Datsue se atreve a ponerme los cuernos, le corto la verga...» Rápidamente el chico preguntó qué tal sabía beber de un cuerno, aunque la chica no tenía respuesta para ello aún. Sin demora, agarró el cuerno, y le propinó un buen buche. Tragó como si fuese una vikinga, y reposó el cuerno sobre la mesa, para tras ello dejar caer un suspiro de satisfacción. —Mmmm... está genial, es suave y sabe como si tuviese un toque de miel. Lástima que no fuese mas fuerte, con eso no tenía ni para sacarle un poco de color a sus mejillas. Maldita fuese su capacidad de regeneración a causa de la inmortalidad... RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Eikyuu Juro - 1/09/2017 Aiko terminó dándole la razón en cuanto a la dificultad de pelear con compañeros de aldea, y que estos no se rindieran. También le dijo que su objetivo era llegar a la final, o al menos, hasta la semifinal. Juro asintió. Por un lado, él sabía que ese objetivo era dificil. Pero él también deseaba albergarlo. « Al menos hasta la semifinal. Una pelea más » Dejando a un lado sus propios deseos, Aiko puso una mueca curiosa cuando Juro la llamó "cornuda". Trató de recordar de donde había sacado esa palabra: se le había escuchado decir a su hermana, en una de sus conversaciones con Furui. Hablaban de la vecina de arriba, creía. Por unos momentos, se preguntó que significaría. Aiko agarró el cuerno como toda una auténtica vikinga y se lo bebió, con pasión. Después, lo depositó con un cuidado extraño en la mesa. Al parecer, el cuerno la había dominado. —Mmmm... está genial, es suave y sabe como si tuviese un toque de miel. — ¿Si? ¿No estaba amarga? — preguntó, inocentemente —. ¡Genial! En realidad, Juro no tenía ni idea de la cerveza. No podía saber que el sabor variaba y que el cuerno no hacía mucho. La inocencia. Luego recapacitó. Tenía miedo de quedar mal delante de la chica. — En realidad, no la he probado nunca. Mi abuela no me deja ni acercarme — murmuró, casi avergonzado —. Solo he escuchado a algún adulto decir que estaba muy amarga. RE: ¡Vaaaaamo a tomaaaaá! ¡HIP! - Aiko - 2/09/2017 El chico quedó extrañado al decir la pelirroja que su cerveza sabía suave, que incluso parecía tener un toque de miel. Tampoco era de extrañar, raramente éste la habría probado. En realidad, no tardó en corroborarlo, alegando que nunca la había probado, que su abuela siempre le había mantenido a raya de la cerveza. No era de extrañar, aún era demasiado pequeño, su abuela hacía lo mas decente y lógico. —Bueno, es cualquier otra bebida, solo que lleva alcohol. A la hora de su creación, hay muchas manera de fermentar la cebada, y muchas cosas que se le pueden añadir tanto antes como después de su creación. Hay cerveza que incluso es cambiada de sabor a base de zumo de limón, por ponerte un ejemplo... Sin perder demasiado tiempo, la chica abrió la carta, en pos de mirar si había algo que le interesase. La lista de precios le sorprendió, sin lugar a duda, y no para malas. Muy a pesar de la apariencia del sitio, el lugar tenía unos precios realmente baratos. No era el sitio mas barato del lugar, pero tenía unos precios realmente competentes. Para nada se les había subido a la cabeza al ponerlos. La chica quedó en silencio por un momento, mirando qué podía tomar, así como de nuevo le echaría un rápido vistazo al listado de cervezas que allí servían. No tardaría demasiado, pero si que se tomaría un ratito para meditar su decisión. Tampoco quería hacer esperar a quien les atendiese para cuando éste acudiera a la mesa, sería una falta de respeto. —Igual, sea lo fuerte que sea, es un fastidio no poder emborracharse... como mucho el efecto me dura unos minutos, una hora a lo sumo... y ya tiene que ser bien fuerte la bebida para ello. —terminó por revelar al chico. |