10/06/2015, 21:35
Ya una semana había transcurrido desde la graduación del calvo de Uzushiogakure. Todas las mañanas, desde ese día, pasaba una hora tomando sakes y viendo a la gente salir a las calles mientras el sol despertaba. Solo habían pasado siete días pero esa acción ya se le hacia costumbre. Sin embargo, la calma de esa fría mañana de otoño se vio interrumpida por las palabras de un hombre de espalda ancha y robusto. Tenia el pelo corto y una barba en forma de candado, ambos de color blanco por las canas que presentaba la edad elevada del hombre. Karamaru lo conocía bien, era el dueño del local "Sake-Sake", Ritero Lee.
¿Puedo tomar asiento?- pregunto con su voz grave.
Si, claro- contesto el shinobi haciendo un ademan con la mano. El propietario del negocio, demostrando su edad, se sentó con algunas dificultades.
Mira, te tengo una propuesta- comenzó el hombre- Seguramente no habrás visto ninguna, pero tengo varias caravanas trabajando para mi. Salen muy temprano y tardan por lo menos una semana en volver y por eso dudo que hayas avistado una. El negocio en la ciudad anda flojo, hay muchos competidores y tuve que expandirme hace unos años. Recorren el continente, pueblo por pueblo, para poder generar ganancias extras y la verdad que la idea fue muy buena. El dinero que esta ganando el negocio es impresionante. ¿Me sigues?
Eeeemm, creo. Pero, ¿A qué va todo esto?- cuestiono Karamaru con dudas.
Claro, claro, si todavía ni explique a lo que venia- dijo el hombre entre carcajadas- Veras, eres nuevo en la ciudad y seguramente al haber vivido en el templo toda tu vida no sabes ni como irte ni como volver. Vamos, que seguramente no conoces toda la aldea, sin ánimos de ofender. A lo que voy es si quieres formar parte de estas caravanas. Por lo que me comento tu abuelo, la idea de esta peregrinación que hacen es conocer gente y lugares para buscar un camino propio o una identidad propia o un poder propio o ser mas culto o no recuerdo que...
«Ninguna de esas Lee»
...Entonces creí que era una buena posibilidad para que conozcas el territorio no solo de este país si no también de todos los que hay alrededor. Solamente tendrías dos funciones, protegerlas ya que tienes habilidades para el combate y comerciar en el destino. Montaras un campamento unos días, recorrerás las casas aledañas y venderás todo lo que puedas. Después volveras y cuando tengas ganas te sumas a otra caravana ¿Que te parece?
Perooo, nunca vendí algo en mi vida. Y ademas soy joven e inexperto como para defender una caravana.
Karamaru no se encontraba muy convencido. Era una propuesta peligrosa como para un recién graduado. Quería a Lee y todo pero cumplir con eso era un poco mucho.
No te preocupes niño, que hay mas guardias así como otros comerciantes. Veras, cada caravana lleva dos comerciantes y cuatro guardias. ¿Creías que serias el único? Es para que conozcas otros lugares y tomes experiencia tanto en el combate, rezo para que no suceda, y en el trato con otras personas. Lo único que no te puedo prometer es un pago. No eres un profesional. Toma esto como un intercambio de favores.
Creo que....esta bien.....supongo- el tono dubitativo estaba presente en la voz de Karamaru que aceptó a pesar de todo- Supongo que puede ser verdad, puedo tener un poco mas de experiencia con todo esto.
¡PERFECTO!- exclamó Lee- Mañana parte una para los arrozales del silencio, territorio de Kusagakure. Son grandes extensiones de arroz, unos campos inmensos donde hay mucho comercio. Sera un inicio fácil. Cinco de la mañana, mañana. ¿OK?
Supongo, mañana estaré aquí a esa hora.
Y con esas palabras había terminado esa conversación extraña y repentina. Karamaru termino su hora de relajación matutina para irse a entrenar al patio de su casa. Durante la tarde se armó una pequeña mochila de color marrón y con una silueta cuadrada con un poco de comida y bebida para su viaje. Esperaba que le dieran de comer pero por las dudas llevaba un refuerzo de alimento.
Así fue como a la mañana siguiente, vestido con sus ropas habituales y su bastón en la parte trasera de su cintura, tomo la mochila, la colgó a su espalda y se subió a la parte de atrás de una carreta de madera tirada por bueyes. En la parte trasera tenia unida varios carros más que transportaban el sake del negocio. Eran grandes y cuadrados y contaban, en ambos lados, con un ovalo blanco con letras rojas, ambos bordeados por finas lineas verdes, que decían "Sake-Sake". Karamaru estaba sentado en el ultimo de ellos, estaba en el borde con los pies colgando viendo el negocio alejarse. Era raro saber que uno saldría de las murallas, a otro país, cada vez mas lejos del templo.
¿Puedo tomar asiento?- pregunto con su voz grave.
Si, claro- contesto el shinobi haciendo un ademan con la mano. El propietario del negocio, demostrando su edad, se sentó con algunas dificultades.
Mira, te tengo una propuesta- comenzó el hombre- Seguramente no habrás visto ninguna, pero tengo varias caravanas trabajando para mi. Salen muy temprano y tardan por lo menos una semana en volver y por eso dudo que hayas avistado una. El negocio en la ciudad anda flojo, hay muchos competidores y tuve que expandirme hace unos años. Recorren el continente, pueblo por pueblo, para poder generar ganancias extras y la verdad que la idea fue muy buena. El dinero que esta ganando el negocio es impresionante. ¿Me sigues?
Eeeemm, creo. Pero, ¿A qué va todo esto?- cuestiono Karamaru con dudas.
Claro, claro, si todavía ni explique a lo que venia- dijo el hombre entre carcajadas- Veras, eres nuevo en la ciudad y seguramente al haber vivido en el templo toda tu vida no sabes ni como irte ni como volver. Vamos, que seguramente no conoces toda la aldea, sin ánimos de ofender. A lo que voy es si quieres formar parte de estas caravanas. Por lo que me comento tu abuelo, la idea de esta peregrinación que hacen es conocer gente y lugares para buscar un camino propio o una identidad propia o un poder propio o ser mas culto o no recuerdo que...
«Ninguna de esas Lee»
...Entonces creí que era una buena posibilidad para que conozcas el territorio no solo de este país si no también de todos los que hay alrededor. Solamente tendrías dos funciones, protegerlas ya que tienes habilidades para el combate y comerciar en el destino. Montaras un campamento unos días, recorrerás las casas aledañas y venderás todo lo que puedas. Después volveras y cuando tengas ganas te sumas a otra caravana ¿Que te parece?
Perooo, nunca vendí algo en mi vida. Y ademas soy joven e inexperto como para defender una caravana.
Karamaru no se encontraba muy convencido. Era una propuesta peligrosa como para un recién graduado. Quería a Lee y todo pero cumplir con eso era un poco mucho.
No te preocupes niño, que hay mas guardias así como otros comerciantes. Veras, cada caravana lleva dos comerciantes y cuatro guardias. ¿Creías que serias el único? Es para que conozcas otros lugares y tomes experiencia tanto en el combate, rezo para que no suceda, y en el trato con otras personas. Lo único que no te puedo prometer es un pago. No eres un profesional. Toma esto como un intercambio de favores.
Creo que....esta bien.....supongo- el tono dubitativo estaba presente en la voz de Karamaru que aceptó a pesar de todo- Supongo que puede ser verdad, puedo tener un poco mas de experiencia con todo esto.
¡PERFECTO!- exclamó Lee- Mañana parte una para los arrozales del silencio, territorio de Kusagakure. Son grandes extensiones de arroz, unos campos inmensos donde hay mucho comercio. Sera un inicio fácil. Cinco de la mañana, mañana. ¿OK?
Supongo, mañana estaré aquí a esa hora.
Y con esas palabras había terminado esa conversación extraña y repentina. Karamaru termino su hora de relajación matutina para irse a entrenar al patio de su casa. Durante la tarde se armó una pequeña mochila de color marrón y con una silueta cuadrada con un poco de comida y bebida para su viaje. Esperaba que le dieran de comer pero por las dudas llevaba un refuerzo de alimento.
Así fue como a la mañana siguiente, vestido con sus ropas habituales y su bastón en la parte trasera de su cintura, tomo la mochila, la colgó a su espalda y se subió a la parte de atrás de una carreta de madera tirada por bueyes. En la parte trasera tenia unida varios carros más que transportaban el sake del negocio. Eran grandes y cuadrados y contaban, en ambos lados, con un ovalo blanco con letras rojas, ambos bordeados por finas lineas verdes, que decían "Sake-Sake". Karamaru estaba sentado en el ultimo de ellos, estaba en el borde con los pies colgando viendo el negocio alejarse. Era raro saber que uno saldría de las murallas, a otro país, cada vez mas lejos del templo.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘